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~En la guerra y en el amor todo se vale~ [MuraAka/MidoAka] por Syo Kurusu Love Love kokoro

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Notas del fanfic:

Murasakibara y Midorima compiten por ver quien logra convertirse en la pareja de Akashi, peleando por su atención, sin embargo, lo que no esperaban era un nuevo enemigo que apareció sin previo aviso.

Notas del capitulo:

Hola, espero les guste esta historia. La hice especialmente para los miembro de "MuraAka Fans 9x4" Y pues, si me han leído anteriormente, sabrán que conmigo puede ocurrir de lo que sea, así que están avisados. 


Ojalá me dejen saber que les pareció, sin más que decir les dejo la historia. :3 ♥

Murasakibara se encontraba ansioso, faltaban pocos días para San Valentín, pero había dos problemas. ¿Qué haría para Akashi? Y además, ¿cómo competiría contra Midorima?

 

-¿Ya tienes algo planeado para Akashi?

 

-... No te lo diré.

 

-Yo tengo planeado alejarlo de ti lo más posible, durante estos días.

 

-Nunca permitiré eso, Midorimacchi. Además tengo una gran ventaja sobre ti.

 

-¿Ah, sí? ¿Y cuál es?

 

-Él y yo nos conocemos desde la infancia y siempre va a mi casa. Ni tú puedes interferir en eso.

 

-No, pero al menos sé que tu hermana y hermanos no los dejarán a solas todo el tiempo.

 

Sin poder replicar al comentario de Midorima, Murasakibara tomó sus cosas y se puso de pie.

 

-Me adelanto al club.

 

Al ver la reacción de Murasakibara el mayor sólo soltó una apenas audible risita burlona, embozando una gran sonrisa de satisfacción, al haber hecho enojar a su rival.

 

Había pasado un rato desde que Murasakibara estaba a solas en el gimnasio, esperando que los demás llegaran.

 

-¿Murasakibaracchi? ¿Qué haces aquí?

 

-Nada en especial...

 

-Oigan, ¿no creen que Murasakibaracchi parece extraño?

 

-Sí, parece estar molesto... Atsushi, ¿qué ocurrió?

 

-Nada realmente, sólo estaba pensando en unas cosas.

 

-¿Qué pasa, Murasakibara? ¿Acaso al gato se le deshicieron sus planes por culpa de algún can astuto?

 

Al escuchar esas palabras, Murasakibara se paró molesto y sujetó a Midorima por el cuello de la playera, elevándolo un poco del suelo, mientras lo miraba completamente molesto, sin embargo, Midorima lejos de asustarse, sólo se sintió emocionado al ver las reacciones de su amigo.

 

-*Nunca creí que en verdad se molestaría* Oh, vamos. Sólo jugaba y lo sabes.

 

-No me hagas enojar. Te lo advierto, Midochin.

 

Al ver que Murasakibara no planeaba bajarlo y ante el evidente dolor en su garganta por la presión que Murasakibara ejercía, habló en un leve susurro, para que sólo ellos dos pudieran escuchar.

 

-¿Realmente quieres mostrarte tan patético ante Akashi?

 

Completamente resignado, soltó a su amigo lentamente para evitar lastimarlo, mientras los demás intentaban comprender que había ocurrido. Murasakibara era alguien relativamente tranquilo, así que era realmente extraño verlo actuar de ese modo y en especial con Midorima, de quien últimamente apenas y se separaba, pero lo que no sabían era que ninguno se perdía de vista con tal de mantenerse alejados de su objetivo amoroso.

 

-Lo siento, Akacchin. No me siento bien, me voy.

 

Sin esperar a la respuesta del menor, tomó sus cosas y salió rápidamente para evitar ser detenido. Realmente estaba molesto y sabía que no era buena idea dejarlos a solas, pero en ese momento realmente deseaba estar a solas para poder pensar y aclarar sus ideas.

 

-*Necesito el consejo de alguien para vencer a Midochin, ¿pero quién?*... ¡Eso es!

 

Luego de un rato, llegó a su casa agitado y sudado por haber corrido. Como pudo dejó sus cosas en su cuarto, se balo rápidamente y se dirigió a casa de su hermana.

 

-¿Atsu-kun? ¿Qué haces aquí?

