Sasuke lo miró atento, sin pestañear, haciendo que Naruto sintiera su vientre calentarse. Entre ellos había magnetismo y cada facción de sus rostros demostraba ese deseo.
Naruto jaló a Sasuke del cuello suavemente y lo besó, entonces, sus labios chocaron sensualmente y el peliazul aprovechó para mordisquear el labio inferior del rubio mientras sus grandes manos abarcaban su cuello, atrapándolo contra sus labios.
Sus lenguas se buscaron ansiosas y se encontraron entre dulces jadeos, sus respiraciones se combinaron y Naruto fue consciente del momento en el que Sasuke desató el nudo de su bata, la cual se aflojó lo suficiente como para poder quitársela, sin embargo, simplemente se abrió, mostrando por completo su piel cubierta sólo por el pequeño bóxer blanco que llevaba puesto. Entonces, su trasero fue apretado, haciéndolo gimotear al separarse del beso, soltando el dulce sonido directamente contra el oído de Sasuke mientras lo abrazaba por el cuello.
—Princesa —dijo ronco—, que bonito gimes…
Su voz le derritió el oído y todo su ser, su piel se erizó de inmediato, y, al diablo la venganza, ya habría otro día para ella, ahorita mismo sólo le importaba tener al mismísimo Sasuke queriendo comérselo. Se pegó descaradamente al cuerpo del peliazul y sintió la dureza de Sasuke chocar contra su vientre, haciéndolo sonreír.
—Estás reaccionando a mí.
—¿Y cómo no lo haría?
Y sin más, sus labios fueron tomados de nueva cuenta, y esta vez todo fue más feroz y apurado. Naruto empujó la chaqueta de Sasuke fuera de su cuerpo y rápidamente le quitó la camisa, mostrando ese torso tan bien esculpido. Tuvo que separarse un poco para quitar completamente la camisa, botando el gorro del peliazul en el proceso y notando el tatuaje que estaba en sus costillas, se trataba del casco y la máscara de un samurái, y casi se le va el aliento.
—Naruto, ¿qué es lo que ves? —dijo en voz baja—. ¿Mis tatuajes?
Sin embargo, Sasuke no le dejó responder, y curvando sus labios en una sonrisa sensual se fue contra los contrarios de nueva cuenta, haciendo que el rubio se aferrara a los fuertes hombros, dejándose tocar.
Los labios de Sasuke fueron bajando por su mandíbula hasta llegar a su cuello, por su parte, el peliazul agarró sus piernas y lo cargó, avanzando a ciegas hasta su cuarto, en donde abrió la puerta para luego dejarlo en la cama, subiéndose encima de él de inmediato, en respuesta Naruto abrió las piernas, logrando rozar ambas entrepiernas y gimoteando por el placer.
Había un punto ciego cuando él tenía relaciones, la mayoría de las veces no sentía, simplemente se dejaba llevar, pero en esos momentos, con Sasuke entre sus piernas y bajando sus labios cada vez más, sintió un fuerte calor en todo su cuerpo. Agarró con fuerza el cabello azul y sintió como Sasuke resoplaba contra su vientre, sus labios calientes chuparon una marca en ese mismo lugar, casi mordiéndolo, mientras sus caderas eran agarradas bruscamente, y así, sin más palabras, Sasuke comenzó a bajar el bóxer para dejarlo desnudo, con nada más que una simple bata enredada en sus brazos. Después de eso, sus muslos fueron mordidos, provocándole escalofríos que hacían que sus caderas se movieran de una manera casi incitadora.
Levantó la cabeza viendo a Sasuke, que parecía un animal feroz encima de él, listo para el ataque, mientras sus ojos negros irradiaban sexualidad, eso provocó que sus músculos se contrajeran deliciosamente, haciéndolo jadear sin aire, entonces, su pene fue tocado y pronto el puño se comenzó a mover de arriba hacia abajo, por lo que reaccionó casi inconscientemente, jalando a Sasuke hacia arriba y comenzando otro beso, que fue cortado por su fuerte gemido cuando el puño del peliazul se encerró más contra su miembro.
Sus alientos calientes se tocaron y se devoraron con los ojos, nadie parecía ceder, entonces Sasuke se detuvo y llevó lentamente su mano hacia abajo, tocando sus nalgas y suavemente buscar el camino a su entrada y el rubio gimió.
—Me vas a volver loco —dijo Sasuke besando su cuello y mejillas.
—Sasuke —jadeó.
Entonces el peliazul levantó la mirada y se mordió el piercing que colgaba en su labio inferior.
