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Tu destino está atado al mío por yue-sama

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Notas del capitulo:

Hola!! Muchas gracias por todos sus comentarios y votaciones, aquí esta como es que yo imagino a sasuke. –dar clik para ver.-

Sasuke

Lo dibuje un tanto a la carrera así que me disculpo por ello.

 

Sin más aquí el capítulo.

—Me niego rotundamente —dijo saliendo de su asombro, Hinata lo miró sin comprender mientras que el pintor… bueno, el pintor tenía una enorme sonrisa de diablo en su rostro.

 

 

—Es un gusto poder trabajar con usted, señorita Hyuuga —dijo Sasuke besando la mano de Hinata mientras esta se sonrojaba sin remedio.

 

 

Al verlo. el rubio rodó los ojos, y, sin saber muy bien porque lo hacía, se interpuso entre ambos cuerpos, fulminando con la mirada al peliazul, este se alejó sólo un poco, sin permitir que lo que él consideraba una mierda pequeñita, lo intimidara.

 

 

—¿Puedes explicarme qué pasa? —dijo Hinata en un susurro y Naruto frunció los labios, pero cuando estaba a punto de contestar, Sasuke comenzó a quitarse el abrigo para finalmente hablar.

 

 

—¿Quién de los dos será el modelo?

 

 

—Él, por supuesto —dijo ella de inmediato—. Aquí está la referencia a tomar.

 

 

Sasuke miró la imagen que la chica quería y sonrió de lado, entonces miró al rubio y apreció todo su cuerpo.

 

 

—No es por ofender, pero me parece que se necesita un modelo con mejor cuerpo si quiere recrear a un dios griego.

 

 

Naruto abrió la boca formando una “O” completa, ¿acaso le estaba diciendo escuálido? ¿Acaso él no creía que tenía el cuerpo de un dios? ¡Iba a matarlo!

 

 

—Por ello es apolo, un cuerpo no tan fornido y perfecto para empatar con el cuerpo de él —dijo orgullosa.

 

 

—Bien, entonces desnúdate —dijo Sasuke mirando a Naruto.

 

 

Por supuesto que eso lo tomó desprevenido y los colores subieron a su cara inmediatamente, ¿cómo que se tenía que quitar la ropa? Entonces, se acercó a paso rápido y le arrebató el papel a Sasuke, miró la imagen y Dios… esa sería su muerte.

 

 

De pronto, el celular de Hinata sonó, pero él no le puso atención, estaba muy consternado viendo la imagen como para prestarles atención a cualquiera de los dos, así que cuando Hinata se acercó a él dándole un tierno beso en la mejilla no comprendió lo que sucedía.

 

 

—Espero verte cuando esto termine, ¡sé que quedará hermoso!

 

 

—Espera, qué… —dijo sin aliento—. ¿Te vas?

 

 

—Tengo que seguir organizando, el trabajo nunca para. Ya sabes —dijo con un guiño, luego agarró sus cosas y se dirigió hacia Sasuke.

 

 

El rubio pudo ver el profesionalismo de ese tipo al hablar con Hinata y tuvo que aceptar de mala gana, ya se lo había prometido a la chica después de todo, así que no podía retractarse, era una simple pintura de su cuerpo, ¿qué tan mal podría salir eso?

 

 

Naruto suspiró, entonces miró salir a Hinata y le dedicó una sonrisa, luego miró a Sasuke que ya había preparado todos los materiales, las pinturas estaban puestas al igual que la canva, sin embargo, la mirada intensa encima de su cuerpo lo puso incómodo de inmediato.

 

 

—Por más que te mire, no puedo creer que tengas un buen cuerpo, princesa —dijo Sasuke.

 

 

—Deja de decirme princesa —bramó—. Soy Naruto.

 

 

—¡Uff, la princesa tiene nombre!

 

 

Y entonces, Naruto literal se golpeó con la palma de su mano la frente, había dado su nombre así de fácil, si antes nada los conectaba, ahora sí, y estaba seguro de que Sasuke no dejaría pasar eso tan fácil.

