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Cariño, por favor, sé real por Eza-chan

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Notas del capitulo:

Ni Superman ni Batman me pertenecen.

Oigan, oigan, oigan, ¿¡Cómo que el cumpleaños de Tim es el 19 de julio!?, ¿es esto real?

(No, la duda no tiene nada que ver con la historia)

Clark volvió el pan en pedazos pequeños.

—Lo haces así y entonces lo dejas caer sobre el agua para que los patos se lo coman— Dijo realizando las acciones que explicaba, mientras Conner lo miraba atento, Jason deshacía su pobre pan sin piedad dejando caer muchas migajas sobre el pasto junto al pequeño lago, volteando a ver el pan que Clark sostenía de tanto en tanto, verdaderamente parecía estar tratando de imitar lo que hacía él; por otro lado, Dick quitaba un pedacito de pan y lo lanzaba al agua, quitaba otro pedacito y lo lanzaba.

Dick ya había hecho esto antes, Clark estaba seguro, alguien más le había enseñado como, no estaba seguro de si debía preguntar si había sido Bruce o sus padres biológicos.

Vio a Bruce arrancar un pedazo al pan y hacerlo migajas con tranquilidad para luego dejarlo caer sobre el agua, para luego notarse observado y girarse a sonreírle.

Le entregó el pan a Conner, que corrió emocionado a pararse junto a sus hermanos.

—Ese es un pato muy grande— Exclamó Jason de repente dejando de ver el lago y concentrándose en un punto detrás de ellos.

—Ese no es un pato— Expuso Dick y sí, Clark estaba de acuerdo con ello.

—Es un… ¡Ganso! — Nombró Conner correctamente, para ver al ganso caminar con presura en dirección a ellos.

Jason de inmediato se puso de pie, tratando de esconderse tras Bruce, Dick no lució asustado como Jason, pero aún así se puso de pie, tomando a Conner del brazo y alejándose un poco del ganso.

Clark lanzó pedacitos de pan un poco lejos, logrando que el ganso dejara de verlos como su futura cena.

—Miren, por allá hay unas tortugas— Sus hijos que claramente habían sido alterados por la agresiva búsqueda del ganso, voltearon de inmediato en la dirección en que Bruce había apuntado para distraerlos.

—¡Creo que sí puedo verlos! — Afirmó Dick, logrando que Jason dejara de esconderse y para que juntos se apartaran un poco de ellos, buscando ver mejor a las tortugas.

—Nunca se me habría ocurrido traerlos a alimentar patos y gansos— Comentó Bruce con una sonrisa relajada, al tiempo que él pasaba un brazo por los hombros de su pareja acercándolo a él.

—Oh— Terminó diciéndole él, porque eso le confirmaba que Dick…

—¿Qué? — Cuestionó Bruce y él debía contestar el porqué de su expresión.

—Ah, es que noté que Dick parece haber venido antes, así que entonces quiere decir que…—

—Sí, probablemente vino con sus padres biológicos— Y la expresión de Bruce se volvió solemne y él dejó de sonreír.

—¡Clark, Bruce!, ¿Ya vieron? — Llamó Jason, mientras Dick y Conner reían mirando las tortugas y los patos.

Él hizo ademán de dar el primer paso para acercarse a sus hijos, pero Bruce simplemente no se movió.

Se giró a verlo curioso y Bruce dejó atrás, de inmediato, el gesto que hacía cuando estaba pensando profundamente, para mirarlo a él con atención.

—Ah, sí, vamos— Aceptó su omega, alejándose del abrazo y tomándole de la mano, pero esta vez fue él quien no se movió.

—¿Qué pasa? —

—Nada— Clark se dio permiso de fruncir el ceño porque Bruce estaba siendo muy testarudo (como siempre que algo le molestaba). Bruce casi bufó. —Nada— Clark mantuvo su ceño fruncido y Bruce dejó caer su cabeza hacia atrás discretamente, con frustración, para hablarle lo más cerca que se podía sin verse vulgares en un lugar familiar. —Nada, solo estaba pensando en lo pequeño que era Dick cuando lo conocí y que esa debe ser más o menos la edad que Tim debe tener y luego recordé que en cuatro días debo suspender los inhibidores para cumplir con mi mes de descanso del celo, pero no quiero hacerlo porque no hemos encontrado a Tim— Clark apartó su ceño fruncido.

—Oh—

—Sí, “oh”— Había querido que su omega le explicara lo que le preocupaba, pero debió haber pensado en la posibilidad de que sería algo más privado que no debía ser hablado en medio de una visita para alimentar patos.

—Lo siento, no debí haberte hecho hablar de eso aquí— Bruce asintió dispuesto a continuar con su camino y reencontrarse con los niños. —P-pero, tienes que suspenderlos, no vayas a posponerlo para seguir buscando a Tim, sé que el que esté siendo difícil encontrar información de él es preocupante, pero tampoco puedes saltarte el… descanso, eso sería malo para tu cuerpo— Y Bruce le hizo una miradilla exasperada, para terminar por sonreírle.

—Lo sé, ¿crees que Alfred me lo permitiría?, además estaba pensando que es un buen momento para suspenderlos por completo y quitarme el…— No lo nombró, pero Clark supo que se refería al implante.

Sintió como su rostro adquiría color cuando la felicidad lo atacó de golpe.

Se abrazó a Bruce dejando un beso justo debajo de su oreja izquierda, dejando que esa fuera su respuesta.

Un rotundo sí.

No esperaba a Bruce tensando el cuerpo y alejándose de él con piel erizada.

—Clark— Exclamó a modo de queja. Estaba confundido, nunca había notado que ese lugar en particular le causara tantas cosquillas a Bruce.

Se permitió soltar una carcajada.

—No sabía que ahí te dieran tantas cosquillas— Bruce pasó una mano por la zona antes besada, mirándolo de reojo.

—No son cosquillas— Sí, ahora que lo pensaba había besado a Bruce ahí antes y nunca había reaccionado como ahora, si acaso recordaba haberlo escuchado gem… ¡Oh!

Estaba haciendo una sonrisa maliciosa, lo sabía.

—Me voy a aprovechar— Le susurró.

—Hazlo si puedes, “Baby” — Contestó Bruce, en el mismo tono susurrado de él, causándole un escalofrío masivo que casi apagó su cerebro, para caminar hacia los niños.

—Eso es trampa— Afirmó apresurándose a alcanzar a su omega y tomarlo de la mano, mientras este reía divertido.

Alfred bajó las escaleras de la Baticueva con una charola en manos que le impedía ver los escalones, pero había realizado esta misma acción tantas veces ya que no temía caerse o provocar algún accidente parecido.

Sabía como encontraría al Amo Bruce, sentado frente a la computadora con su traje de Batman aún puesto.

—¿Noche tranquila? — Cuestionó al tiempo que colocaba una taza de humeante té junto al amo Bruce, instándolo a tomarlo.

El omega a su cargo tomó la taza dando un pequeño sorbo y un toque de éxito personal se apoderó de su persona.

—Hacía mucho que no estábamos solo usted y yo en la Baticueva— Dejó escapar como parte de una conversación sin importancia.

Alfred sabía que aparecer cuando el amo Clark y el amo Bruce estaban abajo en la Baticueva a solas con la adrenalina a tope después de una noche de patrullaje era lo peor que podía hacer para su salud mental, así que hacía un tiempo que había podido estar así con el Amo Bruce (aunque no, no era queja, le agradaba en lo que se había vuelto la vida del amo Bruce, la gran familia que ahora avivaba el hogar Wayne y por supuesto a él).

—Oh, Alfred, no sabía que te sentías solo— Dijo el Amo Bruce en ese tono pretencioso que usaba mucho durante sus veintes.

—Por favor, no sea ridículo— El dueño de la mansión rio, para quedarse viendo su taza por un instante demasiado largo para ser normal. —¿Amo Bruce? — Llamó atrayendo la atención del más joven hacia él, pareciendo haberlo exaltado.

El amo Bruce se notaba como si quisiera hablar de algo con él. Alfred tenía mucha experiencia tratando con este hombre (él lo había criado), por lo que se quedó ahí, esperando, con rostro inmutable lo que fuera que su hijo estuviera por decir.

