-“Es necesario y de prioridad realizar el examen en todos los varones del país con el fin de poder identificar a los donceles” -Sito el reportero que se mostraba en la pantalla del pequeño televisor que tenía en su cuarto mientras el escuchaba atento – Esto fue declarado por la secretaria y dirección de salud desde hace aproximadamente seis meses, ya que se han reportado un 5% de hombre embarazos alrededor del mundo. Se recuerda que todo los varones deben tener los resultados. Reportando desde el centro de salud, Katzuku.
-Gracias Katzuku. En otras noticias de presenta…
Apagó el televisor depositando el control en la mesa de noche, estúpida noticias, estúpidas normas de la sociedad y estúpida su vida. Si tan solo no hubiera impuesto esa regla, su vida seguiría igual de aburrida pero tranquila, sin que nadie lo mirara como si fuera una basura, un bicho raro.
Miro de nuevo la hoja blanca, perfectamente doblada en tres pliegues, y en el centro la palabra en mayúscula y resaltada.
“POSITIVO”
Su examen había salido positivo, de tantas personas es su colegio él había salido positivo, el único hombre doncel que había allí y a muchos metros a la redonda de su barrio. Aún no lo creía, no le quedaba claro el hecho de que fuera diferente a los demás, seguía siendo hombre, tenía el mismo cuerpo de hombre con el que siempre había estado, lo único referente en el y que no se podía notar era que podía engendrar vida, eso era lo único… Entonces ¿Por qué cuando salió el resultado de su examen lo trataban tan diferente? ¿Por qué nadie le hablaba cuando se enteraron que era doncel?.
Miro de nuevo el techo de su habitación, se había sentido tan solo, tan vacío, no tenía familia. Desde que tuvo uso de razón siempre vivió con familias diferentes, pasando de una casa en otra y eso estaba bien, por que aunque era tedioso siempre estaba alrededor de alguien, pero todo empeoró con su maldito resultado. La familia con la que estaba simplemente lo desechó “No podemos tener aquí un Doncel, es peligroso para la familia”… Escusas tan baratas, no era un germen, no le daba alergia a nadie pero todo el mundo lo había tratado como uno.
Se levantó buscando su uniforme, desde hace seis meses su vida sabía cambiado mucho, vivía en un pequeño cuarto, el estado le facilitaba un ingreso que a duras penas le daba para el arriendo y la alimentación. Había falsificado el documento que certificará que era negativo para ser doncel y había empezado a usar ropa algo ancha para su cuerpo. Todo con tal de ocultarse.
-Solo sonríe – se miro en el espejo tratando de darse ánimo, solo tenía que acabar el estudio para que sus ingresos aumentarán y rogar por que la sociedad cambiará.
Camino a la escuela se concentró en su música sin mirar a nadie, sin tener contacto con nadie y de alguna manera era mejor, ya había aprendido a aceptarse como doncel, eso nunca cambiaria pero no podía evitar sentirse alejado de todos.
-¡Oye Naruto! – alguien grito a su lado provocando un escalofrío – Te estoy hablando idiota ¿Acaso no escuchas?
-¿Eh? Perdón – aparto la vista - ¿Necesitas algo?
-Ya no, necesitaba verificar algo – comenzó de nuevo su caminar sin decir nada más dejando a Naruto desconcertado ¿Verificar que?. Eso no le daba buena espina, desde que entro a esa escuela el se había quedado mirándolo, siempre lo detallaba, siempre buscaba chocar y eso era extraño. Trato de no darle atención concentrándose en sus clases, debía sacar buenas notas para conseguir un mayor sustento.
-Naruto-kun – saludo Hinata, su compañera de clases.
-Hola Hinata – saludo con su mano, ella era con la que mejor se llevaba, desde que llegó sintió su apoyo.
-¿Naruto-Kun hiciste la tarea de Biología? – le pregunto con ansias.
-Si
-¿Me la prestas? ¡Por favor! ¿Si? – junto sus manos en suplica, generalmente sucedía así, Hinata no era buena realizando tareas.
-Esta bien, pero solo a ti.- le extendió las notas
-Gracias – tomo el cuaderno yéndose a su puesto.
