Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Coma profundo por Fullbuster

[Reviews - 103]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

¡Se ha dormido! Mientras yo estoy aquí trabajando y tratando de caminar, Naruto se ha quedado completamente dormido en la silla de la sala de rehabilitación. ¡Debe estar realmente agotado de madrugar para ir a la panadería!


Me detengo, todavía sujeto a las barras a mis lados. Ha pasado un mes y mis piernas siguen torpes. No soy capaz de caminar sin agarrarme a algo. ¡Es patético! Así es como me siento, un inútil que necesita que le ayuden para todo, que tiene que ir en silla de ruedas por la casa y el hospital porque no es capaz siquiera que sus piernas aguanten el peso. ¡Aprender a caminar de nuevo es atroz!


- Maldita sea – me quejo en un susurro apenas audible para mí.


- ¿Estás bien, Sasuke? – pregunta la enfermera al ver cómo agacho la cabeza y miro mis zapatillas.


Mis piernas tiemblan y sólo mis manos se agarran con fuerza a las barras. Intento dar otro paso. Es inseguro, porque siento que a cada movimiento, voy a caerme. ¿Tengo miedo a caerme? No estoy a más de un palmo del suelo. Es un miedo estúpido. ¿Por qué tenemos miedo a caernos? ¿O es la vergüenza de que nos vean otros caer? No estoy seguro, pero me frustra. Naruto está justo ahí... a apenas diez pasos y no puedo ir hasta él, las barras acaban en tres pasos y ya no tengo forma de sujetarme a nada, pero... quiero ir con él.


- ¿Seguimos, Sasuke? – pregunta la enfermera al ver cómo me he detenido.


- Sí – susurro, alzando ligeramente la mirada para ver la figura de Naruto sentada frente a mí. ¡Son diez pasos! No pueden ser más que eso.


Me armo de valor y pese al dolor y el esfuerzo que requiere mover la pierna, lo hago. Muevo la derecha y la afianzo en el suelo para poder mover la izquierda. Me cuesta unos segundos asegurarme que no me caeré, pero en cuanto me siento un poco más seguro, muevo finalmente la izquierda. ¡Dos pasos!


- Un paso más, Sasuke, y lo dejamos por hoy – me comenta la enfermera.


Con esfuerzo, doy el tercer paso, firmemente agarrado a las barras. La enfermera parece contenta, porque he sido capaz de caminar bastante en esa última media hora, pero yo no me conformo con esto. Veo que recoge algunas cosas que hemos utilizado para la rehabilitación y aprovecho que está distraída con ello para soltar mi mano de la barra.


Siento que pierdo estabilidad. Mi cuerpo se tambalea un poco pero en unos pocos segundos, siento que puedo estabilizarme. Mis piernas aún tiemblan, sin embargo, con la derecha firmemente apoyada en el suelo, elevo la izquierda para dar un paso. ¡Cuatro pasos! Y me aseguro que el pie toque completamente el suelo y asegurarlo antes de mover la siguiente pierna.


- ¿Sasuke? – escucho a mi espalda la voz sorprendida y algo atemorizada de la enfermera al verme sin sujetarme a las barras, tratando de caminar solo por primera vez en esos meses – Sasuke, déjalo ya, no estás listo para caminar sin sujeción – me dice, viniendo hacia mí con intención de ayudarme a sostenerme.


- No me sujetes – le pido – por favor... sólo unos pasos más, puedo hacerlo.


Parece creer en mí porque sonríe y se aleja unos centímetros pese a que sigue pendiente de mi esfuerzo por si necesito ayuda. ¡Otro paso! Es lo único que puedo pensar. ¡Seis pasos más! ¡Seis y alcanzo a Naruto! Respiro hondo y miro mi pierna izquierda. Mi cuerpo se ha desequilibrado un poco, pero cuando siento que vuelvo a estar más o menos seguro, muevo la derecha nuevamente. ¡Cinco y estoy allí!


Sonrío, porque puede que sea una estupidez para alguien normal, pero... dar un paso en este estado, para mí es toda una proeza. Siento las piernas tan débiles, que pienso en que voy a caer en cualquier momento. Sin embargo, haber dado dos pasos sin sujeción, también hace que mi confianza aumente. ¡Puedo hacerlo! Lo sé.


