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Bbam! por Ckonny Nickole

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Notas del capitulo:

Antes de empezar a leer, recuerden que los capitulos que escribo son largos asi que vayan por algo para comer o un cafesito porque esto les quitará una parte de su vida (?)

LES RECUERDO, QUE EN WATTPAD ESTE FIC TIENE ILUSTRACIONES Y ESTE CAPITULO FINAL NO ES LA EXCEPCIÓN 

Bbam! Parte 4. Infección.

Ruido. Era lo único que podía responder a todas esas preguntas que el sujeto de rostro sin importancia le hacía. El ruido que parecían emitir sus oídos lo distraía.

"¿Síntomas?"

"¿Anomalías?"

Eran demasiadas preguntas y su cabeza estaba en blanco en este momento...

No. En realidad no estaba tan en blanco.

Sus ojos azules buscaron algo en la puerta de la habitación del hospital, como si pudiera ver detrás de ella. El sujeto frente a él parecía encontrar interesante aquel gesto porque no dejaba de apuntar en su libreta cada vez que miraba en esa dirección.

De pronto parecía haberse convertido en un objeto de investigación y pensar en ello le ponía nervioso.

Pero esos nervios no eran nada comparados a los que podía llegar a sentir al lado de la persona detrás de la puerta.

"¿Tiene algún indicio de cómo pudo originarse la infección?"

 

Sus ojos se abrieron un poco más de lo normal ante esa pregunta.

—¡Nada! —Gritó sin querer— ¡Ya le dije que estoy bien 'ttebayo! ¿Cuantas preguntas más tendré que responder?

El sujeto hizo una expresión perspicaz, o quizás solo fueron los nervios que lo hicieron interpretarlo de esa manera.

Aun así, su cabeza sólo podía pensar en una cosa.

"¡Naruto!" La voz de Sasuke en su cabeza le hizo respingar de la nada. Lo había escuchado tan claro y fuerte que podría jurar que aquello no era sólo un simple recuerdo espontaneo, sino que de verdad Sasuke le estaba llamando.

Y él moría por atender a su llamado.

—Actualmente, ¿Cómo se siente?

—Eso ya me lo preguntó, como tres veces, joder.

—Por favor, solo responda.

Bufó por lo bajo, ¿cuánto duraría ese interrogatorio? Estaba cansado de estar recostado en esa cama fría de hospital conectado a un montón de máquinas que no sabía para qué podrían servir.

— ¡Estoy bien!

— ¿Sus oídos? —Ese sujeto parecía un robot programado para hacer preguntas.

Llevó ambas manos a las orejas— El ruido sigue —Se limitó a responder. Parecía como si una televisión se descompuso en algún lugar de su cerebro.

El sujeto abrió la boca y él ya se estaba mentalizando para responder a una nueva pregunta que nunca llegó, en su lugar el único sonido que provino del hombre fue el de la libreta cerrándose con algo de brusquedad.

—Nos volveremos a ver.

No estaba seguro de cuál fue la expresión que puso en ese momento, pero conociéndose debía ser una muy exagerada porque el sujeto le parecía entrar en gracia sorprendiéndolo. No creía que ese tipo serio fuera capaz de hacer otra expresión que no fuera una de circunstancia.

El sujeto no agregó nada más y simplemente se limitó a salir de la habitación mientras él no le quitaba la vista de encima.

No es que quisiera asegurarse de que el tipo se fuera por fin por esa puerta. No, para nada.

Lo que a Naruto realmente le importaba era lo que estaba precisamente detrás de ella.

Y lo vio.

No necesitó que la puerta terminara de abrirse. Tampoco necesitó que alguien le diera un permiso.

Él simplemente se movió hacia Sasuke arrastrando los cables que tiraron dolorosamente de sus brazos, provocando que varias máquinas emitieran un sonido desagradable al tirar del cable que lo unía a ellas. Pero eso no importaba.

—Sasuke —Pronunció su nombre como si fuera la primera vez que lo hacía.

El chico delante de él le dio una mirada al sujeto del interrogatorio que se les quedó viendo curioso haciendo que este se marchara. Cuando esos ojos negros por fin hicieron contacto visual con los suyos sintió su cuerpo estremecer.

 

—Naruto —Respondió Sasuke adentrándose a la habitación mientras él por inercia retrocedía. La puerta se cerró tras del Uchiha provocando un incómodo silencio entre ambos.

Su pecho latió apresurado y él no pudo evitar llevar una mano hacia la zona. Habían pasado un par de horas desde que lo vio por primera vez en el aeropuerto, pero la apariencia de Sasuke seguía siendo impactante.

No, estaba seguro que no se trataba solo del atractivo del Uchiha lo que parecía aturdirlo. Sino que el hecho de que finalmente, la persona que era capaz de hacerlo sentir aterrado y fascinado a la vez estuviera físicamente a su lado sin una pantalla de computador de por medio.

Como si de una necesidad se tratara, acercó la mano lo suficiente como para agarrar una pequeña porción de tela del suéter que traía el moreno como si con eso quisiera asegurarse de que él era real y no una visión producida por su cabeza paranoica y llena de incertidumbres que parecían haber desaparecido mágicamente después del incidente en el aeropuerto.

—Eres real, 'ttebayo —Murmuró sin ser consciente de aquello.

Sasuke se le quedó viendo insistente, como si quisiera hacer lo mismo sin atreverse.

Naruto no pudo evitar la expresión preocupada que Sasuke había puesto horas atrás. En ese momento, mientras él parecía perderse en algún lugar del espacio en donde solo ellos dos eran los protagonistas, escuchaba la voz del Uchiha diciendo cosas. Lo vio mover la boca, escuchó su voz, pero no pudo entender nada ya que sus oídos habían comenzado a producir un ruido molesto al tiempo que sentía su cerebro apagarse por breves segundos.

Sasuke abrió la boca para decir algo por fin y casi sintió el corazón salirse de su pecho con solo ver esos labios moverse, más este no dijo nada y en su lugar recibió un golpe en su hombro derecho provocado por el puño del Uchiha.

Un golpe brusco. Uno que no causa dolor.

Un golpe de alivio.

—Eres un idiota —Dijo por fin Sasuke entrecerrando sus ojos un poco. El Uchiha era bueno ocultando sus emociones, pero Naruto podría jurar que él estaba conteniéndose las ganas de gritarle— ¿Cómo es que explotas delante de mí? Tarado.

Pestañeó un par de veces ante ese reclamo — ¡Agh! ¡Suena perturbador si lo dices de esa manera! Bastardo, ¡¿Cómo puedes culparme?! ¡No es como si yo supiera que iba a hacerlo ‘ttebayo!

Frunció el ceño e hizo un mohín disgustado, es cierto que habían bromeado al respecto sobre “explotar” frente al otro, pero ¿quién diría que realmente pasaría? ¡no era su culpa! No es como si supiera cómo funcionaba todo ese asunto para haberlo controlado en el momento…

“…se especula que el Bbam llega a su punto máximo cuando la persona que lo acoge se enamora”

—¡A-A-a-ah! —Enrojeció de inmediato. Su cabeza parecía conspirar en su contra en ese momento al traer de la nada el recuerdo de lo que dijo el tal Akatsuki en uno de sus videos.

Pero eso no era lo único que su cabeza le hizo recordar…

Él en el aeropuerto viendo a Sasuke por primera vez. Una punzada fuerte en su pecho que le quitó la respiración. El escenario cubriéndose de los pétalos de alguna flor amarilla que no alcanzó a reconocer. No sabía si fue la emoción del momento, la adrenalina desconocida recorriendo sus venas por algún motivo que no entendía o si de verdad él lo sentía en ese momento, pero las palabras habían salido solas de su boca expresando aquello que al parecer era un hecho.

“Ah… parece que me he enamorado ‘ttebayo”

Y eso sí que era vergonzoso.