Así pasaron varios días, entre clases, su casa y un Sasuke observándolo y todo hubiera seguido normal si tan solo aquel rumor no se hubiera esparcido. Observo con detenimiento aquel mensaje en la entrada del colegio, un cartel llamativo que en el centro decía en letras grandes y gruesas.
“Hay un doncel entre nosotros, hay que sacarlo”
“¡Expulsarlo!”
“Asco, un maldito bicho entre nosotros”
Y su corazón se sintió pequeño, como si s encogiera cual fruta disecada y un dolor intenso. ¿Por qué tenía que suceder esto? ¿Cómo se habían dado cuenta?
-¿Naruto estás bien? – pregunto divertido el azabache – Parece que estuvieras viendo un muerto.
-… - aún no comprendida bien las cosas ¿Por qué el estaba ahí?
-Me acompañas – cuando quiso darse cuenta ya estaba siendo arrastrado por los pasillos.
-¿A dónde me llevas? ¡Suéltame! – Halo su mano con fuerza pero no fue capaz de soltarse, Sasuke tenía mucha más fuerza que él. Ingresaron al baño de hombre donde lo empujo contra los lavados cerrando la puerta con seguro. -¿Acaso estás loco?
-No deberías ser tan altanero cuando estás en esta situación tan complicada.
-¿No se a que te refieres? – trato de mostrarse serio.
-Deja de hacerte el tonto, no puedes ocultar más que eres Doncel ¿O si?
-¿Eh? – lo había descubierto, el azabache sabía – Eso no…
-Ya deja de fingir, eh visto que tu ropa es ancha, eres inseguro y tienes facciones muy delicadas como para ser hombre solamente – se fue acercando – además que evitas educación física ¿Eso no es muy sospechoso?
-No lo es, simplemente no me gustan los deportes – trato justificarse, no podía permitir que su vida se dañara más, ya había perdido suficiente, ya estaba solo ¿Qué más quería la vida de el?
-¡No me tomes el pelo! – golpeó una de las puertas haciendo brincar al menor – No soy estúpido ¿Acaso creíste que nadie se daría cuenta? Ustedes los donceles no sirven para disfrazar la naturaleza que tienen escrita en todo su cuerpo. – se acerco acorralando el cuerpo contrario, haciéndolo sentir incómodo – solo sirven para satisfacer los deseos y ser sumisos.
-Te equivocas – lo aparto como pudo, estaba molesto, pensamientos tan empíricos y machista que detestaba – Estás mal si eso es lo que crees de los donceles, nosotros no solo servimos para eso.
-¿“Nosotros”? Así que aceptas ser doncel, eso es un inconveniente para ti, aquí no los aceptan – sonrió con sorna, quería tenerlo en sus manos, hacer que le perteneciera y poderlo manipular como quisiera- Aunque se podría solucionar si hacemos un trato – lo miro de pies a cabeza – parece que tienes buena resistencia podríamos…
-¡No! – apretó su puño - ¡Nunca Sasuke, nunca le voy a pertenecer a una persona tan asquerosa y despreciable como tú! – se dio la vuelta para dirigirse a la salida.
-Te arrepentirás si crudas esa puerta – le hablo molesto.
-Créeme, me irá mejor si me alejo de ti – y desapareció de la vista del azabache.
Afuera Naruto corrió lo que más pudo hasta alejarse de ese lugar, sus piernas estaban temblando, tenía tanto miedo de lo que pudiera pasar, estaba desesperado por ayuda, necesitaba tener apoyo de alguien. Limpio sus ojos borrando algún ratito de lágrimas que se hubieran derramado, iría a buscar a Hinata, ella comprendería y lo ayudaría en esta situación.
Camino hasta el salón, entrando con nerviosismo, diviso la cabellera negra y larga y se acerco bajo la atenta mirada de todos.
-Hinata… - llamo pasito, con miedo pero ella no la escuchaba o eso pretendía por que seguía dándole la espalda. – Hinata – alzó un poco la voz – necesito hablar contigo.
-No puedo – siguió dándole la espalda.
-Hinata, por favor – estiró la mano hasta tocar su hombro.
-¡No me toques! – lo alejó de un manotazo enfrentándolo - ¡Eres un asqueroso Doncel, no me vuelvas a tocar!
