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Cariño, por favor, sé real por Eza-chan

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Notas del capitulo:

Ni Superman ni Batman ni la Liga de la Justicia me pertenecen.

Perdón por la tardanza y los errores de dedo y la perdida de elocuencia y eso.

Hay nopor, amigos, porque soy una pervertida.

Él preferiría estar en casa con su compañera vinculada y su bebé recién existente aún en etapa de embrión, porque amaba a su familia y no quería estar lejos de ellos, además tenía muchas responsabilidades que cumplir como gobernante.

Pero no, en cambio estaba en un acuario en medio de la ciudad de Metrópolis (la ciudad de Superman), no quería estar aquí, a él ni siquiera le agradaban los acuarios, mira que encerrarlos a todos así, pero después de vagar por horas por una ciudad desconocida sin rastros del superhéroe al que estaba buscando, decidió ir al único lugar en que habría seres que serían amables con él (seres que podía considerar amigos en esta ciudad ajena y agresiva) y bueno, al menos les daban hábitats saludables y adaptados a las necesidades de cada especie, además de que al parecer los cuidadores eran amables, así que… pues… suponía que no estaba tan mal.

—Debí haber que dicho que sí desde el principio, ¿cierto? — Le comentó a un grupo de peces que se acercaron a él a través del cristal.

Si hubiera dicho que sí cuando Superman le ofreció un lugar dentro de la Liga de la Justicia no habría sido convencido (obligado) por su compañera vinculada a salir en búsqueda de Superman.

¿Por qué si el superhéroe estaba tan interesado en que él fuera parte de la Liga de la Justicia no le había proporcionado una forma rápida y sencilla de comunicarse con él?

Dos niños de cabello negro pasaron corriendo junto a él, poniéndose de pie junto al cristal, admirando a los peces, a la vez que eran observados con atención por un pez payaso.

—Creo que le agrado— Exclamó el niño mayor, sonriéndole al menor (probablemente su hermano), quien correspondió la sonrisa al acto.

Él miró al pez y en efecto el niño tenía razón, le agradaba.

Arthur supuso que había pasado demasiado tiempo observando a los niños porque el más pequeño comenzó a mirarlo a él y no a la enorme cantidad de peces de distintos colores frente a ellos.

El niño menor tomó la mano de su hermano, atrayendo su atención, para decirle algo al oído que él no alcanzó a escuchar (tampoco es que quisiera), pero tal vez debió haber tratado porque de repente los niños lo estaban mirando a él con sonrisas enormes y gran emoción.

Caminaron hasta él y Arthur no pudo evitar sentir miedo, porque ¿cómo se iba a ver un alfa adulto hablando con dos niños que claramente no eran suyos?

—¡Tú eres Aquaman! — Exclamó el niño mayor, mientras el menor asentía emocionado.

—¿Qué? — Nunca lo habían reconocido así de fácil. —No lo soy —

¿Pero qué mierda hacía contestando?, debía irse, ya.

—Lo eres— Afirmó esta vez el menor con seguridad.

—¿Puedes decirme por favor si le agradé? — Cuestionó el niño mayor apuntando en dirección al pez que había decidido quedarse a observarlo hacer el ridículo.

—No puedo porque no soy Aquaman— El pez lo miró desaprobatoriamente. —Sí le agradas— Agregó con rapidez provocando sonrisas enormes en los rostros de los niños.

—¡Qué genial! — Exclamaron al unísono.

—¿Te vas a unir a la Liga de la Justicia? — Cuestionó el menor.

—Ah…— Arthur sabía lo mal que lucía esto, un loco hablando con dos niños diciéndoles que era Aquaman sonaba como la excusa de un secuestrador que intentaba engatusar a un par de niños crédulos.

Y entonces un adulto de cabello negro y ojos azules enmarcados en lentes aburridos, entro en su campo de visión, claramente se dirigía hacia ellos.

No quería hablar con la policía otra vez.

—Niños les he dicho que tengan cuidado cuando…— El hombre inició su regañó con voz severa (pero en el fondo notándose amable), para luego centrarse en él.

—Perdón por separarnos— Ofreció el niño mayor. —No me había dado cuenta—

—Pero encontramos a Aquaman— Exclamó el niño menor emocionado.

—Me dijo que le agrado al pececito— Explicó el hermano mayor.

Y Arthur sabía que aquí venía la mirada desaprobatoria y que claramente lo estaría culpando de un delito no cometido.

En lugar de eso el alfa frente a él lo miró con rostro serio, para luego verse sorprendido.

¿De verdad creía que era Aquaman?

¿Tan conocido se había vuelto?

—¡Bruce, Bruce, mira a quién nos encontramos! — Dijo el niño mayor en voz alta y saludando a alguien.

Arthur apartó la vista del alfa frente a él, para centrarse en el adulto que se acercaba tomado de la mano de un niño (muy parecido al adulto que estaba de pie junto a él), mientras otro corría hacia ellos con rostro sorprendido.

—Usted es…— Trató de decir el niño recién llegado.

—¡Aquaman! — Concluyó, interrumpiendo, el niño que seguía tomado de la mano del que parecía el otro padre de los niños, un omega embarazado y saludable (por lo dulce de su aroma) … quería ver a Mera.

Pensó que debía volver a negar, pero ante tantas personas insistiendo, no sabía que tanto ayudaría eso.

—No sabía que a Aquaman le gustaba venir al acuario— Comentó el omega en tono divertido, aunque extrañamente atrayente y autoritario, ¿lo había visto antes?

—¿Qué no habíamos quedado en que esperarían en la otra sala? — Interrogó el padre alfa con tono preocupado y en ningún momento dejando de ser amable.

—Nos aburrimos— Dijo el niño que había estado acompañando al papá omega sin tomarle de la mano.

El omega encogió un hombro, inclinó la cabeza ligeramente y sonrió.

—Nos aburrimos—

—Pero si no me tarde ni…— ¡Ya sabía quién era el omega embarazado!

—¡Tú eres ese hombre rico al que Superman salva! — Exclamó con emoción, ¿por qué quién no conocía al omega que Superman salvaba constantemente?... omega al que en una ocasión hasta habían obligado a Superman a atacarlo. —Este… Bruno o algo así, ¿no? — El alfa lo miró casi sin parpadear y él creyó que tal vez sería atacado por un alfa territorial, porque estaba demasiado cerca y había hablado con poco respeto.

—Se llama Bruce— Explicó el niño que seguía sin soltar a su papá omega. Los otros tres menores asintieron.

—Ah… perdón—

—¿Está buscando a Superman? — Cuestionó el alfa sin lucir enojado con él por haber hablado con dos de sus hijos sin que ellos (alfa y omega) estuvieran presentes, ni por hablarle tan confianzudamente a su compañero vinculado.

—Bueno… yo…— Iba a sonar tan estúpidamente ridículo si ellos de verdad no creían que él era Aquaman, pero… —Sí— Los niños lucieron nuevamente muy emocionados.

—Se va a unir a la Liga— Afirmó el que parecía el hermano mayor. Él soltó una risa entre incómoda y nerviosa.

—Tendrán su número o algo así para localiz…— Ni siquiera pudo terminar su comentario porque… ¿se podía sentir vergüenza ajena de uno mismo?, no, probablemente eso no tenía sentido.

—¿Por qué no intentó solo llamarlo? — Cuestionó uno de los niños con entrecejo arrugado, juzgándolo reprobatoriamente. (¿De verdad estaba listo para ser padre?).

—Porque no tengo su número—

—No, Jason quiere decir que por qué no lo llama solo diciendo "Superman", tiene super oído— Explicó el niño mayor.

