-Boruto-san ¡Me gustas!- confesó la chica cerrando los ojos, agachando la cabeza. Desde que entro a la universidad quedó impresionada por lo guapo que era, con su cabello rubio, sus ojos azules y ese estilo tan natural que lo caracterizaba. Había tratado de confesarse hace cuatro meses pero nunca tuvo el valor para hacerlo pero ahora era diferente.
Boruto suspiro cansado para golpearse mentalmente, seriamente tenía que replantearse el letrero que le había ofrecido su amigo Mitsuki y pegarlo en la frente “No estoy buscando pareja”. Así se evitaría molestos e incómodos momentos. – Lo siento misa-chan, no puedo aceptar tu confesión.
-¿Por qué? ¿Acaso no soy bonita?- ahí iba de nuevo, los ojos llorosos y la desesperación en su voz.
-Lo eres, eres una mujer muy linda pero en realidad ya me gusta otra persona – le dijo sonriendo- por eso no puedo corresponderle, por que lo traicionaría.
-¡Es mentira! Siempre le dices eso a todos pero nunca te hemos visto con nadie – apretó lo puños furiosa, tanto le había costado reunir el valor para recibir esa respuesta, no era justo – solo te gusta jugar con las personas – alzó su mano golpeando la cara de Bokuto, dejando su mejilla roja.
Vio la chica alejarse hasta perderla de vista mientras el masajeaba su mejilla adolorida “Maldita, golpeas muy duro” Camino hasta la cafetería donde estaban su amigo y el resto de su comida que ahora estaba fría por culpa de Misa
-No hay necesidad de preguntar cómo te fue ¿O si Boruto? – sonrió tranquilo mostrándole su almuerzo empezado.
-No lo menciones, es muy complicado ¿Por qué se enojan cuando reciben una respuesta que no les gusta? – protesto mordiendo su sándwich.
-Es normal, lo que uno quiere recibir de la persona que le gusta es un si, no un “Lo siento, ya tengo alguien que me gusta”- Imitó haciendo molestar más al rubio – deberías convertirte en monje si no quieres que nadie se te confíense.
Bufo en respuesta antes de volver a centrarse en su comida. Ni loco se convertiría en mojé, era una vida muy tranquila que no le llamaba para nada la atención.
Después de comer ambo chicos siguieron sus clases, los dos estudiaban medicina pero en ramas diferentes. Boruto se especializaba en desarrollar diferentes sustancias o compuestos para la creación de medicamentos o drogas que sirvieran para curar, retrasar enfermedades terminales. Mientras que Mitzuki se centraba en todo el cuerpo humano, basándose en la anotomía que completa del ser humano.
Boruto solía pasar parte de su tiempo en el laboratorio, tuviera o no clase por que le apasionaba la ciencia, descubrir cosas nuevas. Junto a Mitsuki hacían pequeño experimentos en animales para saber cómo evolucionaria a la droga. Era interesante ver cómo los compuestos y sustancia se esparcían atreves de su sistema sanguíneo, nervioso y respiratorio, dando diferentes resultados.
Suspiro cansado al ver la puerta de su casa, se había quedado más tiempo del que planeo, cuando quiso darse cuenta ya había perdido el ultimo tren, le toco caminar desde la universidad hasta su casa, en un trayecto que demoraba alrededor de una hora y media, estaba cansado, solo quería tomar un baño, comer y relajar su cuerpo en su cómoda cama.
-Estoy en casa- Quito sus zapatos colocando la mochila a un lado.
-¡AHH FRIO!- Se levantó alarmado al oír el grito de su papá venir de la cocina.
-¿Papá estas bien? ¿Papá?- abrió grande los ojos al ver a Naruto con la llave del grifo en la mano, su camisa medio mojada gracias al delantal que tenía que lo cubrió un poco y un montón de trapos sobre la canilla rota.
-Estoy bien- dijo soltando la llave con frustración mientras cerraba el paso del agua para no hacer un gran charco- la llave estaba atorada, así que la forcé para que abriera pero se partió- Explico quitándose el delantal. El rubio menor observo con un pequeño sonrojo como los pezones de Naruto salían sobre la fina tela de su camisa, rosados y erectos. Trago fuerte al ver quitarla también de su cuerpo para entregársela- La llevas al cuarto de lavado, iré a darme una ducha para servir la cena.
