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Triángulo amoroso. b29; por Syo Kurusu Love Love kokoro

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Notas del fanfic:

Este fic participó en la convocatoria del mes MuraAka, de la página MuraAka Fans 9x4.

Temática: Omegaverse/Principes.

 

Notas del capitulo:

Gracias por leer, espero me dejen saber que les pareció. :3

También la subí en mi cuenta de Wattpad "Syo Kurusu"

Hace ya mucho tiempo existieron 2 reinos vecinos que fueron los más poderosos en sus respectivos territorios. Y si cada reino tenía lo suyo, algo de lo cual podrían presumir sin duda alguna, sería de la buena descendencia que tenía cada uno.


El reino morado era muy conocido por sus grandes destrezas físicas en la guerra y por su buena familia, ya que eran solamente 5 hijos de los cuales; el mayor, Aoi (22 años) era un alfa de gran renombre, al ser un hombre respetuoso y amable, Akira y Akari (20 años)–los gemelos- quienes eran conocidos por su contradictorio comportamiento, mientras Akira era un joven alfa más inclinado al arte y a cosas que requiriesen de su gran hiperactividad, Akari era una omega más dedicada a hacer trabajos donde pudiese ayudar a seres indefensos, por otro lado Ayumi (12 años) era un joven alfa más relajado y que tomaba las cosas con calma pero que amaba ser de ayuda para las personas que amaba, casi como su retraído y callado hermano menor, Murasakibara (6 años) que también era un alfa, sólo que de un carácter más cerrado a las personas.


En cambio, en el reino rojo se era muy conocido por su gran habilidad de preparar estrategias y de sus rigurosos entrenamientos, al igual que por su bello príncipe omega, que era muy caracterizado por su gran amor hacia la naturaleza y por su naturaleza tan amable, aunque esto no duró mucho, ya que se suscitó un accidente que hizo cambiar a este bello príncipe, a un joven solitario, autoritario, un poco agresivo e introvertido.


.


.


.


6 años.


Akashi se encontraba en los jardines de la mansión, escondido, mientras leía un libro en la completa paz de la naturaleza.


-¡¿Akashi-sama?! ¡Ya es hora de la cena! ¡Salga por favor!


Hace ya horas que Akashi se encontraba ahí escondido, intentando huir de sus padres, quienes deseaban que su joven hijo se dirigiese con ellos a la reunión con el rey del otro reino, para que jugara con el príncipe de la otra familia –quien seguramente tratarían de que fuese su prometido– Por obvias razones, Akashi se encontraba asustado y no deseaba conocer a aquel joven, así que en protesta a ello, había "huido" de casa –aunque realmente sólo se escondería el mayor tiempo posible durante ese día, para no tener que ir al otro reino–


-Vaya, ¿qué haces aquí escondido? Te están buscando.


-Ah, Midorima...


-¿Qué ocurre? ¿Por qué te escondes? ¿Pasó algo malo?


-No... Aún no.


-¿Aún no? ¿A qué te refieres?


-Mis padres irán mañana de visita al reino morado y quieren que yo vaya, para conocer a uno de sus príncipes.


-¿Y por qué te escondes entonces? Deberías estar feliz de poder salir a conocer el otro reino.


-Lo estaría, pero escuché a mis padres anoche, hablando sobre hacer un compromiso con uno de sus príncipes, para que cuando cumpla la edad necesaria me casen.


-No pasará nada de eso. Por ahora, mejor deberías de ir con Kuroko-san antes de que tu madre realmente se moleste contigo por haberte escondido.


-Tienes razón, será mejor que vaya ahora. Te veo después, Midorima.


Akashi se puso de pie y se dirigió hacia donde se escuchaba la voz de Kuroko –su mayordomo– para así evitar algún regaño por parte de otro empleado.


-Akashi-sama, ¿dónde estaba? Llevo un rato buscándolo.


-...Estaba escondido.


-¿Escondido? ¿Por qué?


-Escuché a mis padres anoche, hablando sobre hacer un compromiso con uno de sus príncipes, para que cuando cumpla la edad necesaria me casen y yo no quiero eso.


-No se preocupe. Usted aún es muy joven para eso, manténgase tranquilo y vaya mañana a la reunión como si no hubiera escuchado eso. Además no irá sólo, Momoi-san irá con usted.


-¿En verdad irá onee-chan?


