Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Tu destino está atado al mío por yue-sama

[Reviews - 243]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Hola! Sé que me fui sin decir nada, y que ha  pasado un tiempo considerable

En este tiempo que paso me alegraba el no escribir…

Se sentía bien no tener que preocuparme por sacar un capitulo…. Pero tengo que ser sincera cuando me senté a escribir este cap recordé y volví a sentir ese sentimiento que siempre me ha dado al escribir, me sentí dichosa.

Me disculpo por la tardanza, pero volví! Espero les guste y sigan dándome su apoyo.

 

 

Su cuerpo quiso colapsar y su respiración errática no podía ser callada, así que, cuando sintió unos pasos cerca de él se quedó tan quieto como pudo, pronto una luz —que parecía provenir de un celular— le cegó por un momento, impidiéndole ver quien era la persona que sostenía el teléfono, pero estando seguro de que era un hombre. Segundos después, sus brazos fueron jalados y todo el aire abandonó sus pulmones, haciéndolo removerse inquieto, asustado como nunca antes lo había estado.

 

 

—Basta. Suéltame… suéltame —exigió con la voz rota, pero las manos bruscas de aquella persona no le soltaron, por el contrario, ejercieron más fuerza para atraerlo contra su pecho, abrazándolo, en ese instante sus piernas se le debilitaron mientras sollozaba.

 

 

—Shh, shh, soy yo… Tranquilo.

 

 

Estaba a nada de perderse en la bruma del horror, pero pudo reconocer esa voz de inmediato, así que se aferró a su camisa y comenzó a temblar fuertemente.

 

 

 —Sasuke…

 

 

Los fuertes brazos del peliazul lo sostuvieron, entonces, sus piernas cedieron y jadeó al sentirse caer, siempre se había dicho que era un hombre adulto, que ya no era aquel chiquillo lleno de miedo, pero momentos como esos le recordaban lo patético que podía ser.

 

 

Sasuke lo jaló hacia el sillón, sentándolo en su regazo y él se permitió perderse en las caricias que eran otorgadas a lo largo de su espalda. Finalmente, su cuerpo se relajó y terminó de sollozar tristemente contra el pecho del artista.

 

 

—Sabía que le tenías miedo a la oscuridad… pero no me imaginé que sería hasta el punto de entrar en histeria —dijo el azabache cuando sintió el ambiente más ligero, sin embargo, Naruto negó, no se trataba de simplemente tenerle miedo a la oscuridad, había una historia tras eso, pero sabía que muchas personas no comprenderían eso y era mejor así, al menos así, él podía ser un “chico normal” para todos.

 

 

Negó suavemente y levantó la cabeza, sus manos heladas buscaron el rostro de Sasuke, acariciándolo, y, ya que no sabía si su voz saldría rota al hablar, prefirió guardar silencio, no quería verse más patético de lo que ya se sentía.

 

 

 —Aquí estoy…

 

 

Susurró muy cerca de sus labios y el rubio suspiró, acercándose lentamente a ellos y besándolo casi a ciegas, Sasuke pareció no darle mucha importancia, correspondiendo el beso rápidamente, no fue agresivo, al contrario, fue muy respetuoso.

 

 

Sus labios jugaron entre sí por varios minutos mientras Sasuke seguía acariciando su espalda, dándole un apoyo sin saberlo.

 

 

—¿Me hablarás o no escucharé tu voz por el resto de la noche, princesa? —las manos de Sasuke sostuvieron su rostro y Naruto simplemente negó, pudo escuchar el pequeño suspiro del artista, por lo que se mordió el labio en respuesta.

 

 

—Entonces creo que mejor me iré…

 

 

Sin embargo, Naruto se aferró a él como si fuera un pequeño niño lastimado y en el pecho de Sasuke su corazón tembló, la impotencia creció rápidamente en él, quería reclamar y obtener respuestas, ¿por qué estaba así por un simple apagón de luces? ¿Por qué no quería hablar? ¿Qué pasaba?

 

 

¿Por qué a pesar de no verlo lo sentía tan frágil entre sus brazos?

 

 

Comenzaba a matarle el sentimiento que se incrustaba en su pecho, no lo dejaba respirar claramente, así que lo agarró de las piernas y se acomodó mejor, recostándose con Naruto encima suyo, escondiendo su cara en su pecho mientras él sólo podía abrazarlo y respetar el silencio del rubio, aún sin saber qué le ocurría.