—¿Dónde está el lubricante, princesa? No querrás que entre en seco, ¿o si?
Naruto tuvo que volver en sí para poder comprender lo que el pintor decía, y, cuando lo hizo, señaló el cajón al lado de su cama, entonces, el cuerpo de Sasuke se estiró y buscó en la gaveta, encontrando el pequeño bote.
—Abre las piernas —ordenó y Naruto lo hizo sin rechistar, entregándose sin vergüenza.
Sasuke lo admiró aun en la oscuridad, tocando suavemente su pecho, de manera casi efímera, para luego llevar la caricia hasta sus muslos abiertos, Naruto se arqueó en respuesta, sintiendo la vista de Sasuke quemar sobre su piel, haciéndolo gemir.
Escuchó como los dedos de Sasuke se humedecían y pronto fueron puestos en su entrada, acariciando con suavidad.
—T-tienes que ir d-despacio —dijo sin aire, sintiéndose impotente por querer el pene de Sasuke en su interior—, o me lastimarás…
Sasuke asintió concentrado, Naruto sabía que tenía que guiarlo, si bien, Sasuke era todo un playboy nunca había tenido sexo con un hombre, así que Naruto corría riesgo de que lo lastimara.
Sintió el primer dedo entrar con suavidad y apretó los ojos, hace tiempo que no tenía sexo, así que estaba completamente apretado, Sasuke gimió bajo al sentir su interior y Naruto sonrió de lado con las mejillas rojas.
—¿A qué quieres joderme fuerte? —dio moviendo las caderas y Sasuke quitó la vista de su entrada para verlo a los ojos, devolviéndole la sonrisa.
—Sí —dijo firme—, sólo quiero sentirte alrededor de mi pene.
Entonces, agregó un segundo dedo y Naruto echó la cabeza para atrás casi de inmediato, el peliazul había tocado su punto dulce, por lo que trató de retroceder rápidamente, pero Sasuke se lo impidió, en su lugar, lo aprisionó con fuerza contra la cama y lo besó rudo, sin detenerse hasta que Naruto casi se perdió en el placer otorgado, siendo incapaz de entender lo que Sasuke le decía por unos instantes.
—Naruto —llamó ronco—, ¿me escuchas?
—S-sí…
—¿Tienes alguna enfermedad?
—No…
Y después de eso todo fue muy rápido, sintió la presión en su entrada y se sorprendió, pero la intromisión ruda lo dejó callado, aferrándose con fuerza a las sábanas, dolía… el pene de Sasuke era grande y le estiraba por completo.
—P-para —dijo sin aliento—. Eres un bruto —gimió al sentir el suave movimiento de caderas.
—Es tu maldita culpa —dijo acercándose a sus labios—. Eres tan erótico.
Segundos después, sus piernas se enredaron en las fuertes caderas de Sasuke y este comenzó a moverse, ondulando la pelvis para entrar y salir del rubio, quien no pudo evitar comenzar a gemir más fuerte. El sudor estaba presente y los jadeos roncos de Sasuke empezaron a calentarle de sobre manera, así que llevo una de sus manos a tocar su propio pene masturbándose y viendo como el peliazul se alzaba para mirar el punto donde se unían, entonces tomó sus piernas y las abrió, tomando más impulso y haciendo que Naruto apretara los puños.
Escuchó el golpeteo que hacían sus pieles y quiso sentirse avergonzado, pero no pudo. Por su parte, Sasuke acomodó su largo cabello lleno de sudor y lo vio morderse sus labios más de una vez, lleno de placer.
Cuando las arremetidas se hicieron más fuertes, Naruto no pudo evitar arquear la espalda y venirse, manchando al abdomen de Sasuke, después de eso se sintió débil, así que cerró los ojos jadeando sin aliento, pero Sasuke no se detuvo, y continuó sobre estimulándolo.
—P-para, p-para —suplicó con la voz rota, gimiendo, pero Sasuke no paró, continuó hasta que todos sus músculos se tensaron cuando se vino.
Naruto sintió su interior cálido y se dejó caer sin fuerza contra el colchón, su pecho subía y bajaba sin control, y, cuando Sasuke abandonó su interior, se estremeció, luego lo sintió caer a su lado y abrió los ojos notando como lo miraba.
—Parece que alguien lo disfrutó mucho —se burló Sasuke y Naruto lo fulminó con la mirada.
—Maldito idiota —entonces, le dio la espalda, pero pronto fue abrazado por detrás juntando sus cuerpos y haciéndolo sonreír suavemente.
