—Neji…
—Dime Naruto, ¿por qué huiste esa mañana?
El rubio se quedó callado y, cuando cayó en cuenta de a lo que el castaño se refería, se quedó completamente en blanco.
—Oye… —dijo Sasuke y eso sólo empeoró las cosas.
Cuando Naruto miró los ojos de Neji supo que no era mentira, más aún cuando esa hermosa mirada, que en un principio fue fría como el hielo, pasó a ser cálida a la vez que una hermosa sonrisa de ternura nacía en el rostro contrario.
Su estómago se revolvió por completo causándole un gran dolor cuando fue consciente de su cruda realidad, entonces se hizo para atrás y logró voltear un poco antes de encorvarse para devolver todo el contenido de su estómago contra la ropa de Sasuke.
—¡Oh, mierda! —rugió el peliazul mientras todas las personas reunidas exclamaban con asco.
Sintió algunos flashes capturando el momento y tembló irremediablemente, ¡Dios, no! No podía levantar la cara y mirar su propio desastre, sólo pudo sentir que Sasuke apretaba fuertemente sus brazos, haciéndole saber que estaba enojado, sin embargo, su garganta estaba lastimada y su voz no salió para disculparse.
—Juro que te mato —bramó Sasuke.
Cuando iba intentar hablar nuevamente, sintió unos brazos jalarlo para llevárselo de ahí, así que se dejó hacer, subieron las escaleras y por fin se atrevió a mirar a su alrededor, notando que estaba con Neji por lo que volvió a sonrojarse, luego se metieron en un cuarto, y, una vez adentro, tomaron su distancia, mirándose atentamente.
—Hola de nuevo —dijo suavemente—. Ahí está el baño…
El rubio asintió sintiéndose muy mal consigo mismo, se metió en el baño y cerró la puerta tras él, luego fue directamente a enjuagarse la boca, sin quererlo había arruinado el traje de Sasuke, había quedado en vergüenza, ¡y es más! ¡Había arruinado el evento!
Y es que, ¿qué decir de Neji? Neji Hyūga había sido su amor platónico cuando era más joven, era el sexy hermano de Hinata, un exitoso empresario en marcas de maquillaje… ¡diablos! ¿Cómo no se había dado cuenta antes? El maquillaje, la marca…
Estaba arruinado.
Bien, quizás ahora su mejor amiga era la mala suerte, quizás tenía que ir a un templo para hacerle una limpia.
Lo increíble era que ahora, el mismísimo e inalcanzable Neji Hyūga de su juventud, ¿era quién le estaba diciendo que fue con él con quien se acostó? Ese hermoso hombre de traje gris pulcramente adornado y maravilloso cabello.
Era broma, ¿verdad?
Se rió nervioso y su estómago le dolió aún más, así que limpió su camisa y mojó su rostro, y, cuando decidió que era hora de salir para enfrentar su vida, lo hizo.
—Yo lo sient…
Pero, en vez de ver al castaño, se encontró a Sasuke sin camisa, dejando ver ese hermoso cuerpo bien tonificado y marcado. Su boca se secó, pero la mirada del Uchiha era asesina, obligándolo a quitar la suya rápidamente.
—No era Gucci, pero tenía un valor sentimental que ni tu podrías pagar. ¡Maldición!
El rubio se sintió mal de nueva cuenta, aunque no era como si hubiera elegido vomitar sobre Sasuke, de hecho, pudo haber sido cualquiera, pero para su mala suerte, él era el único que estaba cerca suyo en ese momento.
—No fue mi intención —dijo suavemente como si con ese tono pudiera arreglar algo.
—¿Esas son tus disculpas baratas? Tú sólo has sido un estorbo en mi vida.
Naruto lo miró un tanto sorprendido, podía ver lo enojado que el Uchiha estaba y ya no sabía qué hacer, tan sólo no quería empeorar las cosas. Vio cómo el peliazul agarró una camisa de seda, que quizás Neji le había prestado, para ponérsela encima de su cuerpo.