 

 

Había sido un largo día para Sasuke, así que no fue sorpresa que después de un rato no volviera abrir los ojos, y, cuando eso pasó, Naruto se permitió llorar, pero esta vez más tranquilo, con la calma de saberse protegido entre ese par de brazos que parecían alas.

 

 

Cuando la mañana llegó, el sol entró con fuerza por la ventana alumbrando la sala de estar, entonces, Sasuke abrió los ojos y quiso moverse, pero el peso encima suyo se lo impidió, pronto recordó todo lo que había pasado ayer y se sintió extraño, nunca en su vida se había quedado acurrucado con nadie por las noches, era cálido… era algo que se sentía correcto, así como todo lo que hacía con Naruto.

 

 

Lo admiró un poco, resguardándolo aún más con su brazo, y, aunque le dolía la espalda, ya que el sofá no estaba hecho para dormir, no sintió la necesidad de ser grosero y quitárselo de encima, en su lugar, esperó por casi una hora para que Naruto abriera sus ojos y le mostrara lo hinchados que los tenía, pero, lo que más le molestó, fue notar la tristeza oculta en lo profundo del azul.

 

 

Tan azul como el mar.

 

 

Finalmente, Naruto le sonrió y eso sólo terminó por quebrarlo un poquito más… porque nunca en la vida había visto una sonrisa tan triste como esa.

 

 

No lo soportó, así que lo jaló hacia su boca y le dio un beso, una caricia que quería hacerle llegar hasta el corazón. Pensó, egoístamente, que quería una sonrisa que fuera sólo para él, tal como el sol, radiante y llena de paz.

 

 

Tan sólo quería a su princesa de vuelta

 

 

—Buenos días… —susurró Naruto.

 

 

—Buenos días. Tu sofá no es muy cómodo y mucho menos cuando un hipopótamo duerme encima de ti.

 

 

Sasuke sonrió al ver la clara indignación en sus ojos, “Así es, vamos”, pensó. Por su parte, Naruto le dio un manotazo saliendo de encima de él y abrió la boca para reclamarle.

 

 

—¿¡Cómo te atreves!?

 

 

—Eres tan bonito cuando te enojas —dijo de pronto y Naruto se sonrojó.

 

 

Segundos después, Sasuke reaccionó y se maldijo internamente al ver que tan duro estaba cayendo por Naruto, un simple hombre, un hombre que nunca debió cruzarse en su camino.

 

 

--------------------------------------------------

—Mamá, no tenías porqué venir.

 

 

—No podía estar tranquila desde que te llamé. Sé que no debí decírtelo así, pero… estaba asustada.

 

 

Naruto se contuvo de decirle que él lo estaba aún más, en cambio, sólo intentó comportarse relajado, como si esa etapa de su vida hubiera sido superada fácilmente. Amaba a sus padres, no quería ponerles más cargas emocionales de las que ya tenían.

 

 

—Pero no pasa nada.

 

 

—Naruto —le llamó la atención—, soy tu madre, no puedes mentirme…

 

 

—Basta, no creas que te miento.

 

 

—Todos estos años vi en lo que te convertiste, un buen actor lleno de mentiras y falsas emociones. Perdí a mi hijo hace mucho tiempo atrás, perdí tus sonrisas verdaderas. Ya no puedes engañarme.

 

 

En ese instante Naruto se quebró, su sonrisa y confianza se borraron, sintiéndose desnudo. Sin embargo, la cálida mano de su madre tomó la suya mientras le sonreía con lágrimas en los ojos.

 

 

—…

 

 

—Pero… a pesar de todo eso, yo nunca dejé ni dejaré de amarte.

 

 

Kushina lo atrajo a su pecho, abrazándolo, por su parte, Naruto estaba perplejo, por un momento se sintió sólo como un cascarón vacío, pensó en la vida que había construido hasta ahora siendo derrumbada por unas simples palabras. Se cuestionó tanto en un par de segundos, y, cuando no pudo más, se aferró a lo único que estaba ahí presente, su madre…

 

 

La abrazó con total desesperación, sin lágrimas y sin palabras, pero con un férreo sentimiento de pérdida, sin embargo, se dijo a sí mismo que lo que había vivido los últimos años, sus mejores recuerdos… todos eran reales, cada uno de ellos había valido la pena, eso no era fingido, simplemente era él siendo aquel niño que antes fue. Sonrió sinceramente, encontrando al fin su equilibrio.

