Propagación II.
Seis dólares y veinticinco centavos. Fue el descuento que Sakura aplicó a su cuenta.
Aun así, la tarifa seguía siendo costosa para él...
Entonces ¿Por qué insistía en volver de todas formas?
Sasuke 15:30. Dieciséis dólares con cuarenta centavos es demasiado para un servicio de pocas horas, tarado. Si ahorraras todo el dinero que te gastas cada semana en ese lugar podrías contratar un buen servicio de internet a domicilio.
Ah, cierto. La comodidad de estar aislado del caótico mundo exterior y la señal de seis barras completas que no flaquea sin importar la hora del día…
Naruto 15:31. ¡Pero Sakura-chan me aplicó un descuento ilimitado 'ttebayo!
Sasuke 15:32. Dudo que sea ilimitado. De todas formas, de ser así ¿De qué te sirve el descuento si lo que ahorras de allí te lo gastarás en la comida que pidas? Eres un idiota.
… La posibilidad de hablar con Sasuke tranquilamente sin temor de que sus datos móviles le jugaran una mala pasada y no enviara o recibiera sus mensajes.
Hizo un mohín y refunfuñó por lo bajo. El maldito de Sasuke tenía un punto.
Naruto 15:33. ¡Sasuke bastardo!
Sasuke 15:34. Idiota.
Se estaban insultando, entonces, ¿Por qué la sonrisa en su rostro? No lo entendía y la verdad era que tampoco quería entenderlo.
No necesitaba entenderlo.
Sasuke 15:36. Ve a casa. No pases la noche ahí.
Naruto 15:37. ¿Eh? ¿Por qué lo dices?
Los puntos suspensivos apareciendo y desapareciendo una y otra vez en el chat. Sasuke parecía escribir y luego borrar rápidamente como si no supiera cómo responder a su pregunta inofensiva.
De pronto su cuerpo comenzó a temblar mientras esperaba. “Está bien, ‘ttebayo” Se dijo así mismo calmándose. El cosquilleo en sus manos y el retorcijón en el estómago se incrementaban a medida que los segundos pasaban, pero él se quedó quieto con la mirada fija frente a la pantalla del ordenador.
Uno de sus dedos se movió solo hacia arriba como si estuviera señalando algo, pero no era más que una reacción nerviosa provocada por su cerebro ante el alza de su nivel de estrés.
Cualquiera estaría asustado, pero Naruto ya no lo estaba.
Su chat en Facebook sonó y su corazón pareció detenerse al instante. De pronto tenía dos conversaciones abiertas. Sus amigos se habían conectado al chat grupal y no dejaban de enviar mensajes dirigidos a Shikamaru quien hace poco había sido dado de alta.
Soltó un suspiro pesado y se llevó una mano al pecho. Por un momento creyó que Sasuke le había respondido.
—Tan ruidosos, ttebayo —Se quejó silenciando la conversación que parecía no terminar en esos momentos. El sonido del chat repetitivo comenzaba a ponerle los pelos de punta.
No es que de pronto sus amigos le molestaran, para nada. Estaban preocupados por Shikamaru y lo entendía, es más, el también debería estarlo, pero teniendo a Sasuke conectado en esos momentos lo demás dejaba de tener importancia.
Era extraño e incluso podía decir que parecía haberse vuelto una obsesión, desde hace días que solo le respondía a Sasuke inmediatamente cuando este le hablaba.
Habían pasado ocasiones en las que dejaba conversaciones a medias con sus amistades por el simple hecho de estar charlando con aquel desconocido cuya foto de perfil era un simple Uchiwa.
Sus conversaciones ni siquiera tenian sentido. Había días en que simplemente se la pasaban insultándose mutuamente por estupideces, pero aun así… se sentía tan bien.
Sin importar lo que fuera, cualquier cosa que viniera de Sasuke parecía ser suficiente para él.
Sasuke 15:46. ¿Nunca te has detenido a pensar en lo peligroso que pueden ser esos lugares?
Respingó cuando la notificación del chat llegó haciendo eco en la pequeña habitación del cibercafé.
¿Peligroso? Alzó una ceja sin entender e iba a preguntar a qué se refería con eso hasta que recordó lo que dijo Sakura ese día que fuera asustada a comprobar que estuviera bien.
—Ugh, Sasuke idiota, no me asustes —Se quejó para sí revisando que la puerta de la habitación estuviera asegurada.
Genial, ahora no podría dejar de mirar hacia la puerta asustado.
Naruto 15:50. ¡Este lugar es seguro! ¡De veras!
Sasuke 15:51. Lo que digas.
Era seguro, ¿Cierto? Diablos, cuando creía que no podía ponerse más ansioso en la vida ahora aparecía una nueva razón para andar todo paranoico.
Naruto 15:53. ¿Estas preocupado por mí?
Los puntos apareciendo y desapareciendo en el chat. Sasuke solía hacer eso con mucha frecuencia y él no lograba entender la razón tras la aparente indecisión que parecía sufrir el otro a la hora de responder a sus preguntas.
Sasuke 15:55. Tal vez.
Se sonrojó. Esa era una respuesta inesperada.
Su ritmo cardiaco que en el último tiempo sufría de irregularidades que asustarían a cualquiera pareció alterarse nuevamente. Releyó el mensaje mientras sentía sus manos demasiado torpes como para escribir una respuesta rápida.
“¿Te gusta ese sujeto?”
—¡Agh! —La voz de Shikamaru solía aparecer en los momentos menos indicados. Quizás era una especie de castigo por andar todo desinteresado con él.
Observó la pestaña del chat grupal de sus amigos.
Doscientos once mensajes. Ellos sí que eran intensos.
Leyó un par de cosas que envió Kiba en un intento desesperado de calmarse, pero su cuerpo seguía temblando y su mirada se desviaba insistentemente hacia el mensaje de Sasuke que no podía dejar de leer como si de algo impactante se tratara.
EL cosquilleo en su estómago que le provocaba esas simples palabras era difícil de ignorar.
Sus manos temblando sobre el teclado y su cabeza en blanco. Respondió.
Naruto 16:03. Iré a cada si es lo que quieres, ‘ttebayo.
