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Cariño, por favor, sé real por Eza-chan

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Notas del capitulo:

Ni Superman ni Batman me pertenecen.

Dick le sonrió a Alfred y después a Bruce, quienes le cantaban mientras él aplaudía, vio su pastel y las velas encendidas.

—Pida un deseo, joven Richard— Le comentó Alfred, para que él finalmente tomara aire y soplara logrando apagar las velas del pastel.

Se concentró en los aplausos de Bruce y Alfred y en los hilitos de humo que salían de las velas apagadas, estaba sonriendo, porque estaba feliz, porque Bruce le había preguntado cuál era su pastel favorito, porque lo llevó a comer a dónde Dick había querido, porque le compró el juguete que él quiso, porque hasta lo llevó al cine, porque…

La imagen del pastel se puso borrosa, sus ojos se sentían calientes, tenía un nudo en la garganta que dolía, su pecho dolía, mucho, mucho.

Era su primer cumpleaños sin sus padres, era la primera vez que celebraba sin los miembros del circo.

Extrañaba a sus papás, extrañaba su otra vida.

De repente fue abrazado por Bruce, siendo envuelto por su calor y por el olor a frutas y flores y jabón de coco.

Se abrazó al cuerpo contrario con todas sus fuerzas, sin poder dejar de llorar, sintiendo como una mano comenzaba a acariciar su cabello.

No estaba bien, nada estaba bien, aún extrañaba a sus papás, aún extrañaba el circo, quería sus cumpleaños de antes de nuevo, pero…

Movió su cara contra el cuerpo de Bruce buscando pegarse más a él y buscando aspirar un poco más de su aroma natural.

De repente se sentía como si todo fuera a estar bien.

Jason escuchó los toques ruidosos a su puerta. Alfred jamás tocaría así, mucho menos Bruce, así que solo podía ser Dick.

—¡Es hora de comer, baja! — Gritó Dick sin abrir la puerta y a pesar de eso Jason fue capaz de escuchar sus pasos al alejarse… corriendo, definitivamente.

Grayson hacía todo de forma ruidosa.

Se levantó del piso (donde se encontraba jugueteando con la Tablet que Bruce había dicho que era suya) e inicio el recorrido hasta el comedor.

Al llegar a su destino, no había nadie ni nada. La mesa estaba vacía, Alfred no estaba sirviendo platos, no había Bruce sonriéndole de medio lado y saludándolo en voz baja, no había Dick gritando un “Hola” y extendiendo los brazos como si fuera a abrazarlo.

—¡Feliz cumpleaños, Jason! — Gritaron Dick y Bruce a la vez, abriendo de golpe la puerta que él sabía iba a la cocina, con Alfred en medio de ellos cargando un pastel con una vela con forma de Darth Vader sobre este.

¿Era su cumpleaños? ¿En serio?

Jason trató de recordar qué había hecho el año anterior en su cumpleaños o el año antes de eso.

Sabía que su mamá había celebrado con él alguna vez (no recordaba a su papá celebrando), pero su mamá sí, lo recordaba… ¿era un recuerdo real o lo había soñado?, ¿por qué no podía recordar bien?

Los tres miembros de la casa en la que ahora vivía comenzaron a cantar, al tiempo que se movían a acomodarse en el comedor, Alfred colocó el pastel sobre la mesa, mientras Bruce lo dirigió a sentarse en una silla.

—¡Apaga la vela Jason! — Le dijo Dick y él se limitó a apartar la atención de él al pastel, soplando lo más fuerte que pudo.

Escuchó tres pares de aplausos poco coordinados.

—Bien hecho, joven Jason— Dijo Alfred, Dick se acercó a abrazarlo y Bruce pasó su mano por su cabeza.

Bruce nunca había pasado su mano por su cabeza.

Bruce le sonrió y Dick soltó un ruidillo que Jason creía haberle escuchado la primera vez que hablaron de superhéroes.

—¿Y si Jason abre sus regalos mientras Alfred parte el pastel? —

¿Regalos?

—Sí, por qué no— Concedió Bruce y Dick salió del comedor corriendo para regresar con dos cajas pequeñas y una hoja grande en manos; Dick colocó las dos cajas frente a él y estiró la hoja grande (que más bien parecía cartulina) frente a él. —Te hice un dibujo, es Superman— Jason sintió el rostro caliente, porque… porque Dick, su hermano, había recordado que a él le gustaba Superman.

Dick hizo un curioso gesto con las manos y él entendió que le pedía que tomara la cartulina, obedeció.

—Gracias— Dick sonrió feliz, para acercarse a susurrarle al oído.

—Yo ayudé a Bruce a elegir tus otros regalos— Jason se giró a ver a Bruce nuevamente, quien de inmediato le sonrió asintiendo y porque su cara se sentía demasiado caliente, mejor se concentró en los regalos sobre la mesa.

