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Tu mirada en mi por cristalita

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Notas del capitulo:

Espero les guste es el primer CharaMen que hago, espero lo disfruten. Esto llego gracias a un reto de una amiga. 

El viento soplaba junto a ellos, todos corrían con todas sus fuerzas para poder llegar a la meta; los espectadores gritaban admirando la ardua carrera entre clanes; era la quinta gran carrera anual que se realizaba en Konoha inaugurada por la Hokage.

Ese día el clan Uchiha iba en la delantera y con ella el gran Sasuke, quien es llamado comúnmente como Charasuke, estaba sobre todos los competidores. Se encontraba contento por lo que en medio camino se le ocurrió sorprender a sus preciosas admiradoras; de un momento a otro, se sacó la camisa arrojándola fuera de la pista.

Las mujeres que estaban locas por él se desmayaban, otras gritaban de la emoción, Charasuke solo sonreía por el logro y las miles de hemorragias dadas a su persona.

¡¿Quién no lo estaría?!

Era un experto en el romance, el conquistador número uno.

En cambio, Menma Uzumaki que representaba a su clan estaba concentrado en alcanzar a ese presumido y mujeriego Uchiha, no es como si le interesara ser mejor ni nada, pero desde hace unos años que había empezado a sentir molestia su forma de ser y no era para menos, fue el azabache quien primero fue con sus locas insinuaciones al moreno.

La carrera estaba por terminar, una última vuelta definiría todo el campeonato.

Entre los que admiraban la carrera estaban los padres de Menma mirando con gran emoción a su hijo.

– ¡Ese es mi hijo! – Gritaba fuerte Kushina dando muchos ánimos a su hijo – ¡¡Vamos tu puedes ganar!!

Minato solo sonreía esperando los resultados finales, sabía que su hijo podía ganar, pero el hijo de su amigo Fugaku estaba teniendo mucha ventaja.

Menma se las ingenió para guardar lo mejor para el ultimo, con máxima velocidad casi estaba lado a lado con el Uchiha.

– Oh pero miren, si es Menma-kun – dijo Chara con una sonrisa al ver a ese chico casi por alcanzarlo – Vamos, acepta tener una cita conmigo, mi querido gatito – ya hace un tiempo que lo intentaba conquistar, pero no le daba resultado.

Siempre estuvo interesado en ese chico desde que lo había visto en la academia, aunque nunca le tomó importancia, estaba conforme con las chicas que estaban dispuestas a darlo todo por él…, no hasta que hicieron equipo. Se había dado cuenta que ese chico era serio, con una determinación increíble y el mejor de la clase; junto con él se había vuelto un poco popular, claro que sin superarlo.

– Deja de molestar, Chara – fue la simple respuesta del Uzumaki, no quería desconcentrarse, esta vez tenía que ganar.

– Oh, que malo eres – fingió ponerse triste, para luego poner una sonrisa dirigida al ojiazul.

Cuando Menma se dio cuenta de su mirada inmediatamente supo de que algo estaba planeando, esa mirada no puede significar otra cosa más que peligro.

De algo estaba seguro. ¡No cedería!

– Lo que sea que estés planeando, la respuesta es ¡No! – Negó Menma cuando este se paró frente suyo haciendo que no avance ni un paso más.

Chara quería ganar, pero en esos momentos ya no le importaba la carrera sino el chico amargado al que estaba impidiendo el paso para seguir en la competencia.

– Tendrás que aceptar si quieres ganar. – Con un guiño dirigido hacia él y una sonrisa picarona, Chara sabía que Menma no tenía otra salida.

– ¡Ya deja los juegos de lado, tenemos que seguir con la carrera Charasuke!

– Ya dije que si aceptas te dejaré seguir – repitió con un tono serio algo no muy común en él.

Rayos.

Menma maldecía que en la carrera no sea permitido usar chakra, eso hacía que le fuera imposible huir a menos que planeara una estrategia, pero no había tiempo para eso, estaban a unos metros de la meta y los demás estaban por alcanzarlos.

Quiso rendirse antes de aceptar cualquier petición por parte del azabache, pero al fijarse a un lado hacia el lugar donde estaban los espectadores, vio a sus padres confundidos observando la meta, seguro en espera de ver quién será el ganador.

