Su rutina diaria apestaba, literal, ¡la odiaba! Quería ser millonario para así no tener que levantar ni un sólo hueso de su cuerpo, para no terminar con la columna torcida en el trabajo, ganar rollitos en el cuerpo por su vida sedentaria, o que le dolieran los riñones por no tomar agua.
¡Ganarse el dinero era difícil!
Miró con amor la puerta de su casa, estaba a nada de besarla, al fin estaba en su hogar después de una tediosa semana de trabajo, ahora él sólo deseaba ser el emperador de Japón, porque sí… Naruto Namikaze tenía sueños que nunca se cumplirían y por supuesto que eso lo ponía triste.
Abrió la puerta y dejó todas sus cosas en el suelo, luego comenzó a desvestirse entre suaves meneos de cadera, cantando alguna canción pegadiza en inglés —y, ya que su inglés no era muy bueno, murmuraba lo que pensaba que era correcto—, así se desató la camisa y tiró su corbata al suelo mientras sus pantalones seguían el mismo rumbo, unos momentos después se quitó los zapatos y revolvió su cabello comenzando a bailar de puntitas, tal como en la película de “Flashdance”, en su cabeza sonaba la música a todo volumen así que comenzó a rodar por el piso, moviendo sus caderas y su cabeza en círculos y sintiendo el sudor bajar por su cuello.
—She's a maniac, maniac on the floor —cantaba el rubio, entonces recordó la escena épica de la película, y sin dudarlo, se dejó caer en la silla, alzó su mano e hizo el mate de jalar la cuerda para que “le cayera el agua”. Sin embargo, todo su show acabó cuando escuchó el sonido de la puerta siendo tocada, saltó de la silla, y ¡dios! Notó que el sudor lo bañaba, pero no le importó cuando su puerta fue tocada otra vez, entonces su sonrisa creció al pensar que en la entrada estaba Sasuke, así que se aseguró de verse sexy y fue a abrir.
Su mejor cara de seducción cambió de inmediato a una de horror cuando vio a Neji parado ahí junto a otro hombre que cargaba lo que parecía ser algo rectangular y grande.
—¡¡¡Dios!!! —gritó el rubio y se cerró la camisa.
—Bien —dijo Neji mirando de reojo al otro chico—, déjelo aquí, nosotros lo meteremos. Gracias por sus servicios.
Y así, el chico se fue de ahí con el dinero que Neji le había pagado. En ese momento el rubio se preguntó si cada vez que viera a Neji quedaría en vergüenza.
—¿Puedo pasar? —preguntó cortés y el rubio asintió con las mejillas rojas, sólo llevaba puesto el bóxer, así que estaba dispuesto a huir por mantener su honor, pero Neji simplemente sonrió de lado y con ojos amables le habló.
—He visto más que eso. Tranquilo.
—Ugh, lo sé… —dijo el rubio—. Lo siento.
—No hay porqué.
Entonces, Neji agarró el rectángulo metiéndolo a la casa, y fue ahí cuando le ganó la curiosidad, ¿qué era eso? Se abrochó la camisa ya que su conciencia no le dejaba tranquilo, más ahora que tenía algo con Sasuke, antes hubiera incluso enseñado la pierna por un poco de acción.
—¿Y qué tal? Pensé que eras un hombre muy ocupado.
—Y lo soy —dijo el castaño mirándolo fijamente—, de hecho, después de esto me iré del país y puede que no regrese en mucho tiempo.
Naruto se sorprendió y sus ánimos bajaron.
—Comprendo —dijo más bajo—. ¿Así que soy tu última persona por ver?
—Algo así —dijo con una sonrisa—. Anda, ¿por qué no preguntas? Sé que te mueres de la curiosidad.
El rubio se mordió el labio al notar como Neji señalaba lo que tenía en las manos, era su gran defecto ser tan curioso y que las personas pudieran leer su expresión fácilmente, así que sólo se sobó la nuca, nervioso y un tanto apenado.
—¿Es para mí? —Neji asintió con una sonrisa—. ¿Qué es? —murmuró como niño pequeño.
