Una año completo le había tomado en llegar a ese lugar, una año en el cual su único objetivo se encontraba grabado en sus pensamientos matutinos, (Destruirlos), era su única frase para cada día, para cada hora y para cada segundo, destruirlos uno por uno y sin arrepentimientos, porque si ellos no lo tuvieron con Kankuro, porque él lo tendría con ellos, avanzo por los pasillos de aquel enorme lugar, y por el enorme pasillo que inundado de personas tan solo lo miraban con cada paso que avanzaba, con cada contoneo de caderas que era irresistible, pestañando sus largas pestañas.
-O dios, ya miraste a la chico nuevo.
-Juro que esta noche me masturbare con tu imagen en mi cabeza hermoso.
-Mierda que con solo mirarlo ya la traigo para...
-ASCO.- sus pensamientos estaban llenos de asco por los comentarios a su persona, la persona que le daba asco cada mañana que se miraba a el espejo, asco en la persona que se había tenido que convertir, y es que si tan solo le hubiesen dicho hace dos años cuando su vida era más que feliz el terminaría así, por kami que se hubiese reído en la cara del bastardo que le mencionara aquello, (Joder era en lo que menos quería pensar), porque con qué cara podría reírse ahora de todo en lo que se había convertido, (Maldita sea ya no podía).
-Valla, esto tiene que ser un jodido sueño, no lo crees Kiba.-ni siquiera giro la mirada cuando aquella maldita voz le taladro sus oídos al estar tan cerca, y poco importándole el chico ahora a su lado y apoyándose en el casillero alado del suyos tan solo tragándoselo con la mirada le dio aunque el todavía no lo supiera el primer movimiento a sus planes.
-Y valla que lo creo Naruto.-otro movimiento a su favor, quiso reír, por kami que quería hacerlo, pero tragándose la risa y mordiéndose el labio inferior por dentro con fuerza se tragó aquella risa, la burla a sus planes que lejos de hacerlo sentirla feliz, tan solo lo estaban llenando de más furia hacia esas dos personas a sus lados, guardo sus libros, tomo otros y serró el casillero mientras que esas dos personas no lo perdían de vista.
-Y entonces precioso, rebelaras tu nombre o tendré que hacer que lo grites en mi cama, aunque creo que en ese caso el nombre que gritaras será el mío.-Naruto Uzumaki, cabello rubio, piercing en ambas cejas, buen físico, tatuajes en ambas brazos y cuello, altura 1.70 más o menos, más alto de lo que pensaba, mirada azul muy penetrante, rasgos rebeldes, todo un rebelde en el exterior pero por dentro tal vez todo lo contrario.
-O vamos Naruto.-el otro chico palmeo la espalda del rubio sonriendo con arrogancia antes de mirar de nuevo al pelirrojo de pies a cabeza.-No te emociones tanto, no valla siendo que te tragues tus palabras y el nombre de otro sea el que grite el chico hermoso.-Kiba Inuzuka cabello Castaño, un brazo tatuado, y mirada café, 1.60 era más bajo que Naruto, rasgos algo más rebeldes que para nada combinaban con la mala presentación que hacía que lo miraran como un chico malo.
Los había encontrado, o más bien ellos lo encontraron a él, (Tenias razón, y todo valió la pena), se dijo a si mismo mientras que ellos no le quitaban la mirada, cabello rojo cereza, figura sensual y delgada, mirada agua marina, estrecho sus libros contra su pecho, se echó uno de los mechones reverles hacia atrás y solo cuando pensó en abrir la boca para sacar palabras otra voz lo interrumpió detrás de el.
-¿Que mierda hacen?.- los dos chicos frente a el miraron sobre su cabeza, y el pelirrojo escuchando detrás los pasos que se acercaban ni siquiera se giró para mirar a la persona detrás de el, (Sabía que vendría).-Y bien.
Naruto levanto los hombros sin preocupación, y Kiba lo imito.
-Solo queríamos presentarnos con el joven aquí presente.-Naruto prácticamente se burló al decir aquello y Kiba chasqueando la lengua para nada lo imito al acercarse mas al pelirrojo.
-Exacto, solo queríamos hacer eso.-los pasos siguieron acercándose hasta que la persona detrás del pelirrojo lo giro para pararse delante de el, mirada obscura, cabello muy negro y despeinado, nada de tatuajes ni piercing, altura 1.67 creía, y al contrario de los otros dos chicos, esta persona si combinaba todos su rasgos con su persona, (todo un demonio, tal como lo había mencionado), su mirada obscura lo miro de arriba abajo y girando la mirada para mirar detrás de él, miro a sus amigos.
-¡Así que un nuevo juguete!,.-la rabia llego, el coraje y los recuerdos mientras que esa persona tomaba su barbilla para mirarlo más de cerca.-Bonito, pero con mirada indomable.- lo soltó.-Nada que no pueda controlar.-y la burla estaba en cada maldita palabra que decía, la maldita venganza que el mismo le había hecho comenzar.