—¡Agh! —Volvió a gritar sintiéndose más avergonzado que antes. Sasuke para ese entonces ya se comenzaba a acercar al botón de la camilla que llamaba a la enfermera, pero él lo detuvo antes que pudiera hacerlo— ¡No! ¡No lo hagas!

—¿Hacer qué? —Cuestionó el Uchiha fingiendo demencia. Al parecer, Sasuke parecía creer que estaba delirando o alguna cosa por el estilo porque no dejaba de verlo con sospecha— Estas muy alterado, Naruto.

—¡No, no lo estoy ‘ttebayo! ¡Estoy perfectamente bien!

—Claro que no —Refutó Sasuke e intentó acercarse nuevamente a la camilla, pero Naruto se interpuso— ¿Qué diablos?

—Sasuke… —Dijo Naruto alzando ambas manos. Manos que no dejaban de temblar por alguna extraña razón. Sasuke no perdió detalle de aquello haciendo que forcejeara con él intentando alcanzar el maldito botón verde temiendo que a Naruto le fuera dar una especie de ataque de pánico o algo relacionado producto de una secuela causada por el Bbam— ¡NO, ¡NO, ESCUCHA! ¡JODER!

—No hay nada que escuchar, Naruto. Empezaste a gritar de la nada y comportarte extraño, puede ser un efecto tardío del síndrome —Intentó explicar el Uchiha pero Naruto no parecía dispuesto a entender su preocupación.

¿Estaba actuando tan extraño? Se golpeó mentalmente ya que ni siquiera se había dado cuenta de ello, pero joder, ¿cómo quería que actuara después de todas las cosas que pasaron? ¡¿después de todas las cosas vergonzosas que estaban pasando por su cabeza?!

—¡Que estoy bien! —Gritó más fuerte que antes y como pudo sujetó a Sasuke de los brazos acercándolo a sí mismo lo suficiente como para que sus narices se rozaran. Tenía pensando decirle un montón de cosas que se le ocurrirían en el momento para explicar su comportamiento sin revelar la razón real de ello, pero, la respiración del otro mezclándose con la suya, su reflejo viéndose con claridad en esos hermosos y oscuros ojos, sus cuerpos casi pegados… Ah, su cabeza sin duda le estaba jugando una mala pasada porque dejó de funcionar y solo pudo pestañear varias veces mientras su cuerpo se negaba a realizar algún movimiento.

Sasuke tampoco se movió. Solo se quedó ahí, estático, como si no supiera cómo reaccionar por varios segundos.

—Naruto —Lo llamó en un tono que pareció indeciso, como si temiera decir algo más. Sin embargo, siguió sin moverse.

El mencionado inmediatamente pareció reaccionar y retiró sus manos de los brazos contrarios soltándolo— Y-yo… lo siento.

—¿Te sientes bien? —Preguntó Sasuke sosteniéndole la mirada.

Naruto suspiró intentando tranquilizarse en vano, pues si solo un mensaje de Sasuke antes era suficiente para alterarlo, tenerlo allí en persona podría fácilmente matarlo de los nervios.

Pero estos nervios eran agradables. El cosquilleo en sus manos no molestaba y el pesar en su pecho era tolerable, casi cosquilleante.

—Me siento bien —Aseguró el rubio desviando la mirada, de pronto se sentía incapaz de mirar a Sasuke.

Sasuke dudó un poco antes de volver a hablar — Luces nervioso —Le hizo notar.

—Tú me pones nervioso.

Esa respuesta sin dudas Sasuke no pareció esperarla pues al voltearse la mirada nuevamente a este observó como esos ojos negros se abrieron un poco más de lo normal en señal de sorpresa.

Naruto volvió a suspirar, casi como si fuera una exhalación, porque sus pulmones se sentían extrañamente llenos.

El Uchiha no respondió nada y sin poder evitarlo una sonrisa tiró de sus labios. No sabía por qué, pero casi podía ver sobre Sasuke los tres puntos del chat que siempre aparecían y desaparecían cuando él le decía cosas que fácilmente podrían malinterpretarse. Cosas a las que Sasuke parecía no saber nunca cómo responder o quizás, no se atrevía a hacerlo y por eso siempre parecía escribir y borrar una respuesta que no llegaba sino hasta después de varios minutos. Una respuesta cortante, perfectamente pensada y sin ninguna emoción aparente.

—¿Qué es lo gracioso? —Cuestionó el Uchiha al notar su sonrisa y Naruto casi podría jurar lo vio encogerse sobre sí mismo avergonzado por una breve fracción de segundo.

Su palpitar chocando fuertemente sobre su pecho. Las cosquillas que recorrían su cuerpo le hicieron sonreír más ampliamente— No lo sé.

¿Qué era lo que estaba sucediendo exactamente?

—Yo… —Se atrevió a decir Naruto al notar que Sasuke no respondería pronto— Y-yo, quería saber… —Tragó saliva y sintió sus orejas calentarse. Las palabras se le enredaban en la lengua— ¿Qué alcanzaste a escuchar antes que me llevara la ambulancia? —Preguntó todo de corrido, como si hubiera activado el automático y apretó los párpados como si temiera a la reacción del otro, por lo que no pudo apreciar como Sasuke se llevó una mano al pecho un momento e inhalaba una cantidad considerable de aire.

—Una idiotez —Respondió.

—¿Eh?

No sabía cómo reaccionar ante esa respuesta y para cuando había vuelto a abrir los ojos Sasuke ya estaba saliendo por la puerta de la habitación.

—¡¿Dónde vas?! —preguntó asustado. Sasuke quien aun sostenía la manilla de puerta se quedó quieto, pero no volteó a verlo y Naruto pudo notar como la mano de este temblaba un poco haciéndole sentir inquieto— Sasuke…

—Necesito aire —Lo interrumpió el Uchiha de inmediato, luciendo tanto incómodo como asustado por algo que no quería exteriorizar delante del otro.

Naruto se le acercó llevando su mano hacia la del moreno sobre la manilla apretándola un poco en una señal casi desesperada más Sasuke no se volteó y simplemente permitió el contacto sin cuestionar.

—No te vayas —Pidió Naruto en un tono desesperado— Esperé tanto para poder verte y… —Se mordió los labios mientras bajaba la cabeza enojado consigo mismo— Tuvo que pasar esto. Perdóname, Sasuke. Yo no quería arruinarlo, no sabía…

—No es tu culpa —Volvió interrumpirlo Sasuke. A ese punto, Naruto creía que el otro simplemente quería terminar la conversación con él e irse, pero supo que estaba equivocado cuando sus miradas volvieron a encontrarse— Volveré, Naruto —Prometió alejando la mano de Naruto sobre la suya sintiéndose incapaz de sentir la piel del otro por más tiempo— Después de todo, viajé por ti, tarado. 

Su corazón agitado y sus oídos volviendo a taparse. Un escalofrio recorrió su cuerpo de arriba abajo, pero Sasuke no pudo verlo porque para entonces ya se había retirado de la habitación dejándolo solo.

Se abrazó así mismo mientras las maquinas comenzaron a emitir fuertes sonidos similar a pitidos. Sus orejas calentándose al igual que sus mejillas y el aire entrando dificultosamente a sus pulmones.

“¿Te gusta ese sujeto?”

—Voy a explotar ‘ttebayo —Rió burlándose de sí mismo por la sensación conocida en su pecho, pero a diferencia de la vez anterior nada salió de allí.

Nada que no fuera una extraña sensación agradable que le hacia reír como idiota mientras intentaba no olvidar la expresión y las palabras de Sasuke.

Irremediablemente, había sido infectado.

Y esta infección ya no le parecía tan aterradora como al comienzo.

.

.

.

Sasuke, como lo había prometido, volvió al día siguiente apareciendo justo después de que la enfermera abandonara la habitación luciendo como si no hubiese dormido nada, igual que él.

La noche le había parecido demasiado larga esa vez. La habitación que de día lucia blanca e inmaculada de noche era se transformaba en un infierno oscuro en donde las maquinas conectadas a su cuerpo eran las únicas que interrumpían el silencio aterrador de la noche. Pero esa no había sido la razón por la que no logró conciliar el sueño.

