Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

JONGTAE ONE SHOTS (100% LEMON) por Caroand

[Reviews - 1]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Olis, un nuevo one-shot. Espero les guste.

Enjoy it :)

Taemin vivía en Seúl donde tenía un gran trabajo como asesor financiero. Entonces había conocido a Minho, y lo siguiente que supo fue que seis años ya habían pasado. Cuando Minho anunció que no estaba preparado para la paternidad sólo un mes antes del nacimiento de Jimmin, él entró en shock.

Habían pasado un año hablando de convertirse en padres y cuando su ex compañera de la universidad se ofreció para ser el vientre sustituto pensó que era el destino. Su relación se desintegró rápidamente. Ahora era un padre soltero. Vivía en una casa que no amaba y durmiendo en una cama vacía.

Mirando hacia atrás, reconoció que en realidad nunca había amado a Minho, sólo lo utilizó como un marcador de posición en la familia que tan desesperadamente quería crear.

Miró hacia abajo para encontrar que después de que Kibum colgó el teléfono, había seguido alimentando a su hijo con la papilla en piloto automático, y ahora el plato estaba vacío. Le limpió la cara, y lo levantó de su silla sólo para ser obsequiado con dos pequeñas manos llenas de papilla embadurnando su camisa y corbata. Eso le enseñaría a mantener un ojo en las pequeñas manos cerca de los alimentos. Él negó con la cabeza ante la risa de Jimmin cuando la posó en su cadera.

― Crees que fue gracioso, ¿no? Yo te mostraré, señorito divertido.

Levantó a Jimmin sobre su cabeza, y sopló en su estómago. Risitas de bebé llovían y al mirar en el juego de ojos de color marrón oscuro de su hijo de diez meses, una vez más cayó enamorado.

Ellos corrieron escaleras arriba para poder cambiarse de camisa y corbata. Apoyó a Jimmin en una manta en el suelo junto a la cama. Buscando en su armario cogió una camisa y una corbata.

Deslizó el final de su corbata a través del nudo, y miró a la manta de Jimmin. No viéndola donde la dejó, sacó la cabeza justo a tiempo para ver a su acolchado trasero moviéndose a través de la puerta de la habitación. 

Tomó su billetera y sus llaves para luego ir en busca de su hijo. Bajó las escaleras con Jimmin en brazos dirigiéndose a la puerta principal para pulsar el control remoto para abrir el auto y poner a su hijo en el asiento trasero.

Subiendo al volante y arrancando el motor, miró en el espejo retrovisor a Jimmin y suspiró y encendió la radio. En el momento en que había parado el auto quince minutos después con Kim Taeyeon. Se sentía lo suficientemente culpable como para llorar, así que apagó el motor y salió, caminando alrededor del capó para abrir la puerta trasera y sacar a su hijo.

Se apoyó en el auto, esperando a que Taeyeon abriera la puerta — Gracias, Taeyeon —Taemin dijo con gratitud, dejando caer un rápido beso en su mejilla.

Corrió hacia el auto y una vez más, se sentó al volante. Levantó una mano para despedirse y prendiendo el motor, lo sacó a la calle y puso rumbo hacia su oficina.

Taemin estaba haciendo todo lo posible. Quería pasar cada minuto con él, pero tenía que trabajar. Mantener un techo sobre sus cabezas, la comida en sus estómagos. Quería ser capaz de darle todo lo que le pidiera. Suspiró profundamente y volvió a encender el radio. 

*************************************************

La mirada de Taemin revoloteaba entre la carretera y el reloj digital del tablero. Estacionó la camioneta enfrente de la casa de Taeyeon y saltó de ella. Corrió por el camino, apretó el timbre y se pasó la mano por la cara. Cuando la puerta se abrió, levanto las manos en señal de rendición.

— Lo siento mucho. Te juro que no quise tardar tanto tiempo.

— No te preocupes — contestó haciéndole señas — Jimmin está bien. Está durmiendo arriba —hizo un gesto hacia la cocina — Ven a tomar un café conmigo. Necesito hablar contigo de algo.

— Eso suena muy mal — Taemin respondió, siguiéndola por el pasillo y sentándose en la mesa de la cocina.

Su sonrisa era triste. — Bueno la cosa es que... — dijo Taeyeon llenando dos tazas con café y sentándose a la mesa — Taemin lo siento mucho, pero no voy a ser capaz de seguir cuidando de Jimmin.

— ¿Qué? ¿Por qué? — dijo confundido mientras la miraba — ¿Es por los sábados en la oficina? Lo dejaré lo prometo.

— No, no, por supuesto que no es por eso, cariño — replicó dándole un apretón tranquilizador en el antebrazo — Adoro a Jimmin, pero me voy a mudar en un par de semanas a Busan para estar cerca de mi mamá. Ella va a tener otro bebé y realmente podría necesitar ayuda.

Lanzó un profundo suspiro — Por supuesto que sí, por supuesto — dijo, tomando un sorbo de café — ¿Necesitas ayuda con la casa? ¿Para empacar o algo?

— Eso es muy amable de tu parte, pero Sunny es quien me ayudará — respondió sonriendo suavemente — Pero ya basta de eso. Quería hablar contigo acerca de Jimmin. He pensado que tú y él se beneficiarían con una niñera permanente — levantó la mano cuando arrugó la nariz — Espera un minuto, escúchame. Tendrás a alguien en casa, para estar con él en su propia casa. Sería la solución perfecta para los dos, Taemin.

— No lo sé — dijo, encrespando los dedos alrededor de la taza. — ¿Un extraño en casa? ¿Viviendo con nosotros veinticuatro-siete?

— Solo será un desconocido hasta que llegues a conocerlo — advirtió con firmeza — Yo era una extraña la primera vez que me conociste — se recostó en su silla y lo miró fijamente, con la mirada llena de preocupación — ¿Cuándo fue la última vez que dormiste toda la noche? —preguntó ella en voz baja.

— Duermo bien — mintió, evitando su mirada. Se pasó la mano por la cara, sabiendo que se veía como el infierno. Antes, cuando había dejado el baño en la oficina, se había dado cuenta de los círculos oscuros bajo los ojos y la palidez de su piel.

—Eres terrible mintiendo, Lee Taemin — respondió mirándolo fijamente. Cogió un sobre junto al frutero y lo dejo en la mesa frente a él — Ahora, yo sabía que no te gustaría la idea, así que me tomé la libertad de hablar con algunas de las otras mujeres en algunos de los grupos que llevan a los niños. En el interior están los curriculums de cuatro niñeras que están buscando una posición permanente, junto con las referencias. He hecho las citas para cada uno de ellos para vinieran aquí, sí que puedo ayudarte a través de las entrevistas. Todo lo que tienes que hacer es decir que sí y yo los puedo llamar.

Taemin se quedó mirándola con la boca abierta. Ella se recostó en su silla con una sonrisa de satisfacción en su rostro. Su cabeza le daba vueltas, sabía que ella tenía razón, Jimmin necesitaba a alguien a su alrededor todo el tiempo, y tenía la habitación, pero la idea de un completo desconocido en su casa...

*************************************************

Taeyeon había realizado la selección de niñeras para cuidar a Jimmin ya que debido al trabajo Taemin no podía hacerlo y le dijo a ella que confiaba plenamente en su decisión, así que ahora estaba terminando de vestir a su hijo mientras esperaba a quien lo ayudaría con su cuidado.

Se puso de pie delante del espejo colgado en la pared junto a la puerta principal y trató de atar la corbata alrededor de su cuello. Deslizándola por debajo de su cuello, se las había arreglado sólo para obtener el nudo recto cuando sonó el timbre, haciéndolo mover de un tirón su mano al lado y casi estrangulándose él mismo. — ¡Mierda! — maldijo por lo bajo y caminó los pasos adicionales por el pasillo para responder — Ho... — miró a los ojos café oscuro y las palabras se congelaron en su lengua. — Tú no eres una mujer — dijo sin convicción.

— Nop — dijo con una sonrisa. — No tengo suficientes bubis.

Frunció el ceño, posando su mirada en la maleta y la bolsa de deporte grande a los pies del hombre. — Um... ¿quién eres y qué estás haciendo aquí? — preguntó él, incluso yendo tan lejos como para mirar por encima del hombro del hombre para ver si su niñera estaba de pie detrás de él.

Era el turno del otro fruncir el ceño mientras miraba hacia a los confusos ojos chocolate. — Soy Kim Jonghyun y fui seleccionado por Taeyeon para el cuidado del pequeño Jimmin, además me dijo que empezara el 04 — contestó, levantando la bolsa. — Hoy es 04, ¿no?