Bokuto espabilo mientras asentía viendo como su padre subía al segundo piso. Miro la camisa para después olfatearla un poco. A pesar de estar húmeda aún tenía ese olor dulce que caracterizaba a su papá, adictivo y embriagante que lo hacía enloquecer de mil maneras. Fue a su cuarto cerrando la puerta con seguro viendo como su miembro se empezaba a levantar solo por ese olor.
La verdad era que nunca había aceptado salir con nadie porque desde hace seis años, a sus catorce se dio cuenta que estaba enamorado de su papá, desde aquella vez que lo vio, desnudo, entregándose a su padre con deseo y pasión.
Ese día había salido temprano de su escuela, debido a un pequeña intoxicación que había sufrido su profesor, sus clases se cancelaron y decidieron dejarlos libres, Mitzuki está ocupado por lo que resignado se dirigió directamente a casa, leería unos mangas o tal vez jugaría videojuegos. Al menos hasta que su amigo se desocupara. Tomo la llave bajo el tapete y entro a casa, iría a saludar a sus padre explicándoles lo sucedido, a veces llegaban a ser un poco exagerados, bueno solo su papá Naruto pero era mejor avisar que recibir un regaño después.
Subió la segunda planta hasta llegar a su habitación para descargar todo pero unos sonidos raros lo pusieron alerta, dejó su mochila en la puerta acercándose lentamente hasta el cuarto de sus padres, empujo un poquito la puerta sin hacer ruido quedando pasmado al instante.
Sus ojos se abrieron de sobremanera y el sonrojo le cubrió su rostro completamente, era algo que nunca había pasado, tampoco pensó que pasaría y era muy distinto a las revistas que sus compañeros mostraban en clases, era diferente por que eran sus padres.
Naruto estaba encima de su padre, estaba dando la espalda mientras se besaban y Sasuke metía tres dedos en la pequeña entrada de Naruto. Boruto trago fuerte. ¿Qué debía hacer? Su papá estaba gimiendo mientras alzaba sus caderas… ¿Ese era su padre?
-Sasuke… mgh mas~ - Naru tomo la mano de Sasuke tratando de meter más aquellos largos dedo que lo estaban haciendo enloquecer, solo concentrándose en ellos, en disfrutar de ese deseo que a pesar del tiempo no se apagaba.
A fuera Boruto se debatía en si debía alejarse o seguir viendo como el cuerpo de Naruto era profanado, tocado y besado por alguien que no era el. Apretó un poco su miembro al sentir lo duro que estaba. ¡Estaba mal! ¡Muy mal! Debía alejarse, dejarlos solo y el darse una ducha de agua muy fría.
Pasó su mirada por todo el cuerpo del rubio, detallando cada curva, cada músculo sintiendo ese deseo de poseerlo todo, de hacer que solo le perteneciera a él, ser quien lo tocará y lo hiciera gemir, quién lo llevará al clímax.
Desabotono su pantalón sacando su miembro para masajearlo lentamente viendo como su padre empezaba a entrar en su Naruto, como lo hacía temblar hasta abrirse más y por un momento, por un leve momento se olvidó de todo lo ajeno, olvidó que era su casa, la persona que lo trajo al mundo y que estaba comprometido, solo eran ellos dos disfrutando, besándose y entregándose en cuerpo al otro.
Mordió su labio con fuerza hasta ponerlo rojo para evitar gemir, sosteniéndose del marco de la puerta viendo como Naru pedía por más y se imagino la estreches que podía sentir al entrar allí.
-Espera Sasuke… me mgh ahh voy ah…
Boruto aumento el ritmo de su mano hasta que derramo su esencia en su mano ensuciando su pantalón, jadeo pasito fijando su mirada en la entrada del rubio mayor que ahora se contraria más tratando inútilmente que esa esencia blanca saliera. Se levantó asustado dirigiéndose a su cuarto sin hacer ruido. Su mente aún estaba nublada y su razonamiento no lograba comprender bien que había sucedido, solo se dejó llevar, solo experimento todo aquello, pero… le gustó, se había sentido muy bien y solo había visto.
Desde aquella experiencia no pudo evitar mirar a su papá más de la cuenta, observarlo cuando se duchaba, tener sueños húmedos o un montón de cosas perversas y excitantes que aumentaban de acuerdo iba creciendo, aunque en un principio lo vio mal y repugnante dejo que su “Amor” actuará, por qué amaba a su papá y siempre sería así.
Salió de sus pensamiento al oír a Naru detrás de la puerta – tu padre acaba de llegar, se dará una ducha y cenaremos – comento.