—Ábrelo…
Naruto se acercó y comenzó a romper la envoltura de papel, notando los colores, por lo que no tardó mucho en saber que era una pintura al óleo, y no cualquier pintura, era su pintura, esa para la que había posado desnudo, se le fue el aire y levantó la mirada asombrado, Neji estaba tan cerca que no pudo evitar verlo a los ojos durante un rato.
—Yo…
—Sé que era mío, pero lo sentí algo muy personal, y me tomó todo este tiempo darme cuenta de que eras tú… No sentí correcto quedármela, no cuando ya he probado tu piel, y he quedado con ganas de más.
—Neji… —dijo sorprendido.
—Sé que tú la cuidarás bien, es muy bella, pero nada sana para mí.
Entonces, Neji soltó la pintura y lo vio suspirar lento, luego se acercó a su cara y lo besó suavemente, Naruto lo sintió como un beso con sabor a tristeza y despedida, no le gustó para nada, y era un poco egoísta, pero no quería que Neji cerrara su ciclo con él.
Mierda…
—Adiós Naruto —dijo al separarse—. Ten una bonita vida.
Y así lo dejó, medio desnudo y con un cuadro en donde si lo estaba, dejándole oír sus últimos pasos al alejarse y el sonido de la puerta al cerrar.
Cerró los ojos y se dijo que todo pasaba por una razón. Ahora quizás todo comenzara a acomodarse.
*
*
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—Pasa —dijo caballerosamente.
—Gracias.
Entraron a Akai, encontrándose con un ambiente tranquilo, un día no tan especial, apreciaba cuando estaba así, se podía hablar con tranquilidad. Naruto sonrió cuando vio a los dos pelirrojos en la barra, atendiendo a los pocos que estaban ahí.
—¡Hola! —dijo animado el rubio—. Les presento a Haku.
—Mucho gusto —dijo el chico, y tanto Gaara como Gin lo miraron embobados, haciendo que Naruto se sintiera orgulloso de saber que él había tenido a ese hermoso hombre.
—Mucho gusto —dijo Gaara agarrando su pequeña mano para luego besarla sensualmente—. Espero que disfrutes con estos dos pelirrojos, porque cuando te quemas, te termina gustando el dolor…
Haku se sonrojó fuertemente y el rubio trató de disimular su sonrisa, el tailandés siempre sería tan inocente y lindo, luego miró a Gin rodar los ojos y negar levemente con una sonrisa en los labios.
—Gracias —murmuró.
—Y, ¿con qué empezamos? —preguntó Gin.
—Cerveza —dijo Naruto al mismo tiempo que Haku decía algo más.
—Vodka —Gaara sonrió malicioso y sus ojos resplandecieron con un malsano deseo.
—Así que el chico es rudo ¿eh? —se burló con suavidad.
Haku sonrió mostrando sus bonitos dientes y el rubio se dio cuenta de que parecía un pez en el agua, no lucía nada intimidado por Gaara, por su parte, Gin se movió por la barra para sacar lo pedido, llevándolo poco después hacia ellos.
—Aquí —dijo entregando las bebidas.
—Gracias —murmuró Haku guiñándole el ojo.
—Qué lindo —dijo Gaara muy cerca de él y Naruto asintió, mostrando una sonrisa brillante—. ¿Dónde lo conseguiste?
—Tailandia —dijo con tranquilidad—. Fue mío…
—Pero él no parece acti… —se quedó callado y luego miró incrédulo al rubio—. ¿Fuiste activo? —dijo escandalizado.
—¡Cállate! —dijo el rubio apenado—. Yo también puedo ser versátil…
—Oh, Dios —dijo dramáticamente—, es el fin del mundo —pero cortó su dramático momento al ver cómo le pedían una cerveza más—. Espera, volveré para seguir haciendo mi escena.
Naruto negó divertido, estar entre amigos le hacía sentir mejor, no podía negar que la partida de Neji lo había puesto mal, algo que no imaginó, ¿acaso lo quería? Así que, en vez de atormentarse decidió salir y pasarla bien, distraerse…
—Pásenla bien —dijo Gin yéndose también a atender.