—Es mejor que no digas nada, ¿no? Así arreglas las cosas tú, ¿cierto? Nunca más me pondré esto —dijo lanzando la camisa al suelo—. No con tu mierda encima.
Sasuke le lanzó una última mirada llena de rencor y luego se dio la vuelta, entonces Naruto se sintió flojo y su cuerpo tuvo un pequeño estremecimiento antes de que la furia estallara en su pecho, así que se mordió la lengua antes de decir algo que lo hiciera perder, definitivamente, cualquier oportunidad que pudiera tener con Sasuke, sin embargo, no pudo evitar que —por causa del enojo—, se retuvieran gruesas lágrimas en sus bellos ojos azules.
Cuando Sasuke salió del baño, ahora correctamente perfumado, se fue de ahí sin decirle nada más, y fue en ese momento en el que se permitió llorar lleno de frustración y enojo, apretó los puños hasta que se tornaron blancos por la presión, pero pronto la puerta fue abierta y Hinata entró por ella con una cara larga que cambió rápidamente al ver su estado, corriendo de inmediato hacia él para abrazarlo.
El rubio limpió sus lágrimas, nunca permitiría que nadie más que él viera su sufrimiento, porque sí, lo que le estaba pasando sólo le correspondía a él, por las decisiones tontas que había cometido en el pasado, si tan sólo Kamisawa le hubiera advertido eso, quizás hubiera considerado más el cortar su hilo rojo con Kiba, ahora se sentía tonto.
Se separó de Hinata y sonrió, arreglándose lo mejor que pudo, él era muy bueno con eso de ponerse máscaras y parecer estar bien, después de todo, desde pequeño fue de esa manera.
—¿Estás bien?
—Sí —mintió—. Lo siento por…
—Estabas llorando, Naruto —dijo la chica preocupada, claro que el rubio sabía lo que estaba haciendo.
—No fue nada, ahora escucha, lo siento por estropear todo...
—Nada de eso, fue fácil limpiar el vómito, además, Neji está haciendo uso de sus encantos ahora mismo, nada está arruinado, es más, no todas las personas lo vieron, así que no hay problemas.
El rubio asintió y miró a su amiga directo a los ojos.
—¿Por qué no me dijiste que esto era para Neji?
—No pensé que te importara. Nosotros nunca mencionamos a Neji, sólo era mi hermano y ya.
—Lo sé… —dijo mordiéndose el labio, claro que Hinata nunca supo del pequeño crush que tuvo con Neji, y ahora… ahora parecía que tuvo una noche loca de sexo con el castaño, ¿cómo carajos le diría eso a Hinata?
Hinata se preocupó por él y le llevó un vaso de agua, luego lo hizo acostarse en la cama y lo dejó tranquilo, así que cerró los ojos por un momento y terminó de lamentarse. Cuando se sintió mejor y el estómago dejó de dolerle, decidió salir del cuarto, era tarde y tenía que regresar a su casa, debía trabajar el día siguiente y ya había tenido suficiente por un día.
Alisó su ropa y salió de ahí con paso decidido, bajó las escaleras mirando todo a su alrededor, pero se quedó congelado al ver a Sasuke agarrado del brazo de una mujer, delgada y de cuello largo, quizás una modelo… eso le dolió más de lo que hubiera previsto, no amaba a Sasuke, quizás todavía no, pero algo en él le hacía sentir terriblemente mal.
Apretó los puños al mirar como Sasuke se inclinaba hacia ella y le decía algo al oído haciéndola estallar en carcajadas, así que mejor terminó de bajar las escaleras y apartó la mirada, aun cuando quería hacer un gran escándalo de nuevo para así tener la atención del pintor en él, sin embargo, mejor se contuvo.
—Naruto… —en ese instante el rubio salió de su burbuja de celos rápidamente—. ¿Ya te encuentras mejor?
Naruto suspiró, Neji era hermoso, tanto que parecía irreal, lo miró y asintió con una leve sonrisa avergonzada.
