Naruto lo miró con cara de asombro y Sasuke chasqueó la lengua al darse cuenta de lo que había dicho, perdiendo la calma que había conseguido hasta ese momento; se había jurado nunca mencionarlo con nadie, mucho menos con el causante de todo. Soltó a Naruto cómo si este quemara y el rubio pareció estar más confundido que nunca, entonces, el peliazul se dio la vuelta dispuesto a irse, pensando que todo lo que había hecho había sido un impulso de su cuerpo, de no ser así, ¿por qué demonios había sacado a Naruto de la tienda de esa manera?
Por supuesto que no fue sorpresa que fuera Naruto quien lo agarrara esta vez del brazo, pidiéndole, con sus intensos ojos azules, una explicación muda. Suspiró sabiendo que no tenía de otra, ya que él mismo lo había comenzado.
—En la zona de bares —dijo un poco serio—. ¿No recuerdas?
—No… Esto es una broma, ¿¡verdad!? —dijo sorprendido.
—Sí, claro… Ya sabes que a mí me encanta hacer bromas en las que tengo que suponer que besé apasionadamente a un gay —dijo con una sonrisa cruel para luego bufar—. Después de eso me tuve que lavar la boca al menos 3 veces.
El rubio retrocedió y… ¡Dios! Estaba tan confundido, entonces ¿Neji y él?... ¡Esperen! ¿Acaso lo había malinterpretado todo? ¿Acaso Neji y él no se habían acostado?
—Espera, ¿tuve sexo contigo? —dijo algo asustado, y Sasuke volteó a verlo rápidamente con incredulidad, entonces el rubio supo que no.
—¡Estás loco! —reclamó un tanto alterado—. Ibas saliendo de un puto bar y te caías de ebrio, caíste a mis pies y tuve que arrastrar tu patética existencia, nunca esperé que tú, muy listillo, te enredaras en mi cuerpo, ¡y me besaras!
—…
—Luego, te dejé solo un momento para ir por mi teléfono —ya que su cita de esa noche tenía el celular—, para pedirte un puto taxi, pero cuando volví ya no estabas. ¡Así que no! ¡No tuvimos sexo!
Naruto lamentó toda su existencia, había besado a Sasuke y no se acordaba. ¡¡¡No se acordaba!!! Estaba por tirarse de un puente, eso no era parte de su plan para conquistar a Sasuke “Idiota” Uchiha.
—Lo siento…
El rubio pudo ver el momento exacto en que la expresión de Sasuke se oscureció completamente, y tragó grueso.
—Así que la princesa tuvo acción esa noche, ¿eh? —Sasuke se acercó hasta invadir su espacio personal, por su parte Naruto levantó la mirada y su aliento chocó con el contrario mientras su estómago se anudaba—. ¿Así que estabas tan desesperado por un pene?
Naruto jadeó indignado, separándose bruscamente de él y le propinó un fuerte golpe, Sasuke lo miró con asombro, era terrible, cada vez que quería mejorar las cosas todo terminaba aún peor, ¿por qué tenía que ser así? Pero ya no le iba a decir nada, en ese momento ese Uchiha no se merecía nada de él, estaba ofendido, y, aunque el rubio también tenía muchas cosas por decir, prefirió callar; así que, simplemente se dio la vuelta y lo miró de reojo, notando como se sobaba la zona afectada.
—¿Yo? ¿Desesperado por pene? Quizás eres tú quien está desesperado por mi trasero. ¡Vete a la mierda, Sasuke Uchiha!
Y se fue de ahí con la barbilla en alto, dejando atrás a un incrédulo Sasuke que, poco después de verse solo, rompió en carcajadas. Eso estaba muy, pero muy mal.
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Naruto iba enfurruñado, casi echando humo por los oídos, pero todo su enojo se fue cuando su mirada se topó con unas revistas —de esas de chismes de famosos—, sin embargo, no era porque tuviera la foto de alguna estrella súper famosa en la portada, así que, se acercó al puesto con miedo y agarró la revista.
—Serían 300 yenes —dijo el vendedor, pero al mirarlo lo señaló y gritó—. ¡¡¡Es usted el de la foto!!!
Naruto se quedó petrificado, en la maldita portada estaba él vomitando sobre Sasuke en la fiesta exclusiva del multimillonario Neji Hyūga, pensó que al haber pasado una semana del incidente y no haber visto ningún post o noticia, ya no se publicarían nada, pero que equivocado había estado.
¡¡Qué vergüenza!!
Dejó la revista en su lugar y salió corriendo, en el camino levantó su capucha y se dirigió rápidamente a su casa, si estaba en esa revista pronto estaría en varios programas televisivos de renombre, y, de sólo pensar en esa idea, se le revolvió el estómago.
Le valía su vida social —bueno no tanto, porque sería llamado niño vomitón o algo por el estilo—, pero había arruinado un poco el nombre de Neji.
