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Cariño, por favor, sé real por Eza-chan

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Notas del capitulo:

¿Se acuerdan de que dije que yo solo quería hacer un mpreg porno?

Sí había quedado claro que este fic manejaría “temas” adultos… ¿verdad?  

(Nopor)

 

Bruce sintió la calidez de los labios de Clark, su piel erizándose y un calorcito en su bajo vientre. Y entonces recordó que no se suponía que lo besara.

Se apartó con rapidez y rudeza, sentándose lo más alejado posible del otro, aun sobre la colchoneta, sin atreverse en ningún momento a ver el rostro de su mejor amigo.

Bruce estaba seguro, él era el que había besado a Clark, no al revés.

¡Era un idiota!

¿Cómo podía molestarle lo que Lex Luthor había dicho de él?

Eres igual que todos los omegas, prefieres restregarte contra todos los alfas que te muestren un poco de cariño…

¿Cómo podía negarlo si era justo lo que estaba haciendo? Clark no lo amaba, solo era cuestión de que tratara con amabilidad a Bruce para que él desarrollara sentimientos hacia él.

¿Bruce estaba sufriendo?

¿Sufría por qué Clark no lo amaba?

No, no, jamás querría que alguien tan… jamás querría que Clark lo amara. Clark merecía ser feliz. Clark se merecía todo.

—Bruce — Llamó Clark provocando un sepulcral silencio en el interior de su mente. —Te Amo— Se giró a mirar a su mejor amigo, encontrándose con el rostro tranquilo del hombre que amaba.

—No— Dijo, aunque no estaba seguro de si lo había susurrado. Como fuera Clark lo había escuchado pues sus cejas descendieron al tiempo que una pequeña arruga aparecía entre ellas. —Tú no me… es tu biología kryptoniana la que…— Clark negó unas cuantas veces con la cabeza.

—Te amo desde antes de todo esto—

No.

—El beta…—

—Ese eres tú, yo dije eso cuando aún creía que eras un beta—

No, no…

Clark no entendía, no debía amar a Bruce, Bruce solo sabía lastimar, no sabía nada de cómo hacer feliz a otra persona.

Clark merecía más que la clase de amor que Bruce daba.

—No lo dije porque espere que sientas algo por mí— Dijo Clark con voz tranquila, como si estuviera en paz con la idea de que él nunca lo amaría.

Bruce tuvo que apartar la mirada.

—¿Quieres que me vaya? — Preguntó Clark con mucha calma, como si esperara algo como esto.

Para cuando giró el rostro de nuevo, Clark ya no estaba.

Él solo quería llorar.

¡Era un idiota!

Nunca quiso decir nada, nunca iba a decir nada. Había aceptado no ser más que el mejor amigo de Bruce, es todo.

Pero entonces Bruce lo besó y no, no era que ese beso perfecto (únicamente de labios tocando labios) lo hubiera hecho creer que Bruce podía sentir lo mismo que él, simplemente rompió algo dentro de sí, como si de una llave maestra se tratara, abriendo una puerta que Clark juró mantener cerrada.

Y lo había dicho.

Lo había arruinado todo.

Clark se acostó sobre la cama en la Fortaleza de la Soledad, en posición fetal.

De verdad había pasado.

Bruce lo había rechazado.

Bruce no lo amaba.

Mi omega no me quiere.

De repente sintió como si no pudiera moverse, como si no tuviera la energía para hacer otra cosa que no fuera respirar. Ni siquiera había energía para llorar, solo sintiendo como el alfa en su interior se retorcía desesperado, aterrado, deseoso del aroma y calidez de su omega, mientras él no se permitía pensar en nada, ni sentir nada.

Dolía, dolía demasiado.

Bruce se levantó de la colchoneta y removió el traje de Batman de su cuerpo.

—¿Y el señor Kent?, ¿se fue ya a trabajar? — Cuestionó Alfred bajando las escaleras de la Baticueva.

¿Qué era lo que Bruce debía decir?

—Voy a bañarme— Ofreció para comenzar su camino lejos del mayordomo que lo había criado.

—Amo Bruce— Llamó Alfred, deteniendo su andar. —¿Está todo bien? —

El mayordomo que era su familia.

El mayordomo que era su padre.

—Dijo que me ama— Soltó en un murmullo, atreviéndose a ver a Alfred, quien se limitó a regresarle la mirada. Y su presa se rompió. —¿Por qué tiene que amarme a mí? — Le preguntó a Alfred, como si él fuera un niño otra vez, que cree ciegamente que Alfred tiene las respuestas de todo. —Él podría tener a quien quisiera— Alfred relajó el rostro.

—El señor Kent puede tener a quien quiera, puede ser, pero lo eligió a usted, Amo Bruce, porque ante todo el señor Kent es un hombre inteligente—

¿Alfred no lo entendía? Clark no debía amarlo.

El amor de Bruce solo lastimaba.

—Tiene que entender que no debe amarme—

—¿Usted realmente quiere que el señor Kent no lo ame? —

Clark solo estaba confundido, había creído ver algo en Bruce que simplemente no estaba ahí.

—¿Realmente quiere que el señor Kent crea que usted no quiere ser amado por él? — Sintió que todo en él se detuvo.

“…él no tiene idea de que me gusta y aun si lo supiera, no le gusto de esa forma.” Le había dicho Clark, como si creyera que era imposible que él…

—¿Qué hacen aquí abajo? — Cuestionó Dick, atrayendo su atención hacia él bajando las escaleras.

