-La última prueba llegará pronto, Sasuke-kun –le murmuraba en el oído- me pregunto, ¿cuál será tu elección después de todos estos años? No puedo negar, que me siento muy curioso al respecto
-Cállate –le ordenaba, alejándose rápidamente de él- no he venido a eso
-¿Entonces a qué? –Sonreía con malicia. Extendió sus brazos, de manera que quería abrazar al Uchiha- ¿no me has extrañado?
-Debí de acabar contigo antes –respondió con frialdad- terminaré lo que empecé hace años...
-Ah sí...-contestó divertido- ¿y con qué me matarás? ¿Ya te has visto en un espejo? –Nuevamente esa sensación extraña inundaba el cuerpo de Sasuke. En un momento, al girar el rostro ahí tenía un espejo; solo veía su cara, pero entonces se percató de la referencia que Orochimaru le hacía. A su parecer, había activado su sharingan y rinnegan, pero al mirarse, pudo constatar que no estaban activos, ¿cómo era posible? El sharingan simplemente no podía fallarle, entonces, ¿por qué? Otra vez se sentía nervioso, las manos le temblaban y al fondo escuchaba la risa burlona de su antiguo mentor-
-Entonces, Sasuke-kun, ¿qué es lo que harás? –De repente, el sannin estaba detrás de él- ¿aun así, podrás matarme? –Sasuke solo lo miraba de reojo- después de tantos años, de nuevo te veo débil.
Como siempre, tu problema es... -el chico sintió la lengua larga del otro lamer su mejilla. Se exaltó, y una marea de recuerdos inundó su cabeza-
Tú falta de odio
Sasuke despertó levantando la mitad de su cuerpo de la cama. Sudaba un poco, nada típico en él. Miró a su lado, Naruto no estaba.
De repente, escuchó que la puerta de su habitación se abría. La luz del pasillo alumbraba un poco el lugar
-Te he despertado –murmuraba con suavidad- discúlpame Sasuke- el chico negó con la cabeza-
-¿Qué sucede? –Respondió intentando parecer normal-
-Es una emergencia, me estaba cambiando. El clon que dejé en la oficina acaba de hablar con Shikamaru –Naruto se tensó un poco- pasó algo con Orochimaru
-¿Qué dices? –Intentaba no parecer sorprendido-
-Ha desaparecido –contestó directo- y... el capitán Yamato... -el rubio desvió la mirada- está muerto
-El chico abrió los ojos de par en par- ¿estás bien? –Atinó a decir. No sabía que otra cosa responder-
-No puedo creer que haya sucedido esto –habló con notoria tristeza en su voz. Si no fuera porque se había convertido en Hokage, en esos precisos momentos, estaría llorando. Aun así, Sasuke podía sentirlo.
Naruto tenía mucho dolor en esos momentos-
-Te acompaño –se levantó rápido de la cama para cambiarse, pero el Uzumaki lo detuvo-
-Quiero que te quedes y descanses –dijo acariciando el rostro del Uchiha. Estaba a punto de contrariarlo como siempre, pero con uno de sus dedos Naruto le tapó la boca- además si algo pasa en la aldea, necesito que alguien me cubra mientras no esté. Y ambos sabemos que la única persona que puede hacerlo eres tú
-De acuerdo –murmuró desviando la mirada-
-Perdóname. Además, sabes que sería complicado por la relación que tuviste con él –Sasuke suspiró resignado-
-Te estaré esperando –se dejaba acariciar. Le gustaba sentir la mano del rubio en su rostro. Especialmente después de una pesadilla como esa-
-No tardaré –sonrió ampliamente- cuídate ¿sí? –Terminó por darle un beso en los labios y desaparecer detrás de la puerta. El moreno sentía como el chakra de Naruto se alejaba.
Estaba solo otra vez en medio de todo ese silencio. Se recostó en la cama, pensando, analizando la situación. ¿Qué estaba pasando?
Se levantó de nuevo para dirigirse al baño, se miró al espejo. Por un momento sintió algo muy parecido al miedo. Miedo de que sus técnicas oculares no sirvieran. Las activó, y funcionaron como de costumbre.
Suspiró tranquilo y se recostó como si nada. Tal vez su mente le estaba jugando sucio últimamente. Intentó relajarse, sabía que todo en la aldea estaría bien y en algún momento de todas esas reflexiones, se quedó profundamente dormido hasta el día siguiente.
Una vez despierto y arreglado, aprovechó para ir a la oficina de Naruto para investigar con mayor detalle los pergaminos que sus antiguos contactos le habían conseguido. Además aunque no quisiera admitirlo, aprovecharía para adelantar el trabajo atrasado que el Uzumaki tuviera.
