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Cariño, por favor, sé real por Eza-chan

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Notas del capitulo:

Ni Superman ni Batman ni la Liga de la Justicia me pertenecen.

¿Se acuerdan que tenemos pendiente la historia con Lex?

¡Pues ya ha llegado!

Me fui por la salida fácil, no me juzguen, ¡Yo solo quería hacer un mpreg porno!, ¿¡Por qué no puedo hacer nada bien!?

 

¡Espero y lo disfruten bebés!

Bruce miró a Clark, quien a último minuto decidió entrar en pánico y comenzar a pelear con su corbata. Decidió detener las temblorosas manos de su mejor amigo y ser piadoso al acomodarle la corbata correctamente.

—Gr-gracias— Agradeció Clark con las mejillas sonrojadas, mientras se rascaba el cuello.

—¿Estás listo? —

—Sí— Contestó Clark con la confianza de Superman, para luego encogerse un poquito sobre sí mismo. —Bueno, la verdad es que me siento un poco como Celia Foote de Historias Cruzadas— Bruce sonrió divertido.

—No te pongas ebrio y vomites sobre Lex, por favor— Clark soltó una carcajada.

—¿Imaginas eso?, sería el héroe de Dick y Jason— Bruce no hizo que su sonrisa desapareciera, pero los sentimientos detrás de esta habían cambiado.

—Tú ya eres el héroe de Dick y Jason— Dijo con voz solemne, para agregar en tono juguetón. —¿Qué tan ególatra puede ser señor Kent? — Clark asintió divertido.

—Quiero ser un héroe al doble— Y con aquella afirmación, la limosina se detuvo. Bruce dio una rápida mirada al exterior, notando como un trabajador se apresuraba a abrir la puerta.

Clark le dedicó una mirada decidida y finalmente ambos salieron de la limosina, iniciando el camino hacia la mansión Luthor, en medio de flashes de cámara y personas que gritaban el nombre de Bruce y preguntaban por la identidad de Clark, tomados de la mano en todo momento.

3 días antes

Lex Luthor se paseó por la oficina de Bruce, luciendo como si apreciara hasta la más minúscula mota de polvo, Brucie sonrió más.

—Basta de tanto secretismo Lex, ¿Vas a decirme por qué querías que habláramos a solas? —

—Lo siento, Bruce— El alfa soltó una elegante carcajada, que le causaba escalofríos y no la abrumadora calidez que le provocaba la risa de Clark. —Al ver tu oficina me doy cuenta de que la mía necesita una remodelación— Brucie decidió no dejar de sonreír y encoger un poco los ojos y los hombros juguetonamente. —Pero bueno, te pedí hablar a solas porque quería decirte que durante tu conferencia de prensa me inspiraste, tu nivel de tolerancia hacia los superhéroes después de lo que pasaste me abrió los ojos— Dijo Luthor como si se tratara del discurso político más apasionado de la historia, clara inspiración en Adolf Hitler —Y he decidido hacer una gala— Bruce frunció un poco el ceño, pero Brucie retomó el control sonriendo con entusiasmo

—¿Una gala? —

—Sí, una gala a la que invitaré a la Liga de la Justicia y a los líderes del movimiento anti-superhéroes, para que podamos tener un dialogo civilizado entre comida, bebida y diversión—

Una trampa, una trampa muy obvia.

Brucie se puso de pie emocionado.

—Oh, Lex, ¡Pero qué gran idea!, no hay mejor forma de limar asperezas que en una fiesta—

—Tienes toda la razón, Bruce, tú por supuesto estás invitado, tienes un papel muy importante en todo esto— De alguna forma no se sentía como si Lex se refiriera a su importancia debida al incidente con el Joker.

—Esto va a ser increíble, nunca visto, toda la Liga de la Justicia, ¿Cómo lograste que aceptaran la invitación? — Cuestionó enérgico.

—En realidad, aún no los invito, pero no me preocupa, estoy seguro de que van a aceptar— Explicó Luthor con confianza.

—¡Pero claro que lo harán! —

Oh, claro que sí.