—Alfred— Lo llamaron y él solo enderezó un poco más su cabeza. —¿Crees que soy un buen padre? — Alfred se sintió a sí mismo suavizando un poco su expresión.

—¿Puedo preguntar a qué se debe está pregunta? — Interrogó, obteniendo por respuesta una mirada desviada y un rostro inseguro. —Lo creo y lo es— Exclamó con seguridad, sintiendo que había algo que debía decir desde hace mucho. —Sus padres estarían muy orgullosos de la magnífica persona en la que se ha convertido y del asombroso padre que es— Explicó, haciendo que el hombre que crio dejara de fingir que la pared era divertida. —Yo lo estoy— Agregó al final, sin saber si aquello era algo que le interesaría saber al Amo Bruce.

El amo Bruce le dedicó una sonrisa temblorosa acompañada de ojos brillantes.

—Gracias, Alfred—

Alfred sintió que ninguna de sus palabras había sobrado.

Bruce vio la hora, dándose cuenta de que era momento de levantarse. Se permitió unos instantes del placer de apreciar a su durmiente pareja vinculada, para salir de la cama y entrar al baño.

Sin pensar mucho en ello (debido a que era una rutina que realizaba desde su adolescencia), descubrió el compartimiento detrás del espejo y tomó la cartera de supresores, comenzó a hacer presión sobre una de las tabletas buscando liberarla de su contenedor, para recordar de repente, que se suponía que ya no los tomaría.

Bruce guardó nuevamente los supresores, salió del baño, absorbiendo la visión que era Clark mientras dormía con tanta tranquilidad y finalmente salió de la habitación en búsqueda de Alfred, encontrándolo con facilidad.

—Amo Bruce, el desayuno aún no está listo, no me informó que hoy saldría más temprano— Dijo Alfred, no como justificación si no como si estuviera a punto de lanzarse a la cocina a tener todo más rápido, porque nadie de la familia Wayne saldría de esa casa sin un desayuno óptimo.

—No, Alfred, no voy a salir más temprano, es que…— Hizo una pequeña pausa, para recordarse a sí mismo que sí, esto era lo que quería hacer y era lo que Clark también quería hacer. Alfred lo miró con atención. —¿Me quitas el implante? —

Su figura paterna no cambió la expresión en su rostro, solo tomó aire profunda y prolongadamente.

—P…— Comenzó falto de aire, para aclararse la garganta escandalosamente. —Por supuesto, Amo Bruce—

—Gracias—

—¿De verdad planea…? — Bruce se dio permiso de interrumpir a Alfred, quien de todas formas no lo regañaría por tal acto que faltaba a la caballerosidad, pues estaba demasiado ocupado tratando de mantener la calma.

—Sí— Afirmó, notando como finalmente Alfred recuperaba la compostura.

—¿Ya programó cita con la doctora Leslie? —

—No—

—Lo haré inmediatamente—

—Sí, Alfred, gracias—

La doctora Leslie miró los papeles en sus manos, para después mirarlos a ellos.

Clark se sentía nervioso, pero más que nada era por el hecho de estar nuevamente en el consultorio y no porque no supiera qué esperar de esta visita.

—Sí, como supuso, sus hormonas omega están por debajo de un valor normal, ese es un efecto esperado al usar supresores de celo por tanto tiempo, incluso respetando los descansos una vez al año— Bruce asintió. Clark había esperado esa clase de resultado, porque Bruce le había explicado que era lo más probable. —Por otra parte, sus hormonas estimulantes de celo están en un nivel normal, justo como deben estar días antes del inicio del periodo de celo. Sus hormonas omega deberían regresar a un valor normal con el tiempo sin necesidad de medicamentos aparte y siempre y cuando no vuelva a usar los supresores— La Doctora dedicó su completa atención a él por un momento, como si estuviera esperando alguna reacción o comentario de él, ¿Debía decir algo? El nerviosismo comenzó a atacarlo hasta que sintió el leve apretoncito sobre su mano entrelazada con la de su pareja, cambiando su atención de la médico a Bruce (perdiéndose de la sonrisa fugaz de la mujer). —A veces la concepción puede ocurrir en el primer celo después de suspender los supresores, pero a veces, y lo más frecuente, es que puede llegar a tomar hasta dos años— Agregó.

Clark asintió porque sabía, entendía y estaba bien con eso, para sonreírle a su pareja, que le regresó el gesto.

—Sí, lo sabemos— Dijo Bruce.

—A pesar de las escasas probabilidades me gustaría que estuviera tomando un suplemento—

—¿Hay algo mal en los estudios de Bruce? — Cuestionó preocupado, porque Bruce le dijo lo que debían esperar de esta visita, pero nunca le dijo que algo podía estar mal con sus estudios, la doctora le sonrió y a él le pareció que ella sonreía un poco como Alfred cuando este se estaba burlando de él.

—No alfa, no hay nada malo con tu compañero vinculado, es solo que lo ideal es tomar suplementos desde antes de la concepción y no cuando esta ya ocurrió— Le explicó pacientemente.

—Oh— Sí, ya que la médico lo decía, Clark había escuchado algo así antes.

—Bien, haré la prescripción—

—Gracias— Agregó Bruce.

Clark (como Superman) se acercó a Bruce que tecleaba con destreza en el tablero de la computadora de la Baticueva, terminando por arrebatarle la atención de su omega a la computadora. Bruce dejó de teclear para sonreírle, estirando una mano hacia él y Clark respondió al instante, envolviendo la mano contraria entre la suya e inclinándose a besar a su pareja vinculada.

Clark tenía super velocidad, super audición, super visión, visión de rayos X, super fuerza… pero no podía terminar de entender como se las ingenió Bruce para que Clark terminara sentado sobre sus piernas.

—¿Cómo hiciste…? — Quiso cuestionar, alejándose del beso, por respuesta su pareja solo le sonrió volviendo a besarlo y bueno, Clark no tenía quejas.

Una vez el beso terminó, se abrazó con fuerza a su omega, aspirando el aroma contrario, como un drogadicto desesperado.

Siempre había amado el aroma de Bruce, pero ahora que había suspendido los supresores, su aroma se había vuelto más… nítido, no era que antes no fuera fácil de notar o reconocer, pero si tuviera que describirlo de alguna forma, diría que era como tener una miopía leve y de repente ponerse lentes especiales, los colores eran más brillantes, las líneas muy claras.

El aroma de Bruce era más brillante y mucho más claro.

Y ahora cuando veía el brazo no dominante de Bruce, no encontraba el implante y eso lo hacía sentir extrañamente feliz.

—Sigo sin entender que te incomodaba tanto del Implante— Comentó Bruce, atrapándolo en su apreciación de la ausencia del anticonceptivo.

—N-no me incomodaba— Bruce lo miró con su sonrisa sarcástica.

—Bueno, sí, pero no sé explicarte porque me parecía extraño— Amablemente, Bruce le pidió que se levantara, para él hacer lo mismo y dirigirse a cubrir su aroma, cosa que ponía un poco triste al alfa en él.

—Necesito que me digas si mi olor sigue desapareciendo por completo—Le explicó, desapareciendo detrás de las puertas que ocultaban una regadera, comenzando a escucharse el sonido del agua y desapareciendo de a poco el encantador aroma de Bruce.

Bruce no había tardado nada en terminar con su ducha rápida, volviendo a ser visible para él, secándose con una toalla sin lucir como si el pensamiento de cubrirse pudorosamente hubiera siquiera pasado por su cabeza.

¿Clark se sonrojó con protagonista de manga Shojo, mientras apartaba la vista avergonzado?

¡Claro que no!, disfrutó de la vista, apreciando el como su omega podía hacer que el secarse la piel mojada y colocarse ropa fuera un evento tan erótico.

—¿Entonces? — Cuestionó Bruce, poniéndose finalmente una sudadera.

—Tú aroma está completamente cubierto— Dijo pretendiendo que aquello no era triste. Bruce se acercó hasta él (que en algún punto había vuelto a sentarse en la silla, muy probablemente cuando estuvo disfrutando de la sensual vista), aplastándole las mejillas, haciendo que sus labios sobresalieran, haciéndolo lucir bobo.