Abrió los ojos exasperado cuando se dio cuenta de lo que había escrito. Era inofensivo ¿Por qué tanto nerviosismo?
El visto de Sasuke solo lo dejó más inquieto que antes. Sasuke por otro lado no parecía tener la intensión de responder rápido porque ni siquiera los puntos suspensivos aparecieron en el chat.
Se despeinó estúpidamente como si se tratara de un tic nervioso ¡Toda la culpa la tenía Shikamaru! Si su amigo nunca habría dicho tal cosa no estaría ahora pensando en lo raro que eran sus mensajes a veces.
Sasuke 16:10. Solo no pases la noche ahí, Naruto.
Pero…
Se mordió los labios y el aire dejó de entrar en sus pulmones por un momento.
Le gustaban esos mensajes.
Quiso cavar un hoyo en la pequeña habitación, pero solo se encogió sobre sí mismo sintiéndose avergonzado con todo el mundo.
Naruto 16:13. Lo haré ‘ttebayo. Confía en mí.
Sasuke 16:15. Lo hago.
¡Ah! Cerró el navegador y apagó la computadora. Repentinamente sentía la imperiosa necesidad de irse a su casa.
—¿Ya te vas? —Escuchó que Sakura le preguntó al pasar por la recepción, pero no respondió.
Sus labios eran incapaces de abandonar la sonrisa tonta que se había alojado extrañamente en su rostro.
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—¡Estas vivo! ¡Sai dijo que morirías!
—Dije que iban a cerrarlo de por vida.
—Bah, encerrar, morir, es lo mismo.
Shikamaru que había entrecerrado los ojos ante el escándalo ladeó una pequeña sonrisa.
—Viejo, no fue nada —Mencionó el Nara intentando no darle tanta importancia al asunto e iba agregar algo más pero su mirada dio con la de aquella persona que yacía inmóvil detrás de sus otros dos amigos en silencio.
Cuando en la tarde Kiba y Sai fueron a su casa para contarle sobre un plan que incluía sorprender a Shikamaru de la nada y celebrar con este su alta del hospital le había parecido una buena idea. Sobre todo porque Sasuke le había mencionado que no se conectaría durante todo el día, por lo la ansiedad que siempre sentía al no saber en qué momento podría hablarle se desvaneció por completo dejándolo tranquilo.
Ahora que estaba ahí, luego de semanas sin verlo, no pudo evitar paralizarse mientras un montón de imágenes pasaban por su cabeza.
Apretó los puños y se mordió los labios —Shikamaru —Murmuró acongojado.
La escena de Shikamaru “explotando” delante de sus ojos seguía tan nítida que casi parecía estarla volviendo a presenciar.
La ambulancia llevándoselo. El oficial entrevistándolo. Los doctores negando el permiso de entrada…
De pronto la realidad caía sobre sus hombros. Quizás, solo quizás, si él no hubiera aceptado aquel encuentro, Shikamaru no habría explotado y pasado una semana aislado de todos en el hospital como si fuera portador de un virus incurable.
Fue hacia él y lo abrazó dándole unas palmadas con fuerza en la espalda. Estaba realmente feliz de verlo allí parado con su habitual postura relajada— ¡Shikamaru! ¡Estas vivo ‘ttebayo!
El mencionado solo reviró los ojos — No empecemos con esto otra vez, Naruto.
El rubio solo sonrió separándose. Sin querer lo inspeccionó de arriba abajo buscando algo diferente en él deteniéndose en su pecho.
—¿No tienes una herida? —Preguntó sin quitar su mirada de esa zona. Había visto como de ese lugar salían un montón de pétalos disparados como si fuera una bomba de confeti. Era imposible que su amigo no quedara sin ninguna marca.
Shikamaru se encogió de hombros y se adentró a su casa sin decir nada. Sabiendo que aquello no era más que una invitación para entrar lo siguieron hacia la sala de estar cerrando la puerta tras de sí.
—¿Por qué tanto drama de repente? —Preguntó Sai que parecía haberse perdido en la conversación y ahora abría una de las bolsas con snacks que compraron para acompañar el rato.
—¡Es cierto! —Afirmó Kiba— ¿Porqué estuviste tanto tiempo en el hospital? ¿Estabas herido? Yo no podía creerle a Naruto hasta que salieron las noticias.
—Viejo, son todos unos exagerados. No sucedió nada —El Nara bostezó y se subió la camiseta ante la atenta mirada de sus tres amigos mostrándoles una pequeña cicatriz en su pecho similar a las que dejan las vacunas en la infancia en los brazos.
—Espera ¿Dices que realmente salieron flores dentro de ti? ¿Qué?
— Naruto dijo que habían sido muchos pétalos y que prácticamente había sonado como si alguien disparara de algún lugar atravesándote el pecho, pero solo tienes una marca insignificante. ¡Mira que eres exagerado, Naruto!
—¡No soy un exagerado, ttebayo! ¡Yo también estoy sorprendido de que solo tenga esa marca pequeñita!
—Ósea que sí explotó, ¿Cómo se siente explotar?
La pregunta de Sai hizo que Naruto y Kiba dejaran de gritarse entre sí y volvieran a poner atención al Nara que se rascaba la oreja despreocupado.
—Nada —Respondió Shikamaru.
—¡OH, VAMOS!
Nara respingó en su lugar ante el grito de indignación que dieron sus amigos. Él no quería entrar en detalles, joder, que flojera.
—Tsk. Solo sentí una presión en el pecho, nada más. Ni siquiera vi las dichosas flores —Explicó pacientemente a sus amigos. La verdad es que la semana que estuvo internado en el hospital se la pasó cuestionándose sobre lo ocurrido porque él no se había dado cuenta de nada en el momento y si no fuera por esa pequeña marca en su pecho, quizás no lo habría creído nunca. Pero había algo más que le hizo creer que todo ese asunto del Bbam era real, algo que no le había mencionado a nadie.
Porque, así como él tuvo un ataque de dicho síndrome, él también fue testigo de este acontecimiento impactante en su estadía en el hospital.