—Oye Naru —dijo Haku—, ¿puedo ir a cantar?
—Claro —concedió, así que Haku tomó hasta la mitad de su bebida y fue muy feliz a mover las caderas y llamar la atención, entonces él se quedó solo y su pesar volvió a estar presente, comenzó a sentirse nostálgico, era como haber abierto la caja de pandora, muchos de sus recuerdos estaban saliendo de sus tumbas, y no quería volver a empezar de cero, a pesar de todo, él también tenía un pasado, y no quería volver a repetirlo.
Él era realmente una persona jodida.
Sin pensarlo mucho comenzó a beber, quizás una costumbre que había vuelto a tomar, algo malo, está de más recalcar, pero el único alivio que conocía para no sentir.
Poco más tarde esa noche comenzó a sentirse liviano y somnoliento, sabía que empezaba a ponerse borracho, entonces Haku llegó hacia él un tanto más animado de lo que habían llegado, y ambos pelirrojos se reunieron con ellos.
—Y bien, ¿qué tal la noche?
—¡De lo mejor! —dijo Haku alegre.
—Pues la haremos aún mejor, ¿verdad Gin? —dijo codeándolo y el menor rodó los ojos bufando.
—Claro, ¡ya lo sé!
Y sin más, Gin salió de la barra para caminar en dirección a Naruto, este lo miró extrañado, y fue más grande su sorpresa al notar como Gin giraba su asiento y lo besaba directo en los labios. El rubio jadeó sorprendido, ya que, a pesar de todo, no fue un beso inocente, al contrario, fue completamente arrasador.
—¿Qué demonios? —jadeó sin voz al separarse, y fue ahí cuando escuchó a Gaara partirse de la risa.
—¡Yo también! ¡Yo también! —hizo un puchero Haku, luego sólo sintió las suaves manos jalarlo y nuevamente sus labios fueron tomados, esta vez con menos pasión y más delicadeza.
¿Qué demonios estaba pasando? ¿Acaso ese era el día de abusar de sus labios?
—Coño —dijo alterado al separarse, luego se tapó la boca graciosamente y miró mal a Gaara que sostenía su estómago por tanto reírse, entonces volteó a ver a Gin que estaba tan tranquilo como si no hubiera abusado de sus labios.
—Perdió una apuesta conmigo —finalizó Gaara y Naruto comprendió—, en cambio, el bonito te besó por gusto.
Gaara parecía tranquilo, pero la mirada que le dio a su mano —esa que tapaba su boca—, lo hizo sentir ligeramente ofendido.
—¿Qué? ¿Acaso también quieres besarme?
—Siempre me he preguntado por qué tienes tantos hombres perdidos por ti, quizás sea por tu boca —dijo guiñándole el ojo, haciendo que el rubio se sonrojara al entender el doble sentido—, pero no caeré en la perdición por ti, cariño.
—¡Ya quisieras! —gruñó.
—Ya, ya, no te molestes. Sólo fue una pequeña broma, vamos, tomen, la casa invita.
Naruto estaba casi seguro de que Gaara sólo los quería emborrachar para meterse bien bonito en los pantalones de Haku, y quizás eso le hubiera molestado de haber estado en sus 5 sentidos, pero la oferta de alcohol gratis sonaba tan tentadora, así que… que pasara lo que tuviera que pasar.
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*
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Su puerta fue tocada bruscamente y Sasuke bramó, se despertó de mal humor removiéndose para alcanzar su celular que marcaba una alta hora de la madrugada, segundos después sintió el suave quejido a su lado.
—¿Qué pasa, Sasu? —preguntó la chica viéndolo con ojos adormilados—. ¿Quién es?
—No lo sé —suspiró, luego se levantó poniéndose los boxers y salió de su cuarto dirigiéndose a la puerta.
Encendió la luz y finalmente abrió, entonces sus pupilas se dilataron al ver la rubia mata de cabello, de inmediato supo que era Naruto, además notó el fuerte olor a alcohol que le hizo arrugar la nariz, y supo que estaba cayéndose de ebrio, por lo que el peliazul tuvo que agarrarlo para que no se desplomara, preguntándose cómo había llegado hasta ahí sin caerse.