—Siempre te ves tan ofendido cuando oculto mi olor—

—No, no, es que… me gusta mucho tu aroma, perdón— Bruce sonrió.

—A mí también me gusta tu aroma— Clark sintió el rostro caliente, soltando una risilla acorde con la cara de bobo que Bruce le había hecho hacer previamente.

—¿Vas a salir más temprano hoy? —Preguntó, aceptando que era suficiente de estar actuando como adolescente recién descubriendo su sexualidad.

—Sí, voy a ir a… encontré algo sobre Tim— Clark dejó que la sorpresa se apoderara de su rostro. Bruce suspiró. —Primero encontré su acta de nacimiento, aparte de eso no hay ningún otro documento con el nombre de Tim—

—Pero ya sabemos que sí existe en esta realidad—

—Sí y que no hay un certificado de defunción a su nombre— Agregó Bruce son seriedad. Clark sentía la boca seca.

—Lo que sí encontré fue el certificado de defunción de su madre— Sintió como su entrecejo se fruncía con angustia.

—¿Y su padre? —

—Fue más difícil de encontrar, pero también hay un certificado de defunción de él— Por un momento a Bruce le pareció que Clark dejó de respirar, había sido la misma reacción que él había tenido al encontrar el segundo certificado, pues una parte de él, al cuando solo había encontrado el certificado de defunción de su madre, pensó que tal vez Tim estaba bien y feliz con su padre, pero eso no era así. —Fue más difícil porque su padre murió a causa de un error en la infraestructura del edificio en el que trabajaba y la empresa por supuesto trató de encubrir su error, haciendo que los certificados de las personas fallecidas quedaran ocultos— Clark asintió.

—¿Y entonces Tim? — Bruce encogió los hombros.

—Podría ser que algún familiar cuide de él, si estuviera en un orfanato debería estar registrado y su información debería ser fácil de conseguir, pero no puedo asegurar nada—

Conocía su ciudad y sabía que no podía confiar si una persona estaba registrada en algún lado, así como si no lo estaba.

—Quiero ir a las últimas direcciones que tenían registradas su madre y su padre y preguntar— Fue ahí que Clark se dio tiempo de pensar la razón detrás de Bruce poniéndose un pantalón de mezclilla y una sudadera, en lugar de su traje.

—¿Por eso te pusiste esta ropa y no el traje de Batman? — Su pareja asintió. —¿Puedo ir contigo? —

—¿Ir conmigo? —

—A investigar, soy bueno investigando, no sé si sepas que soy reportero— Trató de hacer amena la conversación, buscando que la preocupación del paradero de Tim no comenzara a pesar demasiado en los hombros de ambos.

Bruce sonrió y él se sintió victorioso.

—De acuerdo, señor reportero— Clark le sonrió.

—Iré a cambiarme, ir como Superman no me va a ayudar a mantener un bajo perfil, ¿verdad? —

—Creo, no estoy muy seguro, pero creo que no— Contestó Bruce siguiéndole el juego.

La mujer sonrió emocionada, para tratar de ocultar su expresión alegre. En definitiva, amaba poder ventilar los secretos de la casa vacía a un lado de la suya.

—Bueno, les voy a contar porque considero que es importante que sepan toda la historia que esconde una casa antes de comprarla— Clark y él asintieron. —Las últimas personas que vivieron aquí eran un matrimonio joven con un niño pequeño, Tim se llamaba, se llama— Se corrigió rápidamente la mujer. —Porque no ha muerto— Exclamó con una pequeña risilla amena para que ella misma terminara dándose cuenta de que tanto el comentario como la risa habían quedado un poco fuera de lugar, como fuera se recuperó con prontitud, continuando con la anécdota. —Es un pequeño tan inteligente, pero bueno Janet murió un año después, estaba muy enferma, cáncer— Agregó en un susurro. —Y el pobre de Jack se hizo cargo de Tim, solo, sin quejarse. Estaba comenzando un negocio, no sé, le estaba yendo muy bien, se compró un auto nuevo, remodeló la casa, pero luego un día no volvió, murió en el trabajo, fue terrible para el pobre de Tim, no tenían otros familiares, no había nadie que se hiciera cargo de él y terminó siendo llevado a un orfanato—

—Que terrible— Exclamó Clark honestamente acongojado.

—Una verdadera tragedia— Agregó Bruce, viendo como la mujer nuevamente tenía que tragarse su sonrisa, no como si escondiera algo malévolo, si no porque realmente parecía disfrutar el chisme.

—Así es, así es—

—Pobre Tim, quedarse sin familia y sin hogar desde tan joven, ¿qué edad tenía? —

—En ese tiempo tenía unos 4 años, entonces ahora debe tener 7, lo recuerdo porque era un año menor que mi Jordan, ¡Oh! — La mujer sacó su celular de la bolsa trasera de su pantalón. —Debo tener una foto por aquí de Tim y Jordan juntos—

Encontrar una foto de hace tres años no debía ser fácil, sin embargo, la mujer lo hizo lucir como si no fuera nada, encontrando la fotografía con facilidad, como si casi hubiera estado esperando el momento en que alguien viniera a preguntar por la trágica historia de sus vecinos.

—Era adorable, me pregunto si ahora se habrá puesto más bien guapo— Dijo mostrándoles la pantalla del celular.

Bruce apreció cada detalle del rostro sonriente del niño, encontrando las facciones que no podía olvidar del Tim de la otra realidad, la forma de su nariz, el largo de las pestañas, las cejas finas, los delgados labios.

Ya sabía cual sería su siguiente acción.

Ni bien llegaron a la Baticueva, puso su plan en marcha.

—¿Qué haces? — Cuestionó Clark, viéndolo teclear con mucha atención.

—Hago una búsqueda de imagen de Tim—

—Pero no tienes ninguna foto de Tim— Bruce, detuvo su rápido teclear, para ver a su alfa y sonreírle confiado.

—Ahora sí—

—¿Qu…? — En lugar de terminar su pregunta, Clark tomó aire por la boca. —Ok— Terminó por decir, tomando la silla libre y sentándose junto a él, para que pusiera su atención en la pantalla de la computadora, luciendo sorprendido. —Bruce— Lo nombro, obligándolo a apartar la vista de él a la enorme pantalla. —Lo encontraste—

—Lo encontramos, eres bueno interrogando vecinas chismosas— Clark le sonrió, rodando los ojos.

Le gustaba mucho leer. Ya había leído todos los libros que pudo encontrar en la colección del orfanato y los volvió a leer… tres veces, así que cuando decidió que tres veces eran suficientes (por ahora), comenzó a leer los periódicos que a los encargados les gustaba comprar.

Así era como se había enterado de muchas noticias de la Liga de la Justicia, pero sobre todo noticias sobre Batman y Bruce Wayne.

Batman era un héroe super genial, sabía pelear como nadie (Tim había leído un libro de técnicas de pelea y podía saber que Batman combinaba al menos cuatro estilos diferentes y eso era con su escaso conocimiento, ¿cuántas más no combinaría?), pero no solo regía su combate contra el crimen con puños y patadas, Batman era muy inteligente, como había dicho antes, era super genial.

Por otra parte, también le gustaban las noticias de Bruce Wayne, era un huérfano, como todos aquí, pero que tenía una vida increíble, era millonario, desempeñaba el trabajo que la mayoría decía que debía realizar un alfa, siendo él un omega (justo como lo era Tim) no hizo lo que esperaban de él, vincularse y tener hijos, no, él hizo una familia por sí mismo, cuando quiso, como la quiso y sin alfa.

Así que sí, Tim disfrutaba de leer noticias de Batman y Bruce Wayne y después de leer y leer y leer noticias, y datos… se dio cuenta de que la constitución de Batman y Bruce Wayne coincidían, gracias a los montones y montones de fotos que había visto, sabía que debían medir más o menos lo mismo… y pesar más o menos lo mismo, además de que la forma de sus barbillas era similar.

Bruce Wayne se paraba siempre derecho, siempre imponente… como Batman.

