Mi padre se iba a casar otra vez, no sabía cómo ese hombre podía seguir creyendo en el amor después de sus múltiples decepciones amorosas, según él esta vez había hecho una muy buena elección pues la mujer con la que iba a contraer matrimonio era separada, así que como compartían desdichas se comprendían y se complementaban, a mi parecer iba a ser otra desafortunada relación para él, pero mi padre ya era lo suficientemente mayor como para saber que hacer o no con su vida, lo único que le deseaba era que sea feliz.
-Te puedes comportar HimChan- dijo mi padre antes de entrar al restaurante donde nos íbamos a encontrar con su futura esposa, no sonó como una petición ni menos como una orden, pero sabía a lo que se refería.
Entramos y preguntamos por la reserva previamente realizada, la hermosa azafata nos llevó a nuestra mesa, no tuvo que pasar mucho tiempo para que mi nueva madre llegara acompañada de su hijo. El nuevo compromiso de mi padre no se veía mal, tenía buen cuerpo, una cara fina, propia de una dama, buen estilo y aunque no era de nuestro estatus económico tenía buenos modales y su hijo no se quedaba atrás, había heredado los buenos genes de la madre, pues para ser hombre tenía una muy buena pinta, su camisa hacía notar sus músculos muy bien trabajados y tenía una sonrisa que lo hacía lucir como un tonto, pero uno muy guapo.
-Su nombres es JongUp- lo presentó su madre- tiene 20 años… es un poco tímido- el menor hizo una reverencia y su madre lo abrazó- ¿Así que tú eres el famoso HimChan?- dijo la mujer a lo cual sonreí, no creía que mi padre hablaba de mí.
-Mucho gusto- estiré mi mano en saludo- no sabía que era popular- reí.
-Lo eres y mucho- respondió- pero quizás no por las razones correctas- agregó.
-Oh…entiendo- no me sorprendía que mi padre no tuviera nada bueno que decir sobre mí, para él yo solo acarreaba problemas- Bueno qué puedo decir, los problemas me persiguen- me alcé de hombros y sonreí de lado.
Después de esa pequeña presentación la velada se me hizo muy aburrida, la madre de JongUp no dejaba de hablar maravillas de su pequeño, club de matemáticas, baile, canto, artes escénicas y no sé qué otras cosas más, estaba más que preparado para entrar a la universidad, mientras que mi padre solo hablaba de lo honrado que se sentía al recibir a alguien así en la familia, él simplemente no tenía nada bueno que decir de mí. Después de interminables minutos hablando de “nosotros” como una futura familia la conversación se tornó seria.
-JongUp- nombró mi padre- sé que tu madre es una mujer mayor que puede tomar decisiones sola- hizo una pausa- pero siento que debí hacerte esta pregunta cuando nos cruzamos aquella vez- mencionó- ¿me permitirías casarme con tu madre?- preguntó, no entendía porque le pedía permiso a ese mocoso para casarse.
-No- respondió sin vacilar el menor y me quedé sorprendido al igual que la mujer - Pero sé que mi opinión no importa pues todos los preparativos ya están hechos- respondió muy serio, para ser sinceros me asustó su tono- Permiso- se levantó de la nada y salió a paso ligero del restaurante.
-¡JongUp!- llamó su madre, pero este no se detuvo.
-No se preocupen yo iré tras él- avisé- lo llevaré a casa, ustedes solo disfruten de la velada- cogí mi saco y el del menor y salí corriendo tras él.
Pensé que el problema lo iba a generar yo, pero alguien me ganó. Había sido divertido ver a alguien más arruinar la velada, nunca pensé que ese chico tímido y callado iba a reaccionar de esa manera, quizás si mi padre no le hubiera preguntado por su aprobación otro hubiera sido la historia o quizás no. Después de caminar detrás del menor por varias cuadras decidí alcanzarlo y hablar con él, después de todo iba a ser su hermano mayor así que debía de irme acostumbrado a tomar dicho rol.
-JongUp ¿verdad?- dije alcanzándolo sin recibir respuesta- De acuerdo no hablemos solo caminemos- podía notar que se sentía incómodo con mi presencia, pero no podía hacer nada había prometido hacerme responsable de él hasta que decidiera regresar a la casa y hablar con nuestros padres sobre lo sucedido- Toma, está haciendo un poco de frío- le alcancé su abrigo sin recibir un gracias a cambio.
-¿Cómo puedes aceptar su matrimonio?- indagó después de caminar varias cuadras en silencio.
-No sé cuántas veces se va casando tu madre, pero el mío lleva como 4 matrimonios- el menor me miró sorprendido- de hecho tu madre es la quinta- reí- quizás yo ya me acostumbré a verlo salir y comprometerse con tantas mujeres que ahora ya me es indiferente.
-Tu padre es el primero con el que sale después de divorciarse del mío- mencionó- Me dolió que no me preguntara si estaba de acuerdo con su compromiso, simplemente ella aceptó sin consultármelo- su voz era baja, pero lo suficiente mente audible y su tono era definitivamente de pena mezclada con decepción.
-Sé que no es fácil aceptar que ellos salgan con alguien que no sean nuestros padres, pero no nos queda de otra- me alce de hombros restándole importancia- te aconsejo que la dejes rehacer su viva y que estés ahí para ella si algo sale mal- después de varios matrimonios que terminaron en fracaso era todo un experto consolando a mi padre.