—Sí, siempre funciona— Afirmó el niño parecido al alfa muy sonriente.

—¿No se le ocurrió?, pobre de usted— Concluyó el niño que parecía el menor de todos.

¿Por qué no lo había pensado? ¡Qué estúpido!

Tan concentrado estaba en eso que Arthur terminó por perderse la advertencia con miradas que el papá alfa les ofreció a sus hijos que entendieron estaban siendo específicamente sospechosos.

—Señor Aquaman— Habló el omega permitiéndole salir de la maraña de auto reclamo. —¿Conoce el monumento a Superman? — Lo interrogó elegantemente. Asintió suavemente.

—Lo conozco—

—Vaya ahí, nos encargaremos de avisarle a Superman de que lo está esperando—

—¿Cómo… cómo ahora? — Cuestionó siendo acompañado por el alfa en la parte del "ahora".

—¿Ahora? —

Arthur no ponía mucha atención a las noticias y ciertamente no veía mucho las imágenes del hombre omega frente a él, solo lo suficiente para reconocerlo como ahora, pero esta clase de sonrisa que estaba mostrando, inteligente, misteriosa y aún así encantadora, estaba seguro de que no era difícil de olvidar, por lo que estaba seguro de que no la había visto antes.

—Ahora, niños, despídanse del señor Aquaman— Pidió está vez dirigiéndose a sus hijos.

—Nos vemos señor Aquaman— Se despidió el niño mayor obedientemente.

—Espero que pueda visitarnos alguna vez— Dijo otro de los niños.

—Quería platicar más con él— Se quejó el que nunca soltó la mano del omega.

—Espero y se divierta siendo parte de la Liga de la Justicia— Dijo el niño parte de los dos que conoció, primeramente. Sonrió torpemente.

—Sí, gracias… ¿están seguros de que debo ir ahora al…? —

—Sí, ahora— Volvió a afirmar el omega y el alfa suspiró para dedicarle a Arthur una mirada seria.

—Le aseguro que ahí va a estar, vaya—

Arthur seguía sin estar muy seguro de esto, pero esos dos… tenían una clase de aura que él sentía que debía respetar, incluso si le decían que se metiera a la boca un chicle masticado y pisado del piso.

Llegó al monumento a Superman un poco desubicado y preguntándose a sí mismo porque mierda había obedecido a ese par de desconocidos y sus cuatro hijos.

—Me hiciste esperar mucho— Le dijeron con la familiar voz de Superman, encontrándolo de pie junto a su monumento y de brazos cruzados.

—Oh, realmente estás aquí— Superman relajó los hombros.

—¿No querías que viniera? —

—Claro que quería que vinieras, te he estado buscando todo el día, ¿eres amigo de esa pareja vinculada y sus hijos?, yo de verdad creí que estabas enamorado del sujeto ese… mierda— Susurró dedicándole la palabra a su cerebro, ¿cómo había olvidado el nombre del omega así de rápido? —¿Bruno? — Superman suspiró.

—¿Qué necesitas de mí? —

—Ah, bueno… quiero unirme a la Liga de la Justicia— Superman de repente lució muy emocionado, dedicándole una sonrisa honesta (él ya conocía al héroe y sabía que era amable, servicial y amigable, pero no que tuviera una sonrisa tan… ¿linda?)

—¿En serio? —

—Sí, es que… Mera, mi compañera vinculada, dijo algo de que necesitaba un grupo de apoyo y que obviamente eso acarreaba responsabilidades como todo en la vida y… ella lo hizo sonar más heroico y poético—

—Entiendo lo que quieres decir— ¿Entendía?, que bien porque ni él mismo entendía lo que estaba tratando de decir. —Me alegra que lo reconsideraras, estoy muy agradecido de que decidieras unirte— Dijo Superman ofreciéndole su mano en son de saludo, aceptó el apretón de manos con una sonrisa.

—Oye y… ¿siempre tienes tu traje puesto? —

Clark analizó la cuna.

Le gustaba el color y el diseño. Se acercó a agitarla ligeramente y sí, era resistente y muy segura, los barrotes tenían 6 cm de separación, el somier tenía una altura interior de 60 cm en su posición más baja y 30 cm en la más alta, entre el colchón y los bordes de la cuna había un espacio de un centímetro, así que sí, no había forma de que esta cuna lastimara a sus bebés.

Alzó la vista con una sonrisa enorme encontrando a Bruce a dos cunas de él, tocando el borde de un barrote a la vez que pasaba una mano por su vientre. Más temprano le había comentado a Clark que los bebés estaban particularmente inquietos el día de hoy, por lo que supuso que esa mano estaba tratando de calmarlos.

Sintió como su entrecejo se arrugaba ligeramente en una combinación de cariño, ternura y el deseo de que su pareja no sufriera dolores de espalda, mareos, reflujo, calambres y todas esas cosas que se exacerbaban con el paso de las semanas.

Se acercó, posando una mano en la espalda de su compañero vinculado, iniciando un movimiento circular lo suficientemente suave como para no molestar, pero lo suficientemente firme como para sentir los músculos de Bruce relajarse. Su pareja recargó parcialmente su cuerpo contra el suyo.

—¿Te gusta esta? — Interrogó, usando su mano libre para mover un poco la cuna, notándola igual o más resistente que la que le había interesado a él.

—Supongo— Contestó Bruce sonriéndole.

—Cumple con los requisitos de Alfred, así que creo que no nos regañara si la compramos— Comentó distraídamente, apreciando el buen gusto de su pareja, el cual soltó una risa ligera.

—Alfred debe estar muy orgulloso de que seas tan obediente— Exclamó su compañero vinculado en tono burlón.

—Yo…— Su voz había salido ligeramente temblorosa, no había forma de negarlo. Bruce rio más abiertamente.

—La que te gusta a ti también es bonita y cumple con los requisitos de Alfred—

—Pues sí, pero…—

—Podemos llevar las dos— Clark había estado por sugerir que compraran dos iguales (el modelo elegido por Bruce), pero una elegida por Bruce y una elegida por Clark también era una excelente opción.

Iban a comprar las cunas en las que sus bebés dormirían. Era como la misma emoción que experimentó al elegir la cama de Tim.

Sonrió.

—Wow, señor Wayne, es que cuando uno tiene dinero se puede dar ciertos lujos— Comentó en tono burlón. Bruce lo miró por un momento con rostro serio para soltar la risilla seductora de Bruce multimillonario Wayne, guiñándole un ojo.

—Claro— Pero a pesar del tono divertido, de la sonrisa alegre y de la vibra tranquila que despedía su omega, igualmente se notaba muy cansado.

—¿Quieres que nos vayamos a casa ya? — Preguntó pegando su nariz al cabello de su pareja.

—¿Qué?, claro que no, estoy en una cita con mi alfa y mi siguiente parada no es mi casa— Le dijeron en el tono seductor natural de su compañero vinculado (no en el fingido para las cámaras).

Sus piernas se sintieron débiles y de repente le pareció que hacía mucho calor.

Bruce miró discretamente a su alrededor, asegurándose que nadie los estuviera viendo (después de los primeros 10 minutos dentro las vendedoras dejaron de verlos como celebridades, actuaron muy profesionales y los habían dejado ser), para acercarse y colocarle un beso suave y muy erótico sobre los labios.

—Vamos a pagar por las cunas y después continuemos con nuestra cita— Concluyó sonriéndole con amor.

¡Su omega era tan sexy!