Tim podía ser un niño, pero su papá le había explicado que las cosas se compraban con dinero y Batman usaba muchos artefactos y tenía un Batmobile y un BatWing y… todo eso costaba, para poder comprarse eso Batman debía ser… rico… como Bruce Wayne.

Pero no podía ser, Bruce era un omega… Batman no podía ser…

Y entonces Tim pensó que él era un omega. Su papá le dijo que él podía hacer todo y más, justo en la misma forma en que alfas y betas hacían. Él no era inferior (a pesar de lo que otras personas siempre le repetían), así que se dijo a sí mismo que claro que Bruce Wayne era Batman.

Así que sus héroes se volvieron uno solo.

Bruce Wayne, omega, multimillonario, presidente de Industrias Wayne y Batman por las noches.

Tuvo mucho miedo cuando el Joker ideó ese plan para hacer que Superman mordiera a Bruce Wayne.

Pero luego Bruce Wayne dio una conferencia de prensa y habló de no tener que perdonar a Superman, de que estaba enojado con el Joker, de que no estaba en contra de los superhéroes, de que la gente que buscaba hacerlo menos por ser un omega mordido no valía la pena.

Bruce Wayne estaba bien. Batman siguió operando como si nada.

Todo estaba bien.

Y luego tuvo miedo otra vez, porque Bruce Wayne comenzó a salir con un alfa… los alfas, según la experiencia de Tim no eran muy amables, pero él, que había visto muchas fotos de Superman, empezó a notar algo extraño en el alfa con el que Bruce Wayne salía.

La forma de sus ojos azules, el color de su cabello, el tono de su piel un poco bronceada por la exposición al sol, el ancho de sus hombros y su altura.

Sí, Clark Kent (el alfa con el que Bruce Wayne/Batman salía) era Superman, ¿Qué como habían estado Superman y Clark Kent en el mismo lugar al mismo tiempo? Tres palabras, el detective marciano. Obvio.

Así que Tim supuso que si había alfas en los que se podía confiar esos eran los superhéroes que eran parte de la Liga de la Justica y de todos definitivamente no podría no confiar en Superman; además Clark Kent (Superman) miraba a Bruce Wayne (a Batman) como Flynn Rider (Eugene Fitzherbert) miraba a Rapunzel.

Así que Bruce Wayne hizo sus propias reglas haciendo un trabajo que se consideraba de alfa, era el héroe de ciudad Gótica, tuvo una familia como él la quiso, cuando quiso y sin alfa; y después de hacer una vida por y para él mismo, se vinculó.

Se vinculó con un alfa no porque no pudiera tener una vida exitosa por su cuenta, sino porque… realmente estaban enamorados.

Por eso era que no entendía como era que todos estaban tan emocionados por las razones equivocadas.

—Imagina que nos adoptara— Escuchó murmurar a uno de los niños.

No, Tim sabía perfectamente que Bruce Wayne no había venido para adoptar a alguien; el multimillonario nunca visitaba orfanatos para adoptar a alguien, solo lo hacía para donar dinero y leer algún libro o hacer alguna actividad parecida.

Lo que no entendían sus compañeros de orfanato era que los niños, que Bruce Wayne había adoptado, habían sido aceptados por diferentes circunstancias.

Richard Grayson (miembro de los Grayson voladores) presenció la muerte de sus padres (los cuales, ahora se sabía, habían sido asesinados), justo como Bruce Wayne presenció el asesinato de los suyos. Tenían algo en común.

Jason Todd por otra parte era un niño de la calle lo suficientemente temerario como para intentar robar las llantas de la limosina del millonario. Suponía que el tipo de personalidad que se requería para hacer tal acción debía ser una que le agradaba a Bruce Wayne.

Y Conner Kent era un huérfano emparentado con Clark Kent, el alfa de Bruce Wayne, eso lo hacía automáticamente especial.

Así que Tim dudaba que alguien en este lugar fuera un Richard Grayson, un Jason Todd o un Conner Kent, lo suficientemente interesante como para despertar el interés del hombre con más dinero de Ciudad Gótica.

Tim entendía que lejos de imaginar una historia de amor de pareja, como salían en los programas de televisión, películas o en los libros románticos que había logrado leer, los niños aquí imaginaban una historia de amor, pero entre unos padres y un hijo.

Los padres entrarían y verían a un niño en particular y simplemente sabrían que era él, era él el que estaban buscando y no lo dejarían ir jamás. El niño sería amado y consentido y nunca más se sentiría solo.

Eso era lo único que todos querían aquí…tal vez Tim se permitió imaginarlo, imaginar que él era especial, que sería único para alguien simplemente por ser él.

Pero también entendía que eso no podía ser real.

Así que todos estaban emocionados ante la posibilidad de ser adoptados, cuando debían estar emocionados por la gran oportunidad de conocer a Bruce Wayne, omega, multimillonario, presidente de Industrias Wayne y Batman.

Tim quería hablar con Bruce Wayne, hacerle todas las preguntas que se le vinieran a la mente y más, por desgracia cuando dejó que su emoción por conocerlo se mostrara, sus compañeros…

—Tú no puedes hablar con Bruce Wayne—

—¿Por qué no? — Cuestionó él ante la mueca de Brandon. —Quiero hablar con él—

—¿Por qué quieres hablar con él? — Cuestionó otro niño del que Tim no se había aprendido el nombre. —¿Crees que si hablas con él te va a adoptar? — Tim estaba dispuesto a explicarles que él no creía que sería adoptado, que él solo admiraba a Bruce Wayne porque Bruce era un huérfano como ellos y un omega como él, pero nunca pudo dar sus explicaciones. —Nadie querría a un niño feo y tonto como tú que para dejar todo peor es un omega— Su papá siempre le dijo que ser un omega no era malo, que eso estaba bien, que no arruinaba nada y la vida de Bruce Wayne lo hacía sentir que su papá tenía razón.

—Eso no es cierto— No era cierto lo de ser tonto, no era cierto lo de ser omega, no era cierto lo de que quería ser adoptado (con lo de ser feo no estaba seguro).

—¿Me estás llamando mentiroso? —

—N-no, yo… no quiero que el señor Wayne me adopte— Parecía que Brandon comenzaba a calmarse. —Él no va a adoptar a nadie— Y con eso el enojo volvió.

—¿¡Crees que yo no merezco ser adoptado!? — Brandon alzó el puño, mientras su cara se torcía en una mueca de ira.

Tim vio a todos correr a saludar a Bruce Wayne (Batman) en compañía de su alfa (Clark Kent/Superman) en cuanto estos aparecieron.

Bruce Wayne era justo como en la televisión y en el periódico, pero mejor, si Tim cerraba los ojos, podía imaginar que percibía el aroma que desprendía el mayor.

Clark Kent parecía alguien muy amable, saludando a todos con una sonrisa grande y para nada pareciendo como esos alfas que había visto que volteaban a ver a todos con desdén.

Brandon lo miró con cara torcida y él salió del edificio, hasta encontrar una buena sombra donde leer el mismo libro por cuarta vez.

Parecía que las cosas se habían calmado un poco porque ahora sus compañeros habían salido a jugar con una pelota.

Tim hizo contacto visual con uno de ellos, que le contestó con una mueca de asco para alejarse sin más.

Sí, no esperaba que lo invitaran a jugar.

Continuó con su libro logrando terminar dos capítulos más.

Cuando sintió la presencia de alguien de pie junto a él.

Pensó que tal vez sería uno de sus compañeros (¿Brandon?) o uno de los encargados, sintió un escalofrío por la espalda, pero luego puso atención al aroma que comenzó a envolverlo, eran flores, muchas flores y naranja y también olía a ese jabón de coco que una vez alguien había donado al orfanato.

 Se giró al tiempo que se ponía de pie encontrándose con el mismísimo Bruce Wayne.

—Hola— Lo saludaron a lo que él asintió con la cabeza. —Mucho gusto, soy…— Trató de decir el mayor ofreciéndole su mano dominante, pero Tim lo interrumpió al acto.