—Extenderé mi invitación con ayuda de los medios y una vez que tenga la confirmación de la Liga de la Justicia, te haré llegar tu invitación y pases—

—Lex, que elegante—

—Por supuesto que el Señor Kent está invitado, sé que no es disculpa suficiente por lo que pasó la última vez, pero…—

—No te preocupes Lex, Clark y yo lo sentimos mucho— Luthor sonrió, mientras asentía con la cabeza.

—Espero que lo que pasó no haya impedido que me llegue mi invitación a su ceremonia de vinculación— Ni siquiera Brucie pudo mantener una sonrisa perfecta.

—Lex, Clark y yo no hemos hablado de…—

—Por favor, Bruce, después de todo ese desastre con Superman y la relación de ustedes dos está más fuerte que nunca—

Sabía lo que insinuaban esas palabras, lo mismo que las dichas por los reporteros durante la conferencia de prensa, alabando al alfa Clark Kent por querer estar con un omega “marcado” en televisión nacional.

Que seas un omega no debe justificar la forma en que las personas te tratan y la forma en que el Joker y Luthor te usaron.

Eso es lo que le dijo Clark, dándole una infantil tarjeta con el dibujo de un gato diciéndole que no debía olvidar que era increíble.

—Clark es asombroso— Se permitió decir.

—Se nota lo enamorado que el señor Kent está de ti y Bruce, tú tampoco eres precisamente discreto— Bruce sonrió.

—¿Tan obvio es?, sí, claro que te llegara tu invitación a la ceremonia de vinculación Lex, no sé porque lo dudas— Y con esas palabras sabía que había descolocado al alfa, escapándosele una mirada de irritación.

—Espera tu invitación Bruce, yo esperaré la mía. Nos vamos a divertir mucho—

 

Clark observó la espada dirigirse hasta él, entrando en contacto con su piel, soltando una sofocada exclamación de dolor.

—¿Por… qué? —Murmuró dejándose caer hacia atrás.

—¡Lo derrotamos! — Exclamaron dos voces al unísono. Clark se dejó ir, cerrando los ojos.

—Oh… Hola Bruce— Saludó Dick a lo que Clark abrió nuevamente los ojos, encontrando a Bruce de pie junto a su cabeza.

—Hola— Saludó su mejor amigo, mirándolo desde arriba.

—Hola Bruce— Saludó decidiendo que era un buen momento para ponerse de pie y ordenarle a su cara que mantuviera su color.

—¡Te lo perdiste, derrotamos a Clark! — Explicó Jason, dando un brinco de emoción, para realizar una elegante pose de esgrima.

—Me alegra que practiquen su esgrima— Los niños sonrieron complacidos. —Pero saben que el Florete no es para jugar— Dick abrió la boca para probablemente dar una justificación super ingeniosa, pero Bruce lo interrumpió. —Y si alguien termina en el suelo, sí, es juego— Jason infló las mejillas molesto y Dick hizo presión con sus labios, haciendo que sobresalieran un poco. —Vayan a lavarse las manos, Alfred dijo que la comida está lista—

—¡Sí! — Afirmaron los niños alargando un poco la vocal, para correr a guardar los floretes y salir disparados al baño más próximo.

—Lo siento— Comenzó Clark. —Debí haberles dicho que no— Bruce le sonrió suavemente.

—No, esta bien, sé que sí fue entrenamiento— Clark inclinó la cabeza un poco; amaba a Bruce en todas sus presentaciones.

Pero mientras se permitía apreciar a su mejor amigo (belleza física, emocional y racional), sintió que algo no estaba bien.

Además, el aroma de Bruce estaba un poco… diferente…

—¿Pasó algo? — Y Bruce que se encontraba comprobando que los floretes estuvieran guardados de forma correcta, se giró a verlo con expresión tranquila.

—Luthor fue a verme—

Por eso su olor estaba diferente, el olor de Lex Luthor (imperceptible para un humano, alfa o no) opacaba el olor natural de su mejor amigo.

Y entonces su alfa explotó, lleno de ira, obligándolo a acercarse hasta Bruce en un parpadeo. Si sorprendió a Bruce apareciendo tan rápido, no lo demostró.

Su alfa quería ocultar a Bruce con su cuerpo y restregarse contra él hasta que Bruce oliera a Clark, solo a Clark; pero no podía ni debía hacer eso.

Y fue en ese momento en que Bruce tomó sus manos, logrando calmarlo un poco, pero no, su alfa quería más.

