Naruto había tenido curiosidad sobre la pintura durante varios días, pero no había tenido el valor suficiente para verla, ya que, después de aquel pequeño incidente, Sasuke siempre procuraba irse después de él, y, por su parte, no se atrevía a asomar la cabeza para mirar la pintura.
A pesar de todo, después de esos días compartidos el ambiente entre ellos se sentía mejor, no sabía si era por el profesionalismo en Sasuke o si se debía a que las cosas realmente habían mejorado, pero era por eso que ahora estaba ahí, no había podido evitarlo, había salido más rápido del trabajo así que se montó rápidamente en un taxi y poco después llegó al estudio, notándolo vacío, entonces cantó victoria y fue directo a la canva para destaparla quedándose asombrado al ver el trabajo del peliazul, nunca pensó que ese hombre tuviera tanto talento, tuvo que tragarse las palabras que había dicho, el trabajo estaba casi listo, parecía que sólo le faltaban los últimos detalles, pero aun así era hermoso, se miraba tan real y…
—¡¡Pero si la princesa es curiosa!! —y unos aplausos se escucharon, por lo que se separó de inmediato de la pintura.
—Yo... —Sasuke lo cortó de inmediato.
—Con tal de que no hayas arruinado mi trabajo estaremos bien —dijo fríamente empujándole lejos de su zona de trabajo—. No vuelvas a acercarte.
Después de eso Naruto se enojó, al diablo si había pensado que las cosas entre ellos habían mejorado, estaba claro que Sasuke lo odiaba, y claro que no pudo evitar verle mal.
—Si algo te molesta, dímelo —bramó Naruto.
—No creo que…
—A ver, si eres hombre sólo tienes que decírmelo Uchiha, no soy idiota, no tienes por qué tratarme así… Habla —desafió y Sasuke frunció el ceño fuertemente.
—Todo tú me molestas —dijo enfadado y Naruto retrocedió pensando que quizá se había equivocado al enfrentarlo—. No soporto estar compartiendo mi tiempo con un maricón.
Naruto lo miró dolido, ahí estaba una de sus peores pesadillas, ser discriminado por su forma de amar, ¿qué diría Sasuke si le dijera que su lazo estaba atado al suyo? Seguro se moriría.
Se quedó quieto y apartó la mirada.
Sasuke parpadeó y apretó los puños, su vida se había vuelto muy estresante y comenzaba a cansarse, nunca tuvo que preocuparse de más, y ahora, tenía que esforzarse al máximo por no caer con esos ojos bonitos y labios suaves.
Chasqueó la lengua y todo el buen ambiente que había construido en los últimos días se fue a la mierda, así que de nueva cuenta el peliazul rompió el silencio.
—Si no vas a soportar la verdad puedes irte y otro día seguimos —sonó más rudo de lo que hubiera querido, pero las palabras ya habían sido dichas, un largo silencio se escuchó y Sasuke suspiró.
—No —Sasuke se sorprendió y miró al rubio, asombrándose más al notar la gran determinación en su mirada—, entre más rápido terminemos con esto será mucho mejor, así no tendrás que ver a este maricón de nuevo.
Y Sasuke se maldijo por ser tan estúpido, lo vio desnudarse y ponerse en la posición, y, a partir de ahí, todo fue tensión y un horrible y amargo sabor en la boca.
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—Supongo, cariño, que hoy no fue un día muy bueno ¿no? —dijo aquel barman que llevaba un poco de maquillaje y ropas extravagantes con un toque femenino, Naruto lo miró y negó cansado.
—Fue una basura.
—Lo supuse. No había visto tu cara en meses, así que, sólo lo supuse.
—Lo sé, Gaa-chan —dijo mirándolo directo a los ojos—. Ese bastardo —refunfuñó.
—Ya sé —dijo mirándolo y sonrió dándole un fuerte trago—. ¡¡Vamos a festejar el orgullo gay toda la noche!!
El rubio sonrió cansado, amaba la forma de ser de Gaara, era tan libre como él no lo era, era el dueño de ese bar gay, ¿y cómo se habían conocido? Fue en esa época oscura en la que trataba de superar la estúpida decisión de haber dejado a Kiba. El haber entrado a ese bar le había cambiado la vida, las personas ahí dentro podían ser lo que quisieran sin ser discriminados, amaba esa sensación. Gaara había sido un buen apoyo para él y fue así que aceptó que amar al mismo sexo no estaba mal.
La música subió y Naruto tomó un shot de nueva cuenta, sintiendo su garganta arder, varios en el lugar hablaban o coqueteaban dispuestos a una ardua noche de sexo gay, así que, sin poder evitarlo, comenzó a mover su cabezo al ritmo de la canción que sonaba sintiendo su cuerpo flojo. Lo último que quería era recordar las crueles palabras de Sasuke.
Eran pasadas las 12 de la noche y no planeaba irse de ahí hasta el amanecer, estando tan borracho como pudiera. Gaara lo miró divertido y sacó una bufanda de plumas pasándosela por el cuello mientras ambos se movían con la música.