—Buenos días para ti también Dick— Saludó a su hijo mayor. Dick lo miró un poco confundido, para luego volver a sonreír.

—Buenos días— Contestó enérgicamente. —¿Tú y Clark durmieron aquí abajo? —

—Sí, Alfred trató una herida en mi pierna y me quedé dormido aquí abajo con Clark— Dick asintió echándole una miradilla discreta a la venda en su pierna.

—¿Y ya estás bien? —

No.

—Sí, no deberías prepararte para la escuela, se te hará tarde—

—Bueno— Dijo alargando la “E” y en un curioso tono cantado patentado por Dick, para correr a las escaleras de la Baticueva.

A él también se le haría tarde si no se apresuraba.

Mantenerse ocupado parecía lo mejor.

No quería pensar en Clark diciendo que lo amaba.

No quería pensar en Clark creyendo que Bruce no lo amaba.

No quería pensar en el Clark que desde un principio supuso que Bruce nunca lo vería “en esa forma” y sintiendo que siempre había tenido razón.

 Brucie actuó con normalidad, sonriéndole a sus accionistas y aceptando o negando nuevas propuestas, firmó documentos, supervisó proyectos, todo parecía un día como cualquier otro.

—¿Cómo estás Bruce? — Saludó Lucius con un corto apretón de manos una vez que la reunión con los accionistas acabó.

—Muy bien, Lucius, ¿qué tal tú? — El hombre sonrió con un pequeño asentimiento de cabeza.

—¿Podríamos hablar en privado? — Brucie no tenía idea de la razón detrás de Lucius queriendo hablar con él, que él supiera, hoy no tenían ninguna propuesta o proyecto pendiente, de cualquier forma, le sonrió al hombre dirigiendo el camino hacia su oficina.

Ni bien entrar, se acomodó detrás de su escritorio, tratando de ignorar la punzada procedente de la herida en su pierna.

—Bruce— Llamo Lucius, acomodándose en una de las sillas frente a él, hablándole en voz baja y afable como si él fuera un animal que Lucius temiera asustar. —De verdad, ¿cómo estás? — Brucie sonrió con confusión.

—No te entiendo Lucius— El hombre soltó un suspiro cansado.

—Han pasado muchas cosas en tu vida recientemente, primero… — El mayor hizo una pausa como si le estuviera costando demasiado decir lo siguiente. —Primero lo… lo del Joker— Estructuró de forma correcta. —Y ahora lo que pasó en la gala de Lex Luthor— Bruce se permitió sonreírle al hombre preocupado.

—Estoy bien, Lucius, en serio—

—¿Tiene algo que ver ese alfa desconocido con el que sales? —

 “Cuando hago esto Jason y Dick se ríen, creí que tal vez funcionaría contigo también.”

“No hay nada mal contigo Bruce y el que seas un omega no debe justificar la forma en que las personas te tratan y la forma en que el Joker y Luthor te usaron.”

“…quiero que me prometas que tú me dirás cuando tengas problemas para no sentirte culpable o cuando te sientas así sobre tu género secundario.”

“…quiero ayudarte siempre que lo necesites y si para ayudarte tengo que usar tu traje…”

“Déjame hacer esto por ti Bruce… y por Jason.”

“Le dije a Perry que tenía una emergencia familiar y entendió.”

“Estuviste increíble.”

“Porque Bruce es un héroe… Y es mi héroe también.”

“Todo es solo porque te apreciamos.”

“Estoy vivo gracias a ti Bruce, tú me salvaste… “

Bruce fingió que tenía saliva que tragar, aunque no había, solo un nudo en la garganta y lágrimas no derramadas que debían regresar a su lugar de origen.

“Te Amo”

—Sí— Dijo por lo bajo, ante lo cual Lucius lo miró totalmente complacido.

—Mi esposa dice que se nota que te ama mucho, yo no entiendo en que se basa— Dijo el hombre animado. —Pero confío en ella y estoy muy feliz por ti—

…pero lo eligió a usted, Amo Bruce.

Y él solo había hecho que Clark creyera que él nunca podría amarlo.

Quería a su alfa.

Bruce marcó al celular de Clark, siendo de inmediato mandado a buzón. Con un poco de investigación aquí y allá, descubrió que Clark ni siquiera se había presentado a trabajar…

¿Dónde estaba?

¿Le había pasado algo?

Fue ahí que Flash mandó una alerta. La Liga de la Justicia tenía trabajo. Todos respondieron la alerta, menos Superman.

Batman actuó en automático, se concentró en elaborar un plan y acabar con el enemigo, se movió con agilidad y dio órdenes sin errores.

Superman nunca apareció.

Una vez la crisis resuelta, Diana y Shazam fueron los primeros en preguntar.

—¿Dónde está Superman? — Cuestionó Shazam al aire.

—¿Le contestó a alguno?, Batman, ¿te dijo algo? — Preguntó Diana en su dirección. Y él estaba muy ocupado peleando con la cosa en su garganta que no lo dejaba tragar saliva correctamente, por lo que solo negó con la cabeza.

—¿Le habrá pasado algo? — Quiso saber Linterna verde.

—¿Estará en alguna pelea?, ¿necesitará ayuda? — Soltó Flash.

—Yo me encargo— Exclamó cortando todas las preguntas de sus compañeros.

—¿Deberíamos buscarlo todos? — Aportó Cyborg, desplegando una de sus pantallas holográficas, muy dispuesto a comenzar.

—No, yo lo haré— Ordenó, para subir al BatWing sin esperar respuesta.