Kiba frunció los labios como si esa respuesta no lo convenciera del todo— Viejo, hasta para explicar las cosas eres aburrido. ¡Ponle un poco de emoción al asunto! ¡Salieron flores de tu pecho y tú aquí diciendo que no sentiste nada! Si hubiese sido yo… —Se señaló así mismo convencidísimo de que algo así podría ser una anécdota interesante con la cual podría impresionar a una chica— Diría que sentí que mi cuerpo quemaba, y que mi corazón se detenía. ¡QUE TODO DABA VUELTAS Y QUE VEÍA UNA LUZ DIVINA! —De pronto Kiba estaba gritando un montón de cosas sobre la mesa de café del Nara sumergido en su propia fantasía.
Todos le ignoraron, sin embargo.
—Lo importante es que estas bien ‘ttebayo —Agradeció Naruto en un suspiro y le palpó el hombro. Shikamaru era uno de sus mejores amigos después de todo.
Sai que desde hace unos momentos parecía más concentrado en su celular que en su alrededor alzó la mano llamando la atención de todos.
—Akatsuki subió un nuevo video —Anunció como si fuera lo más importante del universo, pero todos reaccionaron como si realmente lo fuera porque incluso el mismo Shikamaru se acercó al lado del moreno para ver la pantalla de su celular.
—¿El tipo de los videos perturbadores? Hacía rato que no subía nada —Comentó Kiba atento mientras el navegador cargaba.
Naruto se sintió extraño en ese momento. La música de introducción de ese canal de youtube que había conocido de casualidad cuando recién el fenómeno del Bbam comenzaba a conocerse le traía sensaciones confusas. De alguna forma, todos esos videos que en algún momento buscó por curiosidad, eran simplemente eran incómodos de ver. Se sentía casi como si su cuerpo le estuviera advirtiendo sobre algo.
“Sasuke 03:10. Explotarás”.
Diablos, no iba a pasar por eso otra vez. Lentamente se acercó también poniendo atención a las imágenes con las que iniciaba el clip.
“El fenómeno del Bbam, ya es un hecho…” La voz del sujeto que narra el video les provocó a todos un escalofrio. Ronca y profunda, sin dudas el sujeto parecía haber nacido para hacer ese tipo de contenidos. Naruto tragó saliva ansioso ante los pequeños metrajes de gente explotando que acompañaban la descripción de ese tal Akatsuki. Observó a Shikamaru por el rabillo del ojo, el Nara que siempre se mostraba tranquilo ahora parecía descolocado por alguna razón, ¿Acaso este no había dicho que no había sido nada? “A raíz de los hechos, los internautas han comenzado a crear diversas teorías para explicar este extraño síndrome que se ha expandido a más de la mitad de la población humana existente. El más popular fue el que relata un científico ruso que postula que el Bbam es una infección silenciosa que aloja dentro del cuerpo humano y que se alimenta de las reacciones nerviosas que genera el cerebro frente a determinadas situaciones…”
Naruto abrió los ojos exasperado e instintivamente se tocó el pecho. Su cuerpo tembló un segundo como si de la nada algo lo hubiera atravesado.
“Dado a los acontecimientos y la forma en la que todo parece encajar con esta teoría, se especula que el Bbam llega a su punto máximo cuando la persona que lo acoge se enamora. Dado a que este sentimiento es el que más endorfinas y estrés genera en el cuerpo humano…”
El sujeto seguía hablando, pero él había dejado de escuchar. De pronto recordaba que él seguido sufría ataques de ansiedad, paranoia y estrés desde que había conocido a Sasuke. Conocido entre comillas porque nunca había visto su cara y escuchado su voz, ¿Aún así podría relacionarse al Bbam? No ¿Verdad?
—¿Ósea que si alguien me gusta voy a explotarle en la cara? Más que romántico me parece perturbador esta teoría —Comentó Kiba en medio del video para romper el silencio incomodo que se había formado en la habitación.
—De ser así, entonces ¿Shikamaru está enamorado de Temari? —Cuestionó Sai haciendo sonrojar al mencionado. Kiba rápidamente se puso a molestarlo.
Risas, un grito de reclamo. No entendía nada de lo que oía. Su cerebro parecía haberse apagado en algún momento porque lo único que podía hacer era mirar fijo hacia el celular cuyo video había terminado de reproducirse y ahora comenzaba la cuenta regresiva para iniciar otro video que seguía en la lista de reproducción del canal.
Algo parecía haberse detenido dentro de él porque a pesar de estar en un aparente estado de shock, estaba tranquilo. Oía a sus compañeros, la música de entrada de un nuevo video reproduciéndose, pero su cuerpo no reaccionaba.
Y como si se tratara de un interruptor, el sonido de una notificación en su red social sonó fuerte y claro, como nunca antes la había escuchado. Tosió agarrándose el pecho después de eso, ¿Qué estaba pasando de repente?
—Hey, Naruto…—Escuchó a Kiba sonando cerca de él y luego una mano en su espalda dándole pequeños golpes como si se hubiese atorado con algo.
Con la mano temblando buscó su celular en sus bolsillos e ignoró a sus amigos mientras verificaba su cuenta.
Uchiha Sasuke te ha etiquetado en una publicación.
Tensión. ¿Sasuke había vuelto? ¿En qué momento? ¿Le hablaría o solo estaba de pasada? Revisó la publicación con las voces de sus amigos sonando de fondo.
El mismo cosquilleo que siempre aparecía en la boca de su estómago se extendió hasta su pecho y sus manos picaron por los nervios. La publicación era sencilla, un simple“Tú” acompañado de un video de un chico que abría su refrigerador dejando ver un montón de ramen. Soltó una risita en medio del nerviosismo que recorría su cuerpo mientras le comentaba cualquier estupidez que se le ocurriera en el momento. Estaba a punto de enviar el comentario cuando su celular fue arrebatado de sus dedos haciendo que se volteara sorprendido hacia Kiba que le veía con una expresión extraña.
—Otra vez estas actuando extraño, ¿Con quién te mensajes tanto? —Preguntó el castaño viendo su celular.
Naruto abrió los ojos exasperado y pestañeó un par de veces como recién entendiendo qué estaba pasando ahí.
—¡Ah! ¡Devuélvemelo!