 

-Akari-neesama, necesito tu ayuda.

 

-¿Qué ocurre? Debe ser algo realmente importante para que hayas venido tan rápido y sin avisar.

 

-Lo siento, ¿puedo pasar?

 

-Claro, vamos.

 

Ambos entraron a casa de la mayor y una vez dentro, ella le dio un vaso con agua para que tomara aire, después ambos tomaron asiento y comenzaron a hablar.

 

-¿De qué querías hablar?

 

-Akari-neesama, ¿cómo puedo pelear contra alguien por la atención de otra persona?

 

-¿A qué viene eso? ¿Estás hablando de Sei-chan?

 

-¿Cómo lo-?

 

-Por algo soy tu hermana, ¿no es cierto? Cuéntame lo ocurrido.

 

Después de que el menor explicara la situación, su hermana sólo asintió, comprendiendo la situación a la que el menor se exponía.

 

-Lo mejor que puedes hacer es darle detalles a Sei-chan para demostrarle que estás interesado en él, de lo contrario no entenderá la situación. Sé lo más directo posible con él, él es muy obtuso en temas del amor así que no sería raro que no capte tus indirectas. Y procura no dejarlo a solas con Midorima-kun. Por lo que me cuentas, él realmente es un gran rival con respecto a esto.

 

-¿Y qué clase de cosas puedo hacer para que entienda?

 

-No lo sé, eso ya es algo que tú debes pensar. Después de todo en la guerra y en el amor todo se vale, ¿no es cierto?

 

-Tienes razón, muchas gracias Akari-neesama.

 

-Por cierto, deberías ser cuidadoso. Por como huiste de la práctica, lo más seguro es que Sei-chan te vaya a buscar a la casa y no creo que quieras verlo por ahora. Además... Sólo es un consejo y no estoy segura, pero ten cuidado con Sei-chan.

 

-¿Por qué?

 

-Puede que haya una persona más que esté interesada en él.

 

-¡¿Quién?!

 

-Eso ya no te lo puedo decir. Mejor ve a casa cuanto antes, seguramente Sei-chan ya te fue a buscar.

 

La mayor tomó al menor, haciéndolo caminar hacia la puerta para que se fuera, sin embargo, antes de abrir alguien tocó el timbre y al ver que era aquel pelirrojo, comenzaron a susurrar para no ser escuchados.

 

-Es Sei-chan.

 

-¿Q-qué? ¿Qué hace aquí?

 

-¿Cómo puedo saberlo? Tal vez ya te fue a buscar a la casa, ¿qué quieres hacer? ¿Lo quieres ver?

 

-No, imposible. Deja que me esconda, por favor.

 

-Enciérrate en mi habitación, cuando se vaya puedes salir. Llévate tus zapatos o los verá.

 

Una vez que el menor se había escondido, la joven abrió la puerta.

 

-Hola, Sei-chan.

 

-Akari-neesama, perdón por venir sin avisar.

 

-No te preocupes, pasa.

 

-N-no, así está bien. Sólo quería preguntarte algo.

 

-¿Qué ocurre?

 

-¿Atsushi no ha venido aquí?

 

-No, ¿por qué? ¿Ocurrió algo con él?

 

-Es sólo que se fue antes de iniciar la práctica y dijo que se sentía mal, pero actuaba extraño. Parecía molesto e incluso inició algo como una pequeña conmoción con uno de los integrantes del equipo, así que fui a buscarlo a su casa, pero Aoi-niisama me dijo que entró rápido, se duchó y se fue corriendo, sin siquiera avisar que había llegado.

 

-Ya veo. Lo siento, pero no ha venido. Seguramente anda en algún lugar pensando y no quiere ser molestado, te aseguro que en un rato más volverá a la casa. No te preocupes.

 

-Tienes ra-

 

-¡Sei-tan!

 

-¿Ayumi? ¿Qué haces aquí?

 

-Oh, lo siento. Hola, Akari-neesama. Es sólo que Atsushi no ha llegado y Sei-tan parecía preocupado, así que me ofrecí a buscar a Atsushi con él. Incluso Aoi-niisama está preocupado. Llegó a la casa y se fue sin avisar a donde iba y tampoco avisó cuando llegó.

