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The Bodyguard por Poffitoo

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Notas del capitulo:

Continuamos con Bruce y Clint.

Bruce pasó todo el día con un extraño sentimiento estancado en el pecho. No paró a comer pero Clint esta vez no hizo nada por evitarlo, éste se había mantenido distante desde que habían llegado al laboratorio y aquello no podía dolerle más pero en el fondo sabía que era mejor dejar las cosas así. No involucrarse más de la cuenta. Y entonces… ¿Por qué no podía dejar de pensar en el rubio? ¿Por qué su mirada no paraba de buscar la silueta que se mantenía erguida cerca de la puerta y que vigilaba todos sus pasos pero con intenciones completamente distintas?

El reloj marcó las 19 y el científico no pudo evitar pensar en lo que le había dicho Barton… Mierda. Algo dentro de él le impedía seguir trabajando. Empezó a recoger poco a poco todas sus cosas y notó como la mirada de Clint se tornaba curiosa.

-Te importaría llevarme a casa, he terminado por hoy. –pidió Bruce tratando de sonar lo más natural posible.

-Claro, sin ningún problema. –respondió Barton con seriedad.

Definitivamente la había cagado pensó el científico.

El trayecto en el coche estuvo lleno de silencios incomodos y un Bruce desesperado por recuperar la relación que tenían. Finalmente llegaron a la dirección del científico pero Barton no hizo ningún amago por bajar del coche a pesar de haber acompañado siempre al científico hasta su puerta.

-Pasare a recogerte a las 7:30. –rompió el silencio el de seguridad –Si no tienes ningún inconveniente –añadió éste al ver que el científico tampoco parecía querer bajar del vehículo.

-Me parece bien –indicó Bruce sin moverse, parecía estar más ocupado en alguna otra cosa.

-¿Necesitas algo más? –preguntó Barton tratando de que el de cabellos rizados reaccionara.

-Veras no he tenido la oportunidad de agradecerte lo que hiciste por mí. Me gustaría invitarte a cenar, creo que se me da bastante bien la cocina. – balbuceó  Bruce con nerviosismo mientras jugaba con sus gafas.

-Solo me limitaba hacer mi trabajo. – respondió Barton – Además no sería profesional… -añadió evitando la mirada del otro.

-Por favor, solo esta vez… - suplicó el científico.

-Está bien – se dio por vencido el otro.

Subieron hasta el apartamento del científico en completo silenció, la tensión en el ambiente no se disipaba a pesar de los intentos por parte del científico. Clint era un cabezota y no parecía querer dar su brazo a torcer.

-Ponte cómodo –pidió Bruce nada más llegar a su apartamento. – ¿Te apetece una cerveza?

-Gracias –respondió el de seguridad sentándose en el sofá –Solo una. Luego tengo que conducir- añadió éste.

-Claro, claro –asintió Bruce incomodo ante la actitud distante de Barton. Fue directo a la cocina y sacó una par de botellines de la nevera. Le alcanzó uno de ellos al de seguridad y se dirigió de vuelta a la cocina para empezar con la cena.

-¿Puedo ayudarte? –preguntó Clint asomando la cabeza por la cocina.

-Oh… Claro. Puedes ir cortando esas verduras de ahí. –le indicó tras haber sacado todo lo que necesitaba.

-¿Qué vamos a cenar? –curioseó Barton tratando de averiguar su cena observando los ingredientes sobre la encimera.

-Curry, espero que te guste. –respondió ilusionado el científico –Es una receta especial que aprendí cuando estuve trabajando en india –añadió.

-¿Es picante?

-Solo un poquito. ¿Supone un problema?

-No, no para nada, siempre he querido probar la comida picante.

-Espero que no sea demasiado.

-¿Por quién me tomas? –río el de seguridad relajándose por primera vez en lo que iba de noche.

-Había pensado en rebajarlo un poco pero si estas tan seguro… -bromeó el científico alentado por la nueva actitud del otro.

Continuaron preparando la cena en un ambiente mucho más relajado, cuando por fin estaba lista volvieron al salón, como el científico no tenía una mesa de comedor como tal decidieron comer en la mesita de café que había enfrente de la tele, sentándose por ello en el suelo.

El de seguridad tomó el primer bocado ante la atenta mirada del científico.

-¡Agua, agua! –gimoteó Barton con lágrimas en los ojos.

-Te lo había dicho –soltó Bruce conteniendo la risa. –Tomate el vaso de leche te vendrá bien. –añadió señalando el vaso que había llevado adelantándose a lo que iba a ocurrir.

-Mierda… No me siento los labios… -soltó el de seguridad palpándose estos.