 

 

—Bien, ¡comencemos esto! Y espero que mi amiga no se decepcione al ver que tu trabajo no sirve.

 

 

Sasuke frunció el ceño casi ofendió y Naruto pudo sentirse bien con ello, sin cuidado alguno dejó sus cosas en el suelo fuera del rango donde se haría la pintura y comenzó a quitarse la parte superior de su vestimenta, era claro que él tenía un cuerpo un tanto esculpido, era hermoso y nadie podía decir lo contrario, pero, aunque el rubio se moría por ver la reacción de Sasuke, la vergüenza le ganó y no pudo enfrentarlo como quiso.

 

 

Dios, se estaba desnudando frente al hombre que era su alma gemela… Peinó su cabello hacia atrás y se acercó al sillón mirando la fuerte luz que estaba reflectada hacia él, luego con manos nerviosas comenzó a desabrocharse el pantalón, fallando patéticamente y haciendo que Sasuke riera fuerte.

 

 

—¿Quieres una mano? Sólo no te enamores de mí, princesa.

 

 

—Cállate —murmuró al fin lográndolo, bajó sus pantalones quedando en unos diminutos boxers, dando gracias al cielo por no haberse puesto aquellos tiernos boxers de Sakura Cardcaptor con caritas de Kero. Escuchó un claro suspiró a sus espaldas y de inmediato levantó la mirada, conectando sus ojos con los oscuros que lo miraban de vuelta. La seriedad en su rostro puso su corazón a mil, Sasuke era demasiado guapo, tanto que su cuerpo se había aflojado de inmediato, por lo que apartó la mirada con vergüenza.

 

 

—Bien —murmuró Sasuke.

 

 

—¿Así estoy bien? —preguntó Naruto parado enfrente del sillón, recordando la pose de la referencia de Hinata, pero Sasuke negó lentamente.

 

 

Se acercó a él y Naruto no pudo retroceder, en segundos Sasuke estaba apreciando su cuerpo, sus tiernos músculos y lisa piel, pronto, sus grandes manos comenzaron a bajar por sus clavículas llegando hasta donde estaba su bóxer, jalándolo un poco y causándole un jadeo a Naruto.

 

 

—Necesito esto fuera —dijo ronco y suave para luego alejarse un poco—. Luego te recostaras dándome la espalda, curvándote ligeramente.

 

 

Naruto quiso saber cómo respirar de nuevo después de eso, lo quería completamente desnudo, Dios, nunca en la vida estuvo tan cohibido, aun así, se dio la vuelta y comenzó a bajar su bóxer, hasta que este cayó a sus tobillos, luego tapó sus partes nobles y se recostó de inmediato en el mueble, haciendo lo que Sasuke había dicho, entonces sintió el suave roce de la tela siendo puesto en su cadera tapando un poco su trasero expuesto, mientras la mano de Sasuke presionaba un poco su cintura, arreglándolo de la manera en la que quería, para finalmente pasar por su cuello estremeciéndolo por completo, tomando con delicadeza su cabeza y ladeándola para dejarlo de perfil.

 

 

Naruto se permitió apoyar su brazo para levantarse un poco y eso pareció estar bien ya que Sasuke sólo se alejó.

 

 

—Bien, de ahora en adelante trata de moverte lo menos posible —informó.

 

 

El rubio no pudo ver la expresión del azabache, pero dio un suave asentimiento, decir que estaba sorprendido con la actitud profesional del peliazul era poco, así que trató de relajarse mientras mantenía esa complicada pose, estaba seguro de que su espalda estaría resentida después, pero daría lo mejor de sí mismo.

 

 

El frío aire que se adentraba mantenía su piel erizada, pero se mantuvo en su lugar y por un largo tiempo escuchó sólo el movimiento de los utensilios al ser ocupados, hasta que pronto, la mirada de Sasuke le quemó por completo, pudiendo sentirla en todo su cuerpo.