Llegó a su casa y se dejó caer contra el sofá buscando desaparecer, no supo cuánto tiempo pasó, hasta que escuchó una serie de golpes en su puerta, ¿acaso eran paparazzi? Tan sólo la idea lo horrorizó. Se levantó de inmediato y vio por la mirilla, encontrándose con una enorme sorpresa, no pudo ver más que un ramo de flores amarillas, así que abrió con algo de duda.
Una parte de él se desilusionó cuando miró a la persona que estaba frente a su puerta, era tonto soñar que Sasuke iría tras él con un ramo de flores amarillas… Sonrió y recibió a Neji, y el castaño rápidamente se mostró preocupado.
—Supongo que ya viste las fotos —dijo Naruto y el castaño suspiró.
—Lo siento mucho, pagué para que no las publicaran, pero no lo pude detener —dijo con cierta vergüenza y Naruto se conmovió, parecía que lo había hecho sólo para protegerlo—. Espero que no te molestes.
—Me preocupaba más tu nombre.
—A mí me preocupas tú —al oírlo, Naruto se derritió, y, sin saber muy bien porqué, pasó sus brazos por el cuello de Neji y se acercó por un beso, que no fue negado, por el contrario, fue bien correspondido.
Las manos de Neji rápidamente se posaron en su cintura y sonrió dentro del beso.
—Pensé que no querías nada conmigo después de aquello…
—Y no creo quererlo —dijo siendo honesto y Neji asintió—, pero fue un lindo detalle. De hecho, creo que, el haber traído esas flores, y, sospecho que eso es helado -dijo señalando la bolsa que Neji tenía- además de hacer todo esto, sólo para mí, claro que te mereces un beso.
Neji asintió sonriendo, entregándole las flores y el helado, luego el rubio se dirigió a la cocina para poder arreglar las flores y destapó su sorbete, notando que era el osito kawaii que él había ordenado, y avergonzándose al saber que Neji le había traído su pedido.
—Es muy tierno, por cierto —dijo tranquilo—. Tal como tú.
Naruto sonrió, ahh… ¿por qué el destino era así? ¿Por qué no era el destinado de Neji? Las cosas serían mucho más fáciles. Lo más triste de todo era saber que Neji si tenía destinado o destinada, ya que su hilo rojo estaba completo y conectado a alguien, al menos si estuviera cortado sabría que Neji todavía no conocía a su destinado, pero ese no era el caso, suspiró y sacó dos cucharas, para él y el castaño, por lo menos pasaría una tarde divertida que ni el fantasma de Sasuke podría arruinar.
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Sasuke entró a su departamento encontrándose con su chica semivestida, esta, al verlo con las manos vacías, infló sus mofletes con disgusto y peliazul rodó los ojos, hasta se le había olvidado por lo que había salido de su departamento en primer lugar.
La chica le subió volumen al televisor sin hacerle caso y Sasuke fue directo a sus bocetos, estaba dibujando a la chica en carboncillo porque ella quería un dibujo así, él no se había negado por el simple hecho de que en verdad amaba su trabajo.
—Es muy gracioso, ¿no crees? —dijo la presentadora siendo escandalosa—. ¿Que en una fiesta de tanto calibre pasara eso?
—Oh por Dios, qué horror —dijo otra—, y en nada menos que en el lanzamiento de los nuevos productos Hyūga —Sasuke frunció el ceño.
—Además, mira al pobre chico al que le vomitaron encima, ¡¡¡parecía enfadadísimo!!!
Sasuke se acercó para mirar la televisión, notando inmediatamente de lo que hablaban, por su parte, la chica brincó al reconocer a Sasuke en la foto, volteando y quedándose con la boca abierta —apunto de gritar—, viendo a Sasuke fulminar el televisor.
—¡Mierda!
Se dio la vuelta y regresó a sus bocetos, comenzó a verlos tratando de tranquilizar su mente —y sus ánimos—, de verdad que sus días siempre terminaban siendo pura mierda. Cuando llegó a uno de sus dibujos se detuvo, ahí estaba el boceto de Naruto, era hermoso; pasó sus dedos por el dibujo sin hacer mucha presión y se relajó rápidamente.
Ese rubio era una molestia y sólo le traía problemas a su vida, pero también adrenalina y nuevas sensaciones; aun recordaba ese beso, y, aunque nunca lo admitiría, había sido uno de los mejores de su vida. Claro está que no mintió, él había pasado por ahí para tomar algo con su amigo que había llevado a dos chicas, cuando de repente miró a un rubio salir de un bar, parecía reírse solo y tenía las mejillas muy rojas, sudaba un poco y estaba desarreglado.