—¿Puedo… abrazarte? — Dijo apenas mientras su alfa pedía a gritos hacer desaparecer el horrible olor de otro alfa sobre su omega.

—Sí— Concedió Bruce, sin miedo, sin inseguridad en la voz o en la mirada y ni bien obtuvo su permiso, Clark se aferró a su mejor amigo, soltando un suspiro de alivio.

—¿Estás…? — Bruce no terminó de hacer la pregunta, pero Clark entendió perfectamente que Bruce genio Wayne lo había comprendido de inmediato. Clark lo estaba envolviendo con su olor.

Su alfa estaba complacido, complacido con la desaparición del aroma del otro alfa y complacido con la inteligencia de su omega.

Clark sintió como su cara se volvía la nariz de Rodolfo el Reno.

—Olías a Luthor— Murmuró avergonzado.

—¿Sí?, no me di cuenta, ni siquiera se me acercó, ¿olía mucho? — Clark negó con la cabeza rápidamente, porque era obvio que no, por desgracias él era Super-olfato-man.

Y su alfa quería perder el control de nuevo, pero no solo el alfa en él, Clark no podía dejar de pensar en Luthor a solas con Bruce.

Con fuerza de voluntad, se apartó de su mejor amigo, para verlo a los ojos.

—¿Él no hizo…? — No fue capaz de terminar la pregunta para cuando Bruce contestó.

—No, te digo, ni siquiera se me acercó— Pero algo seguía sin estar bien.

—No hablo de algo físico— Se permitió decir. Bruce desvió la mirada por un momento.

—Sí, bueno, Lex Luthor cree firmemente en la supremacía alfa, claro que siempre hace comentarios…—

No, no, ese imbécil…

—Pero, estoy bien, porque nunca olvido que soy increíble, así que…— Bruce encogió los hombros mientras miraba en otra dirección con mejillas levemente sonrojadas.

—Ok—Y aunque Clark hacía notas diarias para Bruce, nunca hablaban de ello, esa pequeña insinuación de su primera nota le generó una explosión interna de amor, felicidad, vergüenza y ternura. — ¿Q-qué quería? — Se obligó a preguntar.

—Venía a ver el avance de uno de los proyectos entre Industrias Wayne y LexCorp, pero también me hablo de esta fiesta que está planeando—

—¿Fiesta? —

—Sí, a la que quiere invitar a la Liga de la Justicia y a los líderes del movimiento anti-superhéroes—

—¿Qué? —

—Así es, dijo que la tolerancia que mostré en la conferencia de prensa lo había inspirado—

—¡Es una trampa! —

—Claro que es una trampa—

—¿Y quiere que vayas? —

—Como Bruce Wayne, sí— Clark suspiró, porque sabía que la Liga de la Justicia no podía simplemente rechazar la invitación de alguien con la influencia de Lex Luthor.

—Tenemos que ir—

—Si no lo hacemos, la Liga de la Justicia será la que quede como intolerante—

—Aunque sabemos que es una trampa— Bruce negó con la cabeza.

—Esa es una ventaja a nuestro favor, sabemos que planea algo, cosa que probablemente no espera que sospechemos— Clark entendía perfectamente.

—Tenemos que hacer una reunión de la Liga y…

 —

—Sí, iré como Bruce Wayne— Y los pensamientos destinados a organizar la reunión se detuvieron súbitamente en la mente de Clark, dejando un momento de nada absoluto, para comenzar a tener pensamientos caóticos.

—¿Eh? —

—Batman no es precisamente de fiestas y como Bruce Wayne seré más útil—

—¿Planeas decirle a toda la Liga que eres…? —

—Espero no tener que hacerlo, pero si no se puede evitar lo haré— Clark no sabía qué hacer o qué decir. —También es injusto de mi parte pedirte esto— Clark inclinó la cabeza, confundido, ¿qué era lo que Bruce le pediría? —Pero me parece que tienes que ir como Clark Kent, conmigo— Kent abrió los ojos un poco más con un toque de sorpresa. —Luthor no es estúpido, va a comenzar a sospechar si no vas conmigo esta vez, después de como terminó su visita a la mansión, podría incluso sospechar de tu identidad como Superman—

—Sí— Clark se preguntó si su voz había flaqueado, por lo que se limpió la garganta.