— Si, si, lo es, pero... —Se calló cuando Jonghyun empujó la bolsa entre sus manos y luego se inclinó para recoger la maleta.

— Uf, por un momento pensé que tenía las fechas mezcladas — sonrió, empujándolo y caminando por el pasillo. — ¿la cocina es por este camino?

— Si — abrió su boca y volvió a cerrarla, girando con la bolsa en sus brazos y pateando la puerta cerrada. Ahora el shock de encontrar a Jonghyun en la puerta de su casa había comenzado a desaparecer, pero sus ojos se agrandaron cuando entró en la cocina y lo encontró sirviéndose una taza de café de la cafetera que él había hecho antes. —¿Qué estás haciendo aquí?

— Estoy reportándome para el deber, por supuesto. — dejó la taza y la cafetera y sacó un sobre del bolsillo de atrás, con la voz confusa e insegura.

Dejó caer la bolsa en el piso de la cocina y antes de decirle a Jonghyun que se fuera, Jimmin comenzó a llorar por lo que Jonghyun fue más rápido y se dirigió a la sala donde se encontraba el bebé para tomarlo en sus brazos haciéndolo calmarse, así que Taemin se acercó y vio a su hijo con un semblante sereno, pero al mismo tiempo con una sonrisa. Eso le fue extraño porque Jimmin era quisquilloso con gente desconocida, además que el menor comenzó a balbucear: Nana, y eso fue lo que hizo desistir de botar a Jonghyun de su casa.

Taemin se volvió y caminó lentamente por el pasillo y se arregló la corbata en el espejo del pasillo. Sus mejillas estaban rojas, sus ojos se habían oscurecido, y su pulso se había acelerado en su pecho. Suspiró profundamente y se frotó la mano por la cara, el hombre era guapo y definitivamente su tipo, pero no estaba en condiciones de tener una pareja mientras su hijo aún estaba así de pequeño, además que de seguro Jonghyun tendría una pareja o muchos pretendientes. No había posibilidad para que pasara algo entre ellos, además que no quería pasar por una horrible separación como lo fue con Minho.

**********

Jonghyun miró alrededor de la habitación que Taemin le había mostrado antes de irse al trabajo y levantó su maleta poniéndola en la cama. La habitación era hermosa, grande y con una enorme ventana que daba al patio trasero.

Cogió su bolsa de aseo y caminó al baño que tenía en el cuarto. Abriendo el armario de espejo sobre el lavabo, vació la bolsa y la cerró. Jonghyun miró su expresión y se pasó una mano por el pelo. Volvió al dormitorio, cogió su bolsa de deporte vacía y la maleta y la empujó hacia el fondo del armario. Después de una última mirada por la habitación, satisfecho de que tenía todo lo que él quería, cerró la puerta detrás de él y se dirigió hacia las escaleras a la cocina.

Taemin no le había dado una definición clara de sus funciones, pero discutiría eso con él más tarde, cuando llegara a casa. Casa se sentía raro decirlo de una casa que pertenecía a otra persona, pero que ahora era su casa también, a pesar de que era un empleado. Se rió para sus adentros y caminó a través de la sala y a la sala de estar. El hecho de estar viviendo aquí le iba a tomar algún tiempo para acostumbrarse.

Miró a su alrededor y sus ojos se posaron en el aparador cubierto con fotografías enmarcadas de la vida de la familia Lee. Taemin le había dado un tour relámpago esta mañana antes de dirigirse a trabajar, con un montón de archivos bajo el brazo y una pieza a medio comer de pan tostado sostenida entre los dientes.

Sonrió mientras miraba la cara dulce de Jimmin mirándolo fijamente desde una de las fotografías. Los mechones negros cayendo en los ojos y la sonrisa pegajosa en sus labios era casi la cosa más adorable que Jonghyun había visto nunca.

Su mirada cayó sobre una fotografía de Taemin y su hijo, tomada en un parque, a juzgar por la manta de picnic en la que estaban tendidos. Había al menos una docena de fotografías presentadas en el aparador, todo perfectamente organizado y sin una mota de polvo en ninguna de ellas. 

*************************************************

Taemin sacó el auto de la calzada y lo estacionó detrás del auto de Jonghyun. Tomó algunas respiraciones profundas para calmarse y gimió. Kibum se había burlado todo el día de él. Después de que había empujado su cabeza a la fotocopiadora y la mantuvo ahí hasta que quedó cegado por la luz de la maquina al funcionar, las bromas se habían detenido. Cerró los ojos cuando la voz de Kibum hizo eco en sus oídos. Se había sorprendido cuando Kibum dejó súbitamente los papeles que tenía en las manos sobre el escritorio y frustrado golpeó las manos contra la superficie.

— ¿Y qué si lo encuentras atractivo? — Kibum resopló. — ¡Eso es bueno Taemin!

— ¡Cállate Kibum! — su respuesta había sido menos que elocuente.

— ¡No, no me voy a callar! — Kibum replicó enojado. — ¿Qué crees que se supone que debes hacer? ¿Nunca tener una vida fuera del trabajo y Jimmin?

— ¡Cállate, Kibum! — el tono de Taemin contenía una clara advertencia, pero, como usualmente, Kibum optó por ignorarlo. — ¡No quiero empezar a vivir mi vida otra vez! — Taemin había gritado.

— No seas ridículo — Kibum dijo retrocediendo — Tienes que seguir adelante. Por amor a Jimmin, sino es por el tuyo. ¡Maldita sea Taemin, tú no eres el que se fue porque estaba asustado!

No hubo ninguna respuesta a esa afirmación, y él simplemente había recogido su bolso y los archivos antes de salir de la oficina. Taemin miró hacia la casa y parpadeó cuando Jonghyun pasó por delante de la ventana con Jimmin en brazos. Se frotó la cara con la mano, y suspiró profundamente.

Abrió la puerta de la camioneta, puso los archivos debajo del brazo y cerró la puerta detrás de él antes de trotar a los escalones del porche y colocar la llave en la cerradura. Sus ojos se abrieron de la sorpresa cuando la puerta se abrió desde el interior, y casi se cae en el umbral. Su mirada viajo a lo largo desde las delgadas piernas envueltas en pantalones cortos de mezclilla, sobre la vieja camiseta antes de descansar en los profundos ojos cafés de Jonghyun.

— Hey — dijo sin convicción. Sacando la llave de la cerradura y entrando a la casa.

— Hola — Jonghyun sonrió, limpiándose las manos con el trapo de cocina que llevaba – Jimmin ya comió y estoy preparando la cena para ambos.

Se dirigieron a la cocina y Taemin no sabía qué decir, se sentó en la silla y se pasó una mano temblorosa por el pelo. Puso la cabeza entre las manos y se sobresaltó cuando sintió unos dedos cerrarse en su hombro y vio una cerveza delante de él. No quería pensar en cómo lo consolaba la sensación de esos dedos calientes a través de la tela de la camisa.

— Um, gracias — Taemin dijo, aclarándose la garganta y tomando la botella, mitad agradecido y mitad decepcionado cuando Jonghyun quitó la mano. Tomó un sorbo  y no pudo dejar de soltar el gemido que subía por su garganta cuando el frío líquido corrió por su lengua y encendió su paladar. — Santo Dios — murmuró. Se recostó en la silla y pasó una mano por su pelo.

Taemin miró hacia Jonghyun que estaba parado delante de la cocina y sintió que sus mejillas se inundaban de calidez cuando su mirada recorrió los músculos de la espalda del hombre. Los músculos de su espalda se movían cuando agitaba lo que había en las cacerolas y sus pies descalzos golpeaban las baldosas cuando se movían entre el mostrador y la estufa. ¿Qué diablos estoy haciendo?  Suspirando, se levantó y cruzó la cocina para buscar el mantel del aparador y ponerlo rápidamente en la mesa. — ¿Necesitas que haga algo más? — preguntó Taemin tan despreocupado como pudo.

Jonghyun hizo una pausa en lo que estaba haciendo y le arrojó una mirada sobre su hombro. —No — respondió con un movimiento de cabeza — la cena va a estar en unos diez minutos así que solo tienes tiempo para una ducha.

Taemin asintió con la cabeza, y caminó hacia las escaleras, en su habitación cerró la puerta y se sentó al borde de la cama. 

*************************************************

Taemin llegó tarde a casa la siguiente noche. Había llamado a casa disculpándose profundamente, finalmente llegó después de la hora de ir a cama de Jimmin, había una ligera luz y Jonghyun dormía en el sofá principal. Por unos minutos se quedó viéndolo, maravillado.