—Clark— Llamó al tiempo que se quitaba la máscara, ni bien llegó a la Fortaleza de la Soledad.  Clark nunca ignoraría su deber… mucho menos solo por lo que Bruce había hecho.

Básicamente rechazaste su amor.

No, no, creer que Clark no había aparecido por él era darse mucha importancia.

Caminó por la Fortaleza de la Soledad con seguridad, él conocía este lugar perfectamente, sabiendo la localización exacta de la habitación que Clark había destinado como “suya”, se dirigió hasta ella, hasta encontrarse frente a la puerta fácilmente reconocible como alienígena.

Se tomó un momento para que su caótica mente guardara silencio y abrió la puerta.

—Clark— Llamó justo antes de notar al alfa sobre la cama, con su uniforme aún puesto y en posición fetal, dándole la espalda. Clark no hizo ni ademán siquiera de girarse a verlo.

¿Tan molesto está?

Eso fue lo primero que su mente aportó, pero algo no estaba bien.

—Clark— Insistió una tercera vez, permitiéndose caminar hasta la cama, rodeando la cama hasta poder ver al otro de frente, encontrándolo despierto, pero con la mirada en la nada.

Clark no había hecho ningún ruido, su cuerpo no había hecho ningún movimiento y sus ojos no se centraban en nada, era como cuando su instinto alfa se apoderaba de él al dormir, pero peor.

—¡Clark! — Llamó, apresurándose a tocarlo del hombro, logrando que los ojos azules del alfa se centraran en él, para adquirir un gesto de reconocimiento y atraerlo hasta él, obligándolo a sentarse en el borde de la cama y poner su rostro en contacto con el cuello del cuerpo contrario, mientras unas manos se enredaban en su cuello y hombros.

Escuchó suaves gimoteos salir de la boca de Clark, por lo que se apartó de inmediato, pero el hombre no estaba llorando, solo parecía sentir dolor y además de lucir desesperado por abrazarse nuevamente a él, parecía como si el alfa en él hubiera tomado el control.

¿Qué estaba pasando?

Colocó una mano en el rostro de Clark, gesto ante el cual respondió pegándose lo más posible, como si no pudiera vivir sin el toque de Bruce… ¿Cómo si no pudiera vivir?

¿Esto era la naturaleza Kryptoniana de Clark actuando de nuevo?

¿Era por la vinculación emocional?

Una cosa era que Clark dijera que lo amara, pero otra muy diferente era el instinto alfa de Clark reconociendo a Bruce como su futuro omega.

Si un alfa kryptoniano sentía que su omega lo estaba rechazando, ¿Qué ocurriría?

Si Clark podía morir si no estaba en presencia de Bruce, ¿sentirse rechazado podía también…?

Pudo… él pudo…

Se apartó de Clark, poniéndose de pie junto a la cama, escuchando un nuevo gimoteo, gutural y doloroso, al tiempo que el alfa se sentaba al borde de la cama, sin dejar de mirarlo en ningún momento, pareciendo suplicarle con la mirada.

Que no lo abandonara.

Que no lo rechazara

Que lo amara.

¿Por qué Clark tenía que amarlo a él?

Se acercó a Clark, envolviéndole el rostro con sus manos, uniendo sus frentes, sintiendo las manos de Clark sobre sus caderas y permitiéndole a sus ojos desbordarse.

—Yo también te amo— Susurró.

Sintió como si dos gotas de lluvia hubieran caído en su rostro, se sentía ligero, como si tuviera que estar feliz, porque había experimentado lo mejor que le pudo pasar en la vida…

Su omega…

—¿Bruce? — Llamó al tiempo que su cerebro finalmente había decidido decodificar el mensaje enviado por su retina, Bruce estaba de pie junto a él, sosteniendo su rostro entre sus manos y con un constante camino de lágrimas saliendo de sus ojos.

¿Había hecho algo mal?

Bruce lloraba.

—¿E-estás herido? — Preguntó al instante, notando la negación con la cabeza.

Clark recordaba… Clark recordaba que le había dicho a Bruce que lo amaba… y entonces… ¿Entonces qué?

Y Bruce (sacándole de su lucha mental) redujo la distancia entre ellos, moviendo su rostro hasta el de Clark, obligándolo a él a acercar el propio gracias a las manos que acunaban su rostro, besándolo en los labios, provocando un satisfactorio calor recorriéndolo por completo, exigiéndole el encuentro de sus lenguas, cosa a la que no se negó (jamás podría ni querría).

Bruce cortó el beso de golpe, dejándolo con respiración agitada y sintiéndose como grenetina hidratada.

Más. Rogó su alfa.

—No…—

—¿No? — No entendía, entre Bruce hablando a medias y su ya de por sí confusa mente, atontada gracias al beso.

—Cuando dijiste… No quería que te fueras, no quiero que te vayas— Le murmuró Bruce.

¿Clark quería llorar?

Bruce se movió, acomodándose sobre su regazo, tomándolo por sorpresa y arrancándole un suspiro al provocar una placentera fricción entre su trasero y el miembro de Clark.

Sintió como las manos, previamente en su rostro, rodeaban su cuello y nuca, Bruce acercó su rostro hasta su oreja, haciéndolo estremecer al sentir la cálida respiración.

—Te amo— Le susurraron para ser nuevamente besado, esta vez con aún más desesperación.

Y deseo.

Bruce acababa de decir… Bruce…

¡Lo amaba!

Su boca fue atacada por una lengua experta en lo que hacía, mientras el discreto movimiento de caderas de Bruce terminaba de despertar a su miembro por completo, generando descargas de placer que se unían en su estomago con las generadas en su boca.

