Tras una sesión de sexo matutino y arrumacos, Bruce y Clint estaban de vuelta en sus puestos de trabajo, tratando de aparentar que todo seguía igual y que su relación era meramente profesional. Ninguno quería arriesgar aquello que parecía estar empezando entre los dos. Aunque el intercambio de miraditas que se echaban de vez en cuando no era nada sutil, por suerte los demás científicos que trabajaban allí no les importaba nada que no fuera su trabajo. Stark sabía escoger a sus trabajadores.
Llegó la hora de comer y todos abandonaron el laboratorio, todos menos Bruce, como era habitual, pero esta vez por distintas razones.
̶ Nos podría ver alguien. ̶ balbuceó Banner acorralado contra la mesa donde solía trabajar.
̶ Todo el mundo está tomándose en un descanso, nosotros deberíamos hacer lo mismo. ̶ se insinuó Clint depositando sus manos en el trasero del hombre que se derretía entre sus brazos, mientras depositaba varios besos en el cuello de este.
̶ Clint… ̶ se quejó el científico tratando de mantenerse firme, aunque deseara aquello tanto como el de seguridad.
̶ Te he dicho alguna vez lo bien que te sienta esa bata. ̶ insistió el rubio mordiendo levemente el lóbulo de Bruce.
̶ Idiota. ̶ murmuró Banner antes de dejarse llevar.
Cuando Clint vio que estaba siendo correspondido, sentó al de cabellos rizados sobre el escritorio, tratando de no destrozar nada, no quería romper el ambiente y que Bruce terminara echándole la bronca. Sabía cuan de importante era el trabajo para el científico. Ya había aceptado que, siempre, ocuparía un segundo lugar, pero poco importaba mientras Bruce seguiría mirándolo y penando únicamente en él en momentos como aquellos.
El bulto del pantalón de ambos indicaba que los toqueteos ya no eran suficientes impulsando a Clint a meter la mano en el pantalón ajeno, pero antes de poder actuar si quiera, la puerta del laboratorio se abrió, cosa que provoco que Bruce lo empujara alejándolo abruptamente de él.
̶ ¿Dónde está mi científico favorito? ̶ canturreó con tono guasón el presidente de Industrias Stark mientras se adentraba en el laboratorio seguido de su guardaespaldas.
̶ ¡Tony! ̶ trató Bruce de sonar normal mientras que con su bata intentaba ocultar su erección. Clint por otro lado ya se había puesto de pie y se mantenía a una distancia prudencial queriendo hacer ver que solo hacía su trabajo.
̶ ¿Has descansado cómo es debido? ̶ preguntó Stark mirando como un niño travieso al científico, para luego hacer lo mismo con Clint.
̶ Hubiera descansado mejor si no me hubieran atravesado con una jeringuilla. ̶ replicó Bruce cruzando los brazos en señal de reproche.
̶ No he venido hablar de eso. ̶ interrumpió Tony algo nervioso. El motivo por el que estaba allí era importante, no quería alejarse del tema por simple nimiedades. ̶ Rogers, Barton dejadnos solos. ̶ añadió dejando a los dos hombres confundidos, aunque estos no tardaron en acatar la orden.
̶ Tony me estas preocupando… ̶ balbuceó Bruce también confundido.
El moreno emitió un gran suspiro y tras encontrar las palabras adecuadas, le contó a su científico estrella lo ocurrido con Christine Everheart, desde su encuentro en aquel hotel hasta el fatídico artículo.
̶ ¿Rechazaste a Christine? ̶̶ preguntó Banner sin terminar de creérselo.
̶ ¿Solo te quedas con eso? Además, no la rechacé… Mi... Joder… ̶ trató de explicarse el moreno sin mucho éxito ̶ ¡Tuve un gatillazo! ¡Maldita sea! ̶ gritó completamente abochornado.
̶ Ohh, vaya... ̶ soltó Banner sin saber muy bien que decir.
̶ ¿Ohh vaya? ̶ cuestionó Stark esperando algo más ̶ ¿Te da igual el artículo?
̶ Esta empresa es lo mejor de ti. Nada de lo que hagas podría arruinarla. ̶ reconoció Bruce sin más.
̶ ¿Cómo estas tan seguro? ̶ trató de comprender Stark, ya que él no conseguía encontrar respuestas.