Mordiendo su lengua y con el poco tiempo que quedaba respiro profundo. Ya le daría su merecido a ese mujeriego.

– Bien, hare lo que me digas, pero apártate de una vez – tras decir estas palabras Chara saltó de la emoción, feliz por haber hecho que aceptara – Me dices luego, no hay tiempo…

Menma vio que ya estaban por pisarles los talones los demás y aprovechando la distracción del otro le dijo eso ultimo y lo sobrepaso con gran rapidez. Ese día tenía que ser su victoria.

A Chara ya no le importaba nada, estaba tan feliz que en vez de correr, caminó con tranquilidad hacia la meta. Todo el clan estaba sorprendido pues esperaban que el joven fuera el ganador, pero para la sorpresa de todos fue Menma en representación a los Uzumaki.

La pelirroja gritó de la emoción abrazando a su marido, luego de darle un beso lo jalo de la mano para llegar hasta donde se encontraba su hijo.

Minato estaba igual de feliz y se sentía lleno de devoción al ver a su esposa tan eufórica. Toda esa felicidad era gracias a su hijo, mentiría si dijera que no esperaba que fuera el ganador, al principio pensó que el Uchiha lo sería, pero luego de ver a Menma correr y la determinación en su mirada. Solo tuvo que esperar a ver los resultados.

La música tocaba, las misturas caían del cielo y la Hokague entregaba un reconocimiento ninja al clan que tan solo era conformado por Kushina, Minato y Menma.

Kushina abrazo de igual manera a su hijo y le felicito junto con Minato, Menma no dijo nada solo sonrió feliz, no era una persona que daba muchos afectos, solo a sus padres demostraba una debilidad un tanto cariñosa.

Después de todo ya era un joven a punto de ser adulto, pronto conseguiría un lugar para poder independizarse, por mientras estaba feliz viviendo con su familia.

Que si ¿no estaba avergonzado?

Pues no, el vivir con sus padres no era nada por lo que avergonzarse, todo joven a su edad o una gran mayoría vivía con sus padres, claro que muy pronto dejarían el nido; en cambio fue decisión suya el quedarse, quería disfrutar más con sus padres, después de todo ¿qué haría sin ellos?

Charasuke fue con su familia, su padre no le dijo nada solo le felicito por el esfuerzo, en cambio Mikoto, su madre lo veía un poco molesta.

– Lo siento si no gané, no podía evitar distraerme al ver una hermosa rosa que reflejaba la belleza de mi encantadora madre en medio de la pradera, tuve que detener mis pasos y cortártela para ti. – Alagó el pelinegro sacando una rosa de su camisa ya recuperada por una de sus fans.

Mikoto miró la hermosa rosa y con las palabras de su hijo se sonrojó encantada disimulando seguir molesta, pero todos se dieron cuenta que ya no lo estaba.

En cuanto todos se iban, Chara les dijo a sus padres que los alcanzaría después; aún tenía unas cosas que hacer.

Menma estaba a punto de irse con sus padres si no fuera que antes Chara se acercara tan de repente y se apoyara a él como si fueran amigos de toda la vida.

– Hola, hermosa madre de Menma, perdone si vengo a interrumpir algo, pero le robaré un momento a su hijo – dijo descaradamente abrazando por la cintura al ojiazul que empezaba a enfadarse.

– Oh, joven Uchiha me alaga, no se preocupe de todos modos solo íbamos a descansar. – Respondió Kushina con una sonrisa cómplice, eso dejó desconcertado al moreno.

– Mamá no le hagas caso a este muje... – Chara le agarro una nalga dejándolo sorprendido para luego fulminarlo con la mirada.

– Bueno ya nos vamos – Chara fingía que no había hecho nada y con una cara bondadosa lo empezó a jalar lejos del lugar.

La mujer no se había dado cuenta de nada, pero sabía que aquel muchacho quería algo con su hijo y no le desagradaba la idea, es más le encantaba que un Uchiha, el más codiciado, fuera el interesado por su retoño.