El beso fue terminado de la misma forma en que inició y para cuando Clark sintió que sus neuronas podían articular algo más que “Bruce nos ama”, el dueño de su corazón ya se encontraba hincado frente a él y Clark solo supo dejar que la parte inferior de su traje fuera ligeramente removida dando espacio a que su pene fuera liberado de su jaula, para ser atrapado por una cavidad mucho más cálida y húmeda. La boca de Bruce.

Gracias a los besos que acababan de compartir, Clark había conocido el talento de la lengua de Bruce, pero ni siquiera eso lo preparó para la forma en que su miembro comenzó a ser estimulado, arrancándole un gemido, (y podía ser que otros tres más).

—Bruce…— Dejó escapar como en un suspiro, experimentando la acumulación de placer en su pene, sintiendo lo cerca que estaba la explosión inminente.

Pero las sensaciones se detuvieron de golpe.

Clark vio a Bruce ponerse de pie y luego comenzar a desvestirse.

Y Clark, si bien antes había visto a Bruce así, nunca se había permitido disfrutar la vista, la piel cubierta de cicatrices, los músculos tensos, lo rosado de los pezones… y su cerebro terminó por irse de vacaciones cuando la ropa interior desapareció.

Bruce era hermoso.

Bruce era jodidamente sexy

Bruce…

Clark se puso de pie junto al hombre que amaba, dejando una caricia, desde su hombro, hasta descansar la mano sobre la cadera del mismo lado, para (sin poder controlar más su instinto), recostarlo sobre la cama con ayuda de su super velocidad, exaltando un poco a su casi amante.

Las mejillas de Bruce se veían del mismo color que sus pezones y sus labios (inflamados después de dedicarse a besar por tanto tiempo), Clark quería uno de esos botones en su boca.

Se colocó sobre Bruce sosteniéndose con sus brazos, buscando no dejar caer su peso sobre el otro y aún con los pies tocando el suelo, dejando una caricia en el rostro de Bruce con la nariz, descendiendo hasta atrapar uno de los botones rosados con sus labios, intercalándose entre lamer y succionar, sintiendo una oleada de placer al escuchar el gemido exhalado de… su omega.

Liberó una de sus manos de su tarea de sostener su peso, para bajar, sintiendo la tersa piel adornada con cicatrices, hasta llegar a la mojada entrada de Bruce, robándole un nuevo gemido, pero está vez con mayor volumen. Introdujo un dedo con facilidad, cambiando el pezón atacado.

—Clark— Lo nombraron y él decidió que otro dedo era necesario. —Clark— Volvió a escuchar, sintiendo que solo quería esconder el rostro en el cuello de Bruce. Introdujo un tercer dedo, arrancando un quejido de dolor, más que uno de placer.

Sacó sus dedos y alejó sus labios del pecho de Bruce.

—¿E-estás bien?, ¿Te lastimé? — Bruce lo miró como si casi estuviera sorprendido y negó con la cabeza.

—Está bien, puedes continuar— Dijo Bruce y de repente él no sabía qué hacer exactamente. —Clark— Lo llamaron, ¿había pasado mucho tiempo sin hacer nada?, sintió sus mejillas enrojecer. —¿No te quitas la ropa? — Usando sus piernas como palanca y con ayuda de su brazo, se enderezó, para deshacerse del traje.

Una vez totalmente desnudo, se permitió ver a Bruce, recostado en medio de su cama, completamente desnudo con mejillas rojas al igual que la parte superior de su pecho, piernas lo suficientemente separadas, como para permitir a alguien en medio de ellas y con la vista atenta en su dirección, escudriñando cada centímetro del cuerpo de Clark.

Le gustaba lo que veía, ¿verdad?

Tragó saliva, volviendo a colocarse sobre Bruce, sin dejar caer su peso sobre él, justo como antes.

Bruce movió su mano dominante sobre la cama, hasta alcanzar una de las almohadas ahí presentes, colocándola debajo de él, logrando que sus caderas quedaran un poco elevadas.

¿De verdad iban a llegar hasta el final?

Clark sintió a Bruce envolver su pene con una mano, moviéndola unas cuantas veces, de arriba a abajo, haciéndolo soltar un gemido con sorpresa.

—C-condones, no tengo— Recordó de golpe, sin estar seguro de dónde había salido aquel pensamiento, porque de su cerebro no, ese no existía, no estaba.

—Está bien— Murmuró Bruce, para después dirigirlo hacia su entrada, separando un poco más sus piernas.

—Bruce— Soltó, con el rostro muy cerca del de su mejor amigo, respirando el mismo aire, a la vez que experimentaba la calidez que la entrada de Bruce transmitía justo sobre su glande, para ser exhortado a entrar con una mano jalándolo desde su cadera. —Bruce— Volvió a exclamar él, tiñendo sus palabras con placer, escuchando a Bruce suspirar desde el fondo de su pecho.

Y Clark no pudo evitar mover su cadera, hasta que la piel de su pelvis chocara con la piel contraria.

¡Dios!, ¡Se sentía tan bien!

¿Podía moverse?, quería moverse.

Necesitaban moverse.

Buscó los ojos contrarios, implorando en silencio por permiso, ante lo que Bruce se limitó a empujarlo con la misma mano que se había mantenido en la cadera de Clark, permitiéndose sacar su miembro con torturante lentitud.

Rápido. Exigió el alfa en su interior, deseo al que él se negó testarudamente.