̶ Te has dedicado a convertir este mundo en un lugar mejor, a mi por lo menos me da igual que hagas con tu tiempo libre y creo que a mucha gente también. ̶ aclaró el científico. Industrias Stark no solo creaba la tecnología mas avanzada a nivel mundial, sino que además se dedica a crear puestos de trabajo, escuelas, ayudar en caso de catástrofe... allá donde hiciera falta y todo por orden directa de Tony. No Pepper, ni nadie más. Y todo porque el multimillonario sabía que el mundo podía ser un lugar mejor. Solo necesitaba un empujoncito.
̶ Puede que tengas razón. Después de todo, no soy el centro del universo.
̶ ¿Tony Stark esta madurando? ̶ se burló Bruce tratando de relajar el ambiente.
̶ Lo dudo. ̶ murmuró Stark.
̶ Quizás alguien te este cambiando.
̶ Como si Rogers me dejara algún tipo de espacio vital como para ser capaz de conocer a alguien...
̶ Es él, ¿verdad? ̶ adivinó ̶ Steve.
̶ ¿Cómo voy a cambiar por ese...? ̶ se apresuró el multimillonario a negarlo.
̶ Mientes fatal.
̶ Lo bese mientras dormía... ̶ confesó abruptamente.
̶ No te andas con tonterías. ̶ soltó Bruce tratando de contener una pequeña sonrisa ̶ ¿Él lo sabe? ̶ quiso saber.
̶ Espero que no... ̶ balbuceó con nerviosismo el moreno ̶ además poco importa, después de la presentación del producto me iré una temporada. ̶ añadió Stark.
̶ ¡¿Como?! ̶ creyó Bruce escuchar mal.
̶ Eso era lo que había venido a decirte. ̶ suspiró Tony mirando a los ojos al hombre frente a él. ̶ Necesito ayuda.
̶ Tony… ̶ murmuró el científico al descubrir una de las miradas más tristes que había visto en su vida.
̶ Tengo que irme, es lo mejor para la empresa, para Pepper, para ti y para mí. ̶ argumentó el multimillonario mientras trataba de que su voz sonara lo más entera posible.
̶ ¡Deja de decidir qué es lo mejor para la gente! ̶ gritó el científico harto de aquella tendencia del multimillonario por controlarlo todo. ̶ Podemos buscar un profesional aquí en Nueva York. Alguien que sepa que hacer.
̶ Bruce, por favor. Ya he tomado mi decisión. ̶ le pidió Tony tratando de relajar el ambiente antes de estrechar entre sus brazos a uno de los pocos amigos que tenía en este mundo.
̶ No es justo. ̶ balbuceó Banner correspondiendo el abrazo.
Mientras Bruce y Tony compartían aquel momento de hermandad, no muy lejos de allí dos guardaespaldas de cabellos dorados habían escuchado toda la conversación.
̶ Creo que no deberíamos haber estado escuchando. ̶ soltó Barton con incomodidad a pesar de haber sido él quien pusiera la oreja primero.
̶ ¿Tú crees? ̶ le reprochó Steve mientras trataba de procesar todo lo que había escuchado. Primero que Tony tenía algún tipo de sentimiento por él, cosa que no le desagradaba del todo y segundo que aquel mismo hombre iba a irse en menos de una semana y él no era nadie para detenerlo, menos cuando el multimillonario trataba de enderezar su vida.
̶ Bueno ahora sabes que no puedes bajar la guardia con ese Tony, a no ser que quieras ser atacado de nuevo. ̶ se burló Clint. Hasta entonces había creído que nadie conseguiría pillar a Steve Rogers con la guardia baja, pero al parecer había estado equivocado.
̶ No tiene gracia. ̶ gruñó el otro.
̶ A mí me la hace. Le gustas al tío que menos soportas. Es gracioso. ̶ continuó Barton con sus burlas.
̶ No es tan insoportable. ̶ salió Steve en su defensa.
̶ ¡Así que es reciproco!
̶ No te montes películas, jamás haría nada con un cliente. No es profesional. ̶ se defendió Rogers a pesar de no estar tan seguro de sus palabras.
̶ Bueno... A veces solo pasa. ̶ murmuró Clint ya sin aquella bravuconería que había mostrado hasta el momento ya que al fin y al cabo él había actuado de forma de poco profesional.
̶ ¡¿Clint?! ̶ gritó el otro al comprender enseguida la situación.
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En el instante en que deshicieron el abrazo, Tony aprovechó para darle un consejo a su amigo.