 

 

De cierta forma era sumamente erótico, y sólo suplicaba que su cuerpo se controlara, no quería avergonzarse más de lo que ya estaba, el momento era sensual, su cuerpo expuesto ante el hombre al que podía llegar a amar…

 

 

En su garganta se formó un nudo decidiendo que por el momento sólo dejaría su mente totalmente en blanco.

 

 

*

*

*

 

 

Cuando Naruto no pudo sostener más la pose, tuvieron que parar, a esas alturas su brazo estaba dormido y su cuello dolía.

 

 

—Bien —dijo Sasuke—. Puedes cambiarte.

 

 

Naruto se dejó caer en el mueble y suspiró, luego agarró la tela para cubrirse un poco y estiró su cuerpo, gimiendo de placer al permitirse estirar sus músculos, sin reparar en los tensos hombros de Sasuke al oírlo.

 

 

Por su parte, el peliazul agarró las ropas tiradas de Naruto y se las lanzó bruscamente a la cara, el rubio se sobresaltó y lo miró queriendo matarlo, pero Sasuke no volvió a dirigirle la mirada, era el colmo pensó.

 

 

Empezó a vestirse rápidamente y cuando estaba pasando su camisa por su cuerpo escuchó los pasos de Sasuke alejándose, por lo que sacó su cabeza y miró al hombre sonreírle burlonamente desde la puerta del lugar mientras tenía una mano puesta en el interruptor.

 

 

—No es capaz —susurró Naruto.

 

 

—No pensé que un novato como tú durara tanto tiempo, buen trabajo —y entonces, el muy desgraciado apagó las luces, dejándolo en completa oscuridad.

 

 

Naruto tembló completamente, odiaba la oscuridad. Un gran sofoco creció en él y comenzó a respirar rápidamente, quería matarlo, pero en su lugar sólo empezó a buscar su celular sintiendo sus músculos petrificados, necesitaba algo que le alumbrara para no morir de un paro cardíaco.

 

 

¿Cómo demonios Sasuke había guardado las cosas tan rápido?

 

 

Cuando tropezó con sus cosas, las agarro rápidamente, deteniéndose al escuchar el eco de algo moviéndose entre las sombras, en ese momento, su cuerpo se tensó por completo y salió corriendo sin poder ver hacia donde iba y sin pensar en nada más que escapar, pero claro que esa no fue la mejor idea, ya que segundos después se golpeó contra algo y el dolor fue insoportable, su cadera ardió y seguramente crecería un enorme y feo moretón en ese lugar. Después de eso, apretó sus cosas contra sí y buscó por última vez su celular encontrándolo, lo prendió y suspiró tembloroso, casi al borde de las lágrimas, mirando el objeto con el que se había golpeado.

 

 

—Estúpida mesa —bramó.

 

 

Luego miró lo cerca que había estado de llegar a la puerta, así que trató de calmarse y salió de ahí con sus piernas temblando y queriendo llorar como un niño pequeño, al estar finalmente afuera, limpió de su rostro las patéticas lágrimas y se fue a su casa con un solo pensamiento en mente…

 

 

Comenzaba a odiar de verdad a Sasuke Uchiha.

 

 

*

*

*

 

 

Estiró su cuerpo tomando sin permiso de la lata de gaseosa de una de sus tantas mujeres, y esta reclamó con un tonto chillido.

 

 

—Mouu, ¡¡Sasuke!! Eso es mío.

 

 

—Y tú eres mía —dijo mirándola y la chica se sonrojó fuertemente.

 

 

Pronto, su celular comenzó a sonar con mensajes, los miró y sonrió galán al saber que lo estaban invitando a una noche apasionada de copas y sexo, así es… Así era la vida de Sasuke Uchiha, un artista que vivía en un pequeño complejo de apartamentos en una zona no muy acomodada de Tokyo —gracias a que su trabajo no le daba las ganancias suficientes—, y que tenía a tantas chicas como quería, y bueno, le encantaba.