 

 

—Estoy bien, mamá —dijo tranquilo—. Simplemente fue un punto de quiebre.

 

 

—Estoy tan orgullosa de ti —dijo ella separándose y viéndolo a los ojos.

 

 

Su madre era hermosa, sus canas le daban la edad y sus arrugas adornaban su piel, pero ella seguía siendo hermosa y Naruto estaba tan agradecido con ella.

 

 

—Gracias —la besó en la frente y ella lo palmeó, limpiándose las lágrimas.

 

 

—Disculpa a esta vieja —se señaló—. Siempre traigo cosas del pasado al presente sin darme cuenta de que tú ya lo superaste.

 

 

Él creía haberlo hecho, pero no había sido así, sin embargo, no lo dijo, no al darse cuenta de la verdad, su madre seguía atrapada en ese pasado, quizás atormentándose por no haberlo cuidado, atormentándose porque fue su propia sangre la que le hizo tanto daño. Lamentablemente, ella seguía aguantando todo el dolor y la vergüenza.

 

 

Sí… su madre todavía vivía en ese pasado, y Naruto sintió mucha pena, pues todos se esforzaron para que él resurgiera de las cenizas, pero… ¿quién había ayudado a sus padres? Nadie…

 

 

En ese momento se dijo que era tiempo de perdonar, que era tiempo de que todos fueran libres de aquellas pesadas cadenas.

 

 

De pronto el celular de su madre sonó y rompió aquella burbuja, Kushina contestó de inmediato, con su cara mostrando dureza y sus ojos cruel frialdad.

 

 

No hubo palabras, al menos no hasta antes de colgar.

 

 

—Entiendo —había dicho con voz apagada y Naruto apretó los puños al verla colgar.

 

 

—¿Mamá? ¿Está todo bien?

 

 

—Nagato —dijo con cautela viéndolo directo a los ojos—. A Nagato le negaron la petición de libertad condicional…

 

 

No supo definir bien lo que sintió en ese momento. ¿Se sentía aliviado? No lo sabía, pero de algo si se dio cuenta, su madre lo estaba, lo podía ver en sus ojos atormentados. Era duro darse cuenta de una realidad distinta, quitarse la venda de los ojos.

 

 

Agarró la mano temblorosa de su madre y sonrió tranquilamente.

 

 

—Estaremos bien. Estaremos bien…

 

 

Ella le había sonreído de vuelta, después de eso la había llevado a comprar algunas cosas, y, entre charlas tranquilas, la acompañó hacia la estación de trenes. Miró a su papá levantándose de una banca y Kushina cobró vida de inmediato, Naruto pudo ver como su hilo rojo brillaba y lo admiró por un rato, dándose la oportunidad de ver algo tan hermoso como el amor verdadero.

 

 

Cuando Minato lo llamó, Naruto se acercó fundiéndose en un apretado abrazo, luego jaló a su madre abrazándola igualmente, y todos rieron suavemente, rompiendo esa fina capa de tensión que se instaló al principio.

 

 

--------------------------------------------------

—¡¡¡Esto es increíble!!! —dijo Hinata emocionada—. ¿No te parece?

 

 

Los días habían pasado y Hinata había llegado a buscarlo para pedirle otro favor, y como siempre, él no pudo negarse. Se trataba de una fiesta temática sobre el Japón antiguo, era un gran evento para las personas amantes de esa era. Varios vestían como samuráis, otros como cortesanas y algunos más como señores feudales.

 

 

El suave sonido del shamisen animaba el ambiente y las conversaciones se oían ruidosamente altas. El dulce sake estaba en sus cuerpos volviéndolos menos consientes del momento.

 

 

—Sería increíble si no me hicieras actuar, ¿por qué siempre te aprovechas de mí?

 

 

—Ah —dijo risueña —, porque eres mi amigo, claro.

 

 

—Ese no es motivo suficiente. ¡Me hiciste desnudarme y ahora me haces esto!

 

 

Hinata gruñó y jaló fuertemente su obi, al sentirlo, Naruto tuvo que agarrarse del escritorio aguantando la respiración, pronto Hinata lo dejó y se alejó para ver la obra terminada.

 

 

—¿Alguna vez te han dicho que te ves hermoso como mujer?

 

 

—Una mujer calva, por cierto —dijo señalando su cabeza donde tenía una calva postiza, haciendo reír a Hinata, quien se acercó a la peluca negra y completamente lisa para luego ponérsela en la cabeza a Naruto, dando por finalizado su arreglo.

