Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Tu destino está atado al mío por yue-sama

[Reviews - 243]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Hola! me toco publicar el cap un poco tarde, pero lo hice, espero que les guste y muchas gracias a las pocas personas que siguen la historia.

 

sin mucho mas aqui el cap

Su sofoco creció cuando sintió su hilo vibrar ligeramente, tan solo un poco, para luego brillar de un fuerte tono rojo, entonces, su corazón se aceleró, nada se comparaba a la sensación de estar frente a tu destinado.

 

 

—¿Naruto? —llamó Robert.

 

 

—Sí, lo siento —reaccionó—. Un gusto —se inclinó de inmediato, ofreciendo una reverencia.

 

 

—Las viejas costumbres no se olvidan —dijo Robert con una sonrisa—, aunque creo que ese es un saludo japonés, ¿no es así?

 

 

—Claro —dijo Sasuke—, quedo a su cuidado.

 

 

Y entonces, el azabache también hizo una reverencia, haciendo que Robert se sintiera fuera de lugar, entonces volteó a ver a su rubio asistente, notándolo tenso, por lo que no pudo evitar pensar que ya había pasado un buen tiempo desde que Naruto había dejado de estar tenso en sus trabajos, así que sonrió y se acercó para abrazarlo con confianza, masajeando su cuerpo.

 

 

En ese momento Naruto se congeló notando las caricias de su jefe, así que lo miró sin comprender, pero Robert sólo buscaba animarlo, luego volteó a ver a Sasuke, y notó algo que seguro Robert no pudo ver, vio claramente cómo por un segundo, Sasuke lo mataba con la mirada. Entonces se separaron y algo en Naruto se sintió bien al saber que había molestado, aunque sea un poco, a Sasuke.

 

 

—Bien, Sasuke, no te molesta que te diga Sasuke, ¿o sí?

 

 

—No, está bien, las formalidades nunca fueron conmigo.

 

 

Vio directo a Naruto y este frunció el ceño, bien Sasuke, pensó el rubio, ¿acaso quería jugar a ese juego? ¿A las indirectas? Está bien, ya no le afectaba.

 

 

—Excelente, si no le molesta, desde aquí Naruto le indicará todo lo que debe hacer, así que, si me disculpan, tengo otra cosa que hacer —después de eso, Naruto suspiró al mismo tiempo en que Robert dejaba el lugar.

 

 

—Naruto… —todo su cuerpo se erizó, pero no se dejó afectar, de inmediato su rostro cambió a uno estoico y su porte fue tal, que ante Sasuke no se presentaba más que una muralla.

 

 

—Quiero ser realmente sincero contigo —dijo fuerte y claro—. Es mi trabajo y te trataré como parte de él, nada más y nada menos, no recibirás favoritismos de mi parte y tampoco mi desprecio. Seamos profesionales, por favor —dijo neutro, sin apartar la mirada, logrando que Sasuke pareciera gratamente sorprendido.

 

 

—…

 

 

—¿Está bien?

 

 

—Lo está —murmuró Sasuke en respuesta.

 

 

—Bien —dijo sacando su tablet y viendo la información—. Se te tomarán fotos con tus cuadros, ¿eso te parece bien? —comenzó a hablar en japonés, fluidamente como si fuera normal.

 

 

—Claro… —no lo dejó agregar más.

 

 

—Bien, luego se les tomarán fotos a tus cuadros por separado y podrás ayudar a elegir las que más te gusten, sin embargo, tus fotos serán elegidas por la revista, ósea nosotros, Robert y yo.

 

 

—¿Qué es Robert de ti? —preguntó de la nada y Naruto evitó fruncir el ceño al oírlo.

 

 

—Después de las fotos, vendrá una chica a entrevistarte. Ella será la encargada de tu columna, ósea que ella dará su sincera opinión sobre ti y de tus cuadros, ¿comprendes?

 

 

—¿Por qué evitas verme o contestar mis preguntas?

 

 

—Tú evitas mis preguntas también —dijo mirándole a los ojos.

 

 

—Sí, comprendo —respondió frunciendo el ceño.

 

 

—Bien —entonces lo escuchó bufar—, si tienes dudas por favor no vaciles en venir hacia mí, trataré de explicarte lo mejor que pueda.

 

 

Finalmente, volvió a hacer una reverencia y comenzó a caminar lejos de ahí, pero no fue sino hasta que se alejó lo suficiente, que se dio cuenta de que su cuerpo temblaba y que le costaba respirar, sus palmas estaban heladas y sudadas, así que no pudo evitar limpiarse en su pantalón. Poco después, llegó con Robert, notando que este hablaba acaloradamente poniendo en orden algunas cosas, así que, por su parte, dejó caer sus cosas en el escritorio y miró desde lejos como llevaban a Sasuke hacia maquillaje y vestuario.