-Pero eso es lo que no quiero- informó el menor- no quiero tener que consolarla si alguien le rompe el corazón de nuevo- estaba medio molesto- ella no se merece que la hagan sufrir.
-No digo que mi padre lo vaya a hacer, pero a veces las relaciones no funcionan- no sé por qué me esforzaba tratando de convencerlo que todo iba a estar bien, pero algo me decía que debía intentarlo- Al igual que yo quieres lo mejor para tu madre y no digo que mi padre sea el mejor, pero sé que en medida de lo posible tratará de hacerla feliz.
-Eso espero- dijo resignado- en verdad no quiero verla de nuevo deprimida.
-No te prometo nada- no quería que después me odie, me estaba empezando a caer bien- pero creo que tu madre no volverá a ser infeliz- le sonreí y él me devolvió la sonrisa.
Caminamos un par de cuadras más de nuevo en silencio y decidí parar un taxi, se estaba haciendo tarde y los abrigos que llevábamos puestos no nos iban a proteger del frío invierno de Corea. El camino de regreso a mi casa también fue en silencio, ninguno de los dos decíamos palabra alguna durante unos segundo escuché sollozar al menor, pero en vez de consolarlo decidí darle su espacio no era bueno consolando a las personas que no eran mi padre, así que me abstuve de entrometerme. Cuando llegamos a mi casa, antes de ingresar, le pregunté si estaba bien él asintió e ingresamos.
-¡JongUp!- su madre corrió a abrazarlo- ¿Estás bien?- preguntó al separarse, pero lo volvió a abrazar al no obtener respuesta- Lo lamento- la mujer comenzó a llorar- perdóname bebé, fui egoísta al pensar solo en mi felicidad y no en la tuya, perdóname… perdóname.
-No te disculpes mamá- JongUp comenzó a limpiarle las lágrimas- yo me comporté como un niño malcriado y consentido, perdóname tu a mí- le dio un beso en la mejilla, recibiendo una gran sonrisa por parte de la mujer que le dio la vida- Sr. Kim lamento haberle respondido así- dijo apenado- yo solo quiero lo mejor para mi mamá, me hubiera gustado tratarlo más antes que se case con mi madre, pero si ella lo ha elegido yo no tengo porque interponerme en su felicidad- finalizó.
-Todo está bien, no hay nada por que pedir disculpas- mi padre le sonrió- y no es necesario que me llames señor Kim, seremos familia JongUp, si quieres puedes llamarme padre- parecía esperanzado que el menor lo llamara bajo ese título.
-Aló- contesté ni bien mi celular sonó- ¿Qué hora es? Demonios… ya, ya voy para allá- colgué y me dirigí a mi habitación sin explicaciones- Adiós, buenas noches- dije cogiendo mi abrigo para salir.
-¿Adónde vas?- me preguntó mi padre deteniendo mi andar.
-Es obvio ¿no?- dije señalando mi atuendo- Fue un gusto- hice una señal militar como despedida.
-Espera HimChan- esta vez mi madrastra me detuvo- Gracias- se dirigió hacia mí y me abrazó- No era tu obligación cuidar de JongUp, pero igual lo hiciste. Muchas gracias- esta vez depositó un beso en mi mejilla.
-Seremos familia ¿no?- me alcé de hombros- es lo mínimo que puedo hacer por mi futuro hermano- lo miré y este bajó la mirada avergonzado- Bueno ya es tarde, no me esperes despierto- grité mientras cerraba la puerta.
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Llegué a casa muy mareado tanto así que la cerradura de la puerta me daba vueltas, entré como pude y me dirigí a mi habitación, como siempre Lime me estaba esperando. Lime era hija de nuestra ama de llaves, era una chica linda, tierna y muy ingenua, ella no me interesaba para nada, pero me prestaba su cuerpo para desahogarme. Aunque le había dejado muy en claro que no me interesaba, ella siempre me esperaba en mi cuarto después de una larga noche de apuestas.
-¿Qué tal la noche?- preguntó ni bien entré. Ella estaba acostada en mi cama con su usual ropa interior de encaje- ¿Ganaste otra vez?
-Si- dije quitándome la ropa, a lo que ella sonrió- Quintupliqué mi apuesta- dije subiendo a la cama colocándome encima de ella.
-Vaya- susurró en mi oído- Me gusta cuando eres rudo- me mordió, definitivamente ella sabía excitarme.
-No necesito perder para ser rudo- la coloqué bocabajo y tiré de su cabello, escuchando un pequeño gemido de dolor- tú solo pídelo- bajé mi bóxer y su trusa- ¿Estás listas?- ni siquiera sé porque le pregunté, sin dejarla responder la penetré.
-Ah…HimChan- gimió- Uhm…- veía como apretaba las sábanas- Ah…ah… ahí Him- había tocado su punto de placer y seguí con las fuertes y certeras estocadas.
-De cuatro- mandé sin salir de ella- No te corras todavía- ordené y comencé a penetrarla de nuevo- Gime- golpeé su trasero- Gime mi nombre- aunque no había espacio entre nosotros, pegué todavía más mi cuerpo al de ella- Córrete- dije al mismo tiempo que vaciaba mi semilla en su interior- Ah…- dije apoyándome sobre su espalda- ¿Estás cansada?- ella negó a lo que sonreí y volví a penetrar, pero esta vez sin separarme de ella, literal parecíamos perros cogiendo.