Minato volvió listo para irse con su familia, pero sólo encontró a su esposa mirando hacia la nada, entendiendo que su hijo se había ido, se acercó a ella y le agarró el hombro para que se diera cuenta de su presencia, así fue como sucedió.

– Mina, si el hijo de Fugaku pretendiera a nuestro hijo ¿Lo aceptarías? – preguntó dejando sorprendido al rubio.

Ese día el sol los alumbraba, la brisa era refrescante, Minato se tomó unos momentos para poder contemplar el ambiente, para solo responder unas simples palabras.

– Es un buen muchacho y parece que Menma se ha encariñado. Yo lo haría.

Kushina se apegó más a él con una ligera sonrisa.

– Tienes razón, lo es.

Lo suficientemente alejados Menma por fin pudo soltarse de Chara, no sabía qué era lo que quería como para que hiciera todo eso frente a su madre.

– ¿Y ahora qué quieres? – preguntó con el ceño fruncido.

– Oh gatito, tan rápido se te olvidó lo del trato. – fingió ponerse muy triste, el otro lo miró con desgano tratando de adivinar a qué se refería. Chara se dio cuenta de eso y con un gran suspiro decidió ir directo al punto.

– En la competencia.

Menma se dio un cabezazo mental, con tanta felicidad y felicitaciones se había olvidado lo que pasó antes de que ganara.

– Oh si… eso, pues ya dilo de una vez – fingió tomarle desinterés, no quería que luego Chara pensara cosas que no son.

– Iré directo al punto. – le tomó de la cintura – Yo quiero... – se acercó peligrosamente, todo pasó tan rápido que no dio tiempo para que Menma reaccione.

Por suerte en vez de acercarse a sus labios, que por cierto parecían que a ellos se dirigía, se acercó a su oreja izquierda.

– Unas fotos – se separó sonriendo inocentemente.

Menma quedo sin entender nada.

– ¿Unas fotos? – volvió a preguntar por si había escuchado mal. El asentimiento de Chara le hizo quedar en claro que eso era lo que quería – ¿Para qué quieres fotos mías? No es otro de tus intentos de conquista ¿no? Porque no le veo el sentido.

– Si Menmita, escuchaste bien, solo quiero unas fotos de ti pero solo para mí. –

Menma dudo por un momento, pero tras pensarlo unos instantes se dio cuenta que no había nada sospechoso, además que solo serían unas simples fotos ¿Cierto?

Sí, era mejor darle este simple capricho para poder irse de una vez.

– Bien, tómalas de una vez.

Charasuke sonrió victorioso y lo agarró de la mano para seguir caminando.

– ¡¿A dónde me llevas?! – Preguntó al ser tomado y jalado – Puedes tomarme las fotos ahí mismo.

– Veo que no entendiste muy bien gatito – respondió Chara sin dejar de jalarlo. – Te tomare fotos, pero no quiero que sea con esa ropa.

– ¿Con otra ropa? Y ¿qué de diferente será eso?

– Ya lo verás.

Menma lo miro extrañado, por el tono de voz que utilizó no supo si era buena idea haber aceptado ese trato.

– Espero que valga la pena, no veo nada de malo en mi vestimenta. – dijo algo molesto para luego seguir los pasos de Charasuke hasta donde sea que lo esté llevando.

A la final llegaron al barrio Uchiha, seguía sin comprender por qué era necesario que él entrara, si el otro siendo un Uchiha podía ingresar y salir sin problemas con la ropa que quería que se ponga; pero nuevamente la insistencia del azabache se le hizo tan irritante que tuvo que entrar.

Como el lugar era grande y había muchas casas alrededor donde solo vivían puros Uchiha, le puso desinterés a las miradas que iban dirigidas a él, sobretodo de las chicas quienes lo miraban como un intruso, solo tuvo que devolverles la misma mirada para que se fueran.

Entraron a una de las casas y subieron al supuesto cuarto del Uchiha.

– ¿Y tus padres? – preguntó al no sentir chakra por los alrededores.

– No te preocupes por ellos, de seguro fueron con mi hermano Itachi a uno de los paseos matutinos que hacemos.

– ¿Por qué no fuiste?

