-Umg
Un gemido suave salió de su garganta al sentir los labios de Siwon en su cuello.
-Precioso como siempre.-susurro sobre la oreja de Hee.
- Si-Siwon.-el nombre de su amante salió entrecortado debido al inmenso placer que sentía arremolinarse poco a poco en su vientre.
-Mmm.
Siwon comenzó a trazar un camino húmedo con sus labios y lengua, besaba con suavidad y mordía con saña mientras iba bajando poco a poco desde su oreja, hasta la cinturilla de su bóxer.
¿Qué estaba pasando?
- T-Te amo
Le había costado decirlo, pero quería hacerlo. Quería que Siwon también dijera que lo ama. Quería sentirse querido.
¿Por que sentía así?
Esto era extraño. No era algo real. Quizás...
Siwon bajo el bóxer dejando ver el miembro duro de Hee. Un dedo recorrió la punta enrojecida, bajando por lo largo hasta llegar a sus testículos y pasar de manera lenta por su entrada. Tentando, invitándolo a pedir mas.
-Lo sé, Heechul. Lo sé. ¿Pero sabes?, no me importa -Siwon sonrió sínicamente entrando rudamente en su interior.
Sus ojos se abrieron de manera rápida, un grito saliendo desde lo profundo de su garganta. Su respiración estaba entrecortada y sus ojos habían comenzado a llenarse de lágrimas.
- Fue un sueño -susurro para sí mismo- Un maldito sueño.
Era el mismo sueño que lo atormentaba desde días después de que las fotos donde salía desnudo fueran publicadas. Ese sueño había sido de sus mayores tormentos. Le recordaba lo estúpido e inocente que fue.
Hacia años que no soñaba con lo sucedido. Pensaba que realmente no soñaría de nuevo con esos sucesos, pensó que por fin lo había superado, pensó que por fin era libre de su pasado.
Que equivocado estaba.
Heechul volteo a ver la ventana por la cual unos leves rayos de sol se filtraban. Ya era un nuevo día.
Dándose el tiempo necesario para calmarse y darse cuenta de que estaba llorando, salió de la cama. Se vistió con un short, una camisa delgada y unos tenis deportivos. Listo y decidido para salir a correr.
Talvez y lograba que de esa manera su mente se despejase un rato de su horrible pasado.
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-Joven Choi, aquí están los documentos que me pidió. Necesita firmarlos todos.
-Gracias Jessica. Puedes retirarte.
La joven dio una reverencia y salió del gran despacho.
Dio un gran suspiro mientras se levantaba de su escritorio. Con movimientos lentos se dirigió a el gran ventanal que se encontraba a sus espaldas. La vista era estupenda, desde ahí podía ver todo Seúl a través del cristal.
-¿Dónde estás? -Su mirada se mantuvo fija a la nada.
Siwon un joven empresario de un metro ochenta y tres, tez ligeramente bronceada, cuerpo levemente delgado pero con una notoria musculatura que se apreciaba aun por debajo del traje, ojos negros, cabello negro; se encontraba en su despacho que había estado ocupando después de haber acabado su carrera.
-Hijo mío.
Una señora de edad avanzada había entrado al despacho sin inmutarse por siquiera tocar la puerta.
-Lo siento Joven Choi, pero la Señora Choi...-la secretaria estaba a punto de excusarse.
-No te preocupes Jessica, puedes retirarte.
-Con permiso- hizo una reverencia corta antes de salir.
-No entiendo porque tengo que pedir el verte. Soy tu madre y debería pasar cuando se me dé la gana- Dijo la mujer con una leve molestia.
-Siwon bufo por lo bajo- Ella solo hace su trabajo. A todo esto, ¿Qué haces por aquí? ¿Pensé que saldrías de viaje con papá?
-Más respeto que soy tu madre.
-Siwon hizo un gesto exasperado- Lo siento.