—¿Puedo? —

—Claro, son tuyos— Le respondió Bruce y él rasgo el papel de uno de los regalos encontrando una figura de Darth Vader.

—¡Es Darth Vader! — Terminó exclamando, Dick rio. Se apresuró en abrir el otro, esta vez encontrando a Obi Wan Kenobi. —¡Es Obi Wan! —

—¿Te gustaron? — Cuestionó Dick, ocupando su espacio personal (como siempre), él asintió, para darse cuenta de que debía decirle algo a Bruce.

Se giró para ver a su tutor, bajando la cabeza al instante.

—Gracias, Bruce— Murmuró.

—No tienes que agradecer Jason, pero de nada— Un plato fue puesto frente a él.

—Pastel, joven Jason— Se apresuró en tomar el tenedor y meterse un gran pedazo de pastel a la boca (porque necesitaba tragarse esa presión en su garganta y a lo mejor y se iba con el pastel).

Siguió comiendo, sin ver a nadie y fingiendo que sus ojos no estaban liberando lágrimas desde hace rato.

Y entonces sintió un nuevo abrazo. Primero pensó que era su hermano, pero no olía como Dick, olía a flores y frutas y coco. Era Bruce, Bruce lo estaba abrazando.

Dick lo abrazo también y él tomó la decisión de dejar el pastel y regresar los abrazos de forma torpe, un brazo para cada… miembro de su familia abrazándolo.

Se sentía raro, porque quería llorar y llorar, pero no se sentía triste realmente.

La verdad era que Jason se sentía feliz siendo envuelto entre el aroma a limón de Dick, el aroma a canela de Alfred, el aroma a flores y frutas y coco de Bruce.

—Feliz cumpleaños, Jay— Le susurró Dick y las palabras se le escaparon desde el pecho.

—Sí lo es, es feliz— Dick rio casi en silencio, Bruce se alejó un poco del abrazo para acariciarle la cabeza.

—¿Quiere más pastel joven Jason? — Preguntó Alfred.

Asintió al instante.

Conner inclinó la cabeza, porque lo dicho por Dick lo había sorprendido.

—¿Va a ser tu cumpleaños? —

—¡Sí! — Respondió Dick con una de sus sonrisas grandes y bonitas. Jason frunció el ceño (no lucía enojado, parecía confundido y aún cuando lucía enojado, Conner no creía que el niño mayor no tan mayor se enojara realmente).

—¿No sabes lo que es un cumpleaños? —

—Sí lo sé, un cumpleaños es el aniversario del nacimiento de una persona o incluso de una institución u organización— Dick asintió unas cuantas veces, Jason entrecerró los ojos.

—El cumpleaños de Jason fue justo antes de que tú llegarás Conner, que lástima porque el pastel que comimos ese día estuvo muy rico y si hubieras estado nos lo habríamos pasado muchísimo mejor— Sonrió feliz por las palabras dichas por el niño mayor.

—Pues sí— Concedió Jason. —¡Ah! — Exclamó de repente, atrayendo su atención por completo (y la de Dick. —¿Qué hiciste tú en tu cumpleaños? —

—¿Yo? —

—Sí, tú— Respondió Jason.

—Yo no he existido por tanto tiempo como para “cumplir años” — Explicó. Dick abrió los ojos grandemente, Jason ni siquiera frunció el ceño.

—¿Qué? — Jason frunció el ceño de golpe y le habló como si estuviera enojado (pero Conner sabía que no lo estaba, así que no se asustó ni se preocupó y continuó explicando).

—He existido por 10 semanas, ni siquiera he cumplido un año— Y al acto se distrajo al escuchar a Clark entrar a la casa y saludar a Alfred. —Clark llegó— Jason se puso de pie primero para correr probablemente a encontrarse con Clark, Dick se puso de pie.

—Vamos— Le dijo ofreciéndole tomar su mano, para que juntos corrieran al encuentro de Superman.

Cuando iban llegando, escuchó el comentario de Jason.

—¿Entonces de verdad Conner solo ha existido por 10 semanas? — Vio a Clark pasar una mano por su cuello.

—Sí, recuerden que Conner fue creado de forma…— Clark titubeó al hablar. —Diferente, así que se ve de 7 años, pero en realidad nació hace 10 semanas— Concluyó sonriente. Él asintió igualmente sonriendo, estaba feliz porque no sabía que podía usar la palabra “nacer” consigo mismo, siempre creyó que solo podía usar la expresión “Comencé a existir”, pero si Clark decía que él había nacido así debía ser. Dick lucía extrañado y Jason seguía con el ceño fruncido.

Clark se acercó a abrazarlos a él y a Dick, le gustaba mucho ser abrazado, ojalá Bruce también estuviera.