– No iba a dejar que se pase mi oportunidad de poderte sacar fotos con el vestido que tengo preparado – contestó sonriente mientras buscaba desesperadamente en su armario.

– Pues no deberías falt... – Apenas había logrado captar el mensaje – ¿Dijiste vestido?

– ¡AJÁ! – Al parecer lo había encontrado – Exacto – extendió el ropaje que tenía en la mano para dar paso a un vestido elegante color celeste brilloso; se notaba provocador; tenía estampado flores rosadas, mariposas azules; totalmente desagradable para Menma.

– ¡NI MIERDA ME VOY A PONER ESA COSA! – Gritó shockeado, nunca imaginó que Chara fuera tan atrevido como para pedirle a él que se ponga tal vestido, aun sabiendo el estatus de mujeriego que era.

– No puedes negarte, aceptaste el trato, me lo debes por hacerte ganar – le dijo Charasuke con una sonrisa pícara – Además te dije que esas fotos solo serán para mí y solo te pondrás en esta ocasión, no veo cuál es el problema.

– ¡¿Qué?! ¿Cómo que no sabes cuál es el problema? No ves que eso es para mujeres ¡YO SOY HOMBRE!

– Me lo prometiste, no pensaba que tú, Menma Uzumaki, romperías los tratos y más con un Uchiha – lo miró retadoramente.

Menma no dijo nada, se quedó callado ante esas palabras, por mucho que lo quisiera negar tenía razón, él no iba a rebajarse ante un Uchiha, su orgullo no se lo permitía.

– Ah! – solo dio un pequeño grito, no sabía qué hacer, si alguien lo llegase a ver son ese vestido de igual manera sería una vergüenza, dio unas vueltas por el cuarto tratando de digerir todo y poder respirar, tan solo ver el vestido e imaginarse puesto eso le daban ganas de vomitar.

Charasuke sabía que le había dado en un punto débil, al fin y al cabo, lo mismo pasaba con todo su clan no se resistían ante un reto y menos si eso implicaba rebajar su orgullo.

Pasaron unos segundos y al fin Menma se detuvo para dar una profunda respiración. Miró a Charasuke y al vestido para luego acercarse y tomar la prenda.

– Será mejor que tomes esas fotos rápido, quiero de una vez terminar con esto. – Se metió al baño para cambiarse, Chara no quitaba su sonrisa del rostro.

Cuando salió Menma, el azabache se quedó impresionado por lo que veía, estaba con los ojos bien abiertos, la nariz a medio sangrar y la saliva por resbalar de su boca.

Menma tenía tanta vergüenza que un sonrojo se le apareció en el rostro, al parecer el vestido le había quedado como anillo en el dedo, no se lo esperaba pero así era, le quedaba y lo hacía ver demasiado sexy.

Chara se hizo a un lado para que no mirara el enorme rubor que se extendía cada vez más al verlo de pies a cabeza.

– Bueno ya saca las fotos para irme – dijo Menma con los brazos cruzados.

– S-si pero a-antes necesito que te pongas esto – le extendió unas botas del mismo color que el vestido y que por cierto combinaban con el.

Menma no se inmuto e inmediatamente se las puso, nuevamente le quedaba perfecto.

– Listo, ahora sí.

Chara corrió por una cámara y le dijo que se posicionara cerca ventana ahí la luz alumbraba radiante, era un lugar adecuado para unas buenas fotos.

Antes de dirigirse ahí, Menma miro sin querer el armario y vio una chalina peluda algo que llamo su atención. La tomó y se la puso en el cuello.

Era muy cómoda.

– Ah, sobre eso...

– Me gusta, creo que queda bien ¿Por qué no me lo diste?

– No pensé que te gustaría, además no combina con la vestimenta.

– Bueno pues, si quieres que me tome fotos que sea con esto.

– Como tú quieras, gatito.

– MH – Lo miró molesto.

La verdad era que eso por lo menos tapaba algunas partes de su cuerpo que le daba vergüenza como ese escote en los hombros. Se posicionó en su lugar con una pose cualquiera.