-Oh HimChan…uhm…uhm…- seguía penetrándola- Más fuerte- rogó e hice todo lo posible por complacerla- Ah... Dios HimCHan- gimió mi nombre-… Oh sí… Jódeme fuerte Him…- salí de ella y me acosté en la cama, aunque no me encantaba que alguien tomara el control por momentos se los daba a ella le encantaba auto penetrarse y sólo se lo concedía cuando estaba de buen humor, como hoy- No te vas a arrepentir- mencionó mientras se colocaba encima de mí y colocaba mi miembro en posición- Ah…- gimió cuando sin previo aviso la penetré- Hime- dijo molesta a lo que sonreí- Quédate quieto- hizo un lindo puchero y yo asentí- Tengo pocas oportunidades de hacer esto, así que no te muevas- se levantó y quedó de espaldas a mí, se acomodó y se auto penetró- Uhm…- se comenzó a mover y me excitó lo que hacía- Uhm…HimChan…más- pidió, aunque a ella le encantaba auto penetrarse no se complacía en su totalidad y siempre pedía que yo volviera a tomar el control.
-Ahora vas a sentir el verdadero placer- la coloqué sobre la cama, llevé sus rodillas a su pecho, me acomodé entre sus dobladas piernas y la penetré con rudeza haciéndola gemir- Gime perra- ordené penetrándola fuertemente- gime Lime… gime.
-Ah…Himchan- me atrajo en un abrazo mientras yo seguía con mi labor.
-¿HimChan?- abrieron la puerta. Era JongUp- Perdón- dijo mientras se volteaba avergonzado.
-¿Qué haces acá?- no se suponía que se quedara a dormir en la casa, bueno no hasta después de la boda- Vete- susurré y le tiré sus pocas prendas a Lime y un polo que le quedaba lo suficientemente largo- Pasa JongUp- le dije mientras ella salía de la habitación.
-Perdón- dijo otra vez apenado, aunque me hice el de la vista gorda puede observar como Lime golpeaba a JongUp con su hombro mientras se iba molesta.
-No le hagas caso- dije mientras salía del baño un tanto mojado con una toalla que me cubría solo la parte inferior del cuerpo.
-Yo…yo lo lamento- dijo evitando mirarme mientras me colocaba ropa limpia- pensé que estabas ebrio y necesitabas ayuda- mencionó- lamento haber incomodado- dijo saliendo del cuarto- dile a tu novia que lo siento.
-¿Novia?... JAJAJA- reí por referirse a Lime como mi novia- Lime solo es… ella es mi desfogue- me tiré en la cama- así que viniste a cuidarme- más que una pregunta era una afirmación.
-Yo… a ver si necesitabas algo- dijo nervioso- otra vez lamento haberlos interrumpido- hizo una reverencia y salió corriendo de mi cuarto.
Las siguientes semanas fueron mucho de lo mismo, algunas veces si llegaba muy ebrio y desquitaba todo mi enojo por haber perdido con Lime y despertaba a JongUp quien había comenzado a residir en la habitación del costado. Nunca recibí ninguna queja por su parte sobre el ruido, pero podía notar que no descansaba bien por mi culpa pues habían aparecido unas bolsas debajo de sus ojos en su perfecto rostro desde que se mudó.
Después de la boda, mi nueva madre hizo muchos cambios en la casa aunque no me oponía a ninguno de ellos que le pidiera a mi padre que Lime no viviera más en la casa si me molesto un poco, me quitó mi juguete ahora no tenía con quien descargar mi furia cuando perdía.
-Buenos días- dije al entrar a la casa.
-¿Dónde has estado?- alcé mis hombros ante la pregunta de mi padre- HimCHan hablo en serio- trató de detener mi andar- Te hemos estado esperando toda la noche, hemos estado muy preocupados.
-¿Desde cuándo te preocupas por mí?- preguntó HimChan con ironía- Nunca lo has hecho y nunca lo harás… solo preocúpate de tu nueva familia y déjame en paz- le grité y salí de nuevo de la casa.
Me irritaba por completo que mi padre comenzara a actuar como si mi vida le preocupara, nunca lo hizo desde que se separó de mi madre y odiaba que por su nuevo matrimonio empezara a hacerlo. Definitivamente no odiaba a su nueva esposa sabía que sus intenciones eran unir a la familia; una vez la escuché diciendo que quería que pasáramos más tiempo juntos, eso me hizo recordar a mi feliz infancia cuando mamá siempre pedía salir más a pasear, pero papá nunca tenía tiempo, ahora que ya soy un adulto salir en familia no me interesa para nada quizás convenzan a JongUp para que participe porque yo no tenía ninguna intención de hacerlo.
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Había pasado un mes desde la última vez que estuve en casa, después de la confrontación con mi padre no había vuelto a pisarla, en cambio me he estado quedando en la casa de mi mejor amigo YongGuk y en la de Daehyun ambos tienen parejas así que tenía que intercalar las casas y algunas veces me he tenido que hospedar en un hotel para no incomodarlos. Ellos antes me acompañaban mucho en las apuestas, pero desde que tienen enamorados ya no lo hacen, no digo que sus parejas sean controladores ni nada, pero si saben cómo ser obedecidos.
-Hola HimChan- saludó JunHong el enamorado de YongGuk- ¿dormiste bien?- indagó mientras me sentada en la mesa para desayunar.