—Lo siento por lo que pasó…
—No pensé que verme te revolviera el estómago, pensé que lo había hecho mejor.
—Qué va —dijo nervioso sin poder verlo a los ojos, entonces el castaño agarró su mano suavemente, crispándolo.
—Sé que quizás no me recuerdes… y quizás fue malo que me aprovechara de tu estado, pero simplemente llegaste y me besaste, yo no pude resistirme a tus ebrios encantos —dijo con voz grácil y suave, melodiosa.
—Estaba muy ebrio. Yo… yo…
—¿No sabías lo que hacías? —completó Neji, tratando de guardar el dolor que esas palabras le habían causado y el rubio se sintió mal—. Está bien, lo entiendo. Nunca pensé que te fijarías en mí.
—¿Qué? —dijo de inmediato, mirándolo incrédulo—. Eres el hombre que soñé para mí, ¡eres perfecto!
—Pues gracias —dijo con una radiante sonrisa acercándose más a Naruto, y acariciando suavemente su rostro, provocándole un nuevo sonrojo, ¿por qué se volvía tan torpe ante la presencia del castaño?
El ambiente tenso entre ellos se rompió y Naruto se permitió sonreír, seguía siendo el mismo joven que había conocido, no había mucha diferencia aun cuando los años habían pasado, pero algo no cuadraba en todo eso y el rubio temía tanto preguntar.
—¿Por qué amanecimos en un Love motel?
Neji de inmediato le dio una suave sonrisilla que lo dejó con el cuerpo flojo, y él no pudo evitar devolvérsela.
—De hecho, tú, Naruto Uzumaki, tienes un orgullo así de grande —dijo señalando el techo—. No dejaste que te llevara a mi hotel, te empecinaste en pagar todo por tu cuenta sin dejarme ayudar, y también fuiste tú quien nos metió en ese lugar —dijo con gracia y Naruto cerró los ojos negando levemente, eso definitivamente sonaba a él, siempre le habían dicho que era un pésimo ebrio, ahora de verdad comenzaba a creerlo.
El ambiente se había vuelto tan relajado y liviano que lo hizo olvidar todo a su alrededor, las caricias discretas que Neji le daba lo tenían calmado, sin embargo, una punzada de molestia resurgió al recordar a Sasuke, y fue en ese momento en el que sintió una fuerte mirada posada en él.
¿Han tenido esa sensación de cuando te miran tan fuerte, que lo sientes en todo tu cuerpo y te estremeces? Bueno, así era como el rubio se sentía. Era como si el mismo diablo estuviera tras sus pasos.
Volteó levemente la mirada y vio a Sasuke observándolo con una cara completamente seria, casi parecía estar furioso, y decía casi, ya que sabía ocultar bien sus sentimientos. El rubio quitó la mirada de inmediato y algo en su corazón le dio la esperanza de que tal vez el peliazul estaba celoso.
Tonto, lo sabía, pero quizás era verdad.
*
*
*
Había pasado una semana desde la fiesta y Sasuke seguía con su vida, entró a la tienda para comprar un bote de helado, pues una de sus tantas chicas le había pedido el favor de comprarlo, así que ahí estaba él, grande fue su sorpresa al ver a cierto rubio sonriente acompañado del castaño millonario.
Su pecho se calentó y se sintió disgustado, era ridículo, lo mismo le había pasado en la fiesta, de hecho, de no haberse ido del lugar, quizás hubiera hecho una locura de la que en esos momentos podría estar arrepintiéndose.
Gruñó enojado y apartó la mirada, ¿a él qué le importaba como se la pasaba la mierdecilla con ese hombre? Al diablo, no le tenía que importar.
—¿Sasuke Uchiha? —y volteó, ahí estaba ese castaño con una sonrisa profesional y a su lado un Naruto tenso. Sonrió de lado, mirando intensamente al rubio y este se encogió, pero el castaño pasó una mano por su cintura y fue ahí cuando se borró su sonrisa.
¿Quién se creía ese para agarrarlo así?
