/Hyun Joong/
-Joder, ahora Junnie también está molesto.
-¿Por qué peleaste con Young Saeng? – Lo miro con rabia porque él es la respuesta – Espera, no me dijiste que lo descubrió.
-Realmente no lo hizo – me dejo caer en un gran –y muy cómodo- sofá suspirando a lo grande – pero fui un idiota al no volver de inmediato tras la muerte de sus padres.
-No voy a discutir eso pero…
-Él dijo que debería dejar de ser engreído y perdonar a Mark – Kyu Jong parece entender por dónde van las cosas – fue realmente la peor pelea que hemos tenido, yo solté que hiciste bien en dejarlo e irte a América.
-Eres un idiota.
-Yo fui con la mejor de las intenciones para hablarle de mi pedida de mano pero él me sale con tremendas tonterías – parece que va a decir algo pero cierra la boca y sigue escuchando - ¿fue realmente mi culpa?
-No del todo pero…
-Maldito desgraciado, si vas a animarme que sea el paquete completo – reímos. Mi teléfono suena y me pongo de pie de inmediato al ver que es mi bella futura esposa. “Claro, voy para allá”
-¿Va bien Hwang Bo? – Se refiere al forzado divorcio que ella enfrenta los últimos meses, asiento con una gran sonrisa porque realmente todo va bien – Ya perdonaste a Mark – me dice antes de que cruce la puerta, no es una pregunta y eso me enferma porque tiene razón.
-Haznos un favor Kyu Jong, hazte un favor. No veas a Young Saeng y vete de inmediato – lo he dicho con rabia sin poder evitarlo.
¿Perdonar a Mark?
Que les importa a los demás si perdone o no a mi hermano.
/Young Saeng/
No tengo apetito en lo absoluto. Y sé que es grave porque ya casi se cumplirá la semana en la que miro a mi plato por casi una hora y luego me marcho a mi habitación.
-Necesita comer – susurra Luna con mucha delicadeza, recuerdo que era cercana a mi madre al igual que las otras personas que trabajan en casa.
-Dime Young Saeng – se sorprende de inmediato pero corresponde mi ligera sonrisa con otra parecida – No tengo hambre.
-Lo sé pero… debe comer – y parece saberlo en serio.
-¿Tú tampoco… - mira hacia los lados antes de asentir.
-Sé que Sully es igual y la señora Min, nosotras… - su mirada se pierde en alguna otra parte. Mi madre sí que fue una gran amiga.
-Mañana comamos todos aquí ¿Te parece?
-No, claro que no – se limpia las pocas lágrimas que ha soltado mientras niega con fuerza.
-Lo hacían con mi madre, sean amables conmigo.
-De… de acuerdo – y luego se marcha.
Miró las paredes de mi habitación sintiéndome un extraño entre ellas.
-Debería irme de esta casa.
-Sí, deberías y luego ven conmigo – por un momento siento que he perdido la cabeza y ahora escucho voces pero entonces giro y veo a Heechul al pie de mi cama, el recuerdo de que llego hace unas horas me aborda y sonrió.
-¿Siwon y tú aún no arreglan sus problemas?
-No te atrevas a mencionar el nombre de ese tipo – lo dice riendo pero su mirada es diferente. Es obvia la tristeza que le causa – No volveré con él hasta que me pida perdón de rodillas – Ambos sabemos que Siwon lo haría con gusto, haría de todo por él pero su familia está interfiriendo con eso.
-Puedes ir a hablar con él sabes – me mira como si me hubiera salido otra cabeza y niega con fuerza pero con menos ganas que antes. Se lo está pensando. Han pasado ya dos semanas desde su gran pelea y debe extrañarlo mucho como para pensar en tomar la iniciativa.
-¿Puedo dormir aquí? – Parece por un momento que los papeles se han invertido y es él el menor, sonrió y me hago a un lado – Tú también podrías hablar con él Saeng… él que te tiene así.
Ahora es Heechul quien debe estar mal de la cabeza.
Al día siguiente todo empieza bien, el apetito no vuelve pero comer junto a alguien más se siente bien y las cosas se multiplican por mil junto a Heechul.
-Ustedes necesitan un cambio de todo queridas – incluso la señora Min está atenta a todo lo que dice mi amigo – Young Saeng dales un día libre – y asiento sin duda alguna. Todas parecen emocionadas – Las traeré como nuevas, sus hermosos rostros necesitan relucirse – Todos reímos y al terminar de comer ayudamos a recoger la mesa.
-¿Volverá para el almuerzo?
-Por favor tutéame – les ruego y asienten sonrientes – No lo sé. Yo llamaré a casa pero seguro que sí.
-Perfecto – Subo a mi habitación y alisto lo necesario en mi mochila antes de salir de casa seguido de un Heechul muy cariñoso. Me tiene abrazado de la cintura y empieza a contarme lo que le hará a las chicas.
-Y…
-Young Saeng – Kyu Jong acaba de aparecer de la nada y me ha dado un susto de muerte, pero no a Heechul. Él sonríe con ganas.
-¿Quién eres tú? – me suelta y va hacia él. Kyu Jong se ve bastante incómodo con un Heechul invadiendo su espacio personal. Quiero reír pero los recuerdos me lo impiden. Atraigo a mi amigo y me alejo sin mirarlo - ¿Qué dem… Era él – dice afirmando algo que no tengo idea que es. Y NO me importa - ¿Kyu Jong cierto? – y todo pasa en un santiamén, Heechul me besa con ganas.
-¿Estás loco? – le susurro al separarnos.
-Dios, sí. Se sintió como besar a un hermano – me responde y ríe de manera tranquila como si no hubiera cometido una locura, mientras mira a Kyu Jong y luego yo estoy en el suelo sintiendo un dolor de los mil demonios en la cara. Mis manos van hasta mi mejilla y la aprieto con fuerza. Mi cabeza da vueltas y quiero reír porque no he sido golpeado en años y nunca soporté estos. Solo escucho un “hijo de puta” antes de desmayarme.