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Tu destino está atado al mío por yue-sama

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Notas del capitulo:

Espero les guste la conti, a esas personitas que siguen la historia a pesar de toda la espera, muchísimas gracias, de verdad lo aprecio.

 

Si quieren dedicación para el próximo cap, comentenmelo

 

Sin mas aquí el cap.

Naruto jadeó entrecortado al salir del metro, muy pocas veces lo agarraba porque siempre iba muy lleno, pero en días como ese tenía que hacerlo, ya que era una emergencia.

 

 

Casi corrió por las calles y, cuando vio la zona de bares, no dudo en ir a la dirección que le había dado Gaara. Cuando llegó, lo vio cargando un cuerpo casi inconsciente.

 

 

—Dios mío —jadeó sin aire—. ¿Está bien?

 

 

—Sólo muy ebrio —dijo Gaara sin darle mucha importancia—. Aun no entiendo qué le hiciste a este lindo muchacho para que se pusiera de este modo.

 

 

Naruto se rascó la nuca con nerviosismo y quiso decir algo, pero un pequeño murmullo lo hizo callar.

 

 

—¿N-Naruto?

 

 

—Aquí estoy, Haku…

 

 

Se acercó rápidamente para agarrarlo, sintiéndolo pequeño contra su cuerpo, y, aunque hace tiempo eso le habría gustado mucho, ahora era un poco diferente.

 

 

—¡S-suéltame! M-me traishionaste…

 

 

Suspiró, hace dos días que Haku había vuelto del viaje a Kyoto, dos días desde que lo había hallado en paños menores con Sasuke entre las piernas, los mismos dos días desde que había salido de su casa llorando como una chica y no había vuelto más. Él había estado nervioso por haberlo perdido, pero gracias a la ayuda de Gaara lo había encontrado, ahora, viéndolo y oliéndolo, sabía que esos dos días había estado bebiendo como si su vida se estuviera acabando.

 

 

Lamentablemente, él no sabía que Haku pensaba darle una sorpresa y regresar antes de su pequeño viaje, por lo que ahora se sentía culpable, más aún al saber cuánto lo amaba aquel chico.

 

 

Con cuidado, lo agarró mejor de la cintura y comenzó a caminar con él, pero Gaara silbó llamando su atención.

 

 

—Oye guapo, conseguí un taxi.

 

 

Naruto agradeció y caminó hacia el taxi, por su parte, Gaara le sonrió tranquilo despidiéndolo, una vez dentro del carro Naruto dio su dirección y, con mucho esfuerzo, hizo que Haku dejara de removerse inquieto mientras emitía quejidos caprichosos por salir de sus brazos.

 

 

Al llegar, casi se cae de cara cuando Haku se tropezó, pero logró estabilizarse lo suficiente para entrar y llevarlo a su cuarto, dónde lo acostó, sin embargo, Haku se aferró a él llorando con fuerza, haciendo que su corazón se contrajera dolorosamente, sintiéndose culpable.

 

 

Lo arrulló suavemente hasta que sintió que se quedaba quieto, luego lo acostó de nueva cuenta y lo arropó, decidiendo que esperaría a que Haku despertara para poder hablar, por lo que aprovechó para hacer limpieza en toda su casa, cocinar y salir a la farmacia por unas pastillas para el dolor de cabeza que seguro Haku tendría.

 

 

Así, la tarde pasó rápido, por lo que entró a su casa cuando la noche ya se asomaba, llevando consigo dos crepas para sorprender al pelinegro, sin embargo, fue el quien se sorprendió al ver al lindo chico parado en la cocina con un gran vaso de agua.

 

 

—¿Estás bien? —preguntó Naruto—. Te traje esto.

 

 

Sacó las pastillas rápidamente, entregándoselas, Haku lo miró y las tomó con cuidado.

 

 

—Gracias —murmuró.

 

 

El silencio se volvió tenso y Naruto suspiró.

 

 

—Tenemos que hablar —Haku apartó la mirada y poco tiempo después asintió.

