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Cariño, por favor, sé real por Eza-chan

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Notas del capitulo:

Ni Superman ni Batman me pertenecen.

Voy a estar muy triste cuando recuerde qué notas quería poner y ver que perdí mi oportunidad por olvidadiza.

 

Clark respiraba profunda y lentamente, su cuerpo estaba totalmente relajado sobre la cama, tapado cómodamente hasta el cuello, con sus brazos rodeándole perfectamente el cuerpo y piernas levemente entrelazadas.

Bruce volvió a delinear con la mirada cada una de las facciones relajadas de su pareja vinculada, para permitirse posteriormente delinearlas con una mano, dejando un camino de ligero cosquilleo que inició en la frente, pasando por entre las cejas, bajando por la nariz y concluyendo al inicio del cuello.

Clark frunció el ceño un momento y él temió que lo hubiera molestado o despertado, pero su alfa lo único que hizo fue acercarse un poco más a él, como si quisiera que las caricias a su rostro continuaran. Sonrió, reiniciando el camino por el rostro de su pareja, tomando atajos e inaugurando nuevos caminos por su rostro que incluían peinar cejas y tal vez dejar suaves besos en párpados y mejillas.

Su Alfa no despertó en ningún momento y eso solo denotaba lo agotado que estaba, pero claro que lo estaba, iba a su trabajo (que por cierto sus artículos cada vez eran mejores), llegaba lo suficientemente temprano como para que Dick, Jason, Conner y Tim no estuvieran mucho tiempo solos (porque Bruce tendía a llegar algo tarde), jugaba con los niños, terminaba parte de su trabajo en casa, salía a ser Superman, cumplía misiones con la Liga de la Justicia mientras era prácticamente el portavoz de la "campaña" en búsqueda de nuevos miembros, patrullaba vestido de Batman y además se aseguraba de que él (Bruce) y los bebés estuvieran bien.

Claro que estaba estresado y preocupado (como Diana amablemente le había remarcado) y claro que estaba agotado, Bruce no quería admitirlo, pero ni siquiera estaba seguro de si Clark estaba durmiendo correctamente, últimamente él se quedaba dormido antes y despertaba después de su alfa (porque este había adquirido la reciente responsabilidad de despertarlo) y ni siquiera estaba contando las interrupciones a media noche porque el mundo requería de Superman o Batman o porque los niños necesitaban de sus padres.

Él no estaba siendo muy útil.

No es que no hubiera pensado que todo esto podía pasar si se embarazaba, pero creyó que tendría más tiempo de solucionar la mayoría de esos problemas. Tenía el proyecto de presentarles a sus compañeros a algunos nuevos (y no tan nuevos) héroes en espera de que sus compañeros de la Liga se dieran cuenta de que eran aptos para pertenecer, también pensó que tendría tiempo de entrenar un poco a los héroes recientes de Ciudad Gótica (Black Canary, Huntress, Zatanna…) y pensó que tal vez Dick, Jason, Conner y Tim serían un poco más grandes, pero no, concibieron a la primera y todos los planes de dejar todo medianamente listo, cayeron en picada y de cabeza.

Bajo la mano que no se encontraba acariciando el rostro de Clark hasta su vientre, buscando trasmitirles a sus bebés el amor que sentía por ellos.

No había pensado que pasaría tan rápido y tal vez no había estado preparado, pero ya no podía, ni quería imaginarse que esto no estuviera pasando en este momento.

Pero sí, debía cuidar mejor de su alfa.

Por eso pensó que venir a un hotel era la mejor opción.

Sí, no iba a mentir y decir que una de las razones para venir no era porque quería tener sexo con Clark (amaba el sexo con Clark y hacerlo rápido y entre susurros tratando de ocultar los gemidos era divertido y caliente, pero también le gustaba tener sexo lento y sin la preocupación de que en cualquier momento alguno de sus hijos podía entrar o Conner podía escuchar), pero también era porque así Clark podría dormir sin ser interrumpido por niños adorables (los cuales se encontraban haciendo campamento en medio de una de las salas de estar de la mansión, eficientemente vigilados por Alfred) o por alguna misión de la Liga o de Superman o de Batman (Diana le aseguró que ella se encargaría mientras obligaba a Flash y Linterna verde a encargarse también) y como muy probablemente a su amable y paranoica pareja se le subirían sus niveles de estrés y preocupación al máximo si él mencionaba algo sobre ir a la Fortaleza de la Soledad, pues el hotel era la mejor opción.

Había tenido razón.

Eran las 4 de la mañana y la verdad es que preferiría haber seguido dormido, pero después de tener que hacer una rápida visita al baño, su cerebro decidió ponerse caprichoso,

Así que ahí estaba media hora después y aún despierto, aunque tampoco es que estuviera tan mal poder despertar y ver a su pareja durmiendo.

Estaba disfrutando mucho de esto.

Por desgracia Clark volvió a fruncir el ceño (sin tener nada que ver con Bruce acariciándole el rostro o dejando de hacerlo), para estremecerse levemente, cambiar un poco su patrón respiratorio y finalmente abrir los ojos.

—¿Estás bien? — Preguntó, pegándose un poco más a su alfa y buscando trasmitirle calma al acariciarle la espalda.

Clark lo miró con ojos medio cerrados, para encogerse un poquito contra él, en esa adorable forma que tenía de querer esconderse en Bruce.

Bruce le colocó un beso en la frente porque a veces era eso o soltar una carcajada boba cuando el enorme amor que sentía hacia su pareja vinculada quería escapar de su cuerpo.

—¿Tuviste una pesadilla? —Lo cuestionó en algo que pareció más un susurro que una conversación real, pero sabía que Clark podría escucharlo perfectamente.

—No lo llamaría pesadilla, era más bien un sueño… raro—

—¿Raro? —

—¿Por qué estás despierto?, ¿qué hora es?, ¿te sientes mal? — Claro que ni bien su cerebro comenzaba a funcionar bien Clark se preocupaba más por su bienestar que por el de sí mismo.

—Estoy bien, me desperté porque fui al baño y…— Clark dejó de esconder el rostro contra él, para mirarlo angustiado.

—¿Al baño?, ¿vo-vomitaste o…? —

—No, Clark fui al baño a orinar— Lo dijo de forma cortante, no había querido decirlo así de brusco.

—Oh—Decidió que acariciaría de nuevo el rostro de su alfa, comenzando un nuevo y lento camino que hizo que Clark cerrara los ojos.

—También me quedé viéndote dormir—

—¿Sí? —

—Sí—

—¿Estaba babeando?, ¿roncando? —

—Tal vez, pero atractivamente—

—Obviamente— Aceptó Clark con juguetona seriedad, buscando tragarse su risa.

—Obviamente, ¿De qué era tu sueño raro? —

Decidió que ese era el momento de regresar al tema original de conversación.

—Eh… me da vergüenza— Eso le provocó una risa corta.

—¿Pues qué soñaste? —

—Es que… vez que el otro día hubo un maratón de Hora de Aventura y los niños nos obligaron a verlo y… pasan muchas cosas muy raras en esa caricatura, claro que no debes recordar mucho porque te quedaste dormido…— Le explicó Clark sin reproches, para colocarle un beso corto en los labios. —Traidor— Eso le hizo reír más abiertamente. —Y soñé que los niños se subían en Jake, eh… el perro— Le explicó y él decidió que no le iba a decir que sí sabía diferenciar a los personajes protagonistas porque le gustaba la mirada que Clark ponía cuando trataba de explicarle cosas. —Y se iban, porque decían que ya eran grandes y que ya podían ser héroes—

—¿Y ya estaban grandes? —

—No— Dijo Clark casi haciendo un puchero que él tuvo que besar para ayudar a hacerlo desaparecer.