 

-No se preocupen, seguro volverá en un rato. No es alguien que llega noche o se escapa. Mejor vuelvan a casa o Aoi-niisama se preocupará si se demoran demasiado.

 

-Tienes razón... Si Atsushi se pone en contacto contigo, avísanos por favor. Es extraño que él se comporte así.

 

-No te preocupes, Ayumi. Si lo veo o viene le diré que se dirija a casa y les llamaré.

 

-Gracias, Akari-neesama.

 

Después de que ambos jóvenes se fueran, Akari cerró la puerta y Atsushi salió de la habitación.

 

-¿Y bien, Atsu-chan?

 

-...Akari-neesama, ¿puedo quedarme a dormir?

 

-Yo no tengo problema, ¿pero por qué?

 

-Prefiero encontrarme con él hasta mañana que aclare mis pensamientos. Además...hoy se quedará en nuestra casa porque su padre iba a salir.

 

-De acuerdo, llamaré en un rato más a la casa para avisar y le pediré a Akira que te traiga algún cambio de ropa para dormir. En un rato cenamos, ¿de acuerdo?

 

-Sí, muchas gracias. ¿Crees que Akira-niisan quiera traerme la ropa?

 

-Yo me aseguraré de que lo haga o se va a arrepentir de no hacerme caso. ¿Quieres tomar una ducha?

 

-No, gracias. Tomé una antes de venir.

 

.

 

.

 

.

 

~Al día siguiente en la escuela~ [5 días antes de San Valentín]

 

-Atsushi, ¿por qué no volviste ayer?

 

-Lo siento, Akacchin. Incluso fuiste a buscarme.

 

-Eres un tonto, estaba realmente preocupado.

 

-¡Eh?! ¿P-por qué lloras, Akacchin?

 

-¡Es tu culpa, tonto! ¡Realmente tenía miedo! ¡No podía contactarte, parecías molesto y te fuiste sin decir nada!

 

-Lo siento, Akacchin. Prometo no hacerlo nuevamente.

 

El mayor apresó al menor entre sus grandes brazos, dejándole llorar hasta que se calmara.

 

-*Parece que aún recuerda lo que ocurrió cuando su madre murió. Fui un estúpido por hacerlo llorar.*

 

.

 

.

 

.

 

~4 días antes de San Valentín~

 

-Akacchin, te amo.

 

-¿Eh? Yo también te amo, después de todo eres como mi hermano menor en cierto modo.

 

-P-pero yo soy mayor que tú.

 

-Sí, pero de algún modo pareces menor que yo por tu actitud.

 

-Eres cruel, Akacchin.

 

-Lo siento, lo siento.

 

Al otro lado de la puerta Midorima sonreía burlonamente ante tal conversación y con una sonrisa en la cara, entró al aula donde se encontraban aquellos jóvenes.

 

-Vaya, así que aquí estaban, nanodayo~

 

-¡¿Estabas escuchando, Midochin?!

 

-Puede que haya escuchado algo por accidente...

 

-¡Tú eres un-!

 

-Bueno, Akashi. Necesito hablar contigo sobre algunas cosas a solas, ¿me acompañas?

 

-Claro. En un rato nos vemos, Atsushi.

 

-¡Yo voy!

 

-Lo siento, pero necesitamos estar a solas. De todas maneras te veré en un rato, ya vuelvo.

 

Ambos se retiraron, dejando a solas a Murasakibara, que sólo podía ver sin emitir opinión alguna.

 

-¿Qué necesitabas hablar?

 

-Es sobre el club. ¿Te parece si vamos a la azotea para estar solos?

 

-Sí, no hay problema.

 

Cuando llegaron a la azotea, comenzaron a tratar el tema del club, sin embargo, Midorima al ver que el menor tenía baja la guardia, se acercó a su nuca y sopló gentilmente, haciendo que el menor se estremeciera ante el repentino acto.

 

-¿P-por qué hiciste eso?

 

-Tenías un insecto en el cuello. Vaya, estás realmente sonrojado.

 

Era obvio que el mayor mentía, lo único que deseaba era acercarse al menor y hacerlo cada vez más consciente de sus sentimientos para tomar ventaja sobre Murasakibara.

 

-¿Acaso no podrías habérmelo quitado normalmente o haberme dicho?