Algo acerca de Jonghyun enviaba calor al abdomen de Taemin y él no estaba realmente seguro de lo que era. Quizás por la manera en que cuidaba a Jimmin, la manera que obviamente amaba a Jimmin en particular y a los niños en general.

Quitándose la corbata se sentó en la silla opuesta al dormido niñero.

Jonghyun despertó y parpadeó adormilado. — Hola — le dijo suavemente, viendo el reloj —. Casi media noche, ¿estás bien?

— Si, estoy bien. Hubo un problema en la oficina y los contratistas llegaron tarde — dijo Taemin, apoyando la cabeza en el respaldo y suspirando.

Jonghyun bostezó ampliamente y se estiró. Taemin solo lo veía, enfocándose en la tira de caliente piel que se mostraba debajo de la camisa levantada de Jonghyun. Ese hermoso hombre solo en el sofá estaba completamente agotado. Jonghyun debería de tener a alguien con quien compartir su vida. Era un buen hombre.

— ¿Por qué ni siquiera has salido a citas? — soltó e instantáneamente se arrepintió cuando Jonghyun abrió más los ojos y vio extrañamente a Taemin — Porque puedes, tú sabes... salir quiero decir...  — se oía como un completo idiota.

— Sé que puedo — Jonghyun apoyó sus codos en sus rodillas, su mentón en sus manos — No quiero citas al azar, y exactamente no te encuentras un montón de chicos por ahí.

— Ves eso... tú nunca pasas tiempo lejos de nosotros — Eso no se oyó bien. Se oyó como si tuviera un problema con que Jonghyun no tuviera citas, cuando la realidad estaba más allá de lo que pensaba.

— ¿Ese es un problema? Puedo salir si necesitas la casa, encontrarme con amigos de la escuela o de la universidad. Puedo fácilmente encontrar algún lugar...

— No... no es un problema... Yo... Mira no quiero que dejes tu vida porque estés aquí haciendo mi vida más fácil.

— Tengo un techo sobre mi cabeza, un niño a quien amo como si fuera mío, y un amigo como tú. ¿Qué más puedo necesitar? — Jonghyun se puso de pie, estirándose de nuevo, claramente terminando la conversación — Buenas noches...

Taemin esperó hasta que Jonghyun se había ido antes de colapsar en la silla. Extendió las piernas y deseó haber manejado toda esa situación un poco mejor. Quería que Jonghyun se sintiera a gusto, darle un empujón para que pasara tiempo fuera de la casa. No quería hacerlo sentirse incómodo. Entonces, ¿por qué cuando su cabeza le dijo las palabras, su corazón no quería que dijera una sola palabra?

*************************************************

De pie diciéndole adiós mientras el carro se iba, se sintió repentinamente solo y encontró que sus pies no se movían. Taemin cerró la puerta y subiendo los escalones del porche se preguntó en dónde estaba Jonghyun, y por qué no había salido a despedirse. Buscó al mayor y finalmente lo encontró en el cuarto de Jimmin, doblando y colgando ropa.

— Hey — dijo Taemin, causando que Jonghyun saltara y se girara con un significativo rubor de tristeza en su rostro.

— Hey — dijo simplemente, dejando la última de las pequeñas camisetas dobladas en la pila y suspirando — Dos días, Taemin, dos malditos días.

— ¿Decidiste si irás a tu casa? — Taemin preguntó, no quería enfocarse en el hecho de que su bebé se había ido durante dos días completos.

— ¿Casa? — dijo Jonghyun — No, me quedaré aquí, estudiaré algo. Los finales son dentro de algunas semanas — cuidadosamente se movió por un lado de Taemin y salió del cuarto — Si es que está bien para ti — agregó.

— Dios, no, quédate... quiero decir que está bien, si quieres quedarte. — se oía extraño. Podía oírlo en su voz, y desesperadamente buscó algo normal que decir — Voy por pizzas y quizás veré una película. ¿Quieres hacerme compañía?

Los ojos de Jonghyun se abrieron más. — Claro, traeré las cervezas.

Estaban semiechados sobre el sofá de Taemin, la evidencia de la pizza en los platos al lado de la baja mesa y el suave cansancio jaló a ambos hombres al sueño.

Taemin sonrió. El alcohol claramente había soltado la lengua de Jonghyun. Él escuchaba, veía los labios de Jonghyun formar cada palabra, sus manos moviéndose para remarcar su éxito, sus hombros bajando cuando reconocía sus defectos. Cada faceta de Jonghyun fascinaba a Taemin, pero aun así en la parte de atrás de su cabeza dudaba acerca de poder ser el hombre para Jonghyun.

Se movió mientras escuchaba la voz de Jonghyun, dándose cuenta que se había quedado viendo fijamente al hombre, imaginando cosas sobre las que no debería de pensar, cosas que lo hacían estar duro de necesidad, por primera vez en mucho tiempo. Bueno, no exactamente por primera vez. Había estado sucediéndole desde meses ahora. Suspiró.

— Wow, un profundo suspiro — Jonghyun comentó — ¿Extrañas a Jimmin?

Taemin asintió. Si, extrañaba a su hijo. Esa era solo la primera vez que se alejaba de él y éste sería el mayor tiempo que ellos hubieran estado separados.

— Sí. Quiero decir, no es que piense en eso, pero sí, lo extraño. — y ahí estaba abriéndose, listo para que Jonghyun preguntara en lo que realmente estaba pensando, o no. Ellos se quedaron unos segundos en silencio, Jonghyun rodó la botella entre sus dedos, antes de dejarla en la mesa y girar la cara hacia Taemin. Acomodó una pierna debajo de él y la mano en el respaldo del sofá.

— Entonces, ¿dime... por qué el suspiro? ¿En qué pensabas? ¿En el trabajo? ¿Está todo bien?

— ¿Trabajo? Si, todo está bien. Dice Kibum que necesitamos darnos unos días de vacaciones, si, bueno, supongo. Esto no era trabajo, Jonghyun.

Jonghyun levantó las cejas y se inclinó, acercándose unos centímetros, escuchando cuidadosamente, esperando, incluso atento a lo que Taemin fuera a decir. — Estaba pensando en ti, realmente.

— ¿En mí?

— En ti y en mí, para ser completamente exactos. En ti y en mí y toda esta relación de empleador-empleado y el hecho de... — hizo una pausa esperando que las palabras salieran de la manera correcta, pero consiente que si arruinaba esto tenía mucho que perder — Creo... no puedo hacer esto. No puedo ser el jefe aquí. No sé si estoy diciendo lo correcto... Quiero decir que quizás malinterpretes todo... — mientras hablaba, Jonghyun se acercaba, hasta que suavemente acunó la cara de Taemin en su mano, tocando los labios de Taemin en una suave presión.

Acunando su mano en la parte de atrás del cuello de Taemin y jalándolo más cerca, inclinó la cabeza y la punta de su lengua recorrió el labio inferior de Taemin. Taemin pudo saborear el sabor de la cerveza y la pizza, y la presión de la lengua de Jonghyun pidiendo entrar. Suspiró con la necesidad de más, Taemin se relajó y abrió la boca, profundizando el beso. Jonghyun tomó la iniciativa y empujó a Taemin en el sofá. El beso se volvió más caliente, abrieron la boca para intercambiar respiraciones, sabores, tocándose, conociéndose.

El beso y las caricias se sentían tan naturales, tan correctas, y le decían a Taemin exactamente lo que tenía que hacer. O decir. Él se apartó y murmuró dos palabras: —Estás despedido.

Jonghyun sonrió y se apartó, colocando ambos pies en el suelo. Entonces levantó a Taemin a su regazo con un pequeño esfuerzo, él se acercó directamente hacia el pene de Taemin y repentinamente estaba tan duro. Presionándose hacia abajo, oyó a Jonghyun gruñir. Repitió el movimiento, encontrando instintivamente el ritmo mientras se besaban. Jonghyun presionó duro contra él, con una de sus manos en el trasero de Taemin y la otra en su columna, estirándolo y jalándolo, alineándose tan perfectamente que Taemin podría correrse ahora.

Entonces por mucho que se preocupara acerca de la guía. Jonghyun representaba exactamente lo que Taemin quería, lo que necesitaba, y requirió todo lo que tenía no comportarse ahora como un adolescente. Jonghyun era confiado, lo empujaba, lo guiaba, su excitación contra la de Taemin, deslizó su mano por el corto cabello, moviendo su boca besando y mordiendo el cuello de Taemin, chupando la marca, palabras de pasión en su voz, y palabras de necesidad.

