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Tu destino está atado al mío por yue-sama

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Notas del capitulo:

Hola, hoy vengo temprano y espero les guste como a mí, como voy apurada no pondré mucho.

 

Espero disfruten el cap.

 

Aquí el cap.

—Oye, ¿qué haces? —dijo Gaara al verlo ir directo hacia los postres que eran exhibidos.

 

 

Habían decidido salir a comprar algunas cosas juntos, y, cuando Gaara sintió el aroma del café de la panadería, se le antojó uno, así que le dijo a Naruto, quien prácticamente había brillado para luego asentir alegremente, por lo que supo que había gato encerrado.

 

 

—Compro un postre para llevar —dijo como si fuera normal.

 

 

—¿No tendrías que comértelo aquí, conmigo?

 

 

—Ah sí… —rió nervioso—. Claro.

 

 

—¿Qué es lo que no me estás contando, Naruto Namikaze?

 

 

—Disculpen, ¿qué les puedo ofrecer? —habló el chico que atendía, por lo que Gaara miró con atención a Naruto.

 

 

—Amm… Dos cheesecake, por favor. Uno para comer aquí y el otro para llevar…

 

 

—Yo quiero un café y un pie de manzana —dijo Gaara frunciendo sus bonitos labios.

 

 

Entonces, en cuanto el joven asintió, Gaara no aguantó más el misterio y arrinconó al rubio contra la repisa sin importarle que la gente los viera, luego se acercó para intimidarlo un poco.

 

 

—¿Qué haces? —dijo nervioso.

 

 

—¿Para quién es la otra rebanada? ¿Es para Haku?

 

 

—¿Qué? —Naruto reaccionó y asintió rápidamente, pero Gaara lo miró no muy convencido.

 

 

—Bien —soltó y se alejó—, entonces dile que se lo mando yo —al oír eso Naruto hizo una cara de ofendido y puso las manos en sus caderas haciendo un mohín.

 

—Entonces cómpralo con tu dinero

 

 

—No llevarás dos pedazos para él, no es un pollito de engorde —dijo divertido—. Su cuerpo es hermoso tal como está ahora.

 

 

Naruto bufó contendiendo algunas palabras poco elocuentes mientras Gaara se sentaba cerca del ventanal, entonces, el rubio lo siguió, y al sentarse miró distraído hacia la calle pensando en que esa rebanada de pastel no era para Haku, sino para Sasuke, tan sólo que no le comentaba nada a Gaara porque no quería hacerse ilusiones, después de todo, si las cosas salían mal, seguro llegaría llorando a donde Gaara y él le diría el clásico “Te lo dije”. Así que, era mejor no hacerlo, así, si salía lastimado, aguantaría todo él solo, tal como siempre lo había hecho.

 

 

Se sobresaltó cuando sintió que su mano era acariciada y miró al pelirrojo con el ceño fruncido, este le acariciaba la mano mientras sonreía sensual.

 

 

—¿Qué demonios haces? —dijo en un murmullo y Gaara bufó divertido.

 

 

—Mira a esas chicas —dijo inclinándose para acercarse a él—, se están muriendo al vernos hacer esto. Son fujoshis…

 

 

—Pero… —no pudo terminar de hablar al sentir como Gaara besaba su cuello chupándolo ligeramente, entonces se estremeció y un vergonzoso gemido salió de sus labios, pero fue opacado por el gritillo que esas niñas dieron. Se avergonzó por completo.

 

 

Gaara se despegó de él con una enorme sonrisa de diablo y sus ojos verdes brillando divertidos, entonces, Naruto lo pisoteó fuerte bajo la mesa, haciendo que siseara del dolor y que lo mirara con el ceño fruncido.

 

 

—Ni que supieras tan bien —dijo—. Sabes a sudor.

 

 

—¿Quién te manda a…? —nuevamente fue cortado por el mesero.

 

 

—Aquí están sus pedidos.

 

 

—Muchas gracias —dijo Gaara guiñándole el ojo, por su parte, Naruto bajó la mirada apenado, sabía que Gaara estaba orgulloso de su orientación sexual, no se inhibía para nada, contrario a él.