 

 

Sin embargo, comenzaba a frustrarse en serio por un gran problema… el problema tenía un apodo y nombre.

 

 

La princesita… Naruto.

 

 

¡Agh! Hasta su nombre debería revolverle el estómago, pero lo único que hacía era pararle otra cosa…

 

 

Había tenido que hacer de todo para sacarse a ese estúpido rubio gay de la cabeza, porque Dios, a él le gustaban las tetas grandes y los deliciosos labios pequeños alrededor de su pene, nunca le llamó la atención hacer duelos de espadas —si saben a lo que me refiero—. La simple idea debería darle escalofríos, pero en su lugar, tan sólo de pensar en esos bonitos ojos mirándolo desde abajo mientras le comía el pe… ¡Basta!

 

 

Apretó su celular frustrado, pero inevitablemente volvió a pensar en él, tenía que pintarlo, horas y horas de trabajo con él, iba a ser una tortura, una maldita tortura. El rubio tenía el cuerpo que Sasuke siempre quiso pintar, era sublime… era todo para él y no podía creerlo.

 

 

Recordaba haberlo visto con deseo, pero es que ese no era él, se sentía borracho de sólo verlo, y, si tan sólo hubiera ignorado esa parte de él que le hizo robarle el celular con la intención de verlo otra vez, se estaría evitando todo eso, no estaría torturándose, algo que él nunca había hecho, por favor, él era un hombre de cero remordimientos, así era la vida, cruel, por ello así tienes que avanzar sin mirar atrás.

 

 

Estiró su cuello y miró de reojo a la preciosa morena que estaba semidesnuda en el sofá, sus curvas eran hermosas y sus ojos traviesos, era un raro espécimen, pero ni así le podía sacar de la cabeza a ese rubio. Era como tenerlo tatuado y eso le hacía recordarlo a cada 5 minutos. Era fastidioso…

 

 

Miró a la otra chica venir —la más chillona que había conocido en la vida—, y tuvo que evitar rodar los ojos, sólo había llegado ahí por el trío, después de todo, no siempre ibas a tener sexo con una sexy latina, y bueno… una japonesa.

 

 

¿Racista? Un poco, quizás…

 

 

Se levantó y dejó que ambas chicas toquetearan su cuerpo, esperaba que esa noche valiera la pena y al cerrar los ojos no pensara en nada, ni siquiera en esos ojos que lo traían dudando.

 

 

*

*

*

 

 

Se levantó bruscamente de la cama al escuchar su celular pitar, miró a todos lados completamente desorientado, escuchó los suaves quejidos de las dos chicas que dormían a su lado y se levantó de la cama agarrando sus pantalones y poniéndoselos para luego tomar su celular, vio el número de Hinata y maldijo, nunca había quedado mal con sus clientes.

 

 

La cabeza lo mataba, haber tomado mientras tenían sexo había sido malo, ahora andaba una resaca de los mil demonios y no tenía ganas de lidiar con esas mujeres que despertarían en cualquier momento, reclamando su atención.

 

 

Salió del cuarto y buscó una zona tranquila para devolver la llamada.

 

 

—¿Hola? —dijo la dulce voz.

 

 

—Sí, soy Sasuke Uchiha… Lo siento mucho por no contestar a tiempo.

 

 

—Oh no, señor Uchiha, quizás estaba dormido, a pesar de que es muy tarde —trató de bromear la chica, pero Sasuke frunció el ceño alejando su celular para mirar la hora y se congeló, ¡¡Era tardísimo!! Incluso había pasado la hora de almuerzo. Llevó el celular de inmediato a su oído para seguir la llamada.

 

 

—Oh, lo siento. Estaré rápidamente en el estudio para seguir el trabajo.

 

 

—No, no —dijo la chica—. Por eso llamaba, verá, mi amigo trabajó hoy, y, además, no puede ni en las mañanas ni en las tardes, así que sólo sería durante la noche, olvidé comentarle eso. Espero que eso no sea un inconveniente para finalizar la pintura.

 

 

—No es ningún inconveniente, la pintura se terminará en el plazo acordado.