 

-No realmente, si te movía podrías haberlo lastimado y tu cuello se hubiera manchado.

 

-¿Qué dices? Eso es imposible.

 

-Akashi, ¿acaso eres sensible en el cuello?

 

-E-eso no es de tu incumbencia.

 

-¿Eh? Pero por algo como eso podríamos perder durante algún partido, ¿no lo crees?

 

-¿Qué estás-?

 

El reclamo de Akashi se vio silenciado al ser apresado por las manos del mayor, mientras él soplaba ligeramente en su cuello, haciéndolo estremecer.

 

-Mi-Midorima, suéltame.

 

-Imposible, eres realmente sensible aquí. Estás sonrojado hasta las orejas.

 

-Juro que si no me sueltas te vas a arrepentir.

 

Ante el cambió de voz del menor, Midorima se apartó cuidadosamente para evitar molestarlo más.

 

-No vuelvas a hacer eso, por favor.

 

.

 

.

 

.

 

~3 días antes de San Valentín~

 

-Akacchin, vayamos a comer a solas.

 

-No puede, estamos en una partida de ajedrez.

 

-Dame unos segundos. Ya voy.

 

-Pero-

 

-Lo siento, se lo prometí como disculpa por haberlo dejado sólo ayer.

 

-Pero ni siquiera hemos terminado el juego. Aún no puedes irte.

 

-Estás en lo incorrecto. Jaque mate.

 

-¡Imposible! ¡¿En qué momento lo hiciste?! ¡Tu reina estaba-!

 

-Deberías prestar más atención al juego, mientras te concentraste en mi torre y en mi caballo, nunca prestaste atención a mi reina que se acercaba sigilosamente a tu rey.

 

-Pero esto es-

 

-Eres bueno, Midorima. Pero necesitas prestar atención a cada movimiento de tu enemigo o tarde o temprano te acorralaran y se llevarán a tu rey, acabando con todos tus esfuerzos.

 

-Pero eso es-

 

-En la guerra y en el amor todo se vale. Siempre recuerda eso o puede aparecer algún otro enemigo del que no estabas al tanto.

 

-Eso es tonto.

 

-No lo es. Esto pasa en la vida real, si te descuidas por un momento alguien más llegará a robar a tu rey. Ya sea el enemigo que tenías al frente, como lo fueron mi torre y mi caballo o algún nuevo enemigo silencioso que no esperabas, como lo fue mi reina. Además, a veces ese nuevo enemigo puede ser aún más peligroso y astuto, manteniéndose a raya de todo, esperando el momento para atacar. En este caso mi reina, la pieza más fuerte lo fue y así puede ocurrir en la vida, ¿no es cierto?

 

-Sí, tienes razón...

 

-Bueno, me voy.

 

Murasakibara y el menor salieron del lugar, dirigiéndose a las afueras de su edificio para comer en una banca cercana a la fuente.

 

-Akacchin, no entendí lo que dijiste hace un rato sobre la reina y esas cosas.

 

-No es nada importante, sólo usaba una metáfora para hacer entender a Midorima la importancia de poner atención a su alrededor.

 

-Pero quiero entender de que hablaban.

 

-Veamos, ¿cómo te lo explico? Es algo difícil... ¡Ya sé! Dime alguna serie que te guste demasiado.

 

-No lo sé... Supongo que Naruto.

 

-Bueno, entonces imagina que Midorima es Naruto, su rey es Konoha y el caballo y la torre son sus enemigos, pero esos enemigos son manejado por alguien más que se oculta en las sombras. Él está tan concentrado en acabar con esos dos enemigos tan fuertes, que se olvida de otras posibles amenazas que pueda enviar la mente maestra, que sería yo. Su enemigo principal.

 

-Ya veo, creo que entiendo la idea.

 

-Bueno, pero entonces está tan concentrado en defenderse de esos dos, que se olvida de otros rivales y entonces llega un nuevo enemigo inesperado, que es aún más fuerte que esos dos con los que peleaba. Pero como él estaba tan concentrado en esos dos, nunca se dio cuenta de que el tercer enemigo se movía cautelosa y sigilosamente hacia su posición para atacarlo, entonces sin aviso previo, ataca a Naruto, dejando de lado a los otros dos que lo distraían inicialmente, dando el golpe fatal y llevándose consigo a Konoha sin piedad alguna, por lo cual todos sus esfuerzos fueron inútiles y pierden valor, dejando de lado todo su esfuerzo por ayudar a la aldea que tanto quería proteger.