 

 

Que Dios le diera fuerza para aguantar el largo proceso y todo el trabajo que conllevaría.

 

 

--------------------------------------------------

Se estiró en su lugar haciendo que sus huesos tronaran y logrando que Robert lo mirara con cansancio.

 

 

—Oh cariño… —murmuró—. Eso sonó más feo que los huesos de mi tía abuela Aby.

 

 

—Cállate —dijo mirándolo mal, ¿cómo se atrevía a decirle que era la vejez la que lo tenía así? Miró a lo lejos como Lucy entrevistaba a Sasuke, estaban en la última fase, casi por terminar, para que así cada quien agarrara su propio camino.

 

 

—¿Crees que está por terminar? Me perderá la novela.

 

 

—¿Esa mexicana que me dijiste la otra vez?

 

 

—No, la colombiana —dijo con emoción, por lo que Naruto negó, aún no sabía de qué novelas hablaba, pero seguramente no eran como los doramas asiáticos que él conocía, de todas formas, él ya había tratado con unas modelas latinas, y eran completamente diferentes a lo que una asiática podía ser.

 

 

—Oye Naruto…

 

 

—Ummm… —murmuró viendo fijamente a Sasuke.

 

 

—¿Lo conoces? —de inmediato se crispó viéndolo y Robert hizo una mueca—. ¡Vamos! Era algo obvio, casi le haces un hueco en la cabeza de tanto que lo miras.

 

 

—No es cierto —contestó a la defensiva.

 

 

—Bien, es tu vida… pero, ya que no lo conoces, te dejaré a cargo.

 

 

—¿Qué?

 

 

—Las ventajas de ser el jefe… Se siente bien… Bye, bye.

 

 

Y fue así como vio a su jefe retirarse, dejándole todo el trabajo sucio. Ahora, definitivamente quería un cigarrillo, necesitaba liberar estrés. Miró como todo el equipo de fotografía comenzaban a irse, por lo que asintió de manera aprobatoria, luego miró como los cuadros eran levantados así que se acercó a uno de los hombres y le dio una dirección, ya que la empresa le daba a Sasuke una bodega en la que podría guardar sus cuadros mientras estuviera en Estados Unidos.

 

 

Finalmente, cuando vio que todo lo demás estaba listo, vio venir a Lucy hacia él.

 

 

—Lo tengo, Naruto —dijo feliz—. Creo que llegara muy lejos, es un muy buen hombre —Naruto quiso objetar y negar, pero se abstuvo, sonriendo en su lugar.

 

 

—Me alegra que todo saliera bien. Ahora puedes irte y descansar, pero recuerda tener ese reportaje listo o si no Robert nos comerá la cabeza a ambos.

 

 

—Lo sé —dijo la chica—. Nos vemos.

 

 

—Nos vemos.

 

 

Listo, su trabajo terminaba ahí, ya no tenía que esperar por Sasuke, ¿verdad? Sin embargo, ni siquiera tuvo la oportunidad de buscarlo con la mirada, ya que, cuando estaba a punto de hacerlo, su celular sonó y él contesto velozmente.

 

 

—Estoy afuera.

 

 

—¿Neji?

 

 

—¿Quién más si no yo?

 

 

—Lo siento —sonrió apenado—. Ahora salgo.

 

 

Agarró sus cosas y comenzó a caminar, y, cuando salió, vio a Neji recostado en su hermoso auto, así que se fue de inmediato contra él, buscando un abrazo mientras sus labios eran tomados de manera ansiosa, enredando sus manos en la cabellera del castaño.

 

 

—¿Estás bien? —murmuró Naruto al separarse.

 

 

El castaño parecía un poco aturdido y atormentado, pero asintió después de todo, entonces pareció tensarse al notar algo atrás de sus espaldas.

 

 

—Ese no es… Uchiha…

 

 

Naruto volteó de inmediato y vio a Sasuke parado unos pasos atrás, su piel pálida contrastaba con la oscuridad del momento y sus labios rojos se abrían tratando de respirar ya que quizás había corrido, al pensar en eso se sintió terriblemente avergonzado y el pasado lo golpeó con fuerza. Así que, sintiéndose muy mal de repente, todo su estómago se estremeció y sintió arcadas, entonces Neji lo sostuvo, pero Naruto logró aguantar las terribles ganas de vomitar que tenía, viendo como Sasuke lo había visto hace tiempo atrás.