La mano en su cadera continuó dirigiéndolo, jalándolo nuevamente y Clark fue envuelto una vez más por la húmeda calidez de Bruce, un gemido se fugó de entre sus labios, al tiempo que sus caderas chocaban con las ajenas, generando un sonido de chapoteo.

Y de repente la mano en su cadera estrujo su piel con fuerza (no dudaba que la acción habría causado daño si no fuera por su naturaleza kryptoniana), Bruce hecho la cabeza para atrás y gimió audiblemente.

Clark de repente ya no tenía la fuerza de voluntad para negarle nada a su naturaleza alfa, y terminó comenzando con un vaivén, siendo ahora él quien dirigía la mano en su cadera, arrancándole más y más gemidos a Bruce, sintiendo como la piel en contacto con Bruce comenzaba a humedecerse por el lubricante natural del omega.

Mi omega.

—Clark— Escuchó entre los otros sonidos que Bruce y él generaban y que estaban lejos de ser palabras. Acercó sus labios a una de las orejas de Bruce, dejando un beso un tanto torpe.

—Te amo— Balbuceo entre respiraciones jadeantes, para que al instante la mano en su cadera desapareciera, reapareciendo en su rostro, junto con la otra que le pertenecía a Bruce, las cuales manejaron su rostro hasta colocarlo frente al de su amante, casi pudiendo sentir los labios ya no tan ajenos sobre los propios, pero justo antes de que la acción fuera concretada (un añorado beso) Clark pudo sentir, más que escuchar, dos cortas palabras sobre sus labios.

“Lo siento”

Y antes de que su cerebro fugado pudiera volver, descifrar y procesar aquellas palabras, fue besado, acallando los ruidos saliendo de su boca y de la contraria, dejando como único protagonista el sonido de sus caderas chocando.

Sintió su corazón latir más fuerte, el calor apoderándose de su cabeza y de su bajo vientre, sintió a Bruce apretarse más a su alrededor, alejándose de él para gemir de la forma más erótica que Clark había visto hacer a alguien.

Y una explosión de placer se apoderó de Clark, impidiéndole continuar moviéndose, pero buscando estar lo más profundo que pudiera dentro de su omega, alcanzando el orgasmo, solo segundos después de que lo había hecho su amado.

Bruce lo amaba.

Clark había enredado uno de sus brazos alrededor de la cintura de Bruce y después de eso se había quedado dormido.

Después del sexo Clark se había encargado de limpiar el semen y todos los demás fluidos corporales compartidos, además de hacer un cambio de sabanas (Bruce tenía que admitir que incluso para ser “Superman” eso había sido… super).

Y no estaba seguro de cuando había pasado de eso a ser este hombre adorable en el que se convertía cuando se quedaba dormido, aferrado a Bruce.

Y ahora, con la mente fría y sin Clark para distraerlo, su mente inició un colapso masivo.

¿Qué había hecho?

¿¡Qué había hecho!?

Le había dicho a Clark que lo amaba.

Había tenido sexo con él.

Quería vomitar.

Bruce no era la clase de persona que Clark debía amar, no era la clase de persona con la que Clark podía aspirar a ser feliz.

Se sentó al borde de la cama, recordando en el momento el brazo de Clark enredado en su cintura, colocó su mano sobre la del alfa

Clark lo había mirado incrédulo, pero sin poder ocultar su felicidad cuando Bruce le dijo que también lo amaba, le dio todo el control mientras tenían sexo, preguntó si lo había lastimado, preguntó si estaba bien (justo como había imaginado) …

Clark lo veía como si Bruce fuera alguien realmente especial, como si Bruce fuera único.

Clark le había susurrado al oído que lo amaba.

Clark lo amaba.

Clark lo miró con un brillo diferente en la mirada… como si Bruce fuera todo, como si Bruce lo hiciera realmente feliz.

No quería lastimar a Clark.

Bruce sintió su vista nublarse y los ojos calientes girándose de golpe y abrazándose al hombre junto a él, buscando refugiarse bajo el cuerpo del… de su alfa, terminando por despertarlo ante la brusquedad con la que se había aferrado a su cuerpo.

—¿Bruce? — Llamó adormilado y confundido y él solo atinó a esconder el rostro con más ahínco en el pecho de Clark. —Hey, ¿estás bien?, ¿fue una pesadilla? — Siguió preguntando Clark, pero él no podía hablar, estaba muy ocupado tratando de dejar de llorar. —¿Bruce? — Creyó que tal vez Clark lo apartaría de sí, obligándolo a verlo a los ojos (no era como que Clark no pudiera hacer aquello), pero en lugar de eso, terminó recibiendo caricias en la espalda y un beso en la cabeza, seguido de un ligero masajeo sobre la misma, proporcionado por lo que parecía ser la barbilla de Clark. —Aquí estoy Bruce, contigo—

Claro que Clark era así de perfecto.

—Lo siento— Balbuceó sin lograr que los sonidos que salieron de su boca pudieran ser reconocidos como palabras. Inhaló profundo buscando calmar su respiración entrecortando los casi sollozos que querían escapar de sus labios. —Siento haberte hecho sentir que no debías decirme nunca que me amabas, siento haberte hecho sentir que yo nunca podría amarte — Dejó de esconder su rostro contra el pecho ajeno topándose con enormes y vulnerables ojos azules.

Y Clark parecía un poco triste y un poco avergonzado y un poco culpable, para sonreírle mientras negaba con la cabeza.

—No fue…—

—No respondías— Dijo logrando por fin que sus ojos dejaran de producir lágrimas, haciendo que Clark frunciera el ceño levemente, en confusión. —Como cuando tu alfa tomaba el control mientras dormías— Y el rostro de Clark se congeló.