-Si… yo también haré lo mismo – respondió más para si al ver su pene hinchado por estar divagando en recuerdos pervertidos.
A pesar de todo nunca se había atrevido hacer algo más allá de espiarlo, era inmoral y tal vez Naruto no lo aceptara por eso solo se conformaba con disfrutar de lejos.
Después de estar duchado bajo a la primera planta encontrándose con un escena muy molesta y que empezaba a odiar. Su padre Sasuke estaba besando a Su Naruto, como siempre hacia, demostrando que era suyo y que en cualquier lugar o momento lo podía hacer. Corrió a silla con fuerza haciendo un ruido innecesario pero que pudo sacar a esos dos de su burbuja.
Le llenaba de rabia que el solo se pudiera conformar con sueños y momentos descuidados de sus padre. Que solo lo pudiera ver de lejos sin poder tocarlos, hacerlo suyo. Pero eso cambiaría, estaba seguro.
-¿Y como te está yendo? – comenzó la charla Sasuke empezando a comer - ¿Oi por ahí que están apunto de culminar algo grande?
-Si que Boruto está por conseguir su título – se emociono el rubio mayor.
-No es para tanto, Mitsuki y yo aún estamos trabajando en la tesis, no sabemos que pueda pasar.
-Pero ya tienen algo por donde empezar – acoto su padre.
Si
-Por cierto Naru, tengo una viaje en cinco días- le tomo la mano suavemente bajo la atenta mirada de Boruto – no es muy largo, salgo el jueves en la noche y regreso el sábado en la mañana.
-¿Te vas tanto tiempo?
-No es mucho, prometo que lo compensare- beso la mejilla suavemente.
-Esta bien, prepararé tus cosas – sonrió mas tranquilo.
La cena continuo entre charlas del día, más de parte de los casados, que se dedicaban a dar no muy discretas miradas y caricias que endurecían al rubio menor el cual solo se dedicaba a picar un poco de su comida.
-Creo que no tengo hambre – soltó los cubiertos con brusquedad - me iré primero a mi cuarto.
-¿Eh? ¿Por qué?
-Déjalo, debe estar cansado.
Boruto se levantó antes de escuchar alguna otra cursilería, lo estaba detestando. Cuánto no deseaba que Sasuke se fuera de viaje y no volviera, quedarse solo con su padre, sería maravilloso.
Observo su techo tratando de que las idea llegarán a su mente, necesitaba una forma de Tener a su padre, de que fuera suyo. Pero nada se le ocurría, su padre era tan fiel y tan puro que tenía la plena seguridad de que hacer incesto no se le pasaba por la mente, lo vería repugnante y al final no lograba nada.
Otra sería confesarle todo lo que sentía pero volvía a llegar al mismo punto, su papá despreciándolo y lo que menos quería era que se alejaran. Necesita una forma de poder tenerlo, al menos una noche y poderlo retener con algo, pero… ¿Cómo? Era muy… como agua que bruta de un nacimiento, la idea llegó a su mente. Iba a adelantar el proceso de la nueva droga que estaba probando, la usaría con su padre. ¡Si! Necesitaba ponerse a trabajar el ello para evolucionarla. Después de que la tuviera eh hiciera suyo a su padre pensaría como retenerlo.
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Tomo un poco más de ****** para poder mezclarlo con ******, ahora solo faltaba ponerlo a 120 grados Kalvin y esperar que se mezclada de una manera perfecta. Llevaba exactamente sea días encerrado en su laboratorio, solo iba a cada a bañarse y tomar un poco más de aquellas sustancias que casi no consiguen. Quien iba a decir que el ***** era prohibido en esa parte de su país. Le comento tiempo y dinero poder obtenerla pero todo valía a pena y más ahora que tanto esfuerzo estaba dando sus frutos.
Todo el proceso le había constando la muerte de unos seis roedores, la ”mutación” de dos y pequeñas explosiones por no saber que temperatura tenía que hacer poner para que las sustancias hicieran ebullición. Pidió consejos a su senpai, hizo trasnochar a Mitsuki y hasta ahora pudo obtener resultados.
Masajeo si cuello cansado, solo necesitaba terminar el proceso y podía dársela a su padre, solo con que la tomara en su bebida sería suficiente para tenerlo a su merced, ya no había nada que lo interrumpirá, su padre estaba muy lejos de casa, tenían la casa sola y su padre no se resistiría. Todo estaba perfecto.
