-Entonces podemos asumir que es serio –Kakashi estaba sentado frente al escritorio de Naruto. Llevaban platicando cerca de cuarenta minutos sobre el caso de Orochimaru.
Habían pasado ya dos semanas desde que Naruto regresó y a pesar de los informes y la declaratoria de Sasuke, las cosas seguían tensas. Por algún extraño motivo, seguían pensando en que si el Uchiha había matado a Orochimaru, no solo habría incurrido en una falta grave al tratado que hicieron con respecto al sannin, sino que también era una prueba clara que Sasuke podría seguir siendo un peligro tanto para su aldea, como para el resto del mundo-
-A pesar de que hablé personalmente con ellos, solo Gaara ha estado de acuerdo conmigo –suspiró fuertemente. Tenía ambos brazos sobre el escritorio, lucía algo preocupado; pero pronto, algo se le ocurriría- lo más que pude hacer fue que no podrá salir de la aldea mientras todo se resuelve...
-¿Sólo eso? –Inquirió, a lo que Naruto torció los labios en una mueca infantil-
-¿Cómo puedes hacer eso siempre, Kakashi-sensei?- sonrió de medio lado- me pidieron que lo mantenga vigilado
-¿Tú? –Preguntó ligeramente sorprendido-
-Bueno –dudó un poco- solo unos cuantos saben del estado en el que nos encontramos Sasuke y yo –dijo lo último casi en un susurro-
-Entonces, los otros kages no saben que tú y...-susurró lo último, solo para cerciorarse. Efectivamente, casi nadie sabía de la relación que de verdad existía entre esos dos. Ni siquiera en Konoha-
-Así que como Hokage, me ofrecí a vigilarlo. No pudieron decirme que no –respondió orgulloso-
-Bien, pero, ¿cómo piensas lidiar con eso? Tú y yo sabemos que Sasuke es difícil... no le gustará nada la idea de no salir de la aldea
-Algo se me ocurrirá...
-No le has dicho nada, ¿verdad? –Kakashi suspiró cansado-
-No sé cómo decírselo –el de ojos azules miraba a la ventana, estaba contrariado. Por primera vez en mucho tiempo no estaba seguro de qué hacer, o en quién confiar. Tenía ganas de decirle al sexto Hokage lo que había encontrado y lo que en verdad pensaba de esa situación; pero algo dentro de él le indicaba que no era el momento. Todavía no- al final, ese tema es delicado para Sasuke
-A pesar de todo, pareciera que las cosas que hizo, jamás se van a olvidar, ¿cierto?
-Naruto lo miraba triste- creo que se sentirá decepcionado...
-Pero ambos sabemos que es algo que ya supone, ¿no? –El peliplata le hablaba como en aquellos tiempos donde, por más terrible que fuera la situación, siempre encontrarían una salida. Le daba eso, esperanza- tú le dijiste lo que pasó con Orochimaru y Yamato. A Sasuke solo le bastó eso para saber que esto pasaría...
-Yo... -murmuró dejando la frase al aire. Tal vez tendría razón, es solo que a veces, olvidaba que Sasuke no era frágil-
-Todo estará bien, pero tienes que decirle...
-Lo tendré en cuenta –contestó de repente. Por un momento Kakashi se sintió divertido. Ahora parecía que ambos compartían no solo un departamento, sino también frases y formas de pensar- por cierto, Kakashi-sensei –el rubio se ponía serio otra vez- ¿ya saben qué es lo que le pasa?
-Sakura y yo lo revisamos –lo miraba del mismo modo- definitivamente hay algo que no está bien. Creemos que Momoshiki le hizo algo a su rinnegan; yo ya he comprobado que en determinados momentos no funciona
-¿Qué dices? –Naruto trataba de mediar su voz-
-Estamos manejando esto de manera súper secreta, así que ni Shikamaru puede saberlo, ¿de acuerdo? –El chico asintió- mientras no sepamos cómo hacer que vuelva a la normalidad, Sakura le ha dado medicamentos para intentar calmar las molestias que le produce
-Comprendo
-Sin embargo, hay otra cosa que me preocupa... -aunque sabía que estaba mal meterse en sus asuntos, al final en algún momento fueron sus subordinados, y si él consideraba que les estaba ayudando y hasta cierto punto, los protegía, entonces no dudaría en hablar-
-¿Qué sucede sensei?
-Mira, yo no debería ser el indicado en decirte estas cosas, pero Sasuke puede llegar a ser muy imprudente. Sakura y yo le insistimos en que lo hiciera, pero si no pretende hacerlo, será mejor que te enteres de una vez, antes que algo suceda –inmediatamente Naruto se tensó- Sasuke se ha estado haciendo estudios generales estos últimos meses porque ha estado teniendo diferentes afecciones y molestias que en un principio se las achacaron al problema del rinnegan. Sin embargo, gracias a eso, fue que Sakura e Ino se dieron cuenta de que su estado de salud y físico se ha estado deteriorando de forma abrupta y sin razón aparente
-¿Cómo puede ser... -El rubio ya hasta se encontraba de pie por el asombro- ¿por qué él...
-Así que siguieron investigando –Kakashi le habló fuerte para que se sentara y lo dejara terminar- y la conclusión es que todo eso, tiene que ver con lo que Orochimaru le hizo en el pasado
-¿De qué exactamente? –Respondió tratando de contener su enojo. Vaya que recordaba muy bien esa parte, aunque dijera lo contrario.
Ese tema en particular, era tabú tanto para él, como para Sasuke. Eran cosas que no querían recordar, y que de nuevo nadie sabía, a excepción del equipo siete en su totalidad, Tsunade e Ino-
-Lamento tener que hacerte recordar estas cosas...