Clark miró en dirección al baño por el que su pareja había desaparecido ni bien entraron a la habitación de hotel, al principio no le dio muchas vueltas al asunto (porque Bruce ahora simplemente iba muchas veces al baño), pero nunca era particularmente tardado, no como ahora al menos.

Sabía que su pareja se encontraba bien (su frecuencia cardiaca y respiratoria y la ausencia de sonidos de vomito lo confirmaban). Racionalmente lo sabía, pero su instinto alfa ya estaba elucubrando toda clase de razones atroces por las que su omega estaba tardando tanto y ninguna opción era precisamente más bonita que la otra.

Se puso de pie y tocó a la puerta del baño sintiéndose como un fracaso, pero también sintiendo como su alfa interior revoloteaba entre nervioso y complacido.

—¿Bruce? —

—Mhm— Escuchó de forma amortiguada desde el interior para que la puerta fuera abierta de inmediato, encontrándose con su pareja. —¿Me tardé mucho?, perdón, ¿te asusté? — Cuestionó su omega, viéndose tranquilo.

Sabía que a Bruce no le agradaba mucho que él preguntara una y otra vez si estaba bien, pero aún no descubría una forma diferente de preguntar y la verdad era que el 95% de las veces su cerebro simplemente soltaba la pregunta con un toque de desesperación y necesidad incontrolable.

Abrió la boca sin terminar de permitirse el hacer la pregunta.

—Estoy bien— Siguió Bruce sin necesidad de que él hiciera la pregunta. —Es que estaba…— Bruce soltó un ligero bufido, para proceder a retirarse el saco, Clark lo ayudó a terminar la acción tomando la prenda entre sus manos, pensando en dónde lo acomodaría para que no se arrugara, hasta que vio a Bruce observando su vientre… no, estaba observando más arriba, específicamente a las manchas húmedas en su camisa a la altura de su pecho.

—¿Qué es…?, ¡Oh! —

¡Estúpido!, ¿Cómo iba a preguntar tal cosa?

—Me quedé viendo y me distraje— Explicó Bruce estirando su ropa levemente. Clark contestó colocando una mano sobre su boca, sin apartar la mirada de su pareja embarazada con manchas en la camisa a causa de la producción de leche, en ese momento hasta parpadear era molesto.

Bruce alejó la atención de sí mismo para centrarla en Clark, leyéndolo en un microsegundo, dedicándole una sonrisa pícara.

—¿Es como lo de "baby" otra vez? —

—Bruce— Trató de quejarse, pero terminó saliéndole como un suspiro.

—¿Me quito la ropa ya?, aunque me gustaría bañarme primero… ¿nos bañamos juntos?, aquí hay jacuzzi— Dijo apuntando al fondo del baño.

Tragó saliva mientras se preguntaba si valía la pena apartar la vista de su omega para ver lo que apuntaba.

Tener a Bruce acomodado entre sus piernas, sintiendo la calidez de su espalda contra su abdomen, rodeados de agua en la temperatura perfecta y paseando libremente sus manos por el vientre en el que crecían sus bebés, valía totalmente la pena.

—¿Ya no te está saliendo le…eh… precalostro? — Bruce alzó un poco la vista, mirándolo de reojo a la vez que soltaba una carcajada discreta.

—Gracias por estudiar alfa y creo que tienes razón, ya no—

—¿Fue doloroso? — Tenía que saber si aquello era demasiado problemático para su pareja, ¿por qué necesitaba saber si de todas formas no podría solucionarlo o llevarse el dolor lejos?

Porque… pues… eh…

—¿Mhm?, no, siento pesado y adolorido, pero no sentí dolor cuando salió, no me di cuenta— Clark asintió para recargar su frente en el hombro de su omega (beso previo sobre la marca de vinculación), concentrándose en lo que percibía al tocar el vientre abultado. Bajó por toda la extensión del abdomen hasta llegar a la parte más inferior.

—Creo que esta es una cabeza— Dijo muy emocionado, sin darse cuenta de la claridad con la que Bruce podía percibir su amor en sus palabras. Bruce pasó una mano por la zona en la que él había declarado que estaba una cabecita.

—Creo que sí— Aceptó para tomar la mano de Clark subiendo por el camino que había realizado anteriormente él solo. —Me parece que esta es su espalda—

—¿Cómo sabes? —

—Porque está dentro de mí— Le dijo Bruce como si fuera lo más obvio y bueno, él no podía negar tal afirmación, si Bruce decía que era por eso, debía ser por eso. Su pareja soltó una risa suspirada. —No te creas, lo digo porque se siente demasiado uniforme, mira…— Exclamó para mover la mano hacia el otro lado de su vientre. —Aquí, ve como se sienten muchos bordes, esta no es una espalda—

—Oh, sí— Bruce dejó de dirigir sus manos para permitirle seguir paseando por toda la extensión de su vientre, sintiendo diferentes partes de cuerpecitos que estaba más que emocionado por conocer.

Cuerpecitos cuyos dueños ya amaba.

—¡Encontré la cabeza de nuestro otro bebé! — Exclamó con exceso de energía, provocando que Bruce nuevamente se girara a verlo, iniciando un beso desde aquella posición un tanto incomoda, comenzando a sentir el suave movimiento de caderas contrarias que generó un estímulo placentero en su miembro.

Sin romper el beso bajo una se sus manos del vientre hasta el pene de su omega envolviéndolo y realizando un lento subir y bajar.

La fricción sobre su miembro, la calidez del cuerpo contrario, el beso húmedo y prolongado, así como los suspiros que se fundían con los suyos casi lo hicieron olvidarse de dónde estaba.

Cortó el beso, con respiración agitada y erección marcada.

—¿Vamos a la cama? — preguntó, provocándole una sonrisa a Bruce.

—¿No quieres continuar aquí? —

—Puede ser peligroso, porque que tal sí…— Bruce se movió levemente logrando girar un poco en su regazo acallándolo con un beso.

—Será divertido—

—Bruce…—

—Tampoco es que esté planeando hacer una pose super extraña, además, ¿tú vas a permitir que me resbale? — Explicó con una sonrisa amable.

Por supuesto que él nunca dejaría que algo malo le pasara a su pareja.

—Manipulador— Bruce soltó una carcajada.

—Sí, sí, sufres mucho con mi manipulación— Su pareja tomó el miembro de Clark con una mano, dirigiéndolo a su entrada, permitiéndolo entrar con facilidad, arrancándole a ambos un gemido suspirado.

Bruce reinició el movimiento de sus caderas provocándole a Clark un cosquilleo intenso y placentero que solo se exacerbaba al escuchar los suaves sonidos que escapaban de entre los labios de su omega.

Amaba la sensibilidad aumentada de Bruce por culpa del embarazo. No era que no disfrutaran del sexo desde antes, Bruce no escondía su gusto por el sexo y Clark (que era el destinatario de las habilidades increíbles de su pareja) sabía que ambos disfrutaban de su vida sexualmente activa, pero había algo diferente y muy satisfactorio en el hecho de que Bruce sintiera todo de forma más intensa a causa del embarazo.

Probablemente solo era que él era un pervertido.

—Eres muy sexy— Le susurró al oído, arrancándole a Bruce una nueva carcajada corta.

Volvió a atrapar el miembro de su pareja entre sus manos, coordinando su propio movimiento de caderas con los de Bruce, arrancándole sonidos mucho más profundos y desesperados a la vez que se daba permiso de estimular un poco la zona donde se encontraba la cicatriz de la mordida de vinculación con sus labios y dientes.

Su omega no tardó mucho en llegar al orgasmo, dejando su cuerpo descansar contra él, mientras Clark se obligaba a cesar todo movimiento.