La columna de Taemin se derretía. Gimió ante la arremetida, maldijo cuando Jonghyun levantó la camiseta hasta su mentón, hábiles dedos encontraron los duros pezones de Taemin y los pellizcó ligeramente. Entonces Jonghyun empujó la camiseta hacia arriba y la quitó por sobre la cabeza de Taemin, levantando la suya también sobre su cabeza hasta que la piel se encontró con piel.

— Taemin, ¿podemos... — Jonghyun bajó con Taemin para otro beso—, movernos a la habitación?

Taemin apenas y lo oyó. Jonghyun lo levantó y lo sacó de su regazo, poniéndose ambos de pie. Tomó ambas manos de Taemin entre las suyas sosteniéndolo ligeramente, y Taemin reconoció la promesa en sus ojos. Juntos ellos se dirigieron a las escaleras, intercambiando besos, pero sin decir nada, sus caricias eran suficiente comunicación. Taemin encontró difícil encontrar el camino, difícil caminar entre las paredes, giró en la esquina y entró a su cuarto. El único lugar en la casa en el que Jonghyun nunca había entrado. Entonces ellos estaban en el interior del cuarto, ambos jadeando.

Con suavidad relajó cada articulación que Taemin poseía, Jonghyun firmemente empujó a Taemin contra la pared, sus manos capturadas de nuevo y las sostenía arriba de la cabeza. Un bajo gruñido salió de la garganta de Jonghyun, medio cargando a Taemin a la cama, jalándole los jeans y boxers, bajando los suyos, hasta que ambos estaban acostados desnudos y calientes en las frescas sábanas y entonces Jonghyun se detuvo.

No lo quería rápido y caliente. Quería que esto fuera para siempre, quería que su primera vez fuera especial. Así que lentamente bajó, dejando que la tensión recorriera cada músculo en el cuerpo de su nuevo amante.

Apoyando la frente en el pecho de Taemin, depositó un simple beso en la caliente piel y entonces levantó sus rodillas, besando el camino hacia el sur. Las manos de Taemin se flexionaban en su cabello, apretando y relajándose, el dolor se perdía con el sabor de la lujuria. Él siguió el provocador rastro, circulando la ingle de Taemin, las manos de Jonghyun sobre las caderas de Taemin, sosteniéndolo mientras su lengua recorría el rededor del pene de Taemin, llevándolo a su boca y chupándolo.

No le tomó mucho. Su primera vez no podía durar. Había sido mucho tiempo desde que había sucedido y con los habilidosos labios y lengua de Jonghyun, la respiración de Taemin se quedó atrapada en su garganta con quebrados ruegos con el nombre de su amante. Jonghyun se apartó, remplazando la boca y la lengua con una de sus manos, y oyendo su propio nombre gemir mientras Taemin se arqueaba, tensándose y corriéndose, perdido en el calor entre ellos. Taemin aún se estremecía mientras alcanzaba el cajón de la mesita de noche y sacaba la botella y los condones, dejando los artículos en la cama. El abrumador deseo de Jonghyun de simplemente follar a este hombre en la cama fue empujado a un lado, quería hacerle el amor por el resto de la noche. Se apartó y leyó la no dicha petición en los oscuros ojos: 'Por favor'.

Animado Taemin se giró sobre su abdomen. Era la mejor manera después de tanto tiempo. Jonghyun cubrió sus manos y dedos con el lubricante, besándolo ardientemente, besos y mordidas recorriendo la columna de Taemin. Los habilidosos dedos de Jonghyun abrían a su amante, lentamente, cuidadosamente, tan húmedos con el lubricante, esperaba que Taemin sintiera solo un poco de incomodidad.

Había sido el que recibía suficientes veces para saber del ardor y la sensación de dolor, y no quería lastimar a Taemin. Quería que esto fuera perfecto. Se movió lentamente, viendo asombrado cómo Taemin se empujaba hacia sus dedos, dos y entonces tres, tomándose su tiempo, inclinándose hacia adelante para besar la parte de atrás del cuello de Taemin.

Jonghyun movió sus dedos, animando al músculo a relajarse y abrirse, hasta que los incoherentes ruegos de Taemin le dijeron que era tiempo. Jonghyun limpió sus lubricadas manos en la sábana, tomó el condón y se cubrió. Antes de perder el control con solo ver a Taemin esperando, se alineó y, lenta y cuidadosamente, entró. Taemin se tensó ante la penetración y tomó aire cuando Jonghyun se movió más allá hasta el final.

El más precioso regalo que Jonghyun hubiera recibido sucedió cuando el hombre arqueó su espalda hacia él. Taemin reaccionó vocal y físicamente, las palabras salían de su boca, con necesidad, quería follar justo así. El propio orgasmo de Jonghyun se elevó; estaba tan cerca cuando el primero llevó a Taemin a su liberación con su boca y sus manos. Se apoyó hacia atrás en sus talones jalando a Taemin con él, la espalda de su amante contra el pecho de Jonghyun, y capaces manos rodeándolo, incrementando los eróticos y poderosos empujes.

Taemin estaba duro en sus manos después de solo un corto tiempo. ¿Podría Taemin correrse de nuevo?

— Puedes... nghuh... — Estaba tan cerca.

Oyó los gemidos de Taemin, la tensión de su cuerpo y Jonghyun se empujó más fuerte y duro, golpeando la glándula en cada ocasión, mientras sus dedos recorrían la cabeza del pene de Taemin. Jonghyun sintió la jadeante respiración del orgasmo y movió su mano y por segunda vez Taemin se corrió con su toque. Enterrando la cara en el cuello de Taemin, Jonghyun vio el semen deslizarse en su mano, y oyó los jadeos y medios sollozos de Taemin, incluso mientras Jonghyun temblaba dentro del orgasmo más intenso que había experimentado en su vida.

Ellos se quedaron así un momento hasta que Jonghyun se dio cuenta que sostenía a su semi-consciente amante y lo liberó, dejando a Taemin acostado, entonces retiró el condón y lo descartó. Sonrió cuando Taemin se giró de cara a él. Los ojos de Taemin estaban cerrados, sus largas pestañas sobre su ruborizada piel, y la vista llenó todos los espacios en el corazón de Jonghyun. El agotamiento también lo reclamó, se acostó, su cara a escasos centímetros de la de Taemin, jaló los cobertores cubriendo a ambos. 

*************************************************

Los ojos de Taemin se abrieron lentamente y entrecerró los ojos a la oscuridad de la habitación. Su vejiga estaba gritando para ser vaciada, pero estaba caliente y el brazo alrededor de él se sentía demasiado maravilloso para escapar. ¿El brazo? Parpadeó y poco a poco la sala resurgió enfocándose mientras sus ojos se acostumbraron a la penumbra.

La noche pasada regresó en una oleada de emociones, y gimió suavemente por el dolor en el culo mientras se acomodaba contra las sábanas. ¿Qué había hecho? La memoria de las manos de Jonghyun y la boca que se apoderó de él en una ola de sensación. La forma en que el otro hombre había tomado el control y lo tragó, llevándolo tan profundo entre sus labios, le había hecho gritar mientras era llevado a un orgasmo cuya intensidad no había experimentado en mucho tiempo.

Taemin sintió su polla temblar en el muslo y cerró los ojos mientras un rayo de calor se disparaba a través de él. No se había dado cuenta de lo mucho que había echado de menos la sensación de estar tan lleno y tan conectado con otra persona que ya no sabía dónde terminaba uno y comenzaba el otro. No hasta que el grueso eje largo de Jonghyun, lo había estirado y lo llenó completamente.

Se quedó sin aliento cuando el brazo de Jonghyun apretó alrededor de él en el sueño, como si supiera lo que Taemin estaba pensando, y se pasó una mano por la cara. El gemido que escapó de su garganta esta vez fue uno de desesperación. ¿Cómo pudo permitir que esto sucediera?

Taemin se tensó cuando sintió el roce de los dedos de Jonghyun contra su estómago desnudo cuando el hombre rodó sobre su espalda. Tenía que salir. El deseo de correr fluía a través de él. Se acomodó fuera de la cama lentamente, para no molestar a Jonghyun, y salió de la habitación tan silenciosamente como pudo, ni siquiera deteniéndose para recoger su ropa. 

**********

— Buenos días — Jonghyun escaneó la cocina y se acercó a donde Taemin estaba situado frente a la estufa. Frunció el ceño cuando sintió a Taemin endurecerse contra él cuando deslizó sus brazos alrededor de él. — Me desperté y te habías ido. — su ceño se profundizó cuando Taemin apagó la lumbre y se desprendió rápidamente de los brazos de Jonghyun. — ¿Taemin? — el corazón de Jonghyun le dio un vuelco cuando el otro hombre se volvió hacia él. Taemin ni siquiera necesitó hablar. Sus sentimientos eran claros en esos fríos ojos chocolate.