—Reaccioné como justo después de que te…— “Mordí”. —Como cuando estamos separados… entonces, ¿crees que pude haber muerto si tú no hubieras aparecido? — Bruce se permitió un ligero asentimiento de cabeza.

Y Clark de repente se notaba muy incómodo, como si quisiera estar lo más lejos posible de él, como si quisiera esconderse, rompiendo el abrazo y sentándose luciendo muy apenado.

—L-lo siento, Bruce, yo no…— Y ahí terminó de entender su error.

—No, Clark… — Comenzó, sentándose igualmente.

¿Clark pensaría que solo había dicho que lo amaba por miedo a que lo que pudiera hacer su naturaleza kryptoniana?

—Te amo desde antes— Se apresuró en decir, deteniendo cualquier otra disculpa tonta que fuera a salir de boca de Clark. —No te dije que te amo solo porque creyera que si no lo decía podías morir, de verdad te amo— Esperaba haber acallado la mente de Clark con eso. Ahora con la total atención del alfa que amaba, continuó. —No quería decírtelo— ¿De verdad iba a explicarle? —No quiero lastimarte— Susurró. —Quiero que seas feliz y no sé si yo…— Clark arrugó el entrecejo mirándolo con ojos claros y brillantes para abrazarlo contra él, sintiendo como aspiraban su aroma (justo como otros alfas lo habían hecho, pero sin provocarle ningún sentimiento negativo) y permitiéndose aspirar el aroma de Clark, mientras se preguntaba si de verdad él debería poder sentirse así de amado. Si de verdad él podía hacer que Clark se sintiera así de amado, si de verdad, tal vez, él podía hacer feliz a Clark.

Su mejor amigo se paró frente a él, (con camiseta vieja y pantalonera puestas) con un vaso con agua y una taza humeante en la otra, sin volver a preguntar la razón de sus lágrimas y tiempo después de ofrecerle una pantalonera y sudadera a juego a él, prendas que ahora portaba y justo después de que Bruce le explicara lo que había pasado con la misión de la Liga.

—¿La misión salió bien entonces? — Bruce asintió, tomando el vaso con agua que Clark le estaba entregando. —Solo tengo agua y té instantáneo— Explicó, mientras él se permitió darle tres cortos tragos al agua, para luego aceptar la taza con la bebida caliente. —Alfred estaría decepcionado de mí, ¿verdad? — Cuestionó Clark en un tono entre divertido y honestamente preocupado, haciéndolo sonreír.

—¿Por el té instantáneo? — Clark asintió. —Por supuesto— Afirmó él, dando un sorbo cuidadoso a la bebida que decepcionaría a Alfred. Clark soltó una leve risilla, para hacer un curioso sonidillo de susto.

—Estás sangrando— Dijo apuntando a la mancha roja en la pantalonera, justo a la altura de su herida.

—Oh— Exclamó él, para parpadear y ver a Clark desaparecer, volvió a parpadear y el otro estaba de vuelta con un botiquín en manos.

—Sube las piernas— Le ordenó, para que Bruce cambiara su posición de estar sentado al borde de la cama, a subirlas a esta.

Pensó en decirle que no era necesario, ¿Qué más daba un poco de sangre? Pero se limitó a obedecer lo que le ordenaron (pidieron).

Clark se sentó junto a él, a la altura de sus piernas y comenzó a arremangar la pantalonera, procediendo a quitar el vendaje (que no podría volver a ser utilizado). Clark fue muy cuidadoso, tratando de no lastimarlo, usando un poco de solución para despegar la gasa pegada debido a la sangre seca (Alfred era muy diestro en estos menesteres, pero tendía a ser un poquito agresivo cuando se molestaba con Bruce el desinteresado en sus propias heridas).

Su herida fue limpiada con amabilidad, haciendo que Clark realizara un leve chasquido de lengua.

—Se soltó un punto— Le dijo sin apartar la vista de la herida. Bruce miró el pequeño botiquín y con un poco de estiramiento lo acercó a su cuerpo, comenzando a remover los utensilios presentes hasta encontrar tela adhesiva.

Este botiquín estaba bien dotado, pues de la misma forma logró encontrar unas tijeras. Regresó a la tela adhesiva arrancando un pequeño pedazo que dobló con destreza, con el lado del pegamento hacia afuera, recortó un pequeño triangulo, generando una clase de corbatín, que terminó por colocar sobre la zona donde anteriormente había un punto de sutura.

—Ya está— Le dijo a Clark, quien lo miró con sospecha.

—Haces esto muy seguido, ¿verdad? —

—Alfred lleva mucho tiempo decepcionado de mí, tranquilo— Clark le sonrió con ojos claros y alegría auténtica, mirándolo como si Bruce fuera todo lo que él esperaba y más.

Como si Bruce fuera todo lo que necesitaba.

Clark lució como si hubiera recordado algo y lo siguiente que Bruce sabía era que ahora estaba junto a él con un plato en mano con un par de sándwiches de mermelada y mantequilla de maní.

—No hemos comido nada y… esto es lo único comestible que tengo, después de comer deberíamos irnos a la mansión, si nos vamos ahora llegaremos para la cena— Informó Clark.

No, él no tenía hambre, pero igualmente tomó uno de los sándwiches, dando una pequeña mordida, sintiéndose observado por Clark.

—Bruce— Se giró a mirar al alfa que amaba.