-Sí que es una sorpresa verte aquí –Kakashi iba entrando a la oficina a dejar unos papeles- es bueno verte, Sasuke
-Naruto salió de la aldea por el asunto de Orochimaru. No sé cuándo vuelva; así que estaré aquí hasta que lo haga
-Comprendo –dijo con serenidad- ¿estás al tanto de todo?
-Me habló acerca de Yamato... lo siento –respondió, tratando de no sonar tan rudo-
-Sí, bueno –suspiró pesadamente. Después de recibir la noticia era inevitable no sentirse triste. Tal vez tantos años de paz al final los hacía malacostumbrarse a una vida que puede cambiar en cinco segundos. Hace mucho que no tenía esa opresión en el pecho- son, cosas que pasan. Le dije a Shikamaru que me encargaría de los detalles para cuando vuelvan con Yamato
-Entiendo –contestó- ¿son esos papeles?
-Sí. Y también de asuntos económicos de la aldea. No son exactamente importantes, pero si tienes idea de cómo resolverlos, creo que le sería de mucha ayuda a Naruto
-¿En qué momento pensaste que soy benevolente?
-Bueno, creo que hay cosas que nunca cambian pero, lo pensé desde que ustedes comenzaron a salir –Sasuke prefirió no contestar y evadir completamente-
-Te mantendré informado –respondió frío como de costumbre. A lo que Kakashi sonrió divertido debajo de la máscara-
-Alguna vez fue tu maestro, deberías de tener la confianza para hablarme de esas cosas
-No hay nada de qué hablar
-¿Seguro?
-¿No hay otra cosa que quieras decirme Sasuke?
-Supongo que Sakura te contó –respondió con cansancio- no entiendo porque exageran tanto. He estado ocupado, me he esforzado... eso es todo
-Naruto también me comentó acerca de tu rinnegan –respondió serio- empezó a molestarte semanas después de la pelea, ¿cierto? –Sasuke no mencionó nada, así que Kakashi supuso que era verdad- ¿no has notado en qué momentos no te responde?
-Lo hace cuando le da la gana –respondió serio-
-¿No crees que de cierto modo estuviera conectado a Momoshiki? –Sasuke reaccionó- ¿o que hubiera hecho algo, durante la batalla?
-He tenido visiones –confesó- a mi parecer no tienen ningún sentido –mentía- pero me han hecho suponer que mis problemas están ligados a que ese sujeto hizo algo sin que me diera cuenta
-Es probable –metía ambas manos a las bolsas del pantalón- me gustaría que Sakura y yo te revisemos, si es que estás de acuerdo
-No encontrarán nada –contestó- pero supongo que a pesar de eso, sigue siendo una opción
-Por lo menos ya cooperas más
-¿Acaso tengo alternativa? –Dijo con cierto aire divertido-
-¿Sasuke?
-¿Kakashi?
-Naruto debería saberlo –habló con voz apagada- aunque quieras protegerlo de esto, será mucho peor cuando algo pase, y no esté enterado...
Pero como siempre, solo es un consejo de tu antiguo profesor
-Lo tendré en cuenta –respondió sin darle tanta importancia.
El día siguió como de costumbre. La noche estaba cayendo, Sasuke supuso que Naruto tampoco regresaría.
Caminaba a casa. Generalmente lo hacía por las calles menos transitadas o por los techos de los edificios, pero en esa ocasión, optó por el camino central de la aldea.
A pesar de tantos años, todavía le parecía nostálgico, claro, hasta cierto punto.
Ya estaba cerca de llegar al edificio donde vivía con Naruto hace ya un par de años; nuevamente, el cansancio estaba acabando con él esa noche. Sintió un dolor punzante en el estómago, como un choque eléctrico que lo atravesó por completo, y entonces, otra vez... la oscuridad.
-¿Puedes escucharme? –A lo lejos apenas percibía que le llamaban por su nombre. ¿Acaso era un nuevo sueño? ¿Visión? ¿Paranoia?- ¿Sasuke? –Por más que intentaba, su cuerpo no respondía a las órdenes que daba su cerebro. Quería abrir los ojos, pero era imposible-
-Tenemos que dejarlo descansar –escuchaba otra voz entrando a la habitación- seguro que se pondrá bien
-Sinceramente no entiendo que está pasando
-¿A Kakashi le dijo algo?
-Mencionó algo de unas visiones, pero nada en concreto
-He intentado buscar en su mente y recuerdos, pero no puedo ver nada. Seguramente los tiene bloqueados y si él no quiere, me deja totalmente imposibilitada
-¿Puedo pasar? –Sasuke alcanzó a escuchar un murmuro muy suave. Seguramente era Kakashi- ¿qué le pasó?
