Como cada fin de semana el club estaba totalmente lleno, lo cual significaba que saldrían aproxidamente a las seis de la mañana ya que siempre el lugar quedaba abierto una hora más de lo normal que los otros días. Taemin estaba un poco preocupado por lo que tenía que decirle a su compañero de trabajo, no sabía como reaccionaría cuando le diría lo que haría.
Al cerrarse las puertas del club , que ya se encontraba totalmente vacío, tanto el pelinegro como el otro trabajador comenzaron a limpiar para salir lo más rápido posible ya que empezaban sus vacaciones. Cuando terminaron con la limpieza, Taemin tomó sus cosas para esperar a su compañero, sentándose en una de las bancas de la barra.
- JONGHYUN, YA VÁMONOS - gritó lo más que pudo para que lo escuche desde donde estaba.
- Ya estoy listo pequeño - salió cerrando la puerta del almacén y el menor bajó de la banca - Ven aquí - lo tomó de la cintura para probar esos labios tentadores - No aguanto más - susurró sobre sus labios antes de besarle el cuello.
- Jong... aahh... ngh - trató de separarlo pero el mayor no se dejaba - Jonghyun... mmmgh... fóllame - jadeó sobando su miembro con el del rubio.
La relación que tenía con el mayor era de sólo sexo; cuando entró a trabajar a ese club Jonghyun estaba de vacaciones, por lo que cuando lo vio por primera vez pensó que era un cliente hasta que el rubio se presentó como el barman principal del lugar. Al principio solo cruzaban miradas de vez en cuando o se miraban de reojo cuando el otro hacía sus cosas; la primera vez que lo hicieron fue en una noche como esta cuando les tocó cerrar juntos. El menor necesitaba colocar unas cajas en el estante del almacén, pero al retroceder chocó con el mayor quien le agarró las caderas; Taemin volteó el rostro mirándolo con pena y al momento que quiso girar para pedirle disculpas, el más bajo frotó su miembro con su redondo trasero haciéndolo jadear de sorpresa. No iba a negar que le gustó el mayor desde que lo vio y que ya había tenido sueños húmedos con él, pero que éste sienta la misma atracción por él no se lo imaginó nunca; ambos se dejaron llevar y terminaron haciéndolo ahí. Luego sus encuentros continuaron ya sea en la casa de cualquiera de los dos o en un hotel cercano, pero en los últimos cuatro meses, de los siete que llevaban, lo hacían muy seguido y Taemin sintió que esto se estaba saliendo de control, además que estaba enamorado de Jonghyun y no creía que este le correspondía.
- ¿Quieres hacerlo aquí? - dijo lamiéndole el cuello lechoso.
- Sí - susurró - Hagámoslo - lo separó para dejar su pequeño bolso en el suelo y comenzar a quitarse la ropa.
Jonghyun retrocedió un poco para copiar su acción; el mayor se sintió atraído cuando lo vio de lejos al preguntarle a su jefe quien era ese chico. Al saber que sería su compañero en la barra se alegró y poco a poco comenzó a desearlo, hacerlo suyo de mil maneras, así que ese día en el almacén fue a ver como le iba ahí dentro. Como no hizo bulla al entrar, el menor no se dio cuenta que no estaba solo, por lo que retrocedió sin darse vuelta y chocó con él. Al sentirlo tan cerca no aguantó más y por eso se restregó para excitarlo; lo que sí le sorprendió un poco fue que el menor también le dijo que lo deseaba, pensó que quizás ese chiquillo lo pondría en su lugar.
- Sube - dijo con voz ronca y el menor subió a la barra totalmente desnudo.
El rubio le separó las piernas posicionándose en ellas para besarle los pezones, iniciando un pequeño camino de besos haciéndolo suspirar, hasta llegar a su miembro y metérselo a la boca. Taemin tiró la cabeza hacia atrás al sentirlo en su pene semi erecto, por lo que comenzó a jadear cuando el mayor aceleró un poco sus vaivenes, al mismo tiempo que lo lamía.
- Aaah... Jong... no pares - jadeó más fuerte enredando sus dedos en las hebras rubias.
Jonghyun siguió por unos segundos más complaciéndolo de esa manera, hasta que se separó colocando uno de los pies en la barra para lamer un poco su entrada haciéndolo jadear de sorpresa. Al separarse, metió dos dedos como sabía que le gustaba al menor, haciendo un movimiento de tijeras para ensanchar ese canal caliente.
- Jong... así... máss - gimió moviendo las caderas.