—Es ese tal Uchiha Sasuke —Comentó Sai viendo también su celular— Hombre, actúas todo raro cuando está tu amiguito en línea.
—Cierto, hace un momento parecía que te ibas a morir asfixiado por algo y ahora actúas todo idiota por una simple etiqueta, ¿Qué diablos pasa contigo?
—¿Eh? ¿De qué están hablando? —Sin querer enrojeció un poco sintiéndose un poco expuesto. Él era consciente de que le daban pequeños momentos de crisis, pero nunca pensó en cómo lo veía la gente a su alrededor cuando eso pasaba. Su celular volvió a sonar, ahora avisando de un mensaje nuevo haciendo que se desesperara y de un manotazo le quitara el celular a Kiba. Suspiró al comprobar que no fue Sasuke quien le habló.
—¿Ves? Raro.
—Naruto el raro.
—Es porque le gusta ese sujeto.
Oh no. La atención de todos recayó en Shikamaru y luego hacia él. Su sonrojo se expandió aún más y alterado como él solo movió los brazos intentando defenderse.
—¡ESO NO ES CIERTO!
—Ah, tiene sentido.
—¿Eres de esos?
—¡QUE NO! ¡SHIKAMARU SOLO ESTÁ MOLESTÁNDOME ‘TTEBAYO!
De pronto todos le miraban sospechosamente y él no dejaba de sudar frio por ello.
—Él no me gusta.
—Ajá.
—¿Tiene una polla atractiva?
—¡SAI! —Alegaron al unísono regañándolo.
—¡Nada de eso, ni siquiera lo conozco ‘ttebayo!
—Amor de internet.
—Amor de millennials.
—¡QUE NO!
El comentario que le había escrito a Sasuke en respuesta a su video había quedado olvidado en su celular repentinamente por estar concentrado en defenderse de los comentarios de sus amigos, los cuales tarde entendió que solo eran bromas para distraerlo.
Lo entendió cuando Shikamaru puso una mano en su hombro riéndose. Él, Shikamaru, riéndose, ¿Cuándo pasaba eso? Lo había hecho a propósito para aligerar el ambiente.
—Eres un maldito —Alegó cuando sus amigos terminaron peleándose por qué película verían en algún momento de la conversación que estaban teniendo.
Shikamaru solo se encogió de hombros despreocupado— No te alteres. Parece que todo este asunto del Bbam sigue teniéndote preocupado. Deberías revisarte, Naruto.
—Estoy bien, ‘ttebayo. Solo… —Suspiró cansado— Solo es algo pasajero. Mi cuerpo solo se siente ansioso por todos esos videos.
—Lo que tú digas —Pareció que Shikamaru iba a finalizar la conversación de esa manera pero después de unos segundos agregó— O podrías confesarte a ese tal Sasuke a ver si se te pasa.
—¡Agh!
Shikamaru simplemente ignoró su reclamo y fue hacia el sofá para ver la película que Sai y Kiba habían elegido después de quince minutos de discusión acerca de la trama de cada una de sus opciones.
—Solo estoy ansioso —Se repitió así mismo y vió la publicación de Sasuke a la que aún no había respondido. Su corazón palpitando con fuerza en su pecho le hizo tragar nervioso.
Naruto 20:01. ¿Estas?
Envió ese mensaje mientras iba a la cocina por un vaso con agua. Necesitaba saber si Sasuke estaba o no disponible.
Sasuke 20:01. ¿Porqué?
Naruto 20:02. Dijiste que no podrías conectarte hoy.
Sasuke 20:03. ¿No tenías una reunión con tus amigos?
Naruto 20:04. Estoy en ella. Te iba a comentar la publicación en la que me etiquetaste, pero mis amigos empezaron a molestarme y no pude ‘ttebayo.
Sasuke 20:05. ¿Molestarte?
Naruto 20:06. ¡Si! Contigo.
Sasuke 20:07. ¿?
Naruto 20:07. Dicen que me pongo todo idiota cuando se trata de ti.
¿Dónde estaba la opción de borrar ahí? ¿Por qué nunca leía lo que escribía? El vaso con agua que tenía en su mano izquierda fue a dar a su frente golpeándose con él no muy fuerte, pero si lo suficiente como para reclamarse por lo idiota que era.
Los puntos apareciendo y desapareciendo. Joder, ¡Con razón Shikamaru lo molestaba tanto! De seguro Sasuke se estaba haciendo la idea equivocada también. Se apresuró a escribir un mensaje explicándose, pero Sasuke fue más rápido que él.
Sasuke 20:10. Idiota.
Sonrió sin querer. Sí, realmente parecía ser un idiota.
Sasuke 20:11. Te dejo para que no actúes más como idiota delante de tus amigos. Háblame cuando estés libre.
Se golpeó en la mejilla esta vez. Su sonrisa se ensanchaba cada vez más y el cosquilleo nervioso que antes sentía parecía transformarse en una sensación agradable que se extendía por todo su cuerpo relajándolo.
Era agradable…
Y aterrador sin dudas.
Dejó el vaso con agua y se volteó para ir a la sala de estar con sus amigos sorprendiéndose al ver que estos lo estaban espiando y le miraban cómplices.
—Aja. Así que… ¿Charlando con tu novio otra vez?
¡Ah!
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Dos semanas. Su estómago dolía a horrores por lo que resultaba difícil concentrarse en la partida online que estaba teniendo con sus amigos, pero estaban en un buen puesto del ranking por lo que no debía sucumbir ante el malestar.
El dolor había comenzado un día cualquiera en la mañana, y ya llevaba tres soportándolo. Asustado, había acudido al hospital luego de la mucha insistencia de Sasuke quien pareció preocupado por él cuando se lo comentó pues no paraba de pedirle que se hiciera un chequeo por mucho que le dijese que estaba bien y que ya pasaría.
“Sasuke 01:34. Si no vas a revisarte, no me conectaré mañana”.
Esa simple advertencia que parecía una broma fue la que lo terminó convenciendo.
Gastritis nerviosa.
