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uno para uno, y dos para uno por tahomi

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Notas del fanfic:

es la primera vez escribiendo de esta pareja, adimito que es una de mis favoritas al igual que aokaga, la historia será corta 4 capítulos y un epilogo, no se si abra mención de otras parejas, si es así me gustaria que me dijeran cual les gustaría.

Notas del capitulo:

espero les guste 

Uno para uno, y dos para uno…

Ser el esposo de Midorima Shintaro cada día era una ventura, Shin-chan como me gustaba llamarlo trabaja en el hospital de su familia, es hijo de director el señor Taizo-San, y yo formaba parte del equipo de enfermeros del mismo hospital, pero en distintas especialidades mientras mi esposo estaba en pediatría yo estaba en urgencias, el cómo nos conocimos es una historia graciosa, bueno como decía trabajamos en el mismo lugar, pero me es muy incómodo que las compañeras se le insinúen y les coqueteen, si bien al principio no me molestaba ahora me hacen hervir de los celos, pero me alegra que en todo momento Shin-chan las ignora y me demuestra lo mucho que me ama.

Hoy por la mañana me desperté con unos pequeños malestares, pero no le tome mucha importancia, por lo que me levante y fui a preparar el desayuno, sabía que a Shin-chan le encantaba todo lo que le preparaba, pero al sentir el olor me dieron ganas de vomitar así que sin más corrí al baño que estaba en la planta baja del departamento donde vivíamos, cuando termine regrese a la cocina a terminar de preparar el desayuno, estaba tan entretenido cantando que no note cuando unos brazos se situaron en mis caderas y una mata de cabellos verdes reposo en mi hombro –buenos días pequeño, ve a terminar de prepararte yo termino aquí, gire en mis talones y con un pequeño puchero en mis labios –Shin-chan yo quería prepararte el desayuno… con una sonrisa pícara tome su rostro y junte nuestros labios para luego decir –está bien, me convenciste iré a prepárame, y sin más deje otro beso para después irme corriendo a nuestra recamara, algo que me encantaba de nuestro hogar era nuestra recamara pues en ese rincón han pasado muchas cosas. Cuando termine baje de nuevo a la cocina y en mis manos llevaba una corbata para mi esposo, cuando entre a la cocina me di cuenta que ya estaba todo preparado así que sin más me dispuse a comer. Llego el momento de irnos al hospital donde trabajamos así que sin más Shin-chan tomo las llaves del auto y nos fuimos, el camino fue divertido, pues por mi parte me dedicaba a cantar todas las canciones que tocaba la radio, y mi esposo con una sonrisa en el rostro coloco su mano en mi muslo, y volteo a verme –sabes, siempre me ha gustado su voz. por mi parte solo pude sonrojarme y sonreír, al llegar nos dirigimos al estacionamiento, después Shin-chan bajo del auto y se apresuró a abrirme la puerta yo con una sonrisa acepte su mano y entrelace nuestros dedos, a decir verdad los gestos amoroso de Shin-chan en el trabajo eran escasos, así que nuestras manos entrelazadas y con una sonrisa en la cara, nos dirigimos a checar nuestra entrada, las enfermeras, supongo que no todas estaban enteradas nuestra relación, pues al vernos juntos muchas mostraron sus caras de sorpresa, después de realizar ese pequeño trabajo seguimos por el pasillo hasta el consultorio de mi esposo, esta vez  iba abrazado a su brazo –vamos Kazu, debo llegar déjame caminar, a pesar de que quería sonar molesto no lo parecía en lo más mínimo – ¡oh! Vamos amor, déjame ir así junto a ti, no te veré hasta más tarde y sabes que no me gusta, después de eso un mohín en mis labios se hizo presente, el solo sonrió abriendo la puerta de su consultorio y saludando a su secretaria –buenos días Erín, vamos Kazu entra, aún falta unos minutos para que empieces tu jornada. Yo