-Mala suerte para ti porque soy difícil de domar, o al menos por alguna persona que no me atraiga.-ladeo la mirada para mirar a su lado derecho, pestañas revoloteando y brillo al sonreírle a la persona que se encontraba en su lado derecho y el cual el pelinegro no tardo en mirar como el Doncel, y es que eso era ridículo, la risa le fue inevitable cuando miro a Kiba sonreírle de lado al pelirrojo, porque joder eso era tan divertido.
-Igual mala suerte para ti que a Kiba le guste que yo estrene los juguetes antes de que lleguen a sus manos.-sonrió con arrogancia mientras que el doncel exhalando aire miro de nuevo a Kiba.
-Tal vez cuando no tengas alguien que decida por ti puedas volver a mirarme, pero mientras tanto abstente de volver a molestarme, no querrías mirarme irritado chico lindo.-se giró en el mismo lugar y avanzando la sonrisa aún estaba en el pelirrojo, las miradas sobre el jamás lo dejaron y aún que se pensaba explotar eso no pasaría, no cuando esto apenas comenzaba, no podía arruinar sus planes cuando esto apenas estaba iniciando y arruinarlo no era una opsion.-Muy pronto, tan pronto que ni siquiera se lo esperaran.
X
Lo miraron marcharse, contoneando las caderas, robando suspiros a su alrededor, ganándose todas las miradas y eso para nada era agradable, no para Sasuke Uchiha, no para Naruto Uzumaki, para nada les gustaba la altanería de aquel doncel pelirrojo, y joder peor aún los pelirrojos no estaban en sus gusto, o no si esto no se llevaban bien con sus penes esa era simplemente la regla.
-Al parecer esta vez el que estrenara juguete será Kiba.-y en verdad Naruto lo había gritado, o más bien lo había dicho con su voz habitual pero cuál era la diferencia, Naruto era el imperativo, el idito, el despreocupado al decir alguna cosa y sonriendo esa maldita sonrisa era el asco de sus días, el maldito fastidio del Uchiha que por años abía tenido que aguantarlo, (Jodido día en el cual sus padres habían decidido que ese niño rubio seria su mejor amigo, jodido día en el cual su hermano mayor se había tenido que cazar con su hermano Deidara y ahora eran prácticamente familia), jodidos todos.
-Sierra la maldita boca Naruto.
-O vamos Kiba.
-No te equivoque Naruto.-y era momento de que serraran las bocas, le dolía la cabeza, las miradas como siempre estaban en ellos y un maldito Doncel no sería el causante de que sus idiotas amigos le provocaran una jaqueca, vamos él no era nadie para causar algo, y joder ahora mismo solo quería el Uchiha que serraran ya la boca.-Kiba sabe bien cuál es su lugar a comparación del tulló.
-Si claro.-levanto los hombros el rubio.-Se me olvidaba que aquí el único que está detrás de tus faldas es Kiba, mhm y yo que me creí que esta vez sí miraría acción.
-Solo mantén tu maldita boca cerrada Naruto, en verdad cierra la boca ya.-y en verdad era momento de parar porque kiba ya estaba mirando al rubio con su mirada “relajada” una maldita mirada relajada que se cargaba habitualmente, (Falsa), porque si, no era tan difícil de darse cuenta de su falsedad para sus “amigos” .
-Sí, si como sea, valla que ustedes no son nada divertidos.-y la sonrisa desapareció, también la voz cantarina sus manos entraron en los bolsillos de su chaqueta negra y chasqueando la lengua la bipolaridad de Naruto era cotidiana y nada sorprendente.-Ustedes son tan poco interesantes.
-Naruto.
-Ve con Hinata, Naruto.
-No me ordenes Sasuke, en verdad no lo hagas porque no es para nada lindo.
-Naruto.-la chica peli azul llego a su lado, blancas manos tomaron las del rubio, azules ojos contra negros obscuros retándose, de nuevo la sonrisa regreso y jalando a Hinata a su lado ese Sasuke ya se las pagaría porque por ahora Naruto tenía que estar con su novia, solo por ahora.
-No me gusta que haga eso.-Kiba miro por donde se había ido Naruto y Hinata.
-Déjalo, pronto arreglaremos eso.
-El doncel para nada.-intento explicarse Kiba.
-El doncel no es nada que me interese.
-Pensé que.
-No te equivoques Kiba, que me guste ser el primero en todo no quiere decir que en esto también lo tenga que ser, el chiquillo no me interesa por el momento, así que si quieres jugar con el, hazlo, pásaselo a Naruto, hagan lo que quieran con el, que en mis planes por el momento no me apetece domar a un chiquillo que se cree más que todos en este lugar.
-Tampoco me apetece hacerlo, o no al menos por el momento.-levanto los hombros el castaño.-Digamos que el tipo de doncel como el no me va, ni siquiera para jugar una noche.
-Como sea.
-Lo mismo digo.