— Mira, Jonghyun... —comenzó Taemin, pasándose una mano por el pelo.

Jonghyun trató de eliminar el sarcasmo en su voz, pero no lo consiguió. — Déjame adivinar, —respondió él, levantando la mano para acallar las palabras de Taemin — Lo de anoche fue un error. No eres tú, soy yo — deseó poder evitar su siguiente comentario cuando vio el dolor que brillaba en los ojos de Taemin, pero ya era demasiado tarde.

— No — respondió Taemin, su voz tan fría que el hielo se aferró a sus palabras. — No es así. — se puso en pie y cogió las llaves del auto del mostrador. — Me voy a la oficina.

— Tae... — Jonghyun no había terminado aún el nombre del hombre antes de oír el golpe de la puerta principal señalando su salida. — ¡Mierda! — susurró, bajando la frente sobre la mesa y golpeándola a su vez con sus palabras. — Estúpido Kim.

Conocía a Taemin, probablemente se había asustado a la fría luz del día, y no debía haberse sorprendido al despertar y encontrarse solo. Pero había pensado que sería capaz de razonar con él, alejar sus dudas y hacerlo ver que lo de anoche no había sido sólo una necesidad mutua de liberación. Que había una conexión entre ellos. Algo tangible. Algo por lo que valía la pena tomar el riesgo.

*************************************************

Taemin estacionó el auto detrás del jeep y bostezó ampliamente antes de apagar el motor. Mirando el reloj, gimió bajo en su garganta cuando el brillo de los números indicó que la hora eran las once y media. No tenía intención de quedarse hasta tan tarde. Medio impulsado por la ira y medio impulsado por la culpa, encontró que hacer las cosas que podrían haber esperado para la semana de trabajo las empresas nuevas le dio una excusa para no ir a casa todavía. Pero no podía evitar a Jonghyun para siempre.

Saliendo del auto con la cartera bajo el brazo, cerró la puerta detrás de él y subió lentamente los escalones del porche hasta que estuvo en la puerta principal. ¿Qué iba a decirle? ¿Actuaría como si nada hubiera pasado? ¿Se suponía que iban a hablar sobre eso? No tenía la menor idea de cuáles eran las reglas cuando te acuestas con un empleado. Suspiró profundamente y empujó la llave en la cerradura. No es que pudiera culpar a Jonghyun por estar molesto en la mañana. Jonghyun había pensado obviamente que anoche era el comienzo de algo. En cambio, había tratado al otro hombre con frialdad y salió furioso.

Taemin abrió la puerta y la cerró firmemente detrás de él, cerrando la cerradura de la casa y colocando sus pertenencias en el pasillo. Rápidamente se quitó los zapatos y colgó la chaqueta en la barandilla. Tomando una respiración profunda, cuadró los hombros y camino a lo largo del pasillo hasta la cocina, ensayando su discurso en la cabeza.

Frunció el ceño cuando llegó al final del pasillo. La cocina estaba vacía, y un sobre dirigido a él estaba apoyado contra el frutero sobre la mesa. Lo levantó y deslizó su pulgar debajo de la solapa, lo abrió y sacó la hoja de papel en su interior. Abrió mucho los ojos al leer a lo largo de la página y el puño se curvo alrededor de la carta, convirtiéndola en una bola.

— Oh, no, no — dijo entre dientes mientras subía por las escaleras. Taemin ni siquiera se molestó en llamar cuando llegó al dormitorio de Jonghyun. Abrió la puerta y se dirigió airadamente a la habitación, golpeando la cerró detrás de él. — ¿Qué diablos es esto? — agitó la hoja de papel en la mano al hombre que yacía en la cama viendo la televisión.

— ¿Lo has leído? — le preguntó casualmente Jonghyun, su mirada descansando en la hoja antes de regresar a la pantalla.

— Por supuesto que he lo leído — replicó Taemin, agitando el papel de nuevo como si la acción fuera a responder a todas sus preguntas.

— Entonces sabes lo que es.

— No voy a aceptarlo.

— No tienes otra opción — dijo Jonghyun, silenciando el televisor y sentándose sobre las almohadas. — Te he dado cuatro semanas de aviso, que es tiempo más que suficiente para que puedas encontrar a alguien que cuide de Jimmin.

Taemin se pasó una mano por el pelo totalmente frustrado y empezó a pasear arriba y abajo de la alfombra en la parte inferior de la cama de Jonghyun. Sintió sus mejillas arder mientras miraba sus pantalones cortos descartados de la noche anterior y se disparó el calor a través del vientre cuando el recuerdo de la sensación de los dedos de Jonghyun sacándoselos lo golpeó. Mentalmente sacudió la cabeza, Taemin se detuvo y apagó el televisor.

— Estoy viendo eso — se quejó Jonghyun.

— Ya no — Taemin bramó — Esto es estúpido, Jonghyun. ¿No podemos hablar de esto? — caminó alrededor de la cama y tentativamente se sentó en el borde, con los ojos viajando sobre el hermoso rostro del mayor — Esto, — levantó la carta apretada aún en sus dedos — es un poco dramático ¿no lo crees? — vio cómo los ojos de Jonghyun se estrecharon, y levantó las manos en un intento de aplacamiento. — Bueno, bueno, tal vez dramático no es exactamente la palabra que estaba buscando. — suspiró profundamente y se pasó una mano por la cara. — Lo siento. —Su voz era vacilante y arriesgó una mirada al otro hombre.

— ¿Por qué lo sientes? ¿Por lo de esta mañana o por lo de anoche? — Jonghyun le preguntó en voz baja, con la mirada firme al mirar a Taemin.

— Ambos — la palabra cayó de los labios de Taemin antes de que tuviera la oportunidad de detenerlo. Quería retirarlo cuando el dolor brilló en los ojos de Jonghyun brevemente antes de que las persianas se bajaran. — No quise decir eso. Dios, no sé lo que tengo que decir. — hizo un gesto con la mano entre los dos de ellos. — No quise decir que lo de anoche no sucediera.

— Yo tampoco — replicó Jonghyun. — No desperté ayer por la mañana pensando, ¿Sabes qué? Voy a follar esta noche a Taemin.

Taemin se estremeció al oír el sarcasmo disimulado en cada palabra. — Sé que estás enojado —dijo en voz baja. — Tienes todo el derecho a estarlo. Anoche fue increíble. Estaría mintiendo si dijera otra cosa, pero no puede volver a ocurrir. Simplemente no puedo. Lo siento.

Jonghyun se puso de rodillas y se arrastró sobre la cama y ahuecó la cara del otro hombre entre sus manos. — No sé qué es esto entre nosotros, o incluso lo que podría ser. Pero sí sé que es real, Taemin, y que no soy sólo yo quien lo siente.

Taemin levantó sus manos y cerró los dedos en torno a Jonghyun, tirando suavemente y apretando los dedos del mayor entre los suyos. — Jonghyun, por favor, yo... yo no puedo. — su voz sonaba más fuerte que lo que sentía, y apretó las manos de Jonghyun juntas antes de dejarlos ir.

De pie, Taemin no pudo evitar acercarse y ahuecando la mandíbula de Jonghyun. Dejó caer la mano antes de que Jonghyun pudiera reaccionar y se acercó a la puerta, girando antes de abrirla.

La mirada de Jonghyun era inescrutable mientras cogía el mando a distancia. Señalando al televisor y pulsando los botones, su voz estaba desprovista de toda emoción cuando dijo en voz baja: —Cuatro semanas a partir de hoy.

— Si eso es lo que quieres — Taemin cerró la puerta detrás de él y caminó lentamente por las escaleras. En la cocina, abrió la nevera y sacó una cerveza, abriendo la tapa y tomando un trago largo, apenas saboreando el líquido helado que corría por su garganta. Había hecho lo correcto. Lo había hecho. Para ambos. No podía darle a Jonghyun lo que quería. Ahora no. No estaba seguro de si alguna vez podría. Sentado a la mesa, puso su cabeza sobre sus brazos y suspiró profundamente.

Entonces, ¿por qué se sentía como si estuviera cometiendo el mayor error de su vida?

*************************************************

Las tres últimas semanas habían sido una tortura. Jonghyun y Taemin habían tratado de mantener un sentido de normalidad por el amor de Jimmin, pero una vez que el bebé estaba en la cama, finalmente Taemin lo dejaba solo, retirándose a su cueva hasta que Jonghyun se había ido a la cama.