Lo metió a su casa mientras el rubio murmuraba cosas, pero segundos después vio salir de la puerta de su habitación a la chica semidesnuda y con sus pechos al aire, entonces Naruto la miró y simplemente bajó la cabeza, en ese momento Sasuke se maldijo, por supuesto que no tenía nada con la chica, sólo era una de sus tantas amiguitas, sin embargo, tampoco era como si tuviera algo con el rubio, no le debía nada a ninguno de los dos, pero algo en su interior se retorció al ver como el rubio había bajado la cara pareciendo profundamente triste.
—Vete —dijo Sasuke sin mirar a la chica.
—Pero…
—Vete —dijo más fuerte y la chica se metió rápidamente al cuarto para vestirse e irse.
No hubo palabras hasta que la puerta fue nuevamente cerrada y Naruto al fin habló.
—¿Ella es más bonita que yo? —dijo pastoso y con dificultad.
—No, no lo es —dijo sincero.
—Entonces, ¿por qué?... ¿Por qué no puedo ser sólo yo? —susurró dolido.
—Lo siento…
Naruto se soltó y cayó al suelo haciendo un puchero y mirándolo mal, Sasuke intentó levantarlo nuevamente, pero él se negó rotundamente.
—Al diablo —dijo de mala gana—. ¡No me toques con esas manos que tocaron al enemigo!
—Naruto, basta…
—¿¡Sabes que!? —bramó completamente perdido, casi cayéndose al suelo para acostarse—. Tres personas me besaron hoy, ¡y ellos si quieren este cuerpo!
Entonces abrió las piernas y al fin tocó el suelo, golpeándose.
Por su parte, Sasuke se molestó ¿cómo era eso posible? Era tener doble moral, ¿por qué estaba bien que él hiciera todo lo que hacía y en cambio Naruto no podía besar a otros hombres? Se sintió estúpido.
—Ellos besan mejor que tú —le dijo tirando besos al aire.
En ese momento, Sasuke lo jaló y lo pegó a su cuerpo, y, sin pensarlo mucho, lo besó demandante. Naruto se derritió contra él y lo jaló de su largo cabello, toda la noche había querido esos labios en él, había deseado tener solamente los de él, y ahí estaban, ahí estaba Sasuke comiéndole la boca mientras él gemía por un poco de contacto.
Después de eso se sintió perdido, todas las emociones se juntaron y algo se quebró dentro de él, ya no tenía fuerzas, así que se dejó hacer y pronto comenzó a sollozar. Sasuke se paró lentamente al verlo y lo observó sin comprender.
—La tocaste a ella —dijo triste.
—No era importante. ¿No te basta con saber que la eche? ¿Que tú eres mi prioridad?
Naruto negó lentamente, pero estaba demasiado ebrio como para hacerle entender a Sasuke que tipo de amor era ese, en su lugar, sollozó con más fuerza al saber que él único que parecía amarlo de verdad —en la actualidad—, se había ido, así que, ¿era correcto quedarse con alguien que no pensaba en un futuro juntos? ¿Era bueno ilusionarse con alguien que parecía no sentir por él nada más que diversión?
“Yo te amo… y siempre lo haré”
La voz resonó en su cabeza y vio claramente un recuerdo en donde era tocado en la mejilla y besado dulcemente. Aquel hombre de hermosos cabellos anaranjados…
Su voz se quebró y sus lágrimas fluyeron sin control, Sasuke se asustó, pero no supo qué decir, en su lugar cargó al rubio, que parecía asustado, parecía triste y desolado. Parecía roto…
Naruto se abrazó a él como si pidiera ayuda, se aferraba con esperanzas y sollozaba con el alma quebrada. El peliazul, lo sentó en la cama y poco después lo recostó, el rubio nunca lo soltó y sus lágrimas mojaron su pecho descubierto.
—Me dejó… Él se fue… Se fue.
Le dijo, recordando una niñez problemática y triste.