—Bruce Wayne, ya sé— Y recordó a su padre explicándole que uno no debía dejar a las personas con la mano alzada, así que aceptó el saludó, sintiendo una mano callosa que le recordó a la de su padre. El adulto le sonrió suavemente (y era extraño porque Tim recordaba cada aparición en televisión y en el periódico de Bruce Wayne, pero nunca le había visto una sonrisa así).

Y Tim pensó en todas las preguntas que quería hacerle a Bruce Wayne, a Batman, pero de repente no podía decir ninguna.

—¿Puedo saber cómo te llamas? —Le preguntaron con mucha amabilidad y Tim finalmente pudo formar palabras de nuevo.

—Timothy Jackson Drake— Contestó con orgullo, le gustaba su nombre porque sus papás lo habían elegido especialmente para él.

—Mucho gusto Timothy— Tim no tenía amigos, pero si los tuviera…

—Puedes llamarme Tim— La sonrisa del adulto se acentuó.

—¿Te gusta mucho leer, Tim? — Él asintió enérgicamente. —¿Más que jugar futbol con los demás? — Tim miró a sus compañeros gritando felices y un poco faltos de aire.

—Me gustan los libros y también me gusta jugar, pero ellos no me invitaron a jugar— Finalmente la sonrisa en el rostro del multimillonario desapareció. Tal vez Tim había dicho algo demasiado honesto de nuevo.

—¿Qué le pasó a tu ojo? — Cuestionó Bruce Wayne y él recordó a Brandon y su cara de enojo justo antes de que un puño se acercara a toda velocidad hasta su cara y una explosión de dolor estallara en su ojo izquierdo.

—Me caí— Bruce Wayne alzó un poco las cejas y asintió casi sin hacerlo. No lo había convencido, Tim lo sabía, sabía que alguien tan inteligente como este hombre no sería engañado con una mentira tan obvia. Notó como el adulto estaba a punto de decir algo más (referente al moretón en su ojo), pero lo interrumpió antes de que pudiera decir nada más. —Yo sé quién eres—El adulto frunció un poco el ceño, pero no en la forma en que el encargado hacía cuando Tim hacía preguntas y preguntas, justo antes de gritarle que se callara.

—Sí, me di cuenta cuando dijiste mi nombre hace rato— Esta vez fue el turno de Tim de fruncir el ceño.

—Hablo del otro tú— Tim quería que el adulto dejara de preguntarle del moretón en su ojo, pero tampoco planeaba revelarles su identidad a todos, admiraba a Batman, no quería que desapareciera o que lo odiara, él entendía que era importante que las identidades secretas permanecieran secretas, por eso decidió ser simple y no decir las palabras tal cual.

Bruce Wayne se veía indeciso, tal vez entre aceptar o no que un niño como él había descubierto que él era Batman.

—No le voy a decir a nadie, lo prometo— Y aquí venía cuando el mayor fingía que no sabía de qué estaba hablando, pretendiendo como todos los adultos hacían, que los niños eran tontos y no entendían nada.

Bruce Wayne se paró derecho, viéndose como Batman, aun sin su traje, haciendo que Tim abriera la boca como un bobo, sintiendo su corazón acelerarse; ¡De verdad estaba frente a Batman!

—Ok— Dijo para sonreírle nuevamente.

—¡Bruce, ahí estás! — Exclamó Clark Kent, acercándose apresurado. —¿Estás bi...? — El alfa de Batman no terminó su pregunta, pero en su lugar tomó aire con mucha fuerza, haciendo un ruido curioso que casi lo hizo reír, mientras sentía que era mirado con un poco de sorpresa.

—Ho-hola— Le saludaron con nerviosismo y él no podía con la emoción en su interior, frente a él estaban Superman y Batman, quienes por cierto eran una pareja vinculada.

—Tim, él es mi pareja vinculada, Clark Kent, Clark él es Tim— Les dijo Bruce.

Y Clark le ofreció un apretón de manos que él no dejó pasar.

¡Estaba saludando a Superman!

Un alfa que olía a flores, él nunca había conocido a un alfa que oliera a flores.

—Me da mucho gusto conocerte Tim— Y él no pudo contener más el secreto.

—También sé quién es usted—

—¿Sabías que soy Clark Kent? — Cuestionó el alfa, confundido.

—No— Negó rápidamente, dándose cuenta de que no era la respuesta correcta, porque sí había conocido el nombre de la identidad secreta de Superman y pareja vinculada de Bruce Wayne. —Sí, pero también sé quién más es— ¿Sí tenía sentido como lo había dicho?

Clark Kent dejó su boca abrirse sin ningún cuidado, dedicándole una mirada interrogante a Bruce Wayne, que sonrió asintiendo, porque al parecer le había creído a Tim… Que él sabía que Bruce era Batman y que él sabía que Clark era Superman.

—Wow… eso es…— Trató de decir el alfa, siendo interrumpido por un llamado desesperado.

—¡Señor Wayne, señor Kent! — Llamó el encargado luciendo un poco nervioso. —Ahí están, creí que se habían perdido o algo— Rio como Brandon lo hacía cuando un encargado lo descubría golpeando a alguien.

—Solo estábamos conversando con Tim— El encargado lo miró a él sorprendido, para girarse de nueva cuenta a mirar a la pareja.

—Espero que no los haya molestado…—

—Para nada— Afirmó Bruce para centrarse de nuevo en Tim. —Espero que podamos conversar de nuevo, Tim Drake— Y él asintió feliz porque su héroe sabía su nombre.

Porque Superman le estaba sonriendo y le había saludado de mano, en ningún momento viéndolo con desagrado.

—Yo también—

Y con eso Bruce Wayne y Clark Kent se alejaron junto al encargado.

—¿Entonces encontraron al muchacho que conociste en esa otra realidad en la que todos éramos adultos y que también era de nuestra familia? —

—Sí—

—¿Y en esta realidad no tiene familia? — Preguntó Dick con un tono más grave que denotaba su entendimiento de la situación.

—No, no tiene— Contestó Clark, presionando sus manos la una contra la otra, porque si Bruce no podía olvidar al pequeño de 7 años que les habló con mucho respeto, que se vio confundido cuando ellos le hablaron con amabilidad, que parecía tenerle miedo a sus compañeros y a los encargados, que tenía un ojo morado y constitución emaciada, Clark tampoco debía poder.

—¿Lo vamos a adoptar? — Quiso saber Jason, haciendo a Clark reír.

—¿Están de acuerdo? — Jason se encogió de hombros y Conner sonrió.

—¿Él no es clon de Clark? — Quiso saber Dick y Conner de repente lució muy interesado.

—No, él no es clon de Clark—

—¿Es clon tuyo? — Cuestionó Conner.

—No, tampoco es mi clon—

—¿Sabe que ustedes son Batman y Superman? — Cuestionó Jason nuevamente.

—Sí, sí lo sabe— Los tres niños realizaron una inhalación escandalosa, mientras Alfred alzó las cejas con sorpresa.

—¿¡Se lo dijeron!? — Terminó interrogando Dick.

—No, él lo supo solo— Contestó, igualmente maravillado ante aquel hecho.

—¿Cómo lo supo? — Jason los miraba con ceño fruncido en concentración.

—Bueno, Tim es muy inteligente— Comentó Clark, mirándolo a él, como si buscara apoyo de su parte, Bruce asintió de acuerdo con lo dicho por su alfa.

—¿Cómo es? — Clark y él se miraron, nuevamente.

—Pues tiene 7 años, cabello negro, le gusta leer…—

—Le va a gustar la biblioteca— Dijo Dick un poco pensativo. —Ok, adoptémoslo, pero ¿cuándo van a tener un bebé? — Exigió saber em mayor de sus hijos, haciendo que los ojitos de Conner brillaran con emoción.

—¿Un bebé? — Escuchó decir a Clark.

—Dijeron que tendrían uno, ¿no? — Expuso, haciendo que Alfred los mirara con burla incluso si no había una sonrisa en su rostro.

—¿Cuándo dijimos eso? —

—Sí, el otro día que nos explicaron qué era “primogénito”, dijeron que no, por ahora— Expuso Dick resaltando las últimas dos palabras, remarcando cada silaba.