Hinata también lo estaba despreciando, Hinata la única en la que podía confiar, la único que creía que tenía lo estaba traicionando, sintió su corazón volverse añicos y la poca esperanza que le quedaba la sintió desvanecer el su interior.
-Naruto Uzumaki – llamo un docente desde la puerta pero el seguía estático, sin reaccionar. – Naruto Uzumaki acompañarme a la oficina del director.
Camino lentamente con la cabeza baja, sentía los murmullos de todo el salón, como los que creía sus compañeros los señalaba.
Cuando llegaron a la oficina el directo lo hizo pasar mientras buscaba en sus documentos una carta, pero seguía sin mirarlo.
-Señor Uzumaki – alzó la voz – No sabe que la falsificación de documentos es un delito.
-¿Eh?
-Es increíble que Haya ingresado a esta escuela con documentación falsa - le tendió la carta de los exámenes – debería ir a la cárcel por un acto tan repugnante.
-¡Lo siento! Yo no debí hacerlo pero…
-No hay excusa que valga – se levanto de su asiento dirigiéndose a la puerta – es mejor que se vaya de acá en este momento, se evita problemas aún mayores- tomo el pomo y lo abrió completa.
Y Naruto entendió, ya no tenía nada por que apelar, no cambiarían de decisión por temor a dar una oportunidad a algo desconocido, esa era la naturaleza del hombre tenerlo a aquello que desconocían y no podían controlar en los estúpidos estándares de la sociedad.
******
Camina distraído por la calle, aún podía sentir en su cabeza los murmullos de todos cuando lo vieron salir de la institución, ni siquiera recogió su maleta, ya no valía la pena, ningún institución lo dejaría estudiar, posiblemente el estado le quitaría el sustento y todo se iría de nuevo a la mierda regresando al mismo acantilado.
Todos sus pensamientos se dispersaron al sentir su boca cubierta por una gran mano, sintió miedo al saber que un desconocido lo estaba tocando y que poco a poco lo estaba arrastrando hasta una callejón sin salida, oscuro y siniestro como siempre lo eran. Forcejeo tanto como pudo hasta que sintió se empotrado con el muro.
-Te lo dije, te dije que te ibas a lamentar – coloco ambas manos alrededor de la cabeza de Naruto.
-¿Sasuke?...
- Te alegra verme ¿Cierto? – lo tomo de la barbilla acercándose hasta rozar los labios.
-¡Basta! – lo aparto - ¿Qué crees que haces? ¿Acaso estás loco?
-No… yo solo te estoy dominando, tienes que aprender a ser obediente – lo tomo del cabello exponiendo su cuello mientras desabotonaba la camisa de Naruto – como la prostituta que eres.
-¡No! Sasuke suéltame, no sabes lo que está haciendo.
-Claro que se – lo empujo hasta tirarlo al piso de boca arriba – te voy a mostrar como me tienes que tratar. –
Naruto solito un grito de miedo y dolor al sentir como sus manos eran sujetas fuertemente, como su ropa se volvía añicos y su cuerpo era maltratado con golpes, Sasuke lo estaba lastimando con cada toque que daba en su cuerpo, apretaba con fuerza cada zona sensible por la que sus manos pasaban y eso le gustaba, le gustaba someterlo, a ese chico que le llamo la atención.
-Por favor, no… - lloro desesperado, Sasuke le estaba bajando el pantalón y tenía miedo, mucho miedo.
-Eres tan lindo que me provoca romperte – lamió su mejilla hasta llegar a su ojo – vas a sentirme dentro de ti – tomo su propia miembro hasta posicionar lo en la pequeña y virgen entrada del rubio quien temblaba de miedo.
-¡Espeliarmus! – Se oyó decir a alguien en el fondo del callejón. Naruto abrió de sobremanera al ver al azabache “Volar” a unos metros de él. ¿Qué estaba sucediendo? - ¿Estas bien Naruto? – vio como un hombre de esas, una larga barba blanca y una bata gris salía desde la oscuridad.
- ¿Quién…. Eres…? – trato inútilmente cubrirse mientras miraba el cuerpo inconsciente de Sasuke. ¿Cómo sabia su nombre? ¿Quién era el?