—Perdón— Murmuró Bruce entre respiraciones agitadas. —Puedes seguir moviéndote— Clark decidió que negaría con la frente pegada al hombro de Bruce. —De verdad no querías tener sexo aquí, no debí obligarte—

—¡Ah!, no— Se apresuró en contestar, porque la verdad es que sí que lo había disfrutado (seguía disfrutando). —No es… sí quería—

Claro que sí, pero también no podía evitar estar un poco nervioso, por posibles accidentes, o por Bruce sintiendo dolor.

—¿Quieres continuar en la cama? — Interrogó su omega.

—¿Estás se…? —

—Si terminas esa pregunta me voy a enojar—

—Vamos a la cama— Fue sencillo llevar a su pareja al lugar acordado, porque, aunque Bruce no parecía muy feliz (aún) con eso de ser llevado en brazos, ahora protestaba muchísimo menos ante el acto, Clark suponía que la mayor parte del tiempo se sentía tan cansado que tomaba la oportunidad como un momento para ahorrar energía.

También parecía que realmente había empezado a disfrutar el ser cargado por él.

Dejó a Bruce sobre la cama notando como le respondían la sonrisa con una igual.

—Satisficiste mis caprichos en el baño así que ahora es mi turno, ¿qué quieres que haga? —

—¿Qué quiero que hagas? —

—Sexo oral, penetración, ambos— Enumeró y Clark sabía que Bruce lo había dicho con simpleza, pero su compañero vinculado era naturalmente sexy y aquello solo generó un tirón (vergonzoso y sediento) en su miembro.

—¿Quieres que te haga sexo oral? — Preguntó, buscando que su deseo no lo hiciera quedar en ridículo.

—No, me refería a yo a ti— Explicó su pareja.

—Ah, no, yo… ¿puedo solo…? — Pidió permiso para regresar a permitirle a su pene sentir la calidez y humedad conocidas del interior de su pareja. Bruce alzó una ceja, sonriendo, luciendo complacido.

—¿Cómo me quieres? —

Clark disfrutaba mucho de Bruce en cualquier posición, pero ahora su habilidoso compañero vinculado no podía hacer uso de todo su talento, porque podía ser incómodo y hasta doloroso.

—¿De qué forma te sientes más có…?, Acuéstate sobre tu costado— Bruce lució curioso ante la petición, pero obedeció.

—¿Así? — Interrogó una vez en la posición.

—¿Te sientes cómodo?, leí que en esa posición no deberías sentir tanta presión por el peso de los bebés y que no causa problemas para respirar—

—¿Leíste? —

—Sí—

—¿Leíste las mejores posturas sexuales durante el embarazo? —

—Eh…— No había forma de ocultar el hecho de que hasta su cuero cabelludo se puso rojo. —Sí— Bruce estiró su mano en dirección a él, obligándola a tomarla, para que su mano fuera dirigida hasta la boca de Bruce siendo besado sobre la palma de su mano.

—Usted es un hombre muy sexy, señor Kent—No había forma de que el sonrojo en su rostro desapareciera. —¿No vas a poner tu conocimiento en práctica? — Se permitió liberar un quejido lastimero, para acomodarse tras su omega.

—No te burles tanto de mí—

—No me estoy burlando— Se abrazó a su pareja iniciando con un suave roce entre su miembro y el trasero de este. Sí, lo cierto es que no sentía que Bruce quisiera avergonzarlo, sentía que él mismo se había avergonzado, lo que era diferente.

—¿Seguro de que no quieres que te haga…? — Dijo en busca del miembro de su pareja con su mano recién liberada, esperando encontrar un pene flácido, pero al final encontrando lo opuesto.

—Le gustó que nos dijeras como nos querías— Bruce volteó el rostro, acercándolo a él para poder susurrarle al oído. —Te quiero dentro de mí— Su pene se contrajo placenteramente, liberando un poco más de líquido pre-seminal.

Se abrió paso entre las paredes resbaladizas y calientes de su omega, escuchando sus gemidos de placer y disfrutando de la forma en que se apretaba a su alrededor, pasando rápidamente del momento en que las sensaciones que experimentaba su cuerpo eran demasiado abrumadoras, a poder colocar besos y mordidas juguetonas en la espalda de Bruce, posando una de sus manos sobre su vientre.

Bruce colocó una mano sobre la cadera de Clark haciendo movimientos muy discretos con sus propias caderas, soltando suaves quejiditos.

—¿Me muevo? — Preguntó cerca de su oído obteniendo un asentimiento de cabeza un poco desesperado.

Se deslizó desde el suave, cómodo y tibio interior de su omega hacia el exterior, para volver a introducir su miembro, arrancándole un grito ahogado a su compañero vinculado, sintiendo como su cuerpo se estremecía al compás del de su pareja, al igual que sus pieles se erizaban. Con cada nuevo movimiento un nuevo sonido escapando de los labios de su pareja alcanzaba sus oídos, exacerbando su propio placer.

Su instinto alfa siempre complacido y orgulloso de satisfacer a su compañero vinculado.

Quiero morderlo. Indicó su parte alfa, pero no, no debía morderlo así nada más.

—Hazlo— Dijo Bruce girándose apenas a mirarlo. ¿Había dicho aquello en voz alta?

Bruce le sonrió divertido, para cerrar los ojos con fuerza y fruncir el entrecejo, volviéndose nuevamente una maraña de gemidos.

Se acercó a besarlo por detrás de la oreja generando un nuevo estremecimiento, además de un pequeño encogimiento de hombros.

—¿De verdad? — Susurró, sintiendo nuevamente el posesivo agarre en su cadera. Bruce asintió con la cabeza con la misma desesperación previa.

¡Quiero morderlo! Sintió que gritó su alfa interno y la verdad era que ya no podía negar confiadamente en que no lo había gritado de verdad.

Su omega le había dado permiso.

Sintió un curioso cosquilleo en las encías. Vio la marca de vinculación frente a él que indicaba que este omega era su compañero vinculado, que él era el compañero vinculado de este hombre perfecto.

Se acercó y lo mordió, arrancándole un grito combinado entre placer y dolor, sintiéndolo hacer una excesiva presión en su miembro, que, de no tener su boca ocupada, le habría arrancado igualmente un grito.

Cortó la mordida, lamiendo amorosamente sin acabar con sus rítmicos movimientos que seguían siendo felicitados con gemidos de parte de su pareja.

Quiero ver su rostro.

Sí, quería ver a Bruce. Detuvo sus movimientos, quedándose en el interior de su omega.

—¿Mhm? — Soltó Bruce con respiración agitada, girándose apenas a verlo, él decidió responder con sus acciones, procediendo a doblar un poco más las rodillas de su pareja e hincarse, alineado con Bruce, ya no más detrás de él, buscando verle el rostro, lográndolo.

Estaba seguro de que su pareja quería decir algo, preguntar correctamente qué era lo que estaba haciendo, pero decidió interrumpirlo comenzando con el movimiento de salir y entrar, escuchando una vez más los encantadores y placenteros gemidos, quejidos y uno que otro especie de sollozo, acompañados del rostro fruncido en placer, la cabeza echada para atrás, el aumento de lubricante natural que le permitía introducirse muy profundo, el miembro igualmente húmedo que decidió atender con un suave bombeo, mientras el vientre que albergaba dos vidas atrajo toda su atención.

Sus bebés.

Nuestros bebés.

Colocó una mano en la parte más alta del abdomen de su omega, dispuesto a inclinarse y besarle en los labios, susurrándole sobre estos todo lo que significaba para él, lo mucho que lo amaba, lo agradecido que estaba, lo feliz que era… pero los pezones de su pareja se robaron su concentración.