—¿No tendrás una bandera con todos los colores? —y Gaara sonrió pícaro.
—Claro…
Le tendió la bandera y Naruto la extendió, luego volvió a tomar otro trago para agarrar valor, y, con ayuda de Gaara, se subió rápidamente en la barra sacudiendo su cuerpo con la música, luego puso la bandera frente a él y miró como todos lo miraban, entonces, con voz fuerte, gritó.
—¡¡¡Jódete Sasuke!!!
Y con orgullo movió la bandera, todos ahí lo alabaron, algunos sonreían con gracia mientras que Gaara se partía de la risa moviendo su trasero por toda la barra, atendiendo a sus clientes.
Naruto movió un poco más su cuerpo antes de bajarse y volver a beber, que se jodiera Sasuke Uchiha, ¡no le importaba! Y si su maldito hilo rojo estaba atado al suyo iba a respetarlo, y no le importaría nada, pero esa noche se prometió respetar su unión hasta el punto de hacer a Sasuke su pareja.
Porque sí, Naruto Uzumaki iba a hacer a Sasuke Uchiha gay.
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Cuando iba triunfando en el karaoke y todos lo alababan Naruto se dijo que tenía que regresar a la barra, a la seguridad de los brazos de Gaara, entonces se fue tropezando con su pesada existencia y el pelirrojo lo recibió con una copa más.
—Penshe —dijo con los labios algo dormidos, estaba muy ebrio ya—, que no le vendiahs a los ebrriosss.
—Bueno, más o menos esas son mis reglas, pero aquel caballero te invita esto —dijo señalando discretamente a alguien, entonces el rubio volteó su mirada encontrándose a un hermoso hombre.
—Oh, bueno —dijo y se tragó el contendió—. Al diablo…
Y así, a tropezones, llegó donde el chico, estampando su boca con la contraria sin saber muy bien lo que estaba haciendo.
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—¡Mierda!
Naruto se levantó de inmediato resintiendo la gran jaqueca que tenía, las ganas de vomitar le dominaron y tuvo que taparse la boca para no vomitar todo ahí mismo. Entonces, notó todo, el cuarto en el que estaba era uno de esos “Love motels”, tan famosos por ser baratos, de igual manera pudo notar la mañana y que él estaba encamado, con una horrible resaca y con su cuerpo doliendo como el infierno.
Notó la ducha prendida, y, aunque no recordaba nada de la noche pasada, estaba claro que había compartido la cama con algún extraño que, claramente, no necesitaba en su vida. Se sentó decidido y se puso la ropa, notando el semen seco en su cuerpo, Dios, ¿qué tan salvaje había sido como para tener semen hasta en su cabello?
¡¡Joder!!
No necesitaba verle la cara al tipo, es más, ¿por qué nunca le tocaban hombres buenos? ¿Algún adinerado al menos? Su sueño frustrado siempre sería ese, nunca se levantaría en una suite de un hotel de 5 estrellas después de una noche loca, siempre despertaba en moteles baratos, y, ya que…
Agarró todo lo que pudo hallar que fuera suyo y salió huyendo de ahí, supuso que sus demás cosas estarían todavía en el bar, y de no ser así, se pondría a llorar, había sido tan descuidado tan sólo por estar despechado.
Rugió con dolor al caminar rápido para salir lo más pronto posible de ahí, era claro que había tenido sexo, así que cuando notó que la gente comenzaba a verle Naruto se avergonzó, agarró su chaqueta y se la puso en su cabeza para taparla, luego se agarró la frente y tuvo que aguantar todo su ser hasta que llegó al bar.
Entró al lugar a pesar de que decía cerrado, y miró al pequeño Gin limpiando las copas y arreglando todo, entonces se acercó y este le sonrió con gracia, Naruto rodó los ojos mientras veía al pequeño pelirrojo sacar sus cosas y dejarlas encima de la barra junto con unas pastillas y un vaso de agua.
—El señor Gaara dijo que vendrías de esta manera… Noche ruda ¿eh?
—No es nada gracioso —masculló tomándose las pastillas.
—Por fin sentiste la caminata de la vergüenza —se rio en su cara y Naruto arrugó el ceño—. ¡Hasta venías tapando tu cabeza!
—Deja de reírte, no es gracioso —hizo un puchero.
Nunca en su vida había tenido que pasar por eso, sus relaciones de una noche siempre se controlaban o al menos procuraba bañarse después de ellas y luego se iba, pero ahora… había huido sin bañarse, y bueno, era obvio que se notaba lo que había hecho la noche anterior.
—El señor Gaara se burlará de ti también, ¡di queso!
Y cuando menos lo esperó le tomo una foto y el rubio se golpeó la cabeza contra la barra, ¿de verdad? ¿qué más podía pasarle ahora?