Después de que todo estuvo preparado, lo embazo en un pequeño termo que conservaba la temperatura que necesita. Recogió un par de cosas y salió directo a su casa. Estaba tan emocionado que tomo un taxi para llegar directamente a casa, a su casa, sola… para ellos dos.
-Gracias – le entrego el dinero al conductor bajando rápidamente para entrar a casa - ¡Regrese!
-Bienvenido Boruto – lo recibió Naruto -Estas muy feliz ¿Sucedió algo nuevo?
-No mucho – le resto importancia – Por cierto, compre un nuevo té – le mostro – ya viene listo.
-¿Tu compraste té?
-Si – le sirvió un poco – me dijeron que es bueno para la salud, así que quise probarlo.
-Gracias – tomo la taza en sus manos – no huele a nada – probó un poco – Y sabe maluco.
-Esta un te Natural, sin ningún sabor – se lo acerco – me dijeron que se tiene que tomar caliente y completo para que haga efecto.
-Esta bien – dijo resignado, después de todo su hijo no era mucho de esas cosas y si el decía que era bueno le creería. Tomo aire en sus pulmones para beber todo el te completó. – aún sabe maluco.
-Esta normal – le quito la tasa – ve recuéstate un poco, yo me iré a dar un baño – lo llevo a los muebles.
Vio como cerraba los ojos lentamente acomodándose en el sofá – Eso es, descansa – sonrió satisfecho mientras lo veía caer dormido, la droga había sido un éxito completo. Su padre estaba inconsciente y en unos treinta minutos despertaría sin fuerzas en el cuerpo, consciente de todo pero sin poder defenderse y si todo salía bien, no recordaría nada después– Te amo – rozo los delgados labios con su pulgar – siempre te eh amado.
Se levantó del sofá para dirigirse al baño, primero se daría una ducha, llevaría a su papá a su cuarto, lo desnudaría y esperaría a que despertara. Aún no sabía cuánto podía durar el efecto pero por el momento se conformaba con unas cinco horas, era tiempo pero no suficiente para satisfacerse de ese cuerpo que lo atraía.
Después de bañarse y ponerse un pantalón suelto, tomo al rubio mayor en brazos hasta llevarlo a su propio cuarto, lo depósito en la cama para quitar toda prenda de la cintura hacia abajo. Cuando se disponía a quitar a camisa sintió el delgado cuerpo de su padre reaccionar.
-Ya estás despierto – sonrió tocando su rostro, viendo lo desconcertado que estaba – todo esta bien, no va a pasar nada que yo no quiera – Se acerco para besar esos delgados labios, saboreándolos y haciéndolos suyos.
Naruto se removió incómodo, estaba ¿Soñando? Tenía que ser una muy mala pesadilla, su hijo, su propio hijo lo estaba besando. Trato de mover sus brazos para alejarlo pero no respondía, ninguna parte de su cuerpo respondía y eso lo asusto, ¿Qué estaba pasando? ¿Por qué Boruto lo estaba tocando? Nada de lo que pasaba estaba teniendo sentido.
-Estas en una pequeña parálisis – explico Boruto mientras se subía a la cama posicionándose entre las piernas del mayor – Te acuerdas del proyecto que hablo Sasuke… Por fin lo termine y lo estoy probando en ti – llevo las manos encima de la cabeza mientras alzaba la camisa dedicándole una mirada lasciva a todo el maravilloso cuerpo que estaba viendo – De tan solo verte me éxito – rozo su entrepierna con la pelvis contraria.
Era increíble que Naruto a sus treinta cinco años se conservará también, su cadera, sus curvas, todo tan sexi y provocativo. Deslizó sus manos por el delgado cuerpo. Dios estaba tan excitado, su papá por fin sería suyo, pero...
Chasqueo la lengua al ver el miedo en sus ojos, esa mirada de terror que no quería ver – No me mires así – tomo del cajón una tela vendándole los ojos – solo tienes que disfrutar – susurro al oído mientras lo lamía bajando por todo su cuello hasta llegar a la pelvis – tu también lo deseas.
Dio pequeños besos por toda la zona mientras tocaba la punta con sus dedos para besar los rosados labios, mordiéndolos hasta hincharlos, su padre era tan hermoso, más de lo que alguna vez en sus fantasías se pudo imaginar.
-Tu también lo siente – volteo el cuerpo hasta tener la entrada a la vista – lo bien que se siente. – ingreso dedo por dedo, anchando las estrechas paredes que se contraían – cada parte que tocó de ti se contrae – sabores de nuevo sus labios – tu cuerpo sabe lo que viene y eso te excita tanto como a mi.