—Pues sigue siendo no por ahora— Contestó él, sin querer hablar del hecho de que no estaba usando inhibidores, sin querer hablar del implante ausente o de lo que aquello había hecho con su fertilidad y de cuanto podía tardar en regresar a la normalidad y permitirles tener un bebé, así como tampoco quería hablar de lo que podía afectar el hecho de que Clark fuera kryptoniano y él un humano.

—¿Por qué? —

—Bueno, joven Richard, joven Jason, joven Conner, deben entender que no es tan sencillo crear un bebé—

Bruce estaba tan agradecido de tener a Alfred y de que el hombre tuviera la capacidad de hacer cuestiones rebuscadas en algo simple que pudiera explicársele a los niños.

—¿Es difícil juntar un óvulo y un espermatozoide?, creí que era fácil— Soltó Jason sin ningún pudor.

Y él decidió regresar la atención al tema original.

—Estábamos hablando de adoptar a Tim—

—Ah, sí, ya había dicho Dick, hay que adoptarlo—

—Entre los 23 y 31 años las probabilidades de concebir después de una relación sexual son entre 20 y 35%— Exclamó Conner, atrayendo la atención de sus hermanos.

—Veinte de cien o treintaicinco de cien— Murmuró Jason pareciendo entender lo que Conner decía (era bueno en matemáticas después de todo). De repente su hijo menor lució muy preocupado.

—Bruce, ¿cuántos años tienes? — Lo cuestionó con esos ojos azules enmarcados por expresiones idénticas a las de Clark.

—Tienes como cincuenta ¿no? — Comentó Jason, achicando un ojo, pensativo. Bruce suspiró.

—¡Pero a los cincuenta años las probabilidades son casi nulas! — Exclamó el menor de todos.

—¡No tiene cincuenta! — Exclamó Dick en su defensa.

—¿Cuántos años tiene entonces? —

—Pues no sé, pero no tienes cincuenta años, ¿verdad? — Lo cuestionó comenzando a dudar.

Clark estaba tratando de ocultar su risa con una mano.

—Alfred debe tener cincuenta años— Afirmó Dick, apuntando al hombre mayor.

—Joven Richard es de mala educación apuntar a las personas—

—Perdón— Se disculpó bajando la mano.

—Treinta— Dijo callando todas las réplicas, quejas y peleas medio civilizadas entre los menores.

—¿Qué? —

—No se dice “qué” amo Jason, se dice “mande” o “disculpe”— Jason casi rodó los ojos, pero no lo hizo sabiendo que sería severamente regañado por Alfred.

—Mande— Se corrigió.

—Tengo treinta años— Repitió él, explicándose mejor.

—¡Te dije que no tenía cincuenta! — Celebró Dick, sintiéndose victorioso.

—Entonces sí aplica, probabilidades de 20 a 35%— Dijo Conner aún más emocionado.

—Pero ¿por qué quieren que Clark y yo tengamos un bebé? —

—Pues… por que sí— Comentó Jason.

—Nosotros somos felices, si adoptamos a Tim él también va a ser feliz y si tienen un bebé, el bebé también va a ser feliz, adoptemos a Tim y además tengan un bebé también— Explicó Dick.

—Un bebé de ustedes sería mitad kryptoniano y mitad humano como yo— Jason y Dick asintieron, aceptando el argumento de su hermano menor— Bruce cerró los ojos, sus hijos eran demandantes, pero también eran adorables, todos sus argumentos (hasta Jason diciendo “porque sí”) le provocaban emociones confusas y abrumadoras… ¿Era a causa de dejar de usar inhibidores?

No sabía, nunca le había pasado, pero el año pasado no era un omega vinculado.

Y el año pasado aún fingía que las emociones no lo atacaban como a los demás.

—Tomaremos en cuenta sus deseos, por ahora vamos a iniciar el trámite para adoptar a Tim y ya veremos que pasa con lo de tener un bebé, ¿de acuerdo? — Terminó explicando Clark.

—De acuerdo— Aceptaron sus hijos, descoordinados y no muy convencidos, pero aceptando la explicación de su papá alfa.

Amaba a Clark.

Amaba ser papá con él.

Amaba a Clark en su vida.

Bruce tenía muchas cosas que hacer. El lunes tendría otra de esas juntas en las que alguno de sus accionistas nuevamente insinuaría que él no era apto para el cargo en el que estaba y él sonreiría encontrando nuevas y entretenidas formas de hacerle entender a ese imbécil que él era muy capaz, gracias. Tenía que continuar con los arreglos para la adopción de Tim, tenía que seguir al tanto del caso de Luthor, a Dick y Jason les tocaban sus vacunas y aún seguía investigando si Conner necesitaba o no ser vacunado al ser solo mitad kryptoniano.

Se levanto del escritorio de la Baticueva, siendo atacado por un dolor agudo en su vientre bajo, acompañado de piernas temblorosas y calor, mucho calor, no pudo evitar el caer sobre sus rodillas.

—¡Bruce! — Llamó Clark apareciendo junto a él al instante, cuando él sabía perfectamente que Clark no había estado si quiera en Ciudad Gótica.

Inspiró profundo y finalmente lo aceptó.

Su celo había llegado, no estaba completo aún, pero aquí estaba.

Y Clark olía increíble.

—Bruce— Murmuró Clark, inhalando evidentemente y permitiéndole a él notar un marcado sonrojo.

—¿Vamos a la fortaleza? —

—Antes explícales a Dick, Jason y Conner que nos iremos, por favor— Clark frunció el ceño con angustia, casi como si su alfa fuera a tomar el control y fuera a aferrarse a Bruce como un niño caprichoso, fue ahí que Clark demostró su mejor control sobre su instint en comparación al de un humano, cargándolo para acomodarlo en la colchoneta con sumo cuidado.

—Ok— Susurró y salió de la Baticueva con uso de su super velocidad.

Clark dejó a Bruce en el cuarto que ya habían usado en otras ocasiones, lo que hacía sencillo para el omega en Bruce aceptar la nueva ubicación con facilidad.

El alfa en Clark gritaba, exigiendo quedarse con su omega y no alejarse de él hasta que su aroma volviera a la normalidad, pero él sabía que en estos momentos él era quien debía cuidar de Bruce, así que tenía que dejar todo preparado, y dejar agua y comida cerca de ellos era una forma de dejar todo preparado.

Por eso, una vez con manos llenas de botellas de agua, jugos, barras energéticas, y una que otra fruta, se dirigió a su omega, sin esperar encontrar un desastre de ropa y sabanas sobre la cama.

No es un desastre. Afirmó su alfa interno, mientras él colocaba las cosas en sus manos en el primer lugar que encontró sin poder dejar de ver la cama.

Es el más perfecto de los nidos. El alfa en él estaba complacido, sintiéndose sonrojar, para notar a Bruce detrás de él, exaltándolo exageradamente.

—¿¡Cuándo llegaste ahí!? — Exclamó como si él no fuera Superman super oído y super vista.

Bruce respondió su pregunta con un beso que fue bruscamente terminado cuando fue empujado sin ningún cuidado sobre la cama que combinaba su aroma y el de su omega.

—B-Bruce— Trató de decir al notar a Bruce aún de pie, quitándose la ropa.

Sabía que se suponía que debía estar haciendo algo, pero su omega era tan atrayente, simplemente no podía hacer otra cosa que no fuera mirarlo.

Su pareja vinculada quedó desnuda frente a él, procediendo a sentarse junto a él, y Clark de inmediato pasó una mano por la espalda llena de cicatrices.

El aroma de su pareja era embriagante, su piel estaba muy caliente, su mente dejo la nebulosa que la había envuelto, poniéndolo alerta y asertivo, cambiando sus posiciones con presura (pero con gentileza), acomodando a Bruce sobre la cama y siendo él quien quedara encima esta vez, comenzando a besarlo con desesperación, como si algo fuera a interrumpirlos en cualquier momento, como si simplemente fuera tan o más importante que respirar.

Como pudo se quito su propia ropa de a poco (el alfa en él le exigió que lo hiciera, necesitaba sentir la piel de su omega en toda su extensión contra cada pequeño espacio de su propia piel).