Cuando el doctor le preguntó si había estado bajo mucho estrés últimamente no supo qué responder, sobretodo porque mientras se lo preguntaba escuchó a una enfermera decir que debían sedar al paciente que recientemente había aparecido en las noticias por tratarse de un nuevo caso de Bbam, el cual parecía cada vez más común. Temió decir que desde hace un par de meses sufría de ataques de ansiedad momentáneos en varios momentos del día. No quería estar internado y alejado del mundo como lo estuvo Shikamaru.
No quería estar desconectado de Sasuke…
Sasuke 22:20. ¿Te sientes mejor?
Hablando de Sasuke. El aire entró pesadamente en sus pulmones apenas escuchó la notificación de mensaje de su red social. El medico dijo que tenía que estar tranquilo y lo estaba intentando, pero todo se volvía un caos cuando el Uchiha aparecía.
Pero no le importaba, porque así de extraño como le hacía sentir la presencia de este, así de bien se sentía saber de él.
Saber que estaba preocupado por él…
Había algo de lo que estaba sufriendo desde hace bastante tiempo también, incluso antes de su dolor de estómago, y era esa sensación de calidez que le causaban los mensajes de Sasuke. Al principio no le tomó la debida importancia al hecho de que siempre estuviera sonriendo cuando conversaba con el Uchiha, pero ahora que esa sensación que al principio solo era nerviosismo inexplicable, se había transformado en un cúmulo de emociones agradables en el estómago que le hacían respingar de vez en cuando y quedar con la cara entumecida de tanto sonreír era difícil de ignorar.
Shikamaru había dejado de molestarlo también, ahora simplemente cuando lo veía suspiraba un “Ah, Naruto” mientras negaba con la cabeza una y otra vez.
Pero aun así, con todo lo que sabía que le pasaba, no se había dignado a buscar una explicación que parecía bastante obvia. No, él no quería saberlo.
Temía saberlo.
Naruto 22:22. Sigo igual ‘ttebayo ¡Ahora mismo estoy luchando por encontrar la posición correcta para jugar!
Sasuke 22:23. ¿No deberías estar descansando en casa?
Buena pregunta. Ya era lo suficientemente tarde como para que empezara a llegar la gente que solía quedarse de noche en Konoha. Frunció los labios indeciso y vio la pantalla del monitos en donde el nombre de su team iba en primer lugar.
¿Y si se quedaba por hoy?
Naruto 22:25. No eres mi madre ‘ttebayo, ¡Está bien!
Sasuke 22:26. Como digas.
De pronto se sintió mal. Pausó el juego escuchando los reclamos de sus amigos al otro lado de los audífonos porque necesitaban su ayuda en esos momentos, pero no les prestó atención. Le había prometido a Sasuke que no se quedaría allí durante las noches después de todo y no quería arruinar la confianza que cada día parecían tener ambos, pero, ¿Sería tan peligroso acaso quedarse?
Quería quedarse y tenía toda la intensión de hacerlo, pero aun así tomó su mochila y se levantó saliendo de la pequeña habitación que siempre usaba cerrando las pestañas sin verificar que su sesión haya sido cerrada.
—Hey, Sakura-chan —Le habló a la chica en la recepción que le sonrió por cortesía— Es cierto que, en este lugar, durante las noches… —No sabía cómo preguntar aquello sin que sonara como si sospechara de ella ¡Como si sospechara de su local favorito! Pero necesitaba respuestas— ¿Pasan cosas peligrosas?
La chica del cabello rosa, que no se esperaba ese tipo de pregunta, reventó el globo de chicle que estaba haciendo con la boca sorprendida y él creyó que le caería un sermón, pero para su sorpresa no fue así.
—Sí, sucede todo el tiempo. La última vez se suicidó un muchacho justo al lado de tu lugar.
La forma tranquila y campante con la que Sakura lo había dicho le provocó un escalofrio. Realmente esperaba escuchar todo lo contrario.
No quiso preguntar nada más y simplemente pagó como siempre antes de retirarse. Joder eso había sido escalofriante.
El aire frio golpeando su rostro. Ah, cada vez que salía a la calle se sentía tan diferente.
Tan fascinante.
Un gato estaba recostado en la acera a lo lejos y le tomó una fotografía sin dudarlo para enviárselo a Sasuke a quien no le había respondido el mensaje anterior.
Sasuke 22:45. ¿Saliste a la calle?
Naruto 22:45. Me estoy yendo a mi casa.
Sasuke 22:46. Pensé que te quedarías en Konoha.
Naruto 22:47. Como si pudiera hacerlo, ‘ttebayo.
Sasuke 22:47. ¿Por?
Sonrió antes de responder a esa simple pregunta y se agachó para acariciar al felino tomándole una nueva fotografía ahora más de cerca. Ese gato negro lo asoció con Sasuke. Era una estupidez considerando que no conocía físicamente al Uchiha pero algo le hacía creer que si aquel chico desconocido fuera un animal, sería ese gato que estaba acariciando.
Naruto 22:50. Porque te hice una promesa.
Se sentó en la acera un momento, su estómago gruñía por el dolor, pero a él no parecía importarle.
Los puntos indecisos nuevamente se podían apreciar en el chat.
El clima estaba agradable. Hacía frio, sí, pero era tan relajante, quizás se decía al hecho de que al estar siempre encerrado en pequeños espacios no estaba acostumbrado a la calma del exterior, aquella alejada de las calles concurridas de su ciudad.
El gato a su lado se había apoyado en él buscando su calor haciendo que una idea surgiera en su cabeza.
¿Cómo sería tener a Sasuke a su lado?
Ese simple pensamiento hizo que su corazón latiera acelerado y sus orejas antes frías se sintieran calientes.
En ocasiones anteriores, se había imaginado cómo podría ser Sasuke pero ninguna imagen provocada por su imaginación le convencía. Sasuke desde el comienzo era un misterio para él. En todo este tiempo él había cambiado su foto de perfil en reiteradas ocasiones, en cambio el Uchiha jamás lo había hecho.
¿Debería pedirle una fotografía? ¿Una nota de voz, aunque sea?
No, no estaba preparado para eso.
Su corazón palpitando con fuerza le advertía que era demasiado. Que quizás, no lo soportaría.
Sasuke 23:15. Tengo toda la noche libre para hablar.
Sonrió.