Al reconocerlo, quiso molestarlo, pero el rubio se estaba cayendo de ebrio y pronto fue a dar al suelo, casi en sus pies, entonces, Sasuke jadeó y lo levantó un tanto preocupado, no le importó mucho que se adelantaran a él, en su lugar se llevó a Naruto cerca de una banca para que se sentara y respirara, pero el muy tonto balbuceó algo y luego estampó sus labios contra los del peliazul, este se sorprendió sacándoselo de encima, sin embargo, el rubio fue insistente y lo tomó del cuello, intentando jalarlo.
Sasuke sintió el alcohol en su paladar y algo en él se encendió, así que lo agarró del cuello y lo acercó más, comenzando a mover sus labios con fuerza. Naruto jadeó entre ambas bocas mientras Sasuke jugaba con su lengua y terminaba con un sensual mordisco en los tiernos labios del rubio, este estaba sonrojado a mas no poder, respirando rápidamente y viéndolo con un torpe deseo en su mirada.
¡Ahh! ¡¡Dios mío!! ¡Acababa de besar a la princesa! Se removió el cabello un tanto incómodo y se rió un poco de sí mismo, aun así, no podía dejar al rubio ahí, así que llamaría un taxi para que lo llevara a su casa.
“—Quédate aquí, ya vuelvo. ¡No te muevas! —insistió viendo al rubio asentir débilmente.
—Shi… Shi vuelvess, ¿m-me daráss beso? —Sasuke volvió a sonreír, era divertido verlo así, vulnerable y torpemente lindo.
—Tal vez…”
De inmediato se fue a buscar a sus acompañantes, le pidió su celular a la chica y esta se lo dio, rápidamente regresó a donde había dejado a Naruto, pero no lo hallo, y no pudo evitar preocuparse y enojarse. Por supuesto que nunca pensó que el rubio estuviera con otro teniendo sexo, ¡mucho menos unos minutos después de haberlo besado a él!
Quitó la mirada del boceto y compuso su expresión, luego tocó sus labios recordando el tacto de los del rubio, nada se comparaba con ese beso, no había tenido que ser delicado, y el sabor era completamente diferente al de una chica, algo totalmente nuevo y adictivo.
Acomodó su cabello de nueva cuenta y jugó con su piercing; y, de pronto, algo en su mente hizo clic, Neji Hyūga y Naruto muy cariñosos… Naruto vomitando al escuchar lo que Neji había dicho…
—¡No me jodas! —bramó.
Naruto se había acostado con ese multimillonario… Eso lo encendió como un fósforo, ¡¡de verdad se iba a volver loco!!
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Se estiró camino a su trabajo, acaba de finalizar el tiempo de comida y tenía que volver, frotó sus ojos completamente cansado, aun cuando, a pesar de eso, estaba satisfecho, había comido un delicioso ramen y para finalizar unas donas… ¿Qué? Déjenlo, ya llegó a un punto de su vida en el que no le importa si engorda… Él será bonito y gordito, bonito y gordito.
No pudo evitar caminar como toda una dama, feliz con el mundo; había sido un día perfecto, soleado y lleno del canto de los pájaros, además su trabajo había salido bien. Simplemente era un día valioso.
Comenzó a dar pequeños saltos tontamente feliz y sonrió a cada persona que pasaba cerca de él, sin saber que había llamado la atención de más de una persona, dos de las cuales le eran bastante conocidas, sin embargo, él siguió muy feliz en su burbuja, así que no notó las sonrisas tiernas y las miradas de incredulidad de quienes lo veían.
Naruto detuvo su feliz caminar cuando vio, al frente de su edificio de trabajo, a Sasuke sosteniendo una caja de alguna pastelería, a su lado estaba otro chico —completamente apuesto—, con unos globos que tenían impreso un “Lo siento”, que provocó que el rubio casi se atragantara con su saliva. Se acercó con cautela, y, al verlo, el otro chico sonrió galán, Naruto lo miró intrigado y luego posó su vista en Sasuke, quien lo miraba con un poco de fastidio.
—Bueno, aquí mi amiguito —el chico señaló a Sasuke—, es un poco tonto, pero vino para disculparse, ¿no es así, Sasukito?
—Cállate —bramó fastidiado—. ¡Tenías que obligarme a hacer esto!
—¿Por qué no? —dijo divertido—. Además, con un bombón como este, uff… yo ya me lo hubiera comido hace rato —dijo guiñándole un ojo y Naruto sonrió—. Por cierto, soy Sai.
—Naruto —respondió con un apretón de manos, definitivamente Sai era hermoso—. Entonces…
Naruto miró divertido a Sasuke y este rodó los ojos chasqueando la lengua, en ese preciso momento miró hacia un lado, notando algo que lo dejó helado, retrocedió de inmediato, pero pronto tres voces sonaron al unísono.
—Jódete —bramó Sasuke.
—¡¡¡Naru!!! —dijo una más suave.
—¿Naruto? —la voz que lo arrullaba tiempo atrás.
—Ahh… Coño.
Y así, el día tan perfecto que tenía, se nublo por completo y de pronto las gotas comenzaron a mojar todo, y Naruto, suspiró.