Jonghyun suspiró y cogió el control remoto, sin rumbo navegando a través de los canales con una mano y llevando palomitas de maíz a su boca con la otra. Sabía que Taemin estaba entrevistando otras niñeras en la oficina durante el día. No es que él hubiera obtenido ninguna información del mismo hombre, había recibido una llamada telefónica airada de Kibum cuando se había estado llevando a cabo una entrevista. El mejor amigo de Taemin había querido saber lo que pasó, y después de los rodeos de Jonghyun, evadiendo respuestas, había murmurado algo acerca de Jonghyun era un idiota y de querer patear el culo de Taemin antes de colgar.

Cuando Taemin había vuelto a casa esa noche, la atmósfera había sido particularmente fría. Jonghyun sólo podía deducir que Kibum había llevado a cabo dicha patada en el culo y a Taemin no le había gustado lo que su amigo tenía que decir.

Después de diez minutos de navegación, echó un vistazo al reloj y cogió el teléfono. Recorriendo los números en el teléfono, esperó a que la llamada fuera contestada. Su corazón se sentía pesado en el pecho y necesitaba un poco de cariño.

— ¿Hola?

La voz en su oído era reconfortante y familiar y tragó contra la picadura repentina de lágrimas detrás de sus párpados en el sonido de la misma. — Hey — dijo en voz baja, horrorizado al oír el tinte en su voz. — Necesito compañía.

— Ya estoy saliendo para allá.

Jonghyun colocó el teléfono sobre la mesa y sonrió, frotando una mano por la cara y agitado se levantó del sofá. Se estiró, llegando por encima de su cabeza, y entonces caminó a la cocina. A pesar de que sólo eran las seis, abrió el armario y sacó dos copas de vino grandes. Abrió la botella de vino que había estado en la nevera, llenó las copas antes de colocar la botella bajo el brazo y llevarlas hasta la sala.

No tuvo que esperar mucho tiempo, al igual que él sabía que no lo haría. Sonriendo suavemente para sí mismo cuando el timbre sonó, se levantó a contestar y sonrió cálidamente a la mujer en la puerta. — Hola — dijo, dando un paso atrás para dejarla entrar y después cerrar la puerta, se encontró envuelto en esos brazos que le sacaron el aire a sus pulmones. — Sodam, no puedo respirar —jadeó él.

— Lo siento —respondió Sodam y aflojó su agarre. Miró a los ojos de Jonghyun y se golpeó la palma de una mano enorme sobre la frente de Jonghyun. — Maldita sea, Jjong. Fuiste y te enamoraste de él, ¿verdad? — Sodam sacudió la cabeza lentamente cuando Jonghyun asintió con la cabeza y sus ojos comenzaron a llenarse de lágrimas. Suspirando pesadamente, Sodam tiró de él de nuevo en sus brazos y murmuró — ¿Qué voy a hacer contigo, hermanito?

Diez minutos más tarde, los dos se acomodaron en el sofá, Sodam cómodamente tumbada en un extremo, y Jonghyun en el otro, con sus piernas estiradas y los pies descalzos apoyados en la mesa de café.

Jonghyun suspiró y se frotó los ojos hinchados, ignorando la sonrisa de su hermana. Sabía que no había manera de que Sodam fuera a permitir que se olvidara que había sollozado como un niño en sus brazos. Iba a pagar por eso durante años.

Jonghyun bebió un sorbo de vino, dejando que el líquido facilitará su camino lentamente por la garganta. Cuando las cosas estaban rotas, Jonghyun siempre veía a Sodam llegar para corregirlos al menos nueve de cada diez veces, eso era exactamente lo que su hermana mayor hacía. No creía que Sodam fuera capaz de arreglarlo ahora.

— Entonces, — dijo Sodam, tomando un sorbo de su propio vino. — Vamos a ver si lo entiendo. Has ido y roto la regla número uno del código de las nanas y te enamoraste de papá.

— No, — respondió Jonghyun con frialdad. — Taemin es papi.

— Está bien, —arrastrando las palabras con sarcasmo Sodam rodó sus ojos marrones. — Haciendo el nombre a un lado, te enamoraste de él.

— Sí.

— ¿Ustedes follaron? —La pregunta de Sodam fue contundente y al grano.

— Fue un poco más romántico que eso, —resopló Jonghyun, complacido de que sus mejillas estuvieran agradablemente entumecidas cuando el vino comenzó a surtir efecto. — Pero sí.

— ¿Y estaba ahí?

— Por supuesto que lo estaba —dijo Jonghyun, en tono ofendido mientras estiraba una mano y abofeteaba en el brazo de Sodam por atreverse a sugerir lo contrario.

— Sólo preguntaba —Sodam levantó las manos en aplacamiento antes de continuar. — Pero entonces te echó a volar, por lo que le entregaste un aviso. ¿No te parece que fue un poco dramático?

— ¡No demasiado! — Jonghyun se quejó, levantando su copa para que Sodam pudiera rellenar su copa dejando la botella en el cojín a su lado. — Eso es precisamente lo que él dijo.

— A lo mejor tiene razón.

— Se supone que tienes que estar aquí para que me sienta mejor — gruñó Jonghyun, girándose en el sofá y llevando sus talones bajo el músculo del muslo de Sodam. — ¡No para que te pusieras de lado de Taemin!

— ¡Oye! — Sodam gruñó. Se frotó vigorosamente el muslo — Yo sólo estoy diciendo como lo veo, hermanito.

— Entonces, ¿Qué debo hacer? — Jonghyun suspiró dramáticamente, para gran diversión de Sodam — ¿Sentarme y envejecer con el hombre que amo, pero no envejecer juntos? — frunció el ceño a su hermana cuando las cejas de Sodam se levantaron tan alto que desapareció bajo su propio cabello oscuro. — ¿Qué? ¿Por qué me miras de esa manera?

— Eres tan gay —advirtió Sodam con una risita. — Tienes que dejar de ver esos programas tontos. Es vergonzoso Jjong.

— Oh, vete a la mierda — se rió Jonghyun, el vino burbujeando feliz a lo largo de su torrente sanguíneo, y se estiró como un gato en el sofá. — Nunca pensé que ser gay fuera un problema para ti.

— Entonces, ¿qué vas a hacer? —Sodam preguntó, dando un codazo a Jonghyun cuando su hermano empezó a inclinarse hacia él en el sofá. — Aléjate de mí. Esta blusa me costó mucho dinero. Si le cae baba, estás muerto.

— No puedo quedarme. Es así de simple, — dijo, con la voz llena de dolor y tristeza. — Por mucho que ame a Jimmin, no puedo quedarme. Me duele mucho.

Sodam pasó su brazo por el hombro de Jonghyun y lo atrajo a su lado. Apoyó la cabeza contra los cojines, abrió su boca en un bostezo. Antes de que se deslizara en la manta de bienvenida del sueño se sostuvo para él, Sodam golpeó ligeramente al costado de su cabeza. — No babees.

*************************************************

Taemin estaba delante del sofá, mirando a las dos personas dormidas. Su mirada recorrió el brazo que la desconocida había colgado sobre el hombro de Jonghyun, y la forma en que Jonghyun parecía increíblemente cómodo con su cabeza colgando sobre el pecho de la mujer. ¿Quién diablos era esa tipa? ¿Qué estaba haciendo en su casa? Más importante aún, ¿qué estaba haciendo con Jonghyun? Antes de que pudiera formar un pensamiento racional, le dio una patada al pie de la desconocida. Taemin levantó una ceja sardónica cuando los ojos de la mujer se abrieron lentamente, y luego dio un codazo a Jonghyun.

Jonghyun gimió en queja, pero cuando Sodam le dio un codazo otra vez, forzó a sus cansados ojos a abrirse. Levantó la vista de donde su rostro se presionó contra la blusa de Sodam derecho a los fríos los ojos chocolate de Taemin. — Taemin, — su mirada cayó en Jimmin, profundamente dormido en los brazos de su padre y luego voló hasta el reloj. — No te esperaba en casa tan pronto.

— Es evidente — dijo Taemin, sus palabras estaban llenas de sarcasmo. — Si tú y tu amiga me disculpan, voy a poner a mi hijo en la cama. — se volvió y salió pisando fuerte de la habitación.

Jonghyun se pasó una mano por el pelo y miró a Sodam, que se reía en voz baja. — ¿Qué es tan gracioso? — preguntó molesto, ardiendo a través del desdén con que le había hablado.

— Oye, no te enojes conmigo. — Sodam levantó las manos. — Creo que necesitas tener una seria conversación con papi. — ante el gesto confundido de Jonghyun, rodó los ojos y tocó suavemente la mejilla de su hermano con sus dedos. — Por Dios, creo que tienes los cables cruzados, amigo. Papi tiene un caso grave del monstruo de ojos verdes.

