Naruto sonrió tranquilamente al entrar a su departamento, no había pasado nada de lo que pensó que pasaría, espero muchas cosas sobre esa cita, pero no esperaba ver a un Sasuke tranquilo, sereno y hasta maduro.
En secreto había admirado sus facciones, sus ojos negros se miraban tranquilos mientras su pelo estaba al natural, lo único que no había cambiado era su piercing en el labio, era algo tan característico en el.
Su voz era igual, pintaba tonos suaves y oscuros, y tampoco había podido evitar mirarle la mano, no había anillo…
Se había sentido un poco tonto por hacerlo, pero al saber que sasuke estaba libre no pudo evitar sentirse aliviado, pero después recordó que el que estaba acompañado era él, y que no podía pensar en Sasuke, se rascó el cuello, nervioso.
Se quitó el abrigo y rápidamente buscó a Neji, pero no había rastros de él, nada más que una nota pegada en la pared.
Fui de viaje a París, lo siento.
¿Qué? ¿Solo una nota? ¿Qué pasaba? ¿Acaso habían salido mal sus productos? ¿Porque se fue sin avisar como era correcto, acaso estaban peleados? No, no había pasado nada malo, agarró su celular y marcó el número.
—No puedo hablar en estos momentos-contestó rápido y Naruto jadeó, nunca le había contestado así aún que estuviera ocupado—lo siento amor—dijo suspirando.
—…
—¿Naruto? ¿cariño? Lo siento, no quise ser rudo, solo estoy estresado y….
—¿pasa algo? —cortó con suavidad.
—¿qué quieres decir?
—hay algo que…
—no—cortó— nos vemos cuando regrese, te llevaré a comer ese ramen que tanto te gusta, adiós.
Y le colgó, Naruto no pudo estar más sorprendido, apretó el teléfono en sus manos y negó, quizá solo fuera parte del estrés del trabajo, solo dejaría que pasara.
Pero a pesar de que él pensó que solo serían unos días, Neji no regresó casi por la semana, Naruto se sentía muy solo, y comenzaba a preocuparse.
Decidió no llamarlo más, porque cada vez que lo hacía lo sentía tan lejano de él, que en parte dolía, cuando llegó a su escritorio vio el folleto de la columna de sasuke y las fotos, admiró la redacción y las imágenes, estaban hermosas.
No pudo evitarlo, agarro su celular para mandarle un mensaje al azabache cuando le llegó un mensaje primero, era Sasuke, sintió un escalofrió recorrerle, ¿qué tan conectados estaban?
Sasuke
no sé si estas ocupado, pero mi tiempo aquí en Estados Unidos se acaba, quisiera poder conocer un poco la gran manzana, ¿qué me dices?
Naruto
Sasuke Uchiha me está invitando a una cita?
Sasuke
Si lo quieres ver así, claro…
Naruto
Bromeaba, pero sí, puedo ser tu guía turístico, despabilarme me vendría bien.
sasuke
Excelente, ¿paso por ti?
Naruto.
Yo paso por ti, se dónde encontrarte.
Sasuke
Das miedo
….
Pero me gusta
Naruto
….
Naruto dejó su teléfono en la mesa y suspiró, ¿a qué jugaba Sasuke?, ¿de verdad seguía queriéndolo a pesar de que paso un año?, ¿Acaso el lazo era tan fuerte?, Abrió su correo y notó que Haku había respondido, desde que había pasado todo, el había pedido una disculpa, pero Haku no había contestado.
No hasta casi 6 meses después, le dijo que lo perdonaba, ahora hablaban por correo, no tan frecuente, pero sabía que las cosas iban mejor.
Haku había encontrado a alguien que lo amaba, alguien que sí lo merecía y Naruto estaba feliz por él, desde que su vida se había estabilizado, estaba haciendo las cosas bien, hablo con Gaara pidiendo perdón, había hablado con Hinata y le agradeció por todo.
Estaba bien, se sentía en paz, y todos los nudos que hizo en el pasado ya no estaban, contestó el mensaje de Haku y después de ello se puso a trabajar.
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Se acomodó mejor el abrigo y prendió su cigarrillo esperando afuera del edificio, varias personas pasaban cerca de él, las calles siempre eran un caos, le recodaba a Tokio, eran diferentes calles, pero la misma esencia, admiro el lugar donde sasuke se quedaba.
Era un buen hotel, la gente entraba y salía, taxis esperaban, carros hermosos se estacionaban, era un buen lugar definitivamente.
Apretó más el folleto, aun que iba contra las reglas de la revista no había podido evitar llevarla para enseñársela a Sasuke, quería ver su reacción, su larga chamarra le cubría su cuerpo, y sus botines de estampados llamaban la atención.