Clark lo acercó un poquito más a él para mover una de sus manos con un toque de inseguridad, hasta lograr colocarla sobre el abdomen de Bruce, haciendo movimientos muy leves.

—También estaban los bebés— Bruce sonrió.

—¿Y cómo los imaginaste? —

—Eh… ¿Como bebés genéricos de sueño? — Contestó encogiéndose de hombros. —No había muchos detalles, mi cerebro es aburrido, aunque eran bebés que hablaban, tal vez… sí era una pesadilla— Esta vez la carcajada que Clark le arrancó sí fue muy ruidosa.

Se acercó a besarle la frente a su alfa nuevamente.

—Tu cerebro no es aburrido, me cae muy bien— Le dijo haciendo reír a Clark.

—Gracias, le voy a decir—

—También dile que es normal tener sueños raros— Clark lo miró confundido. —Es normal cuando estás embarazado—

—Ja-ja— Dijo Clark y él solo pudo reír un poco más.

Esperó a que su risa se calmara, sintiendo como lentamente el sopor se apoderaba de él, mientras las caricias en su abdomen no se detenían. No había necesidad (ni ganas, ni fuerza) de abrir sus ojos correctamente, dejándolos entreabiertos.

—Pronto se va a notar aún con ropa— Comentó Clark, generándole un chispazo de adrenalina.

—Sí— Confirmó, porque ya tenía doce semanas y además eran dos bebés, claro que comenzaría a notarse fácilmente, ropa o no. —Tenemos que hacerlo público antes de que eso pase—

—¿Eh? — Clark, más que lucir insatisfecho con la noticia, lucía confundido.

—Le tengo que decir a mis accionistas y ellos no saben esconder secretos, prefiero que nosotros compartamos la noticia, bajo nuestros propios términos, además somos figuras públicas, lo tenemos que anunciar— Clark suspiró y después le colocó tres besos torpes en el cuello.

—Me siento tonto preguntando esto, pero ¿tienes un plan para decirle… pues… al mundo sobre nuestros bebés? —

Bruce le sonrió.

Perry sinceramente creyó que conocía a las personas y la forma en que actuaban cuando adquirían poder.

"Si quieres conocer a alguien verdaderamente, dale poder". Eso es lo que siempre se repetía a sí mismo, prácticamente todo el tiempo; regía su vida en base a esa ideología.

Él no era estúpido.

Clark Kent se veía como un bonachón medio tonto y dejado que escondía fiereza y un gigantesco sentido de justicia que le daba el valor de escribir artículos muy interesantes y repletos de verdad sin miedo a posibles (y terribles) consecuencias, pero Perry entendió que aquel hombre desaparecería para dar lugar a uno prepotente y cegado por el poder; al principio, no pensó que pasaría nada, porque a pesar de la forma en que los medios querían que se viera (como si el "nuevo alfa de Bruce Wayne" fuera super especial), él sabía cómo funcionaba eso de exagerar y adornar para poder vender más, así que supuso que solo era el pobre y desdichado (que probablemente acabaría con la vida arruinada y con uno o dos hijos bastardos de haber sido omega) amante, las cosas terminarían abruptamente y todo seguiría su curso normal.

Pero luego Clark Kent se vinculó con Bruce Wayne, sin decirle a nadie, así nada más, dejando que Perry se enterara cuando lo invitó a la ceremonia de vinculación con esa misma aura torpe y avergonzada que Kent siempre había portado, luciendo como el alfa más afortunado del mundo (porque probablemente lo era) y las preocupaciones de Perry crecieron, porque ahora no solo era un alfa cualquiera fácilmente desechable, ahora era el compañero vinculado del dueño del Daily Planet.

Ahora Clark Kent podía fácilmente quitarle su trabajo si se lo pedía a… "su omega".

Y él creyó que ese día había llegado… hace cuatro meses (más o menos).

Clark Kent tocó la puerta de su oficina con su caminar un poco inseguro (aunque ciertamente lucía más cómodo consigo mismo que antes), sonriendo un poco avergonzado.

—Buenas tardes, señor, ¿podría hablar con usted? — Pidió con amabilidad y Perry estaba muy confundido porque si él entendía bien Clark Kent ahora podía tirarlo por las escaleras y gritarle que estaba despedido y nadie haría nada al respecto.

—¿Qué quieres Kent? — Le habló con la misma energía y molestia de siempre, porque él no se iba a ir con la cabeza agachada y pose de mascota regañada, ¡Él era el jefe, maldita sea!

—Bueno, quería avisarle que voy a necesitar tomarme los días que se nos permiten por el celo, los voy a reponer por supuesto, con sábados— Dijo perdiendo un poco de su seguridad. —¿Está bien? —

¿Por qué mierda Clark Kent, compañero vinculado del dueño del Daily Planet, alfa de su maldito jefe, le estaba pidiendo permiso a Perry para poder compartir su celo precisamente con el jodido jefe de ambos?

Ahí fue que Perry comenzó con la crisis que le duró como dos meses, porque se dio cuenta de que "Darle poder a alguien para conocerlo verdaderamente" no siempre quería decir que encontraría algo negativo.

A veces las personas eran realmente… "Buenas".

—Bien, Kent, repondrás con sábados y domingos—

—Do-eh… de-de acuerdo, señor— Perry se permitió liberar una carcajada. —Estoy bromeando Kent, sé que sales con tu familia los domingos, pero de todas formas sí vas a tener que venir los sábados— Kent volvió a sonreír.

—Claro que sí, señor, gracias—

Y ahí había quedado todo.

Perry dejó de pensar que Clark Kent de repente se alocaría y abusaría de su "poder", hasta ahora.

—Y con esto puede ver que las ventas han aumentado en un 35%— Bruce Wayne vio el reporte en sus manos asintiendo suavemente, para alzar el rostro y mirarlo a él.

—Claro— Aceptó sonriendo.

—El cambio de imagen ha tenido una gran aceptación entre nuestros lectores— Aseguró, mientras Bruce Wayne no dejaba de sonreírle. —Y además de lo que ya le he dicho anteriormente y de lo que puede leer en el informe en sus manos no sé que otra cosa puede querer saber, hay algo en específico de lo que quiera que… eh… hablemos— Su jefe frunció levemente el ceño, para apresurarse en hablar.

—Oh, no señor White, leí el informe y las dudas que tenía ya se encargó de resolverlas, gracias, es usted muy eficiente— Le dijo con una sonrisa impersonal.

¿Qué? No, no le interesaba que su jefe lo estuviera felicitando (Bueno, sí… poquito).

—Me gustaría saber si usted necesita algo, ¿tiene alguna petición?, ¿algún cambio que le gustaría realizar en el periódico? —Cuestionó Bruce Wayne, pareciendo honestamente interesado en lo que sea que él fuera a decir (justo como durante la primera reunión real que tuvieron para hablar del futuro del Daily Planet).

—No, señor Wayne, por ahora los cambios realizados cuando el periódico pasó a ser de Industrias Wayne siguen siendo suficientes—

—Excelente— Le dijo volviendo a sonreír. —Ahora señor White, si no le importa me gustaría hablar con usted de algo un poco más personal— Perry no entendía lo que estaba sucediendo. —Disculpe— Exclamó el señor Wayne para ponerse de pie y salir de la oficina, alejándose de la vista de Perry por un muy corto tiempo, volviendo a ingresar, para que en apenas unos instantes Clark Kent apareciera por la puerta.

—Buenas tardes, señor—Saludó Clark Kent al tiempo que el señor Wayne regresaba a sentarse.

—No… entiendo, señor Wayne—

La verdad era que no quería pensar en como aquí sería cuando le dirían que ya no lo necesitaban o que de repente ahora Clark Kent era su nuevo jefe.

