Superman tomó aire, tratando de tranquilizarse. Todo estaba bien, se dijo, Flash hablaba animadamente con linterna verde, J'onn escuchaba atentamente a la mujer maravilla con su típica expresión neutra mientras ella sonreía, al tiempo que Shazam agregaba algún comentario super enérgico. Cyborg analizaba junto a Batman cualquier información que en ese momento les pareciera relevante a ellos. Sus compañeros estaban bien, la misión había terminado siendo un éxito.
Tomó aire nuevamente. Esto no estaba funcionando, aun podía percibir el ruido de la batalla como si continuara, la adrenalina apoderada de su cuerpo. Decidió que era una buena idea escuchar los latidos del corazón de sus compañeros (amigos), sus corazones descoordinados y a la vez pareciéndole entrelazados, hasta que terminó por centrarse en el de Batman.
Constante, estable…
- …man- Y logrando traerlo al aquí y al ahora. - Superman – Finalmente la voz que acompañaba a aquel corazón lo hizo regresar.
- ¿Sí? – Atinó a contestar con voz un poco insegura, tratando de recuperarse.
¡Eres Superman, no Clark Kent, por todos los cielos!
Batman lo miró sospechosamente.
- ¿Esta todo bien? –
- Sí, solo estaba tratando de dejar la batalla atrás – Batman lo miró claramente teorizando sobre el porque uno necesitaría tomarse tiempo para “Dejar la batalla atrás” porque Batman era la clase de superhéroe que podía destruir una flota invasora alienígena y a los 5 minutos, con sangre verde ensuciando su uniforme, exigir una hamburguesa doble con queso (No que lo hubiera hecho antes, por todo lo que sabía Superman).
Pese a sentir que estaba siendo juzgado como débil, los músculos alrededor de la boca de Batman se relajaron (tan poco que nadie que no fuera Superman-super-visión-gracias, habría notado), terminando por asentirle suavemente y él se sintió aprobado.
- Como seguramente no escuchaste voy a repetir una vez más, Cyborg y yo analizaremos la información que obtuvimos y hablaremos de esto en la siguiente reunión que será… ¿Flash? – Cuestionó como un maestro que conoce a la perfección a su estudiante problema.
- El viernes – Contestó Flash con seguridad.
- El sábado, hermano – Corrigió linterna verde.
- El sábado- Comentó al instante. - Estaba seguro de que era el viernes – Murmuró por lo bajo y Batman hizo un pequeño ruidillo que estaba seguro le había escuchado hacer a su madre alguna vez mientras lo regañaba, para después alejarse del grupo dirigiéndose al Batwing.
- ¿Ya te vas? – Cuestionó Shazam.
- No sé ustedes, pero yo tengo cosas que hacer en Ciudad Gótica – Siempre haciéndose el desentendido, tan fácil que era decir “Lo siento, chicos, tengo que irme, fue divertido verlos”.
El respiró profundo y se acercó a Batman.
- Batman- Llamó, sintiendo a su corazón acelerarse cuando el hombre concentró su mirada en él. -Hoy estuviste increíble… como siempre, porque siempre estás increíble… es decir, peleas, increíble, aunque claro también físicamente eres… ahm… -
¡Que alguien lo callara por favor!
- Tú también siempre eres… útil y funcional – Explicó Batman y Superman no cabía dentro de sí, pues, aunque burdo, ese había sido un fantástico cumplido.
Sonrió rascándose el cuello, dejando salir un poco a Clark, para recuperarse rápidamente, recordando que Superman era el epitome de como un alfa debía comportarse y en definitiva actuar como puberto que estaba hablando por primera vez con “Su primer amor”, no era la imagen de un “alfa pecho peludo masculina melena al viento”.
- En serio tengo que irme, así que si no hay nada importante que tengas para decir –
- No, claro, nos vemos – Dijo despidiéndose sonriente.
- Recuerda que el jueves nos toca hacer guardia juntos –
Que gracioso era Batman a veces, como si Superman se hubiera permitido olvidar tan perfecta coincidencia.
- No lo olvidaré – No lo olvidaría ni aunque Lex Luthor le abriera el cráneo con ayuda de kriptonita. Y sin un adiós ni atisbo de darse por enterada de que Superman seguía ahí, Batman se fue.
Justo después, escuchó la risilla de la mujer maravilla.
- El momento en que caiga a tus brazos se acerca… alfa – La mujer se la arreglaba hasta que para el término “respetuoso” de alfa, sonara sardónico, pero él no tenía tiempo de indignarse, estaba muy ocupado tratando de no enredarse en su propia capa cuando se giró a verla bruscamente.
- ¿Qué? – Y ella rio, luciendo aún más atractiva (y letal) si era posible. -Yo no quiero que Batman caiga a mis brazos – Dijo sonriendo con confianza (esperaba).
- Claro -Dijo ella luciendo para nada convencida. Y así sin más su intentó de negación cayó.
- ¿Todos se han dado cuenta? – Preguntó acongojado mirando si alguien más estaba pendiente de su conversación, pero todos parecían interesados en sus propios asuntos. Ella le sonrió con ternura.