Bruce había dicho que lo que pedía era injusto, cuando él solo veía ventajas para proteger su identidad como Superman.

—Es lo mejor, pero no entiendo porque dices que sería injusto para mí, si el ir contigo en realidad me estaría salvando de alguna sospecha de Luthor, ¿lo dices por lo de volverme una especie de figura pública ahora? —

—Bueno, sí, perderías tu bajo perfil, pero no solo es por eso, lo digo por los problemas que podría ocasionarte con… ya sabes… la persona que te gusta— Si Clark se permitiera ahogarse con su propia saliva, este sería el momento justo en que lo haría.

—¿La persona que me gusta? — Cuestionó nervioso.

—El beta que le comentaste a Jason— Clark se negaba a sentir como su corazón se rompía cuando la persona que amaba hablaba de Clark gustando de alguien más como si hablara de marcas de champú, porque así era como reaccionaba un “mejor amigo” sin ningún atisbo de preocupación o tristeza, porque para experimentar esas sensaciones, Bruce debería sentir algo por él, cosa que estaba muy lejos de la realidad… y eso dolía.

Se aclaró la garganta.

—N-no te preocupes por eso, él no tiene idea de que me gusta y aun si lo supiera, no le gusto de esa forma— Bruce frunció el ceño.

—¿Cómo estás tan seguro de que no le gustas si no le has dicho nada? — ¿Y cómo se suponía que le explicaría esto a Bruce?

—Estoy seguro de que no— Dijo sin ningún tono de mártir, sin tristeza desenfrenada, sin pecar de autodesprecio, solo era la verdad.

Y entonces Bruce lo miró a los ojos con rostro serio.

—Deberías decirle— La persona que amaba le sonrió haciendo que su corazón brincara de emoción al sentirse extrañamente amado (aunque no en la forma que quería), sintiéndose especial ante la forma en que Bruce lo veía, con una enorme cantidad de cariño. —Clark, ¿Quién podría no quererte? —

Y su corazón quiso gritar y ser empujado hacia Bruce.

Clark, con mejillas rojas, cejas cargando preocupación y mirada llena de determinación, abrió la boca.

—Bruce…—

—Dice Alfred que bajen o si no, no van a comer nada— Exclamó Jason entrando a la habitación al puro estilo de su hermano mayor, haciendo que Clark sintiera que el alma se le salía del cuerpo.

—Ok— Dijo Bruce adornando la expresión con una discreta risa. —Vamos Clark, antes de que nos castiguen.

Y Clark dejó ir las palabras que casi habían salido de su boca.

—Sí— Aceptó sonriendo.

Era mejor así.

—¡Se le cayó el cerebro junto con el cabello o qué! — Exclamó Linterna verde con mucha elocuencia. Superman miró a Batman, pensando que tal vez tendría algo que decir. —¿Qué le hace creer que aceptaremos ir a una trampa tan obvia? —

—¿Él se cree que somos tontos? — Cuestionó Flash esta vez.

—Al contrario de lo que podamos llegar a pensar, estoy seguro de que Lex Luthor sabe perfectamente lo que hace— Expuso J’onn, acallando las réplicas de Flash y Linterna verde.

—Pienso lo mismo— Comenzó Cyborg. —Lo planeó perfectamente, si nos presentamos a su fiesta estaremos yendo directo a su trampa, pero si no nos presentamos, quedaremos como intolerantes, nuestra imagen quedará peor— Y ahora era que Superman entendía porque Batman no había dicho una sola palabra, pues solo era que su mejor amigo confiaba en la inteligencia de sus compañeros.

—La mejor opción, entonces, es ir— Exclamó Shazam reflexivo. —Al menos iremos preparados para la trampa que sea que haya preparado Lex Luthor—

—Considero que no deberíamos ir todos— Agregó la Mujer Maravilla. —Si habrá representantes del movimiento anti-superhéroes, nosotros podemos mandar representantes de la Liga de la Justicia— Batman asintió.

—Ese es el mejor plan que podemos llevar a cabo, por el momento— Se permitió decir, convencido de las palabras dichas por los demás y por él mismo.