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Se despertó y sintió la baba deslizándose en su mejilla, se removió incómodo, sintiendo que su mano estaba enredada en cabello, así que se zafó de esa trampa mortal, y, con los ojos aún cerrados, se limpió la boca, entonces escuchó un claro bufido y una risa, así que abrió los ojos, y, al ver a Sasuke frente a él tomando un vaso de agua en tan solo unos apretados boxers, recordó todo lo que paso ayer.
Oh diablos, analizándolo bien, no podía creer lo que había hecho, ¿acostarse con su destinado? Sexo con Sasuke… Estaba por volverse loco, se levantó y gimió de dolor, su resentida entrada pedía descanso.
—Qué bueno que durmieras tan bien —dijo Sasuke con esa sonrisa maliciosa que siempre cargaba—, pero yo que tú, me daría un baño… Eres todo un desastre.
Naruto arrugó el ceño, claro que no quería escuchar exactamente esas palabras, quizás un “Qué increíble noche” o tal vez un “Amo tanto tu cuerpo”, algo por estilo no estaría tan mal, pero, ¿eso de que era un maldito desastre? Quiso pararse y darle un golpe.
—En especial ahí —señaló entre sus piernas y Naruto bajó la mirada notando el semen seco sobre su piel, entonces se avergonzó por completo y rápidamente se envolvió con la sabana. De una u otra forma, Sasuke siempre ganaba.
Escuchó la clara risa socarrona y rodó los ojos aun ruborizado, se levantó encargándose de que su piel no se viera, y entonces pasó de largo, pero, casi al entrar al baño, se volteó y lo miró de reojo.
—Me voy a bañar porque quiero, no porque tú me dijiste —bramó.
Y así, entró azotando la puerta infantilmente, es que, ¿cómo era posible querer y odiar a una persona al mismo tiempo? Naruto se esforzaba por querer a ese Uchiha, pero el desgraciado siempre lograba sacarlo de quicio.
¿Por qué Dios había pensado en alguien como él para hacerlo su destinado? Seguro era su castigo por lo que había hecho y Dios estaba riéndose de él en ese mismo momento.
—¿¡Qué demonios!? —gritó casi escandalizado, se quitó la peluca de inmediato y jadeó horrorizado al verse en el espejo, parecía el joker… no, es más, el joker se veía hermoso a comparación de él. Parecía todo un payaso con todo el maquillaje corrido, demostrando que había tenido una buena noche, el rojo se mezclaba con el blanco y estaban corridos por todo su rostro.
Soltó las sábanas y se quitó la calva postiza, entonces, se sorprendió más al notar las marcas de los besos y manos de Sasuke, parecía que pronto se tornarían moradas. Se mordió el labio inferior al tocar una que estaba en su muslo, dolía, pero algo en su cuerpo se calentaba al sentir ese pequeño dolor.
—Maldición…
Sasuke tenía razón… era todo un desastre, pero seguramente él había estado igual al despertar y había tomado un baño antes de que él lo viera. Con eso en su mente, agarró una toalla y la mojó para poder quitarse toda la pintura. Lección aprendida, nunca más tener sexo con maquillaje puesto.
Cuando vio su piel libre de maquillaje, suspiró, caminó hacia la regadera y comenzó a bañarse. Se tomó su tiempo, restregando su piel para quitar el semen seco y el resto de fluidos y suciedad.
Cuando salió del baño se sentía como un hombre completamente nuevo, sin embargo, al abrir la puerta no se esperó ver su habitación vacía, ¿Sasuke se había ido? Agarró unos bóxers y se los puso, luego se puso una camiseta y salió del cuarto.
Pudo escuchar pequeños ruidos provenir de la cocina así que se asomó y vio a Sasuke moviendo el culo mientras cocinaba el desayuno, por un momento intentó evitar que su corazón se alborotara como lo hizo, lamentablemente no fue así, sólo pudo sentir que su corazón se saldría de su pecho, así que al menos intentó que su sonrojo se fuera.
Entonces, Sasuke volteó a verlo y sonrió, era tan atractivo, su fuerte cuerpo se movió hasta él y lo jaló sólo un poco para poder besarlo, un suave roce de labios que dejó a Naruto completamente inquieto.
—Buenos días, por cierto —dijo Sasuke separándose y regresando a ver sus huevos.
—Buenos días —respondió totalmente cohibido.
¿Acaso anoche los extraterrestres llegaron y se llevaron a su Sasuke? Porque este Sasuke era mucho más amable de lo que alguna vez había sido.
—Siéntate, ya casi está.