-No te preocupes, él estará bien – se acerco más – Mucho gusto Naruto, soy Dumbledore
*****************************
-¡Las predicciones son místicas! – casi grito la Sybilla, con aquellos anteojos grandes y redondos - Deben encontrar el centro de la adivinanza, conectar su interior con la bola mágica, para que puedan proyectar la imagen.
-¡Esta loca! – protesto en voz baja Hermione - sigo creyendo que esta clase es innecesaria.
-Cállate, no me dejas oír - la silencio Ron, quién se concentraba en mirar consecutivamente a su maestra y la gran esfera de cristal que tenía en frente.
-¿Y a ti que te pasa, desde cuándo te gusta tanto revelaciones? – pregunto ofendida, Ron no era de las personas que prestará atención, a nada prácticamente y ahora la mandaba a callar por una clase insignificante.
-Desde que descubrí que puedo alterar el futuro de las persona – contesto orgulloso, si no fuera por su madre que lo obligó a leerse un libro que compro, nunca se hubiera interesado a prestar atención a esta clase, también la consideraba patética.
-¿De que estás hablando? – la pelirroja arqueo una ceja – eso no es posible por medio de revelaciones.
-Esta equivocada, leí en un libro que se puede hacer y eso es lo que quiero lograr – le explico.
-Harry dile que eso no es posible, solo con un hechizo y solo si lo realiza en un ritual – metió a su compañero que se mantuvo fuera de la conversación.
-Harry, dile que miente, se puede hacer ¿Verdad?
-No, lo siento Ron, ella tiene razón – fue lo único que dijo, no se quería involucrar aunque nunca lo lograba de alguna u otra manera se veía envuelto en estúpidas conversaciones.
-Esta de su lado – Acuso el peli naranja molesto.
-No, es solo que donde hayas leído eso no lo leíste completo, solo leíste en la parte en la que decía “Alteración del futuro”. – explico brevemente.
-Si ves, tengo razón – se enorgulleció – debiste terminar de el la parte que decía “es el resultado que se puede mostrar en la bola de cristal”
-Sabelotodo – fue lo único que dijo Ron molesto, siempre era así, no había ocasión en la que ganara una conversación o la minima discusión que surgía entre los dos.
-Idiota.
Harry río divertido, de alguna manera disfrutaba de las situaciones, viendo como ambos se exasperaban y terminaban de una misma forma, Ron molesto y Hermione satisfecha.
Tomo su libro de revelaciones y se levantó de la mesa en la que estaban, ya había terminado la clase y el tenía que ir por el próximo libro, tocaba artes oscuras y lo había dejado en la habitación, solo por que anoche le dio por leer unos cuantos encantamientos.
Camino por los anchos pasillos de Howard, con sus grandes y altas paredes de piedra, con sus antorchas puestas en punto específicos qué iluminaban cada espacio . Doblo la esquina despreocupado, todos deberían estar en la siguiente clase ahora, si mucho estaría la señora Norris Merodeando por los pasillos con su peluda cola.
Siguió caminando hasta llegar a las escaleras eh iba a tomar rumbo a su habitación cuando noto a un extraño chico, con cabellera rubio mirando a todos lados, se veía perdido y al parecer nunca había estado en el instituto porque Harry nunca lo había visto, nunca había visto esos ojos azul y de haberlo hecho estaba seguro que no los olvidaría.
-¿Oye estas bien?- se acercó haciendo que el menor pegara un pequeño brinco del susto retrocediendo unos cuantos pasos - ¿Qué haces aquí?
-…No lo se, bueno si… pero… - Naruto no sabía que responder estaba muy confundido, quería llorar, quería que su vida volviera a como era antes, aunque le faltara dinero y familia volviera a tener una vida normal.
-Tranquilízate- Harry se sorprendió al verlo llorar, se veía perdido y asustado, como un pequeño zorrito en un habita diferente y eso sin darse cuenta le estaba dando la sensación de querer protegerlo- Yo no te voy hacer nada – sonrió discreto tratando de ganarse su confianza – Soy Harry Potter ¿Tu como te llamas?