 

 

Le dio tiempo de tomarse la pastilla y entonces sacó las crepas, sin embargo, decidió que también cocinaría algo rápido, y mientras lo hacía, sintió que Haku desapareció por un rato, segundos después escuchó la regadera, así que supuso que se estaba bañando.

 

 

Cuando la comida estuvo lista, la sirvió en ambos platos y los puso en la mesa, poco después apareció Haku con ropa cómoda y se sentó al lado suyo, no lo miraba y eso de cierto modo le molestaba, pero el verlo comer con ganas le hizo sonreír, por lo menos alguien apreciaba su comida.

 

 

Comió tranquilamente y, cuando estaba por terminar su comida, Haku se le adelantó, sonrió con ternura cuando vio su boca manchada, así que acercó su mano y lo limpió, pronto Haku se puso colorado y sus ojitos se llenaron de lágrimas, al verlo, Naruto se asustó y retiró su mano de inmediato.

 

 

—Deja de ser dulce conmigo o no podré dejar de amarte —dijo limpiándose los ojos intentando evitar llorar.

 

 

—Lo siento…

 

 

—¿Lo amas? —preguntó de repente.

 

 

Naruto se congeló, ¿que si amaba a Sasuke? No, no lo creía, lo que sentían estaba lejos de ser amor real, pero la conexión que ambos tenían era fuerte e inevitable, quizás en el futuro…

 

 

—…

 

 

—Lo entiendo… Sabía que no me amabas como yo quería creer, así que supongo que fue un error haber venido.

 

 

—Haku, yo…

 

 

—Está bien, no es como si alguna vez hubiésemos tenido algo —dijo en tono triste e irónico, ocultando su rostro.

 

 

—Yo de verdad te quiero, eres tan dulce y especial…

 

 

—Gracias —murmuró, entonces levantó la cabeza viéndolo directamente—. Lo que me queda de viaje no podré quedarme aquí, no podría superarte si te veo todos los días.

 

 

—Pero… —quiso agarrarle la mano, pero Haku la retiró.

 

 

—¡Es que no sabes nada! —dijo un poco más fuerte—. No sabes cómo conté los días para regresar aquí y verte, ¡mientras que tú ya estabas enredado con otro! No es justo, no lo es.

 

 

Negó y se levantó de inmediato del asiento, haciendo que Naruto se sintiera mal. Volvía a ser el malo de la historia y no le gustaba, el sentimiento de amargura le llenó de nuevo mientras lo veía irse para encerrarse en el cuarto, poco después salió con su maleta y vestido de otra manera.

 

 

—Haku, perdóname —dijo levantándose y yendo hacia él.

 

 

—No tienes que hacerlo —dijo suave—. No tienes que disculparte por amar a alguien. Me voy.

 

 

No pudo pararlo, ¿cómo hacerlo cuando lo vio totalmente quebrado y triste?

Entró a su cuarto y vio los pequeños regalos sobre su cama, se le formó un nudo en la garganta mientras se acercaba a mirar cada uno de ellos. Hasta había un amuleto de buena salud ahí, lo agarró, detallándolo, se sentía como un tonto y sus ojos quisieron aguarse.

 

 

Ahora se quedaba solo, él y dos crepas…

 

 

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—Lo siento por la tardanza —dijo Gaara al sentarse frente a él, Naruto negó con tranquilidad, de hecho, él había llegado hace tan sólo unos minutos, apenas y se había sentado, y, aunque estaba muerto de cansancio, había quedado con Gaara para agradecerle el haber encontrado a Haku.

 

 

—Pedí un latte y la tarta de cereza que te gusta.

 

 

—Oh, cariño —dijo coqueto—. Conoces tan bien mis gustos, podría enamorarme de ti.

 

 

—Por favor no lo hagas —dijo deprimido, entonces Gaara lanzó una fuerte carcajada, y Naruto sonrió, los amigos eran lo mejor para levantar el ánimo.

 

 

Llegaron sus pedidos y Gaara atacó con fuerza su tarta, sin importar si no se veía para nada refinado, por su parte, Naruto sopló con tranquilidad su café.

