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Tu destino está atado al mío por yue-sama

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Notas del capitulo:

Aquí hay un nuevo cap, espero les guste y muchas gracias por apoyar la historia, de poquito en poquito vamos creciendo.

sin más aquí el cap.

 

Se levantó con un fuerte dolor de cabeza, se sentía desorientado y sus ojos se encontraban tan inflamados que se veían pequeños, así que los abrió lentamente, acostumbrándose a la luz, sin embargo, al dilatarse sus pupilas, tuvo que parpadear varias veces antes de acostumbrarse.

 

 

Poco después, reparó en el brazo que lo rodeaba fuertemente y en el hecho de que su cara estaba pegada a un torso desnudo, y, si no se sobresaltó, fue sólo porque de verdad se sentía pésimo; su boca estaba seca, tenía un poco revuelto el estómago, y, además, sus ojos ardían, signo inequívoco de que había estado llorando por mucho tiempo. Se removió con cuidado notando una cabellera azul, y su corazón se estrujó al reconocer a Sasuke. ¿Qué hacía ahí?

 

 

Pudo sentir los labios del peliazul sobre su sien y notó que parecía abrazarlo con impotencia y protección, en ese instante no supo si enternecerse o molestarse, sin embargo, no fue necesario hacer mucho para que Sasuke se despertara, lo sintió en la forma en la que lo agarraba, su abrazo se aflojó un poco y luego lo escuchó respirar profundo.

 

 

—¿Estás bien? —dijo con voz ronca y Naruto se mordió el labio.

 

 

—Sí —murmuró—. ¿Qué hago aquí?

 

 

—Pienso que querías follar conmigo —había burla en su voz, también había algo más oculto.

 

 

—¿Lo hicimos?

 

 

—No —dijo sin más.

 

 

—¿Entonces? —se alejó para verlo a los ojos encontrándose con que Sasuke estaba serio y tenía el ceño levemente fruncido, parecía haber una batalla dentro del Uchiha.

 

 

—Lloraste mucho anoche…

 

 

Sasuke aun podía ver esos delicados ojos azules hinchados y achinados por todo el llanto de la noche anterior, así que, sin poder contenerse, llevó su pulgar hacia sus mejillas, acariciándolo, mientras que el rubio buscaba su mano como un gatito.

 

 

—¿Por qué? —dijo el rubio.

 

 

—No lo sé —susurró—. ¿Cómo quieres que lo sepa?

 

 

Entonces, Naruto se alejó y Sasuke lo vio con confusión, luego trató de sostener su mano, pero el rubio no lo dejó, por lo que no pudo evitar que se levantara de la cama para arreglarse.

 

 

—¿Te vas? —preguntó.

 

 

—Sí —dijo con voz baja—. No quiero ser un estorbo para ti.

 

 

—¿Qué…? —y fue ahí cuando entendió que Naruto había recordado lo que sucedió—. No fue nada. Esa chica no es nada.

 

 

—Ni yo tampoco, entonces, ¿por qué nos molestamos? —dijo el rubio fulminándolo con la mirada. Él recordaba, de hecho, sólo le bastó recordar porque había ido a beber, “Neji”, y después de eso, todo se desencadenó…

 

 

Odiaba siempre recordar, aun cuando estaba borracho. A veces sólo deseaba tener lagunas mentales en las que no supiera lo que pasó, lamentablemente no era así, y ahora ya sabía porque había llorado como loco, todo por un pasado que no merecía ser removido, un pasado problemático que le hizo mucho daño y que partió su corazón e hizo exaltar sus miedos.

 

 

Además, recordaba las suaves curvas de la chica que tenía Sasuke en su cuarto, en esa misma cama en la que ellos durmieron. Así que no, no estaba bien, y no sabía si alguna vez lo estaría. ¿Cómo había podido pensar que Sasuke iba en serio con él? Sólo por haber logrado un beso no significaba que Sasuke fuera menos heterosexual, menos estúpido o menos prepotente.

 

 

—¡Para! —dijo agarrándolo de la mano antes de que saliera completamente del cuarto, entonces, Naruto lo miró, odiaba sentirse pequeño contra él—. Te dije que no era importante, ¡la eché cuando pude haberte echado a ti!

 

 

—Qué consuelo…

 

 

Sasuke se molestó, no estaba en lo correcto y lo sabía, pero de igual manera lo volteó agarrándolo fuertemente de los brazos para encararlo. Algo en su interior no le dejaba tranquilo, algo en su conciencia le decía que estaba muy mal dejar ir así al rubio.

 

 

—Te consolé toda la noche, besé tus lágrimas y te abracé junto a mi…

 

 

Naruto se quedó callado y trató de recordar esos pequeños momentos sin poder lograrlo, se sintió muy mal, pero aún así agarró las manos que lo presionaban —sintiendo la frialdad de las mismas—, y las separó de su cuerpo.

 

 

—Ahora no —dijo sin más para finalmente irse de ahí.

 

 

Ni siquiera podía pensar bien, no podía demostrarle a Sasuke su punto, al menos no en ese estado, así que se fue de ahí sin saber si dejaba un corazón lastimado atrás.

 

 

*

*

*

 

 

Ya no podía llorar más… No podía hundirse más.