Ingresó el tercer dedo para realizar un mete y saca frenético, lo cual hizo gemir fuerte a Taemin, mientras el rubio lamía su miembro para enloquecerlo más. Sacó los dedos antes que el pequeño se corra, por lo que el pelinegro tomó un poco de aire antes de bajar para besarlo desesperado, como casi siempre lo hacían cada vez que se acostaban; rompió el beso para lamerle el cuello y la clavícula, bajando por ese fuerte torso dándole besos húmedos hasta llegar a ese prominente miembro que le ha dado los mejores orgasmos en su corta vida. Se lo engulló por completo acariciándole el torso, para luego llevar sus pequeñas manos al trasero del mayor y aferrarse a él hasta que su nariz tocó su pelvis ocasionándole arcadas.
- Espera - tomó su cabeza para separarlo - No... quiero que te obligues - dijo mirándolo a los ojos.
- Déjame... siempre quise hacerlo así - volvió a su labor abriendo más la boca.
- Ngh... Voy a follar esa boquita - jadeó antes de mover las caderas.
Taemin se aferró a sus caderas mientras el mayor penetraba su boca, lo cual hizo que se arrodille separando las piernas para meterse tres dedos ya que se había excitado demasiado. Al verlo así Jonghyun pensó que se correría pronto, por lo que se separó para levantarlo; lo tomó de la cintura para acercarlo más y le levantó una pierna, la cual quedó enredada en su cintura. Se acercaron para besarse, enredando sus lenguas mientras el rubio lo acercaba más para perfilar su miembro y entrar poco a poco, lo cual hizo que el menor enredara sus brazos en el cuello de su amante e intensificara más ese beso.
Al estar ya completamente dentro, esperó un momento posicionando sus manos en las caderas estrechas sin dejar de besarse; comenzó a moverse lento, lo cual hizo que el pelinegro jadee rompiendo el beso. Aceleró las embestidas, viendo como ese diablillo saltaba y disfrutaba con cada embestida.
- Así... eres tan bueno - gimió mirándolo a los ojos y aferrándose a las hebras rubias.
- Pequeño travieso - susurró sonriendo de lado.
Siguió con el mismo ritmo por unos minutos más hasta que el menor le pidió que acelerara, haciendo que se aferrara más a sus caderas y éste apretó más el agarre de su pierna en la cintura. Taemin sintió una corriente eléctrica en su espina dorsal, por lo cual se corrió emitiendo un gemido agudo manchándolos con su esencia y el mayor lo abrazó para que no cayera, sintiendo como su entrada se contraía por los espasmos, así que sacó su miembro porque no quería correrse tan pronto.
- Sigamos - susurró sobre sus labios - Quiero más - sonrió ladino antes de besarlo.
- Apóyate en la banca cariño - dijo rompiendo el beso.
Taemin colocó sus manos en la banca alzando un poco el trasero y fue penetrado de una sola estocada que casi le hace perder el equilibrio; el mayor lo embestía rápido acariciando su espalda y se excitó más al escucharlo casi gritar de placer. El pelinegro subió una rodilla a la banca para sentirlo más profundo y se mordió el labio inferior ahogando sus gemidos al sentirlo cerca a su próstata.
- Oh Dios... más... más.
- Si es... lo que quieres - jadeó saliendo de su interior.
Lo enderezó volteándolo por la cintura para sentarlo en la banca y volverlo a embestir rápido, haciendo que enredada las piernas y brazos en su cuerpo, al mismo tiempo que le seguía el ritmo moviendo las caderas.
- Sí... Jong... eres increíble - jadeó aferrándose a los hombros del rubio.
- No... tú lo eres pequeño - dijo con voz ronca antes de besarlo.
Lo embistió frenéticamente haciéndolos gemir y gruñir en el beso; no querían parar, estaban sintiéndose tan bien así que les gustaría que esto no se acabe nunca.
- Mmmgh - gimió rompiendo el beso - Ya no puedo... más... - jadeó - tócalo... tócalo de nuevo - rogó al mismo tiempo que boqueaba por todo lo que sentía.
- Minnie - gruño su nombre al sentir como sus paredes se contraían - Juntos como siempre.
Volvió a tocar su próstata haciéndolo gritar de placer por lo que siguió embistiendo en ese lugar y después de unos cuantos movimientos, se corrieron gritando el nombre del otro para luego abrazarse aun con los espasmos del orgasmo. Al estar ya recuperados, se miraron a los ojos para darse un beso tierno y esbozar una pequeña sonrisa, pero ese momento lindo se rompió cuando el menor se puso serio por algo que tenía que decir:
- Jong... debo decirte que... - suspiró - ...esta fue una despedida - el mayor frunció el ceño - Yo... voy a empezar a salir con alguien y tenía que terminar con esto.
- Esto es por Minho ¿verdad? - dijo furioso y el menor desvió la mirada - ¿Ya le dijiste que si? - negó el pelinegro.