Se estiró al mismo tiempo vio a Sasuke venir vestido completamente de negro, una camisa manga larga de cuello de tortuga, la tela era tan fina y se pegaba a su cuerpo, no era difícil ver sus músculos a través de la tela y Naruto jadeó, apartó la mirada de ese cuerpo y trató de verse bien cuando apagó el cigarrillo, pero los nervios le pudieron más y se quemó maldiciendo en el instante.
—¿estás bien?
Sasuke le quitó el cigarro y lo apagó con su zapato, tal como Naruto había querido hacerlo, se sonrojó de vergüenza y apartó la mirada, Sasuke se había visto genial, su mano fue tomada con cuidado y vio la pequeña quemadura.
—no es grave—quitó la mano— así que no te preocupes.
Naruto le tendió el folleto y sasuke le vio sin comprender.
—¿qué es esto?
—ábrelo. —dijo emocionado.
—creo que deberíamos caminar y encontrar un buen lugar para pasar el rato. — Naruto asintió y pidió un taxi, ambos se metieron.
—primera parada Time Square –dijo con una sonrisa y Sasuke también sonrió.
Ambos recorrieron aquellas calles y Sasuke admiró el lugar, los brillantes letreros, y la vida nocturna, era agitada, varios turistas tomaban fotos.
—¿quieres bajarte?
Sasuke negó, sabía que era poco tiempo para poder recorrer varios lugares, además eso de que fuera su guía era mentira, solo quería pasar tiempo con él. Cuando al fin pararon, Sasuke había podido ver varios lugares famosos.
Brodway, Central Park, Brooklyn, el puente de Brooklyn, y Manhattan, ahora paraban en China Town y a pesar de todo, Sasuke de verdad había disfrutado el recorrido, eran lugares que había visto en películas americanas, eran lugares reconocidos.
No pudo evitar emocionarse.
—¿quieres caminar un poco?
—claro.
Ambos bajaron pagando el taxi, Naruto comenzó a caminar, Sasuke supo que conocía muy bien China Town al ver recorrer las calles así, llegaron a la calle central y había varia gente festejando, parecían muy contentos, Naruto aplaudió feliz.
Había un festival, Sasuke sonrió contagiándose del ambiente, aun que eran chinos se sentía un poco familiar.
—oye—llamó a Naruto y este lo volteó a ver—¿sabes de un buen lugar para comer?
—claro déjamelo a mí—se señaló haciendo una pose. —dame tu mano o te perderás.
Sasuke tomó la mano contraria y se dejó guiar por todas esas personas que miraban el evento, la mano de Naruto se sentía suave contra la suya, se sentía bien y correcta no dijo nada por temor de arruinar ese cálido momento, Naruto le apretaba más la mano cada vez que pasaban junto a muchas personas, parecía temeroso de soltarlo.
Cuando al fin llegaron a un pequeño lugar, Naruto hizo una reverencia a la señora y esta lo saludó feliz, para su sorpresa intercambiaron algunas palabras en mandarín, no pudo evitar verle con asombro.
—ya que no hay muy buenos lugares para comer siempre vengo aquí con Neji—dijo sonriendo, Sasuke trató de no fruncir el ceño a la mención de Neji— Min Lin es muy amable, es como una abuela para mí, me ha enseñado unas cuantas palabras.
—es asombroso, cada vez me sorprendes más, ¿un trabajo en una revista de modas? Y ahora ¿hablas mandarín? Cada vez mejora, ¿algo más que no sepa?
Naruto se quedó pensando, pero negó, no había ningún otro secreto.
—espera aquí, iré a pedir la comida.
Sasuke dejó el folleto en la mesa y vio a Naruto pedir la comida, cuando estuvo de vuelta, Sasuke señaló el folleto, entonces Naruto sonrió asintiendo, abrió y se miró a sí mismo en las fotos, y sus pinturas, una parte de él se sintió cálido, aun que tenía que aceptar que todo esto lo había hecho solo para ver a Naruto.
Ahora al mirar su trabajo y leer la columna, fue refrescante, sonrió, seguro Kenji se sentiría orgulloso de su papá.
—¿vas a llorar? —interrumpió su conmoción el rubio, Sasuke volteó a verlo y negó sonriendo.
—se siente bien ser reconocido… sabes mi historia.
—lo sé—dijo con una sonrisa tranquila.
—pase de no ser nadie y mi arte no ser reconocido, a ser alguien con un nombre… pensé que nunca nadie podría admirar mis cuadros.
Naruto le miró, de verdad parecía feliz, auténticamente feliz, ¿dónde estaba ese Sasuke que había dejado atrás?, ¿El amargado por la vida?, ¿El que no podía ser serio?, Los platos de comida fueron puestos en su mesa y sin más palabras comenzaron a comer.