-Yo…- El parecía de fiar, no era tan extraño como el señor Dumbledore o el ave roja que desapareció frente a sus ojos, el parecía normal.- Naruto… mi nombre es Naruto.
-Un gusto- sonrió con mas confianza- ¿Estas buscando a alguien?
-Yo... estaba buscando la oficina del señor Dumbledore.
-Vamos yo te llevo - Se ofreció y sin dejarlo hablar lo tomo del brazo con delicadeza para empezar a caminar hacia la oficina del director.
Naruto suspiro aliviado, no era tan malo, de pronto este podría se un nuevo comienzo, una vida diferente a la que ah llevado, y eso estaba bien por que podría empezar de nuevo.
momentos antes
se sentía mareado, todo a su alrededor le daba vuelta, sentía su cuerpo pesado y cálido, sentía el calor del fuego que lo envolvía… ¿Calor? si es estaba en un callejón frío y oscuro. Se levanto asustado haciendo que un enorme ave roja y naranja se levantará de su regazo, aleteo un par de veces y desapareció.
-Ya despertaste – giro su cuerpo en dirección al sillón, donde veía la extraña voz - ¿Cómo te sientes?
¿Quién era el? ¿Dónde estaba? ¿Cómo sabia su nombre?... Había un montón de preguntas que se generaban en su cabeza, sin encontrar respuesta por más que rebuscar y rebuscar, no las encontraba.
-¿Qué estoy haciendo aquí?- Fue lo primero que formuló correctamente.
- Por que no tomamos te mientras charlamos – propuso el señor mientras se levantaba haciendo aparecer en la mesa del centro dos tasas con una tetera – No tienes por qué tener miedo, no te voy hacer nada.
-¿Quién me garantiza eso?
-Yo, señor Naruto. Si quisiera hacerle algo ya lo habría hecho – y tenía razón, no le hubiera curado y puesto una muda de ropa nueva si eso no fuera verdad. Suspiro dirigiéndose a la mesa para tomar el té, caliente y de limón. Cómo le gustaba.
-No ah respondido mi pregunta – reiteró.
-Todo a su tiempo – se dispuso a beber también de su te, esta vez de manzanilla – Hogwarts es una escuela para brujos y hechiceros que es desconocida para los muggles, humanos. – empezó a explicar – Cuando se cumple cierta edad los hijos de estos entran al instituto para aprender a formar la magia que poseen, Tú señor Naruto eres uno de ellos.
-¿Qué? – de que estaba hablando, apenas si podía manejar ser humano, ¿Cómo podría ser hechicero?
-Tu padre, era un gran mago, inigualable, le gustaba estudiar, aprender y dedicarse a la magia.- vertió un poco más de agua caliente en su taza – pero después de un tiempo, cuando viajaba al mundo humano conoció a tu madre. Por ella dejo todo lo que conocía, todo lo que creía, por amar y tener a tu madre. De esa relación naciste tu.
-Pero ellos murieron – afirmó sin creerse todo lo que estaba escuchando.
-Eso es cierto, fue lamentable. – los padres de Naruto había quedado atrapado en un choque mientras iba a su trabajo, simplemente un hecho desafortunado.
-Si yo soy un mago ¿Por qué cuando ellos murieron no vine a… Hogwarts o a este mundo?
- tenías que cumplir 16 años para ingresar – respondió tranquilo. – Ahora tienes la edad suficiente para ingresar.
-Necesito ir al baño – fue lo único que pudo decir antes de salir del cuarto sin rumbo fijo, necesitaba procesar todo, creerse que todo era real.
Así era como había terminado en las escaleras, cuando quiso devolver a la oficina no pudo encontrar el camino.
-Hemos llegado – lo saco de sus pensamientos – está es la oficina del director.
-Muchas gracias – se soltó del agarre.
-No hay por que – le volvió a sonreír haciendo que Naruto se apenada un poco – espero verte en el comedor.
Harry se marchó con cierta felicidad palpable en sus rostro, sin saber el motivo pero con grandes ganas de volver a ver, aquel lindo chico. Cuando llego a la puerta de la clase abrió sus ojos al ver que Ron y Hermione lo estaba esperando afuera.
-¿Por qué no han entrado a la clase?