 

-¡Ah, ya entendí!

 

-Pues es algo así con el ajedrez, pero es algo más complejo. Tal vez si aprendes a jugar ajedrez, algún día podría explicarte correctamente la idea que tenía.

 

-Eres el mejor, Akacchin. Siempre buscas la manera de hacerme entender cosas que nadie me sabría explicar.

 

El mayor se acercó al menor y lo besó tiernamente en la mejilla, haciéndolo sonrojar.

 

-Atsushi, estamos en la escuela y hay gente. No hagas eso.

 

-¿Eh? ¿Entonces eso significa que puedo hacerlo cuando estemos en otro lado y a solas?

 

-Yo nunca dije e-

 

-¡Está bien! ¡Me conformo con poder hacerlo aún si no es en la escuela!

 

-¡Pero yo no-!

 

-¡Ahhhh! ¡Será mejor que volvamos a clase, Akacchin!

 

Murasakibara tomó la mano del menor y lo jaló para que ambos caminaran al salón.

 

.

 

.

 

~2 días antes de San Valentín~

 

-¡No! ¡Akacchin vendrá conmigo!

 

-Deja de hacer tonterías, nanodayo~ Él vendrá conmigo para revisar algunas cosas.

 

-¡Que no! ¡Akacchin irá conmigo!

 

-¡Ya basta! ¿Por qué diablos están peleando ahora?

 

-Akacchin, ¿verdad que irás conmigo a comer?

 

-No, tienes que venir conmigo para revisar algunas cosas.

 

-No iré con ninguno de los dos, iré con Momoi a revisar algunas cosas con el entrenador, así que no digan tonterías. Me voy.

 

-Lo hiciste enojar, nanodayo~

 

-¡Fuiste tú!

 

-Aghhhh, ya cállate. Eres igual de ruidoso que Kise.

 

-Oye, eso fue cruel. Estoy aquí, Midorimacchi.

 

-Me voy.

 

-Yo también me voy.

 

-¡Al menos respóndanme!

 

-Kise, será mejor que lo olvides. Hasta Kuroko se fue.

 

-Son muy crueles conmigo, Aominecchi.

 

Al decir eso, el rubio se aferró a su amado, dejando salir algunas lágrimas, esperando ser apapachado, sin embargo, sólo recibió unas palmadas en la espalda, acompañadas de una voz sin interés.

 

-Sí, sí. Ya cálmate. No hagas drama.

 

-¡Incluso tú estás siendo cruel conmigo! ¡Me largo!

 

Kise se separó bruscamente de su amado, dejándolo sorprendido al ver su rostro molesto y lleno de lágrimas. Tras mirar cruelmente a su pareja, salió del salón azotando la puerta con evidente enojo.

 

-¡No! ¡Espera, Kise! ¡Lo siento! ¡Sólo bromeaba! ¡Espera, por favor! *Maldita sea, la cagué.*

 

.

 

.

 

.

 

~1 día antes de San Valentín~

 

-Akacchin, tengo hambre.

 

-Deja de abrazar a Akashi y mejor ve por tu comida a la cafetería, nanodayo~

 

-No quiero, Midochin. Quiero que Akacchin me acompañe, ¿sí, Akacchin?

 

-No puedo. Ve con Kuroko y los demás. Tengo que hacer algunas cosas aquí con Midorima.

 

-¿Qué cosas?

 

-Son algunos arreglos para el equipo. Date prisa y ve con los demás, por favor. En verdad necesito estar a solas y en silencio con Midorima en estos momentos.

 

-Bueno, mejor date prisa o se acabará lo que te gusta, nanodayo~

 

Murasakibara se puso de pie, haciendo pucheros al haber sido echado gentilmente por Akashi, que parecía completamente inmerso en aquellos papeles.

 

-De acuerdo. Te veré en el club, Akacchin.

 

-Sí, date prisa.

 

Murasakibara salió rápidamente para reunirse con los demás e ir a la cafetería, dejando a solas a Midorima con Akashi.

 

-¿Podrías quitar esa sonrisita burlona, Midorima?