—¿Puedo besarte? —

No estaba seguro de cuantas veces había besado a Clark, habían incluso tenido sexo y el hombre le acababa de pedir permiso para besarlo.

—No, tengo mermelada, mantequilla de maní y pan por toda la boca—

—Por favor— Pidió mirándolo con ojos añorantes, pudiendo perfectamente competir con los ojitos tiernos que le ponían Dick y Jason.

¿Por qué era que Clark lo amaba?

Asintió una sola vez con la cabeza y aceptó el casto beso sobre sus labios, pudiendo percibir la sonrisilla boba de Clark, al tiempo que lo besaba.

Una vez el besó acabó, Clark se abrazó a él, acercándose a su oído para susurrarle.

—¿Saldrías conmigo? —

Bruce trató de recordar si alguien le había hecho esa pregunta alguna vez, pero no.

Sé mi omega.

Vincúlate conmigo.

Pasemos tu siguiente celo juntos.

Esas sí las había escuchado, incluso estaban los que tenían sexo con él y parecían creer que eso bastaba para armarle escenas de celos o exigir que no hablara con otros alfas (omegas o betas).

¿Bruce de verdad merecía a Clark?

Jason estaba de brazos cruzados y con el puchero más marcado que Bruce le había visto nunca, Dick trataba de imitar a su hermano menor, pero a ratos la risa quería apoderarse de él, Dick no era muy bueno escondiendo sus sonrisas (Bruce agradecía aquello infinitamente).

—¿Dónde estaban? — Exigió saber Jason como todo un pequeño alfa demandante, se veía adorable. —Dick— Exigió algo que Bruce no alcanzó a entender. Ante lo cual su hijo mayor dejó de fracasar en eso de ocultar su risa, parándose derecho y cruzándose de brazos

—La Liga de la Justicia terminó sus actividades de rescate hace mucho. Tuvimos que cenar solos, estábamos muy preocupados— Bruce se preguntó a quién era que Dick imitaba con tan elocuente regaño, ¿sería su madre?, ¿su padre?, ¿ambos?

—Fue mi culpa, lo siento— Comentó Clark, avergonzado… ante niños que no se suponía los regañaran a ellos. Jason hizo más presión en sus brazos y Dick volvió a tratar de tragarse su risa.

—En realidad, fue mi culpa, yo soy el que lo siente— Dijo él, haciendo que Clark lo mirara como si quisiera explicarle las mil y una razones de porque esto no debía recaer en Bruce, mientras Jason dejaba caer sus brazos a los lados de su cuerpo haciendo desaparecer su pucherito y Dick dejaba de sonreír para comenzar a notarse muy sorprendido.

—¿Ya cenaron, amo Bruce? — Cuestionó Alfred, permitiéndose hablar por primera vez, aprovechándose del silencio. Ante la pregunta, Jason soltó un ruidillo de indignación.

—¿Se fueron a cenar fuera sin nosotros? — Exigió saber con las manos en puños a la altura de su pecho.

—¿¡Tuvieron una cita!? — Exclamó Dick, siempre logrando ser más escandaloso que su hermano.

—¿Una cita? — Cuestionó Jason en dirección a su hermano.

—No recuerdas que Bruce dijo que si nosotros estábamos no era una cita, entonces si fueron solos…— El menor no pudo terminar para cuando Jason logró entender.

—¡Tuvieron una cita! — Y ya no les estaban preguntando.

—No, Alfred, no hemos cenado— Decidió contestar, apagando los ruidillos de emoción de sus hijos.

—Iré a servirles entonces, con permiso— Dijo Alfred alejándose en dirección a la cocina.

—¿Entonces no tuvieron una cita? —

¿Qué se suponía que dijera?

No, solo tuvimos sexo.

Posible, pero no era lo que quería decirles a sus hijos en este preciso momento, Bruce aún no terminaba de entender todo lo que estaba pasando entre Clark y él. Amaba al hombre y él lo amaba, abrazó y se dejó ser abrazado, besó al otro, infinidad de veces y hasta le instó a tener sexo (sí, no iba a fingir que no había iniciado él eso de tener sexo).

Su omega vibraba con emoción como puberta con su primer amor, susurrando “mi alfa”, con infinita devoción, cada vez que siquiera hacía contacto visual con Clark.

No era de los que creía en comportarse con los niños como si el sexo no existiera en el mundo o como si él no lo tuviera, no se trataba de eso.

—Uhm…—

—¿Y si vamos a comprar nieve después de cenar? —Sugirió Clark atrayendo la atención de los menores, alejándolos de pensamientos sobre la no relación entre Bruce y Clark… no, haber… Bruce y Clark TENÍAN una relación… o algo así.

Clark le sonrió no como si Bruce lo hubiera decepcionado al no explicarle a sus hijos (con orgullo impregnando sus palabras) que él y Clark habían comenzado una relación, si no con esa calidez y amabilidad que siempre cargaba en ambas manos.

Mi alfa es perfecto.

¿Qué?, ¿eso lo pensó él?

—¿Sí podemos? — Lo cuestionaron sus hijos con sonrisas añorantes.

¿Para qué estaban pidiendo permiso?

Miró a Clark, quien alzó las cejas como si lo instara a hablar.

La… la nieve, ¡sí!

—Sí, vamos— Concedió él. —Será nuestra disculpa por no llegar a tiempo a cenar juntos—

—¿Aceptan nuestra disculpa? — Preguntó Clark, ante lo cual los niños se miraron el uno al otro, sonrieron.

—¡Bienvenidos! —

—¡Los extrañamos! — Y los menores se lanzaron a abrazarlos.