- Quería hablar contigo primero, antes de darle una respuesta... Jong, no puedo seguir así... quizás para ti es algo normal hacer esto pero no lo es para mi - bajó la mirada y luego volvió a verlo - Tengo que seguir adelante y hacer lo correcto.
- ¿Y lo correcto es aceptar a Minho sin sentir nada por él? - volvió a bajar la mirada - Taemin... yo te amo - el menor lo miró sorprendido - No me dejes... quiero estar contigo.
- Sólo me lo dices porque Minho...
- No, no es así - interrumpió - Me iba a confesar en estos días durante nuestras vacaciones y pedirte formalizar lo nuestro - acarició su mejilla - Pero al escucharte decir todo eso, tuve que decírtelo para no perderte.
- ¿Por qué ahora? ¿Por qué no antes? - lo miró frunciendo el ceño buscando una respuesta.
- Porque soy el más grande imbécil en el mundo... estoy enamorado de ti desde hace cuatro meses, es por eso que te insistía todos los días para estar contigo pero no encontraba el valor de confesarme porque pensé que me rechazarías, aunque... a pesar de habértelo dicho ahora, no se si me correspondes - bajó la mirada un poco triste.
- Jonghyun - tomó su rostro entre sus manos y le dio un beso lento siendo correspondido - Te amo mucho - dijo rompiendo el beso - Descubrí que te amo hace tres meses aunque creo que lo hago desde antes - el mayor acarició su cintura - pero siempre creí que no significaba nada para ti, que solo era tu juguete al cual usabas para que te complazca... obviamente me equivoqué y te pido perdón por eso - el rubio negó.
- No te preocupes mi amor - le dio un pequeño beso - Solo quiero saber si quieres estar conmigo... ser mi novio desde hoy - el pelinegro esbozó una gran sonrisa.
- Por supuesto que sí - las lágrimas se le acumularon - Quiero estar contigo para siempre - lo abrazó tratando de no llorar.
- Yo también quiero estar a tu lado para siempre - se separó para limpiarle las pequeñas gotas saladas que comenzaron a caer - No llores pequeño - sonrió.
- Son lágrimas de felicidad... este es el mejor día de mi vida Jong.
- También lo es para mí - le dio un beso tierno - Antes de irnos... quería decirte que voy a renunciar - el menor frunció el ceño - Lo tenía planeado desde hacía varios meses.
- Pero ya no nos veremos todos los días... ¿por qué te quieres ir?
- He conseguido una beca en una de las mejores academias de arte en Praga - el pelinegro abrió los ojos sorprendido - quiero que vengas conmigo, ahí podrás estudiar pintura... lo que tanto te gusta.
- No podría pagarlo... es imposible que vaya contigo - lo miró triste.
- De eso no te preocupes... también estás becado - Taemin levantó una ceja - mandé algunos de tus dibujos que me regalaste desde que empezamos lo nuestro, les pareció interesante y te dieron la beca - sonrió.
- TE AMO -gritó llenándolo de besos por todo el rostro y el rubio rió entre dientes - Muchas gracias mi amor... en serio eres el mejor.
- Ño... tu lo eres mi bebe pechocho - habló como niño haciéndolo reír - Mejor ya vámonos que ya deben ser más de las siete - el menor asintió.
Se separaron para tomar sus cosas y cambiarse lo más rápido posible, pero antes de salir del club Jonghyun lo jaló por la cintura para darle un beso lleno de amor a su pequeño novio quien respondió de la misma manera; al separarse salieron hacia el departamento del mayor para descansar y así comenzar sus vacaciones haciendo el amor todos los días.
Pasó una semana y aun seguían de vacaciones; ambos fueron a hablar con Minho, quien era su jefe, para presentarles sus renuncias. Al moreno se le hizo un poco extraño que ambos fueran juntos y se la presenten en el mismo momento, pero lo que más quería saber era si Taemin lo iba aceptar así que le pidió que se quedara, por lo que el menor miró a su novio y este se adelantó diciéndole al más alto que el menor no podía quedarse porque tenía que acompañarlo a ver unas cosas para su nuevo hogar, con lo cual Minho frunció el ceño y le dijo que no entendió nada de lo que escuchó, entonces Jonghyun tomó de la mano a su novio entrelazando sus dedos, para luego darle un beso que el menor intensificó sin saber por qué, dejando al moreno boquiabierto.
Al llegar a Praga Taemin quedó embelesado con todo lo que veía, así que le pidió a su novio que le tomara fotos en cada lugar que a él le gustaba; el mayor aceptó gustoso ya que le encantaba retratar al pelinegro, además que para eso había postulado a esa academia, para estudiar fotografía. Ambos terminaron sus carreras para regresar más unidos que nunca a su país donde se aceptó el matrimonio entre el mismo sexo, por lo cual su vida mejoró a un mil por ciento.