 

-Ah, lo siento...

 

-Tú sabes perfectamente que le mentí a Atsushi sobre hacer algo del club. Quería estar a solas contigo por un motivo.

 

-¿Y qué es?

 

-¿Por qué han estado peleando? No creas que soy tonto. Últimamente parece que sólo se molestan mutuamente y eso es molesto para el equipo y para mí.

 

-¿Cómo decirlo? Yo...supongo que se podría decir que tenemos cierta rivalidad.

 

-¿Rivalidad en qué?

 

-Nos gusta la misma persona... Y ya mañana es San Valentín, así que-

 

-¿Están peleando por algo como eso? ¿Es enserio? Me lo esperaría de Atsushi, ¿pero de ti, Midorima?

 

-Es que... en verdad es alguien muy especial.

 

-¿Cómo es esa persona para ponerte así incluso a ti?

 

-Es una persona tierna a su modo, algo autoritaria, bastante obtusa en el amor, exigente, algo despistada en ciertos temas, con un carácter hermoso, difícil de conquistar y a veces es cruel, como si tuviera otra personalidad, pero en verdad me gusta demasiado.

 

-Yo no le veo nada de bueno a una persona así. Más bien parece alguien que sólo traería problemas a los demás. ¿Ya sabe que te gusta?

 

-Sí, de algún modo ya se lo dije, pero no pareció entenderlo. Incluso Murasakibara se confesó, pero tampoco lo entendió.

 

-Enserio, ¿cómo puede gustarles alguien así?

 

-¿Qué harías tú entonces?

 

-No lo sé, ser directo. Lanzarme a esa persona sin rodeos, algo así.

 

AL escuchar esas palabras, Midorima se abalanzó sobre Akashi, haciéndolo estremecer por su respiración en el cuello, seguida de un leve beso en su nuca.

 

-Te amo, en verdad te amo. ¿Quieres ser mi pareja?

 

Akashi se sonrojó y empujó a Midorima hacia arriba, para poder acomodarse.

 

-Nunca te dije que lo practicaras conmigo, tonto. Si haces esto asustarás a la persona que te gusta. Podrías ser más gentil.

 

-*¿En verdad creyó que yo estaba practicando?*... Sí, tienes razón. *En verdad eres un caso único, Akashi.*

 

.

 

.

 

.

 

~San Valentín~

 

Ambos jóvenes estaban ansiosos por confesar su amor a Akashi debidamente, antes que el otro.

 

-Satsuki, ¿por qué estás grabando?

 

-Nada en especial, Dai-chan...

 

Ambos chicos estaban emocionados, sin embargo, sus planes se vieron arruinados cuando al entrar al gimnasio, vieron un montón de globos con frases de amor y figuras de corazón adornando el gimnasio.

 

-¿Qué sigini-?

 

-Sei-tan, lamento haber hecho esto sin tu permiso, pero...

 

El menor y el resto estaban sorprendidos por la escena que presenciaban, el hermano mayor de Murasakibara, Ayumi estaba en el gimnasio, sosteniendo un gran ramo de flores y un peluche, mientras se dirigía hacia Akashi.

 

-Sei-tan, te amo demasiado. Te amo en el sentido de pareja, ¿serías mi novio?

 

El menor comenzó a llorar de la emoción y se abalanzó sobre Ayumi, abrazándolo y ocultando su rostro, mientras susurraba suavemente un "sí" que fue audible para los presentes.

 

-Por eso estaba grabando, Dai-chan.

 

-Me sorprende que lo supieras, Satsuki.

 

-Momocchi es increíble.

 

-Ellos tienen razón, Momoi-san.

 

-Así que...

 

-Así es, Murasakibara. En la guerra y en el amor todo se vale y además, siempre hay que cuidarnos del enemigo que nunca esperamos.

Notas finales:

Bueno, espero me dejen saber que les pareció. Espero les haya gustado. Haré unos extras después sobre como conquistó a Akashi -este no es muy seguro- y sobre lo que ocurrió con Mura y Mido luego de que su propuesta se arruinara. xD -Esta si es segura-

Cuando Akashi le explica a Mura, lo puse con Naruto, porque la mayoría conoce esa serie. xD Y porque me gusta mucho. xD

Gracias por leer. ♥


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