Se posiciono bien, abriendo las piernas de su padre mientras se aferraba a sus caderas. Ubico la cabeza de su miembro presionando la pequeña estrella hasta ingresar en su interior, cálido y caliente. – mghg – gruñó a lo bien que sentia, cada vez hundiéndose más. Tan estrecho.
Dejo caer un poco su cuerpo cuando estuvo todo adentro, se sentía mejor de lo que creyó, de solo saber que estás paredes lo estaban succionando se correría, puede que el no fuera virgen pero esto… esto era mejor que cualquier cosa que hubiera probado.
Empezó un suave movimiento tratando de no desesperarse, tenía esa sensación de destruir ese hermoso culo, hasta ponerlo rojo. Dios era tan perverso que sin querer se estaba poniendo más grande haciendo que el cuerpo de su pequeño Naruto se estremeciera.
Él también lo estaba disfrutando, ambos lo hacían. Aumento el ritmo mientras masajeaba el pene del rubio menor dándole igual de placer, pronto acabaría y no lo haría solo, su padre también tenía que sentirse igual de bien que el.
-Naru… mi Naru Te amo – mordió los labios contrarios hasta marcar los como suyos al igual que su interior. Se había venia adentro tan bueno tan placentero. – Por fin eres mío…
Después de eso, esas mismas acciones se repitieron una y otra vez, hasta que ninguno de los dos pudo más, a Boruto no le importo que su padre se desmayara en ocasiones el simplemente quería sentirse bien y logro.
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*Tres meses y medio después*
-Soy un idiota – se golpeo la frente.
Puede que en el colegio hubiera obtenido siempre el primer puesto, y en la universidad fuera uno de los mejores pero lo que respecta a sentimientos y pensar metódicamente potencia el último. Fue tan idiota de dejarse llevar por el placer y la oportunidad que se le presento que no midió bien las consecuencia. Si se le cruzo por la mente que esto podía pasar pero era más altas las posibilidades de que no recordara que se confío… fue un idiota ahora su padre lo odiaba.
Cuando despertó aquel día, no encontró a su papá por ningún lado. Inmediatamente se asustó al creer que su padre los había visto y se convenció más al ver solo en la casa sin rastro de Naruto – “Invitaron a Naru a un paseo, ¿Increible no? – fue lo que dijo. Varios días después ellos regresaron juntos pero Naru no era capaz de mirarlo, siempre evitaba estar solo con el y se involucró con el trabajo de Sasuke alegando que estaba cansado de estar solo en casa.
Ahora casi no lo veía, siempre se mantenía ocupado en el trabajo y cuando estaba en casa no salía de la habitación. Realmente no podía seguir asi, tenía que plantearse que haría.
-Boruto, baja a cenar la comida está lista – se levanto de su cama dirigiéndose al comedor donde ya estaban sentado y como ya era costumbre el rubio evito mirarlo.
-Naru, ¿Seguro que no quieres cenar?
-No, estoy agotado – se levanto de la mesa – me ire primero a la cama…
Antes de que pudiera dar un paso más el cuerpo de Naruto cayó a los brazos de Sasuke – Oye Naru – el azabache tocó su frente – Boruto enciende el auto, tenemos que llevarlo a un hospital…
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-¿Embarazado? – pregunto Sasuke confundió
-Si, tiene catorce semanas de gestación – informo el medio – por eso la debilidad en su cuerpo, solo basta con que se alimente y descanse bien y todo será normal – Les recomendó - ¡Felicidades!
-Un bebé… - Susurro Naru sin creerlo mientras tocaba su vientre
-Si Naru un bebé, vamos hacer padres de nuevo, vamos a seguir siendo una familia y aún más grande – se emociono mientras tomaba sus manos – un bebe, tuyo y mío.
Boruto observo fijamente, sus padres iban a tener un bebé y Sasuke creía en la familia perfecta y esa mirada… Naru sabía que no podía destruir esa felicidad, no cuando el pelo negro había luchado tanto por ello. Eso de alguna forma le favorecía por que el no diría nada y todo seguiría como siempre. Tendría una hermoso “Hermanito-a” y las cosas mejorarían.
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-Memma ¡Vamos a jugar!
-Ni-san – el pequeño de cuatro años se lanzó a los brazos de su hermano quién lo elevo por los aires simulando un avion. Mientras Naruto y Sasuke lo observaban desde lejos, disfrutando del paisaje y de su familia.
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