Doy el siguiente paso, algo más confiado y quizá es eso lo que hace que me desequilibre justo cuando mi pierna derecha tenía que sostener mi peso a solas. ¡Estoy cayendo! La reacción normal del cuerpo habría sido que la izquierda se moviera con mayor rapidez buscando un soporte de sujeción y evitando que el cuerpo cayese, pero no tengo esos reflejos. Sin embargo, la parte superior de mi cuerpo ha recuperado parte de su movilidad gracias a la rehabilitación y son las manos las que se mueven por sí solas, colocándose frente a mí y frenando el golpe.


Me desconcierto un momento. Estoy en el suelo y la enfermera se acerca con rapidez preocupada por mi caída. Naruto ha abierto los ojos también ante el bullicio que se ha formado con aquello. Se levanta de golpe, por instinto de venir a socorrerme y no me queda más remedio que gritar a ambos.


- ¡QUÉDATE AHÍ! – Le ordeno a Naruto – no te muevas.


Él se paraliza. Está asustado por si me he hecho daño, lo sé, pero no estoy mal, no me encuentro mal excepto en mi orgullo herido por la caída. La enfermera que también se había acercado, al escucharme se aleja un poco. Sonrío y ambos se relajan ligeramente al verme.


- Estoy bien, no necesito ayuda. Siéntate, Naruto – le ordeno nuevamente. Él me obedece y vuelve a tomar asiento pese a sus dudas.


Mi parte superior es más fuerte que la inferior debido a la rehabilitación. Me han obligado a hacer pesas y mejorar la musculatura. Mi cuerpo casi ha recuperado su tonificación de antes del accidente. Por eso mismo, con las manos apoyadas en el suelo y sabiendo que éstas ya no tiemblan, me impulso. Mis piernas, en cambio... ésas siguen temblando pero consigo apoyar las rodillas primero. No puedo levantarme rápido, no puedo caminar rápido, tengo que asegurar todos y cada uno de los movimientos y me lleva tiempo, pero por algo se empieza.


Con las rodillas afianzadas, levanto un pie y lo apoyo en el suelo para poder darme impulso entre él y las manos. Tengo que ponerme en pie. Miro a la derecha, mi hermano estaba entrando en la sala de rehabilitación en ese instante junto a Deidara y se ha preocupado al verme en el suelo, sin embargo, me entiende y no se acerca a mí.


¡Levántate! Me repito mentalmente ¡Levántate!


En cuanto elevo mi rodilla del suelo y dejo la fuerza a mi pierna, noto que vuelvo a desequilibrarme. Mantengo los brazos abajo, las manos listas para frenar mi próxima caída porque no estoy seguro de poder ponerme en pie desde tan abajo sin sujeción. Lo hago despacio, consiguiendo afianzar el segundo pie. ¡Estoy de pie! Y estabilizo mi dorso, así seguro que no caeré.


- ¿Sasuke? – escucho a Naruto frente a mí, pero no respondo, sólo sonrío y él se paraliza, con los ojos muy abiertos y fijos en mí.


- Lo prometiste, ¿verdad?


Él me mira extrañado. Ha transcurrido un mes desde aquello y puede que él ya ni se acuerde, pero yo lo tengo presente todos los días, a cada segundo, en cada rehabilitación. Tengo un propósito y es el que me ha motivado a intentar caminar durante todo este maldito mes.


- Prometiste... que me besarías cuando pudiera llegar hasta ti sin ayuda. Voy a llegar a ti hoy, ahora – le especifico con una sonrisa, casi diciéndole que fuera preparándose porque iba a besarle – en cuatro pasos.


¡Sonríe! Me gusta su sonrisa y sé que lo acepta, porque asiente con la cabeza sin tener que decir ni una palabra. ¡Nos entendemos! Sé que lo hacemos, no nos hace falta decir nada más. Pese a estar sentado, se echa hacia delante dejando de apoyar su espalda en el respaldo, como si esperase mi llegada. ¡Cuatro pasos! Me mentalizo de eso y respiro hondo.


Nadie se interpone en mi camino ya, han entendido lo que quiero hacer, saben mi objetivo y hasta la enfermera parece conmovida, porque se lleva las manos a la boca, casi con lágrimas en los ojos por lo que trato de hacer.


Me relajo y expiro. Tomo aire una vez más en profundidad y muevo la pierna izquierda con decisión. Cada paso me lleva unos segundos. Pienso en moverla, pienso en estabilizar mi cuerpo, en apoyar perfectamente la planta del pie, en permanecer seguro. No son pasos largos, no puedo hacerlos, pero ya llegaré a ellos en algún momento. ¡Tres pasos! Quiero dar los últimos dos seguidos, quiero acelerar el ritmo porque deseo besarle, pero sé que acelerar podría tirarme al suelo nuevamente y perdería más tiempo intentando levantarme.