—¿Cómo vamos a decidir quién irá? — Cuestionó Flash pensativo.

—Tengo un plan de lo que haremos— Habló Batman finalmente, atrayendo su atención (justo como la de todos en la sala), mirando a Superman directo a los ojos. —Lex Luthor es inteligente, pero predecible—

Superman sintió una corriente de nerviosismo bajar por su espina dorsal.

Hoy

Entraron al lugar de la Gala, imponente, con adornos elegantes y exagerados, lujo a donde sea que se viera, aromas exóticos entremezclados de todos los géneros secundarios, al tiempo que todas las miradas se posaban en ellos.

Justo como Hal lo había imaginado… ¡Qué horror!

Lex Luthor apareció caminando con seguridad, como si toda su existencia gritara la frase “Supremacía Alfa”.

¿De verdad tenían que estar aquí?

—Bienvenidos, Flash, Linterna Verde, Mujer maravilla, Superman— Enlistó, dedicándoles su completa atención durante unos segundos, así como un apretón de manos, deteniéndose más de la cuenta al ver a Superman; y es que podía ser que la población general no supiera de la historia interminable de odio entre estos dos, pero la Liga de la Justicia (incluyéndolo a él), conocían perfectamente los hechos. —Me alegra que pudieran venir— Ofreció Lex sonriendo.

—A nosotros nos alegra estar aquí— Aportó la Mujer Maravilla, sin sonar falsa como Hal suponía que él se habría escuchado. Luthor alisó el saco de su traje (Hal estaba seguro de que no había estado desacomodado).

—¿Los otros no pudieron venir? — Cuestionó con interés.

No entendía como era que Superman podía controlarse en presencia de ese sujeto, era insoportable y ni siquiera estaba buscando serlo (o tal vez sí, Hal no tenía con qué comparar, nunca había visto a este sujeto en persona).

—Alguien tenía que quedarse a cuidar que nada malo pase en el mundo— Explicó Superman y Luthor sonrió más abiertamente.

—Por supuesto— Fue entonces que Luthor cambió su atención a la entrada, sus ojos parecieron brillar maliciosamente (aunque Hal también podía ver algo de ira, muy bien escondida debajo de capas y capas de falsedad, pero ahí estaba), logrando picarles la curiosidad, haciéndolos girarse a buscar aquello que tenía tan entretenido a Luthor, topándose con nadie más y nadie menos que…

—Bruce Wayne— Murmuró Flash.

Y Bruce Wayne caminaba en la misma forma en que Lex Luthor lo hacía, elegancia, superioridad, como si no fueran personas normales (que no lo eran), justo en la forma en que alguien lo haría sabiendo que merecía toda la atención.

Lo curioso era que iba tomado de la mano de alguien que ciertamente lucía… normal; no, no era que no fuera atractivo, era solo que el otro hombre lucía incómodo, incómodo con su ropa, incómodo con sus zapatos, incómodo con el lugar, hasta parecía incómodo consigo mismo, una mano entrelazada con la de Bruce y otra sin dejar de retorcer su corbata.

—Bruce— Saludó Luthor amenamente o… al menos eso es lo que Hal suponía que había intentado aparentar el calvo, suponía que aquí había una historia digna de revista de chismes.

—Hola Lex…— Y de repente Bruce Wayne dejó de caminar luciendo sorprendido de verlos. —¡Wow, la Liga de la Justicia! — Justo como Luthor lo había hecho antes le dedicó una mirada a cada uno, hasta detenerse en Superman. —Superman— Saludó ofreciendo su mano libre, a lo que el nombrado respondió.

—Buenas noches, señor Wayne, es bueno ver que se encuentra bien— Y de repente las luces de las cámaras iniciaron una explosión, como si el saludo entre Superman y Bruce fuera todo lo que habían esperado de esta noche.

El apretón de manos terminó y el multimillonario ofreció su mano a Linterna verde, Flash y la mujer maravilla, para concluir por darle un apretón a la mano de Luthor.

—Es un placer conocerlos, soy Bruce Wayne, aunque probablemente eso ya lo saben— Y seguramente otra persona (normal) habría dicho aquello con un toque de pena y mejillas rojas, pero Bruce Wayne, Bruce Wayne sonrió, con seguridad y egocentrismo.