-Como un bebé- respondí. Los enamorados habían ido a la casa de campo de los padres de YongGuk a pasar el fin de semana y había tenido el departamento para mí solo- ¿Qué tal les fue en su viaje?- con solo oír la pregunta el chico se puso rojo como un tomate y reí- Supongo que bien- alcé las cejas imaginando lo que habían hecho por el color de las mejillas del menor.
-Yah…- dijo avergonzado- Hyung cállate mejor- comenzó a agitar su mano como si fuera un abanico.
-Pillines- reí de nuevo haciendo que el pequeño me lanzara una mirada con picardía en ella al recordar lo que hizo- Veo que YongGuk no perdió el tiempo… ¿Qué jugaron? ¿21? ¿La lista? ¿Escondidas?
-Escondidas- dijo poniendo mi plato de panqueques en frente- Ahora come, no más preguntas- dijo saliendo de la cocina y dirigiéndose a despertar al dormilón de su enamorado.
Me gustaba mucho ese niño, mi amigo había hecho una muy buena elección por eso lo envidiaba, deseaba que alguien como ese pequeño se fijara en mí, pero eso era mucho pedir. Las pocas veces que me he enamorado han sido de chicos que no han valido la pena en lo absoluto, algunos salieron conmigo por mi apellido, otros por los regalos y otros como impulso para pertenecer a mi círculo social, ninguno de ellos había sido sincero conmigo sobre sus sentimientos. Al terminar el desayuno con los otros dos con bromas y carcajadas decidimos hacer maratón de películas, sin llegar a un acuerdo entre los tres decidimos dejarlo a la suerte siendo JunHong el vencedor que se decidió por una trilogía romántica “Before Sunrise”, aunque eso era lo que menos quería ver el menor ya había elegido, cinco horas más tarde con lágrimas en los ojos y mocos, luego me tocó elegir y a mí me gustaban las películas de acción así que elegí la trilogía de Maze Runner, finalmente, después de acabarlas le tocó el turno a YongGuk de elegir y él amaba las películas de terror así que se decidió por las de “El Conjuro” y “Annabele”, la razón de elegir dicha saga era para tener pegado a su bebé por el miedo, mientras yo moría de terror solo.
-Adiós- dije levantándome del sofá.
-¿Adónde vas?- preguntó YongGuk mientras JunHong buscaba la siguiente película- Himchan ya déjalo- pidió aún sentado- En algún momento vas a perderlo todo y te arrepentirás- aunque no me molestaba que mi mejor amigo me diera consejos, esta vez no quería escucharlo.
-Disfruten la película- dije saliendo del departamento.
Caminé por unos cuantos minutos pensando en lo que había dicho YongGuk y si fuera así, si algún día perdiera todo ¿me amigos y familiares me apoyarían?... Estoy seguro que YongGuk me llamaría la atención y se enojaría mucho, pero me apoyaría, Dae, él se alejaría de mí mostrándose molesto, pero siempre cuidaría de mí de lejos y mi padre… él si me abandonaría, ahora tenía una nueva familia por la cual preocuparse y cuidar, yo simplemente quedaría fuera de su vida.
-Llegaste- saludó EunKwang- Tenemos un nuevo participante- me señaló a un chico que estaba de espaldas- te lo presentaré- caminamos hasta él- JongUp, él es HimChan- ¿qué hacía aquí?- te había hablado de nuestro mejor jugador, bueno él es.
-Mucho gusto HimChan- hizo una reverencia.
-Los dejaré para que hablen mientras termino de organizar para comenzar el juego- le dedicó una sonrisa a JongUp y se fue.
-¿Qué haces acá?- pregunté molesto, él no respondió solo me observó- JongUp hablo en serio, ¿qué haces acá?- lo llevé a un pasadizo para evitar que nos vieran- Responde- jaloneé para obtener que me hablara.
-He venido por ti, es obvio- dijo molesto- Vamos a casa- me cogió de la mano, pero me solté.
-No regresaré- dije con convicción- Así que pierdes tu tiempo aquí… ya vete- ordené y me uní a EunKwang que ya había terminado de alistar todo.
-Muy bien ya saben cómo se juega esto- dijo mirando a todos los jugadores de la mesa- JongUp ¿Sabes jugar?- este asintió- de acuerdo comencemos.
Ronda tras ronda JongUp perdía mientras que yo ganaba, muchos de nuestros contrincantes con el correr de las horas se retiraran sin nada, pero él no lo hacía por el contrario seguía participando, solo le quedaban unos cuantos wons era tiempo para que se retire, pero no lo hizo, apostó todo lo que le quedaba.
-Lo siento- dijo EunKwang- te irá mejor a la próxima JongUp, además estás jugando con expertos- le sonrió amigablemente.
-Con el tiempo iré mejorando- le contestó y se levantó de la mesa, en comparación a mi estado él estaba sobrio- Buenas noches- se despidió y se retiró de la casa de EunKwang.
-¿Te quedas?- indagó el chico de la sonrisa eterna a lo cual negué.
-YongGuk me está esperando- dije con un poco de dificultad- te veré mañana- me despedí y salí caminando, la casa de YongGuk no esta tan lejos así que decidí caminar.
-Vamos a casa- JongUp me interceptó y me comenzó a jalonear.
-Suéltame- me lo quité de encima y seguí caminando.
-No me iré hasta que vengas conmigo- volvió a agarrarme y jalarme para que me fuera con él.