No importaba.
Sasuke de todas formas estaba ahí con él acompañándolo.
Aunque sea detrás de una simple pantalla.
.
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Esa noche se la pasó charlando con Sasuke por lo que no despertó sino hasta las dos de la tarde debido al cansancio que traía encima. Para entonces su estómago parecía sentirse mejor pues no sintió los retorcijones que le daban en cada movimiento que hacía.
Su celular se había descargado después de haberlo usado toda la noche por lo que apenas terminó de comer algo lo enchufó en su cargador para encenderlo.
Habría deseado no hacerlo.
Tan pronto como el fondo de inicio decorado con la fotografía del gato que se había pillado ayer apareció un montón de mensajes empezaron a aparecer proveniente de muchas burbujas de chat haciendo que el aparato vibrara como si estuviera a punto de hacer corto circuito.
—¿Qué demonios…?
No entendía por qué le llegaban tantos insultos de la nada, era como si todo el mundo se hubiera vuelto en su contra y puesto de acuerdo para reclamarle e insultarlo arruinando la aparente tranquilidad con la que se había levantado.
Inmediatamente, como si se tratara de una necesidad buscó el chat de Sasuke encontrándose con un montón de mensajes que jamás habría enviado.
Naruto 10:03. Hijo de perra.
Naruto 10:21. Marica.
Sasuke 10:22. ¿?
Naruto 10:23. Chúpamela.
Le habían hackeado la cuenta. Justo como lo había advertido Sakura que lo harían si no se preocupada de cerrar su sesión correctamente.
Sus manos temblaron y su cuerpo pareció fallar. Tuvo que afirmarse de la pared para evitar caer al suelo.
Vomitar, de pronto sentía las imperiosas ganas vomitar.
Los mensajes hirientes en el chat de Sasuke habían seguido hasta las una y cuarto de la tarde.
Sasuke no había respondido nada más salvo esos signos de interrogación.
Todo el mundo le estaba hablando buscando una explicación a todos esos mensajes maleducados que habían recibido de su parte, pero él no podía dejar de releer los que habían sido enviados al Uchiha.
Tuvo un mal presentimiento y observó a su alrededor como si temiera que alguien le observara.
Estaba asustado…
Naruto 14:23. ¡Sasuke! ¡Sasuke!
El mencionado no respondió y él sintió que el aire comenzaba a írsele nuevamente.
Tan aterrado.
Naruto 14:33. ¡Sasuke, hackearon mi cuenta ‘ttebayo! ¡Yo no envié esos mensajes!
Naruto 14:34. ¿Estás bien?
Naruto 14:37. Voy a cambiar mi clave. ¡LO SIENTO! ¡DE VERDAD NO FUI YO, LO JURO!
Desesperado. Sasuke no estaba respondiendo.
—Yo no fui… —Murmuró tragando saliva mientras intentaba responderles a algunas personas y cambiar la clave atento a la burbuja del chat de Sasuke por si este le respondía— Sasuke… yo no fui, Sasuke…
Su estómago volvía a doler por el nerviosismo que lo atacaba de la nada.
Un par de lágrimas resbalaron por sus mejillas. La sensación en su pecho era catastrófica. Dolía y parecía quemar como si le fuera a dar un infarto.
Acaso… ¿Sasuke lo odiaba por culpa de esos mensajes?
Sus amigos fueron a visitarlo en la tarde para conversar de lo sucedido, pero él no atendió a la puerta y mucho menos los llamados de sus padres a su teléfono. Tendido sobre la cama como si hubiese perdido la razón de existir no dejaba de comprobar la burbuja del chat del Uchiha esperando una respuesta que no llegaba por más que pasaran las horas.
Sasuke no se había conectado en todo el día y él sentía que podría morir por eso.
Temblaba entero, ¿Era un ataque lo que le estaba dando? No lo sabía. El celular sobre la cama avisaba sobre los comentarios que le dejaban sus amigos a la publicación que había hecho hace un par de horas atrás explicando lo que había sucedido al sentirse incapaz de responder a todos los mensajes que le habían dejado.
No importaba.
Ellos podían pensar lo que quisieran de él en ese momento.
Si perdía a alguno de ellos no sería tan doloroso cómo perder a Sasuke.
La noche llegó de una manera agonizantemente lenta. No había podido dejar de temblar en todo momento y había vomitado un par de veces por el estrés que estaba sufriendo.
Su cuerpo parecía no querer hacerle caso pues por más que intentara relajarse, ver un video para distraerse o simplemente intentar dormir, nada pasaba, y se encontraba a sí mismo pendiente del chat esperando por Sasuke.
Esperando por saber si Sasuke volvería.
Lucía enfermo, como si algo en las últimas horas estuviera devorándolo por dentro. Estaba aterrado.
No lo soportaba.
—Por favor…—Rogó en algún momento, débil, temiendo desfallecer y no volver despertar. Por alguna razón, su paranoia le hizo creer que iba a morir por lo que no dejaba de pedir en voz baja el nombre de la única persona que le importaba— Sasuke…
Sasuke 01:23. Ten más cuidado con tu cuenta.
Se detuvo. El latir que podía oírse en sus oídos se detuvo y su sollozo se volvió seco. El mensaje había aparecido en grande, cubriendo todo su fondo de pantalla y el sonido de la notificación había revotado por las paredes de su pequeño departamento.
Su cuerpo dejó de temblar y simplemente pareció adormecerse.
—Sasuke… —Dijo sin poder creerlo y pestañeó como si acabara de despertar de un sueño— ¡Sasuke! —Gritó y activó el micrófono de grabar audio porque era incapaz de escribir— ¡SASUKE, SASUKE, ERES TÚ! —No dejaba de decir sintiéndose aliviado.
Sintiendo como si de pronto volviera a la vida.
—¡No era yo Sasuke, no era yo! ¡juro por Dios que no era yo, lo siento!
Sasuke, quien sabía que estaba escuchando sus audios le respondió más rápido de lo que creyó que lo haría haciéndole sonreír en medio de sus jadeos exaltados.
Sasuke 01:26. Suenas como si estuvieras hecho un desastre.
Sasuke 01:27. Lo sé, Naruto. Sabía que no eras tú.
