Había pasado un mes desde que Clint Barton empezara a trabajar para Industrias Stark y por primera vez desde entonces disfrutaba de su primer día libre, aunque fuera en contra de su voluntad. Pero no iba a dejar que eso le amargara el día así que no dudo en aceptar la invitación de Natasha para ir a tomar unas cervezas.
-Creí que tu agenda estaba completa desde que empezaste a trabajar para Stark.-le reprendió la pelirroja.
-Me dieron el día libre. - suspiró el de seguridad.
-¿Qué hiciste Clint?-peguntó la mujer levantando la ceja inquisitivamente.
-Yo nada.-respondió el otro queriendo sonar ofendido.
-Entonces desembucha.-
…
Su relación con Bruce era bastante cordial, mantenían largas conversaciones mientras Banner hacia su trabajo y él por supuesto el suyo. Aunque la verdad fuera dicha poco hacia ya que el científico no se movía de su laboratorio, más de una vez Clint se vio obligado a llevarle la comida, ya que a este se le olvida con frecuencia alimentarse. Pero todo cambio unos días atrás, se acercaba la fecha de lanzamiento de un nuevo producto o eso le pareció entender a Barton y desde entonces Bruce se comportaba como un completo loco. Llevaba días sin dormir y se pasaba el día maldiciendo y lanzando objetos por el aire llegando incluso a gritar a los demás científicos que trabajaban con él.
-¿Bruce va todo bien?- preguntó Barton al científico aprovechando que se habían quedado solos en el laboratorio.
-Mgrr- contestó el otro tan solo emitiendo un gruñido y sin levantar la cabeza de aquello que tenía entre manos.
-Creo que deberías tomarte un respiro- añadió el rubio acercándose al de cabellos rizados, tratando de llamar su atención.
-Metete en tus asuntos.-
-Bruce…-
Ambos hombres fueron interrumpidos por la aparición de director de industrias Stark que tras recibir la visita de algunos de sus científicos en su despacho se dio cuenta que Bruce andaba haciendo de las suyas de nuevo.
-¿Alguien me quiere explicar porque el número de quejas sobre este departamento ha subido un 100%? ¿Brucie alguna idea?- preguntó el multimillonario cruzándose de brazos.
-Tony no tengo tiempo para tus tonterías, aún queda mucho trabajo por hacer.- respondió casi robóticamente el de cabellos rizados.
-Trabajo que se haría más rápido si no te dedicaras a espantar al resto del equipo.- le recriminó Tony- Incluso has conseguido asustar al pobre Barton, míralo parece que haya visto un fantasma.- añadió el multimillonario refiriéndose a la cara de desconcierto del de seguridad.
-Señor Stark creo que Bruce solo necesita un descanso.- balbuceó el rubio.
-Si, yo también lo creo… ¿Cuándo fue la última vez que dormiste?-
-Maldita sea, solo necesito que me dejéis en paz.- gritó Bruce.
-Esta es la última oportunidad que te doy para que te disculpes con los demás y te vayas tranquilamente a tu casa.- advirtió el multimillonario colocándose detrás del científico el cual permanecía aun sentado.
-He dicho…- y antes de que el de cabellos rizados respondiera Tony clavó una jeringuilla en su cuello dejándolo en apenas unos segundo noqueado.
-¿Qué demonios?- preguntó atónito Clint mientras se lanzaba a comprobar las constante vitales de Bruce- ¿Que le has hecho?-
-Ohh no te preocupes esto es una pequeña tradición entre Brucie y yo.-explicó como si nada el filántropo- Se suele poner muy intenso cuando trabaja demasiado.
-Madre mia…-suspiró el rubio superado por la situación.
En ese momento llegó Steve Rogers, al parecer llevaba un buen rato buscando a Tony el cual había conseguido escabullirse cuando el de seguridad fue un momento al baño.
-Señor Stark, creí que había dicho que me esperaría.-dijo molesto.
-Vamos Rogers tardabas demasiado. Al parecer el desayuno no te sentó muy bien,¿eh?-
El rubio solo pudo sonrojarse ante tales palabras antes de darse cuenta de que el cuerpo del científico yacía inconsciente sobre el escritorio de este.
-¿Qué ha pasado?-preguntó preocupado.