Ugh… ¿De verdad era amigo de Superman?, ¿De verdad era la misma persona que había hablado en favor de ellos?

—Clark, salúdalos— Ordenó a su acompañante, como si no fuera más que otro accesorio.

—Mucho gusto, Clark Kent— Exclamó ofreciendo un saludo de mano a cada uno. ¿Cómo era que ese pobre hombre había terminado atrapado con alguien como Bruce Wayne?

—Él es mi novio— Explicó Wayne innecesariamente. —Que aceptó venir justo como pediste Lex— El anfitrión rio discretamente.

—Espero que los problemas que tuvimos antes, señor Kent, puedan quedar en el pasado—

—Por supuesto, señor Luthor— Oh, sí, aquí había una historia picante.

Hal miró de reojo a la Mujer maravilla que se notaba divertida, tal vez pensaba lo mismo que él, Superman se veía un poco incómodo, lo que era comprensible y Flash le regresó la mirada; no estaba muy seguro, pero creía que le estaban diciendo que se comportara.

¿¡Qué!?, si él no estaba haciendo nada.

Decidió que se centraría más en la expresión frívola de Bruce Wayne, porque si era sincero la verdad es que había estado pensando en el omega que había sido mordido y atacado en contra de su voluntad, en el omega secuestrado que encontraron en el suelo con un hombro dislocado, omega que Superman consideraba un buen amigo.

Si Superman lo apreciaba como amigo, no debía ser mala persona, y por tanto no se merecía lo que le pasó.

No había querido exteriorizarlo, pero se sentía mal por él… lástima, suponía, pero no había querido decir nada porque sabía que podía llegar a considerarse ofensivo, sentir lástima por alguien; pero ahora viendo al hombre en persona, pareciendo divertido y hasta complacido de que dos alfas lucieran como si quisieran pelear por ver quien se quedaba con él, era sencillo olvidar su “Lástima” o lo que fuera.

Y no era que, al ver al multimillonario en su hábitat natural, de repente sintiera que se merecía lo que sucedió (jamás), era solo que creía que el hombre no parecía ver como algo malo lo que pasó, si no como una oportunidad más de obtener fama con la polémica y todo eso.

Y entonces la expresión frívola de Bruce Wayne desapareció al ver un punto por debajo del cuello de su “novio”, cambiando por una exasperada, pero llena de… ¿qué?... ¿cariño?

—Clark— Llamó, exaltando un poco al hombre incómodo. —Te dije que dejaras de retorcerte la corbata, mira como la traes—

—N-no me di cuenta— Y finalmente la corbata fue liberada de su cruel destino a manos de su dueño.

Bruce Wayne sonrió, en la misma forma en que Barry le sonreía a Iris, en la misma forma en que la Mujer Maravilla sonreía cuando hablaba con su Steve. Sin pedir permiso, tomó la prenda entre sus manos, comenzando a acomodarla, Hal se perdió un momento en esa aura de naturalidad que envolvía a los otros dos, como si estuvieran acostumbrados a estar juntos, como si esto fuera algo normal, como si esto fuera algo… real.

Era extraño que con la simple acción de ver a alguien acomodándole la corbata a otra persona, pudiera concluir que ahí había… Amor.

Y no se trataba de un Amor fingido.

Y volvió a pensar, en el omega enamorado que esperaba el día en que su alfa le pidiera que se vincularan, para terminar, ser mordido cruelmente por un Superman drogado, frente a televisión nacional.

De repente sintió como hasta tragar saliva era incómodo.

Abrió la boca para hablar, ¿qué iba a decir?, no estaba seguro, pero sentía que necesitaba soltar palabras.

—Lo siento mucho, Señor Wayne— Dijo Barry atrayendo la atención de todos.

—¿Disculpa? — Cuestionó Bruce Wayne, con una pequeña sonrisa, apartando su atención de la corbata de su novio.

—Lo que pasó, si hubiéramos llegado antes…— Y de repente Barry no pudo continuar, por una parte, Hal estaba sorprendido de que Flash hubiera notado lo mismo que él y por otra sentía que debía continuar lo que su amigo había dejado inconcluso, pero simplemente no sabía cómo.