Sasuke 01:28. Tranquilo, tarado. Con solo leer supe que no eres tú quien escribía esas cosas.
Calidez. Las palabras de Sasuke eran cálidas para él.
Era incapaz de responderle en ese momento y como idiota solo abrazaba con sus manos su celular como si fuera el propio Sasuke en persona quien lo consolaba.
—Gracias…—Dijo en una nota de audio. Su garganta parecía haberse cerrado de pronto.
No lo entendía.
No sabía qué estaba pasando con su cuerpo.
Sasuke 01:30. Estoy aquí, Naruto.
Pero mientras tuviera a Sasuke… ese malestar atemorizante se volvía agradable.
Si tenía a Sasuke, sentía que podría vivir con ellos el tiempo que fuera.
Y si vivía, sería para estar a su lado definitivamente. Porque sin él, todo era escalofriante.
.
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“¿Te gusta ese sujeto?”
Un mes. La pregunta que antes lo hacía exaltarse de vergüenza ahora nuevamente estaba rondando en su cabeza como si se tratara de un asunto pendiente que debía atender con urgencia.
Sasuke y él en ese tiempo se habían vuelto cercanos. Demasiado.
No sabía en qué momento habían comenzado a tocar temas personales. De pronto, sabían todo del otro y pasaban más de la mitad del día charlando cómo si fuera la única cosa interesante por hacer.
Él no lo había notado de no ser por Shikamaru (otra vez) pero, a veces sus conversaciones pasaban fácilmente como coqueteos inconscientes de los que ninguno de los dos se había percatado o no habían querido hacerlo.
Por lo que nuevamente estaba en ese dilema existencial en el que no sabía qué estaba pasando entre Sasuke y él, pero…
Sea lo que sea, cada día se sentía mucho mejor a su lado.
Los temblores habían desaparecido y el cosquilleo en su estómago solo aparecía cuando la situación lo ameritaba. Su pecho había dejado de doler como si le faltara el aire y su paranoia había disminuido significativamente.
Todo gracias a que Sasuke y él se mantenían unidos en una especie de relación extraña que ninguno de los dos parecía entender pero que ambos parecían disfrutar sin cuestionar.
Ah, era una dicha que pensó no merecer. Tener a Sasuke en su vida, ¿Qué había hecho para merecer la existencia de este?
No creía que su felicidad actual pudiera ser superada.
Pero como siempre, Sasuke aparecía para volver un caos su tranquilidad a su antojo.
Sasuke 16:15. Iré de vacaciones con mi familia a donde tú vives.
Sus ojos abriéndose exasperados. El ramen que estaba comiendo momentos antes mientras veía televisión quedó olvidado sobre su pequeña mesa de café.
Naruto 16:16. ¡¿Hablas enserio?!
Su palpitar acelerándose como hacía mucho no pasaba. No podía creerlo.
Sasuke 16:17. Lo hago. Les dije que yo quería viajar antes para reunirme con alguien.
Naruto 16:17. Espero que ese alguien sea yo ‘ttebayo jajajaja.
Sasuke 16:18. Eres tú.
¿Esto realmente estaba pasando?
Naruto 16:18. ¿Hablas enserio ‘ttebayo? ¿Complemente en serio?
Sasuke 16:19. ¿Para qué voy a mentir? Sí que serás tonto.
Se levantó del suelo en el que estaba sentado sintiendo que necesitaba hacer algo para descargar toda la energía que de pronto había llenado su cuerpo.
Sasuke venía.
Conocería a Sasuke.
Su pecho dolía de la emoción y a él no le importaba en lo más mínimo.
Naruto 16:22. ¡Diablos! ¡Podríamos visitar juntos la plaza de la que te hable!
De la emoción se puso a planear las cosas que podrían hacer juntos mientras en su cabeza imaginaba todos los escenarios posibles pensando en cuales serían del agrado el Uchiha.
Estaba emocionado.
Tanto así que podría “explotar”. Soltó una carcajada regañándose por pensar en eso. Ese había sido un mal pensamiento, pero, de verdad creía que podría explotar de felicidad en esos momentos y eso que aún no conocía a Sasuke en persona.
Sasuke 16:40. Tus planes suenan como a una cita.
De verdad, podría explotar.
Se sonrojó hasta las orejas al darse cuenta que efectivamente todas las invitaciones que estaba haciéndole eran lugares donde iban las parejas usualmente.
Naruto 16:43. No lo son, pero si quieres…
Se atrevió a responder para ver qué contestaba el otro. Pero Sasuke entró en modo indecisión y nunca lo hizo.
No importaba.
No es como si tuviera cara para responderle otra cosa porque de pronto estaba muy avergonzado.
“¿Te gusta ese sujeto?”
Agh, a este paso, si podría explotar enserio.
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.
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“El Primer Ministro ha declarado estado de alerta nacional ante los múltiples casos de extraño síndrome apodado Bbam que ha infectado a más de la mitad de la población en el país. Se sugiere a las personas que muestren síntomas de dolores en el pecho, estrés, sudor frio…”
Observó el televisor sin prestarle real atención. El celular vibrando constantemente sobre su mano era más interesante.
“Se han registrado hasta la fecha, más de cien casos de jóvenes que han sido vistos expulsando pétalos de flores desde su caja torácica...”
—Wow, esto parece que se ha salido de control ‘ttebayo —Comentó sorprendido por las imágenes que mostraba el noticiero.
Su celular volvió a vibrar anunciando un nuevo mensaje.
Sasuke 20:35. Por acá igual muestran noticias sobre Bbam.
Naruto 20:35. Insisto en que no me imagino teniendo un cañon de confeti dentro del cuerpo ‘ttebayo jajaja.
Sasuke 20:36. No te rías, tarado. Podrías infectarte en cualquier momento.
Naruto 20:36. ¡No me llames tarado, bastardo! Si me llegara a infectar, espero que sea antes de que llegues al país o arruinaría los planes que hemos estado haciendo desde hace meses. Realmente quiero conocerte Sasuke.
Sonrió al no ver los puntos de suspensivos característicos del chat anunciando que la otra persona estaba respondiendo al mensaje. Sasuke siempre se demoraba en responder cuando le enviaba mensajes de ese tipo.