̶ Una última cosa, nuestras instalaciones tienen cámaras de seguridad te lo recuerdo por si te apetece volver hacer guarradas con Barton. ̶ le susurró el filántropo en el oído.
̶ ¿Nos has visto? ̶ preguntó presa del pánico el científico.
̶ No me ha hecho falta, llevabas demasiado tiempo sin follar para que no se te note en la cara. ̶ se sinceró el otro.
̶ Idiota.
̶ Lo digo por tu bien, no querrás que Pepper se traumatice si os pilla jugando a los médicos. ̶ soltó Tony empezando a dirigirse a la salida.
̶ Retiro lo dicho, no estas madurando para nada. ̶ gritó Bruce rojo como un tomate.
Tony salió del laboratorio topándose de frente con Steve y Barton, los cuales murmuraban entre ellos incluso parecía que estuvieran discutiendo en voz baja.
̶ Rogers, nos vamos. ̶ le ordenó a su guardaespaldas tratando de actuar lo más normal posible después de haberle confesado a Bruce su pequeño secreto ̶ Barton, creo que Banner te necesita. ̶ añadió con tono burlón buscando distraer la atención de su persona.
̶ ¡Stark! ̶ balbucearon los dos hombres al unisonó ante la presencia del recién llegado.
̶̶ Que monos, hasta habláis igual. ̶ dijo el multimillonario con sarcasmo. ̶ ¿Os vais a quedar ahí plantados? ̶ preguntó al no recibir reacción ninguna de los dos hombres.
̶ Voy a ver lo que Bruce necesita. ̶ se excusó Barton antes de desaparecer dirección al laboratorio.
̶ ¿Y a ti que te pasa? ̶ preguntó Stark con extrañeza al notar al rubio más tenso de lo normal y blanco como la pared.
̶ Nada... ̶ consiguió articular el de seguridad.
Steve estaba en shock, no sabía muy bien ni que decir o hacer después de haber descubierto lo de aquel beso. Era cierto que Stark removía algo en él, como le había dicho en casa de este, su intención era cuidar de él y no por dinero o cualquier otra absurda razón. Tony le importaba, de verdad. Aunque estaba confundido, tras aquella conversación en la torre Stark solo había respondido de forma escueta. Nada que le pudiera hacer creer a Rogers que el multimillonario tuviera sentimientos de ese tipo hacia a él. ¿Qué se suponía que tenia que hacer ahora? ¿Actuar como si nada? ¿Decir algo? Pero entonces Stark sabría que habían estado espiando...
Cuando Clint volvió junto al científico este miraba de un lado para otro como si buscara algo.
̶ ¿Qué ocurre? ̶ preguntó con curiosidad.
̶ ¿¡Tú sabías que hay cámaras!?
̶ Algo había oído. ̶ mintió el rubio con descaro.
̶ Y si alguien llega a vernos. ̶ le reprendió el científico.
̶ Espero que disfrute de las vistas tanto como lo hago yo. ̶ soltó Barton acercándose poco a poco al de cabellos rizados.
̶ Tómatelo en serio. ̶ dijo Bruce impidiendo que este se acercara más y dándole un pequeño golpe en el hombro.
̶ Ya lo hago. ̶ contestó sacando un pequeño mando del bolsillo de su chaqueta ̶ Tengo acceso a esas cámaras así que soy capaz de desviarlas cuando quiero mimos. ̶ añadió pulsando un botón del mando.
̶ Estoy rodeado de lunáticos. ̶ suspiró el científico superado por la situación.
̶ Pero este en particular te gusta. Te parece sexy y encantador. ̶ canturreó el de seguridad abrazando a Bruce.
̶ Para mi desgracia. ̶ resopló el científico mientras cogía de la solapa de su chaqueta al hombre frente a él y le daba un corto y tímido beso.
̶ Y a Tony le gusta Steve... ̶ añadió Barton con sorna cuando finalizó el beso.
̶ ¡¿NOS HABEIS ESCUCHADO?!
̶ Solo un poquito... Pero eso es bueno, porque creo que a Steve también le gusta Tony. ̶ se defendió el otro.
̶ ¿Qué estas diciendo? ̶ quiso saber Bruce ya que no entendía del todo de que hablaba Barton.
̶ De que podríamos darles un empujoncito. ̶ explicó el de seguridad como si fuera lo más obvio.
̶ Yo no hago esas cosas. ̶ contestó el de cabellos rizados ofendido ̶ Eso se lo prefiero dejar a Tony.
̶ Vamos, no te gustaría probar al menos una vez.