El silencio era cómodo, de vez en cuando se miraban, y estaba bien, comieron tranquilos, con la lejana música del carnaval, y el sonido de la pólvora ser reventada.
Cuando finalizaron, pagaron y Naruto se sobó el estómago, hace tiempo se había dejado de preocupar por su físico, sí, tenía barriga, pensaba que estaba llenito de amor.
—me alegra que te gustara, lo saqué de contrabando.
—prácticamente lo robaste—sonrió burlonamente
—algo así…
—no te enseñe a robar Naruto—su risa fue sonora y Naruto se contagió— pero sí… es un gran artículo, muchas gracias por la oportunidad.
—díselo a Robert, él fue el que te dio el espacio, seguro se moriría por ver tus pinturas desde cerca.
—¿y tú? —dijo de repente y Naruto le miró sin comprender— ¿tú quieres verlas? — Lo pensó un poco, no pudo evitarlo y asintió.
—me gustaría verlas, la otra vez estaba tan perturbado que solo pude ver manchas de colores.
—auch… a ningún pintor le gustaría escuchar que sus pinturas son manchas de colores.
—lo siento—comenzó a caminar—¡vamos no te quedes atrás!
Sasuke negó divertido, y camino tras el rubio, hasta que abordaron un taxi y pronto fueron al hotel donde Sasuke se quedaba, Naruto fue consiente que iba hacia la habitación de Sasuke cuando estaban encerrados en el ascensor.
Una chica los miraba con una sonrisita de diablo, ¿qué demonios pensaba? Apartó la mirada incómodo, pero ella seguía muy fija de ellos dos.
Cuando al fin llegaron al piso de Sasuke, salieron, pero su sorpresa fue que la chica también y Naruto sintió un escalofrió.
—oye… esa chica nos mira mucho? — se acercó al oído de Sasuke y este volteó a ver a la chica y movió los hombros restándole importancia.
—es mi vecina, no le pongas atención.
Entonces sasuke abrió la puerta y Naruto no pudo evitar verla de nueva cuenta, ella sonrió más e hizo una mueca en su cara pervertida y levanto el pulgar, Naruto se sorprendió y se sonrojó. Se metió rápidamente a la habitación de sasuke.
— niña precoz.
—¿ah?
—n-nada.
¡¡No le diría a Sasuke por nada en el mundo que su vecinita pensaba que tendrían sexo esa noche!! ¡¡Por dios nunca en la vida!!
—ven
Sasuke llamó, se quitó los zapatos y caminó hacia donde se había escuchado la voz de Sasuke , la habitación era grande, y lujosa, la vista era asombrosa, llegó a uno de los cuartos y notó todas las pinturas apiladas, sasuke había traído muchas desde Japón para la sesión de fotografías, varias no había sido elegidas para la sesión y Naruto miró asombrado.
Era arte y también era muy hermoso.
Aun en las sombras de las noches y una simple lamparita encendida, todo junto hacia que fuera mágico, admiro con tranquilidad cada una de las pinturas, Sasuke guardó silencio, Naruto se acercó a la pintura de sus ojos, y la tocó, el relieve de la pintura se sintió bien bajo su tacto, era hermoso, era casi real.
Sasuke salió poco tiempo después llamándolo, Naruto le siguió diciéndose que ya habría tiempo para terminar de verlas todas, Sasuke estaba sentado en el suelo con una libreta de bocetos puesta en la mesita.
Una lamparita iluminaba aquellos bocetos a medio hacer.
Se sentó en el sillón, estaba cansado y sus ojos pesaban, pero aun así no pudo evitar verlos, le recordaban mucho al viejo Sasuke, la esencia estaba ahí, los toco suavemente.
—se siente bien.
—¿el que? —susurró
—que mis pinturas puedan ser admiradas por muchos…
—es un gran logro
—saber que a pesar de que los años pasen, mis cuadros seguirán ahí, recordándole al mundo que una vez existió Sasuke Uchiha.
Sasuke se acostó en el suelo cerrando los ojos.
—…
—me alegra que pueda pintar y dejar un pequeño legado, quizá en el futuro pregunten de quién eran esos lindos ojos llorosos.
Naruto se recostó el sillón, y miro de reojo a Sasuke en el suelo, y sonrió perezoso, había sido un largo día.
—quizá algún día yo salga a la luz como el dueño—dijo cerrando los ojos, dejó caer su mano y Sasuke le miró.
Agarró su mano y Naruto suspiró, verlo ahí recostado en su sillón fue todo para dejarlo en calma, cerró los ojos aun sosteniendo su mano, y aunque no fueron conscientes del tiempo, solo una suave bruma, ambos durmieron con su mano entrelazadas así como su hilo estaba….