Muevo la derecha y doy el segundo paso. Puedo oler el aroma de Naruto o más bien, su perfume. Él utiliza Tommy Hilfiger simplemente... porque es barata y huele bien. Es lo que puede permitirse con su sueldo de panadero, pero yo adoro ese perfume. Me he acostumbrado. Oler esa marca me recuerda a él. Naruto sonríe al verme sonreír también.


- Uno – me dice él.


Mi corazón se acelera. Está justo frente a mí. Uno más, sólo uno más. Desplazo el pie y lo afianzo en el suelo, aunque al tirar mi cuerpo hacia delante, todo él pierde una vez más el equilibrio. Sé que voy a caer al suelo y mis manos están listas para preparar el golpe, sin embargo, mi cabeza choca contra el pecho de Naruto y sus brazos se agarran a mi cintura con fuerza sosteniéndome. El paso está dado, sólo me he desequilibrado un poco, pero... estoy aquí, he llegado a él. Me ruborizo al sentir sus brazos apresando mi cintura.


- Te tengo – susurra con dulzura, alejando una de sus manos de mi cintura para poder apartar el mechón de cabello de mi rostro tras el impacto contra su pecho.


Es cálido. Me siento bien entre sus brazos, protegido, seguro. Mi cuerpo ha dejado de temblar, pero mi corazón se ha desbocado completamente. El perfume vuela con mayor fuerza y lo inhalo. ¡Es Naruto! Ya no puedo asociar ese perfume a nadie más, sólo a él.


El dorso de su mano aparta el mechón con cuidado y la yema de su dedo pulgar roza mi sonrojada mejilla. ¡No puedo apartar mis ojos de los suyos! ¡Me gustan sus ojos azules! Son raros en Japón. Tiene procedencia extranjera, no es típico un japonés rubio, de hecho... es demasiado raro, también lo son sus ojos pero a mí me atraen como un imán. ¿Qué vio él en mí? Es lo que me pregunto, porque yo sé todo lo que me gusta de él, física y psicológicamente, su carácter, su dulzura, su forma extrovertida de ser, su humor, esa perseverancia pese a ser un idiota y un negado en los estudios. ¿Qué tengo yo?


Me he paralizado con esa pregunta. Nunca he besado a nadie y sé que le he dicho que iba a hacerlo pero... me da miedo. ¿Qué debería hacer? No quiero retirar mis palabras, pero no sé qué debo hacer. En cambio, él acerca su rostro al mío con lentitud, agarrando mi rostro entre sus manos como si tuviera miedo a que me echase atrás.


Está tan cerca, que mi timidez sale a flote. Cierro los ojos por no ver el suceso, porque no sé realmente qué hacer y pienso que si no le veo... me dará menos vergüenza. Su aliento es cálido y la punta de su nariz toca mi mejilla. ¡Siento que voy a desmayarme en cualquier instante! Pero él sigue sosteniendo mi cara hasta que siento un leve roce en mis labios. Es sutil, casi como si pidiera permiso, tímido pero dulce. Su labio inferior se cuela entre los míos y desplaza mi labio superior ligeramente hacia arriba. Parece tantear el terreno o simplemente... quiere ser perfecto. ¡Para mí ya lo es!


Finalmente lo agarra. Sus labios presionan sobre el mío con suavidad. Es... ¡Extraño! No sabría definir la sensación que tengo. Raro, nuevo, diferente a todo lo que he probado hasta el momento pero... placentero. Muevo también mis labios, atrapando su labio inferior puesto que es el único que tengo disponible.


¡Acelera! En cuanto siente que he agarrado su labio, acelera un poco el ritmo. Sigue siendo lento y disfruto que así sea, sin embargo, se ha vuelto un poco más pasional, al menos, siento que él también lo deseaba tanto como yo y eso hace que una lágrima resbale por mi mejilla, perdiéndose bajo el pulgar de Naruto.


Abro los ojos por miedo a qué pensará al sentirla. ¡Él también está llorando! Sus ojos se mantienen cerrados, sus labios siguen jugando con el mío superior. Eso me calma. ¡Somos idiotas! Pero... lo deseaba. Durante más de un mes... soñé con llegar hasta él, soñé con este momento, soñé mil formas de cómo sería y me equivoqué... porque no pude soñar con algo tan perfecto.


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).