—Pero entonces… ¿nunca te han dado regalos de cumpleaños? —

—Pues no—

—Nunca te han abrazado y te han dicho “Feliz cumpleaños” — Volvió a negar, aun sonriendo.

—No—

—¿Nunca has apagado las velas de tu pastel? —

—No—

—Pero ahora que Conner vive con nosotros vamos a celebrar su cumpleaños… y los siguientes también— Les explicó Clark, haciendo a Conner sonreír.

No había pensado en el hecho de que a pesar de que él era un clon, también sus cumpleaños serían celebrados… además de que eso de celebrar “sus” cumpleaños (no “su” cumpleaños) quería decir que viviría por mucho, mucho tiempo en esta casa, con Clark, Bruce, Alfred, Dick y Jason.

Una risita se le escapó.

—¿Cuándo es tu cumpleaños? — Le preguntó Dick.

—Comencé a ex…— No, podía usar la otra palabra. —Nací el 21 de marzo— Jason hizo un ruido raro con la boca.

—¡Falta mucho! —

Superboy creyó que solo tenía una opción en su vida, que solo había una cosa que él podía hacer “Ser el clon de Superman, sustituirlo si moría o matarlo en caso de que se volviera una amenaza para el mundo”, solo eso.

Pero no, Conner Kent, ahora tenía un nombre, tenía hermanos, dos para ser específicos, Dick y Jason, tenía dos papás que lo hacían sentir muy, muy querido, un Alfred, dos abuelos, una casa, su propia habitación, ¡hasta podía ir a la escuela!

No solo era un clon o el reemplazo de Superman, era… un niño, un hijo, un hermano, un nieto, un estudiante…

Rio en su habitación, acostado en la cama y viendo el techo azul con nubes (dibujo que su familia le había ayudado a hacer).

Escuchó los latidos del corazón de Bruce acercándose, hasta escucharlos justo frente a su puerta, se puso de pie para abrir ni bien un toque suave se dejó escuchar.

Bruce le sonrió y Conner hizo lo mismo.

—Conner necesito que vengas al comedor conmigo— Él no entendía, porque según la hora en el reloj, aún no era tiempo de cenar, de todas formas, aceptó la mano que Bruce le ofreció para que tomara (porque quería mucho a Bruce, le gustaba mucho pasar tiempo con él y nunca podría negarse a algo que le pidiera) y juntos caminaron hasta el comedor, lugar donde se encontraban Clark y Dick y Jason y Alfred y un pastel con velas de colores.

¡No tenía idea de que era el cumpleaños de alguien!

—¿Es tu cumpleaños Bruce? — Cuestionó sonriente, ante lo que escuchó las risas de Bruce, Clark y Dick.

—¡Ay, Conner! — Escuchó el susurro de Jason.

—No es mi cumpleaños, este pastel es para ti— Conner frunció el ceño.

—Pero no es mi cumpleaños—

—No, pero tus hermanos no querían que pasaras tanto tiempo sin saber lo que se siente celebrar un cumpleaños—

Se giró a ver a sus hermanos, Dick le sonrió para correr a abrazarse a él y Jason (cuya cara se veía muy roja) apartó la vista con los brazos cruzados.

—Además es más como una celebración porque ahora eres oficialmente de esta familia— Agregó Clark.

—¿No te gusta tu pastel? — Cuestionó Dick.

—¿No quieres apagar las velas? — Cuestionó Jason.

Conner asintió con la cabeza muchas veces seguidas.

—¡Sí me gusta y sí quiero! — Exclamó sonriendo tanto que sintió un poquito de dolor en su cara.

No entendía porque aquello era tan importante para Conner, pero el tema de los cumpleaños parecía muy importante para su hermano.

—Pues no recuerdo mucho de como celebraba mi cumpleaños con mi papá, pero en el orfanato solo compraban un pastel para todos los niños que cumplían en un mes y cantábamos todos juntos y comíamos y ya— Conner frunció un poco el ceño, no parecía complacido con su explicación, pero no había nada más y Tim no creía que fuera tan mala celebración de cumpleaños.

—¿Cuándo es tu cumpleaños? —

—El 19 de julio— Conner lució decepcionado.

—Falta mucho— Tim sonrió, porque sí, faltaba mucho, pero no es que él estuviera impaciente porque su cumpleaños llegara más rápido.

La puerta fue abierta sin ningún respeto y Tim supo que ese era Dick.

—Hola — Saludó.

—¿De qué hablan? — Cuestionó Dick y Jason solo fue y se sentó junto a ellos.

—Le pregunté a Tim cuándo es su cumpleaños—

—¿Cuándo es? — Quiso saber Jason.

—El 19 de julio—

—Falta mucho— Comentó Dick igual de decepcionado que Conner.