Estúpido, estúpido él por creer que…

—Claro que no lo entiende señor White, aún no le hemos explicado— Comenzó el señor Wayne dedicándole una sonrisa a Kent quien solo atinó a sonrojarse (haciendo que a veces él sintiera que realmente se amaban). —Estoy embarazado, señor White—

¡Lo sabía!, Perry lo sabía, no debió confiar en Clark Kent y su miradilla inocentona, claro que el señor Wayne había venido a decirle que estaba… ¿embarazado?, ¿¡Qué!?

—¿Cómo dijo? — Su jefe soltó una leve risa (parecida a la que presenció cuando Kent y él bailaron durante su ceremonia de vinculación). Kent liberó una sonrisa más abierta.

—Sí, tengo 14 semanas y finalmente decidimos que vamos a hacerlo público— Dijo estirando su mano, permitiéndole presenciar el hecho de que aquello era un hábito en su relación. Perry podía notar que Wayne solo tenía que estirar su mano para que Kent se acercara rápidamente a tomarla. —Yo sé que este no es esa clase de periódico, pero queríamos…— Su jefe miró a su alfa.

—Queríamos saber qué opina usted, señor, de publicar la noticia en el Daily Planet—

No iban a quitarle su trabajo, no iban a decirle que ahora Clark Kent era su jefe directo, venían a decirle una noticia increíble, para su empleado y su empleador quienes por cierto estaban vinculados y realmente parecían amarse (justo como Lane creía), noticia que podía hacerle vender muchos periódicos.

—¡Pero claro que la vamos a publicar en el Daily Planet! —Exclamó poniéndose de pie de golpe (sin estar seguro de cuando se había sentado). —¡Maldita sea, Kent, muchas felicidades! —Dijo ofreciéndole un entusiasta apretón de manos al reportero que rio alegre y torpemente. —Muchas felicidades, señor Wayne— Agregó más calmado y ofreciendo un nuevo apretón de manos al sonriente omega.

—Gracias, señor—

—Gracias, señor White—

—¿Quieren que Kent escriba el artículo? —

—¡Ay, no! — Se negó de inmediato el reportero.

—Puede ser quien usted decida, Clark dice que todos sus compañeros son muy buenos reporteros y bueno, esta no es precisamente la clase de noticia a la que están acostumbrados a escribir así que el que usted diga, señor White— Y la puerta fue abierta de golpe.

—¡Perry, necesito…! — Habló Lane sin ningún respeto hacia él, como siempre, callándose al momento de ver a Wayne y Kent. —¡Oh Dios ya le dijeron!, ¡Ya lo van a hacer público! — Exclamó Lois, sin entonación de pregunta, perfectamente conocedora de la noticia y sin haberle informado nada a él.

—Bueno, ya sé quien va a escribir el artículo—

Lois había visto antes la mansión Wayne, en fotos y en algunos eventos de caridad, pero nunca la había visto realmente como "una casa".

Esta casa en realidad se sentía como un hogar, a pesar de lo amplia que era y a pesar de que probablemente debería sentirse fría y abandonada, se podía percibir como realmente una familia vivía ahí. Estaba arreglada y prolija, olía a limpio, pero aún así se podían percibir los pequeños toques de que niños vivían aquí.

Un que otro juguete que no parecía que estuviera fuera de lugar, unos cuantos dibujos colgados dentro de marcos elegantes y justo al lado de pinturas que se suponía eran elegantes y costosas.

Ciertamente no imaginó que así se vería la mansión Wayne.

—Pero es que para qué tenemos que usar estas cosas— Escuchó el quejido de Jason, mientras Wayne intentaba acomodarle la corbata a juego con su pequeño traje, sentado con el niño bien acomodado entre sus piernas, (porque siempre elegante, siempre atractivo, pero aún así parecía cansado, e incluso ella podía notar que parecía estarle molestando su espalda un poco, suponía que era normal teniendo en cuenta un embarazo, uno múltiple por encima de todo). Se notaban acostumbrados a ello, no parecía como algo previamente practicado en busca de engañarla a ella y a todo Metrópolis y Gótica, de verdad Bruce Wayne era un buen padre. —Se siente como si te ahorcaran— Exclamó el menor haciendo un curioso ruido de ahogamiento muy dramático. —¿Cómo pueden tú y Clark usarlas todo el tiempo? — Wayne se rio, pero no en la forma seductora y un poco boba que ella le había visto hacer en entrevistas, era una risa suave y cariñosa.

Claro que Clark se iba a enamorar de este hombre.

—Te ves bien y además no te está ahorcando— Le explicó el adulto al tiempo que terminaba de acomodarle la corbata y pasando una mano por la espalda del menor en una nueva muestra de cariño. —Dramas— Le dijo al niño en tono divertido, provocando un leve puchero, puchero que se acentuó al ver que sus hermanos llegaban después de cambiarse y notando como los menores (Conner y Tim) llevaban corbatín y no corbata.

—¿Por qué Conner y Tim tienen moñito y yo esta cosa? — Tim corrió a sentarse junto a Bruce para poder abrazarlo, luciendo completamente feliz de hacerlo, mientras Conner miró su corbatín confundido.

—Joven Jason, los nombres correctos son corbatín y corbata— Explicó el mayordomo colocando una charola con múltiples vasos en la elegante mesa de centro (todo aquí era elegante).

—Tú y Dick van a usar corbata como yo— Le dijo Wayne a Jason, justo después de la corrección impuesta por el mayordomo.

—¡Yo también tengo corbata! —Explicó Dick emocionado alzándola un poco en dirección a su hermano menor, que de repente ya no parecía tan reticente a la idea de usar corbata.

—Yo podría darte mi corbatín, si quieres— Expuso Conner con una sonrisa enorme y amable, igual a las que ponía Clark. Jason lo miró sin pucheros y con mucha calma (luciendo un poco como Wayne).

—No, Conner, gracias—

Y finalmente Clark llegó, al último y aún intentando acomodar el corbatín que él portaba, lo que era chistoso porque él era el que había acomodado los corbatines de los menores y la corbata del niño mayor y aún así él se estaba peleando con su propio corbatín.

Bruce soltó una especie de risa suspirada, pidiéndole a Tim que interrumpieran el abrazo, para ponerse de pie con un toquecito de dificultad (sí, ella ahora sí estaba segura de que la espalda le estaba molestando), notando además como Clark dejaba su corbata en paz y parecía querer ser tan veloz como Flash para llegar hasta Bruce y ayudarlo a levantarse.

Presenció como Clark colocó una mano sobre la cadera derecha de Bruce, mirándolo con un toque de angustia, para que Bruce solo le sonriera y procediera a acomodar el corbatín de forma correcta.

Ella no podía con esta enorme cantidad de dulzura y calidez.

—Entonces, ¿estamos listos para la foto? — Preguntó sintiéndose emocionar de repente.

—¡Sí! — Exclamó Conner (el niño demasiado parecido a Clark, lo genes Kent eran fuertes, supuso), igual de emocionado que ella.

—¿Usted también va a salir, señor? — Cuestionó Jimmy al mayordomo.

—¿Cómo?, claro que no—

—Pero Alfred…— Comenzó Clark, siendo de inmediato interrumpido por el hombre mayor.

—No insista, amo Clark, ¿cómo le voy a explicar a Martha y Jonathan que yo voy a salir en la foto y ellos no, claro que no, no— Explicó el hombre con severidad, pero Lois estaba muy ocupada riéndose del "Amo Clark".

—A má y pá no les molestaría— Murmuró Clark.

—Supongo que tendremos que organizar una sesión de fotos con abuelos incluidos— Comentó Wayne.