—No quiero que se disculpen, no vine aquí hoy porque quisiera que se disculparan conmigo, vine porque es una gala a la que fui invitado, el que ustedes estén aquí, es un extra para mí. Ninguno de ustedes debe sentirse culpable por lo que pasó, ¿Culpar a los superhéroes por todo lo malo que ocurre en el mundo?, ustedes son los que están tratando de hacer un mundo mejor, pero nunca va a ser su responsabilidad las cosas malas que ocurren en él—

Y parecía ser que así era el mundo a veces, haciendo a alguien físicamente atractivo, inteligente, rico y además “Buena persona”.

Wow.

—No organicé está fiesta para que se sintieran mal por errores pasados— Explicó Lex Luthor con una sonrisa educada. —Estamos aquí para beber, comer, conversar y divertirnos. Disfruten, porque eso es lo que yo voy a hacer—

Mhm.

Extra:

J’onn no se consideraba alguien entrometido, sí, bueno, podía leer mentes y enterarse de cada pequeño detalle de la vida de una persona en un parpadeo, pero no era que él lo quisiera y no era que le gustara usar su habilidad.

Por eso, aunque hubiera querido saber cómo se sentía Batman o darle palabras de apoyo como las ofrecidas a Superman, no dijo nada, porque Batman quería mantener su identidad en secreto y si él había descubierto la verdad, no era su sitio el revelar la preciada información.

Y como él y Batman no eran exactamente amigos cercanos, decidió esperar el momento en que tuviera guardia con el murciélago, siendo esa su razón para rechazar la petición de Superman de cambiar sus turnos.

Superman había lucido muy decepcionado y J’onn casi sucumbió ante tal muestra de rechazo, pero se mantuvo firme pues de verdad necesitaba hablar con el hombre.

Llegó a la Atalaya, ya encontrando ahí a Batman, notando como fingía tener toda su atención en la computadora, aunque J’onn sabía que el otro tenía la capacidad de estar alerta ante todo lo que ocurría a su alrededor.

—Batman— Saludó, haciendo que su compañero de guardia se girara a mirarlo, asintiendo levemente en son de saludo.

Se sentó cerca, pero no demasiado y esperó por 20 minutos completos, y aunque siempre apreciaba el hecho de que no había necesidad de buscar un tema de conversación cuando estaba con Batman, esta vez, tenía algo que decir.

—¿Cómo ha estado ciudad Gótica? — Batman lo miró, con sospecha en la mirada (algo común en el superhéroe).

—Bien— Contestó Batman de forma seca. —¿Cómo está Middleton? —

—Bien— Contestó él. ¿Esa sería conversación suficiente?

—¿Me quieres decir algo, J’onn? —

—Sí— Bueno, Batman había preguntado. —Sobre lo que pasó con el Joker… siento mucho lo que te pasó Bruce, no debiste pasar por algo así— Se permitió negar con la cabeza unas cuantas veces. —Pero sé que eres fuerte y además Superman y tú se tienen el uno al otro. No hay mejor forma de superar acontecimientos difíciles de la vida que en compañía de personas que apreciamos y si una relación puede superar un acontecimiento como este esa es la de ustedes dos, tienen un entendimiento del otro y una confianza entre ustedes que no había presenciado antes, estoy seguro de que todo esto va a ser dejado en el pasado y esto solo va a contribuir a volverlos más fuertes—

Batman lo miró unos segundos y J’onn temió que tal vez había sido demasiado “Marciano”, la forma en que los humanos experimentaban las emociones a veces difería de la forma en que él las experimentaba y a veces usaba palabras que podían terminar ofendiendo en lugar de ayudar.

Por suerte, Batman habló.

—Gracias J’onn— Él asintió con tranquilidad.

Y bueno, seguía con esta sensación de impotencia; entendía que unas cuantas palabras de aliento no iban a borrar lo que Batman había pasado, pero J’onn también entendía que seguir hablando de aquel tema podría hacer las cosas peor.

En eso se encontraba reflexionando, cuando una de las cámaras de la Atalaya captó a un hombre muy bien conocido por la Liga de la Justicia.

—Superman— Nombró, para apartar la vista de la pantalla y encontrarse con que Batman tenía su atención plantada en la imagen. —Nunca le había visto ese traje— Comentó sin obtener respuesta de su compañero que se puso de pie de inmediato; en un parpadeo, Superman se encontraba de pie frente a Batman, viéndolo en silencio, falto de expresiones.