-¿De qué, sensei? –Naruto ya estaba enojado-
-Creemos que está relacionado con los experimentos de contenedor... -Naruto agachó la cabeza y apretó ambas manos con fuerza. En parte, agradecía que ese maldito enfermo estuviera muerto, pero por otro lado, era otro motivo por el cual, Sasuke quisiera matarlo. Sin embargo... no, no podía ser-
-Entonces las chicas ya tienen un diagnóstico, ¿verdad? –El chico trataba de calmarse, por el simple hecho de que no importaba que fuera. Estaría con Sasuke siempre y sin importar nada-
[*]
-De nuevo llegas temprano. ¿Eres un clon? –Preguntó tan casual como siempre-
-¿Cuántas veces he venido como clon, Sasuke? –Sonreía con alegría- soy yo –se acercó rápidamente al moreno y besarlo. Fugaz, pero así se saludaban siempre cuando ya nadie miraba- ¿estás cansado?
-¿Por? –Arqueó una ceja, ligeramente curioso-
-Vayamos a cenar –dijo efusivo- tiene tiempo a que no lo hacemos –Sasuke lo miró por unos segundos y después se giró para ir por su pequeña cartera-
-Vamos –murmuró a la par que se colocaba los zapatos.
Como era costumbre, irían a comer ramen a Ichiraku. Y a pesar de lo cambiado y ampliado que estaba el lugar, la sensación seguía siendo la misma.
Rápidamente les dieron un lugar alejado y tranquilo del bullicio propio del local, pero al tratarse de ellos, era algo natural-
-Y, ¿qué has encontrado en los pergaminos? –Preguntó intentando ser casual-
-¿En verdad quieres hablar de trabajo en este lugar? –Frunció el ceño. Sabía que algo estaba tramando- no es propio de ti
-Bueno, tampoco es que tú seas muy romántico como para hablar aquí, ¿no es cierto, Sasuke?
-Me gusta... -murmuró-
-¿Qué?
-Me gusta cuando pronuncias así mi nombre –susurró de nuevo. Naruto se desconcertó un poco, pero igual se dejó llevar. Sasuke no se ponía así muy a menudo, por lo que tenía que aprovechar-
-Ah, ¿de verdad? –Sonrió de forma seductora, solo por unos segundos; los suficientes como para que la mesera no lo atrapara. La joven dejó sus platos sobre la mesa y se marchó.
Los chicos seguían jugando con sus miradas en lo que se preparaban para comer, sin embargo, de nuevo lo que Kakashi le dijo, inundó la cabeza de Naruto al ver a Sasuke- ¿estás bien? –Preguntó con preocupación-
-Sí, yo... -Sasuke tenía dificultad para hablar, no entendía lo que estaba pasando. Simplemente la chica llegó, dejó el plato y en cuanto lo vio... algo, algo le dio muchísimo asco. Enseguida, se alejó de la mesa para ir al baño.
Naruto se aguantó las ganas de ir corriendo tras él, así que esperó unos segundos y sin llamar la atención, se dirigió a ver al moreno-
-¿Cómo te sientes? –Murmuró frente a la puerta del sanitario donde estaba el Uchiha-
-Ya salgo –contestó.
Estaba desconcertado. Ahora, no solo era vértigo, vómito y dolores de cabeza; sino atracones de comida y después... mucho vómito, por más asqueroso que se escuchara.
Se acomodó de nuevo las ropas, cerciorándose de dejar el sanitario limpio y salió intentando fingir naturalidad frente al de ojos azules- seguramente algo que comí me hizo daño –hablaba sin ni siquiera verle a la cara- estoy bien
-¿Cómo te sientes? –Se cruzó de brazos, mirándolo serio-
-De acuerdo –suspiró mientras se miraba al espejo- me siento como si toda la aldea me hubiera pasado por encima
-Descuida –palpó su hombro, esbozando una amplia sonrisa- mañana nos dirán tu diagnóstico. Las chicas ya lo tienen
-Bien –respondió de forma suave- regresemos o levantaremos sospechas
-¿Seguro que te quieres quedar? –El otro solo asintió.
Fuera de eso, pasaron una cálida noche; platicando y bromeando. Como lo hacían antes. Sin tantas responsabilidades o trabajo.
Regresaron cerca de las once a su departamento, todo estaba oscuro, apenas la luna los alumbraba. Sin embargo, Naruto podía ver la silueta contrastante y abrazadora de Sasuke que se delineaba entre las sombras y las gamas de azul con gris del lugar, definitivamente le gustaba tanto.
Tomó rápidamente su mano, y a base de besos y tropezones, entraron a su habitación.
-Te he extrañado mucho –dijo en sus labios-
-Yo también –contestó para después besarlo más apasionante que antes.
Sasuke podía ser tan sexy cuando quería... definitivamente sería una larga noche. No solo por el fuego que se avivaba cada vez más en esa habitación, sino también porque otro descubrimiento ensombrecería a Konoha.
"¿Sigues sin poder verlo? Solo mírate en el espejo, y lo sabrás"
De nuevo, esa maldita voz que le hablaba. Ya lo sabía, ahí venía otra vez.
-"Me pregunto, ¿cómo tomará la noticia? –Se decía Naruto mientras delineaba el rostro de Sasuke con delicadeza- ¿se pondrá tan feliz como yo?" –sonrió con ternura, mirando esos ojos ónix que tanto amor le dedicaban-
-Te amo, Naruto –murmuró-
-Yo también te amo, Sasuke