Rojos, inflamados, con una pequeña gota brillante de líquido espeso saliendo de cada uno.

Se inclinó y atrapó un pezón entre sus labios.

—¡Ah, no! — Protestó su pareja y él detuvo sus movimientos de inmediato, alejándose del atrayente botón que había estado en su boca.

—Perdón—

¿Había lastimado a su omega?

Bruce negó con la cabeza.

—No— Y estiró los brazos hacia él, Clark sin pensarlo demasiado se acercó facilitando el que su pareja lo acercara a él, disfrutando de los besos sobre el ángulo de su mandíbula, contribuyendo a que comenzara a desaparecer la sensación de fracaso. —No te detengas, perdón, me gusta— Le susurró entre los besos, para colocarle un largo beso sobre los labios, exigiéndole entrar en su boca, así como la reunión de sus lenguas. —Me gusta— Le volvió a decir para cuando Clark ya había reiniciado los movimientos con su cadera.

Bruce echó su cabeza nuevamente para atrás, soltando un particularmente audible gemido y él aprovechó el permiso previamente dado para envolver nuevamente un pezón con su boca, sintiendo un sabor un poco dulce, pero mayormente salado.

Su omega tensó todo su cuerpo, soltando el gemido más erótico de todos, atrapándolo dentro de él.

—¡Bruce! —Soltó sobre su pecho, sintiendo como el placer alcanzaba su pico máximo súbita y estrepitosamente, logrando su orgasmo.

Bruce relajó el cuerpo y él lo besó en los labios para acomodarse nuevamente tras su pareja, con el pecho contra su espalda.

—¿Estás bien?, ¿te duele tu cuello? — Preguntó cuando su respiración estaba regresando a la normalidad.

—Mhm, te amo— Se permitió una risilla boba y complacida para abrazarlo y colocar un beso sobre la mordida.

—Yo también te amo—

Bruce se veía completamente relajado y tal vez un poco como si su mente estuviera totalmente en blanco.

Era divertido verlo así.

—Bruce, ¿tienes hambre? — Cuestionó logrando robarle al techo la atención de su omega.

—Quiero… nieve—

—¿Nieve? —

—Sí— Bueno, esto estaba bien, no quería decir que no podría darle comida saludable a su omega, solo quería decir que además esperaba recibir postre.

—Ok, ¿de qué sabor? —

—Pastel—

—¿Qué?, ¿quieres pastel y nieve? — Bruce lo miró con desagrado.

—No, quiero nieve y brownies— Se le permitía reírse, ¿cierto?

Se acercó a colocar un beso en la frente de su pareja.

—Ok, ya regreso—

Bruce aceptó la comida que Clark ofreció sin protestar y sin exigir su nieve con trocitos de brownies, primeramente.

Comió tranquilamente, cubierto únicamente con una bata que Clark no se ponía de acuerdo en si escondía o acentuaba más el vientre de su pareja.

Una vez la comida terminó, Bruce volvió a acomodarse sobre la cama, siendo ayudado por él para colocar tres almohadas en su espalda facilitándole una postura cómoda y finalmente Clark ofreció el bote completo de helado con una cuchara en él, decidiendo que se acomodaría con su cabeza sobre una de las piernas de Bruce para poder escuchar los corazones de sus bebés y de su pareja de cerca.

Bruce comenzó a ingerir el producto, alimentando a Clark en la boca una vez por cada dos bocados que daba él mismo.

—Si vas a seguir aceptando la nieve, deberías sentarte, te vas a ahogar— Le dijo las dos primeras veces para rodar los ojos y seguir ofreciéndole comer nieve.

Para que, cuando llevaban un poco más de la mitad, terminara entregándole todo el bote.

—¿Ya no quieres? — Bruce negó con la cabeza.

—¿Quieres que la guarde? —

—¿No quieres comerla tú?, creo que la estás disfrutando más que yo— Y Clark pudo percibir que Bruce no se estaba burlando si no que estaba diciéndolo seriamente (no sin una sonrisa incluida).

Y bueno… sí, la verdad es que estaba disfrutando mucho de la nieve, por lo que se sentó correctamente junto a su pareja y siguió comiendo, cosa que tuvo que interrumpir al ver a su compañero vinculado y notar que su aura relajada y su cerebro descansando habían desaparecido, notándose tenso.

¿Estás bien?

Le pedía su cuerpo preguntar, en lugar de eso acercó una nueva y repleta cuchara con nieve a los labios que amaba besar.

—¿Nieve? — Preguntó esperando que su sonrisa no denotara lo preocupado que se sentía, logró conseguir que la atención de su pareja que se había encontrado flotando en un punto lejano e inalcanzable para Clark se asentara en la habitación de hotel en la que estaban.

Bruce sonrió aceptando el bocado y él seguía sin entender como era que su pareja podía parecerle adorable y sexy a la vez, decidió impedirle a su mente irse por ese lado, colocando una mano sobre el vientre sintiendo la tensión habitual, no el endurecimiento que provocaban las contracciones falsas, percibiendo en su lugar el movimiento de los bebés, dejándose ser envuelto por la calidez que lo embargaba cada vez que aquello pasaba.

Alzó la vista en busca de la mirada de su omega, porque muy seguido hacían eso cuando los bebés se movían, pero en lugar del suceso habitual, volvió a encontrar a Bruce con la vista perdida y con una casi imperceptible mueca, que desapareció en cuanto se dio cuenta de que era observado por él, sonriéndole.

—¿Te duele algo? —

—¿Qué? — Bruce soltó una leve risa para acariciarle el rostro con una mano. —No, bueno sí, la espalda, pero no más de lo usual— Dijo como quien habla de que acepta que los medicamentos para el dolor irritan el estómago.

Pero entonces ¿por qué la mueca y la actitud pensativa tensa?

—¿Hice alguna mueca o algo? —Asintió tratando de sonreírle a su omega. —Solo estaba…— Bruce soltó una nueva risa que terminó por contagiarle a él. —Pensando— Clark rio más abiertamente. —Y yo que creí que ya había aprendido a apagar mi cerebro— Dejó el bote de helado sobre uno de los muebles junto a la cama, para abrazarse a su pareja, obligándolo a acostarse.

—¿En qué estabas pensando? —

—Estaba pensando… —Bruce hizo una pequeña pausa para tragar saliva. —En mis padres—

No había esperado esa respuesta, pero no era que no entendiera que Bruce lo hiciera.

—Es que ahora que hemos empezado a comprar las cosas para los bebés no puedo evitar imaginarme a mis padres comprando todo lo que necesitaron para mí, ¿sí salieron a comprarlos ellos?, ¿mandaron a alguien más?, ¿fueron obligados a leer las normas de seguridad que una cuna debe cumplir como Alfred hizo con nosotros? —Cuestionó con tono ameno, haciéndolo reír a él, para tornar su actitud a una más seria, desapareciendo su tono divertido previo. —¿Piensas en tus padres biológicos haciendo lo mismo? —

—Sí— Contestó Clark, porque lo había hecho, no tenía forma de pensar literalmente cómo habían sido sus padres preparándose para su llegada, pero en cierta forma, al estar en esta situación de día a día percibir el crecimiento de sus bebés en el cuerpo de su compañero vinculado, estando preocupado todo el tiempo, lo que competía con su sentimiento de emoción eterno y el como el amor que sentía hacia sus bebés y hacia Bruce solo parecía crecer más y más… ¿eso habían sentido sus padres biológicos? —Sí lo hago, mucho más estas últimas semanas— Bruce le sonrió luciendo un poco triste, besándole la frente.