—¿Los abuelitos vendrán a visitarnos? — Preguntó Tim a nadie en particular obteniendo sonrisas en lugar de una respuesta hablada.

—Tal vez hasta que los bebés nazcan, amo Bruce—

—Sí, que emocionante, ¡Nuestra primera foto con nuestros hermanitos! — Aceptó Dick con mucha más emoción que con la que había hablado su hermano menor.

—¿Esta también cuenta como foto con nuestros hermanitos? — Cuestionó Tim, con mano en la barbilla.

Los cuatro niños se miraron entre ellos para después mirar a Wayne, quien lució como si no supiera realmente qué decir (lo cual era muy gracioso para Lois), decidiendo finalmente girarse a buscar respuestas en Clark que de inmediato sonrió mostrando todos los dientes.

—Definitivamente, nuestra primera foto con los bebés—

Lois estaba disfrutando del delicioso café acompañado de galletas, tan absorta estaba en eso que de golpe recordó que se suponía debía hacerles algunas preguntas que habían quedado sin resolver, así como algunas dudas que tenía sobre agregar o no algunos detalles.

—Aún tengo algunas dudas antes de escribir el artículo— Comenzó, atrayendo la atención de Villa chica, Wayne y Jimmy, quien estaba mucho más hundido en ese maravilloso mundo hecho de café y galletas.

—Claro, señorita Lane— Aceptó el compañero vinculado de su colega.

—¿Estaban intentando tener un bebé? O solo pasó— Villa chica, predeciblemente, se sonrojó. Wayne se mantuvo imperturbable.

—Dejé de usar el implante y los supresores con esa intención, sí, pero no creímos que fuera a pasar tan rápido— Explicó el omega.

—Pero no pongas eso de que no creímos que pasaría tan rápido— Se apresuró en solicitar Villa Chica. —Podrían llegar a… torcerlo— Desarrolló la idea. Lois estaba de acuerdo, cualquiera podría tomar aquello y decir algo imbécil como "Ah, entonces realmente no quieren a los bebés" y empezar una retorcida y desagradable campaña de desprestigio.

De por sí las cosas iban a ser difíciles una vez que el artículo saliera.

Esta era una noticia feliz y que hasta podría llegar a ser irrelevante, pero al tratarse de Bruce Wayne, omega, multimillonario, filántropo, dueño de Industrias Wayne, con todo un historial de relaciones no precisamente exclusivas (últimamente Lois se preguntaba si aquello era si quiera verdad), claro que iba a ser tratada como si se hubiera descubierta la cura contra el cáncer, la forma inequívoca de lograr la paz mundial por siempre… e iba a ser torcida de todas las formas posibles hasta hablar de Wayne, Villa Chica y esta hermosa familia como si no fueran más que personajes ficticios.

—Saben a qué nos vamos a enfrentar una vez que el artículo salga, ¿verdad? — Clark se tensó, para rodear el cuerpo de Wayne con un brazo, Lois no estaba segura de si quería reconfortarlo a él o a sí mismo.

—Claro que sí, señorita Lane, no van a faltar los que mencionen que los bebés no son de Clark, o los que digan que seguramente Clark me obligó a tenerlos o los que estén en contra de mí teniendo hijos, también los que mencionen que finalmente entendí cual es mi lugar o los que hablen de los bebés como nuestros primogénitos como si no tuviéramos cuatro hijos ya—

Todo era más fácil cuando creía que Bruce Wayne era un bastardo, sediento de atención que tomaba cada acontecimiento en su vida solo para hacer un circo mediático de ello, favorecer a su compañía y así poder mantener su vida de excesos y lujo.

—Pero si no lo dicen también puede ser contraproducente, ¿no? — Comentó Jimmy con la boca llena, como si no hubiera podido contener más aquel pensamiento, notando el ambiente pesado y queriendo hacerlo desaparecer.

Villa Chica le sonrió, al igual que lo hizo Wayne, relajando los hombros y como si quisiera hundirse entre el abrazo del alfa.

—Sí, es cierto, señor Olsen— Aceptó Wayne, mirándolo directo, provocándole un marcado sonrojo, solo evidenciado con más fuerza por el tipo de piel del chico.

—J-Jimmy está bien— Lois casi rodó los ojos porque era divertido, pero exasperante el aura atrayente de Wayne.

—Ok, Jimmy, señorita Lane, ¿tienen alguna otra pregunta? —

—¿Vamos a poder usar las imágenes del ultrasonido? — Cuestionó tratando de ignorar la sonrisilla boba en el rostro de Jimmy.

—Sí— Accedió Villa Chica.

—Sigue siendo muy pronto para saber el sexo de los bebés, ¿verdad? — Wayne rio.

—Sí, es muy pronto—

—Lo siento, es que va a ser lo primero que pregunten, solo quería estar segura— Afirmó, regresándole la sonrisa al multimillonario.

De repente Villa Chica puso su cara típica de incomodidad, esa que ella llamaba "Olvidé que dejé prendida la estufa".

—Voy a ir a ver que están haciendo los niños, regreso rápido— Wayne, asintió, sin dejar de sonreír.

Después de que los tres miraron a Clark salir de la sala de estar (Una, de las tantas en esta enorme mansión), Lois tomó la maravillosa oportunidad de estar a solas, sabiendo que Jimmy le tenía miedo y que no diría nada si ella lo pedía.

—Señor Wayne quería disculparme con usted—

—¿Disculparse? — Cuestionó luciendo honestamente confundido. —No entiendo por qué quiere disculparse, señorita Lane— Ella suspiró, porque sí, tal vez no había significado nada para Wayne su amenaza lanzada hacía tiempo, pero para ella sí significaba mucho, porque… porque ella se había equivocado.

—Lo que dije, cuando nos conocimos, yo estaba equivocada— Y Wayne dejó de sonreír, dejándole ver que sí que recordaba aquel momento.

—Señorita Lane…— Comenzó, ofreciéndole una sonrisa que buscaba hacerle ver que eso estaba en el pasado y ahí se debía quedar, pero ella lo interrumpió.

—No, espere— Suspiró. —Sinceramente creí en todo lo que se dice de usted, en la imagen que a creado para los medios, pero ahora me doy cuenta de que solo es eso, una imagen— Y Wayne lució un poco como aquella vez durante el evento a Superman, un poco perdido, un poco inseguro, pero esta vez también un poco… no, muy feliz.

—Bueno, señorita Lane, ¿quién podría culparla?, además usted estaba tratando de cuidar de Clark, que ambos sabemos es demasiado confiado en las personas— Ella no pudo hacer otra cosa aparte de reír, risa que se aumentó al ver la cara un poco confundida de Jimmy.

—Clark no es tan confiado— Defendió Jimmy a su amigo. —Bueno, desde el principio odió a Luthor— Ella no pudo hacer otra cosa más que reír más.

—Eso es cierto, fue muy bueno juzgando a Luthor desde el principio— Wayne soltó una leve risa y ella se sentía tranquila y relajada.

—¡Está sangrando! — Exclamó Jimmy poniéndose de pie de golpe, como si quisiera correr hacia Wayne, mientras el cuerpo de Lois se ponía alerta, buscando de inmediato la sangre que su compañero había mencionado, notando la sangre salir de la nariz de Wayne que comprobó la presencia de estas manchando uno de sus dedos, para cubrirse la nariz y ponerse igualmente de pie.

Ella tomó todas las servilletas en la mesa de centro y en dos pasos ya estaba junto a Wayne.

