POV Eren.
Después de lo sucedido en el baño, me tuve que quedar unas horas más en el hospital hasta que me dieran de alta, según me dijo Kuchel. El tiempo que pase con ella fue increíble, es una mujer muy amable y atenta. Me ha estado contando la historia desde que nació ese tal Levi, sé que estoy en este cuerpo que no me pertenece y desde pequeño me enseñaron a no juzgar a las personas, pero este tipo es algo… desconsiderado con su madre… yo solo digo…
Ya veo porque este hombre es tan pequeño, dicen que la maldad no dejan crecer a las personas, pero creo que este lo que tiene es una gran cantidad de gruñitis crónico, por lo que no puede crecer más de 1.60 cm.
Me estaba mostrando un álbum de fotos, y me estoy dando cuenta de que este tipo siempre, literalmente, siempre en todos las fotos tiene la misma expresión, como si estuviera oliendo mierda, o diría más parece que es uno de esos gatos gruñones.
-¡Y aquí es cuando estabas cumpliendo 12 años! –Decía Kuchel con entusiasmo, mientras apuntaba a una fotografía, en donde aparece el azabache, con la misma expresión. A su lado se encontraba una castaña que usaba lentes encima de sus ojos café. Parecía estar más feliz que el cumpleañero. –Ese día fue tan divertido, porque conociste a la hija de uno de mis compañeros de trabajo su nombre es Hanji Zoe, estábamos terminando de cantar la canción de cumpleaños y ¡bam! Metió tu cabeza en el pastel. –Me enseña la fotografía. –Estabas tan enojado, e incluso en muchas ocasiones quisiste quemar esta foto.
-Eso suena muy divertido. –Digo mientras me reía, sé que está mal ver fotos vergonzosas de alguien más sin su consentimiento, pero ella me las enseño sin pedírselo, así que no es culpa mía.
-¡Oh! Esta vez fue cuando tenías 14 años y fuimos de viaje a la playa con Hanji. –Me enseña la fotografía en donde aparece Levi junto a la misma castaña, solo que ella era mucho más alta que él, por lo que no pude aguantarme más y me comencé a carcajear. –Recuerdo que ese día le echaste arena a su traje de baño, porque según ella dijo que la ropa sin suavizante huele mejor… oh algo así… –Suelta una mini carcajada.
-¡ENANIN! –La puerta se abre abruptamente dejando ver a la misma castaña de las fotografías acompañada del doctor. – ¡Tanto tiempo sin verte! ¡No has crecido nada! ¡Oh, Hola Kuchel!
-Hola, Hanji tanto tiempo sin verte. –Responde al saludo Kuchel.
-Hanji, por favor te he dicho un millón de veces que cuando entras en un hospital no debes gritar, molestas a los otros pacientes. –Dice el doctor con cierto aire de fastidio.
-No exageres oxigenado, solo estoy feliz de que mi enanin despertara. –Se acerca y me da un efusivo abrazo.
-Por milésima vez Hanji, que soy rubio natural. –Al doctor le aparece una venita palpitante en la frente.
-JAJAJAJAJA. –Comienza a reír ruidosamente la castaña. –Si claro, yo reconozco a los oxigenados a mil kilómetros de distancia, es mi oxigeradar.
-Pues tú oxigeradar, o como sea que se llame está dañado al igual que tu cerebro. –Responde Erwin ya cabreado.
Ante esa pequeña pelea sin sentido, comencé a reír, y al parecer a todos los presentes se quedaron en silencio, mirándome reír, por lo que me sentí incomodo al instante. Me miraban como si yo tuviera algo horrible en el rostro.
-¡¿QUÉ FUE ESO?! –Grita la castaña poniéndose atrás de Erwin, mientras este seguía estupefacto. – ¡Erwin preparemos la canoa se viene un tsunami!
-Levi, ¿estas enfermo? –Pregunta el doctor todavía sin poder creerlo. – ¿Sonreíste?
-Yo también me sorprendí al principio, pero ya me acostumbre. –Comenta Kuchel, mientras guardaba el álbum en su cartera.
-Bueno, solo vine a decirle que necesito que firme algunos papeles para que puedan dar a Levi de alta. –Dice el rubio dirigiéndose a Kuchel y esta asintió, se levantó de donde se encontraba sentada, y salió del cuarto junto a Erwin.
Me quede en silencio unos minutos, al igual que Hanji. Ella se sentó en el mismo lugar en donde se había sentado Kuchel , yacía unos minutos.
-Levi… –Comienza a hablar mientras en su rostro no había más que seriedad. – ¿Recuerdas que sucedió antes del accidente? –Me pregunta, pero yo niego con la cabeza y ella suspira pesadamente.