—¡Tal vez podríamos celebrar desde antes como con Conner! — Exclamó Jason entusiasmado y Conner y Dick asintieron unas cuantas veces, exteriorizando su positivismo ante la idea.

—¿Por qué deberíamos celebrar desde antes? —

—Porque es divertido—

—Sí, cuando cumples años te regalan cosas— Tim miró a su alrededor.

—Pero yo tengo muchas cosas nuevas ahora, muchos regalos— Sus hermanos igualmente vieron a su alrededor, notándose en sus rostros la aceptación ante lo dicho por Tim.

—Puedes comer pastel y tu comida favorita y dulces—

—Pero hace poco comimos pastel y dulces y no sé cuál es mi comida favorita— Sus hermanos se volvieron serios nuevamente.

—Cuando cumples años todos te dan abrazos y te dicen “felicidades”—

—Pero yo sé que solo tengo que pedirlo y ustedes o Bruce o Clark me abrazarán—

—¿Entonces no quieres que celebremos antes tu cumpleaños? —

—Es que… justo ahora se siente como si todos los días fueran mi cumpleaños— Dijo sintiendo el rostro caliente.

Sus hermanos sonrieron, para luego lanzarse a abrazarlo (acción iniciada por Dick).

Apagó las velas de un soplido y su familia aplaudió, su abuelita Martha generó un grito que él solo había escuchado en partidos de beisbol, su abuelito Jonathan generó un silbido con sus dedos, luciendo super cool (tenía que pedirle que le enseñara a hacer eso), Conner y Tim rieron, mientras Jason exigía pastel, Jon y Damian aplaudían en compañía de todos, porque sabían hacerlo y como sabían hacerlo imitaban de inmediato a quien fuera que hiciera la acción (probablemente no debían entender lo que ocurría o tal vez sí lo hacían, sus hermanos bebés eran muy inteligentes).

—¿Pediste un deseo, Dick? — Cuestionó papá Clark, mientras Alfred acercaba el pastel hasta él para comenzar a partirlo y repartirlo en diferentes platos.

Bruce colocó un plato frente a Dick, dedicándole una sonrisa cariñosa y un beso en la frente (que él recibió con una sonrisa).

—Sí, pero es un secreto, papá Clark— Explicó haciéndolo reír.

—Por supuesto, joven Richard— Concedió Alfred.

El asintió en aceptación a lo dicho por Alfred, para aprovechar que Jason estaba distraído con el pastel, colocándole un poco de betún en la mejilla.

Jason se giró a verlo (casi como si lo hiciera en cámara lenta), arrancándole risas de expectación a Conner, mientras Tim quitaba su pedazo de pastel de la mesa, como si temiera que Jason alzara la mesa tirándola (nunca había pasado… no con la mesa del comedor al menos), Jon y Damian rieron en compañía de Conner.

—¡Esto es la guerra! — Exclamó Jason dispuesto a llenar sus manos de betún, pero siendo interrumpido por Alfred.

—Joven Richard, joven Jason, saben perfectamente que la guerra de betún comienza hasta después de terminar su primera rebanada de pastel—

Jason volvió a colocarse apropiadamente en su asiento.

—Eso incluye a Jon y Damian terminando su pastel— Agregó papá Bruce, al tiempo que su papá alfa acomodaba un plato frente a sus hermanos bebés sentados en sus sillas altas.

—¡Pastel! — Gritó Jon emocionado, sin lograr pronunciar correctamente la “s” (saliéndole más como una “sh” y la “l” estando casi ausente).

Damian era más de gritar palabras como “Mío”, “yo”, “No” y “papá”.

—¡Mío! — Dijo Damian viendo el plato frente a él, frunciendo el ceño.

—Es tuyo— Concedió papá Clark ante lo que Damian rio tapándose la boca.

La guerra definitivamente iba a incluir a sus hermanos bebés.

Notas finales:

Este extra se originó por todos los que preguntaban por los cumpleaños, ya sé que no se referían a esto y que más bien esperaban un pachangon con alcohol, brownies espaciales, unos buenos cumbiones y toda la Liga de la Justicia presente, pero mi cerebro es rebelde y solo se dignó a escribir esto.

Hay dos razones por las que no mencioné cumpleaños durante todo el fic, la primera razón fue la hueva, así es, me daba hueva escribir sobre cumpleaños (yo le hecho la culpa a Matando la Soledad porque ahí escribí sobre tres cumpleaños y creo que me saturé), la segundo razón es que para hablar de cumpleaños tendría que tener la línea temporal muy bien estructurada y claro que por supuesto que no, no lo hice, me pasé por donde no me da el sol la concordancia temporal y pues… por eso también fue, fue más que nada la hueva, pero eso también.

Ya se la saben, la definición del cumpleaños fue proporcionada por Wikipedia.


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