Su pareja bajó la vista, suspirando casi imperceptiblemente, pasando una mano por el refugio de sus bebés.

—Ni siquiera sé cómo eran las personalidades de mis padres, no los conocí realmente y no dejo de pensar en que cuando los bebés nazcan y empiecen a crecer y les gusten cosas o les atraigan cosas o sean buenos en algo que ni tú ni yo entendamos, no voy a saber de quién lo heredaron—Los ojos de Bruce se pusieron húmedos. —¿De tus padres?, ¿de los míos? —

—Bruce…— Su pareja se abrazó a él escondiendo el rostro, respondió de inmediato.

—Que tonto, estar preocupado por cosas como esta, cuando hay cosas mucho más importantes en las que debo estar concentrado— Puso un poco más de fuerza en el abrazo.

—No es tonto— Aseguró, iniciando con movimientos suaves en la espalda de su compañero vinculado. —Cuando los bebés hagan algo que no entendamos o les guste algo que no viene de nosotros vamos a hacer teorías para tratar de descubrir de quién lo heredaron y tal vez investiguemos un poco con Alfred y en la Fortaleza de la soledad y…— Hizo una pequeña pausa para tragarse el nudo en la garganta. —Y no es justo y no se supone que sea así, pero esto es lo que vamos a hacer— Dijo con voz temblorosa, para sentir como su pareja solicitaba separarse un poco, imitándolo y permitiéndoles verse al rostro, ambos mirando al otro con ojos rojos y humedecidos, mostrándose sonrisas tristes, pero de alguna forma plenas.

Se acercaron el uno al otro en un acuerdo silencioso, uniéndose en un beso necesario, demandante y dulce.

—Es un buen plan— Dijo Bruce pegando la frente contra el cuello de Clark.

Sí, era bastante increíble estar en una mesa rodeado de superhéroes y sí, cada uno parecía ser más increíble que el otro, todos lucían centrados y realmente preocupados y en sintonía con las necesidades del mundo.

Pero Arthur no podía dejar de preguntarse en dónde estaba Batman.

Ya había conocido antes al héroe (con los miembros originales de la Liga de la Justicia) y había creído que era un miembro fundamental, así que ¿por qué había una reunión tan importante sin Batman?

—Así que esas son las prioridades para la Liga, ¿tienen alguna duda? — Concluyó la Mujer Maravilla con la larga explicación.

—¿Batman es miembro de la Liga? — Preguntó con voz medio aburrida. La mujer beta sentada junto a él (Su nombre llevaba una Z… o tal vez se escribía con S, quién sabe), sonrió entusiasmada.

—Lo es— Contestó como si ella no fuera un nuevo miembro también.

—Batman esta de descanso— Contestó el alienígena… no… el… Marte… ¡Marciano!

—¿Descanso? — Cuestionó la Chica Halcón (y esta vez estaba seguro de que le había atinado). —¿Podemos tomar descansos? —

—Siempre que la Liga no tenga alguna urgencia, estén de guardia o tengan algún trabajo como individuos, no miembros de la Liga, se puede— Explicó Superman y él estaba dispuesto a dejar aquello por la paz, Batman era un miembro fundamental, pero también se veía como alguien que tendía a aislarse, no debía ser primordial para él conocer a los nuevos miembros.

—Aunque en el caso de Batman es un descanso especial— Agregó Shazam, generándoles más preguntas. No fue difícil notar el regaño con miradas al que Shazam fue sometido por parte de Flash, Linterna verde y Cyborg.

Superman suspiró.

—¿Murió? — Interrogó la Chica Halcón.

—¿Qué? — Exclamó Superman con un tono un tanto agudo de voz.

—Eso no puede ser, porque él fue quien me reclutó, aunque ciertamente no lo he visto en algunos meses, ¿está enfermo? —

—No, no está enfermo, está bien, solo no vino hoy— Dijo Linterna verde sonando muy poco convincente.

—¿Se retiró? — Cuestionó él, ante lo que los miembros fundadores (con excepción de la Mujer Maravilla) se giraron a ver a Superman.

—No, no se retiró, está de descanso y regresará… eventualmente—

¿Por qué voltearon a ver a Superman en busca de respuestas?

—Ok— Exclamó la chica Halcón y el tema fue dejado por la paz.

Una vez que la junta acabó, Aquaman no estaba seguro de porque había terminado hablando con los otros dos miembros nuevos.

—Sí está muerto— Aseguró Chica Halcón.

—No, no, te aseguro que está vivo, he hablado con él, estoy segura, me ha pedido que investigue casos y me ha proporcionado información que solo él puede lograr obtener— Dijo… Sata…no, satánica no era, estaba seguro. —Aunque…—

—¿Aunque? — Soltó una leve risa.

—Bueno, en los últimos meses siempre que me lo he topado patrullando no es Batman—

—¿Cómo que te has topado con Batman, pero no es Batman? — Quiso saber él, porque todo era demasiado confuso, ¿había algo de lo que se estaba perdiendo?, ¿había una palabra código que se había perdido?

—Es Superman disfrazado de Batman, hace un excelente papel, incluso imita su voz, pero no es Batman—

Algo raro estaba pasando aquí.

—Te lo digo, murió o quedó desfigurado, parapléjico o algo— Dijo Chica Halcón notándose hasta quizás un poco aburrida.

—¡No digas eso! — Solicitó Za… Zatanna con una risilla amistosa. —Estoy segura de que Batman está bien y feliz—

Estaba cansado de estar embarazado.

Ok, no, no tanto así, aún le faltaban 5 semanas a sus bebés para ser considerados de término y era muy consciente de que había una alta posibilidad de que no llegara ni a las 37 semanas (era un hecho conocido, aunque no por eso menos aterrador), razón por la que estaba tratando de hacer todo lo posible porque sus bebés (y los de Clark) se mantuvieran en su interior lo más que se pudiera, no sobre esforzarse, descansar en una cantidad que no había hecho probablemente desde que era él mismo era un bebé, delegar cada que podía y… dejarse cuidar, así que no quería dejar de estar embarazado hasta que sus bebés estuvieran a término, pero también estaba muy cansado de estarlo, entre que su espalda simplemente no dejaba de doler en ningún momento, el reflujo constante, orinar cada 30 minutos, todo el tiempo estaba cansado y quería dormir, pero era demasiado incómodo en cualquier posición.

Y sus amados bebés no estaban ayudándolo, moviéndose constantemente y encajándole sus pies o codos o puños en partes muy interesantes de su interior. Además de ser muy demandantes, como ahora, dejándole en claro que la posición en la que se encontraba sentado (que era perfecta para su adolorida espalda) no les estaba gustando, pasó su mano por su abdomen obteniendo únicamente un bebé contestando su caricia.

Amaba a sus bebés y era encantador que respondieran a sus cariños, pero también estaba siendo muy molesto.

—¿Qué haces? — Cuestionó Jason, bajando las escaleras con cuidado mínimo. Le sonrió, para recargarse en el escritorio frente a él y ponerse de pie lentamente (que luego era como si su espalda le gritara con la punzada aguda de dolor que se generaba).

Jason corrió hasta él, haciendo un leve puchero, casi como si estuviera decepcionado de no haberlo ayudado a levantarse y casi como si tuviera miedo de Bruce poniéndose de pie.

Jason tomó una de sus manos y él aceptó.

—Estaba mandando una información a la Mujer Maravilla y a Cyborg, pero ya terminé y creo que voy a ir a acostarme a mi cama— Jason asintió como si aprobara lo dicho por él, para que juntos comenzaran con el camino hacia las escaleras, por desgracia no dio ni dos pasos para cuando recibió un golpe particularmente doloroso bajo las costillas, teniendo que detener su andar.