Mensajes fácilmente mal interpretables como lo diría Shikamaru.
Hizo un mohín mientras esperaba la respuesta que tardaba demasiado tiempo en llegar. Su corazón como siempre se agitaba ansioso cuando no recibía una respuesta inmediata por parte del Uchiha.
Una sonrisa siempre se formaba en sus labios de solo pensar en que era cuestión de horas para conocer a Sasuke por fin, después de tanto tiempo. Algo que sin dudas nunca imaginó que pasaría.
¿Cuánto llevaban de conocerse? No lo recordaba con exactitud la verdad. Pero, creía que había sido por mucho.
Había vivido demasiadas cosas con este que fácilmente parecía que habían pasado años y no unos cuantos meses.
Quizás se debía al hecho de que se conocieron justo cuando todo este asunto del Bbam apareció volviendo caótico el mundo allá afuera.
Volviendo caótico su propio mundo también.
Aun fruncía el ceño cuando recordaba cómo Sasuke le había hecho creer que explotaría hace un tiempo atrás, pero ahora solo podía reírse por lo estúpido que fue al creerle.
Ah, sí parecía haber pasado demasiado tiempo.
Su celular vibró y el respingó en su lugar.
Sasuke 22:07. Lo sé, por algo te pusiste tan feliz cuando mencioné que haría ese viaje familiar a tu ciudad, idiota.
Naruto 22:07. ¡Tú igual quieres conocerme, no te hagas, bastardo!
Alzó una ceja cuando notó que Sasuke parecía borrar lo que escribía varias veces ya que los puntos suspensivos aparecían y desaparecían hasta que por fin obtuvo una respuesta.
Naruto 22:13. ¿Te envié mi número verdad?
Sasuke 22:14. Lo tengo. Te veo mañana.
Su pulso volvió a acelerarse al leer aquello. Mañana por fin sería el día del encuentro después de todo.
Naruto 22:15. No puedo esperar.
Supo que Sasuke no le respondería, ya que su vuelo sería dentro de poco, así que se dedicó a vagar por internet un rato antes de ir a dormir. Incluso en redes sociales que como siempre no paraban de hablar de aquel extraño síndrome. Leyó varios comentarios de personas que reafirmaban la teoría de que Bbam aparecía cuando te enamorabas o veías a la persona que te gusta y recordó a Shikamaru que recientemente había mencionado algo sobre Temari internada en el hospital.
“Te veo mañana” sin dudas esas palabras le perturbaban más el sueño que todas esas teorías de internet sobre el extraño síndrome.
Se puso a pensar durante el transcurso de la noche en lo desafortunado que era nunca haberle pedido a Sasuke una fotografía antes de conocerlo. Así que realmente lo vería por primera vez.
Su corazón no dejaba de latir exasperado ante ese hecho.
Eso era demasiado emocionante como para dormir tranquilo y la noche parecía no estar de su lado porque en esa ocasión parecía eterna y su cabeza parecía haber decidido que era el momento perfecto para organizar todo lo que haría junto a Sasuke una vez llegara al aeropuerto.
Su emoción solo aumentó cuando el sol por fin se puso en el cielo. Desayunó algo apresurado y salió de su casa en dirección al aeropuerto sin dejar de comprobar por ningún segundo su celular a la espera de algún mensaje del Uchiha.
Era imposible mantenerse quieto mientras esperaba así que se movía de un lado a otro por todo el aeropuerto mientras veía a las personas pasar. Su corazón parecía igual de inquieto que él mismo.
— ¿Mh? —Su celular vibró insistente ante la llamada. Su cuerpo temblando poco a poco— ¿Sasuke? —Preguntó al responder al número desconocido.
— ¿Naruto? ¿Dónde estás?
Casi se le cae el celular. Era la primera vez que escuchaba la voz de Sasuke. No necesitaba preguntar para saber que era él— ¡Sasuke! ¡Frente a la boletería! ¿Dónde estás tú?
—Mh, creo que cerca de ti.
La voz desde el otro lado de la línea se combinó tan bien con aquella proveniente a sus espaldas. Se paralizó. El ruido a su alrededor pareció desaparecer en ese momento y sus manos temblaron.
Lentamente se volteó, temiendo de que su cabeza le estuviera jugando una mala pasada y estuviera imaginando cosas.
Había llegado el momento.
¿Realmente estaba pasando?
“Mi cuerpo entero hormiguea, ¿Qué es esta sensación agradable?”
—Sasuke —Murmuro atónito. Su pulso acelerándose ante la visión delante de él. Todo a su alrededor comenzó a dar vueltas.
—Naruto—Respondió Sasuke con una expresión preocupada.
“¿Qué es esto?” Pensó admirando cada facción del otro como si no creyera que Sasuke fuera real. Era demasiado perfecto para serlo. Se sentía aturdido.
El Sasuke que había imagino en su cabeza no era nada a comparación del que tenía frente a él.
Esa persona… ¿Era real? ¿Por qué lucia tan perfecta a sus ojos?
Su pecho dolía y se apretaba impidiéndole el paso del aire.
Silencio. Un pitido en sus oídos se escuchó de pronto mareándolo.
— ¡Naruto! —Escuchó gritar a Sasuke de pronto.
Un fuerte sonido cercano que fue acompañado con un calor inexplicable en su pecho dio fin al silencio del entorno y ahora escuchaba claramente a las personas exclamar sorprendidas por algo que no entendía.
Estaba demasiado fascinado con aquella persona delante de sus ojos como para importarle.
“Sasuke ¿Por qué el camino hacia a ti se cubre de flores de repente?”
Sasuke se acercó a él en medio de una lluvia de pétalos inesperada. Su mano fue a dar hacia su pecho cada vez más caliente y agitado.
“¿Te gusta ese sujeto?” La voz de Shikamaru volvió a sonar en su cabeza desde algún lugar de su subconsciente.
Parece que de pronto sí encontró la respuesta adecuada para esa pregunta.
—Ah… parece que me he enamorado ‘ttebayo —Comentó notando como las mejillas pálidas de su amigo se pintaban de rojo.