-Ya basta- me solté enojado- No voy a volver ni hoy ni nunca- lo miré con odio- No regreses aquí JongUp, hablo en serio, déjame en paz- la ebriedad se me quitó en un minuto debido al enojo.
-Vendré todos los días hasta que regreses a casa- gritó, pero seguí caminando- Lo juro HimChan.
Desde un principio JongUp tuvo la intención de convencerme de regresar a casa, pero no todas las veces después de los partidos me rehusaba a ir con él y terminábamos teniendo la misma discusión día tras día, el menor era muy insistente y comenzó a realizar apuestas solo conmigo, sabía que él no era tan bueno en el juego así que siempre accedía a nuestra apuesta “regresar a casa si él me ganaba”, durante un par de meses hizo hasta lo imposible por ganarme, pero nunca lo logró, fue ahí que empezó a desistir con su objetivo inicial y solo iba a divertirse y ganar un poco de dinero o perderlo todo. Los siguientes dos meses JongUp ya no me insistía en volver, se había metido tanto en el juego que ahora el que le insistía que lo dejara era yo, pero este hacía caso omiso a mis intentos de alejarlo. Por primera vez en mucho tiempo me reuní con mi padre, pidiendo primero que regrese a casa y segundo que lo ayudara con JongUp pues se había dado cuenta del cambio sorpresivo que este había tomado, al contarme de eso me hice el desentendido explicándome que JongUp llegaba ebrio a la casa a muy altas horas de la noche, que habían encontrado droga escondida en su habitación y había perdido por completo el interés en sus estudios, ninguno de ellos sabía cuál era la razón de su comportamiento por ello acudieron a mí por ayuda, pensaron que yo podía hablar con él, convencerlo como en algún momento lo hice para que volviera a ser el de antes, pero aunque quería ayudarlos el menor no me dejaba.
Me había dado cuenta que por mi culpa mi hermano menor había caído en el mismo mundo que yo, me echaba la culpa por su actuar, si solo hubiera aceptado meses atrás regresar a casa como él me lo pedía, él no hubiera agarrado gusto por las apuestas, las bebidas y todo lo que implicaban estas reuniones. Desde esa discusión fue el inicio del cambio de vida que tuvo JongUp.
-Vamos- cogí a JongUp del antebrazo y lo comencé a arrastrar a la puerta.
-Déjalo- trató de detenerme EunKwang, pero ni él mismo se podía mantener de pie.
-Suéltame- forcejeo, pero sus intentos por zafarse de mi agarre eran en vanos- Yah…- gritó- HimChan déjame.
-Ya basta JongUp- estaba enojado por su comportamiento, esta vez se había pasado- Te llevaré a casa- comencé a jalar de nuevo.
-¿Ahora si quieres ir a casa?- se había logrado soltar de mi agarre- Hace… hace 4meses te pedí… no… rogué que fueras conmigo, pero… tú… tú… nunca… nunca…nunca… nunca lo hiciste- estaba demasiado ebrio que hablaba con dificultad- Ahora soy yo… yo el que no quiere ir a casa… no… no iré...- y de la nada se comenzó a reír- iré, pero si jugas conmigo- negoció.
-Ni siquiera tienes que apostar- señalé- déjate de tonterías y camina- traté de cogerlo, pero se alejó.
-Esto- se señaló por completo- si me ganas… regreso a casa, si te gano…- rió de repente, y se acercó a mi oído, en un susurro dijo- nos acostamos.
-¿Te estás escuchando?- esto debía ser una broma y de mal gusto- eres mi hermano, nunca lo haría contigo.
-¿Por qué?- preguntó con lágrimas en los ojos- ¿Por qué soy hombre?- no podía creer lo que estaba diciendo- por eso no quieres hacerlo conmigo- traté de responderle, pero no me dejó- Te amo HimChan- su confesión me dejó sin palabras- Hazme tuyo- pidió pegándose a mi pecho- hagámoslo y dejaré el juego- prometió.
-¿Nunca más apostarás?- pregunté recibiendo un si- No me acostaré contigo JongUp- pude ver cara de desilusión, pero antes que dijera algo continué- Jugaremos, si yo gano, nunca más apostarás y no volverás a tocar el tema de acostarnos- aunque se mostró reacio en un principio terminó aceptando.
-Si yo gano…- completé su frase- y regresas a la casa conmigo- agregó- No quiero vivir lejos de ti- tocó mi rostro y su tacto me excitó, nunca mi cuerpo había reaccionado de esa manera por un simple contacto con otra piel.
-De acuerdo- acepté- Jugaremos mañana por la noche- propuse- quiero que estés consiente de lo que vamos a hacer- aunque podía haber realizado la partida hoy y haberla ganado fácilmente, quería comprobar su confesión.
-Está bien- dijo aceptando.
-Vamos te llevaré a casa- esta vez me acerqué a él y lo rodeé con mi brazo pegándolo a mi cuerpo.
-No… no quiero ir a casa, por hoy- lo miré por un momento y me perdí en su mirada, por alguna extraña razón quería besarlo en ese momento y nunca separarme de él.
-Iremos a un hotel- informé y este sonrió- que no se te haga costumbre- en un impulso besé su frente y él rodeó mi cintura con sus brazos.
-Gracias- susurró pegado a mi cuerpo.
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-Es hora de jugar- JongUp se sentó en la cama barajeando las cartas, lo quedé mirando esperando a que dijera como lo íbamos a jugar, él había hecho la propuesta así que él sería quien dijera las reglas- Serán 6 partidas, siendo el ganador el que gane cinco de seis- asentí- ¿Listo?