-Sai lo encontró –contestó Ino, por lo que entendía- dijo que parecía haberse desmayado
-¿Tienen alguna idea de lo que pueda estar pasando?
-No mucho, sensei –respondió Sakura- no hemos encontrado nada en concreto
-Ya veo –por un momento hubo silencio- dime algo Ino, ¿cómo fue que tu esposo lo encontró? ¿Tuvo guardia está noche? –De nuevo silencio-
-Verá...
-No los acuso de nada, pero me sorprende que a estas alturas del partido, la Raíz todavía se moleste en seguir a Sasuke
-¿De qué habla sensei? –Preguntó Sakura-
-Lo siento mucho –Ino se escuchaba apenada- no es algo que nosotros quisiéramos tampoco. Pero Raíz sigue siendo bastante conservadora... y debido a lo que pasó con Orochimaru...
-Entiendo –respondió Kakashi nuevamente- pero aun así me parece que el hecho de que Sai lo estuviera siguiendo; me parece exagerado
-Lo siento mucho –dijo nuevamente-
-Bueno, no importa –suspiró- ahora mismo la prioridad es saber qué le pasa. De lo contrario Naruto hará un escándalo
-¿Ya ha regresado? –Nuevamente la pelirrosa tomaba la palabra-
-No –respondió con seriedad- también por eso quería saber si ya había despertado. Llegó un mensaje de Shikamaru hace media hora.
Orochimaru está muerto también –de nuevo solo silencio inundó el lugar-
-¿Qué? –Hablaron al unísono-
-No puedo mentir, es una situación un tanto delicada –silencio otra vez- yo sé que Sasuke no tiene nada que ver. Sin embargo, el Raikage y la Tsuchikage tienen sus dudas...
-¿Después de tanto tiempo? –Dijo Sakura molesta-
-Esto nos demuestra que los antiguos ideales aún no han cambiado. Así que quisiera que Sasuke diera una declaración formal para que las cosas no se salgan de las manos
-Comprendo...
-Avísenme cuando despierte, ¿de acuerdo?
-Sí –de nuevo contestaron juntas-
-Y chicas –miró a ambas- nadie puede enterarse de los problemas que ha tenido últimamente, ¿de acuerdo?
-Está bien
-"Si más gente llegara a enterarse, sería un gran problema para la aldea, y sobre todo para Naruto- pensó antes de perderse en el pasillo-
-No sé qué pensar –murmuró Ino-
-Yo tampoco...
-¿Crees que estuvo bien no decirle lo de los estudios?
-De momento sí. Quiero esperar un poco más –contestó determinada- y sobre todo, quiero investigar... si habría posibilidad, de, tu sabes qué...
-Entiendo. Veré que puedo hacer –Y aunque Sasuke quería escuchar más, era como si le hubieran pasado por encima; quedándose dormido, otra vez-
-Naruto, sabes qué a pesar de todo, tengo preguntar –decía con cierto desagrado- pero ¿cabría la posibilidad de que Sasuke tuviera que ver con esto?
-Lo sé Shikamaru, pero también conoces ya mi respuesta –hablaban dentro de la carpa de operaciones especiales, montada en el lugar donde se encontraron los cuerpos- además, sabes que por la hora en la que murieron, Sasuke estaba conmigo
-Es correcto, pero igual sabes que tenía que hacerlo. Las demás aldeas van a pedir el informe... y el papeleo de esto, ya sabes lo problemático que es
-Si no hay problema –bostezó-
-Será mejor dormir un rato. Han sido días complicados –dijo para después dejarlo solo y marcharse a su tienda.
Una vez solo, Naruto se quedó pensando detenidamente en los papeles que tenía frente a la pieza de madera que le servía como escritorio. Algo lo molestaba.
Se llevó la mano al pantalón, sujetó con firmeza aquello que tenía escondido, suspiró y decidió firmar el informe. Fuera como fuese, estaba seguro de que Sasuke no había sido. Había cambiado, no tendría por qué hacerlo. Así que su teoría apuntaba a que alguien más estaría incriminándolo. Pero, ¿quién podría ser?
Una sensación de nerviosismo se apoderó de su cuerpo.
La persona que estuviera haciendo eso, debería de estar demasiado cerca de Sasuke, como para haber obtenido algo como eso
Pero, ¿quién?
Al final, protegería a Sasuke con lo que fuera; no solo como Hokage, sino como pareja. Y si eso significaba ocultar evidencia, lo haría sin pensar, ya que amaba a Sasuke como a nada más en el mundo y el simple hecho de pensar en perderlo nuevamente, lo abrumaba.
-Resolveré esto, Sasuke –murmuró para sí mismo- te lo prometo