—¿¡Qué!? — Gritó Jason al verlo parar e inclinarse levemente hacia en frente mientras trataba de masajear la zona atacada por uno de los bebés. —¡Clark, Alfred! — Gritó Jason buscando el apoyo de los adultos de su familia.

Bruce se sentía mal de asustar así a su Jason, pero de cierta forma estaba feliz de que Jason finalmente sintiera que podía confiar en los adultos de su familia, que aceptara que no necesitaba resolver todo por sí mismo, alfa o no.

—Está bien, estoy bien— Explicó colocando sus manos en el rostro de su hijo, buscando calmarlo. —Lo siento Jason, no quise asustarte, es que los bebés se están moviendo mucho y es algo incómodo— Agregó para permitirse responder al abrazo que Jason inició aferrándose a él con todo de sí, encontrando la manera de abrazarlo a pesar de su prominente vientre.

¿¡Bruce!? — Escuchó la voz de Clark a través del intercomunicador que mantenía en su oreja siempre que su pareja estaba fuera en alguna misión. —Escuché a Jason gritar, ¿está bien?, ¿estás…? — Alejó una mano del rostro de Jason presionando el botón del intercomunicador.

—Todo está bien, lo prometo, yo lo asusté porque los bebés me patearon fuerte, perdón, concéntrate en tu misión— Escuchó a Clark tomar aire fuertemente, como si quisiera volar hasta ellos y no salir nunca, jamás, nunca.

—Ok— Le contestó y él volvió a concentrarse en Jason.

—¿Ya merito regresa Clark? — Quiso saber con voz medio amortiguada.

—Ya merito, ¿vamos arriba? — Jason asintió contra él.

—Ok, ¿quieres ver videos de YouTube conmigo? — Bruce sonrió.

—Sí, quiero ver vídeos de YouTube contigo— Jason cambio su posición, pasando de abrazarlo de frente a abrazarlo por el costado, iniciando con el ascenso por las escaleras; cuando no habían terminado de subir ni dos escalones, Alfred llegó luciendo un poco alarmado, en compañía de Conner, Tim y Dick.

—El joven Conner dijo que escuchó al joven Jason llamarnos a mí y al amo Clark — Explicó el mayordomo apresuradamente, compenetrando la desesperación impregnada en sus palabras con la forma en que bajó las escaleras, seguido por los niños.

—¡Yo escuché a Jason gritar! — Apoyó Conner el argumento del adulto mayor.

—¿Te duele algo, te pegaste, te caíste, te desmayaste? — Preguntó Dick hablando demasiado rápido.

A veces le parecía que Dick tenía un gran parecido con Clark que hasta podía competir con Conner en las semejanzas que presentaban.

—Lo asusté porque los bebés se están moviendo mucho, pero todo está bien— Le dijo a su padre, logrando calmarlo, al igual que logró que sus hijos lucieran más entre sorprendidos y curiosos que preocupados y asustados.

—¡Y-yo no estaba asustado! — Negó Jason de inmediato.

—¿No? — Quiso saber Conner ante lo cual Jason se sonrojó levemente.

—Poquito— Terminó por aceptar.

—¿Nuestros hermanitos bebés se están moviendo mucho? — Cuestionó Tim inclinando la cabeza suavemente.

Bruce quería decir que no.

Quería que fuera un no. Suspiró para sonreírles al sentir a Conner y Dick abrazarse a él.

—Sí, se están moviendo mucho—

—¿Están enojados? — Preguntó Conner alzando la vista para mirarlo con la barbilla pegada contra su vientre, distrayéndose un instante con el movimiento que percibió de parte de uno de los bebés.

—Creo que solo están incómodos porque ya no caben bien— Cuatro pares de boquitas haciendo una "o" perfecta fue lo que lo recibió. Dick hizo un pequeño puchero y se concentró en frotarle el vientre.

—Ya, ya hermanos bebés— Dijo al tiempo que hacía un espacio para que Tim se uniera al abrazo.

—Cuando nazcan van a tener cuartos propios y cunas propias y mucho espacio para moverse— Ofreció Tim.

—Sí y los van a poder decorar del color que ustedes quieran— Agregó Conner.

—Y van a poder ir a nuestros cuartos cuando quieran también, aquí afuera hay mucho espacio— Comentó Jason uniéndose a la conversación que sus hermanos habían iniciado con los bebés.

—Pero todavía no pueden nacer porque a lo mejor son grandes para la pancita de Bruce, pero aún son pequeños para nacer— Volvió a hablar Dick en ese tono que usaba cuando les explicaba cosas a sus hermanos menores.

—Sí, apenas están en la semana 32, no pueden nacer todavía, perdón— Expuso Conner, luciendo honestamente arrepentido como si realmente fuera su culpa que las semanas no pasaran más rápido.

¿Cómo era que él podía tener hijos tan buenos?

Sus ojos se humedecieron un poco, pero ninguna lágrima recorrió su rostro, lo que sí ocurrió es que sintió como si los movimientos en su interior (si bien no desaparecieron) sí parecieron calmarse, tornándose más suaves, casi como los movimientos de alguien a punto de quedarse dormido.

—Vamos, amo Bruce, estar acostado probablemente sea la mejor opción por ahora— Ofreció Alfred parándose a su lado.

Se aclaró la garganta lo más discretamente que pudo.

—Sí—

Ya veo, parece que a este niño le gusta el nombre de mi abuelito—

Sí es lo más seguro, él fue uno de mis compañeros de entrenamiento. A mí me agrada el nombre de Gohan, ¿por qué no le ponen así a mi nieto? —

Sí, tu nombre será Gohan, tú te llamarás Gohan—

—Oh— Exclamó Jason, sin apartar la vista de la pantalla de la televisión que Conner había ayudado a mover con la orientación de Alfred hasta la habitación de Bruce para que todos pudieran estar cómodamente observando mientras descansaban en la cama.

Los bebés parecían estar dormidos, únicamente haciendo ligeros movimientos de tanto en tanto y su espalda parecía estar satisfecha por la posición en la que descansaba su dueño.

—¡Los bebés se podrían llamar como el abuelo! — Agregó Jason con mucha emoción.

—¿Jonathan? — Dijo Tim con tono interrogativo, para sonreír. —Sí me gusta—

—¡A mi también me gusta! — Aportó Conner, dando suaves brincos de rodillas sobre la cama.

—Y podríamos abreviarlo como mi nombre y el de Tim y solo llamarlo Jonny— Y Dick se quedó pensativo.

—¡O Jon! — Exclamaron al unísono Conner y Jason.

—¡Cómo el detective marciano! —

Y Bruce no podía creer lo que estaba escuchando.

¿De verdad sus hijos habían llegado al nombre del hijo que tenía Clark en esa otra realidad? Una cosa era querer llamarlo "Jonathan" pero llegar a la abreviación específica del nombre cuando lo más común era usar simplemente "Jonny"…

—¿Qué opinas Bruce? — Preguntó Tim con una sonrisa enorme. —¿Te gusta? — Jason hizo un puchero, cruzándose de brazos.

—Tampoco te gusta— Afirmó muy insatisfecho.

—¿Tal vez preferirías que los bebés se llamen como tu papá? — Preguntó Tim jugueteando con sus manos.

—¿Eh? — Tan absorto estaba en sus pensamientos, que no se dio cuenta de que sus hijos habían pedido por su aprobación.

—¡Tim! — Dijo Jason entre dientes en son de regaño.