Contuvo un bramido y apartó la mirada para verlo a los ojos, asintió intentando no contestarle mal, incluso comenzaba a dolerle la cabeza.
—Un gusto, Neji Hyūga. Mi hermana me comentó sobre su excelente trabajo pintando ese cuadro completamente hermoso. Tomaré en cuenta su trabajo para futuros eventos y será recomendado entre mis amigos. Usted tiene un don muy bello.
En ese momento, Sasuke tuvo que parar su enojo y sus celos para darse cuenta de que su trabajo estaba siendo halagado.
—Muchas gracias… Eso significaría mucho para mí.
Lamentablemente, Neji nuevamente hizo algo que no pudo soportar, le dio un suave roce de labios a la sien de Naruto, eso le crispó todo el cuerpo, y, sin pensarlo muy bien, agarró fuertemente la mano del rubio y lo jaló, sacándolo de ahí completamente a rastras.
—E-espera…
¿Esperar? ¿Él? ¡Al diablo!
*
*
*
Su día había sido una basura, pero camino a casa iba a pasar por un delicioso y hermoso helado con forma de osito, adoraba las cosas bonitas, algo raro para un hombre, pero todo lo kawaii* era su muerte.
Grande fue su sorpresa al encontrarse a Neji ahí, parecía que compraba helado y claro que se saludaron, Neji siempre había tenido una hermosa y bondadosa alma, incluso a pesar de que tenía millones de dólares era una persona humilde, y esos aspectos Naruto siempre los amó.
Hablaron un poco, pero la conversación paró cuando Neji se distrajo viendo a alguien más.
—Ven, Caruto
¿Eh? ¿Ese era Sasuke? Casi se niega a caminar, pero tuvo que hacerlo, así como también tuvo que contener un suspiro al mirarlo tan casual y bello. ¿Por qué tenía que ser un gran hijo de puta? Una sonrisa demoniaca creció en la boca del peliazul y él se vio casi obligado a retroceder, pero el brazo de Neji no lo dejó moverse mucho, apretando su cintura, y, sabía bien que, a pesar de lo raro de la situación, el castaño siempre buscaba su comodidad, ya que, al sentirlo tan tenso, besó levemente su sien para calmarlo, pero ni cuenta se dio del momento en el que fue arrebatado de los brazos de Neji y llevado lejos de ahí, sólo pudo ver la fuerte espalda del Uchiha mientras su muñeca era fuertemente agarrada, instándolo a caminar más rápido.
Cuando llegaron a una zona menos transitada Sasuke paró y lo estampó de lleno contra el muro, provocando que el rubio jadeara viendo esos ojos negros que lo analizaban, queriendo ver hasta su alma.
—¿Qué haces? —dijo el rubio—. ¿Por qué me sacaste de ahí así?
—¿Qué? ¿Acaso ese es tu noviecito? ¿Eh?
¿Ese era un reproche? ¿De verdad Sasuke le estaba reprochando?
—¿Y qué si es así? —trató de verse fuerte, pero la mandíbula de Sasuke se apretó fuertemente y Naruto retrocedió lo más que pudo.
—Pues que malos gustos tienes —trató de burlarse, pero el rubio frunció el ceño.
—Si me gustara alguien como tú, definitivamente tendría mal gusto, un hombre como Neji está años luz de ti.
Ufff… haberle dicho eso a un Uchiha no era lo más recomendable, la tensión entre ellos creció fuertemente y el duelo de miradas comenzó.
—Ya quisieras —escupió de mala gana.
—No… tú ya quisieras. Ahora, déjame.
Se zafó de su agarre, dispuesto a irse, pero Sasuke lo agarró fuertemente, y pronto, la tensión de todo lo ocurrido se había esfumado, el rubio se confundió y miró de reojo a al peliazul notando una gran sonrisa que mostraba hasta los colmillos, en ese instante supo que nada bueno vendría con esa sonrisa, nunca de los nunca.
—Sí, claro… no decías eso la noche pasada cuando me comía tu boca.
—Que…