El motivo, se sentaba con aparente tranquilidad en la silla a un lado de la camilla sin siquiera saludarlo.

—¿Cómo dormiste? —Preguntó Naruto un tanto preocupado por el cansancio que parecía traer Sasuke encima.

Una de las cejas oscuras del otro se alzó antes de responder — Bien, ¿Cómo dormiste tú?

Naruto no creyó en esa respuesta, pero dada a la incomodidad que parecía caer entre ambos fingió hacerlo.

—Mal ‘ttebayo, esas máquinas no me dejaron dormir —Se quejó fulminando los aparatos a su otro lado para lucir más creíble. Sasuke simplemente negó con la cabeza.

Nuevamente silencio. Sasuke acababa de entrar y todo parecía incomodo entre ambos a diferencia de ayer… Bueno, ayer no podía contar dado a los acontecimientos impactantes de los que fueron protagonistas por lo que había sido imposible no tener tema de conversación.

Pero ahora, que todo parecía más tranquilo, parecía como si estuvieran teniendo su primer encuentro.

Se quedó viendo a Sasuke un momento mientras intentaba pensar en algún tema de conversación. Sasuke a su lado parecía estar haciendo lo mismo porque le sostuvo la mirada con insistencia provocándole un ligero escalofrío.

Naruto al instante pensó que los ojos de Sasuke debían ser lo más fascinante que había tenido la oportunidad de ver en mucho tiempo y no podía evitar sentir cosquillas en su estómago cuando este le observaba con tanta atención como la de ahora.

Ah, Sasuke, ¿En algún momento se le pasó por la cabeza que su amigo de internet tendría ese aspecto? No, sin dudas, ni con toda la imaginación que tenía podría haber hecho justicia a la apariencia de este en su cabeza. Sasuke era atractivo, esa clase atractivo que parece que te golpea en el rostro la primera vez que la deslumbras y te hace sentir un tanto inseguro a su lado, pero también, era esa clase de atractivo que combinaba con su forma de ser. 

Una forma de ser muy diferente a la suya.

Una forma de ser que le gustaba.

Porque Sasuke Uchiha le gustaba, justo como lo había insinuado Shikamaru y por eso no había podido dormir. En medio de la oscuridad de la noche, sentía a Sasuke allí, en algún lugar cercano al que quería ir para estar con él. Dio vueltas en su cama varias veces, intranquilo, algo dentro de él cosquilleaba ansioso como cuando ves algo que te gusta y no puedes dejar de pensar en ello hasta que por fin logras verlo otra vez. Así se sentía con Sasuke.

—Y… ¿Qué te parece nuestra primera reunión?

—Horrible.

Se rió de inmediato y se rascó la cabeza sintiéndose idiota por haber preguntado aquello. Después de todo habían terminado en un hospital en su primer encuentro sin posibilidad de compartir más palabras que no fueran de preocupación. Por supuesto que la respuesta no sería favorecedora, pero aún así, quería saberlo. 

—Hm —Sasuke no pareció entender qué era tan divertido, pero no cuestionó nada al respecto— Te dije que si te seguías burlando del Bbam podría sucederte a ti, tarado.

—¡Ah, Sasuke bastardo! ¡Fue solo mala suerte! —Se defendió cruzándose de brazos fingiendo estar ofendido.

—Como digas.

 No mentiría al decir que le impresionaba un poco que Sasuke fuera tan cortante como lo era por chat, pero la verdad no le molestaba, de hecho, lo agradecía pues eso significaba que el Uchiha nunca fingió ser algo que no era con él.

Hizo un mohín disgustado— Ne, dime, ¿Cuál fue tu impresión al verme por primera vez? —Se atrevió a preguntar en un afán de seguir la conversación con este, pero algo en la expresión corporal del otro hizo que deshiciera su expresión curiosa por una desencajada. El moreno pareció tensarse unos momentos después de escuchar su pregunta, en un gesto que no supo cómo interpretar.

—Pues, que está bien.

—¿” Está bien”? —Cuestionó Naruto sin entender esas palabras. Sasuke parecía más tenso que antes y hasta un poco nervioso, pero estaba seguro que si otra persona estuviera allí esta no lo habría notado como él.

—No eras un gordo friki desaseado como temí que podrías ser.

Pestañeó sorprendido un par de veces y la preocupación se transformó en indignación— ¡Agh! ¡¿Qué dices, bastardo?! ¡Si serás!

Sasuke simplemente se cruzó de brazos con una mueca altanera haciendo que bufara una maldición.

—¡Pues! ¡Agradezco que tú no fueras el vejete amargado que imaginé que eras ‘ttebayo! —Contraatacó ocurriéndosele en el momento haciendo que Sasuke frunciera el ceño descontento.

Pero Sasuke siempre había sido ágil en sus respuestas y fácilmente podría ponerlo en aprietos si quisiera por lo que se preparó para un posible contraataque. Lástima que, ni, aunque hubiese tenido todo el tiempo del mundo para pensar en cómo responder, nunca podría haber dado con la respuesta correcta a la pregunta que hizo este.

—Entonces, ¿Cómo soy, Naruto?

Sintió sus mejillas calentarse al igual que sus orejas. Su pulso se había acelerado y podía escucharlo incluso en sus orejas.

—¿E-eh? —Tragó saliva nervioso— ¿Qué cómo eres? Pues…

Sasuke lo estaba observando atentamente y Naruto casi temió que pudiera leer sus pensamientos, los cuales no eran más de halagos hacia el otro los cuales no quería decir abiertamente por miedo a la reacción del otro.

¿Qué cual había sido la impresión de él al verlo? Pues, que Sasuke era perfecto.

Perfecto para él.

En el fondo, se preguntaba cómo se lo tomaría este si se lo dijera, pero sabía que no tenía las agallas para hacerlo. Por lo menos no tan pronto.

—Pues, está bien —Se limitó a responder. Sasuke ladeó la cabeza con sufrida paciencia, al parecer no era la respuesta que él quería escuchar. Entonces, se atrevió a agregar algo más— Más que bien ‘ttebayo.

A Sasuke pareció írsele la respiración ante eso.

—¿A qué te refieres?

Se encogió de hombros en respuesta y el Uchiha alzó el puño como si fuera a golpearlo mientras él se defendía de un golpe que nunca llegó.

—Deja de bromear.

—¡No estoy bromeando!

Entonces Sasuke se volteó y él abrió los ojos con sorpresa pues había alcanzado a ver el sonrojo tenue en las mejillas del otro provocando que él mismo se sonrojara. Como siempre, el Uchiha no dijo nada más y se limitó en quedarse en silencio como solía hacerlo cuando la situación se le escapaba de las manos.

Cualquier diría que ellos dos estaban teniendo un momento incómodo y que sería mejor terminar la conversación en ese momento, pero ninguno de los dos se apartó del lado del otro. 

—Creo que debería explotar para romper la tensión —Se le ocurrió decir recibiendo ahora sí el golpe de Sasuke haciéndole reír mientras el Uchiha no dejaba de quejarse al respecto.

Podía ser incómodo, pero rápidamente sentía que esa incomodidad desaparecía.

Porque a él realmente le gustaba esa persona.

.

.

.

 

Cuando Shikamaru estuvo hospitalizado, nadie aparte de Temari pudo visitarlo durante cuarenta días. Los oficiales habían dicho que solo ella podía visitarlo dado a que el Bbam se manifestó cuando la chica apareció delante del paciente por lo que los hechos podrían estar relacionados y por ende necesitaban investigar el comportamiento de ambos estando juntos. 

A él en ese momento esa explicación le había sonado a una excusa muy bien elaborada. Ahora que estaba en la misma posición que su amigo hace meses atrás, agradecía tener esa “excusa” para pasar sus días solo con Sasuke sin que nadie pudiera interrumpir el tiempo entre ambos.