 

 

En ese instante, sus ojos se abrieron sorprendidos y jadeó asombrado al ver como el hilo rojo de Gaara se conectaba al de la persona que los atendía, así que levantó la mirada rápidamente y se congeló.

 

 

—¡Hey, bonito muñeco! —dijo el mesero con una sonrisa de galán y con su traje pegándose a su fornido cuerpo.

 

 

—Sai…

 

 

—Qué bueno verte de nuevo. Sasuke no me permitió tener tu celular ni mucho menos tu dirección —dijo con una mueca de tristeza.

 

 

—Ah, sí. Yo… —estaba desconcertado, no podía dejar de mirar el hilo que colgaba entre esos dos.

 

 

—¿Estás bien? —dijo Gaara—. ¿Acaso es tan guapo que te deja tonto?

 

 

—No, es que… Sai…

 

 

—Lo siento, muñeco, será en otra ocasión, el deber llama. Nos vemos y que disfruten su orden.

 

 

Naruto lo vio alejarse y tragó grueso, ¡¡era increíble!! Había encontrado a la pareja destinada de Gaara, estaba tan feliz por él, sin embargo, nuevamente se guardó el descubrimiento. Por su parte, Gaara lo miró como si fuera la cosa más extraña que existiera.

 

 

—¿Sabes qué? Mejor come, cariño.

 

 

Naruto sonrió y asintió.

 

 

*

*

*

 

 

El rubio escuchó como tocaban la puerta de su casa y fue a abrir de inmediato, se sentía nervioso, pero eso no evitó que sonriera encantando al ver a Sasuke del otro lado, el peliazul parecía un poco molesto, sin embargo, eso no detuvo la caricia que fue dada en la mejilla de Naruto. Entonces, el rubio se hizo a un lado y Sasuke se metió, era la primera vez que él estaba en su casa, así que había ordenado un poco —quizás a la carrera—, por lo que cuando lo vio inspeccionando con discreción el lugar, sonrió más. Fue rápidamente a la cocina y sacó el pedazo de cheesecake de la nevera, luego lo llevó hacia el peliazul, que, al verlo, cambió su expresión rápidamente dejando salir un gran suspiro y sonriendo levemente.

 

 

—Gracias, princesa —dijo ronco—. Haces que todo vaya bien, aun cuando haya sido un día de mierda.

 

 

Sasuke se acercó y besó sus labios, tal como si fuera algo natural entre ellos, por lo que Naruto no pudo evitar devolverle el beso, dejando que sus labios se acariciaran y jugaran entre sí.

 

 

Sasuke lo agarró con fuerza y se relajó contra su cuerpo, había tratado de conseguir trabajo, pero se lo habían negado, luego intentó que sus pinturas fueran exhibidas en un museo, pero tampoco había resultado, y por ello, sus ánimos habían comenzado a decaer, a pesar de que sabía que su vida de artista no era fácil. Afortunadamente, todos los malos sentimientos, se habían ido al ver a Naruto siendo tan perfecto.

 

 

Se separó lentamente y agarró la pequeña porción de pastel mientras sonreía, luego se sentó en el sillón y atrajo a Naruto contra sí, en ese instante, sus labios volvieron a juntarse, siendo esta vez más rudos, dominó el beso de inmediato y el dulce jadeo del rubio murió en su boca, así, lo acomodó en su regazo y lo agarró de la cadera, no había curvas exageradas, pero aun así se sentía bien.

 

 

Cuando comenzaba a sofocarse, Naruto se separó un poco, mirándolo con esos intensos ojos azules, ahí, viéndolos tan próximos, se prometió a sí mismo pintarlos, aunque fuera la última cosa que hiciera.

 

 

—Sasuke —jadeó contra él y eso fue todo lo necesario para encenderlo, después de todo, él era un hombre de poca voluntad.

 

 

Sus labios codiciosos bajaron lentamente por el cuello de Naruto, pero, al ver el chupón que comenzaba a tornarse de un rojo muy fuerte, paró de inmediato, entonces, su enojo creció enormemente, así que levantó la mirada para enfrentarlo.