-Bueno. Pasaba a verte antes de irnos y para informarte que te concorde una cita con una joven.
-¡Dios! -Siwon gimió con desesperación -Te dije que no saldría en más citas a ciegas. ¡Mamá! Es mi vida y yo elegiré con quien salir. No tienes por qué andar citándome con cada extraña o extraño.
-Pues lo siento Siwon. Pero te estas tardando mucho y yo quiero nietos.- Y así como había entrado, dio media vuelta para salir -Es para hoy a las 5. No la hagas esperar-canturreo su madre alegre.
-Perfecto- Gruño mientras se dirigía a su escritorio.
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-Joven Choi, ¿Va a salir? -La secretaria caminaba a su lado dando unos saltitos para poder seguir su paso.
-Si Jessica. Cancela lo que tenga para esta tarde.
-Pero hoy tenia una junta con el Sr.Kim para elegir al nuevo administrador y ver el contrato.
-Lo se. Aunque no voy a tardar, lo mejor será cancelarlo por el momento- Siwon entro al elevador suspirando- Re-programa la junta para mañana.
-Que tenga buena tarde Joven Choi- dijo la secretaria antes de que el elevador cerrara sus puertas.
Siwon se recargo con cansancio en la pared.
-Si tan solo estuvieras aquí- soltó de pronto a la nada.
-¿Que te gusta de mi? -El chico a su lado se sonrojo al preguntar.
-Todo- dijo en un susurro sobre su oreja- Eres precioso cariño. Me gusta verte sonreír, sonrojar, me gusta verte bailar y apreciar tu risa cuando escuchas o haces algo gracioso.
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-Tenia tanto que no salía de compras con alguien.
Después de lo ocurrido en la mañana, Hee le propuso a Sunny salir un rato de compras. Quería pasar rato con su amiga, pronto comenzaría a trabajar en Corea y ya no podrían pasar tanto tiempo juntos.
-Sera mejor que te vayas acostumbrando, porque se me pego ese gusto de comprar a cada rato -Hee se río levemente.
-China si que te a sentado bien -Sunny sonrió- Oye, que te parece si compramos algo para tomar. Me estoy muriendo de calor.
-Vamos por allá. Creo haber visto una heladería.
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Había llegado hace mas de 20 minutos a su cita arreglada. Se presento y espero que esto fuera sencillo y no tan aburrido o incomodo como para forzar a que terminara.
Pero eso no paso.
La chica en cuanto lo vio comenzó a llamarlo "Oppa" insistentemente. Era un dolor de cabeza. No podía seguir ni un minuto mas ahí
-Lo siento, pero esta cita fue arreglada. No esta en mis planes el salir con alguien en este momento- Siwon se levanto de su asiento- Lo siento- dijo antes de dejar su parte de la cuenta en la mesa y dar la vuelta para salir de la pequeña cafetería.
Sabia que su madre no le hacia citas con la intención de molestarlo. Ella solo quería que saliera con alguien y no estuviera enfrascado todo el tiempo en su trabajo.
Con un suspiro cansado se dirigía de camino a su auto, cuando a lo lejos vio una silueta bastante conocida.
-Heechul...- Su voz se fue apagando en cuanto lo vio.
El se encontraba vistiendo algo casual, pero sexy y a la moda. Heechul lucia más alto y delgado con una musculatura apenas visible podría apreciarse aun por sobre la ropa, sus ojos estaban cubiertos con unos lentes de sol y su cabello ahora se mostraba en un tono rojizo. Caminaba tan seguro de si mismo mientras una leve sonrisa salía de sus labios rojizos.
No quedaba nada de ese chico con el que salió en la preparatoria.
Confundido y con el corazón acelerado amenazando con salir de su pecho. Comenzó a andar en la dirección donde lo vio, pero mientras mas se acercaba, el chico desaparecía entre la gente.
Siguio avanzando, hasta que se vio perdido y con el sentimiento de haberlo perdido nuevamente.