**********

Taemin colocó a Jimmin de lado tan suavemente como pudo. Se inclinó y lo besó suavemente en la frente antes de apagar la luz y salir de la habitación, cerrando la puerta detrás de él.

Oyó cerrarse la puerta principal y se encontró apretando los dientes con tanta fuerza que su mandíbula se estaba haciendo daño. ¿Quién diablos se creía Jonghyun que era abrazándose con una tipa en el sofá? ¿Qué clase de mensaje le daba? Entró en su habitación y empezó a pasear arriba y abajo al final de la cama.

Se sentó en el borde de la cama, se dejó caer hacia atrás para mirar fijamente hacia el techo del cuarto. Estaba tan celoso que apenas podía ver bien. La forma en que la cabeza de Jonghyun se había acurrucado en el pecho de la mujer. Gruñó bajo en su garganta al recordar la charla que había recibido de Kibum antes.

— ¿En serio vas a dejar que se vaya?

— No empieces — Taemin se había recostado hacia atrás. Simplemente había entrevistado a la tercera mujer que la agencia había enviado, y había estado haciendo una lista de pros y contras cuando Kibum había irrumpido en su oficina.

— ¿No empieces? — Kibum estaba echando humo. — ¡Oh, no hemos pasado del inicio! — había agarrado el trozo de papel que Taemin había garabateado, arrugándolo en una bola y lo arrojó a la cabeza de Taemin. — ¿Cuándo ibas a decirme que habían follado?

— No quiero hablar de esto Kibum — Taemin gruñó — Fue un error. Si Jonghyun quiere hacer de reina del drama e irse, no hay nada que pueda hacer para detenerlo.

— ¿Estás seguro de eso? — Kibum estaba echado un poco hacia atrás. Puso sus manos sobre la mesa y se cernió sobre Taemin — ¿Qué acerca de decirle que lo sientes? ¿Qué ese encuentro ha sido lo mejor que les pudo pasar a ti y Jimmin? ¿Qué estás enamorado de él?

— ¡No es cierto!

— ¡Estás enamorado de Jonghyun! — las manos de Kibum se habían estrellado sobre la mesa. — ¿Por qué no te permites ser feliz?

Taemin, se sobresaltó de su ensoñación cuando la puerta de su dormitorio se abrió y se cerró detrás del hombre enfadado que ahora estaba mirando hacia él. — ¿Nunca has oído hablar de tocar? — le espetó. Jonghyun cruzó la habitación y golpeó con los nudillos en la frente de Taemin.

— Ahí está, toqué — replicó Jonghyun, con las manos en sus caderas mientras miraba a Taemin.

— ¿En mi cabeza?

— ¿Y por qué no? ¡Es la cosa más dura en la habitación! — Jonghyun empezó a pasear arriba y abajo. — ¿Qué demonios fue eso de abajo? ¿De dónde te salió hablar con Sodam así? Yo no sabía que no se me permitiera tener a alguien más.

Taemin se sentó y miró con incredulidad al hombre que parecía querer hacer un agujero en la alfombra del dormitorio. — ¿Yo? ¿Por qué demonios traes a una tipa para follar en el sofá cuando mi hijo puede volver a casa en cualquier momento?

— ¡Yo no estaba follando a nadie! — Jonghyun gruñó. — ¿Y qué diablos tiene que ver contigo si lo estaba haciendo?

— ¡Si está en mi casa, tiene todo que ver conmigo!

— ¡Eres un imbécil increíble! — la voz de Jonghyun se elevaba con cada palabra.

— Sssh despertarás a Jimmin — siseó Taemin.

— Oh, claro. — Jonghyun levantó las manos en un gesto burlón. — Porque Dios no lo quiera él deba saber la verdad a pesar que tiene un poco más de un año y se da cuenta de las cosas. Ni siquiera le dijiste que me voy, ¿verdad? ¿Cómo vas explicarle eso por la mañana cuando se levante y me haya ido?

Taemin sintió que se le helaba la sangre en las venas y el estómago caía al fondo. — ¿De qué estás hablando? Todavía tienes una semana de aviso antes de irte.

— Ah, ¿crees que voy a quedarme una noche más en esta casa contigo? Jódete. Puedes encontrar a alguien más para tomar tu mierda. Alguien agradable y seguro que esté encantado de revolcarse y ser miserable por el resto de su vida. — Jonghyun se acercó y puntuando sus palabras con unos pocos golpes de pecho de Taemin. — Porque yo me voy.

— ¡No, tú no te irás! —Taemin echaba humo, de pie y mirando hacia los furiosos ojos cafés de Jonghyun. — ¡Te voy a demandar por incumplimiento de contrato!

— ¡Vete a la mierda!

Taemin miró con incredulidad mientras Jonghyun se dirigía a la puerta, una sensación de pánico crecía en su garganta mientras su corazón latía más y más rápido. ¿Qué demonios había hecho? 

— ¡Espera! — cruzó la habitación y cerró los dedos alrededor de Jonghyun mientras el otro hombre agarraba el pomo de la puerta. — ¡No puedes irte!

— Sí, puedo — espetó Jonghyun de nuevo con petulancia. — Suéltame, Taemin.

— ¡No puedes! — su voz sonaba rota a sus oídos mientras observaba la tensión de los músculos de los hombros de Jonghyun y esperaba que el aliento del otro hombre fuera una buena señal. — Por favor, Jonghyun. Yo no quiero que te vayas.

— ¿Por qué? — Jonghyun se volvió lentamente a la cara de Taemin, manteniendo los dedos unidos.

Taemin tragó, su corazón latía tan rápido que estaba seguro de que iba a estallar en su pecho y caer sobre la alfombra entre ellos. — Jimmin te ama — dijo, rompiendo la mirada que lo que buscaba en las profundidades marrones. Se quedó helado cuando Jonghyun resopló con frustración y se volvió hacia la puerta. — Maldita sea, Jonghyun. Ya sabes por qué. Yo...

— Taemin, — suspiró con tristeza Jonghyun con un movimiento de cabeza. — Si no puedes decirlo en voz alta, ¿qué posibilidades tenemos?

— Dame un respiro, ¿si? — tiró de las manos de Jonghyun y le instó a que lo siguiera a la cama. Se sentó y esperó hasta que Jonghyun hubiera hecho lo mismo y entonces levantó una mano para correr a través de su pelo. — Todo esto es nuevo para mí. No me he sentido así con nadie — levantó las manos y tomó la cara de Jonghyun. — Te quería desde el primer momento que te vi. — mantuvo la voz baja y esperó que Jonghyun entendiera lo que estaba sintiendo. — Pero me asusté. Cada vez que te miraba sentía el tirón de la atracción, pero al mismo tiempo no quería sufrir. Sentía que no debería quererte.

— Taemin — comenzó Jonghyun.

—No, por favor, tengo que decir esto — dijo moviendo sus manos para estrecharlas ligeramente con Jonghyun, entre ellos en la cama. — El día que estuvimos a solas me sentí muy cómodo, no quería mezclar las cosas y verte como un amigo, pero luego me besaste. Era como si hubiera estado durmiendo y me despertara. Y lo único en lo que estaba pensando era en ti, tus besos, tus caricias, la forma en que te sentías dentro de mí. Supongo que es por eso que escapé en la mañana, porque me sentía como si hubiese cometido un error y no me refiero a hacer el amor contigo. Me había olvidado de todo por primera vez en meses.

— ¿Por qué no me lo dijiste? — Jonghyun le preguntó en voz baja.

Taemin resopló una carcajada sin alegría. — Porque soy un idiota. Porque soy estúpido. Porque pensaba que nunca podría ser feliz. Porque me estaba volviendo loco, y porque cuando llegué a casa tu renuncia me estaba esperando. Entonces me asusté un poco más.

— Y esta noche ¿Fue Sodam? ¿No? — Jonghyun sonrió ante la mirada inquisitiva en los ojos de Taemin. — Dijo que estabas celoso. — su sonrisa se ensanchó cuando Taemin se ruborizó furiosamente.

— Cuando entré y tu cabeza estaba en su pecho como si pertenecieras ahí, — dijo con voz temblorosa — Yo estaba tan celoso que apenas podía respirar. Quería romperla con las manos por atreverse a estar sobre tu piel.

Jonghyun se rió de buena gana ante la admisión. — No creo que le hubiera gustaba a mi mamá si se enteraba que lo habías hecho.

— ¿Eh? ¿Qué tiene que ver tu mamá con la sensación que me provocó esa hermosa mujer encima de ti?