-Así es, no se preocupe. Por ahora volvamos, antes de que su madre se moleste.


Ambos se dirigieron a la mansión y Akashi cenó como de costumbre, intentando disimular su incomodidad ante sus padres.


-¿Qué tienes, cariño? Estás un poco tenso.


-¡A-Ah! N-No es nada, lo siento madre.


Ambos padres se dirigieron una mirada llena de curiosidad al no entender por qué su hijo actuaba así, pero ninguno dijo nada y la cena siguió.


.


.


.


~El día de la reunión~


Hace ya unas horas que la reunión entre ambos reyes había comenzado y Akashi estaba nuevamente escondido en la mansión del reino morado, esperando no ser descubierto. Por algún sirviente suyo o de la otra familia.


-¿Quién eres tú?


De pronto una voz altanera se escuchó tras Akashi, quien volteó lentamente y con temor, dándose cuenta de que tras él estaba un joven de cabellera morada y que se veía mayor que él.


-E-Esto... M-Mi nombre es Akashi Seijirou.


Al escuchar eso, el joven se sonrojo y desvió la mirada.


-L-Lo lamento si te asusté, soy Murasakibara Ayumi.


-Descuida, Mura-san.


-No es necesario que me llames por mi apellido, ¿sabes? Sería raro cuando conozcas a mis hermanos... Mejor llámame Ayumi.


-¿Q-Qué edad tienes?


-¿Eh? Pues tengo 12 años, ¿por qué?


-Ya veo, entonces... ¡Ayumi-niichan! ¿Te puedo llamar así?


Al ver la carita tan sonriente y animada del pequeño pelirrojo, Ayumi sólo asintió con algo de vergüenza y tomó la mano del menor entre las suyas.


-¿Quieres ir a caminar? Te podría mostrar la mansión.


-¡Sí! ¿A dónde vamos a ir primero?


-Te llevaré a un lugar donde hay muchos animalitos.


Ayumi y Akashi caminaron rumbo a otra parte de la mansión, donde parecía que era imposible que alguien les encontrara, por estar tan alejada de la mansión. Tras caminar un buen rato, llegaron a un muy verdoso jardín, rodeado por un cristalino lago, cubierto por árboles de cerezo, rodeado de varios animalitos como conejos, algunos perros y gatos e inclusive unos cuantos ciervos.


-¡Q-Que bello lugar!


El rostro del pelirrojo lo decía todo y sin necesidad de decir palabra alguna, era evidente que estaba súper feliz de estar ahí.


-Mira, mira, Ayumi-niichan.


Cuando Ayumi se giró en busca del menor, lo vio rodeado por varios conejos y con dos ciervos acostados a sus costados, mientras algunos animalitos más intentaban encontrar lugar cerca del menor.


Ver tal escena hizo sonrojar de sobremanera al pequeño Ayumi, quien comenzaba a sentirse raro estando cerca del menor.


.


.


.


-¿Dónde estaban, joven amo?


-Lo siento, estaba mostrándole un lugar que le gustaría, ¿verdad, Sei-kun?


-¡Así es! ¡Era muy bonito y tenía muchos animalitos!


-¿Y por qué vienen tomados de las manos? ¿Acaso ocurrió algo?


Antes de que Ayumi pudiese objetar ante las interrogantes de aquel sirviente beta, Akashi le interrumpió.


-Es que no quiero separarme de él. ¡Él es muy divertido! Y así es más fácil estar juntos.


Esa respuesta sorprendió tanto al sirviente beta, como a Ayumi y ambos se quedaron mudos ante lo dicho por el menor.


-¡Ayumi-oniichan!


De pronto se escuchó el grito de un pequeño y al voltear vieron a un joven de cabellera morada, con facciones bastante similares a las de Ayumi y que además venía corriendo bastante agitado.


-¿Atsushi? ¿Qué haces aquí?


-Akari-neechan me mandó a buscarte. Dice que ya va a ser la hora de la cena.


-Entonces vayamos antes de que sea más tarde.


-¿Quién es él?


Murasakibara se acercó curioso hacia el pelirrojo, en espera de una respuesta.


-M-Mi nombre es Akashi Seijirou.


-Ah, ya veo. Hola, soy Murasakibara Atsushi.

Notas finales:

Bueno, está es parte de la historia, la actualizaré eventualmente, espero les haya gustado y me sigan leyendo. ♥

 


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