-Hagámoslo más interesante- propuse y el menor levantó una ceja en señal de confusión- Nos jugaremos la ropa- solté y pude ver la reacción de sorpresa de JongUp- Estoy seguro que voy a ganar, así que no tendremos relaciones, pero eso se puede cambiar con un buen incentivo- trataba de saber hasta dónde llegaría el menor para acostarse conmigo, aunque no lo haría en definitiva porque era mi hermano, necesitaba saberlo.
-De acuerdo- respondió seguro a lo que sonreí.
-Empecemos.
JongUp barajeó las carta y repartió tres a la mesa y uno a cada uno, levanté mi carta y sumaban 15, me faltaba un 6 para llegar a 21 así que o me plantaba o me arriesgaba a pasarme; miré a JongUp y este tenía su mirada fija en mí, sonreí y pregunté si tomaría otra carta este dijo que no era necesario y dudé, mi secreto para ganar los partidos era que sabía contar era un juego memorista que me ayudaba mucho, pero cuando esta ebrio no me servía de nada y ahora no lo hacía porque me funcionaba mejor con un juego comenzado al cual me unía después de haberlo observado.
-21- volteó su carta el menor-Te tienes que quitar una prenda- sonrió.
-Zapatos- dije molesto por haber perdido en mi primera ronda- Sigamos
-18- sonreí, era imposible que me superara.
-15- dijo molesto, levantándose para quitarse los zapatos.
-¿Tanto te molesta perder?- indagué, pero no me respondió se veía concentrado repartiendo las cartas.
-¿Listo?- miré mi carta y sonreí.
-19.
-20- sonrió satisfecho y me levanté a quitarme las medias.
-Que bonitas- dijo en tono de burla, eran de animalitos.
-No pude resistirme a ellas- no me iba a dejar desconcentrar por ese niñito, ahora me tocaba repartir a mí.
-27- dije molesto, por haberme pasado, si tan solo no hubiera cogido otra carta en estos momentos él estaría quitándose las medias.
-Creo que hoy no estás de suerte- sonrió altanero, volteando sus cartas que sumaban 20.
-Yo creo que sí- mostré mi carta la cual sumaba 21- Dile adiós a tus medias.
-Por lo menos aún tengo mi correa- respondió altanero al repartir las cartas- ¿Una más?
-No por mucho tiempo- contradije- 25
-13- lanzó su carta sobre la mesa y se quitó la correa.
-Vamos empatados- avisé.
-Hasta ahora- me pasó el mazo y barajeé, repartí las cartas y volteé la mía.
-22- esperaba que le faltara mucho para el 21, pero no.
-19- suspirando- Creo que ambos nos quitaremos una prenda- sin pararme me quité el polo dejando ver mi cuerpo, en su caso llevaba camisa así que se demoró un poco cuando se la desabrochó por completo vi su trabajado cuerpo sintiendo un hincón en mi miembro.
-¿Quieres seguir?- indagué, recibiendo un barajea como respuesta- JongUp…- dije entregando la carta, quería detener la partida, pensé que podía intimidarlo un poco al apostar la ropa, pero este no se amilanó.
-¿Te retiras?- preguntó sonriendo JongUp.
-15- tiré la carta en la mesa.
-En verdad eres bueno- dijo mirando su carta- pero yo soy mejor- sonrió y colocó su carta en la mesa- 20- sonrió- Te quedan solo 1 prenda- dijo echando una mirada a mis movimientos.
-Lo sé- respondí mientras me paraba al costado de la silla donde estaba sentado y me quitaba el pantalón- que hayas ganado cinco partidas no significa que no vayas a perder.
-Soy mejor en matemáticas que tú- soltó con una sonrisa burlona- acaso crees que no me he dado cuenta de que cuentas para ganar- alzó una ceja- Obtendré lo que quiero HimChan- dijo seguro- y te quiero a ti- enfatizó la última palabra.
-Pensé que era por la borrachera, pero ya veo que no- lo miré fijamente- puedo saber ¿Por qué?
-Me gustas desde mucho antes que nos presentaran- eso me sorprendió, nunca lo había visto antes, no sabía de donde me conocía- Te vi una vez en mi colegio con un amigo, estaban esperando a JunHong.
-¿Eres amigo de JunHong?- me sorprendí cuando lo mencionó no sabía que conocía al menor pues este nunca lo mencionó.
-Sí, ni JunHong ni yo hablamos sobre nosotros con otros- respondió a mi interrogante mental- Preferimos mantener nuestra amistad escolar al margen de nuestra vida social.
-Con razón JunHong nunca habla sobre la escuela o sus amigos- este asintió- ¿él sabe que gustas de mí?- asintió
-También sabe que eres mi hermanastro- agregó- Aunque te respeta como amigo de su enamorado, no te quiere como mi pareja- bajó la mirada- Yo por ti he cambiado, ya ni me reconozco- sollozaba- he hecho lo imposible para que te fijes en mí y aun así no te has dado cuenta de lo que siento por ti.
-Eres mi hermano- grité desesperado- ¿cómo crees que me fijaría en ti?
-Sino lo fuera… ¿lo harías?- cuestionó.
-21- dije cortando la conversación.
-13- se paró y recogió sus prendas- Regresaré a casa y no me volverás a ver en la casa de EunKwang, no causaré más problemas y me olvidaré de ti.