Una vez ambos totalmente desnudos, se abrazó al hombre bajo él, pasando sus brazos por la espalda contraria, pegando sus troncos y sus pelvis, sintiendo el miembro de su omega contra el suyo, atrapados entre sus abdómenes, apreciando las manos que se enredaron en su cuello y hombros y las piernas aferradas a sus caderas, sin dejar de besar a su pareja vinculada.

Todo era tan caliente, tan húmedo, tan placentero.

De repente su omega se alejó para liberar un ruidoso gemido, notándose agitado y sonrojado, mirándolo implorante.

Clark haría lo que fuera por él, lo que necesitara, nada más importaba.

Bruce le instó a alejarse un poco de él con un pequeño empujón con una mano en el centro de su pecho, él obedeció de inmediato, no entendía que era lo que pasaba, pero si su omega necesitaba alejarse (aunque sentía que no podría hacerlo) lo haría.

Terminó hincado sobre la cama, con erección dolorosa al aire y expresión triste y confundida, expresión que desapareció al ver a su omega darle la espalda, para acomodarse sobre la cama, con el pecho y la cabeza contra el colchón, pero con el trasero alzado, aquella posición no hacía más que dejar a la vista la entrada húmeda y lista de su omega.

Bruce se giró apenas para poder verlo, con la cabeza aun contra el colchón, gimoteando suavecito, haciéndole entender sin palabras que lo necesitaba, ahora.

Clark se acercó al instante, amoldando su cuerpo al de su omega, repartiendo besos por toda la espalda y muchos más sobre la mordida de vinculación de la que su alfa se enorgullecía, aquello mientras realizaba un suave movimiento de cadera que provocaba una sensación demasiado placentera en su miembro y que generaba un sonido húmedo.

Alineó su rostro con el de su omega, besándolo, porque amaba hacerlo, para acomodar su pene con la entrada de su pareja vinculada, comenzando a empujar para poder entrar; Bruce rompió el beso, alejando sus labios de los de Clark para gemir audiblemente y él no pudo contener los sonidos que escaparon de sus propios labios.

Su omega siempre se sentía tan bien, pero ahora estaba tan apretado, tan caliente, tan mojado, además de que inició un marcado y lento movimiento de caderas que generaba en él tal placer que le dificultaba hasta mantener los ojos abiertos.

Colocó sus manos sobre las caderas perfectas de su omega, para detener el movimiento de estas e iniciar con uno propio, saco su pene con lentitud de la placentera entrada y volvió a entrar, arrancándole a su pareja un suspiro que terminó convirtiéndose en jadeo, esperando alguna queja o protesta, pero en su lugar su amado omega solo parecía querer dejarse hacer.

Él continuo con su vaivén, acariciando el interior de su pareja, queriendo seguir escuchándolo gemir, disfrutando de la forma en que se apretaba a su alrededor, la forma en que alzaba un poco más sus caderas o la forma que lo llamaba.

—Alfa— Le susurraba una y otra vez.

Amaba a su omega, era tan perfecto.

Quería eyacular en su interior.

Lo quería teniendo a sus bebés.

Aceleró sus movimientos, percibiendo su excitación aumentar, escuchando los jadeos de placer de su omega.

Sintió la presión en su pene cuando el nudo comenzó a inflamarse, hasta que no pudo moverse más, quedando anudado a su omega lo más profundo que pudo en su interior, terminando por liberar su semen en constantes oleadas de placer, que le generaron un cosquilleo placentero por todo el cuerpo, pero sobre todo en sus encías.

Quiero morderlo.

Exclamó su instinto y él de inmediato cumplió su deseo, mordiendo sobre la cicatriz que antes había provocado.

Su omega soltó un grito que se volvió jadeo, generando aún más presión contra su pene y su nudo, extrayendo aún más semen de él, para finalmente dejar su cuerpo totalmente laxo y cerrar los ojos, respirando agitado.

La posición en la que estaban no debía ser cómoda para su omega por lo que pasó una mano por el pecho que subía y bajaba apresurado y otro por el abdomen que protegía el útero lleno de su semilla, girando 45° para que tanto él como su pareja quedaran sobre su costado, buscando que este quedara lo más cómodo posible, incluso si eso implicaba que él terminaría con el brazo (sobre el que estaba Bruce) dormido.

Se alzó un poco tratando de ver el rostro de su pareja encontrándolo dormido.

Clark sintió como el celo que las hormonas de Bruce estaban induciendo en él comenzaba a calmarse, pasarían unos minutos antes de que su nudo desapareciera y pudiera salir del interior de Bruce, esperaba que la siguiente vez que el celo de Bruce se volviera activo y exigiera un nuevo encuentro sexual entre ellos le diera tiempo suficiente para limpiarlos y permitirles tomar un poco de agua y comer algo.

Dejo a su cabeza descansar sobre la cama, quedando frente a él la nueva mordida que había hecho, dejó pequeños besos en la zona, pensando en disculparse apropiadamente cuando Bruce despertara y exigiéndose no olvidar que debía limpiar la herida también.

Le dolía todo el cuerpo, no, no tenía que ver con Clark, era él, su cuerpo y la forma en que reaccionaba después del celo tuviera o no sexo durante este, su cuerpo siempre dolía así.

Todos sus músculos se sentían como justo después de un patrullaje movido o una misión particularmente larga con la Liga.

Su abdomen también dolía un poco.

Se levantó de la cama, sintiendo el dolor intenso (aunque pasajero) en su región lumbar que generó algo de debilidad en sus piernas. Sí, esto (junto con las punzadas en el abdomen) sí era por Clark, igual que la gran cantidad de marcas que observó en su pecho y espalda, al encarar el espejo en el baño.

Bañarse con agua caliente era una buena opción, ayudaría a sus músculos adoloridos.

No tardó mucho en la ducha, primero porque él nunca tardaba demasiado (a menos que estuviera siendo Brucie el fastidioso), y segundo porque estaba agotado y quería volver a acostarse.

Salió del baño desnudo, aun secando su cuerpo, encontrando a Clark acomodando un plato sobre uno de los buros, sintiendo como agradecía en sobre manera la visión que él era, para colocar una mirada preocupada, acercándole una prenda de ropa interior y una camiseta.

Tomó las prendas y comenzó a colocarlas para semi cubrir su cuerpo.

—Perdón por morderte otra vez— Dijo Clark, viendo el suelo y con orejas figurativas caídas con pena. Él se acercó a besarle la mejilla, aprovechando para hablarle al oído.

—Estoy seguro de que lo disfrute y de que tu también lo hiciste— Amaba poner a Clark rojo hasta las orejas.

 —Si-siéntate para hacerte curación—

—No, está bien, el agua y jabón del baño deben ser suficientes— Clark no lucía muy convencido, pero terminó por aceptarlo, tomando nuevamente el plato con comida sobre el buró, ofreciéndoselo.

Él decidió acomodarse primero en la cama y luego aceptar el plato, al llevar a cabo el primer paso, su espalda se quejó con mucho ahínco, eso sin contar las punzadas leves que aún sentía en su abdomen o la queja que interpusieron sus piernas y sus hombros, aún así estaba seguro de que su rostro no había dejado ver ninguna de sus incomodidades.

Pero maldita sea Clark y su exceso de conocimiento para con él.

—¿Cómo está tu cuerpo? — Le interrogó, sentándose a orillas de la cama, a la vez que Bruce finalmente podía aceptar el plato.

Sonrió.

—Como debería estar después de pasar tres días teniendo sexo— No pudo ver el movimiento exacto que Clark había realizado para casi tirarle el plato, pero él era Batman, podía hacer que su comida no se cayera de su plato (sin importar los toquecillos de torpeza de Clark).

Una vez con el plato estable, lo colocó un momento en el lado libre de la cama, asegurándose de que nada se derramaría, para hincarse (cuerpo protestante o no), y besar a Clark en los labios.

—Gracias por cuidar de mí, Clark, te amo— Su alfa volvió a sonrojarse, para hacer eso que ambos amaban, esconder el rostro contra su cuello y aspirar su aroma, permitiéndole a Bruce disfrutar el aroma contrario.

Clark fue el que terminó con el abrazo.

—Alfred dijo que nos llamaría en 20 minutos, Dick, Jason y Conner quieren hablar con nosotros— Bruce se concentró en la comida.