No es que de pronto se hubiese vuelto una persona desconsiderada que no le importaba los sentimientos de sus amigos y familiares que debían estar demasiado preocupados por él, pero la verdad, a ellos podía verlos en cualquier momento cuando le dieran el alta, en cambio con Sasuke la situación era diferente.

Después de todo Sasuke solo estaba de vacaciones con su familia y pensar en ello le hacía sentir un vacío en su estómago que podría hacerlo vomitar en un intento por deshacerse de esa incomoda sensación.

Sensación que intentaba sobrellevar disfrutando de todo el tiempo que pudiera con el Uchiha. Todo el tiempo que le permitieran estar junto a él antes de que este se alejara y volviera a ser solamente un montón de letras en el chat de su red social.

—¿En qué piensas tanto? —Preguntó precisamente Sasuke quien había salido un momento para buscar algo de beber.

—En ti, ‘ttebayo.

Sasuke se quedó quieto cerca de la puerta unos momentos y Naruto fue consciente del ligero temblor que recorrió el cuerpo de este antes que el Uchiha se le acercara para golpearle ligeramente la cabeza con la lata de refresco que había traído para él.

—¡Auch! —Exclamó divertido haciendo que Sasuke revirara los ojos.

—¿Y qué pensabas de mí? —Cuestionó entonces el Uchiha fingiendo no estar muy interesado en su respuesta, pero Naruto sabía que era todo lo contrario.

—En que no quiero que te vayas.

Naruto había descubierto varias cosas en los pocos días que llevaba junto a Sasuke y algunas no eran muy diferentes a las que había sospechado cuando solo hablaban por mensajes. Una de ellas era que el Uchiha realmente no parecía saber reaccionar a comentarios “comprometedores”, de esos que cualquiera podría malinterpretar, ya que cuando hacia uno de estos Sasuke solía salir de la habitación y volver unos minutos después bajo cualquier excusa que él fingía creer. 

A veces simplemente se quedaba en silencio como si con ello buscara crear un ambiente incómodo entre ambos. Justo como en ese momento.

—¿Cuándo te irás? —Preguntó Naruto rompiendo el silencio que el otro se empecinaba en crear, porque él no estaba dispuesto a dejar de escuchar la voz del otro. Esa voz que siempre quiso escuchar.

—Naruto —Esa voz que le hace sentir cosquillas en las manos cuando dice su nombre— ¿Por qué de pronto quieres saberlo? Estoy de vacaciones.

—¿Puedes siempre estar de vacaciones, Sasuke?

Otra cosa que había descubierto era, que Sasuke parecía realmente esforzarse por no exteriorizar lo que le estaba sucediendo. Temblores, cosquillas, punzadas… Naruto creía en ocasiones que Sasuke sufría de todos esos males que a él lo atacaban también cuando estaban juntos, pero no se atrevía a darlo por hecho.

Pero en el fondo, le encantaría que fuera un hecho.

Le encantaría saber que efectivamente provocaba todas esas cosas a Sasuke, porque de ese modo tendría la certeza de que el otro también lo necesitaba a su lado tanto como él.

Sasuke se cruzó de brazos y respiró varias veces calmadamente. Las pocas expresiones que este solía hacer siempre se sentían tan perfectas, inhumanas y hermosas que a veces dudaba de que fuera real y que en realidad estaba viendo una imagen idealizada del Sasuke de su chat provocada por su cabeza trastornada. 

—¿Quieres que aplace mis vacaciones? —Preguntó Sasuke después de un momento.

La pregunta era sencilla, como si fuera dicha con sarcasmo, pero también sonaba tan seria que no podía evitar responder de la misma manera.

—Si.

—¿Por cuánto tiempo?

—Por siempre ‘ttebayo.

—¿Por qué?

—Porque quiero estar contigo.

Sasuke le dio un golpecito en el hombro con la mano. Mano que él sostuvo y lo jaló suevamente a la cama instándolo a sentarse a su lado y dejara esa incomoda silla en la que solía ubicarse cuando estaba allí.

La mano hecha puño del otro se tensó antes de deshacer el gesto y simplemente dejar de ejercer fuerza en ella permitiendo que él lo sostuviera. Sonrió ante aquello y le ofreció un espacio de su almohada para que apoyara la espalda.

Sasuke suspiró como si un pesar cayera sobre sus hombros de pronto— No solo no lees lo que escribes, sino que no piensas lo que dices —Reclamó sin mirarlo.

Sus hombros se rozaban y el calor de ambos podía sentirse debido a la cercanía. A Naruto le sorprendió que su pulso no se hubiera acelerado para entonces, pero al parecer eso no ocurría cuando ambos parecían disfrutar de un buen momento juntos.

—Pero es verdad ‘ttebayo —Se defendió moviendo su hombro con el suyo para molestarlo.

—Hm, siempre podemos hablar por chat.

—No es lo mismo —Refunfuñó— La verdad, no creo ser capaz de conformarme solo con mensajes. No después de haberte conocido en persona ‘ttebayo.

Sasuke parecía tan impactado ante esa revelación que desvió la mirada hacia la puerta de la habitación como si deseara huir de allí por algún motivo que nunca entendería.

—Ya, cállate, tarado.

—¡Agh! ¡Sasuke, bastardo!

Se rió y Sasuke le volvió a golpear suavemente. Estaba seguro de que en realidad el Uchiha se estaba aguantando las ganas de darle un buen golpe, pero se contenía por el simple hecho de estar hospitalizado.

—Mensajes, en persona, será lo mismo.

—Para mí no, Sasuke. Ya no, de verdad.

Ahora fue Sasuke quien formó una pequeña sonrisa y él no podía dejar de sentirse alagado por ello. Ahora si su corazón recordaba que de pronto sufría ataques de nervios, porque ese simple gesto del otro provocó que su pulso se disparara.

—Entonces te voy a bloquear —Dijo entonces el Uchiha.

Naruto hizo un mohín disgustado— ¡Entonces te voy a raptar!

—Quiero ver como lo intentas.

Ambos se miraron no sabiendo bien cómo interpretar las palabras del otro. Las bromas eran incomodas para ambos porque resultaba imposible que fueran simplemente eso.

Porque sabían que entre ellos todo era serio.

.

.

.

¿Cuánto tiempo llevaba en aquel lugar?  Había perdido la cuenta en algún momento, pero sabía que era bastante.

Sasuke no fue ese día a visitarlo por órdenes del personal del hospital. El Uchiha había puesto una expresión para nada agradable cuando la enfermera el día anterior le había informado de ello antes de que se retirara de la habitación.

“Estoy seguro de que es ilegal prohibirle las visitas a un paciente” Había refutado el moreno sin recibir respuesta de la enfermera que solo aparecía cuando debía cambiar algunos cables que él mismo retiraba por accidente al hacer algún movimiento brusco.

Sasuke simplemente pareció fingir que no importaba, pero Naruto podía reconocer la molestia en la expresión corporal del otro. Molestia que parecía incrementarse considerablemente cuando la enfermera aparecía de vez en cuando a revisar los cables.

“Si las miradas mataran ‘ttebayo…” Se había atrevido a decir haciendo que Sasuke de inmediato dejara de mirar a la enfermera como si quisiera abrirle la cabeza por algún motivo. En ese momento pensó que el Uchiha se excusaría o le golpearía en reprimenda, pero nada de eso ocurrió. El Uchiha simplemente bajó la mirada al suelo apretando los puños por un momento como si se estuviera conteniendo.

Naruto quizás no sabía cuantos días llevaba internado en el hospital, pero sí tenía la cuenta exacta de cada vez que Sasuke parecía estar sufriendo de algún malestar que se empecinaba en ocultar de él.

Dieciséis. Ese era el número de veces que había visto a Sasuke intranquilo con algo, y a la vez, ese era la misma cantidad que solía pagar en Konoha por sus servicios. Sin dudas, una coincidencia casi aterradora.

—Luce distraído hoy —Comentó el sujeto de la vez anterior que desde hacía exactamente una hora se encontraba en su habitación portando su molesta libreta de apuntes.