—No, no, siéntese— Le instó con su instinto de alfa a tope, el cual le exigía cuidar de la pareja vinculada de su amigo, no debían permitirle pararse, porque muchas cosas podían pasarle al omega y a sus bebés, cosas malas, no debían, no debían, no debían…

—Amo Bruce— Llamó una voz serena acompañada de un relajante olor a pan de canela, permitiéndole a ella controlar su instinto, apartándose del camino para que el mayordomo pudiera ayudar a Wayne, mejor de lo que ella podría.

El mayordomo dejo el montón de servilletas que Lois le había colocado bajo la nariz a Wayne para que estas absorbieran la sangre que no dejaba de salir, mientras hacía presión al centro de la nariz de este, sin dejar de lado la misma calma con la que había aparecido.

Y ahora que su alfa interno estaba empezando a controlarse diciéndole que "El beta lo resolvería", pudo notar como Wayne igualmente estaba bastante calmado.

Sintió su rostro enrojecer por permitirse perder el control así, ya no iba a poder burlarse de Villa Chica por entrar en pánico tan fácil, si ella que no era más que conocida de Wayne se ponía así, no quería saber como se pondría Clark si…

—Bruce— Llamó Clark con evidente miedo, corriendo hacia su pareja vinculada. —¿Q-qué tienes? —

—Ahm… epistaxis— Contestó Wayne tranquilamente y con voz nasal.

—Epis…— Villa Chica murmuró algo más, por desgracia no alcanzó a escuchar. —…Hospital o con la Doctora Leslie— Agregó después con más fuerza en la voz, luciendo como si estuviera a punto de alzar a Wayne y llevarlo corriendo de ser necesario.

—No, Clark, esto es algo normal que puede llegar a pasar, lo leímos—

—¿Yo también? — Cuestionó Clark totalmente perdido.

—Sí, por lo del aumento de…—

—Volumen sanguíneo— Completó Villa Chica.

—Vamos al baño, amo Bruce— Ordenó el mayordomo no sonando como un simple empleado, mientras instaba a "su jefe" a hacer presión sobre su propia nariz.

—¿Te sientes bien? — Preguntó el alfa preocupado.

—Sí— Dijo Wayne poniéndose de pie lentamente. —Lo siento, señorita Lane, Jimmy—

—¡Ay, no, no se preocupe! — Contestó su compañero de inmediato.

—Sí, no tiene que disculparse— Ella creyó que Wayne le había sonreído, pero no estaba segura con tanto papel en el rostro.

Wayne, el mayordomo y Clark se alejaron hacia, el que ella suponía, era el baño más cercano.

Bruce lo había esperado.

Había esperado la traición de su cuerpo. El vómito, el mareo, el cansancio, el dolor de espalda y sabía que pasarían más y más cosas no muy agradables, pero no pensó que iba a tener una epistaxis así nada más en medio de la sala de estar mientras conversaba con los compañeros de trabajo de Clark.

¡Vaya experiencia!

Debió haberlo previsto cuando esa mañana despertó con la nariz un poco congestionada.

Se vio en el espejo, asegurándose que no hubiera rastros de sangre. Por suerte la señorita Lane había actuado rápido y su ropa no se había manchado.

Finalmente se giró a ver a su pareja vinculada sentada sobre la tapa del inodoro, quien lo miraba con mucha atención, en anticipación de un viaje no programado al suelo o palidez en su rostro o algún atisbo de dolor en él.

—Estoy bien, ya no estoy sangrando y Alfred dijo que mi presión arterial está normal, deberías ir a atender a nuestros invitados—

—Jimmy y Lois entienden— Él iba a refutar a aquello, pero en su cabeza se repitió la disculpa de la señorita Lane o la forma en que ahora lo miraba con auténtica alegría, como si él de verdad le agradara a la amiga de su pareja o el cómo en ningún momento James Olsen lo había mirado con desdén o el cómo ambos se habían notado muy preocupados por él. Sí, podía ser que ellos entendían.

—Perdón por asustarte— Clark cerró los ojos un momento para abrirlos y caminar hasta él, con una especie de energía renovada.

—No es… eso lo que…— Su alfa bufó exasperado para abrazarse a él. —¿De verdad es normal? —

—Sí— Le confirmó a su pareja, quien puso su frente en contacto con el cuello de Bruce, mientras lo abrazaba apretadamente.

—Y si tienes… ¿cómo se dice cuando están bajas las plaquetas? —

—Trombocitopenia y no, mis estudios han estado saliendo bien—

—Sí— Dijo Clark, para dejar de esconder el rostro e iniciar un beso en los labios. —Tu corazón se escucha un poco diferente—

—¿Qué?, ¿ahora? —

No le había dicho nada antes.

—Sí, pero no es de ahora, ya tiene un tiempo cambiado, creo que es por lo del aumento de volumen sanguíneo, no es un cambio muy notorio es solo… como si usara… ¿más fuerza?, no sé si eso tiene sentido— Le sonrió a su pareja que estaba tratando de hacerse entender.

—Lo tiene— Clark asintió para colocar su mano sobre su vientre. —¿Sus corazones se escuchan bien? —

—Sí— Le contestó en medio de una pequeña risa. Para cerrar los ojos en son de concentración. —Uno lo escucho aquí— Dijo colocando su mano un poco a la derecha y abajo. —Y el otro aquí— Agregó un poco al centro y arriba. —Su corazón suena parecido al tuyo— Bruce liberó una sonrisa un poco incrédula.

—Entonces el corazón de nuestro otro bebé…— Medio pregunto colocando su mano sobre el espacio que Clark antes había marcado como origen del corazoncito de su bebé.

—Se parece al de Conner y al mío—

Recargó la cabeza contra el hombro de Clark sonriendo mientras sentía las mejillas calientes y la vista un poco nublada, sintiendo el suave subir y bajar de las manos de Clark sobre su espalda, mientras hacía una presión especial en su región lumbar, región que le había mencionado más temprano que le estaba molestando.

—¿Q-qué estaban haciendo los niños cuando los fuiste a ver? —

—Ah— Clark rio. —Creí que estaban peleando, pero solo estaban muy emocionados por el juego de Smash— Imitó a Clark en su risa.

—Ya deberíamos salir, puede que la señorita Lane y Jimmy entiendan, pero deben tener hambre—

—¿Lo dices porque tú tienes hambre? —

—Puede ser—

—No sabes lo feliz que me hace escucharte decir que tienes hambre—

—Exagerado—

Superman sintió la mirada atenta de Shazam, logrando percibir la sonrisa radiante del superhéroe.

—¿Necesitas algo, Shazam? — Preguntó, porque sí, Shazam había resulto el conflicto para el que Superman había pedido apoyo al estar de guardia y ya había "Felicitado" al superhéroe por su eficiencia, no entendía qué más quería de él.

Shazam sonrió aún más grandemente.

—¿Cómo está Batman? — Si recordaba bien, Shazam se había visto muy positivo ante la idea de su pareja embarazada.

—Bien— Le sonrió un poco incómodo, su interlocutor asintió unas cuantas veces.

—¿En serio son dos bebés? —

—Lo son— Shazam junto sus manos en son de entusiasmo.

—¿Qué nombres les van a poner? — Cuestionó ocupando su espacio personal.

—Ahm…—

—Aún no sabemos— Dijo Batman caminando con tranquilidad hacia ellos.

—Bruce, ¿Qué haces aquí? — Exclamó preocupado, poniéndose de pie con presura.

—¡Batman! — Soltó Shazam con mucha felicidad, confundiéndolo un poco más a él, no tenía idea de que Shazam apreciara tanto a su pareja.

—Luthor escapó— Dijo su pareja vinculada con llaneza, generando un corto silencio en el que su cerebro trató de internalizar la frase y darle sentido.

—¿¡Qué!? —

—¿Cómo mierda escapó? — Exclamó Linterna verde iracundo.