-Déjame ver. –pidió Banner –Los tienes un poco hinchados pero no tienes ninguna llaga. Te traeré un hielo ayudará con el hinchazón.

-Lo que sea… -suspiró apurado el otro.

-Ahí… -indicó el científico tras traer un cubitera y posar instintivamente un hielo sobre los labios de este. –¿Te sientes mejor?

-Dios… Gracias. –murmuró aliviado el rubio. De pronto los dos hombres fueron conscientes de su proximidad… Mierda estaba volviendo a pasar.

-Oh… Lo siento. ¿Prefieres hacerlo tú? –preguntó avergonzado el de cabellos rizados.

-No, está bien. Tú eres el doctor. –respondió el rubio dejándose hacer por el otro.

-No ese tipo de doctor –río el otro volviendo a su cometido.

-Tú también tienes los labios hinchados. –soltó Clint tras aprovechar la cercanía entre ellos para observar el rostro del otro.

-Estoy bien no te preocupes –respondió Banner avergonzado notando como su rostro te teñía de rojo.

-No sería justo ser el único recibiendo atención medica –bromeó el otro mientras tanteaba la cubitera y cogía un hielo.

-No es necesario… De veras.

-No se resista Doctor Banner. –sentenció el rubio dando por finalizada la discusión.

Banner no pudo evitar pensar en lo surrealista de aquella situación. Dos hombres adultos restregando contra los labios del otro un cubito de hielo. Al parecer desde que había conocido a Barton ese tipo de situaciones se habían multiplicado.

-Creo que ya está… -susurró el científico.

Dada la proximidad y el ambiente entre los dos hombres algo impulsó a Clint a acortar distancias. Darle sentido a aquellos sentimientos y pensamientos contradictorios que le acompañaban desde que había empezado a pensar en Bruce como algo más que un simple cliente al que debía proteger. Los labios de éste rozaron los del de cabellos rizados sin apenas tocarlos, tanteando el terreno a la espera de una reacción por parte del científico. Bruce solo cerró los ojos perdiéndose en aquel mar de sensaciones. Sus labios entumecidos por el hielo y el picante, y ahora los labios del rubio tan cerca y a la vez tan lejos. Solo tenía que acercar su cabeza un milímetro más y estaría besando al de seguridad.

-Esto no es profesional –articuló el científico como pudo citando a Barton.

-Simplemente dime que no sientes lo mismo y prometo desaparecer… -murmuró Clint.

Bruce titubeó durante un par de segundos para finalmente dejar a un lado la poca razón que le quedaba. Agarró por la nuca a Clint, provocando que sus labios finalmente se encontraran. Era una sensación extraña a la par de excitante, apenas sentían sus propios labios pero poco a poco el calor del otro se abría paso y el ambiente se caldeaba. El rubio se permitió el lujo de sentar al científico sobre su regazo sin recibir ninguna queja por parte del otro. Todo lo contrario, un gemido salió de labios de éste cuando su erección y la de Clint se encontraron por debajo de la ropa. Barton aprovecho aquella oportunidad para profundizar el beso y explorar con su lengua la boca ajena, pronto se perdió en el cuello de Bruce y empezó a desabrochar esa camisa que tanto le estorbaba en su cometido. Por cada botón que desabrochaba un nuevo beso cubría el pecho del de cabellos rizados. Éste no quiso quedar en desventaja y metió sus manos por debajo de la camisa ajena, palpando cada musculo a su alcance e imaginando como sería sin aquella tela de por medio. El rubio pillo la indirecta y se detuvo en su tarea de quitarle la camisa a Banner para darle lo que éste quería, con un movimiento rápido se quitó la parte de arriba y la lanzó a algún punto del salón. Cuando Bruce tuvo tanta piel a su alcance no dudó en tocar, morder y lamer todo lo que pudo y más, provocando un pequeña risita por parte del otro, el cual quedó más que satisfecho al descubrir que el de cabellos rizados no era tan inocente como parecía. Se dejó hacer e incitó a Bruce a continuar con leve embestidas que hacían ambas erecciones rozarse. Los gemidos de ambos empezaron a inundar la habitación. Las manos de Banner siguieron su camino hasta el cinturón del Clint y el suyo propio.

-Ayúdame con esto –pidió el científico tratando desabrochar ambos cinturones.

-Alguien parece ansioso –bromeó Barton.

-Por favor… -pidió desesperado Bruce

-Que así sea –río el otro levantándose del suelo a la vez que cargaba con Bruce hasta la habitación de éste. Llegaron y dejó a Banner sobre la cama, mientras sin apartar la mirada el uno del otro desabrochaba con lentitud su cinturón y poco a poco se deshacía de su pantalón y ropa interior.