— Para empezar, le va a encantar que pienses que es hermosa — se rió Jonghyun. — Y la razón de que mi mamá podría tener algo que decir es que la hermosa mujer es su primogénita.

Los ojos de Taemin se abrieron y sintió que la sangre abandonaba su cara y después se apresura nuevamente dentro de ella. — Oh, mierda. ¿Es tu hermana? — Rodó sus ojos mientras Jonghyun trataba de contener la risa. Por último, empujó al otro hombre con sus dedos. — Basta. Estoy tratando de decirte que Te amo.

— Lo siento, ¿qué dijiste?

— Dije te amo, —repitió Taemin, le gustaba la forma en que las palabras se sentían en su lengua. — Estoy diciendo te amo, Jonghyun. Lo digo en voz alta.

— ¿Estás seguro? Porque yo no quiero volver a sentir lo que he sentido estas últimas tres semanas — murmuró Jonghyun, levantando una mano y acariciando la mejilla de Taemin.

— Estoy seguro. No he estado tan seguro de nada desde hace mucho tiempo — Taemin dijo, su corazón se elevaba en su pecho mientras se inclinaba hacia adelante y besaba a Jonghyun lentamente, un beso lleno de "lo siento" y "Te amo". Él rompió el beso con un suave chasquido y se levantó sobre sus rodillas, empujando a Jonghyun contra las almohadas. — No tienes idea de lo duro que ha sido no tocarte estas últimas semanas. — se inclinó para deslizar sus labios a lo largo de la mandíbula fuerte de Jonghyun. — No besarte, no abrazarte.

— Tengo una vaga idea — respondió Jonghyun, con las manos rápidamente frente a la hebilla del cinturón de Taemin y empujando los pantalones  y los bóxers de algodón suave que Taemin llevaba hacia abajo sobre la curva de su culo.

*************************************************

3 años después...

Envolvió su brazo libre alrededor del hombro de Taemin y lo besó con suavidad en los labios. Cuando su dedo índice encontró la apertura de entre las piernas de Taemin, lo insertó y lo movió en lentos círculos.

— ¿Qué estás haciendo ahí abajo? — le preguntó Taemin en un bajo y plano tono que Jonghyun había escuchado muchas veces antes, cuando su dedo estaba dentro del cuerpo de Taemin.

— Pensé que podría tener un poco de diversión antes de que Jimmin se despertara — dijo Jonghyun, con la esperanza de que Taemin no lo bajara — En realidad, no hemos hecho nada en la cama durante casi una semana — habló con un tono ligero y despreocupado, como si alentara a Taemin a levantar las piernas más alto.

Taemin abrió los ojos y se quedó mirando al techo.

— ¿Ya ha pasado una semana? El tiempo pasa muy rápido con un niño de cuatro años. Los días parecen correr uno tras otro — entonces meneó sus caderas y le dijo: — ah, sí, un poquito a la derecha. Esto está empezando a sentirse muy bien.

Jonghyun besó su mejilla y movió su dedo índice a la derecha.

— En realidad, han sido unos nueve días, pero no estaba realmente siguiendo la cuenta — si hubiera sido honesto en lugar de cortés, habría admitido que lo había hecho, en verdad, lo había estado siguiendo. Había estado marcando pequeños puntos rojos en el calendario de la oficina. Pero quería hilar muy fino, y no quería que Taemin pensara que le estaba exigiendo sexo.

Taemin abrió las piernas más ampliamente y entrelazó los dedos juntos en la parte posterior del cuello de Jonghyun.

— Lo siento mucho, Jonghyun. Pobre bebé. Debes sentirte tan descuidado — gimió en voz baja— Dos dedos, por favor, y sólo un poco más profundo.

Jonghyun se encogió de hombros e insertó el dedo medio junto con su dedo índice. Sabía que Taemin bien podría apretar o relajar los músculos de su ano a voluntad. Esta mañana parecía que los había relajado lo suficiente como para que Jonghyun deslizara su brazo entero en el interior.

— Bueno, sé que estás ocupado con el trabajo y con Jimmin últimamente, además que no he podido quedarme a cuidarlo muy seguido — dijo Jonghyun. No quería que Taemin pensara que estaba celoso de su propio hijo. Pero se había estado sintiendo un poco descuidado, tan egoísta como sonaba.

Taemin acarició la parte posterior de la cabeza.

— Lo siento. Más profundo. Debería estar agradecido porque tengo un hombre tan fuerte, guapo como tú alrededor. Sí, ahora a la izquierda un poco. La mayoría de los chicos me envidiarían —luego frotó la cara de su suave pie contra el muslo de Jonghyun y dijo: — ¿quieres que te lo compense en este momento? Puedes sacar los dedos y poner algo más ahí dentro. Algo grande y duro que me haga gemir mucho.

Jonghyun quitó los dos dedos del cuerpo de Taemin. Estaba tan caliente, que habría follado la almohada para entonces. Pero se encogió de hombros y dijo:

— Sólo si estás de humor. No quiero que te sientas obligado ni nada. — estaba empezando ahora a sentirse culpable. Su voz se apagó al final, pero se obligó a sí mismo a no hacer pucheros.

Taemin se agachó debajo de las sábanas y tomó la erección de Jonghyun. Envolvió sus dedos alrededor del eje y abrió sus piernas tanto como pudo. Sin molestarse en utilizar cualquier lubricante en absoluto, Taemin guió la cabeza de la polla de Jonghyun a su apertura y la insertó con suaves empujes. No fue difícil de hacer; Jonghyun había ya abierto a Taemin con sus dedos y estaba dispuesto a tomarlo todo. Taemin cerró los ojos y jadeó un par de veces. Se mordió el labio inferior y se agarró a la parte posterior de la cabeza de Jonghyun con la otra mano.

Cuando su polla estaba a medio camino dentro, Jonghyun le preguntó:

— ¿Esta posición está bien?

Taemin asintió con la cabeza.

— Me gusta cuando estás encima de mí de esta manera. Puedo mirarte a los ojos y ver tu hermoso rostro.

Cuando Taemin habló de esta manera, los músculos de Jonghyun se tensaron. Empujó con más fuerza hasta que se encontraba dentro tanto como podía ir y su vello púbico estaba en contra de la parte inferior del culo de Taemin.

— No hemos follado en esta posición durante un tiempo.

Normalmente follaba a Taemin al estilo perrito. A Jonghyun le gustaba tomarlo por la espalda y agarrarle de la parte de atrás de su cuello.

Jonghyun empujó con más fuerza, su pene fue más profundo, y besó la parte superior de la cabeza de Taemin.

Taemin levantó las piernas un poco más alto y arqueó su espalda, la polla de Jonghyun creció más rígida y empezó a follar a Taemin tan duro que su cabeza terminó inclinada hacia los lados contra la cabecera.

Una de las cosas que más le gustaba sobre las relaciones sexuales con Taemin era la manera en que lo hacía sentirse tan fuerte y competente, como si fuera el mejor amante del mundo y no hubiera nadie que jamás pudiera compararse. Cuando estaba con Taemin, Jonghyun tenía el mayor pene, el mejor juego de bolas, y el más fuerte cuerpo en la Tierra. Y por la manera en que Taemin gemía y molía sus caderas, Jonghyun sabía que tenía que haber estado haciendo algo bien.

En el momento en que Jonghyun gruñó y le dijo a Taemin que se iba a correr, las mantas estaban en el suelo y las rodillas de Taemin cubrían sus orejas. Y cuando llegó Taemin a su clímax, apenas incluso tuvo que tocar su propia polla para correrse, lo cual Jonghyun sabía que era una señal segura de que había estado haciendo su trabajo como un hombre superior.

Antes de que se retirara, Jonghyun dio un beso a Taemin y este bajó sus piernas para cruzar los tobillos, y luego apoyó los talones en el culo de Jonghyun.

- Tenemos que buscar a alguien que nos ayude con Jimmin – Taemin rodeó el cuello del mayor con sus brazos.

- Si, creo que tienes razón. Voy a llamar a Taeyeon para que nos ayude. Ella debe conocer a alguien.

Taemin no podía creer que su vida había cambiado por completo desde que Jonghyun entró en sus vidas, además que Jimmin adoraba con locura al mayor a quien ya le decía papá. El amor que le tenía a Jonghyun era uno que nunca había sentido con nadie y sabía que el mayor lo amaba de la misma manera.

- Sé que no lo he dicho últimamente, pero te amo.

- También te amo bebé.

 

FIN

Notas finales:

Sigan cuidándose.

Gracias por leer :)


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).