—Lex Luthor es un hombre muy inteligente— Expuso J'onn con tranquilidad.

—Debimos haberlo vigilado nosotros mismos— Agregó Flash.

—Por desgracia la Liga de la Justicia no tiene suficientes miembros para realizar tal acción, además de que no es viable vigilar a cada villano que encerramos— Explicó Batman en esa voz falta de emociones que solía utilizar comúnmente, poniéndole los hombros tensos, porque su alfa solo quería brincar y esconder a su omega embarazado que estaba tan tranquilamente conversando del hombre que los había humillado, controlado, usado su ADN en contra de su voluntad…

—Pero Lex Luthor no es cualquier villano— Dijo Diana con ese tono solemne que denotaba su estatus de princesa de las Amazonas.

—Independientemente de eso, tenemos que localizarlo y…— Trató de decir él, buscando mantener su ira en control.

—Ya lo localicé— Informó su pareja con simpleza y él dejó caer su puño sobre la mesa, controlando apenas su fuerza para no romperla patéticamente.

—¿Y por qué no estamos atrapándolo en este momento? —

—Kal-El— Advirtió Diana en una especie de siseo.

—Porque está planeando algo y quiero saber qué es—

—Bruce…— Dijo entre dientes porque no, él no quería saber lo que Luthor estaba planeando, quería que desapareciera, para que no pudiera volver a lastimar a su omega o a sus hijos.

—Volvió a convencer a un grupo de villanos de aliarse—

—¿El mismo plan de antes? — Cuestionó Cyborg incrédulo.

—Sí y como tú mismo te diste cuenta, Cyborg, ese es el problema— Contestó Batman.

—Entiendo, Lex Luthor no es tonto y no recurriría a un plan con el que previamente fracasó— Comentó Shazam.

—Está planeando algo más, mientras los utiliza como distracción— Se permitió decir más calmado.

—Entonces… el plan es esperar— Concluyó Linterna verde no muy convencido.

—Esperar, para que él mismo nos ayude a encerrarlo definitivamente—Dijo Batman mirándolo a los ojos. —Aunque hay ciertas cosas que debemos dejar preparadas—

Flash había terminado por ofrecerse a hacer guardia por él. Él se negó, podía cumplir con su trabajo perfectamente, todos los miembros de la Liga ya tenían demasiada carga sin que él se volviera peso muerto, pero luego Bruce dijo que tal vez era lo mejor y… ¿cómo se suponía que le dijera que no a su omega?, menos con Diana colocándole una mano en el hombro con rostro inundado con preocupación.

Una vez de vuelta en la Baticueva, con mirada gacha y sintiéndose como si hubiera fallado 20 misiones seguidas, Batman se acercó a colocar una mano sobre su mejilla, mientras que él respondió quitándole la máscara.

Quería ver a su pareja a los ojos.

—No me interesa lo que tiene planeado— Comenzó, escuchando su propia voz un poco entrecortada. —Esperar solo te pone en peligro—

—Si lo encerramos antes de que ejecute su plan, nada garantiza que aún sin él, el plan no se lleve a cabo y al estar encerrado puede fingir que lo que sea que llegue a pasar no fue cosa suya—

—Pero…—

—Disculpen, no sabía que debía esperar más tiempo— Habló J'onn en medio de la Baticueva, luciendo solo un poco fuera de lugar.

Se alejaron el uno del otro lentamente y él pasó una mano por su rostro sintiendo como si estuviera cansado de tenerlo tenso de preocupación.

—Esta bien, J'onn, no te preocupes, gracias por venir— Su compañero de la Liga asintió casi imperceptiblemente ante las palabras de Bruce.

—¿Por qué…? — Quiso preguntar la razón de la visita del marciano.

—Clark— Llamó Bruce, obligándolo a alejar su atención de su colega. —J'onn nos va a ayudar a mantener vigilado a Conner—

—¿Qué? —

No, no.

—La otra razón de no encerrar a Luthor en este momento es que quiero que nos aseguremos que no tiene ningún poder sobre Conner—

¿Qué estaba diciendo Bruce?, no, ¡Conner era de ellos!, ¡Conner era su hijo!

Bruce se apresuró a rodearle el rostro, instándolo a inclinarse un poco hasta terminar recargado contra él, como si quisiera protegerlo, él de inmediato se aferró a las manos cálidas de su omega.

—Pero J'onn había dicho que no encontró nada en Conner—

—Y sigo sin encontrar nada en la mente de su hijo— Se apresuró en agregar su amigo, sin atreverse a dar un solo paso.

—Pero tenemos que mantenerlo vigilado, hay formas de control mental que pueden permanecer desapercibidas y dormidas hasta que…—

—Si ocurre algún cambio en la mente de Conner me daré cuenta de inmediato— Informó el marciano.

Él solo quería que Luthor desapareciera.

Tim volvió a ver el lugar de Conner.

Ahí estaba su lonchera de colores y ahí estaba su mochila del espacio, pero no había Conner.

¿Debía ir a buscarlo al baño?, pero y si iba y Conner regresaba y no lo encontraba. Si no hacía algo rápido sus hermanos mayores se enojarían… bueno, Jason se enojaría porque eso es lo que hacía cuando se preocupaba y Dick los miraría como si estuviera a punto de llorar como cuando Tim habló de sus padres.

¿Dónde estaba Conner?

—¡Tim, los estábamos esperando! — Escuchó el llamado irritado de Jason, provocándole un leve brinco de sorpresa, topándose con un hermano de ceño fruncido y un hermano con rostro preocupado.

—Tim, ¿está todo bien? — Preguntó Dick caminando hasta él, para colocarle una mano en el hombro.

—Conner dijo que iba al baño rápido, pero no ha vuelto y no sabía si debía ir a buscarlo o no porque qué tal si regresaba y yo no estaba y tampoco sé a cuál baño fue y…—

—Está bien, Tim, tranquilo—

—Voy a buscarlo— Exclamó Jason, saliendo del salón corriendo, mientras Dick no dejaba de mover suavemente la mano en su hombro, buscando calmarlo, lográndolo. —¿No te dijo nada de que se sintiera mal? —

¿Se sentía mal?, Tim había sido un tonto al no ir con Conner.

Negó rápidamente con la cabeza.

—No me dijo nada—

—Ok, solo quería saber, a lo mejor tiene… diarrea— Dijo Dick buscando hacerlo reír, porque a él no le parecía graciosa la palabra, pero sabía que a Jason sí. Le sonrió a su hermano mayor recargándose contra él, sintiéndose protegido.

Para escuchar como la puerta se abría.

Alzó la vista esperando ver a Jason regañando a Conner, pero solo estaba Jason.

—No lo encuentro—Dijo su hermano con honesta cara de preocupación, no con enojo escondiéndola.

¿Dónde estaba Conner?

Terminó con el documento en sus manos, para pasar al siguiente, permitiéndose una ceja alzada con incredulidad.

Sus accionistas de verdad lo creían un tonto que no se daría cuenta de las cosas torcidas que le querían hacer a Industrias Wayne.

Suspiró, decidiendo que necesitaba un poco de agua, por lo que se puso de pie (negándose a reconocer la lumbalgia leve que lo estaba aquejando) y caminó hasta el dispensador de agua en su oficina.

Se sirvió un poco para comenzar a tomar de a sorbos pequeños, porque una vez tomó agua rápidamente y terminó haciendo un viaje urgente al baño para vomitar. Eso no se iba a repetir mientras pudiera evitarlo.

Mientras cumplía sus necesidades de hidratación, presionó el intercomunicador en su oreja.

—¿Cómo va todo? — Preguntó mientras iniciaba el camino de regreso a su silla.