-Ohh nada. Solo se está echando una siesta. ¿Verdad Barton?- soltó Stark
-Eso es…-murmuro débilmente el de seguridad.
-¿Te importaría llevarlo a su casa? No es bueno para la imagen de la empresa tener trabajadores tirados por ahí.-pidió con una de sus famosas sonrisas.
-Ehh. Por supuesto.- respondió Clint aún confundido.
Clint cargó con el peso del científico sin ningún problema, arrastrándolo hasta su coche para así llevarlo a su casa sano y salvo. Lo sentó con delicadeza en el asiento del copiloto, sin olvidarse de las medidas de seguridad pertinentes, y sin poder evitar pararse a observar el jodidamente tierno rostro que mostraba en aquellos momentos el científico, atrás había quedado aquel hombre cabreado y hostil… Jamás hubiera imaginado que Banner tuviera tal carácter.
Cuando por fin llegaron, Barton cargó de nuevo al de cabellos rizados, ahora algo más molesto debido al panorama que se presentaba frente a él. ¿Quién demonios vivía en un edifico sin ascensor? El rubio solo bufó y simplemente se dispuso a terminar cuanto antes. Ya frente a la puerta de Banner, trató de buscar las llaves de este, manoseando sin ninguna mala intención su cuerpo. Las localizó finalmente en su bolsillo trasero y las sacó de allí.
-Clint…- murmuró Banner
-¿Ya has vuelto amigo?- preguntó el rubio sorprendido.
Pero Barton no recibió respuesta alguna, ya que el científico había vuelto a caer en los brazos de Morfeo. Abrió la puerta como pudo y encendió las luces con su trasero, necesitaba algo de claridad si no quería dejar caer a Bruce de bruces contra el suelo. Con el pequeño tamaño del que disponía aquel hogar no le fue difícil llegar hasta el dormitorio del científico y con delicadeza se dispuso a dejarlo sobre su cama pero en cuanto soltó el peso muerto se vio arrastrado por este. Se separó un poco del científico para encáralo, parecía que este se había aferrado a la solapa de su chaqueta.
-¿Puedo ayudarte?- preguntó con sorna el de seguridad al encontrarse con los ojos abiertos del científico.
-Clint…-.
-Veo que te sabes mi nombre.- bromeó Barton.
-Clint…- volvió a murmurar el científico esta vez restregándose contra el rubio.
El rubio se sobresaltó ante aquel avance por parte del moreno y se preguntó qué demonios le habría metido Stark. Trató de olvidar lo recién ocurrido y decidió abandonar aquel piso antes de que las cosas volvieran a ponerse rara. Cuando estaba saliendo de este recibió un mensaje del multimillonario.
-Estará inconsciente bastante tiempo, puedes tomarte mañana el día libre.-
Clint no pudo más que sentirse algo culpable. Tendría que haber detenido al multimillonario a pesar de que creyera que al científico realmente necesitaba un descanso.
…
-¿Eso es todo?-preguntó Natasha.
-¿Te parece poco?-
-A ver ya había oído por parte de Steve que ese Stark no estaba muy cuerdo pero al parecer tu amigo Banner tampoco es que este para tirar cohetes.-
-Solo es demasiado entusiasta con su trabajo.- le defendió el de seguridad.
-Clint sabes que no es muy profesional que nos involucremos con nuestros clientes, ¿verdad?- le advirtió Romanoff
-¡¿De qué hablas?!-preguntó haciéndole sonar como una loca.
-No pareces serle indiferente a ese tal Bruce.- explicó la pelirroja.
-¡Natasha por dios! Estaba drogado o lo que sea qué le metiera Stark.-
-Yo solo te aviso…-
…
A la otra punta de la ciudad Bruce Banner se despertaba de su reparador sueño, con confusión observó que se encontraba en su habitación y recordó sus últimos momentos en el laboratorio. Stark lo había vuelto hacer… Lo peor era que él ni lo había visto venir. Pero si de algo realmente tenía que avergonzarse, era de lo que había soñado mientras se encontraba inconsciente. Había tenido un nada inocente sueño con su guardaespaldas, y vaya que lo había disfrutado, prueba de ello su aun visible erección… Mierda… Llevaba demasiado tiempo sin sexo…