con una sonrisa en mi rostro asentí, y cuando estuvimos dentro observo como mi esposo se prepara poniéndose su bata, cuando se sentó aproveche para sentarme en su regazo –sabes hoy en la mañana al salir de casa no me diste mi beso, Kazu-ni lo quiere ahora, Shin-chan se puso rojo pero no me negó –Kazu es un niño travieso, pero sabes yo nunca le negaría nada, y después de eso me beso, nuestras lenguas jugaban y los chasquidos se oían en toda la habitación, no quería separarme de mi esposo pero unos toques en la puerta nos hizo mirarnos y sonreírnos deje un último besos en  sus labios y me levente de regazo, pero me quede parado a su lado –adelante Erín, que se te ofrece… Shin-chan me tenía abrazado, pues sabía que le sentía celos de Erín pues varias veces ella se le había insinuado –Doctor Midorima, venía a decirle que sus pacientes están llegando, ella voltio a verme con enojo –oh gracias Erín, amor ¿quieres ayudarme hoy?, yo voltee a verlo con una sonrisa y con suma felicidad acepte y en mi mundo feliz me atreví a darle un beso y abrazarlo –si amor, iré a preparar todo, de nuevo lo bese, y salí a tomar los datos necesarios de los pacientes. Pasamos la mañana en consultas con pequeños niños, estábamos en la última consulta de la mañana para poder salir a almorzar, era un pequeño niño de seis años que había sufrido una pequeña accidente en la guardería así que tratábamos de limpiar sus heridas –vamos pequeño Shiro-chan debes dejar que limpie, mi esposo suspiro a veces era difícil tratar con los niños, así que decidí ayudarlo –Shiro-chan, vamos pequeño ven conmigo te contare un secreto, tome al pequeño niño en brazos y lo lleve a la silla en donde Shin-chan hacia las consultas, voltee a ver a la mamá del niño y a mi esposo, ella estaba con lágrimas en los ojos por lo que Shin-chan hablo con ella para calmarlo –bueno señora, creo que el pequeño bebé prefirió a mi esposo que a nosotros, la señora dio una pequeña risa –si eso parece, luego de nuevo la pequeña voz de bebé se dejó escuchar –yo no soy bebé, Shiro-chan ya es un niño grande, porque ya va aprendió a usar el baño para grandes ¿cierto Madre? La risa del doctor se dejó escuchar y la madre del niño solo pudo responder –cierto doctor mi hijo ya es un niño grande. Por mi parte estaba por terminar de limpiar al niño, cuando una nueva pelea empezó –Doctor Midorima San, me haría usted el favor de darme a Kazu-ni, el niño lo dijo tan serio que Shin-chan se puso incómodo y se acomodó sus lentes –sabes, no puedo hacer eso, Kazu-chan es mi esposo, y yo moriría si él se va, en ese momento quería morirme de  la felicidad pues Shin-chan no solía decir eso –pero… creo que podrías venir a visitarlo cuando quieras… pero debo estar yo presente… el niño se quedó viéndonos a los dos y luego de eso hablo –bueno me parece bien, pero Kazu-ni, ¿esperaras a que se aún más grande que el doctor para así poder robarte de sus garras? Ambos volteamos a vernos y con nerviosismo solo pude sonreír y aceptar, después de la madre del niño se disculpara por el comportamiento se fue, Shin-chan volteo a verme con los ojos entrecerrados –así que ¿lo vas a esperar?, sabes eso hirió mis sentimientos, voltee a verlo y me acerque a él, mientras él se quitaba su bata –sabes amor, no creo que eso sea posible, es decir yo ya tengo a alguien en mi corazón y aunque el bebé era lindo la persona que está en mi corazón es aún más lindo, y sin decir más subí mis brazos a su cuello y con un brinco enrede mis piernas en su cintura, y él por impulso tomo mis muslo acercándome más a él –Takao sabes que no podemos… vamos tenemos que desayunar. Así que nuevamente salimos de su consultorio tomados de la mana y nos dirigimos a la cafetería del hospital…

Notas finales:

espero sus comentarios, espero les guste 


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