Pestañeó varias veces. Se había distraído pensando en Sasuke que se le había olvidado que el otro estaba ahí.

—Es porque llevo demasiado tiempo encerrado en este lugar, joder —Se quejó removiéndose en la cama desordenando las sabanas de paso como protesta— ¿Cuándo podré salir? Siento que ha pasado años desde la última vez que vi la luz del sol ‘ttebayo.

El sujeto simplemente se dedicó a anotar en su libreta unos momentos y él refunfuñó inconforme.

—Actualmente ¿Cómo se siente?

Reviró los ojos. Esa pregunta ya la había escuchado dos veces ese día — Igual que siempre, BIEN —Enfatizó molesto.

—Entonces no hay nada más que preguntar.

Respingó sorprendido cuando el tipo se acercó a él de la nada inspeccionándolo de cerca poniéndolo nervioso. Inmediatamente pensó en que si ese sujeto no fuera un especie de policía le habría dado un buen golpe por invadir su espacio personal.

El único que podía hacerlo, era Sasuke y el moreno parecía haberlo entendido esos días cuando ya no necesitaba pedirle que se sentara a su lado. También había dejado de tensarse cuando casualmente lo tocaba en algún lugar de manera amistosa. Ahora era el Uchiha quien parecía buscar más contacto.

Su corazón siempre latía apresurado cuando reparaba en ese hecho y a la vez, no podía dejar de sentirse inmensamente feliz.

Escuchó el sonido característico que hace el botón verde que llamaba a la enfermera y de inmediato vió al hombre con expresión confundida. ¿Sería que había terminado la etapa de observación y ahora por fin iban a experimentar con su cuerpo? Por su cabeza pasaron un montón de ideas descabelladas mientras su cuerpo parecía paralizarse por el miedo que comenzaba a surgir en él.

No fue hasta que la enfermera apareció que reaccionó— ¡Agh! ¡No, no, no los voy a dejar! —Gritó paranoico dando un salto fuera de la cama poniéndose en posición de pelea. Las maquinas emitieron sonidos chillantes al sentir los cables desconectados debido al movimiento.

Intentaba verse lo más intimidante posible, pero ni el tipo ni la enfermera parecieron tomarle la debida importancia, es más, pasaron completamente de él haciéndolo sudar frio.

—¡Hey! —Exigió que le pusieran atención cuando notó que ambos comenzaban a hablar en voz baja— ¡Si creen que dejaré que abran mi cuerpo para buscar cómo se produjo el Bbam están muy equivocados ‘ttebayo! ¡SOBRE MI CADAVER!

El tipo alzó una ceja y volteó de nuevo a la enfermera confundido —¿El gobierno pidió que abrieran a los pacientes? —Cuestionó recibiendo un claro “no” por parte de la chica— Ya la oyó.

—¿Eh?

—Parece que ha estado viendo muchas películas señor Uzumaki —Se burló el sujeto cerrando su libreta para luego guardarla en algún bolsillo escondido detrás de su chaqueta.

Tragó duro— ¿No van a experimentar conmigo? —Cuestionó desconfiado.

—Eso es ilegal y de haberlo sino lo habríamos hecho con los primeros pacientes, no después de que casi más de la mitad de la población mundial estuviera contagiada.

—No tiene sentido, ‘ttebayo.

—Lo tiene —Afirmó el tipo volviendo a dirigirse a la enfermera para decirle algo a lo cual la chica asintió antes de salir de la habitación— Su estadía en este lugar ha acabado, queda en libertad señor Uzumaki.

Las palabras de ese sujeto fueron difíciles de procesar por alguna extraña razón. Quizás en su cabeza seguía con la idea loca de que iban a experimentar con él. Sea lo que fuera, tardó en responder y cuando lo hizo fue demasiado tarde. El tipo había desaparecido y la enfermera ya estaba trayéndole sus cosas junto al acta que debía firmar para retirarse.

De pronto se encontró fuera del hospital, con el sol golpeando su piel y un montón de ruido a su alrededor. Personas caminando, charlando, el calor del sol sobre su cuerpo… Era revitalizante.

Encendió el celular que había estado apagado todo el tiempo que estuvo en el hospital y un montón de llamadas, mensajes y notificaciones entraron tan abruptamente que casi sintió la necesidad de aventarlo por impulso.

Todos estaban esperando saber de él.

Todos querían una respuesta de él.

Pero, tendrían que seguir esperando, porque todos esos mensajes no eran nada al lado de los tres que aparecían sin leer sobre la burbuja del chat de aquel que tenía la foto de perfil de un Uchiwa.

22 ENE 02:40.

Sasuke 02:40. ¿Tienes tu celular? Si es así, responde cuando puedas. Estoy en el hospital, pasaré la noche aquí.

11 FEB 05:20.

Sasuke 05:20. ¿Aún no te entregan el celular? Me olvidé de preguntarte si quieres que te lleve algo de comer mañana…

HOY 09:00.

Sasuke 09:00.  ¿Cómo estás? Es gracioso, sé que no puedes responderme, pero sigo escribiendo. Más tarde iré a preguntar si ya puedes recibir visitas. De ser posible me quedaré durante la noche otra vez para esperar hasta que pueda ingresar.

El celular en sus manos de pronto parecía ser muy resbaloso pues casi se le cayó de las manos de la impresión. Tuvo que sentarse ante un ligero mareo que lo atacó de pronto. Aún así no dejó de releer esos mensajes que Sasuke le había enviado en diferentes días desde su hospitalización.

Los mensajes que Sasuke le había enviado cuando no estaba a su lado. Cuando lo extrañaba y deseaba hablar con él igual que antes.

Una dirección. El Uchiha había mencionado una dirección la cual se le hacía conocida por alguna extraña razón y sus pies se pusieron en marcha. El lugar parecía haberse trasladado más lejos de lo usual porque por mucho que corriera no parecía dar con el número de la calle, pero no se rendiría. Tenía que llegar a ese lugar…

Y llegó, jadeando cansado y con las piernas temblando por el esfuerzo. No importaba.

Pasó de la recepcionista que quiso atenderlo y simplemente se dirigió a las escaleras gastando las ultimas energías que tenía en subirlas por lo que tambaleante y a paso lento llegó a la puerta del número siete que golpeó sin fijarse en que a su lado había un timbre para llamar.

Su corazón palpitando con fuerza, ¿sería realmente por culpa del cansancio? No, estaba seguro de que no era simplemente por eso.

Y pudo confirmarlo cuando la puerta se abrió dejando ver a un sorprendido Sasuke que no supo cómo reaccionar cuando se tiró sobre él abrazándolo con fuerzas, como si no lo hubiera visto en años a pesar de que se vieron ayer.

—¡Naruto! —Exclamó el Uchiha sorprendido. El moreno pensó en apartarse, pero al sentir como lo aprisionaban con más fuerza descartó la idea.

Ambos en silencio. El calor del cuerpo contrario era tan reconfortante y más cuando Sasuke le correspondía a su abrazo.

—Sasuke…

—¿Qué haces aquí? —Cuestionó el otro viéndolo preocupado— No me digas que huiste del hospital.

—¡Me dieron el alta! —Explicó de inmediato.

Sasuke pareció tan sorprendido ante ello que Naruto no pudo evitar sonreír halagado por provocar esa expresión en el otro. El moreno se removió y estúpidamente creyó que el otro quería que lo soltara e iba a hacerlo, pero Sasuke de inmediato se lo impidió al acercarlo más así mismo ocultando su cabeza en la curvatura de su cuello.

Iba a preguntarle si todo estaba bien, si estaba enojado o algo por el estilo, pero el pulso acelerado del Uchiha mezclándose con el suyo propio le dejó en claro que era mejor guardar silencio.

Simplemente, se dedicó a abrazarlo hasta que se cansaran de la cercanía del otro. Como si eso fuera posible.

.

.

.

—Yo… los vi.

—¿Qué cosa?

—Tus mensajes.