-Quítate el pantalón- detuve su camino al baño, le quité las prendas que había recogido y las tiré al suelo, me miró confuso y con un poco de miedo- El juego aún no ha terminado- lo miré fijamente, pero este seguía sin moverse.
-HimChan…- sonó como un gemido- basta- intentó que no le quitara la prenda, pero no lo logró, más bien hizo que le bajara con todo y bóxer- No me mires- se volteó dándome las espalda.
-Si lo haría- respondí a su anterior pregunta- pero no podemos JongUp- lo abracé por la espalda- No te imaginas las veces con las que he soñado haciéndote mío…- susurré en su oído- ni cuanto he tenido que contener mis ganas de lanzarme sobre ti todas las noches que terminabas ebrio y dopado- mi miembro rozaba contra su trasero haciéndose cada vez más grande- Me gustas JongUp- confesé- por ti no regresé a la casa… temía hacerte daño y no quería- lo giré quedando uno al frente del otro- Te mereces alguien mejor que yo, JongUp- acaricié su rostro- Nuestra relación terminaría la de nuestros padres y sé que no quieres eso.
-Te quiero a ti- se colgó en mi cuello quedando a pocos centímetros sus labios de los míos- Amémonos sólo esta noche y olvidaré mis sentimientos por ti- negoció- Por favor- unió nuestros labios y fue mi perdición.
Lo alcé en brazos y lo llevé a la cama sin separarnos, él se veía hermoso aunque estaba avergonzado. Comencé a recorrer su cuerpo con mis manos haciéndolo suspirar, cuando dirigí mis labios a su cuerpo soltó suaves gemidos que hacían que me excitara más, sin resistir un segundo más me dirigí a su miembro y lo aguardé en mi boca permitiendo que descargara su excitación en ella después de unas lamidas. Estaba degustando el cuerpo que deseé desde que lo vi por primera vez y era una maravilla, ver sus reacciones ante mi tacto era lo mejor que había visto, ninguna mujer y hombre, ni Lime me había hecho sentir lo que este sintiendo con este niño.
-Tómame HimChan- pidió- Ya no resisto…necesito sentirte dentro de mí- decía mientras sentía como me quitaba el bóxer y colocaba mi miembro en su entrada.
-Te dolerá si no lubrico- indiqué parando sus movimiento- permíteme- bajé de nuevo por su cuerpo, pero esta vez no por su miembro- Disfrútalo- lamí su entrada e intenté introducir mi lengua para lubricarlo mejor.
-Ah… HimChan- hasta el momento había tratado de contener sus gemidos, pero esta vez fue sonoro y me encantó- HimChan…HimChan- apretó mi cabeza a su entrada- Penétrame… hazlo ahora- insistió y me sentí gustoso de cumplir con sus exigencias.
Me coloqué entre sus piernas y llevé mi miembro a su entrada- Respira- aconsejé y lo obedeció, ingresé un dedo y sentí como lo apretaba, deseaba que ese dedo fuera mi miembro, pero no podía penetrarlo, eso sería dañarlo- Relájate… el dolor solo será unos cortos minutos- comenté mientras lo acariciaba para distraer su mente del dolor- Prometo que después lo gozarás- me incliné y besé sus labios a la vez que introducía un segundo dedo.
-Ah…- me cogió de la espalda fuertemente- Duele- lloriqueó- HimChan pa…- antes que terminara de decir algo lo besé y masajee su miembro para diseminar el dolor de su mente.
-Te gustará esto- avisé sacando mis dedos de su interior haciéndolo soltar un gemido- Sentirás dolor por un momento pero pasará- ingresé solo la punta de mi miembro y su reacción fue obstruir el paso- Relájate- acaricié y besé de nuevo, cuando me pareció conveniente ingresé otro poco y de nuevo lo detuvo- JongUp… uhm… me correré sin haberte penetrado por completo- relájate- pedí, me apretaba tanto el pene que estaba a punto de explotar.
-Te amo- confesó y atrajo mi cuerpo más al de él- AH…- ambos gemimos al unísono.
Deseaba moverme y llenarlo de una vez, pero tenía que esperar a que se adaptara a mi tamaño. Unos minutos después comencé a moverme lentamente y el comenzó a soltar suspiros sin queja alguna, así que de a poco aumenté el ritmo hasta que él empezó a gemir continuamente sin parar, afirmando que disfrutaba de la situación, por primera vez no pensaba en mis necesidades sino en las de alguien más, toda la vida había sido un egoísta al momento del sexo, pero no podía serlo con JongUp, era virgen y lo menos que quería hacer era que se arrepintiera de haberme entregado algo tan preciado a un bruto como yo.
-Más rápido- pidió- HimChan… me duele- no entendía lo que estaba tratando de decir, me pedía que lo hiciera más rápido, pero le dolía- HimChan- gimió y descargó su semilla entre nuestros abdómenes. Su orgasmo hizo que apretara mi pene haciéndolo explotar a los segundos; era el mejor orgasmo que había tenido en mucho tiempo, fue tan placentero que caí agotado encima del menor.
-Perdón- me levanté de su encima con las pocas fuerzas que me quedaban- ¿qué haces?- pregunté al verlo levantarse y sentarse encima de mi miembro auto-penetrándose- Uhm…JongUp- gemí cogiéndolo de las caderas- No te sobre esfuerces- detuve sus movimientos- ya hiciste suficiente- cogí su mano y la besé.