 

 

—¿Sabes dónde está Haku?

 

 

—Umm, depende… —dijo con un guiño.

 

 

—¿Depende de qué?

 

 

—De porqué preguntas.

 

 

—Supondré que sí sabes —dijo suspirando—. Eres la única otra persona que conoce en todo Japón y que sabe que no lo matará o estafará.

 

 

—Es un niño tan dulce y me da tantas ganas de joderlo —Naruto frunció el ceño y Gaara lo miró pícaro, con esa sonrisa sensual que siempre cargaba—. No me veas así, no es tuyo, ¿qué tiene de malo?

 

 

—Nada… —entonces vio aparecer a su invitado y sonrió levantando la mano—. Pero deberías fijarte en tipos de tu mismo porte y dejar a los niños de lado, pedófilo.

 

 

—¿Qué demoni… —no completó la frase al voltear hacia atrás y ver lo que Naruto miraba— ¿Me hiciste una cita a ciegas? —dijo Gaara sorprendido.

 

 

—Algo así…

 

 

La verdad era que Naruto había llamado a Sai para juntarlo con Gaara, quizás ellos pudieran ser muy felices juntos, tal como su hilo rojo dictaba. Sonrió sincero y se sintió mejor consigo mismo.

 

 

—Espero que ese chico guapo me dé su hermoso trasero o, de lo contrario, esto no funcionara, cariño —dijo terminado el último bocado de su tarta y mostrando esos ojos fieros.

 

 

Naruto sonrió, no creía que Sai llegara a ser el pasivo, pero era un tema que no iba a discutir con Gaara, así que, se levantó de su asiento y agarró sus cosas para huir rápidamente de la escena, dejando a un Sai realmente confundido, pues, cuando llegó a la mesa, vio a Naruto casi salir corriendo de ahí, entonces, escuchó un carraspeo de garganta y miró directamente al lugar del que surgió el sonido, encontrándose con el hombre más extravagante que hasta ahora había visto, pelirrojo con hermosos ojos verdes y maquillaje en el rostro, sus labios color vino se curvaban en una sonrisa peligrosa y sus ojos lo devoraban por completo.

 

 

—Mucho gusto, soy Gaara —susurró con voz ronca.

 

 

 

 

 

Naruto se preguntó si las cosas saldrían bien con esos dos, sólo esperaba que no fuera una relación de perros y gatos, tal como la suya con Sasuke.

 

 

Cuando llegó a su casa sonrió al notar las luces prendidas.

 

 

—Llegué —dijo fuerte.

 

 

—Bienvenido… —escuchó la voz de Sasuke en respuesta.

 

 

Hacía tanto tiempo... Tan sólo…. tan sólo había olvidado cómo se sentía que alguien esperara por él, como se sentía tener a alguien en su vida. Los recuerdos de Kiba regresaron con fuerza a su mente y volvió a sentirse mal, luego Sasuke asomó la cabeza y pudo verlo con la cara manchada de pintura, así que mejor alejó esos pensamientos y aflojó su chaqueta, quitó sus zapatos y dejó su bolso de lado adentrándose en la estancia, al acercarse, miró las ropas del peliazul completamente manchadas por diminutas manos de diversos colores y sonrió.

 

 

—Supongo que fue un día divertido —se burló.

 

 

—Esos mocosos no tienen respeto —dijo fastidiado—. ¡Ni siquiera porque les estaba dando clases gratis!

 

 

—Sus papás pagaron por esas clases —dijo Naruto mientras pasaba de largo sonriendo.

 

 

—Bueno, pero esos mocosos no lo saben.

 

 

Naruto negó divertido, acercándose a su escritorio para revisar su computadora y sentirse un poco más tranquilo al notar que su jefe no había mandado ningún correo, sin embargo, se sobresaltó cuando sintió que Sasuke se pegaba atrás de él y sus pantalones eran abiertos, provocándole un jadeo. Quiso moverse, pero Sasuke lo presionó un poco, dejándolo quieto, luego sus labios se dirigieron a su cuello lamiéndolo, por lo que se estremeció y jadeó nuevamente.