-Esto es lo que querías ¿verdad? –jugueteó el de seguridad.

-… -Banner solo pudo tragar saliva ante la imagen frente a él.

-Ahora debemos encargarnos de ti –dijo Barton mientras llenaba de besos el camino hasta el pantalón de éste y lo desabrochaba. Se deshizo de él como había hecho con el suyo propio. Cuando tuvo la erección del de cabellos rizados a la altura de su boca miró hacia arriba buscando alguna reacción por parte del otro. Los ojos de Bruce lo miraban con lujuria y sus dientes mordían con desesperación sus labio inferior esperando que Clint actuara. Sin pensárselo dos veces lamió desde la base hasta la punta la erección frente a él, jugueteó con su lengua durante un rato y cuando el líquido pre-seminal hizo acto de presencia, engulló toda la masculinidad el otro, sacando un fuerte gruñido de los labios de Banner. Subió y bajó la cabeza en varias ocasiones mientras con su mano libre atendía su propia erección. Cuando sintió que Bruce estaba a punto de venirse se detuvo recibiendo una queja por parte de éste. Siguió bajando con su lengua hasta llegar a la entrada del científico notando como esta se contraía con el contacto con su lengua.

-Llevo mucho tiempo sin hacer esto… -murmuró Bruce.

-¿Cuándo fue la última vez…? –pregunto con curiosidad el otro.

-Hace cuatro años…

-¡¿Cuatro años sin sexo?!

-He estado muy ocupado en el trabajo. –trató de justificarse el científico.

-Bueno por suerte para ti pronto vamos a solucionar ese pequeño inconveniente. –soltó mientras volvía a su cometido. Pasó su dedo índice por la entrada de éste, tanteando el terreno, poco a poco trató de introducirlo mientras trataba de distraer a Bruce atendiendo de nuevo su erección. El segundo dedo no tardó en llegar, el de cabellos rizados respiraba cada vez con más dificultad, su erección había llegado a su máxima extensión y sin poder soportarlo más terminó por correrse. Barton aprovechó la oportunidad para lubricar al científico con su propia semilla, con aquella pequeña ayuda consiguió finalmente prepararlo. La erección de este volvió despertar cuando Clint rozó con sus dedos aquel pequeño punto que le hacía ver las estrellas. Cuando la propia erección del rubio salto pidiendo ser atendida, éste tomó al científico y lo puso de cara al colchón obligándole a quedarse a cuatro.

-Voy a entrar –anunció el rubio dejando caer su cuerpo sobre el de Bruce, besando y lamiendo la espalda de éste para calmarlo. Dirigió su erección a la entrada del otro y poco a poco fue adentrándose en éste. Bruce notaba como el aire empezaba a faltarle por mucho que lo hubiera preparado Clint, su cuerpo había olvidado aquel mar de sensaciones. La lentitud del otro lo estaba matando…. Necesitaba sentirlo más y no dudó en empujar su trasero buscando un mayor contacto. De pronto se vio a si mismo embistiendo contra la erección de Barton. Acto que solo consiguió excitar aún más al de seguridad, que sujetando con fuerza las caderas del otro empezó a imitar sus movimientos. La habitación se llenó de gemidos, Bruce se aferraba como podía a las sabanas tratando de no perder por completo la locura, cada vez le costaba más mantener los ojos abiertos… Clint había dado en el punto correcto… Las paredes del científico se estrecharon buscando un mayor contacto entre ambos, ante aquel acto la extensión Barton pareció crecer aún más incitado por el calor del otro. Las embestidas eran cada vez más rápidas y desesperadas. Bruce había perdido por completo la capacidad de hablar o emitir cualquier sonido diferente al de un gruñido casi animal. Un par de estocadas más y ambos hombres se vinieron. Finalmente las piernas del científico fallaron y terminó tendido en la cama con la erección del otro aún en su interior. Clint salió con lentitud y se acostó en la cama arrastrando consigo a Bruce y atrapando a este en sus brazos en una especie de abrazo desesperado.

-Me gustas… Demasiado. –murmuró el rubio en el oído del otro buscando hacer llegar sus sentimientos al otro. Banner lo miró desconcertado asimilando por primera vez todo lo que había pasado, tras unos segundos que al otro le parecieron eternos, correspondió su abrazo, enterrando su rostro en el pecho ajeno.

-Tú también me gustas –susurró contra la piel del de seguridad, éste depósito un tierno beso en la maraña de pelos que tenía frente a el.

Notas finales:

La proxima actulización sera sobre Steve y Tony. 


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