-Con ella lo hiciste por más tiempo- bajó su mirada.
-Ella solo es un objeto que puedo dañar sin que me importe- me senté quedando frente a frente- nunca podría dañarte a ti- levanté su rostro para que me mirara- es tu primera vez JongUp… no sientes dolor porque aunque estas dilatado y con un poco de excitación, pero más tarde me odiarás.
-Es mi única oportunidad- fijó su mirada- no me importa si más tarde no puedo caminar…quiero hacerlo tantas veces sean posibles- me abrazó y comenzó a moverse.
-JongUp- lo detuve otra vez- te estás lastimando- dejó de mirarme y apoyó su frente en mi hombro- Tenemos todo el día- recordé- Tómatelo con calma- besé su oreja- Descansa- lo abracé y me eché con él encima mío.
-Ah…- mi miembro había salido de su cuerpo de improviso- Lo quiero adentro- susurró en mi oído-Necesito tu cuerpo en mí, necesito tenerte cerca- cada vez hablaba más bajo- quiero despertar a tu… lado- el cansancio lo venció, lo acomodé en la cama, hice lo propio y luego nos tapé.
-¿Aló?- contesté mi celular, después de unas timbradas- Sí, él está conmigo, no te preocupes- mi padre estaba al teléfono preguntando por el paradero de mi hermano que aún no regresaba a casa- Lo llevaré en un par de horas… de acuerdo, nos vemos- colgué y fijé mi mirada el JongUp que estaba mirándome- Perdón no quería levantarte.
-No quiero ir con ellos- soltó de la nada, lo llamé, pero prosiguió- No quiero que este día se acabe- sonó como petición.
-Vamos- me levanté de la cama y lo cargué a él hasta la tina- Esta será nuestra última vez juntos- me senté detrás de él y lo acomodé para penetrarlo.
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-¿Ya estás listo?- pregunté frente a la puerta de nuestra casa, mi hermano solo asintió- Entremos- abrí la puerta y nos dirigimos a la sala donde nuestros padres nos estaban esperando.
-Espera- me detuvo antes de ingresar a la habitación- Sé que ahora somos hermanos y que prometí no tocar el tema, pero no puedo- lo miré sorprendido por lo que estaba diciendo, acaso estaba pensando en decirle a nuestros padres acerca de nuestra aventura amorosa.
-JongUp- lo cogí del brazo fuertemente- Lo prometiste… ellos no se pueden enterar.
-¿Qué cosa?- nuestros padres estaban delante de nosotros, solté de inmediato a JongUp y me dispuse a responder.
-JongUp estuvo frecuentando los mismos lugares que yo- miré a mi padre- sería mejor si dejamos el tema a…
-Nos acostamos- estaba perdido.
-¿Qué?- ambos adultos pronunciaron al unísono.
-Llevo enamorado de HimChan desde antes que nos presentaran- informó- Unirnos fue la condición que le puse para regresar- mientras que yo quería que la tierra me tragara, él estaba hablando con tanta seriedad y naturalidad que me daba ganas de golpearlo- Espero que respeten nuestra relación- cogió mi mano- Te amo- dijo empinándose para besarme, dejándome sorprendido a mí como a los mayores.
-¡HimChan!- gritó mi padre, se notaba que estaba enojado por lo rojo que estaba- ¿Qué demonios?
-Yo… padre…- estaba tan nervioso que no podía pronunciar palabra alguna.
-Él no tiene la culpa de nada, madre- miró a la mujer que hasta ahora se había mantenido callada.
-Alista tus cosas- mandó sin mirarlo, JongUp quiso intervenir y esta explotó- ¿Cómo pudiste acostarte con tu hermano?- le gritó- ¿Acaso no tienes decencia o respeto?
-Yo lo amo- le respondió- No me arrepiento de haberlo perdido con él.
-HimChan- mi padre y JongUp gritaron al unísono.
-Perdóname… HimChan yo no quise…- la madre de JongUp se disculpaba por la cachetada que me había propinado.
-Vámonos- comencé a empujar a JongUp fuera de la casa.
-¿Por qué lo hiciste?- cogió mi rostro golpeado.
-No podía permitirme ver tu bello rostro con un cardenal- lo acaricié- No es nada- froté mi mejilla lastimada en la palma de su mano- Vámonos- comencé a jalarlo- te quedarás en el hotel mientras recojo nuestras cosas.
-Pensé que tú no- no lo dejé terminar.
-Es su problema si se oponen a lo nuestro- lo atraje hacia mí- no necesitamos de ellos para sobrevivir- lo besé con mucha pasión, esta vez sin guardarme nada- Siempre que necesitemos… podemos jugar 21- JongUp me dirigió una gran y bella sonrisa por lo dicho.
-Te amo HimChan- se colgó de mi cuello.
-Y yo a ti JongUp- lo alcé un poco y profundicé el beso.
Nunca pensé que me enamoraría del hijo de la esposa de mi padre, hasta ahora no comprendo como un mocoso pudo conquistarme, pero estaba feliz que lo hubiera hecho. Aunque tuvimos que pasar por diferentes dificultades nuestro amor creció más con el tiempo a la vez que fue aceptado por nuestros padres, no regresamos a su casa, pero manteníamos el contacto. Actualmente solo jugábamos 21 para tener un ingreso mientras conseguía un trabajo estable, y a veces, solo a veces, para avivar la llama de nuestro amor.