—Bien— Le dijo Clark entre dientes y con sonidos de batalla de fondo. —De acuerdo con el plan y sí, Luthor no está aquí— Superman hizo una pausa, haciendo un leve gruñido, probablemente lanzando a su contrincante lejos. —Solo tienes que decir mi nombre— Le susurró, casi como si tuviera miedo de que el decirlo lo haría realidad, haría realidad la escena de Luthor atacándolo, pudiendo repetir en su cabeza a la perfección las preguntas de Clark sobre por qué ir a trabajar era mejor que quedarse en casa cuando el ataque coordinado de los villanos liderados por Luthor comenzó.

"Ambos sabemos que me va a buscar a mí y no quiero poner en peligro a los niños y a Alfred si eso llega a pasar, no quiero que tengas que centrarte en proteger a tantas personas, si me ataca en Industrias Wayne, solo tengo que activar la alarma de incendios y todos estarán a salvo, no lo quiero en nuestro hogar". Clark había suspirado en derrota.

—Lo sé, Clark— Dejó que su espalda descansara descuidadamente sobre el respaldo de la silla, sentándose en esa precisa forma en que Alfred siempre le ordenó no realizar. —Te amo— Le susurró, pasando una mano por su vientre, escuchando como la respiración de Clark se entrecortaba un poco.

—Yo también— Le contestaron, sintiéndose culpable por someter a su pareja vincula a esta clase de estrés; pero esto tenía que ser hecho, para que Luthor terminara encerrado definitivamente sin más juicios que daban vueltas a lo mismo una y otra vez, para que Conner pudiera ser completamente libre.

Cerró la mano que había estado acariciando su vientre en un puño apretado, jalando y arrugando un poco su camisa.

Por el bien de su familia.

Y entonces el sonido de alguien más buscando comunicarse con él lo alertó, aceptando de inmediato.

—Cambió— Fue lo primero que escuchó de voz de J'onn. —La mente de Conner…—

Y ni bien escuchó aquello, la puerta de su oficina fue empujada con fuerza hasta que esta golpeó la ventana que quedaba justo frente a ella, rompiéndola e iniciando un camino hacia el suelo.

Bruce regresó con la mirada al punto de donde la puerta había iniciado su desastroso camino, en busca del causante, encontrando a Conner de pie en la entrada de su oficina, viéndolo con ojos ausentes.

—Aun no lo entiendo— Le dijo Conner, sin sonar ni un poco como su hijo. —¿Por qué tú precisamente estás cuidando del clon de Superman? — No. —¿Es un favor?, dime la verdad Bruce, esos bebés no son del reportero inútil, ¿verdad?, son los hijos de Superman—

—Déjalo en paz—

—Yo lo cree, él es de mi propiedad—

—Ibas a matarlo—

—¿Cómo se suponía que supiera que había tenido éxito si gracias a ti y a los idiotas con capa terminé en prisión? —

—Tal vez debiste haberlo pensado antes de hacer tantas cosas ilegales Lexi y antes de intentar matar a Superman—

Lex no se encontraba en el edificio, estaba seguro.

—Es poético, ¿no crees?, que te ataque el niño que estas tratando como a un hijo, ¿qué?, ¿sentías que era como si tuvieras un hijo con Superman? — Conner inclinó la cabeza un poco, sin lucir para nada como su hijo. —Ahora que lo pienso entonces tus bebés no son de ese idiota, ¿si quiera sabes de quién son?, como sea, siento decirte que Superboy es más como si fuera mi hijo que de Superman o que tuyo—

—Déjalo ir, es solo un niño—

—No lo es— Y de repente Conner se acercó al escritorio alzándolo con un poco de esfuerzo, siendo precisamente aquello lo que le permitió correr a la salida (ausente de puerta), buscando alejarse de Conner, logrando esquivar el escritorio lanzado hacia su persona.

Salió de la oficina, viendo las miradas confundidas de algunos trabajadores que salían de sus propias oficinas, alertados por el escandalo que venía de la oficina de su jefe.

—¡Corran! — Gritó, yendo a activar la alarma contra incendios para a duras penas alcanzar a notar como Conner estaba por caer sobre él, después de dar un salto probablemente desde la oficina, atravesando el techo, lo esquivó con facilidad, pero notó el miedo que todo terminó provocando en los empleados que comenzaron a huir asustados.

Tenía que proteger a sus bebés, pero también tenía que proteger a su hijo, eso sin contar a los empleados que no debían de haber salido aún del edificio.

¿Cómo iba a salvarlos a todos?

No, él no tenía que hacerlo todo, porque no estaba solo.

—Superman— Llamó. —Superman— Repitió con un poco más de desesperación.

—¡Bruce, ya estoy llegando! — Le habló su pareja con desesperación a través del intercomunicador.

Conner soltó un grito exasperado y se lanzó a querer golpearlo, pero él era quién estaba entrenándolo, bueno o no, Superpoderes o no, controlado por Luthor o no, él podía predecir los ataques.

Esperó el momento justo en que Conner atacó, dejándose a sí mismo desprotegido, Bruce colocó sus pies firmes y lo suficientemente separados como para ser un buen soporte sin dar oportunidad a caídas, tomó a Conner justo del brazo con el que había intentado golpearlo, lanzándolo lo más lejos que la posición, el momento y la energía del ataque de Conner, le permitió.

Conner cayó aparatosamente, para ponerse de pie como si fuera incapaz de sentir dolor y luego correr a hacia el escritorio de la recepción del piso, escritorio que se encontraba pegado al suelo, inclinándose a usar todas sus fuerzas para arrancarlo, lanzándolo hacia él, para que el escritorio fuera detenido con facilidad por Superman.

Por primera vez Conner colocó una expresión en su rostro entre sorpresa y angustia.

Superman lo miró rápidamente a él, como si aquello le ayudara a asegurarse de que estaba bien, para volar hasta Conner, atrapándolo en un abrazo.

Conner comenzó a gritar y patalear.

Y ahí pudo sentir a una cuarta persona, de pie detrás de él.

—Suéltalo— Ordenó Luthor apuntándole a Bruce con un arma y ataviado en una armadura especial. —No iba a venir, Bruce, ya sabes, cuidar mi imagen está muy arraigado en mi persona, pero luego recordé que ya no tengo una imagen que cuidar, así que no quería perderme del terror en tu rostro, cuando entendieras que yo gané— Y jaló del gatillo.

Bruce sabía que Superman se movería con rapidez a interponerse entre el camino de la bala recibiéndola directo en el pecho.

En lugar de ver como esta era chocaba con el pecho de Superman y rebotaba como si fuera una pelota de goma que golpea una pared, la bala hizo un sonido sordo y Superman se hincó en el suelo, soltando un quejido de dolor.

—¡Superman! — Llamó él.

Sí.

—¡Lo sabía! — Luthor comenzó a reír victorioso. —Sabía que sin importar qué vendrías a buscarlo a él— Exclamó apuntándolo. —Por esta retorcida relación que tienen. Esta vez nadie te va a ayudar, el marciano y el Cyborg están muy ocupados para…—

Luthor no entendía que ellos lo sabían.

Bruce notó los movimientos de Superman, imperceptibles para Luthor, que estaba celebrando antes de tiempo. Superman lentamente sacó la pequeña caja de plomo dentro del contenedor que Bruce le había colocado en el cinturón desde temprano, acomodando la bala de Kryptonita dentro.

Una vez guardada Superman se puso de pie y le quitó el arma a Luthor de las manos con uso de su super velocidad.

El villano abrió los ojos hasta casi lucir como una caricatura.

—No puede ser…—

—¿Crees que caería con el mismo truco una segunda vez? — Cuestionó Superman con seriedad, mientras él solo pensaba en el momento que le ayudó a ponerse el chaleco antibalas bajo el traje.