—¿Están bien? —

—Sí— Dijo Clark sonriendo al notar que él le estaba ofreciendo un bocado.

—¿Cómo va lo de Tim? — Clark masticó un poco, cubriéndose la boca con un puño flojo, para poder contestar.

—Alfred dijo que ya casi está todo listo—

—Ok—

Tim no vio al señor Wayne o al señor Kent al día siguiente, ni la semana siguiente, ni la semana siguiente, siguiente. Su vida continuó entre días sin amigos, libros y Brandon empujándolo contra la pared o encerrándolo en el baño o pellizcándole los brazos. Ya no lo golpeaba en la cara, porque había sido castigado duramente por eso, ahora lo golpeaba donde las marcas no pudieran verse.

Y Tim sabía que así pasaría sus días hasta que fuera un adulto y pudiera irse de ahí (al menos Brandon se iría antes), pero entonces el encargado llegó un día, llevándolo a una habitación en la que nunca había estado, pero que Jerry (el único niño que le hablaba sin recordarle que era feo, tonto y un omega) le había descrito, ¿sería el cuarto donde se hacían las entrevistas con los posibles papás?

Tim no quería emocionarse, porque sabía que no sería adoptado así nada más, aunque no pudo evitar que su corazón latiera rápido.

Al abrir la puerta, Bruce Wayne se encontraba sentado con rostro serio, a un lado de Clark Kent que sonreía mientras mantenían sus manos entrelazadas, girándose al instante con el ruido que hacía la puerta al rechinar y sonriéndole a Tim de inmediato.

—Los dejaré a solas entonces— Dijo el encargado, cerrando la puerta justo detrás de Tim.

—Hola otra vez Tim— Y Tim iba a sonreír y preguntar si realmente Bruce Wayne (quien era increíble) y Clark Kent (quien también parecía alguien increíble) querían adoptarlo, pero eso… no podía ser.

—Hola señor Wayne, hola señor Kent—

—Puedes decirme solo Bruce—

—Y a mí solo Clark— Y Tim sonrió sintiéndose especial.

—Hola Bruce, hola Clark— Sintió un curioso cosquilleo desde su estómago hasta su corazón. Los adultos le sonrieron.

—Queríamos hablar contigo Tim— Dijo Bruce y Tim entendió. ¿De qué otra cosa podrían querer hablar Bruce Wayne y Clark Kent con él si no era sobre los secretos que Tim tontamente había revelado que sabía?

Él solo había querido que Bruce entendiera que Tim era muy inteligente… como él.

—No le diré a nadie lo prometo, no tienen que preocuparse—

—¿Qué? —

—No es por lo de…—

—Oh… no— Afirmó Bruce. —Nos prometiste que no le dirías a nadie y confiamos en ti— Explicó, intercalando su mirada entre él y Clark, haciéndole ver que realmente aquel era un pensamiento que ambos compartían. —Queríamos hablarte de otra cosa—

Clark y Bruce confiaban en Tim solo porque Tim dijo “Lo prometo”.

La sensación de “sentirse especial” incrementó.

—Queríamos saber si te gustaría vivir con nosotros— Dijo Clark Kent y Tim que conocía las palabras “yuxtaponer”, “esternocleidomastoideo” e “idiosincrasia”, de repente no sabía hacer otra cosa que repetir lo que acaban de decirle.

—¿Vivir? —Preguntó casi en un susurro a lo que ambos adultos asintieron.

—Queremos saber si estarías de acuerdo en que te adoptemos— Agregó Bruce.

—¿A mí? — Bruce le sonrió pequeñito.

—A ti—

¿Por qué a él?... ¿De verdad, con solo hablar una vez, Bruce Wayne y Clark Kent lo consideraban lo suficientemente especial para ser adoptado por ellos?

—Vivirías con nosotros y con Alfred, y con nuestros hijos, Dick, Jason y Conner— Agregó el omega como él.

Bruce y Clark querían adoptarlo.

Superman y Batman querían adoptarlo, aunque él no fuera especial como Richard Grayson, Jason Todd o Conner Kent…

—Entonces, ¿qué dices? — Insistió Clark, suavecito.

¿Qué que decía?

¡Cierto, no había dado su respuesta!

—Sí quiero— Bruce asintió nuevamente y Clark dejó salir una risa que a él le pareció bonita.

—Ok—

Extra:

Martha sonrió sin apartar la vista de la carretera y con las manos bien puestas en el volante.

—¿Qué sucede, Bruce? — Y él tomó aire profundo.

—Martha, ¿cree que si Clark y yo tenemos un hijo biológico eso pueda llegar a afectar a Dick, Jason y Conner? — La madre de su pareja, dejo de mirar el camino, atacándolo con una expresión sorprendida y un poco emocionada.

—Bruce, ¿estás…? —

—No— Se apresuró en negar, viendo como Martha soltaba el aire de golpe, dejando escapar una corta risilla.

—¿Tú y Clark quieren tener un hijo biológico? —

—Bueno, Clark me dijo antes que él querría y no es que yo no esté de acuerdo, pero… de por sí los comentarios que insinúan que Dick, Jason y Conner no son “nuestros verdaderos hijos” ya existen, ¿Qué pasaría si Clark y yo tenemos un hijo biológico?, ¿haría todo peor? — Bruce cerró los ojos un momento, permitiéndose ser aún más sincero. —Tengo mucho más en la vida de lo que nunca imaginé, estoy vinculado, tengo tres hijos, tengo una nueva familia que se agregó a la que ya tenía antes— Dijo haciendo que Martha le dedicara una cálida sonrisa para regresar rápidamente su vista a la carretera, sin dejar de sonreír. —Tal vez querer tener un hijo biológico es ser demasiado demandante y tal vez eso solo perjudique a mi familia… tal vez solo sea un deseo egoísta que no debería ser cumplido—

—Primero, Bruce— Martha apartó una mano del volante, para colocarla sobre una de las suyas, dándole un ligero apretoncito que le generó una sensación de aceptación, de ser apreciado, de ser especial. —Tú no eres una persona egoísta y tampoco está mal que quieras tener un hijo biológico— Dijo mirándolo de reojo para volver a colocar ambas manos sobre el volante. —Segundo, a todos los hermanos mayores les toma un tiempo adaptarse a sus hermanos menores, compartir la atención de sus padres y su hogar, pero en el caso de mis hermosos nietos— Dijo soltando una pequeña risita, que provocó una sonrisa en él. —No he visto que hayan tenido problemas para adaptarse, ¿Dick tuvo problemas para adaptarse a Jason? —

—En realidad no, creo que Jason tuvo problemas para adaptarse a Dick— Dijo como una broma con fondo real.

—Y no he visto que hayan tenido problemas para aceptar a Conner—

—No, pero…—

—Pero sí, un hijo biológico y sobre todo un bebé puede hacer todo más complicado, aunque si tú y mi hijo tienen un hijo biológico y las personas comienzan a notar que no hay diferencias en el trato que Dick, Jason, Conner y el futuro bebé reciben, eso podía beneficiarlos más que perjudicarlos, para que todos finalmente entiendan que adoptados o biológicos ambos son hijos verdaderos—

Lo que Martha decía tenía sentido, pero…

—Eres un buen padre Bruce y creo que mi hijo también lo es—

—Sí, Clark es muy bueno— Martha le sonrió con orgullo y un toque de ternura.

—No veo nada malo en que ustedes tengan otro hijo, no es como que no puedan cubrir las necesidades básicas de mis nietos, comida, un hogar, educación… amor— Concluyó sonriente.

Suspiró con algo de alivio.

Notas finales:

El conocimiento de Conner sobre la fertilidad esta vez no me lo proporcionó Wikipedia, mi oso fiel me falló y pues entre a páginas poco confiables que me ayudaron a salir del problema (https://cuidateplus.marca.com/reproduccion/fertilidad/2016/01/16/mentiras-verdades-fertilidad-107049.html, https://www.avawomen.com/es/avaworld/las-probabilidades-de-quedarse-embarazada-todas-las-edades/) combiné el conocimiento y al final tal vez nada de lo mencionado sea real :p  


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