—¿Otra vez hice una pregunta que no debía? — Jason lucía preocupado, Dick se veía mortificado, Conner parecía estar confundido.

—No, Tim, está bien y… —Hizo una pequeña pausa.

No es que no hubiera pasado por su cabeza el ponerle el nombre de sus padres a sus bebés (porque también pensó en el nombre de su madre antes de saber el sexo de los bebés), y no dudaba de que Clark aceptaría su petición de ponerle el nombre de sus padres a uno de los bebés, pero al considerarlo y volver a considerarlo, se dio cuenta de que simplemente no le agradaba la idea.

No quería que sus hijos cargaran eternamente con el nombre de unos padres que él se lamentaba de no haber conocido, con el nombre de unos padres que le fueron arrebatados.

No quería que uno de sus hijos se volviera una especie de altar viviente para con sus padres.

—No me gustaría que uno de los bebés se llame como mi padre— Dijo sin mirar a ninguno a los ojos, para permitirse sonreír y pasar una mano por la cabeza de Dick (que se encontraba más cerca de él). —La verdad es que no me gusta el nombre de mi padre— Ante su tono ameno y un poco juguetón, sus hijos respondieron con leves risillas.

—¿Cómo se llamaban tus papás? — Preguntó Conner y él no imaginó que se le permitiría alguna vez hablar amenamente del nombre de sus padres siendo él mismo y no "Brucie".

—Mi padre se llamaba Thomas—

—Sí es feo— Aceptó Jason, haciéndolo reír.

—Y mi madre se llamaba Martha—

—¿¡Cómo abuelita!? — Preguntó Tim muy sorprendido.

—Qué raro, ¿verdad? — Agregó sin dejar de sonreír, apreciando la sonrisa amable de Conner y la feliz de Tim que asentía con la cabeza.

—Ellos también son nuestros abuelitos, ¿no? — Dijo Dick, atrayendo la atención de todos hacia él.

—Entonces nuestras dos abuelas se llaman Martha, sí es raro— Comentó Jason con los brazos aún cruzados.

—¡Ah!, pero entonces, ¿uno de nuestros hermanitos bebés se puede llamar Jonathan? — Cuestionó Conner recordando el tema original.

—Sí, no nos has dicho si te gusta— Preguntó Dick con una de sus sonrisas radiantes.

—¿Alguien dijo el nombre de pá? — Preguntó Clark entrando por la puerta de la habitación, ya sin su uniforme de Superman.

—¡Hola Clark! — Exclamaron sus hijos, corriendo a abrazarse a su papá alfa.

—¿Te fue bien en tu misión? — Preguntó Tim entre el abrazo.

—Me fue muy bien— Contestó con amabilidad y paciencia.

—¿Pateaste muchos traseros de villanos? — Quiso saber Jason alejándose del abrazo grupal y colocándose en pose de defensa y con ceño fruncido (misma pose que usaba en los entrenamientos).

Clark rio.

—Poquitos— Aceptó después de besar la frente de Dick, para después besar la frente de Conner, sus hijos sabían que después del abrazo para con ellos seguía el saludo hacia Bruce, por lo que se alejaron, permitiéndole a Clark moverse hasta la cama.

Bruce pensó en levantarse, porque si algo merecía el esfuerzo que aquello conllevaba era saludar a su compañero vinculado, pero al final prefirió quedarse en la cómoda posición que había logrado y de todas formas ahora Clark estaba hincado sobre la cama frente a él, inclinándose para colocarle un beso en los labios y dejando una caricia en su vientre.

—Pero ¿qué estaban diciendo de pá? — Volvió a preguntar sin dejar el tema de lado. —¿Má y pá llamaron? — Preguntó inmediatamente después en su dirección. Bruce negó con la cabeza, pero dejó que sus hijos explicaran el resto.

—Estábamos pensando que uno de los bebés debería llamarse como el abuelito Jonathan— Explicó Tim.

—Pero Bruce aún no nos ha dicho si le gusta o no— Se quejó Jason.

—Yo quiero que sí le guste— Exclamó Conner entusiasmado.

—También yo, para que le digamos Jon— Expuso Dick.

Clark los miró con cejas alzadas y boca abierta, para después verlo a él con cejas angustiadas y claramente mordiéndose el interior de la boca.

—Pero…— Comentó con el obvio pensamiento del nombre del padre de Bruce en la mente. —Pero…— Volvió a decir, esta vez con el claro pensamiento del nombre que Bruce le había comentado que tenía el hijo de Clark y de la señorita Lane en la otra realidad.

—Sí es un buen nombre y me agrada— Accedió él generando gritillos de victoria en sus hijos. Clark aún lucía confundido y angustiado.

—¿En serio? — Lo cuestionó directamente.

—Clark, ¿no quieres que uno de nuestros hermanitos bebés se llame como el abuelito? — Interrogó Dick generando rostros devastados en sus hijos.

—No, no es eso, me gusta mucho la idea y estoy seguro de que pá va a estar muy feliz, pero… entonces ¿nuestro otro bebé se va a llamar como tu papá? — Cuestionó cambiando su atención de sus hijos a Bruce.

—No, ya habíamos quedado que el nombre del abuelo Thomas es un nombre feo— Clamó Jason. Clark lució como si alguien lo hubiera golpeado.

—Jason…— Su alfa trató de regañar, pero sin mucha energía en la voz.

—Sí, es un nombre feo— Aceptó él, atrayendo nuevamente la atención de Clark hacia él, quien lo miró casi sin parpadear, buscando sentimientos negativos en los pequeños gestos en su rostro.

Y sí, sus ojos estaban llorosos y probablemente un poco rojos y era posible que sus labios no pudieran decidirse entre reír o hacer una mueca de llanto, pero sabía que Clark percibió perfectamente la felicidad y calma en él.

Clark se acostó junto a él, besándole la frente (beso que él tuvo que disfrutar cerrando los ojos).

—Aún no sabemos cómo llamar a nuestro otro hermanito bebé— Dijo Conner.

—Pero aún tenemos tiempo— Comentó Tim.

—Amo Bruce, amo Clark, jóvenes, la comida está lista— Habló Alfred entrando en la habitación.

—Podría llamarse Alfred— Dijo Dick, resaltando sus palabras con un ligero aplauso.

—Sí funciona porque Alfred es como nuestro abuelito también, ¿verdad? — Comentó Tim generando el asentimiento colectivo entre sus hermanos.

—Sí Alfred es como el abuelito Jonathan, pero él vive con nosotros— Aceptó Dick. Alfred solo observó a los menores, sin negar ni afirmar nada, para centrarse en él.

Bruce le sonrió, obteniendo una muy discreta sonrisa por respuesta, que fue ofrecida igualmente a Clark.

—No creo que Alfred Wayne suene bien— Dijo el adulto mayor. —Tampoco Alfred Kent— Agregó después. —Así que lo siento, pero no lo apruebo— Sus hijos lucieron un poquito decepcionados.

—Seguiremos pensando entonces— Dijo Jason.

Notas finales:

El vídeo que estaban viendo en el "Yutú" era un capítulo de Dragon Ball Z, yo vi un clip llamado "el nombre del hijo de goku será…" de un canal llamado fabián becerra para escribir esa escena ( watch?v=j9CPiaEtoyE)

Y pues aquí yo poniendo un personaje que nadie pidió cuando ya he leído (ya no me acuerdo si muchas veces el mismo comentario o diferentes comentarios diciendo lo mismo) que quieren a Shazam en la mansión Wayne, se suponía que iba a escribir esa escena, no sé qué pasó.

¡Muchas gracias por leer!


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