 

 

—¿Qué es lo que tienes aquí? —dijo con saña mientras picoteaba con un dedo el lugar donde se estaba formando el chupete.

 

 

—¿Qué? —dijo confundido.

 

 

—No te hagas —contestó ronco.

 

 

Naruto intentó ponerse serio y tocó el lugar que Sasuke miraba con tanta saña, en ese momento recordó que hace tan sólo unas horas Gaara había agarrado y chupado su hermoso cuello, entonces, al entender que sucedía se le formó un nudo en el estómago y rió nervioso, notando que Sasuke lo fulminaba con la mirada.

 

 

—Bueno, pues… no fue nada —dijo moviendo los hombros, tratando de restarle importancia.

 

 

—¿No fue nada? —dijo con tono cínico—- ¿Qué alguien chupe este hermoso cuello no es nada?

 

 

—¿Esos que son, Sasuke? ¿Celos o reclamos? —dijo con aires de rey, devolviéndole una sonrisa cruel y consiguiendo que Sasuke bufara, frunciendo aún más las cejas.

 

 

—Acaso…

 

 

—Escucha —dijo Naruto poniéndose firme—, ¿acaso yo tengo que aguantar ver todos los arañazos que esas gatas te dejan en la espalda y tú no puedes soportar ver una marca de amor en mí? Eres tan injusto —dijo con una falsa mueca de tristeza.

 

 

Sasuke lo miró mal, y, aunque estuvo tentado a apartarlo de su regazo, no lo hizo, sin embargo, eso no evitó que quisiera restregar su cuello para quitarle esa mancha que no había sido hecha por él.

 

 

El enojo tan sólo crecía dentro de su pecho haciéndole apretar las manos en las caderas de Naruto. Si el rubio pensaba que podía ganarle en su propio juego estaba muy equivocado, se relajó y puso una sonrisa de chulo, haciendo que Naruto se desconcertara pues, cuando pensaba que al fin había acorralado a Sasuke, este siempre le volteaba la moneda.

 

 

—¿Ah sí? ¿Cómo mis gatas? Pues estoy seguro de que pronto, tú, estarás haciendo lo mismo.

 

 

Después de eso, fue cuestión de segundo para que Naruto estuviera recostado en el sillón con las piernas abiertas, luego Sasuke le bajó rudamente los pantalones haciéndolo jadear y abrir los ojos con asombro e incredulidad. ¿Qué demonios estaba haciendo Sasuke? Sin embargo, no pudo seguir pensando en eso cuando lo vio bajar la cabeza con sus ojos mirándolo intensamente, así que intentó no gemir.

 

 

—¿Qué haces?

 

 

Sasuke no contestó, y, sin perder contacto visual, llevó una de sus manos por encima de su bóxer acariciando su miembro, que pegó un tirón, entonces, el rubio se alarmó y casi sale corriendo de ahí.

 

 

¿Por qué algo tan normal como el sexo —algo que el disfrutaba—, lo estaba haciendo sentir tan inseguro? No sabía si era porque el simple hecho de que Sasuke era virgen —al menos en cuanto a hombres se refería—, lo ponía súper nervioso o era tan sólo por tratarse del mismo Sasuke, sin embargo, tenía que hallarle el lado mordaz a la situación, así por lo menos le haría pagar un poco y le daría de su propio veneno.

 

 

Así, cuando sintió que su bóxer era bajado un poco para sacar su miembro, mordió su labio suavemente, estaba muy sensible, había pasado un tiempo desde que tuvo relaciones y ahora todas las sensaciones eran sumamente intensas. Sintió vergüenza al ver como Sasuke miraba su entrepierna mientras la abarcaba casi toda con sus grandes manos, por lo que no pudo evitar sentirse un poco inferior.

 

 

—¿Así que un virgen me quiere dar una mamada? —dijo burlón, aunque por dentro estuviera tragándose un gemido, sin embargo, ni siquiera así pudo ver el orgullo de Sasuke quebrándose.

 

 

—Pues este virgen te va hacer llorar.