Odiaba su vida
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*
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Sasuke salió de tomar un baño secándose el cabello con la toalla, entonces su celular sonó y él se acercó para ver qué era lo que le había caído, su curiosidad creció al ver que había recibido un video, era de una de las tantas chicas con las que había salido, así que le dio play y su boca se abrió por el asombro, obviamente reconoció al chico encima de la barra, no era otro que Naruto, la bandera que portaba le cubría un poco la cara, pero Sasuke se había memorizado sus facciones, lo reconocía sin dudar al igual que a su voz.
¡¡Jódete Sasuke!!
El peliazul no lo podía creer, ahí estaba ese bonito rubio moviendo la bandera con orgullo mientras gritaba eso, pronto el video se cortó y él bufó, de verdad ese rubio era un dolor en el culo.
Fue gracioso porque dijo tu nombre, aunque no eres tú ¿verdad? Jaja XD
Eso decía el mensaje que venía adjunto al video, al leerlo Sasuke sólo cerró el chat y tiró el celular lejos, claro que era él, ¿cómo se atrevía Naruto a mandarlo al carajo así, como si nada? Y peor aún ¿cómo es que podía seducirlo aun cuando hacía el ridículo? Agarró un cigarrillo y lo encendió mirando al techo, Dios…
Juraba, como que él era Sasuke Uchiha, que nunca de los nunca iba a caer contra Naruto Uzumaki.
*
*
¨*
Las semanas pasaron rápido, la pintura había sido completada aquella misma noche en la que Sasuke y Naruto se pelearon, así que no habían tenido que verse las caras después de eso, además de que al rubio tampoco le cayeron más mensajes ridículos de Sasuke. Parecía que todo volvía a la normalidad,
Naruto entró al recinto con buen humor, ya que lo único que le arruinaba el día era tener náuseas, en esos momentos se alegraba de ser un chico y de no tener que preocuparse por quedar embarazado, ja, ja, ja, casual…
Iba vestido informal y se sentí bien consigo mismo, así que, ¿por qué no demostrarlo? Sin embargo, al ver a su amiga tan estresada, tuvo que socorrerla y evitar que asesinara a sus jóvenes empleados por no poder hacer los arreglos florales bien, por lo que, con calma, Naruto se encargó y los chicos sonrieron aliviados para seguir haciendo alguna otra cosa.
—Estoy volviéndome loca, esto es muy importante…
—Lo sé, solo tienes que respirar —dijo con una sonrisa—. Ya estoy aquí para ayudarte.
Ese era el día del evento, así que Naruto había ido ayudar a su amiga en lo que pudiera, así que se estiró y luego se puso manos a la obra. Ayudó en todo lo que pudo, hasta que todo quedó impecable y pulcro. ¡Simplemente maravilloso!
Cuando Hinata se acercó a abrazarlo, supo que todos tenían que ir a vestirse para comenzar el evento, así, Naruto fue a cambiarse y arreglarse un poco, y cuando salió no se sorprendió al ver que la gente comenzaba a entrar, había fotógrafos y todo era muy elegante, por lo que supuso que era un evento para gente de alta alcurnia o para algún millonario.
Las decoraciones del evento eran doradas y tenían algunos toques negros o blancos, pudo ver a su amiga estar pendiente de todo, así que se acercó con cuidado.
—Te ves bien —la alabó y Hinata sonrió.
—Tú también, como siempre…
—Gracias —dijo feliz—. ¿Necesitas ayuda en algo más?
—Creo que lo tengo bajo control, puedes ir a darte una vuelta y disfrutar un poco.
El rubio asintió y decidió relajarse, quizás era el estrés de toda su vida lo que lo tenía con ese fuerte dolor de estómago y con náuseas, pero a pesar de eso, no parecía que estuviera tan mal, saludaba a las personas que le saludaban y también ayudaba a las personas que parecían perdidas.
Cuando llegó a un punto exacto del lugar, tuvo que detenerse, era el vestíbulo, en él se encontraba una gran y hermosa escalera hecha de mármol, al lado de esta estaba su pintura, el marco era dorado y todo en ella encajaba perfectamente, la admiró por completo, sintiendo un poco de vergüenza al verse tan expuesto, pero al escuchar a la gente exclamar por tan exquisito trabajo, se sintió mejor, incluso se sintió orgulloso de Sasuke, pero claro, eso nunca se lo diría.
Miró a lo lejos las mesas llenas de productos de belleza y pensó que quizás se trataba del lanzamiento de un nuevo producto, pero no sabía con exactitud.
Un momento después, una cabellera particularmente conocida apareció ante su vista, ahí estaba Sasuke enfrente de la pintura, Naruto suspiró y se acercó un poco, Sasuke lo notó de inmediato, ambos se miraron sin saber muy bien que decirse, y el rubio se acobardó en el último momento, cuando ya no podía huir.
—…
—Y-yo…
La conmoción se escuchó a su alrededor y lo desconcentró un poco del pobre intento de conversación que quería tener con Sasuke.
—Oh, Naruto…
Volteó rápidamente a ver a la persona que le había hablado, notando esos ojos claramente especiales, de un gris intenso, y su hermoso cabello café, entonces se congeló por completo sintiendo como la mano de ese hombre le acariciaba el cabello.
—N-Ne…