 

 

—Bien…

 

 

Y el silencio reino por un momento, entonces Sasuke buscó un cigarrillo y lo llevó a su boca, pronto buscó también un encendedor y prendió fuego, luego inhaló y exhaló, soltando el humo.

 

 

—¿Algo más, señorita? —dijo educadamente.

 

 

—Bueno, sí… Naruto, digo, mi amigo no podrá en dos días, así que… ¿le parece bien continuar el jueves a la misma hora que ayer?

 

 

Sasuke lo pensó y con el ceño fruncido aceptó, no es como si se preocupara por Naruto… Quitó esa idea de su cabeza mientras pulían los últimos detalles para luego cortar la llamada.

 

 

Y de pronto, no supo porque la ansiedad lo golpeó

 

.

Bien, eso era basura…

 

 

*

*

*

 

 

Pasó esos dos días con una gran carga laboral, no había tenido tiempo más que para tratar de comer algo y no morir en el intento, llegaba tan cansado a su casa que no podía hacer nada más que dormir. Estaba muerto, y aunque no quería ir a encontrarse con el “demonio Uchiha”, no podía aplazarlo por más tiempo, iba a tratar de dar su mejor esfuerzo en ello.

 

 

Estaba demasiado cansado como para pensar en el hilo rojo y sobrevivir al sarcasmo de Sasuke al mismo tiempo, así que sólo se quitó el saco mientras subía a un taxi e iba hacia el estudio de la vez pasada, cuando llegó y subió las escaleras, abrió la puerta mirando el mismo cuadro, sólo que esta vez Sasuke estaba en él, sentado ordenando sus pinceles y sus pinturas.

 

 

Naruto suspiró sin saber si saludar o no, entonces sus pasos resonaron en la habitación haciéndole saber a Sasuke que él estaba allí, y cuando pasó por su lado, susurro un pequeño “hola” totalmente apagado y sin ganas.

 

 

No esperó indicaciones y dejó sus cosas comenzando a desnudarse, como dijo antes, entre más rápido fuera más rápido estaría en su cama durmiendo, entonces el rubio lo miró de reojo, notando que Sasuke estuvo a punto de hacer algún comentario mordaz, pero de pronto se detuvo abruptamente mirando fijamente su cadera que era dejada un poco al descubierto mientras comenzaba a desabotonarse la camisa.

 

 

Tragó fuerte cuando Sasuke llegó hasta él, y sin pedir permiso alguno, le quitó la camisa y bajó un poco sus pantalones formales, entonces se quedó quieto, mirándolo sin saber qué demonios hacer, por su parte Sasuke palpó su cadera y Naruto gimoteó por el dolor, oh, bueno, ahora recordaba, tenía un gran moretón que comenzaba a tornarse verde, se veía completamente feo marcando su piel, y todo había sido por culpa de Sasuke, pero no tenía ganas de reclamar nada, así que solo se alejó y trató de voltearse, pero la mano del peliazul no se lo permitió.

 

 

—¿Qué pasó? —dijo sereno, pero con fuerza en la voz mientras Naruto trataba de no abrir la boca por el asombro.

 

 

—Me golpee —dijo sin más y esta vez sí se alejó, quitándose la ropa que faltaba.

 

 

Sasuke no volvió a tocar el tema, comenzaba a sentirse raro, el ambiente estaba un tanto tenso, Naruto se acostó y dejó que el peliazul volviera a acomodarlo como se debía, ahora sin palabras de más.

 

 

—¿Fue mi culpa? —murmuró Sasuke alejándose y Naruto se congeló.

 

 

Después de un largo rato de silencio por fin contestó la pregunta.

 

 

—Supongo…

 

 

Y no hubo más palabras, pero Naruto nunca sabría cómo a Sasuke se le había estrujado el corazón…

 

 

 

Notas finales:

Si tienen alguna duda, por favor hacerla.

 

Espero saber si les gusto, les quiero mucho.

 

Nos vemos


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