J’onn no recordaba que alguna vez Superman hubiera actuado así antes.

Con la misma expresión vacía y sin mediar palabra, Superman alzó los brazos para envolver a Batman, escondiendo el rostro contra su cuello.

Oh.

Y así, el cuerpo de Superman se puso laxo, dejando caer todo su peso contra Batman, que (con un poco de esfuerzo) se mantuvo firme sobre sus pies, aferrando el cuerpo contrario contra el suyo.

Oh.

—¿Está siendo controlado por alguien? — Cuestionó él de inmediato. —¿Quieres que compruebe si…? — Inicio, suponiendo que la mejor opción era buscar en los rincones de la mente de Superman, pero Batman lo interrumpió de inmediato.

—No— Dijo con autoridad, mirándolo con seriedad. Notó la forma tensa de su compañero (que no parecía tener nada que ver con el hecho de estar cargando el peso de Superman), suponiendo que sería totalmente rechazado si se ofrecía a ayudar a cargarlo.

Batman tomó una bocanada de aire (de forma discreta, como si no quisiera que J’onn se enterara) y llamó a Superman… por su nombre real.

—Clark, despierta— Eso y una mano moviéndose en la espalda de Superman, fueron suficientes para que recuperara el estado de alerta.

J’onn pudo presenciar los ojos azules de Superman siendo liberados de sus parpados, nublados por un velo de somnolencia, la cual desapareció en un instante, apoyándose sobre sus pies de forma correcta, mirando a Batman con sorpresa y algo que podía pasar por vergüenza, para luego dedicarle una corta mirada a J’onn, lo que solo hizo que la aparente vergüenza se volviera más apreciable.

—¿Qué…? —Se limitó a soltar, J’onn no necesitaba leer la mente de Superman para saber que estaba en completo caos. —Lo siento, lo siento— Dijo con algo de desesperación. —Me fui a dormir sin ti, lo hice…—

¿Cómo había dicho?

Sabía que Batman y Superman eran muy buenos amigos, Linterna verde decía que eran “Mejores amigos”, pero no tenía idea de que tenían esa “clase” de relación (si J’onn se permitía ser sincero, él apoyaba por completo tal acontecimiento).

 —Lo hice y luego… ¿Luego qué? —

—Clark, está bien, es tu naturaleza, no puedes evitarlo— Habló Batman, con infinita amabilidad en la voz, con cariño y comprensión. Y de repente Superman lo miró a él de nuevo, no como si todo fuera culpa de J’onn, más bien como si quisiera lanzarse a los pies de J’onn y suplicarle, ¿el qué?, eso J’onn no lo sabía.

—Tranquilo, J’onn no le va a decir a nadie— Afirmó Batman. Y J’onn había sido autorizado para agregar algo.

—No entiendo exactamente qué es lo que no quieren que diga, pero les aseguró que no lo haré— Explicó, ante lo que Superman pareció calmarse ligeramente. Y J’onn decidió que era un buen momento para agregar. —No sabía que estaban en una relación romántica, felicidades— Y de nuevo Superman (con el curioso traje que nunca le había visto), volvió a verse muy nervioso.

—¡No estamos saliendo! —Negó Superman, hablando de forma muy aguda para sus estándares. No estaba seguro de que había visto Superman en su rostro (o en su postura), pero el hombre de inmediato se calmó a sí mismo. —Lo siento, no quise gritarte, supongo que después de aparecer en pijama en mitad de una guardia te mereces una explicación— Y Superman miró a Batman, justo como él había notado hacían las parejas terrícolas, como poniéndose de acuerdo en silencio, como si él no fuera el único telepata. 

Batman asintió casi imperceptiblemente.

Y al termino de esa guardia, J’onn se entretuvo pensando si de verdad era que las cosas que debían ser siempre terminaban cayendo en su sitio, pasando de ser improbables y casi imposibles, a verdades indiscutibles.

Notas finales:

¡Muchas gracias por leer!

Les juro que amo sus comentarios con todo mi ser, me dan vida, ¡Perdón por no haber contestado los últimos!, voy a tratar de hacerlo estos días.


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