-Si ya se acabó, tú fuiste el que no entro – dijo la chica aún sorprendido Harry, enserio había pasado una clase entera desde que vio al rubio. - ¿En donde estabas?
-Conociendo a alguien – empezaron a caminar hacia el comedor era hora de la cena. Durante todo el camino el pelinegro no respondió nada más, en parte por que no quería responderle a sus curiosos compañeros y por otra por que no sabía si de nuevo iba a volver a ver a Naruto… Ese chico le había llamado la atención, más de lo que cualquier persona le interesó alguna vez.
-Esta noche – hablo el profesor Dumbledore haciendo que todos le prestaran atención- antes de comenzar la cena recibiremos a un nuevo invitado, que ingresara al instituto – se levantó del asintió mientras todos miraban y murmuraba hasta que alguien de cabellera rubio y ojos azules apareció por las grandes puestas seguido por Hagrid.
-No te pongas nervioso – le susurro el grandote mientras limpiaba sus manos en su ropa – nadie aquí es malo.
-Gracias – fue lo único que contesto antes de ubicarse al lado del barba blanca. Todo esto era tan extraño, hombres grandes, magos, brujas, fantasmas cosas tan irreales que nunca creyó que las vería pero que a la vez le transmitían seguridad.
-Esta, será su nuevo compañero – todos observaban atentos, impresionado por que alguien entrara a esta época del año- profesora McGonagall, traiga el sombrero seleccionador.
Naruto levantó la vista por un momento, recorriendo la sala hasta que sus ojos observaron a un chico de lentes y ojos oscuros que lo miraba con una tierna sonrisa, aparto su rostro un poco sonrojado, tratando de que alguien notará su vergüenza, “Sonrie muy lindo” pensó volviendo a dirigir la mirada discretamente.
-Naruto siéntate aquí, por favor.
Se sintió extraño cuando pusieron un gran sombrero de punta en su cabeza y por poco se lo quita al escucharlo hablar.
-Naruto – comenzó hablar- Donde te pondré… mmm debería pensar muy bien, un estudiante que entra a mitad de año es particularmente extraño. – Naruto sintió mover el sombrero como si estuviera moviendo la nariz, aunque no tuviera. – tienes una gran mente, por eso irás a Grifindor – una ola de aplausos se desato en el comedor haciendo sentir con una cálida bienvenida como nunca la había sentido.
-Bienvenido Naruto- EL señor Dumbledore le extendió una capa negra con todo lo necesario para ser representativo de la casa en la que estaría- Ve y disfruta de la comida.
-Gracias- Respondió con algo de nerviosismo, todavía podía sentir la mirada de todos, examinándolo queriendo saber por qué había ingresado en este tiempo y un montón de cosas más que querían saber. “todo va a estar bien”- se repitió a si mismo mientras seguía buscando el lugar más apartado posible pero la mesa larga y llena de personas no le daba muchas opciones. Camino otro poco siendo parado una blanca mano que lo tomo del brazo.
-Siéntate junto a mí – abrió un campo a su lado donde literalmente lo sentó a su lado- Te presento a Ron y Hermione- Los señalo respectivamente.
-Mucho gusto- La chica le extendió la mano que no dudo en aceptar- No te juntes con ellos, llegan a ser un par de idiotas.
-¡Oye!- protestaron ofendidos
-No le crees, solo quiere pretender que es mejor- Comento el chico a su lado extendiéndole la mano.
-Si claro..- y los dos chicos se sumergieron en su típica discusión siendo observado por un rubio que sonreía.
- No les prestes atención siempre son así- Sonrió acomodándose los lentes- Vamos a comer.
“¿Comer?” si la mesa estaba vacía… Tan rápido como ese pensamiento llego, la cena apareció frente a sus ojos, se sorprendió tanto que sin querer tomo la mano de Harry que estaba puesta en su muslo, apretándola.
-Todo está bien- le susurro devolviéndole el gesto, trasmitiéndole un sentimiento confuso que lo hizo sonrojar.
-Lo siento- Se disculpó bajando su mirada para concentrarse en su comida.