 

 

Y así, sin más, había metido su pene en su boca provocándole un gemido, la humedad fue todo lo que necesito para perderse mientras la leve succión lo hacía tensarse. Sasuke estaba arrodillado entre sus piernas —sosteniéndolas para que no las cerrara—, y succionando suavemente su pene, haciendo que echara la cabeza para atrás al comenzar el sube y baja.

 

 

Contrario a lo que supuso, el peliazul no era torpe, de hecho, parecía experimentado, haciéndolo gimotear al succionar con fuerza, y, sin poder evitarlo, llevó una de sus manos hacia el cabello de Sasuke jalándolo fuertemente, mientras este sólo lo miraba fijamente continuando con la succión.

 

 

Un momento después, su vientre comenzó a cosquillear y supo, con vergüenza, que estaba por venirse, así que apartó la mirada cerrando los ojos con fuerza mientras Sasuke bajaba la intensidad rápidamente, como si supiera lo que estaba pasando, luego apartó la boca y cerró su puño a su alrededor, provocando que Naruto gimoteara abriendo los ojos y mirándolo con súplica, sin embargo, Sasuke solo negó relamiéndose los labios y sonriendo sensualmente, para poco después, cuando se calmó nuevamente, llevarlo hacia su boca comenzando una vez más con las pequeñas succiones.

 

 

Naruto se estremeció, teniendo pequeños espasmos, Dios… lo estaba tomando como un puto dios. Estaba tan excitado que, cuando los dientes rozaron, siseó de dolor y placer a la vez. Todo era tan intenso, la ropa se le pegaba gracias al sudor, tenía los labios rojos a causa de tantos mordiscos y sus ojos comenzaban a ponerse llorosos, así que se maldijo al saber que perdería nuevamente contra el pintor.

 

 

Pasaron unos minutos así, y, cuando estaba por llegar de nueva cuenta, Sasuke se lo volvió a impedir, logrando que Naruto suspirara desesperado y sin aliento.

 

 

—P-por favor… —dijo ansioso, viendo cómo esos ojos oscuros se llenaban de una intensidad malsana.

 

 

Después de ahí, no hubo piedad, Sasuke succionó la punta de su miembro y después lamió todo su contorno, y, cuando todo volvió a sentirse lejos para Naruto, se vino fuertemente entre gritillos de placer.

 

 

Sasuke se apartó antes de que el semen golpeara su cara y miró su obra de arte, ahí estaba Naruto, desecho y sin fuerzas, respirando agitadamente mientras él lo masturbaba, buscando que hasta la última gota saliera, sin embargo, aun cuando eso pasó, siguió acariciando la sensible carne, haciendo que Naruto se arqueara.

 

 

—Basta —dijo el rubio entre sollozos mientras su cuerpo temblaba.

 

 

En ese momento, Sasuke se dijo que no había visto cosa más bella que esa, aunque seguro sin ropa hubiera sido más épico de retratar en su mente. Se relamió los labios pensando en ello, y, cuando sintió completamente blando el pene en su mano, lo soltó, levantándose y estirando su cuerpo entumecido por el largo rato que pasó arrodillado, notando, además, que el sabor en su boca no se había ido, pero importándole poco ese detalle, ya que le importaba más ver al pequeño rubio tratando de recuperarse del orgasmo vivido.

 

 

Finalmente, se acercó como un animal, sigiloso e imponente, y se apoderó de los labios mordisqueados, usando su lengua para jugar con la contraía y logrando que ambos gimieran por el contacto, mientras Naruto intentaba sostenerse de él.

 

 

—Te dije que te haría llorar, princesa.

 

Y así, sin más, se separó de su cuerpo sentándose en el suelo y agarrando el control del televisor para prenderlo, luego tomó la rebanada de cheesecake que había sido olvidada y comenzó a comérselo sin ningún problema.

 

 

Por su parte, Naruto intentó no sentirse utilizado, pero se había quedado ahí, ignorado, con su amiguito de afuera y cubierto de semen que pronto se secaría, dejándole vergonzosas manchas de un culposo placer.

 

 

—¡Mierda! Eres un insoportable —bramó.

Notas finales:

Espero les gustara, el primer comentario se llevara un dedicación para el próximo.

 

También Espero saber que les pareció.

 

Nos vemos


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