—¡Superboy! — Llamó con desesperación, Conner que hasta ahora se había quedado de pie sin hacer ni un solo movimiento, alzó el rostro, adquiriendo una pose de combate, para dar un salto como si estuviera por atacarlo en todas las combinaciones de patadas y puñetazos que conocía, pero al final lo único que ocurrió, fue que el menor se paró muy cerca de él, con brazo alzado, como si hubiera estado a punto de golpearle el abdomen con un puño que aún tenían unas cuantas manchas de colores por alguna actividad en la escuela, sintiendo a Superman muy cerca de ellos, como si se hubiera detenido a mitad de camino de detener a su hijo, al verlo desistir de su ataque por sí mismo.

—Conner— Nombró, viendo como los ojos (aún sin la luz que su hijo emanaba) producían lagrimas que se derramaban una tras otra sin parar.

—No quiero— Murmuró su niño en medio de un sollozo, para colocar una de sus manos sobre su cabeza, cerrando los ojos con fuerza como si esta doliera, casi como si quisiera callar voces o sonidos que Bruce no podía percibir, mientras caía hincado, él se hincó junto a su niño al que le gustaba el cielo, los colores y cocinar.

Lo encontré, Batman, ya sé cómo es que Luthor lo estaba controlando…— Escuchó la voz de J'onn por el intercomunicador.

Conner soltó un grito de dolor.

—Ya, ya está deshabilitado el control mental que Luthor había impuesto en él—Se apresuró en envolver a Conner con su cuerpo refugiándolo en él, sintiendo como el menor se encogía en la misma forma en que Clark tendía a hacer, escuchándolo dar leves quejiditos hasta que su niño quedó inconsciente entre sus brazos.

—Es imposible, ¿Qué es lo que…?, ¿¡Qué hicie…!? — Lex Luthor no pudo terminar su oración al ser empujado con rudeza por Superman, terminando hasta el otro extremo del piso del edificio en el que se encontraban.

Los ojos de Superman brillaron en ese potente rojo sangre, casi como si en lugar de tratarse de su visión de rayo láser se tratara de una mirada sedienta de…

Luthor, que había estado tratando de no enredarse con sus propias extremidades y ponerse de pie, se giró de golpe al sentir la presencia de Superman, alzando un pedazo de Kryptonita en sus manos.

Clark se tambaleó levemente, pero Bruce pudo notar como la ira era demasiada, Superman peleó contra la sensación de caer hincado en el suelo y aún con una expresión de dolor manoteó el brazo de Luthor haciéndolo tirar la Krptonita hasta un lugar lo suficientemente lejano como para permitirle rodearle el cuello y alzarlo hasta que sus pies no tocaran el suelo.

Luthor de inmediato comenzó a hacer ruidos desesperados por alcanzar aire.

—Su-Superman— Llamó viendo como Clark hacía más y más presión en el cuello del villano. —¡Superman! — Gritó, atrayendo la atención de Clark, que aún sin soltar a Luthor se giró a verlo. Él negó con la cabeza unas cuantas veces. —No— Clark lo miró con ojos húmedos y angustia, no quería hacerlo porque él era bueno, porque en el fondo su pareja era una persona bondadosa dispuesta a perdonar siempre, pero también lucía como si sintiera que debía hacerlo, como si sintiera que esa era la única forma de que todo estuviera bien. —No— Repitió, viendo una lágrima bajar por el rostro de su pareja que centró su atención un momento en Conner para poner su atención nuevamente en Luthor, soltándolo y dejándolo caer sin cuidado, en una maraña de toses, medias palabras y respiraciones agitadas, propinándole un golpe que lo dejó inconsciente.

Para volar con presura hasta él, asegurándose de que no estuviera herido y revisando a Conner.

—B-Bruce— Llamó y él quería irse con Clark, abrazarse a él y no soltarlo, pero sabía que la policía estaba dirigiéndose hacia ellos.

—Ya váyanse— Dijo, facilitándole a Clark el tomar a Conner.

Se sintió como cuando Clark le dijo que lo amaba y él lo hizo alejarse.

—Por favor…— Le susurró. Porque no quería que se fuera, pero si encontraban ahí a Superman actuando como lo que era, su pareja vinculada, su alfa… las personas sacarían toda clase de teorías.

Notó el temblor en la barbilla de Clark al intentar tragarse sus sollozos porque debía estar siendo increíblemente difícil alejarse de ellos.

Puso una mano en el rostro de Clark, obligándolo a pensar racionalmente (justo como se estaba obligando a sí mismo).

—Tienes que llevarte a Conner y tienes que ir con Dick, Jason, Tim y Alfred— Sintió un casi imperceptible beso sobre los labios y después ni Superman, ni Conner estaban ahí.

Luthor seguía inconsciente en el suelo para cuando la policía llegó.

No quería estar aquí, solo quería irse a su casa. Pero sabía que debía ser valorado.

No había hecho nada demasiado extenuante, como le había prometido a Clark y porque no quería lastimar a sus bebés, pero aún así debía ser revisado, lo sabía.

Seguía escuchando la voz de Clark en su cabeza o la ira con la que había controlado a Luthor y seguía viendo a Conner con rostro ausente de emociones, como si fuera un simple muñeco de cuerda sin vida destinado a moverse porque así había sido programado.

—Descúbrase para hacerle el ultrasonido— Ordenó el médico con exigencia, ante lo que decidió obedecer rápidamente.

Cuando lo subieron a la ambulancia había demasiadas luces, demasiadas voces, demasiadas preguntas.

Tuvo que cerrar los ojos de golpe porque todo pareció dar vueltas nuevamente, justo como en ese momento.

—¿Se siente mal? — Lo cuestionó el médico con la mayor cantidad de amabilidad que le había escuchado usar desde que comenzó a atenderlo.

La policía estaba esperándolo afuera, para el momento en que pudiera dar su testimonio de lo que había pasado y él aún tenía que pedirle J'onn que borrara de la memoria de sus empleados a Conner.

—Señor, no puede en… ¡Señor, no me ha dicho quién es! — Gritaba la voz de una mujer y él estaba seguro de que era la enfermera que lo había interrogado ni bien llegó.

Clark apareció de entre la delgada cortina que lo mantenía cubierto del resto de la sala de urgencias, con rostro arrugado en preocupación, con la misma expresión que le había visto al irse aún siendo Superman, como si todo le doliera, como si estuviera utilizando toda su fuerza de voluntad para no llorar.

Sentía que podía respirar naturalmente nuevamente, sin sentir que se estaba forzando a sí mismo.

Clark se lanzó a hincarse junto a él, abrazándolo de forma torpe por la posición en que estaba y él de inmediato colocó una de sus manos en contacto con el rostro de su alfa, mientras dejaba que la otra fuera envuelta por una contraria, soltando un suspiro de alivio al sentir la frente de Clark contra la suya, al sentir su amable aroma, al sentirse protegido.

—Señor— Llamó la enfermera.

—Déjelo, es su alfa— Dijo el médico. Hubiera querido agradecerle al hombre, pero justo ahora su omega interno le exigía que no se apartaran ni un poco de su alfa.

—¿Los niños? — Susurró.

—Están bien, se asustaron cuando Conner desapareció, pero ya están más tranquilos y Conner ya despertó y está bien, no recuerda casi nada—

—Ok— Clark asintió suavecito.

—Quieren verte, solo me dejaron ir porque les dije que venía por ti— Se permitió reír bajito y entonces los latidos del corazón de uno de sus bebés comenzaron a escucharse, siendo fácilmente intercalado con el de su otro bebé, latidos constantes y fuertes.

Su familia estaba a salvo.

Notas finales:

¡Gracias por leer!


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