Su corazón estaba palpitando muy rápido, su ritmo cardiaco había aumentado demasiado con solo sentir su apoyo y esas sonrisas que le dedicaba, y se sintió bien, le gustaba ese sentimiento pero era extraño, de alguna forma le daba miedo porque era algo que no ha experimentado.
*********************
Varias semanas después
Aun le era muy complicado ajustarse a las clases, no sabía bien interpretar los hechizos, seguía siendo malo para estudiar y su varita no colaboraba. Hagrid se la había facilitado mientras compraba una pero la maldita vara no hacía caso, siempre falla en el hechizo o daba el efecto que no era y eso lo molestaba.
-¿Entrenando?- Oyó a Harry a su espalda
-Si…- No pudo evitar sonrojarse como siempre sucedía cada vez que lo tenía cerca- Pero creo que me doy por vencido.
-¿Por qué?- Se sentó a su lado mientras Naruto le mostraba la varita gastada- Ohh – la tomo en sus manos- Tengo una idea, ¿Me acompañas?
-¿Qué piensas hacer?
-Es una sorpresa, una que te ayudara mucho- Hizo que se levantara para ir juntos a la biblioteca, Harry conocía a alguien que lo podía ayudar a conseguir una varita para él, no sería la mejor pero le ayudaría, al menos más que la que Hagrid le presto.
-¿Una chimenea? ¿Para qué me va a servir una chimenea?
-No es solamente una chimenea, es un pasaje que nos ayudara a llegar a donde queremos ir –Harry busco un poco del polvo verde, sintiéndose satisfecho al encontrarlo- Solo tienes que lanzar esto contra el suelo y decir el lugar donde vamos a ir.
-¿Qué? Si es magia créeme que no funcionara conmigo, no soy bueno.- Aparto el polvo.
-No es tan difícil, además no tienes que hacer encantamientos, solo decir el lugar ya. Sencillo- Puso un poco en su mano mientras lo acomodaba en el interior de la chimenea- Yo iré después de ti- Se alejó un poco bajo la atenta mirada de Naurto- Confía en mí, solo di Callejón Diagon
-Está bien, ¡Callejón Diagon! - Alzo el puño lanzándolo con fuerza aquel ingrediente que encendió un fuego verde. Miro con miedo al peli negro antes de desaparecer en un profundo y oscuro poso para después ver una pared de piedra.
Salió despacio, con algo de miedo viendo cómo se encontraba en un solitario callejón que tenía más chimeneas, en un orden consecutivo.- Si ves que no era tan malo- Apareció Harry sacudiéndose un poco.
-Pero no deja de ser aterrador – comenzó a caminar a su lado
A Naruto le sorprendió demasiado al ver a ese anciano con un montón de cajas, como si fuera una tienda de zapatos, observó el clásico lugar, con sus estanterías, cajas por allí, cajas por allá, con cientos de diseños de varitas. Al final sólo se quedó con una sencilla de modelo clásico. Después obtener la varita fueron a la heladería “florean fortescue” y ahora se encontraban caminando de vuelta al callejón.
-Naruto ¿Eres doncel? – y su caminar se detuvo completamente.
-Si… - agacho su mirada - ¿te molesta?
-Para nada – le levanto el rostro – es solo que quería confirmarlo – paso su mano delicadamente por la mejilla del menor, haciendo que se sonrojara más.
-¿P…Para que?
-Para hacer esto – tomo sus labios lentamente, besándolo con calma, sin asustarlo dejando que el menor pusiera su ritmo, sintió el cuerpo contrario tensarse al poner su mano en la cintura. -Tranquilo – susurro entres sus labios – Me gustas Naruto, eres el doncel más lindo que eh visto. – le sonrió acomodando un cabello rebelde - ¿Quieres salir conmigo?
-… - ¿Qué estaba diciendo? ¿Acaso Harry estaba loco? De tantas personas en el instituto, de tantas posibilidades en el planeta, lo está escogiendo a el. -Yo… No creo… que sea buena idea – lo aparto un poco.
-¿Por qué? ¿No te gustó?
-No es eso, me gusta – su sonrojo aumento al decir esas palabras- si me gustas, pero yo no eh tenido novio, ni creo que sea bueno siendo uno y…
-No importa Naruto – tomo sus mejillas mirándolo directamente – me siento apagado que yo vaya a ser el primero en todo, claro si me lo permites. – sonrió como siempre lo hacía para Naruto y solo para el – con tal de que seas tú, todo será perfecto… ¿Me das una oportunidad?