Sasuke quien estaba sentado a su lado esperando que le sirvieran la comida que habían pedido abrió los ojos un poco más de lo normal en sorpresa.

—Ah, hablas de eso. Olvídalo. 

—¿Pasaste la noche en el hospital el primer día entonces? —Cuestionó Naruto insistiendo— Por eso lucias tan cansado esa vez, debiste habérmelo dicho ‘ttebayo.

Sasuke refunfuñó algo que no alcanzó a entender— Dije que lo olvidaras.

Naruto hizo un mohín disgustado al tiempo que la camarera servía los platos delante de ellos.

Habían decidido salir a celebrar que le habían dado el alta. Sorpresivamente, fue Sasuke quien lo sugirió de forma un poco tímida luego de que se separaran del abrazo que duró varios minutos.

—No puedo olvidar nada que venga de ti —Se atrevió a decir y Sasuke para acallarlo le metió un pedazo de carne en la boca casi a la fuerza— ¡Agh!

—Ya, es vergonzoso, tarado. Cállate.

—Hum, eres muy cruel, Sasuke.

El mencionado ladeó una sonrisa como si lo que hubiera dicho fuera muy divertido, pero no dijo nada más, dedicándose a comer en silencio.

—Deberíamos ir a…—Empezó a decir entonces, porque, aunque Sasuke quisiera guardar silencio, él quería escucharlo.

Sentados uno frente a otro en aquel restaurante, compartiendo ideas de lo que podrían hacer para aprovechar el día, se sentía demasiado irreal.

Cada momento con Sasuke, era tan fascinantes como su existencia misma.

Sasuke no era la clase de persona que expresa abiertamente sus emociones, pero a él no le costaba averiguar lo que el otro estaba pensando mientras recorrían las calles concurridas de Konoha. Lo suficientemente concurridas para que sintiera la necesidad de tomarle de la mano para no perderlo. Un gesto que Sasuke aceptó en silencio y sin pedir las explicaciones que ya había planificado decirle si le cuestionaba.

 Ellos no necesitaban explicaciones, las palabras solo estaban demás porque podían entenderse sin necesidad de ello.

—Entonces, ¿Qué tal la ciudad? —Preguntó cuándo al final del día terminaron en un parque popular por las familias que para ese entonces se encontraba vacío.

—Está bien, supongo.

—¿Solo sabes decir eso? —Cuestionó mientras se sentaba en un columpio. Sasuke lo imitó quedándose en silencio.

Habían pasado una buena tarde, sorpresivamente habían hecho todas las cosas que prometió que harían cuando estuvieran juntos por lo que ya debía ir pensando en qué hacer el resto de los días que a Sasuke le quedaban de vacaciones.

Días en los que no había pensado hasta ahora.

—Oye Sasuke, ¿Cuándo acaban tus vacaciones? —Preguntó y al instante deseó no haberlo hecho.

El encogimiento en el cuerpo de Sasuke fue suficiente para saber que algo no andaba bien, pero como siempre, Sasuke era bueno ocultando su sentir por lo que no sabía si darlo por hecho.

—¿Sasuke? —Insistió.

Pero el mencionado no respondió. Parecía como si el Uchiha estuviera de pronto en otro lugar fuera de allí porque no respondía a sus preguntas haciendo que la sensación incomoda en su estómago apareciera haciéndolo retorcerse un poco al no saber cómo lidiar la situación.

Los minutos pasaban y nada. Solo había silencioso. Habían pasado una tarde maravillosa, entonces, ¿qué estaba mal de pronto?

Quería saberlo…

—En cuatro días.

Y a la vez hubiese deseado no hacerlo.

La punzada en su pecho fue diferente a las otras, esta era más dolorosa, más asfixiante.

Más aterradora.

.

.

.

Nunca había entendido la expresión “El tiempo no me alcanza para hacer todo lo que tengo que hacer” hasta ahora.

Había estado evitando a cualquier persona en esos tres días fingiendo seguir hospitalizado para así poder aprovechar el poco tiempo que le quedaba a Sasuke en Konoha junto a él.

Cuando estaba con este intentaba no pensar en el tiempo. Pensar en que cada vez que se ponía el sol debía irse a su propia casa y dejar a Sasuke en la habitación del hotel le exasperaba, porque quería pasar más tiempo con él. Lamentablemente, era demasiado cobarde para pedirle que se quedara una noche a su lado. En su casa, en la suya, donde fuera.

Solo quería estar con él.

Pero la sensación que le provocaba aquello de solo pensarlo era demasiado escalofriante porque su pulso se disparaba a tal punto que lo mareaba y lo asustaba, por lo que temía que en algún momento terminara por “explotar” otra vez, si es que pudiera ser posible y él no quería arruinar otra vez un encuentro.

Sasuke en esos días se había mostrado más abierto, según él, recordaba como en algún momento mientras buscaban una atracción turística que ni siquiera Naruto había conocido antes el Uchiha le había tomado de la mano por iniciativa propia sin decir nada.

Naruto también había tomado confianza en ese tiempo. Antes solía tocar a Sasuke superficialmente por miedo a asustarlo, pero ahora lo abrazaba sin tapujos, aprovechaba de acariciarle la mejilla cuando fingía acomodarle un mechón de cabello y se acurrucaba con él cuando se recargaban en el césped de un parque cualquiera. Sasuke aceptaba todo eso sin chistar.

Pero nunca le había preguntado por qué el otro lo permitía. Era demasiado vergonzoso porque sentía que podría dejar al descubierto sus sentimientos.

Pero también estaba seguro de que el otro lo sabía sin que tuviera que decírselo y solo estaba fingiendo que era ignorante a ello.

—Así que este es Sasuke —Mencionó Kiba cuando vio al moreno por primera vez.

Lamentablemente, a pesar del esfuerzo que hizo por ocultar que le habían dado el alta, sus amigos se habían enterado de una forma u otro y lo habían obligado a asistir junto a Sasuke a un bar juvenil que sabía que no sería del gusto de su amigo.

—Sí, sabía que serías atractivo. Por eso Naruto siempre parecía babear cuando ha-

—¡Sai! —Le gritó al moreno para interrumpirlo y así evitar que lo delataran. Sasuke simplemente lo observó con dudas limitándose a quedarse en silencio mientras los demás amigos de Naruto no paraban de avasallarlos con preguntas.

La música alegre y las luces multicolores ambientaban aquel lugar combinándose tan bien con todos esos jóvenes que bailaban despreocupados llenos de gozo haciéndolo sentir a él el único infeliz del lugar.

¿Cómo podría disfrutar sabiendo que mañana Sasuke tendría que irse? Era imposible.

Bebió una cerveza observando al Uchiha que parecía particularmente interesado en el pequeño cachorro de Kiba. El Uchiha tampoco parecía muy feliz en aquel lugar, pero a diferencia de él, Sasuke podía disimularlo sin problemas.

—¿Ya te le confesaste?

Esa fue la voz de Shikamaru. Ni siquiera lo sintió acercarse.

Antes habría reaccionado muy exageradamente y negaría rotundamente cualquier atracción hacia el moreno, pero, ahora, teniendo a este delante suyo, sintiéndose incapaz de apartar la mirada a otro lado que no fuera él, ¿con qué cara podría negárselo al amigo más inteligente que tenía? No era tan idiota.

—No.

Sintió la mano de Shikamaru sobre su hombro— ¿No dijiste que se iría mañana? Entonces ¿Qué esperas?

“Buena pregunta”. Pensó haciendo contacto visual con Sasuke quien había dejado de prestar atención al cachorro apenas Shikamaru estuvo a su lado. Su amigo quitó la mano de su hombro de pronto.

—No sé si él…

—Claro que si —Lo interrumpió el Nara sin dar muchas explicaciones de a qué se refería con eso. Shikamaru que siempre parecía tranquilo ahora parecía algo intimidado. Cuando siguió con la mirada la de su amigo vio que Sasuke lo observaba con atención, pero no relacionó los hechos.