 

 

Se dejó caer contra el suelo estrujando su ropa y abrazó sus rodillas. Recordó a su madre, a su padre…

 

 

Se estremeció por completo levantándose casi sin fuerzas y yendo directo a su cuarto, una vez ahí, buscó las fotos de su familia y con manos temblorosas abrió la caja, encontrándose con los muchos recuerdos que dormían y se empolvaban ahí.

 

 

Con cuidado, sacó las fotos viéndolas, y una sonrisa triste se instaló en su rostro al hallar la que quería, al tomarla, sus ojos se llenaron de miedo y aflicción, pero aun así la acaricio suspirando.

 

 

—Nagato… —susurró.

 

 

Quizás algún día de verdad se sentiría lo suficientemente valiente como para contar su historia…

 

 

*

*

*

 

 

Semanas después…

 

 

Sasuke miró hacia afuera de la cafetería, no sabía lo que hacía ahí, estaba molesto y lo había estado durante todo ese tiempo, de hecho, lo que pensó que duraría sólo unos días, duró casi un mes, pero es que…

 

 

Él había consolado a Naruto esa noche y ni siquiera había dormido pensando en aquello que lo había puesto tan mal, ¿todo para que al día siguiente lo tratara así? ¿Qué era lo que escondía? ¿Por qué lo ponía tan mal el ver tan deshecho al rubio? ¿Qué era esa conexión tan extraña con él y por qué no podía simplemente alejarse y tener una vida normal?

 

 

Todo en su forma de actuar se sentía incorrecto si no estaba con Naruto, y, aunque no quisiera aceptarlo, ver ese estúpido mensaje con una dirección y una hora lo había puesto demasiado contento, Naruto le había pedido que hablaran, y ahí estaba él, esperando ver entrar al rubio por la puerta del local.

 

 

Tomó un sorbo de su té y sonrió ligeramente al verlo entrar. Sin darse cuenta, un sentimiento puro comenzó a instalarse en su pecho, algo relativamente importante que, si no se andaba con cuidado y lo dejaba caer, se rompería como el más fino cristal y no habría retorno. Pero, ¿él que iba a saber de eso? El Uchiha tenía manos toscas y poco cuidadosas, así que todo auguraba un destino fatal para ese pobre cristal.

 

 

—Hola —dijo el rubio, parecía desanimado y sin brillo—, gracias por venir.

 

 

—No me quedó de otra, la princesa tiene que disculparse conmigo —dijo burlón y cruel, pero se calló al notarlo más lastimado.

 

 

Algo en él se estrujó, supuso que no había sido un buen día y que el ambiente no estaba para su sarcasmo, así que se puso serio y retuvo su mano para evitar agarrar la contraria.

 

 

—¿Somos algo? —dijo con la mirada gacha—. Piensas en mí como… ¿una pareja? —y entonces no supo qué responder.

 

 

Él quería decirle todo, quería decirle lo extraño que se sentía estar a su lado, lo mucho que quería contemplarlo y tocarlo bajo la luz de la luna, las ganas de rozar sus labios y acariciar su cabello para adormecerlo, tal como lo hizo la vez pasada, pero… sus labios simplemente callaron y su voz se perdió, e impedidas por el nudo formado en su garganta, las palabras nunca salieron.

 

 

¿Qué le pasaba? Él no era así, nunca lo había sido, se sentía patético y le destrozaba el corazón ver a Naruto así.

 

 

—Todos tienen el derecho de amar… Yo, sólo pensé que mi oportunidad contigo al fin se daría, pero me equivoque…

 

 

—No…

 

 

Y fue ahí cuando Naruto levantó la cabeza con asombro, entonces Sasuke suspiró agitado y suavizó su mirada, mientras el rubio le pedía una respuesta.

 

 

—¿Qué es…? No entiendo…

 

 

—Bien, no soy la mejor persona, ¿de acuerdo? No creo poder darte lo que buscas, no me comprometo y siempre disfruto lo que venga —fue sincero—, pero algo dentro de mí me está matando de sólo pensar en dejarte ir, porque algo me dice que por más que nos alejemos, tú y yo vamos a terminar enredados de nuevo.

 

 

Naruto se mordió el labio, sabía lo que Sasuke sentía y eso lo desilusionó un poco, sabía que era un efecto del hilo rojo. Sasuke se sentía comprometido con él por lo mismo, así que no eran sentimientos puros que vinieran del corazón, sin embargo, aun sabiendo eso, para él hubo una pequeña luz al final de la oscuridad.

 

 

—Entonces… ¿puedes llegar a amarme?

 

 

—Tal vez, pero… habrá dolor…

 

 

—¿Por qué? —dijo débil—. ¿Por qué dolor?

 

 

—Porque eso es lo que conlleva amarme.

 

 

En ese instante, el rubio comprendió que Sasuke era como el aire, libre y sin ataduras, un misterio para él y para muchos…

 

 

Algo efímero y ligero.

 

 

—Puedo intentarlo.

 

 

—Yo también…

 

Notas finales:

 

Espero les gustara, si es así por favor decirme, espero sus comentarios, hoy a sido un buen día y me siento muy emocionada.

 

Les quiero mucho.

 

Nos vemos


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