Luego de que me dijera eso, comenzó a meditar, aun con su expresión seria. Tardo unos minutos, luego me miro sin cambiar su semblante.
-Escucha, Levi sé que perdiste la memoria después de ese accidente, pero es necesario que sepas que no debes acercarte, por nada del mundo a Petra Ral. –Me advierte, la mire confundido. Luego recordé lo que sucedió en la mañana.
-¿Por qué? –Pregunte aun sin comprender del todo lo que sucedía, se supone que Petra es la prometida de este sujeto, o al menos eso era, pero luego…. ¡HAAAA! ¡Esto es tan confuso!
-Solo no te acerques a ella, no quiero que en este momento te llenes de malos recuerdos. –Me sonríe dulcemente, aunque en su mirada había algo más… y creo que era… lastima…
La puerta se abrió dejando ver a Kuchel y al doctor. Ambos se veían felices, por lo que les sonreí y todos se volvieron a asustar, al parecer no se acostumbran a que este sujeto sonría.
Ahora me encuentro en la casa de Levi, y debo admitir que es enorme, Kuchel me dio un recorrido por todo el lugar, y los únicos lugares que recuerdo son; la cocina, el baño, y el cuarto de Levi. Y lo más raro de todo es que esta casa está muy limpia, demasiado, creo que podía ver en mi reflejo en todas partes, creo que este hombre tiene una obsesión enferma por limpiar.
Después de eso Kuchel se marchó dejándome solo en esa enorme casa. No es que tuviera miedo, pfff, claro que no, solo que me he acostumbrado mucho a ver programas de televisión referente a casas embrujadas, y bueno, creo que estoy un poco asustado… solo un poco.
Me dio un poco de hambre, así que me dirigí a la cocina para preparar algo, pero lo único que encontré fue Yo-gurt, mañana tendré que hacer las compras, así que por hoy me conformare con esto. Entre al cuarto con la cuchara llena de Yo-gurt en mi boca, mientras me sentaba en la orilla de la enorme cama de la habitación, este hombre está lleno de lujos.
Termine de comer el Yo-gurt, para luego dirigirme al baño. Esto es incómodo… Tengo que asearme y… bueno este es un cuerpo ajeno, y no quiero tocarlo. Tengo que ser un hombre y darme una ducha, no quiero sentirme sucio.
Con lentitud me quitaba la ropa, primero la camiseta, y pude ver que a pesar de ser un enano tiene una buena figura. Después los pantalones, tiene unas piernas muy fuertes, creo que lo envidio, yo soy un poco más delgados y mis músculos no se desarrollan como a este hombre. Hasta que por fin, llego la hora de la verdad, solo me faltaban estos boxers, no quería quitármelos, sentía vergüenza de esto, así que cerré mis ojos, y comencé a bajarlos lentamente hasta que pude quitármelos no quería mirar hacia abajo, así que comencé a caminar hacia la regadera con la cabeza hacia arriba mirando al techo.
Cuando llegue, abrí la llave de la regadera y pude sentir el agua tibia bajar por mi cuerpo. Me sentí más relajado y comencé a enjabonarme, todo iba bien hasta que recordé que tenía que enjabonarme cierta parte que… no podía mencionar.
Llene mi mano de espuma y baje lentamente mi mano temblorosa a "esa" zona. Cuando llegue me sonroje a más no poder… ¡ESA COSA ES ENORME! A juzgar por su altura esperaba algo más compacto. Termine de enjabonarme lo más rápido que pude, me termine de bañar y salí del baño con una imagen en mi mente, que nunca podre borrar. Creo que me volví un pervertido.
Me puse el primer pijama que encontré y me envolví en las sabanas, no pude conciliar el sueño, por lo que me movía de un lugar a otro sin parar, creo que parecía un trompo. Luego de un rato escuche un sonido muy familiar me levante y comencé a buscar el lugar de donde prevenía el ruido y encontré lo que buscaba ¡Un celular! Pude ver que había llegado un mensaje, ¿debería leerlo?
No… este celular no es mío… pero si es algo importante, tal vez pueda- ¡No! No puedo hacerlo… ¡Ya, lo voy a leer!
Abrí el mensaje y lo que leí me dejo confundido. No era 1 si no 7 mensajes.
Petra:
10:34 a.m
-Levi ¿Cuándo sales del hospital? Necesito hablar contigo cariño.
12:56 p.m
-Cariño contesta por favor.
2:22 p.m
-Es importante, no dejes que Kuchel te llene la cabeza de ideas que no son ¿sí? Ella solo no quiere que nos casemos.