—¿Qué hiciste con mi Sasuke? —dijo incrédulo.
Entonces Sasuke sirvió la comida y se volteó para dejársela enfrente, agarrando la barbilla del rubio con fuerza, dejándole ver sus ojos, que eran dos pozos negros llenos de peligro.
—Quería ser un caballero para poder abrirte las piernas de nuevo —dijo casualmente con voz baja.
—Lo sabía —contestó el rubio, dándole un manotazo—, pero déjame decirte que, para agarrar otra porción de este culo, querido, tendrás que hacer más que eso —sentenció viéndolo con cara de triunfo—. Suerte.
Sasuke entrecerró los ojos y sonrió casi aceptando el reto, entonces alcanzó otro plato y se sentó a comer con el rubio. Ambos se miraban de vez en cuando, casi con un fuego competitivo entre ellos, mientras uno pensaba cómo no caer bajo los encantos del otro, el otro pensaba cómo lograr que cayera ante él.
Cuando finalizaron la comida, Naruto se levantó y agarró los platos, poniéndolos en el lavatrastes, luego vio que Sasuke se levantaba y algo en él se sintió inquieto, así que, sin pensarlo mucho, agarró el brazo de Sasuke, y, cuando se dio cuenta de lo que había hecho, lo soltó de inmediato, pero Sasuke lo había captado.
—No me voy, princesa… sólo quería ir a traer mis herramientas… Vas a ser mi modelo de nueva cuenta.
—¿De qué hablas?
—Ve a ponerte ese kimono y esa peluca. Se bueno para mí —dijo acariciándole la mejilla.
Entonces se fue y Naruto suspiró, ¿qué podía perder?
Caminó hacía la sala y miró, con pena, el hermoso kimono tirado en el suelo, estaba completamente arrugado, así que no pudo evitar sentir como Hinata le gritaría por el poco cuidado que le estaba dando a la fina prenda de seda, por lo que prefirió dejar de pensar en eso y se lo acomodó lo mejor que pudo para luego ir hasta su cuarto por la peluca, una vez ahí, se la puso tratando de ocultar su cabello rubio, y salió, encontrándose a Sasuke con el obi en sus manos, este le ayudó a ponérselo y dejó el nudo flojo, entonces sintió como abría la parte superior, aflojándola para que cayera sobre sus hombros.
—Siéntate ahí en el suelo y recuéstate —Naruto lo hizo y Sasuke sonrió un poco—. Ahora alza un poco la barbilla y mira hacia la ventana.
Cuando tomó la posición, vio como Sasuke se sentaba en su sillón, sacando una libreta y carboncillo, poniéndose a dibujar prácticamente de inmediato.
Naruto quitó la vista de la ventana y la alternó con Sasuke sin perder la postura, lo vio concentrado, casi taladrándolo con la mirada, tal como lo había hecho la primera vez, pero ahora la vergüenza no estaba, así que se tomó el tiempo de analizar las expresiones del peliazul, y pronto su mirada volvió a recaer en el tatuaje que cubría el costado del artista.
—¿Por qué un samurái? —preguntó Naruto y Sasuke no se inmutó por la pregunta.
—Mis antepasados lo fueron, así que, en honor a sus memorias.
—Vienes de un linaje samurái… eso es increíble —dijo casi con emoción—. ¿Y las flores?
—¿Por qué tanta pregunta…? —dijo con el ceño fruncido.
—Sólo quiero saberlo —alzó los hombros restándole importancia, entonces un silencio se formó entre ellos, y Naruto temió haber cruzado alguna línea que nunca debió tocar.
—Mi bisabuela adoraba las flores de cerezo… Cuando mi bisabuelo murió en batalla mi bisabuela lo enterró junto a un árbol de cerezo y pidió ser enterrada bajo las mismas raíces que él, para así florecer cada año junto con los cerezos y que nuestro clan nunca los olvidara —contó sin detener sus ágiles manos ni por un segundo.
Naruto pensó que eso había sido realmente profundo y le sorprendió escucharlo, quizás y sólo quizás, Sasuke se estaba abriendo con él.
—Me lo tatué en honor a ellos, ¿feliz, princesa? —dejó de dibujar y lo vio, entonces Naruto asintió—. Ahora, cállate.
Entonces, Sasuke continuó y Naruto rodó los ojos, pero, aun así, la emoción que sentía en el pecho le hizo sonreír.
—… —al verlo Sasuke bufó.
—Y no sonrías.
Sin embargo, sin poder evitarlo, su sonrisa sólo se hizo más grande.