Dick lo abrazó a él y Jason a Clark, para (con una coordinación que el entrenamiento les había permitido desarrollar) intercambiar el adulto.

Jason lo abrazó sin miedo y con autentico cariño, hundiendo su cara contra el abdomen de Bruce.

—Oh— Exclamó su hijo menor, alejándose un poco, pero sin romper el abrazo del todo.

—¿Qué pasa? —

—Hueles como Clark— No, su rostro no se sentía caliente, para nada. —Me gusta—

—Vas a ir Alfred, ¿verdad? — Cuestionó Dick.

 

Extra:

Clark sintió una presencia agresiva y demandante, giró el rostro con un poquito de miedo encontrándose con una Lois de manos en las caderas y mirada penetrante.

—¿Cómo que estás saliendo con Bruce Wayne y no me dijiste nada? — Cuestionó la alfa de forma mordaz y él se apresuró a ponerse de pie, preguntándose si tal vez alguien los había escuchado… que ahora que lo pensaba no era como si el conocimiento de “Clark Kent sale con Bruce Wayne” fuera un secreto, no después de ser publicado en todos los periódicos y revistas de Metrópolis y Gótica.

Clark estaba muy ocupado pensando en por qué Bruce había lucido algo decaído esta mañana, no había tenido tiempo de pensar en Lois atacándolo desde tan temprano.

—Yo… no es… ¿podemos hablar en un lugar más privado? — Terminó por susurrarle a la mujer, la cual de inmediato lo tomó de un brazo dirigiéndolo hasta el baño vacío de los alfas.

—¿Entonces? — Y una enorme sonrisa con todos los dientes se volvió la protagonista del rostro de Lois. —¿Le dijiste que lo amas?, ¿le regalaste flores como te dije? —

—No— Dijo cortando el discurso emocionado de su amiga, sintiéndose como un alfiler que pincha un globo sacándole el aire. —No estamos saliendo en realidad, es solo que Luthor cree que sí— Lois frunció el ceño, entre molesta y devastada.

—¿Por qué? —La razón detrás era más un tema personal de Bruce que de Clark, pero… Lois era su amiga…

—Solo no le digas a nadie— La mujer asintió, entendiendo que esa era la advertencia antes de obtener su respuesta. —Luthor le pidió a Bruce que se vincularan— Y la cantidad de esclera que veía en los ojos de Lois aumentó.

—¿Qué? —

Clark sentía que el alfa en su interior vibraba de nuevo pidiéndole ir en busca de Luthor, del alfa que había creído que podía tener a “Su” omega. Movió ligeramente su cabeza tratando de apartar las emociones de su instinto.

—Y para que no siguiera insistiendo Bruce le dijo que estaba saliendo conmigo— Bueno, en realidad solo dijo que pasarían un celo juntos y posteriormente Luthor sacó sus propias conclusiones. —Eh… algo así—

—¿Me estás diciendo que Bruce Wayne rechazó a Lex Luthor y le hizo creer que fue por ti? —

—¿Sí? —  Ay, no… había dicho todo mal y Lois le exclamaría las 20 y una razones del porqué Bruce era la peor persona del…

Y de repente Lois soltó una carcajada.

—Luthor se quedó pensando que ni con todo su dinero pudo ganarle a un reportero— Más carcajadas.

Oye… sí.

Clark sintió que podía reír un poco, más contagiado por Lois que otra cosa, porque aquello solo le hacía recordar que en realidad Bruce no salía con él y Bruce solo prefería decir que salía con un “Reportero” a tener que salir con Luthor.

Y entonces la risa ajena se fue apagando de a poco, hasta que su amiga se quedó pensativa. Conocía esa expresión en el rostro contrario, Lois estaba llegando a una conclusión que estaba generando escalofríos en Clark de solo imaginarla.

—Villa Chica— Llamó la mujer sin verlo a los ojos, con la vista clavada en el suelo. —Yo…. Te prometo que no voy a usar esta información, no usaré lo que me digas para hacer un reportaje, pero necesito que me contestes— Suplicó la mujer con ojos angustiados. Clark no asintió, pero le dejo ver que la escucharía. —Mis informantes me dijeron que Lex Luthor siendo el responsable del ataque hacia la Liga de la Justicia y el intento de asesinato de Superman durante la gala, no es lo único que se descubrió ese día—

Clark siempre supo que Lois era excelente recabando información.

—Hay rumores de que lo que pasó con el Joker y Superman y… — La mujer dejó el nombre de Bruce flotar en el silencio. —¿Eso también fue obra de Luthor? —

“Creí que tú lo entenderías… Creí que lo terminarías de entender con un pequeño empujón en la dirección correcta.”

“Lo disfrutaste, ¿no es así?, disfrutaste como Superman casi te violó, mientras todo el país observaba, disfrutaste su mordida…”

Quería golpear a Lex Luthor hasta que quedara irreconocible.

Quería abrazar a Bruce contra sí y decirle cuanto lo amaba.

Asintió con la cabeza, una única vez, sin ver a los ojos a su mejor amiga.

—Ok— Murmuró ella para exhalar bajito y pararse derecha—Clark— Llamó atacándolo con una desbordante determinación. —Voy a encontrar a cada persona en esta ciudad a las que Lex Luthor les haya destruido la vida. Él no va a salir de prisión, eso te lo aseguro—

—Te ayudaré— Contestó.

—Obviamente—

Notas finales:

Babies, si su pareja les dice que no usar condón “Está bien”, si no es Batman, mejor no le crean. ¡Besitos!


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