Tu lo lastimaste
Y yo lo cuide
Tu no lo amabas
Pero yo si lo ame
Recuerdo haberlo conocido en la universidad, el era alguien muy tímido y nervioso, me costo mucho el acercarme a el, me había cautivado a primera vista, sus hermosas orbes, su lindo y tierno rostro, y se llamaba Yugi Muto.
Me había dado cuenta de que me había enamorado de aquel bello ángel, me acerque poco a poco, pues el era era algo miedoso, en un principio solo se alejo de mi, era muy difícil el entablar una conversación con el.
Pero con el tiempo se fue acostumbrando a mi compañía, era alguien agradable, amable, e incluso algo inocente, era una gran persona, y me enamoraba aun mas de el conforme pasa el tiempo
Ahora lo cuido de ti
Y tu vienes aquí...
Y ahora te pido
Que no lo alejes de mi...
Pasado el tiempo y mejorando mas mi relación con Yugi, me había platicado de una antigua relación que había tenido en la antigua ciudad donde vivía.
No podía creer la clase de persona que era ese tipo, el haber lastimado a tan bello ángel.. Sin duda era inaceptable, sentía una gran ira en contra de esa persona sin haberlo conocido todavía
Ahora estas arrepentido
Y vienes a recuperarlo
Pero solo te pido
Que no lo alejes de mi lado
No entendía por aquel tipo había jugado con el, era una excelente persona, alguien amigable y amable...
En ese instante pensé que era la mejor ocasión para poder declararme, el verlo llorar y sufrir por aquella persona me hizo darme cuenta de que quería protegerlo, se veía tan triste, tan vulnerable...
Sin aguantar mas lo había besado, demostrando mis sentimientos hacia el, le había pedido una oportunidad, pues después de lo que había sufrido, seria normal que me rechazara por temer a que pasara lo miso que en su antigua relación.
El había aceptado a darme una oportunidad de poder sanar aquellas heridas causadas por aquel estúpido tipo, y le había prometido que lo protegería y cuidaría...
Ahora lo amas
Y yo también
Ahora solo queda,
El destino tan cruel
Un día Yugi me había dicho que se había reencontrado con aquel tipo, estaba destrozado, seguramente el verlo de nuevo abrían de nuevo aquellas heridas que había logrado cerrar con mucho esfuerzo.
Sin darle muchas vueltas a el tema, decidimos ignorarlo, pasado un tiempo, y por azar del destino, había conocido cara a cara a ese bastardo que había dañado a mi Yugi, nos lo habíamos encontrado en el instituto, además de que estaba en nuestro mismo salón.
El tipo ese no dejaba de insistir en que había cambiado y quería que Yugi le diera otra oportunidad, incluso mas de una vez le reclamo acerca de mi, haciendo que me preguntara: ¿quien se creía ese tipejo? ¿Que no se daba cuenta de la magnitud del daño que le había ocasionado a el pequeño? ¿Por que actuaba como el dueño de Yugi?
Pero con el tiempo, me di cuenta de que Yugi empezó a dudar de sus propios sentimientos, haciendo que yo temiera lo peor...
No lo quiero perder...