 

 

—¿Tregua? —preguntó Sasuke comenzando a alzarle la camiseta.

 

 

Naruto dudó tan sólo por un momento, esos últimos días se había negado rotundamente a tener algo con Sasuke, primero, por una infantil venganza y segundo, por el duelo de su “no relación con Haku”, pero ahora estaba ahí, restregándole su paquete contra su trasero, pidiendo una tregua.

 

 

—¿Acaso me estás rogando?

 

 

—¿Quieres que lo haga? —mordió su cuello y Naruto sonrió asintiendo.

 

 

—Claro.

 

 

—Lo haré, pero recuerda algo… —entonces, una de sus manos bajó hasta apretar su pene y Naruto gimió restregando su trasero contra Sasuke—. No seré yo quien ruegue al final.

 

 

Naruto quiso chistar, pero Sasuke ladeó su cabeza con fuerza, besándolo con ferocidad y metiendo su lengua mientras su mano no dejaba de masturbarlo, sus piernas temblaron en respuesta y jadeó por aire cuando soltó su rostro.

 

 

—Por favor, Naruto —dijo suave, mordiendo sus hombros—. Dame tu culo para joderlo.

 

 

Que sutil, pensó, pero era un ruego, al fin y al cabo, así que asintió

 

 

—Tregua.

 

 

 Entonces, Sasuke alzó por completo su camiseta, pellizcando su pezón en el proceso, en respuesta, Naruto alzó sus brazos tapando su cara, pero aun así gimió por el estímulo. Segundos después, su cuello era besado y succionado, logrando que todo en su cuerpo se calentara.

 

 

Sus caderas comenzaron a moverse con deseo y Sasuke jadeó ronco contra él cuando se restregó en su pene erecto, los movimientos en su pezón continuaron y, cuando Sasuke lo sintió estremecerse con fuerza, le alzó los brazos para quitarle la camiseta, lanzándola lejos, y pronto, sus pantalones y ropa interior fueron bajados.

 

 

El peliazul lo inclinó contra la madera de su escritorio, y Naruto supo que eso iba a ser rápido y sucio.

 

 

Su entrada fue tocada con dedos mojados y gimió al ser estirado por ellos, notándolos algo bruscos y deseosos, Naruto se habría reído de no haber estado tan perdido en la bruma del deseo, así que, en su lugar, fue aplastado por el gran cuerpo de Sasuke, cuyos labios besaban a lo largo de su espalda hasta llegar a sus redondas nalgas, mordiéndolas suavemente para a continuación lamerlas. Poco después, sus dedos fueron más profundos haciéndolo gemir fuerte.

 

 

—¿Listo?

 

 

—Joder, ¡sí!

 

 

Sasuke se levantó y lo sintió alinearse contra él, entonces, cerró los ojos y agarró con fuerza el escritorio, mordiendo sus labios con intensidad al sentirlo dar la primera estocada mientras su entrada se abría de manera dolorosa, recibiendo el grueso pene de Sasuke.

 

 

—¡Diablos, Naruto!

 

 

Su corazón comenzó a palpitar cuando sintió las suaves estocadas y los besos en su cuello y hombros acompañados de caricias en su cintura y caderas. Pensó que sería un bruto, y Dios…

 

 

Se derritió con sus movimientos y abrió más las piernas, poniéndose flojo contra la madera, luego ladeó la cabeza y lo miró, se veía salvaje y hermoso detrás de él, con el ceño fruncido y observando fijamente su unión. Entonces, movió las caderas con deseo y Sasuke volteó a verlo con saña en los ojos, Naruto sonrió y jadeó cuando Sasuke comenzó a moverse más fuerte.

 

 

—Vamos, jódeme más fuerte…

 

 

Notas finales:

El dibujo de este cap lo debo, pero lo hare en estos días y espero publicarlo pronto, muchas gracias por leer si tienen dudas por favor hacerlas.

 

Nos vemos

 

 


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