3:12 p.m
-Llame al hospital y dicen que no me dirán nada de ti… si llegas a leer esto, por favor llámame.
5:45 p.m
-Fui al hospital, pero me dijeron que ya te fuiste, intente llamarte, pero no contestas, por favor llámame.
6:00 p.m
-Levi, te extraño…
6:58 p.m
-Esperare a que me llames…
Esa mujer sí que es insistente. Esta tan desesperada porque este hombre la llame, pero no la puede llamar, porque yo no soy ese sujeto… bueno si lo soy, pero no la conozco como él a ella. Una idea paso por mi mente en ese instante… y sí… llamo a mi celular ¿Quién me va a contestar? Con esa idea rondando por mi cabeza no pude estar tranquilo, muchas cosas pasaron por mí mente como ¿y sí yo estoy muerto y quien me contesta es Mikasa? ¿Y si mi celular lo tiene otra persona? ¡Ya deja de pensar eso!
Debo dejar de pensar en un "Y si pasa esto" y llamar de una vez, para estar completamente seguro de que no estoy muerto. Marque el número correspondiente a mi celular y espere a que contestaran.
A los pocos segundos alguien contesto, así que decidí hablar.
-¿H-Hola? –Trate de normal, pero no me salió, pasaron unos segundos de silencio que a mí me parecieron años.
-Hola. –Escucho mi propia voz del otro lado de la línea, y juro que casi me desmayo por eso, trate de relajarme, pero mi corazón bombeaba demasiado rápido. – ¿Quién eres? ¿Y qué carajos haces en mi cuerpo?
-Y-Yo soy Eren Jeger… –Hubo un silencio. – ¿Usted quién es?
-Soy Levi Ackerman. –Mis ojos casi se salen de mis cuencas, esto es demasiada casualidad. Este era el mismo sujeto a quien le pertenece este cuerpo. –¿Qué edad tienes?
-T-Tengo 16 y ¿usted? –Pregunte un poco relajado.
-27 y ya déjate de formalidades ¿quieres? Es molesto, me haces parecer viejo. –Me reí un poco ante este comentario. –Sé que esto suena a pura mierda, pero tú y yo hemos cambiado de cuerpo… no sé cómo explicarlo, pero ¿recuerdas algo extraño que haya sucedido?
-B-Bueno… yo fui herido por una bala, mientras entraba a mi casa. –Comienzo a explicar. –me llevaron al hospital "Wall Rose" allí trabaja mi padre. –Hice una pausa. –Recuerdo que antes de despertar no sentí el dolor de hacía unos instantes y luego comencé a caminar por el hospital sin problemas como si nunca me hubieran disparado. Luego apareció una niña diciéndome que era mi ángel de la guarda o algo así, me dijo que si no regresaba a mi cuerpo me quedaría errando en el hospital por siempre, comencé a seguirla, pero luego apareció esta otra niña rara y comencé a seguirla porque me dio curiosidad entre en un cuarto y… –Me detengo abruptamente, sonrojándome fuertemente al recordar lo sucedido.
-¿Y? –Me ínsito a continuar, pero no quería continuar con eso, él va a pensar que soy un maldito pervertido.
-Y luego… –Tenía que pensar en una mentira ¡ya! – Tropecé con algo, te toque y luego tu cuerpo me absorbió, después de eso no recuerdo más nada.
-Mi historia es algo diferente a la tuya. –Me responde, yo me quede en silencio esperando a que el comenzara su relato. –Yo tuve un accidente de tráfico, me llevaron al mismo hospital que tú, solo que yo no me salvaría. –Me quede sin palabras en ese instante. –Yo iba a morir esa noche en el hospital… –Hiso una pausa, dejándome con ganas de saber más. –un ángel de la guarda me fue a buscar, pero de repente cuando me estaba llevando a la salida, ella se detuvo y se marchó, de repente aparece una niña diciéndome que la siga, así que lo hice, me llevo a tú habitación te toque por curiosidad y ahora estamos en esta situación.
Eso fue sincero, incluso más que el mi historia, pero no quería quedar mal ¿okey?
-Debemos vernos en persona, para resolver este asunto. –Me propone con un tono de voz que nunca creí escuchar en mí.
-Me parece una buena idea. –Le respondo mientras miraba al techo. –¿Cuándo?
-Mañana, quiero resolver esto lo más pronto posible.
-¿Dónde?
-Ven a tú casa, y ya, no quiero que nos reunamos en la mía ¿entendido?
-Está bien, me veo mañana, adiós.
-Eres un mocoso infantil, adiós