—¿A qué te refieres? —Quiso saber, pero Shikamaru simplemente se encogió de hombros y se alejó de él.

—A que no pierdas el tiempo. Hazlo, ¿desde cuándo piensas tanto las cosas? Te podrías arrepentir luego.

Abrió la boca sorprendido. Esa debía ser la frase más larga que alguna vez oyó decir a Shikamaru sin que este dijera que era un problema.

Volvió su mirada a Sasuke quien no le despegaba la vista de encima. Kiba y Sai ante la negativa de Sasuke por responder a sus preguntas extrañas terminaron yendo a la pista para convencer al dj de que pusieran una canción que a ellos les gustara dejándolo solo con el moreno.

—¿Vamos? —Preguntó entonces Sasuke.

—Vamos —Respondió él parándose de inmediato para salir de aquel lugar.

Sasuke caminó delante suyo antes de salir del lugar. Él simplemente se había dedicado a ver su espalda mientras pensaba en las palabras de su amigo.

Era cierto, ¿desde cuándo pensaba tanto las cosas?

La caminata por la ciudad oscura era repentinamente silenciosa. Ninguno de los dos parecía decidirse a hablar con el otro.

Ambos parecían temer arruinar el momento si lo hacían.

El momento que estaba a punto de acabarse…

—Debería irme a casa —Dijo entonces Sasuke volteándose a verlo— Mañana debo viajar temprano, Naruto.

El mencionado tragó saliva pesadamente y mordió sus labios odiando haber escuchado aquello que no quería ir.

—Sasuke, yo…

—¿Si?

Silencio. ¿Por qué costaba tanto hablar? ¿a qué le temía tanto? Su cuerpo parecía haberlo abandonado pues ni siquiera las conocidas molestias a las que estaba acostumbrado aparecieron en ese momento. 

Solo eran ellos dos, pasando los últimos momentos juntos.

—¿Quieres conocer Konoha? —Preguntó entonces, golpeándose mentalmente por no haber tenido el valor suficiente para confesarse de una vez. En su lugar, parecía como si quisiera alargar su agonía.

Porque alargar los últimos momentos que podría estar con Sasuke, parecía de pronto ser una tortura.

Creyó que el Uchiha se negaría, pero para su sorpresa este simplemente aceptó con un cabeceo.

No quería hacerse falsas esperanzas ni ideas equivocadas, pero algo dentro de él le decía que Sasuke tampoco estaba listo para dejarlo aún.

Caminaron esta vez uno al lado del otro. El cibercafé no estaba muy lejos por lo que no les llevó tanto tiempo llegar allí.

Sakura como siempre estaba atendiendo la recepción recibiéndolo con entusiasmo.

 —¡Creí que estabas muerto!

—¡Sakura-chan! ¡¿Qué cosas dices, ‘ttebayo?! —Se quejó escandalizado mientras la chica se acercaba a Sasuke curiosa.

—¿Eres nuevo? No recuerdo haberte visto antes —Comentó la pelirrosa a lo que Naruto se apresuró a llamar su atención.

—Es mi amigo, vine a mostrarle el lugar, ¿Crees que podríamos quedarnos en el mismo lugar?

—¿Mh? —No sabía por qué, pero Sakura pareció estudiarlos a ambos después de que eso como si sospechara de alguna cosa— Pueden, pero no hagan un desastre, por favor —Pidió con segundas intenciones que ninguno de los dos entendió.

La puerta nueve lo recibió al poco tiempo después. Casi sintió nostalgia al abrirla y ver el computador encendido esperando ansioso que lo usara como siempre. Lo cual, no pasaría en esa ocasión.

—¿Qué tal? —Preguntó a Sasuke quien desconfiadamente entró al lugar sentándose como pudo en los cojines disponibles.

—Me sorprende que no sufrieras de claustrofobia en este lugar —Respondió el otro terriblemente incómodo.

Naruto soltó una ruidosa carcajada mientras se acomodaba a su lado— Es cómodo, de veras.

—Como digas.

El monitor encendido. Los audífonos ordenados de modo que fuera fácil sacarlos y ponérselos sin tener que desenrollar el cable. El mouse esperando ansioso ser tocado. ¿Cuántas veces había desperdiciado su tiempo allí? De pronto todas esas cosas que solían hacerlo feliz parecían insignificantes al lado del Uchiha.

—¿No jugarás? —Cuestionó Sasuke a lo que Naruto negó con la cabeza.

—No, solo quiero estar contigo —Respondió pasándole un brazo por los hombros para atraerlo hacia sí. Sasuke simplemente recargó la cabeza en su hombro.

—Hm. Me pregunto qué tan incómodo es pasar la noche aquí —Comentó el Uchiha de la nada, observando despreocupado cada detalle de la pequeña habitación.

—¿Quieres averiguarlo?

Sus miradas se encontraron unos momentos antes de que el moreno volviera a apoyarse en él y jugara distraído con sus manos. Manos que Naruto se apresuró a tomar con las suyas para acariciarlas.

—Quiero —Respondió entonces el Uchiha y Naruto sonrió ante ello.

La felicidad que sentía era tan dolorosa en ese momento. Acurrucados los dos por la falta de espacio.

De pronto sintió la necesidad de abrazarlo.

—No quiero que te vayas —Dijo en un tono de voz triste, lo suficiente como para que Sasuke se atreviera a acariciarle el cabello mientras intentaban en medio del abrazo acomodarse mejor en los cojines para recostarse teniendo que doblar las rodillas por el poco espacio.

—Siempre puedo volver, Naruto.

—¿De verdad?

—De verdad.

Las manos del rubio acariciaron la espalda del otro como si quisiera sentirlo un poco más. Queriendo grabar en ellas lo que se siente tocar a Sasuke sabiendo que desde mañana no podría volver a hacerlo por quien sabe cuánto tiempo.

—Ne, ¿es una promesa? —Preguntó deteniendo el movimiento de una de sus manos para poner dos dedos delante de Sasuke.

—¿Qué?

—Enrolla tu dedo índice y anular con los míos —Explicó— En la escuela me enseñaron que así se prometían las cosas.

El Uchiha negó con la cabeza con una pequeña sonrisa ladeando su rostro— Que infantil —Alegó, pero aun así hizo lo que el rubio quería y sus dedos se enrollaron cerrando el trato.

—Cuando vuelvas, te llevaré a más lugares y comeremos todo tipo de comidas deliciosas.

—¿Ah sí?

—¡Claro que sí ‘ttebayo!

Sasuke lo golpeó suavemente en el hombro— Como digas.

Luego venían las miradas. A cualquier persona le parecería terriblemente incomodo mirarse tan fijamente como ellos solían hacerlo, pero era todo lo contrario.

Sus ojos azules podían ver claramente los oscuros del otro gracias a la luz que producía la pantalla del computador olvidado. Ojos que parecían decirle tantas cosas.

Sus manos temblaron y el Uchiha también lo hizo en medio del abrazo.

Había pasado tantos días en aquel lugar, pero nunca se había sentido tan a gusto ahí como en ese momento con Sasuke a su lado. 

Con Sasuke que lo abandonaría el día siguiente.

.

.

.

Aunque no hubiese querido, tuvieron que levantarse temprano al día siguiente. Quiso acompañar a Sasuke y ayudarlo a empacar sus cosas, pero el moreno se negó pidiéndole que solo fuera a despedirlo al aeropuerto más tarde.

Aeropuerto al que partió enseguida sin importarle que quedaran un par de horas para que Sasuke se fuera. Necesitaba estar en ese lugar desesperadamente esperando por el otro.

Necesitaba mentalizarse para una escena que jamás creyó que podría pasarle.

Lloró, porque era inevitable hacerlo. Aún quedaba tiempo, pero no podía evitarlo. Cada minuto se sentía tan doloroso, incluso más que las punzadas constantes en su pecho que sentía cuando pensaba en Sasuke.