- No creo. Con todo lo inteligente que es Batman, no creo que siquiera él se haya dado cuenta, debe pensar que te impone miedo o que eres… nerviosito- Él quería esconder su rostro entre sus manos o mejor ir a esconderse a su fortaleza; pero imaginaba que Superman no actuaría así… nunca, como sea, a pesar de que no se permitió compenetrar su rostro con la forma en que se sentía en su interior, la mujer maravilla se apiadó de él. -Estoy jugando contigo, en realidad no creo que Batman piense que actúas raro, siento que le agradas, honestamente… aunque no sé si en la forma en que te “agrada” a ti – No, no y no, sonrojarse no estaba permitido. - Me fascina que a Superman le gusten personas de carácter fuerte. Primero la reportera alfa Lois Lane y ahora Batman, un beta – Ella rio un poco más, sin hacerlo sentir ofendido, pero si muy avergonzado. - No eres para nada la definición de alfa, que, la gente espera de Superman, por eso me agradas tanto –
- Tú tampoco eres exactamente una alfa de libro… y también me agradas- Hizo una pequeña pausa. - Aunque te estés burlando de mí – La mujer maravilla se permitió dejar escapar una sonora carcajada.
- No estoy tratando de burlarme de ti, quiero ayudarte –
- ¿Ayudarme? –
- Sí, creí que mi experiencia podría ayudarte; estoy vinculada con un omega, ¿recuerdas? – Vagamente, lograba recordarlo.
- No creo que él llegue a apreciar una declaración de un compañero de trabajo –
- Claro, pero ustedes son más que eso… mejores amigos –
- ¿Crees que él me ve como mejor amigo? –
- Sí – Contestó ella con seguridad, y ese simple hecho era más de lo que Superman esperaba. -Entonces… deberías invitarlo a salir –
- ¿Qué?, no, no, no… no – La pelinegra se cruzó de brazos decepcionada.
- Así como vas a lograr que se de cuenta de que serías su alfa perfecto –
- ¿Que se dé cuenta? –
- Sí, como van a vincularse si no se da cuenta –
- ¿Vincularnos? Eso es ir muy rápido – Él ni siquiera estaba seguro de querer eso (no que no lo hubiera imaginado claro, porque era así de patético, pero de imaginarlo, a realmente, realmente esperar que sucediera… no).
- Bien, entonces primero invítalo a salir –
- Ah… -
- Las cosas no van a suceder si no haces que sucedan, es un hecho, no sé si lo sabías – UY ahora estaba siendo sarcástica.
- Entonces el sábado, se lo pides –
- No es que…-
- Se lo pides – Afirmó con autoridad. - Excelente plática Superman, esperaré la continuación de la historia de amor –
…
La reunión había terminado sin muchos contratiempos, Linterna verde se había ido rápidamente afirmando que tenía algo importante que hacer, Flash igualmente se apresuró exclamando que tenía una cita, y la mujer maravilla se encargó de todos los demás, sonriéndole conspirativamente; de tal forma que logró quedarse a solas con Batman, mientras este terminaba de arreglar algunos papeles y cosas que había traído.
- Hey, Batman – El hombre se giró a verlo sin dar una respuesta, lo cual lo puso aún más nervioso. - Entonces… la guardia nos toca el jueves, ¿cierto? – Era un cobarde, era Superman, luchaba contra villanos, siempre dispuesto a salvar el día, pero era un cobarde.
- Sí – Contestó su acompañante sin agregar nada más. Por alguna razón, sintió como si la mujer maravilla lo estuviera vigilando, aunque miró discretamente y no encontró a nadie, pero era posible que sí los estuviera vigilando, después de todo era una guerrera entrenada, debía tener técnicas especiales hasta para engañarlo a él.
Y como Clark no quería morir de vergüenza a manos de la mujer maravilla, decidió morir de vergüenza a manos de Batman.
- Estaba pensando…- Comenzó con seguridad, rogando que no acabara. -Que podríamos salir a hablar… alguna vez –
- ¿Tienes algún problema, es Luthor de nuevo o…? -
- No, me refería a… como… amigos – Aunque eso de amigos, era más bien no.
- Ah – Y de un momento a otro Batman comenzó a lucir muy incómodo.
No debió hacerle caso a la mujer maravilla, lo había arruinado, este pobre hombre ni siquiera lo consideraba su amigo… claro. Así que, a disculparse ahora, esperando que esto no hiciera todo más incómodo.
- Lo siento, no quise… -
- No yo… es que, apreció tu invitación…-
Pero no, fin del comunicado, Superman no moriría por causa de la kriptonita, si no de vergüenza (y corazón roto).
- Pero no conocemos la identidad secreta del otro y no creo estar dispuesto a decirte quién soy… aún -Dijo Batman, como si Superman no estuviera a punto de gritarle su nombre real (los dos nombres) sin encontrar una buena razón para no hacerlo. - Una identidad secreta es para proteger a las personas que amas y el decirte quién soy, implica muchas cosas –
- No, yo… lo entiendo – Comentó tratando de sonreír, fingiendo que no dolía que la persona en quien más confianza quería poner no correspondía ni con eso, pero al final, ni siquiera podía culpar a Batman o molestarse con él, todo fue Clark, él haciéndose ideas que nunca serían reales. Batman era alguien muy precavido y solo porque lucía un poco más cómodo hablando con Superman que con los demás, no quería decir que fuera especial.
- Pero puedo llevar comida china o algo así el jueves y tú puedes elegir una película y podemos conversar mientras hacemos guardia –
Y allí estaba Batman, mostrando su lado amable, ese que no le gustaba que nadie notara, pero que había salvado a Superman en varias ocasiones, ese que trataba de hacerlo sentir mejor, incluso si no debía intentar, porque lo que le había explicado era algo lógico.
-Sí, eso… me gustaría- Y Batman se puso de pie colocando una mano sobre el hombro de Superman, dejando un ligero apretoncito, para soltarlo y comenzar su camino a casa.
- Nos vemos el jueves –
- Sí… adiós -
Después de todo, las cosas habían resultado bien.
Incluso si Superman tenía una sensación agridulce.