-Yo… - Dios, estaba tan avergonzado, sentia que se desmayaría si Harry lo seguía viendo con esos ojos. – si
-Eso era lo que quería escuchar – lo beso de nuevo, pero esta vez con más libertad, demostrándole todo el deseo que tenía por el. Por qué le gustaba desde el primer momento en que lo vio le gustó.
***********************
-Mgh – gimió entre besos al sentir su lengua juguetear con la contraria, llevaban mucho rato besándose, sus labios estaban hinchados y sus rodilla pronto cederían. Harry lo había llevado a un cuarto secreto que solo se abría para aquellos que lo necesitaran y ahora ellos lo estaban necesitando.
-Naruto – dijo Harry pasando las manos por su espalda hasta llegar a sus caderas sosteniendo el cuerpo del menor – perdón, si quieres podemos parar aquí.
-Estoy… estoy bien – se aferro a su cuello regulando su respiración – mis piernas se sienten débiles.
-Entonces ¿Podemos avanzar? – lo llevo hasta la cama que había ahí – Está bien si lo hacemos otro día…
-No, está bien – fue esta vez quién lo beso con algo de torpeza mientras se acomodaba en su regazo.
Harry sonrió satisfecho metiendo las manos debajo de la capa de Naruto tocando los pezones haciendo gemir al menor. Bajo besando el cuello despojándolo de toda prenda de su torso hacia arriba para poder deleitarse del pecho que le mostraba. Lamió en círculos para Morelos levemente hasta ponerlo erecto – Tus pezones son sensible – dijo.
-Tu mgh los pusiste así – se quejó moviendo sus caderas inconscientemente hasta hacer rozar sus erecciones. Le gustaba, esas nuevas sensaciones en su cuerpo le gustaban.
-¿Esto también? – desabrocho su pantalón tocando el miembro encima de la tela – Ya está muy mojado – Tocó la punta suavemente besándole el cuello.
Depósito a Naruto en la cama mientras despojaba a ambos de sus prendas estorbosas, que le impedían saborear el cuerpo del otro, sentirse más íntimamente. – Espera Harry… Allí – gimió de incomodidad al sentir un dedo en su interior entran y saliendo.
-Te estoy preparando – le susurro al odio lamiendo el óvulo para distraerlo un poco ingresando el segundo y tercer dedo. Estaba yendo demasiado rápido, lo sabía pero no podía esperar. Deseaba tener el cuerpo de Naruto, que solo le perteneciera por que lo amaba y no dejaría que nadie lo tuviera. – Ahh – grupo al sentir unas tímidas manos en su erección masajeándola lentamente.
-Esta bien si la metes – susurro pasito y entre jadeos. También estaba desesperado, su cuerpo estaba muy caliente y su interior pedía por mas.
-Eres tan lindo – beso de nuevo sus labios mientras posicionaba su miembro en la entrada, con la otra mano tomo el miembro del rubio quien se aferro a la espalda ancha arañándola. Harry jadeo al sentir la estrechez presionar su miembro y solo había entrado hasta la mitad.
-Harry – gimió entre placer y dolor. Se sentía bien, incómodo pero bien, podía sentir las venas palpitar y su interior contraerse.
Lentamente Harry fue comenzando un suave movimiento, con estocadas tranquilas, acostumbrándolo a la nueva intromisión. Cuando el menor se acostumbro el ritmo de las embestidas aumentaron, llevando ambos a un mayor placer, a unas vibraciones inigualables que satisfacían sus más profundos deseosos. Harry tomo una vez más los suaves labios de Naruto acallando sus gemido mientras se aferraba a sus caderas.
-Harry… siento que… mghg – se aferro a las sábanas con fuerza como si ello le ayudará a respirar mejor, como si pudiera aclarar su mente pero se estaba sofocando, en un mar de placer se estaba hundiendo.
Después de un par de movimiento más el peli negro hizo que ambos llegarán al clímax, entregándose al amor, placer y lujuria que ambos sentía y que siempre sería así.
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español