Se odió también. Si no hubiese “explotado” en ese lugar la primera vez que se vieron podría haber tenido más tiempo con este, pero, ¿Cómo podría culparse así mismo? ¿Cómo podría culpar el hecho de que se había enamorado de alguien que iba a alejarse?

Era injusto.

Se supone que el amor es hermoso, pero él, desde el comienzo se había sentido atemorizado con ello.  El Bbam era una completa mierda injusta que lo carcomería de por vida en una tortura constante.

Él no quería volver a vivir en paranoia, pero al parecer, no le quedaba de otra. Porque justo a él le había tocado enamorarse de alguien que no podía ver todos los días que quisiera para sanar su malestar por lo que solo le quedaba aceptar que tendría que sufrir todo el tiempo que estuviera separado de Sasuke.

Tendría que sufrir, sabiendo que este se iría sin que fuera capaz de confesarle lo que sentía por miedo a arruinarlo otra vez…

No.

Se negaba a aceptarlo.

—Naruto —La voz de Sasuke sonando cerca de sus oídos. Se volteó hacia el moreno quien parecía recién haber llegado y traía su celular en la mano en donde las grandes letras blancas mostraban su nombre— Te estaba llamando.

—Olvidé el celular —Dijo como excusa pues la verdad el aparato había estado en su bolsillo todo el tiempo y él no había escuchado el timbre por estar sumido en sus pensamientos.

—Hm —Sasuke buscó con la mirada la pantalla que indicaba los horarios del vuelo— Ya casi es tiempo para que…

—¡Sasuke! —Gritó haciendo que el otro respingara asustado— No puedes irte.

—¿Qué dices?

—No puedes irte —Repitió respirando agitado.

El pulso en sus oídos.

El aire se volvía pesado a su alrededor ¿o era cosa suya?

—Sabes qué debo hacerlo —Dijo Sasuke entrecerrando los ojos, luciendo igual de triste que él mientras un temblor parecía atacarlo de pronto— ¿Porqué de pronto sales con esto?

—Porque recién me atreví a hacerlo ‘ttebayo.

Él se mordió los labios y Sasuke lo imitó. El agarre de la mano blanca parecía pesado sobre el mango de la maleta.

Nuevamente sus miradas se encontraban como queriendo descubrir los secretos del otro.

Respiración agitada, jadeos, algo no estaba bien de pronto a su alrededor.

“Vuelo hacia London, sale en tres minutos”

El aviso del megáfono alteró tanto a Sasuke como a él mismo, pero ninguno de los dos fue capaz de dar un paso.

Parecía como si ninguno pudiera hacerlo.

—Sasuke —Lo volvió a llamar sintiéndose acongojado con todas las sensaciones que le recorrían el cuerpo.

Sasuke comenzó a exhalar con dificultad. La mano que sostenía la maleta tembló notoriamente.

Los pasos apresurados de las personas que llegaban al aeropuerto atrasadas, el ruido de las ruedas de las maletas sonando de manera escandalosa. Nada de eso tenía importancia.

Igual que la última vez, todos a su alrededor comenzaban a desaparecer lentamente.

No podía oírlos.

No podía verlos.

Todos sus sentidos estaban puestos en Sasuke quien de pronto parecía haber olvidado como respirar.

—Sasuke, te amo —Se atrevió a decir y Sasuke tambaleó un poco— Te amo, de verdad lo hago ‘ttebayo, no puedes irte Sasuke, ¡Te amo! —Le gritó sintiendo que sus ojos se aguaban por la desesperación que sentía.

El otro dio un paso hacia atrás, torturándolo. El Uchiha desvió la mirada hacia al suelo mientras temblaba de forma extraña.

Él, queriendo acercarse preocupado fue recibido por la mano desocupada del moreno que le impidió el paso.

Las lágrimas salieron entonces y el malestar pareció incrementarse tan de pronto que no pudo evitar soltar una exclamación mientras se llevaba una mano a su pecho.

Dolía, tanto que creía que podría estar sufriendo de un paro cardiaco.

Dolía tanto que creía que esa sería la última vez que vería a Sasuke en su vida.

Dolía porque Sasuke parecía tan incómodo con su confesión que no era capaz de mirarlo a la cara para enfrentarlo y ahora tendría que pagar las consecuencias de haberse enamorado de esa forma.

Pero…

Lo aceptaba.

Porque si era Sasuke, estaba bien.

Porque, aunque fuera aterrador, Sasuke lo volvía agradable…

 Porque cuando estuvo junto a Sasuke, nada dolía y si ya no podía estar con él, prefería morir antes de agonizar sabiendo que este le despreciaba.

Sintió una respiración cerca de sí. Los ojos que había apretado asustado se abrían mucho más por la sorpresa de tener a Sasuke tan de cerca que le hacía tiritar.

—Sasuke…

—Shh. Yo, lo sabía. Yo te oí aquella vez —Dijo el moreno.

Sintió ambas manos de este en sus mejillas. La maleta había quedado olvidada pocos centímetros atrás de él.

Entonces el malestar cambió volviéndose menos atemorizante, pero más agradable.

Los tibios toques de los labios ajenos sobre los suyos hicieron que su pulso se acelerara y su cuerpo entero temblara mientras torpemente intentaba corresponder a esa caricia inesperada.

Sus manos fueron hacia la espalda de Sasuke. Los ojos de ambos se cerraron permitiendo sumergirse únicamente en el placer que les recorría por dentro.

Porque ambos lo habían estado esperando.

—Sasuke —Dijo Naruto cuando rompieron suavemente la caricia volviendo a depositar un suave beso en los labios del otro— Te amo…Sasuke, yo, te amo tanto.

El mencionado se encogió sobre sí mismo mordiendo sus labios luciendo de pronto tan alterado que Naruto creyó que en realidad era al Uchiha quien le daría.

—Naruto…

Las palabras de Sasuke habían sonado tan agitadas, tan débiles, como si fueran dichas con las ultimas fuerzas de su cuerpo.

Entonces sus ojos se abrieron con sorpresa al mismo tiempo que el Uchiha posaba una mano en su pecho.

—¡SASUKE!

Pétalos azules.

Ese color era tan hermoso que en lugar de asustarse solo pudo sonreír porque Sasuke no podía ser más perfecto.

Porque al parecer, Sasuke no podría alejarse de su lado después de todo.

—Eh… parece que también me he enamorado.

“Hey, Sasuke, ¿Por qué el camino hacia ti se cubre de flores otra vez?”

 

FIN.

 

Notas finales:

¡Hello! Esta es Ckonny Nickole después de mucho tiempo, espero que en este último tiempo hayan estado super bien. Por cierto, ¿Les gustó las ilustraciones que dibujé para ustedes en el fic? De verdad me divertí mucho haciéndolas y espero que les haya gustado.


Ahora bien, @anienn espero que te haya gustado tu fic de cumpleaños a pesar de que me haya demorado medio siglo en terminarlo (?) de verdad, espero que hayas tenido el fic amorosito que querías ;;;

EXPLICACIONES DEL FIC:

-¿Alguna vez han visto, leído, o escuchado algo que les gusta tanto que dicen que podrían explotar de amor? Literal de eso se trata Bbam! La gente explota cuando se enamora, pero el nivel de amor tiene que ser muy superior, es decir, estar realmente enamorado para explotar y no simplemente sentir atracción hacia una persona.

-¿Como se infecta el Bbam? Pues a decir verdad es algo que sucede cuando por algún motivo das con tu "amor verdadero" imagen el hilo rojo, el cual te conecta con tu verdadero amor aunque no lo conozcas. El Bbam es como eso, cuando interactuas con aquella persona que resulta ser tu destinado comienzas a sentir los síntomas hasta que ya llegas al punto en el que estas totalmente perdido de amor por esa persona.

-El Bbam te obliga inconscientemente a interactuar con tu amor verdadero, es por ello que Sasuke le comentó a Naruto cuando vio su comentario en la página pública y no simplemente por ser mala onda.

Finalmente, Agradezco a todas las personitas que le han estado dando tanto apoyo a este fic

¿Cual es el siguiente?


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