Charasuke le sacaba muchas fotos, Menma solo cambiaba de pose cada que dos o más flash se daban en una sola pose, cuando quiso detenerse Chara le convenció de seguir con algunas poses más, no tenía idea de qué posturas más utilizar, así que con una sonrisa se dio media vuelta se arrodilló mirando a la cámara con una mano tapando la iluminación que le daba al rostro.

Chara le dio muchos flashes, desde hace mucho que su mirada no iba enfocada a la cámara, disimulaba sacar fotos mientras lo podía apreciar; su piel tersa, su mirada azulina, sus poses tan provocadoras.

Su corazón empezaba a latir llenándolo con un sentimiento algo extraño.

Menma se distrajo tanto tratando de sacar algunas poses; en una de ellas, miró a los ojos de Chara, simultáneamente fue haciendo poses sin saber cómo, la mirada oscura del otro lo tenía hechizado, no dejaba de mirarlo, era tan extraño, sentía como si le estuviera mirando a él y no a la cámara.

Sin darse cuenta los dos no dejaban de mirarse, los flash, las poses, la luz, su alrededor, todo eso ya no importaba solo ellos y el ambiente que habían creado, era lo más extraño y nuevo que experimentaron jamás.

Quien se dio cuenta primero fue Chara dejando de tomar fotos, tapo la cámara y miró hacia un lado tratando de ocultar su sonrojo.

– Bueno a-ahora puedes ir a cambiarte, eso era todo – dijo apenado fingiendo una sonrisa, Menma estaba igual que él, solo se paró y trato de caminar al baño, pero el shock de ese nuevo sentimiento lo dejo tan sorprendido que sentía como sus pies temblaban; un paso en falso y por poco se cae sosteniéndose de inmediato, Chara quiso ayudar pero al ver que ya estaba bien no hizo nada.

¿Qué le estaba pasando?

De una simple burla o interés extraño que había tenido hace un tiempo, ahora su corazón palpitaba y se hacía difícil de entender esa situación.

– ¿Estas bien gatito? – preguntó preocupado y a la vez tratando de volver al trato que siempre tenía.

– Claro, ¿por qué no lo estaría? – dijo mirándolo, al notar que de nuevo los pálpitos volvían decidió encaminarse al baño para cambiarse.

Al terminar salió con la vestimenta doblada en su mano, se dirigió al ropero, sacó una bolsa de tela y metió la ropa ahí, Chara lo miro sin entender.

¿Planeaba llevárselo?

– ¿Te lo llevaras? – Preguntó al verlo dirigirse a la puerta.

– Claro, no pienso dejar pruebas de lo que pasó y espero que esas fotos las guardes bien o las quemes ya que los dos sabemos que solo era por molestar – dando vuelta la cabeza para mirarlo dijo eso con un tono de voz más tranquilo de lo que esperaba. Chara volvió a su estado natural y con un guiño y una sonrisa única de él se despidió.

– Las guardare porque solo serán mías, ya te lo dije.

Menma por fin dio una sonrisa ligera y salió del lugar, llegó a su casa sin ningún cambio, todo era normal, cenó con su familia y a la hora de dormir se fue a su habitación.

Apago la luz y se dejó caer encima de la cama mirando el techo, también tenía la esperanza de poder dormir como siempre, pero no, seguía pensando en esos ojos que no le quitaban la vista, los flash, el cabello azabache…, el olor.

No podía dormir.

Se sentó tratando de pensar, en eso miró la bolsa que estaba a un lado, y la tomó sacando el vestido, se volvió a echar en la cama sosteniendo la ropa para mirarlo un poco, fue unos instantes lo que duro para que se diera cuenta, puso su mano en su frente queriendo no haberlo sabido.

Su corazón volvía a palpitar.

Por otro lado Charasuke estaba igual o peor que él, en la misma posición sostenía la cámara mirando las fotos que había sacado, en cada una de ellas Menma se veía sexy, mejor que todas las mujeres que había conocido. Al terminar dejo caer en su pecho la cámara.

No quería comprenderlo, no quería aceptarlo, pero así era y lo había sabido desde hace mucho. Los dos en sus cuartos suspiraron al mismo tiempo.

Se habían enamorado.

FIN

 

Notas finales:

Espero les haya gustado :3


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