 

 

—Listo, esto fue difícil. Todavía no entiendo como los actores reales de kabuki hacían esto.

 

 

Naruto se acercó a un espejo de cuerpo completo y se prometió a sí mismo que, si se miraba ridículo, no saldría ni aunque Hinata le pagara un millón de yenes, afortunadamente no fue así. Se miraba alto y elegante, sus ojos azules contrastaban con la peluca negra y llevaban el maquillaje correctamente puesto, su piel canela había sido pintada con blanco y sus labios ahora eran rojos.

 

 

Finalmente, alcanzó los adornos que se ponían en el cabello, acomodándolos y estando listo, entonces Hinata aplaudió y comenzó a caminar hacia el pequeño escenario donde estarían siendo exhibidos mientras miraba a sus demás compañeros.

 

 

Todos estaban bien vestidos, pero él era el único vestido con un kimono largo y pesado, la única mujer del grupo, al verlo, todos silbaron y aplaudieron, por su parte, Naruto sonrió y dio una vuelta, comenzando a alinearse cuando escucharon el tsuzumi siendo tocado.

 

 

Hinata corrió hacia él para tenderle un abanico y Naruto lo abrió casi al mismo tiempo que las cortinas estaban siendo abiertas. Todo el público jadeó con conmoción al verlos ahí parados y rápidamente comenzaron a acercarse, Naruto jugueteó un poco, escondiendo la mitad de su rostro tras el abanico logrando que todos los que lo miraban quedaran cautivados con sus ojos azules.

 

 

Fue una larga noche con muchos halagos y en la que robó varios suspiros. Para cuando la fiesta había acabado ya le dolían las piernas, usar getas y mantener el equilibrio había sido su perdición, afortunadamente Hinata le había pagado el taxi, así que se despidió y salió rápidamente de ahí, maniobrando para no caerse con ese kimono, el taxista lo miró, pero rápidamente apartó la vista, demostrando educación que Naruto agradeció, ya que después de haber sido visto por horas, simplemente quería llegar a su casa y descansar.

 

 

Cuando llegó, notó un bulto cerca de su puerta, era Sasuke encogido sobre sí mismo, parecía dormido, pero su pelo azul brillaba juguetón debajo de ese gorro. Se acercó de inmediato y tocó su hombro, por lo que Sasuke rápidamente alzó la mirada, sus ojos brillaron con fuerza y sus labios quisieron abrirse para decir unas palabras, pero simplemente no pasó y Naruto comprendió la razón.

 

 

—Soy Naruto

 

 

—Y no lo dudé ni por un segundo —se levantó del suelo—. Reconocería esos ojos donde fuera.

 

 

El rubio se sintió halagado, abrió la puerta y se adentró sintiendo la presencia de Sasuke tras él, dejó sus bolsas tiradas casi en la entrada y rápidamente se quitó las getas para luego tratar de quitarse el obi, pero Sasuke se pegó a su cuerpo por detrás, respirándole en el cuello, y de una manera lenta, soltó el nudo. Una vez suelto, comenzó a deslizar el pedazo de tela fuera de su cintura, mientras Naruto contenía el aliento y miraba de reojo la perversión que reflejaban aquellos ojos oscuros.

 

 

Y entonces recordó… Sasuke se la debía.

 

 

Se alejó a paso lento, casi incitador, y agarró el abanico, haciendo un movimiento sensual al pasarlo cerca de sus labios para luego dejarlo sobre le mesa, entonces comenzó a quitarse el kimono, lentamente, capa por capa, hasta dejar una simple bata que aflojó lo suficiente para dejar ver sus hombros en donde se terminaba la pintura blanca y resurgía el bronceado de su piel.

 

 

Deshizo el peinado que llevaba, dejando caer el falso cabello largo y miró de reojo a su presa, quien lo miraba casi hipnotizado. Finalmente se acercó a él y pasó su mano por su propio rostro, corriendo el labial rojo para luego pasarla por los labios de Sasuke, mirándolo directo a los ojos e incitándolo susurró cerca de él.

 

 

—Qué espera, señor…

Notas finales:

Este es el dibujo del cap, lo hice yo y espero les gustara, quise traerles algo bueno.

NARUTO -DAR CLIK PARA VER-

Muchas gracias por leer.

Nos vemos


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).