 

 

--------------------------------------------------

Tiempo atrás…

 

 

—Naruto, ¿me amas? —preguntó un adormilado Haku mientras Naruto peinaba su cabello para atrás.

 

 

—Sí —dijo pastoso.

 

 

Haku se encogió en su pecho y parecía estar sollozando, pero Naruto no tenía lógica ni razón para consolarlo, al menos no cuando su sangre estaba tan intoxicada con bebidas.

 

 

Fue así, que después de aquella noche, Haku se convirtió en su acompañante de noches enteras. Noches que no recordaba por estar tan borracho. Noches en las que quizás lloraba, lo consolaba, tenían relaciones o quizás, simplemente no hacían nada.

 

 

Apenas comía y sus costillas ya comenzaban a notarse, ¿acaso Haku peleaba con él? Ya no estaba claro. ¿Lo cuidaba? No lo sabía, todo era como una rara y confusa bruma, como si fuera otra dimensión en la que no sentía nada más que estar flotando.

 

 

Quizás si estuviera en su sano juicio se daría cuenta de que la bebida se había convertido en una adicción para él, un refugio que parecía estar siempre disponible para su lastimado corazón.

 

 

Se levantó y decidió irse, tambaleándose, sin escuchar las súplicas de Haku, sin comprender nada, simplemente se fue de ahí, rondó por unos cuantos bares más hasta quedarse sin dinero, y luego, simplemente caminó y caminó, murmurando cosas hasta llegar al parque donde se dejó caer, balbuceando mientras miraba el cielo.

 

 

Después de un rato sintió que alguien le ponía un abrigo en los hombros, entonces sonrió apretando los ojos y creyó escuchar algo, pero no estaba muy consciente, entonces la persona se puso frente a sus ojos apretando sus mejillas.

 

 

—Soy Kiba —escuchó—. Reacciona, por favor…

 

 

—Soy Naruto…

 

 

No pudo hacer nada cuando escuchó una maldición y luego fue cargado por unos fuertes brazos que lo llevaban a algún lugar, de hecho, lo que realmente le devolvió un poco de su consciencia fue la fría sensación del agua mojando todo su cuerpo. Gimoteó encogiéndose en su lugar, y después de permanecer un rato en el mismo sitio, fue sacado de ahí y llevado a un cuarto. Una vez ahí, Naruto parpadeó perdido, sin comprender muy bien todo lo que sucedía, luego un café muy cargado fue puesto entre sus manos y él lo tomó poco a poco, sintiendo su estómago doler, pues no tenía nada más que eso en el estómago.

 

 

Finalmente, cuando estuvo un poco más sobrio reconoció a Kiba, que lo miraba fijo, casi al pendiente de ver si se caería del asiento para atraparlo.

 

 

—¿Qué es lo que te atormenta tanto? —preguntó Kiba directo—. ¿Es lo de nosotros?

 

 

—En parte —dijo bajo—, pero estoy jodido… Realmente jodido.

 

 

—Ven, necesitas descansar.

 

 

Kiba lo jaló de nueva cuenta para llevarlo a la cama en la que lo acostó, tapándolo, pero entonces Naruto lo retuvo, por lo que Kiba lo miró y sin palabras dichas, supo lo que el rubio quería, eran como dos viejas almas reconociéndose en un tiempo donde no estaban destinadas a ser.

 

 

Así de triste y así de lamentable.

 

 

Naruto lloró ante el toque frío de unas manos que antes habían sido fuego, entonces Kiba se acostó a su lado y limpió con cariño sus mejillas, y fue ahí cuando Naruto confesó todo, todo lo que le tenía mal.

 

 

Fue como destrozar por completo su caja de cristal para dejar salir todo su dolor, Kiba lo escuchó… tranquilo y con serenidad, sin dejar de limpiar en ningún momento sus lágrimas. Lo escuchó hasta besarle los párpados mientras le susurraba palabras mudas al oído.

 

 

En esa noche confesó todo lo que una vez había callado por temor, por amor, y por dolor. Esa noche Kiba comprendió cuán atascado había quedado, desde el abuso, la decepción de sus padres, su lazo roto y el nuevo lazo.

 

 

Porque sí, Kiba escuchó hasta el último detalle, y nunca lo tachó de loco. Por su parte, Naruto durmió con cansancio, completamente roto y un poco borracho, porque el dolor podía terminar quebrando incluso a las personas que parecían siempre sonreír.

Notas finales:

Quisiera saber si sigue gustando, cada vez son menos las que comentan y la verdad no se si sigue funcionando o no...

si hay dudas por favor hacerlas.

nos vemos en la proxima


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).