/Hyung Jun/
No es a Kyu Jong a quien espero ver cuando alguien abre la puerta pero él está ahí, sonriendo como si nada.
-¿Dónde está Young Saeng? – pregunto al entrar sin que digan algo, él está ahí y… la mesa está llena de alimentos y parece un gran desayuno. Todos parecen estar ahí, parecen estar bien.
-¡Junnie! – Mi amigo me ve y me acerco de inmediato – Sully trae algo para Junnie por favor – una de las chicas se levanta antes de dedicarme una sonrisa que correspondo al igual que a las otras.
-Yo… no sabía que… - Kyu Jong se sienta en una silla junto a Young Saeng y me siento con ganas de gruñirle. Young Saeng escoge la silla libre para mí y la acerco un poco más hasta él - ¿Qué hace él aquí?
-Es su casa – me responde de inmediato, veo a Young Saeng y él a mí. Sus ojos me dicen tantas cosas pero de su boca solo salen unas palabras – come rápido, tenemos clases a primera hora – me apresuro en hacerlo cuando Sully trae una taza con café y un plato donde llena las cosas esparcidas en la mesa.
Young Saeng y yo no compartimos ninguna clase.
-Déjenme llevarlos – ofrece Kyu Jong y yo niego de inmediato.
-Ven Saeng – y cojo un taxi que nos lleva a la universidad. En el camino me la pasó viendo a mi amigo, su rostro algo deformado, afortunadamente ya me lo había contado o si no hubiera dado un grito al cielo al verlo - ¿Te dio una especia de ataque?
-Eso creo.
-Debes ver a alguien.
-¿Hablas de una cita a ciegas? No insistas – me rio.
-Hablo de un psicólogo o algo así, no lo sé – Saeng se sonroja y evita mirarme - ¿Ya no estás enojado con Kyu Jong? – Niega, me mira y luego asiente. Vuelve a negar.
-No estoy enojado, él se fue por culpa de mi padre y además éramos jóvenes.
-¿Por qué de pronto esa simpatía?
-No lo sé – suelta un largo suspiro que me hace suspirar también.
-Así que aún te gusta – asiente lentamente sin atreverse a mirarme - ¿Quieres intentarlo? – ahora niega de inmediato.
-Yo… creo que Kyu Jong tiene a alguien más – y mi odio por el idiota crece aunque no debería.
-¿Quieres intentarlo Saeng? – El taxista avisa que hemos llegado a nuestro y mi amigo baja ignorando mi pregunta – Saeng – desaparece antes de que termine de pagar al taxista, podría ir a buscarlo es lo que me digo pero él necesita espacio… y paro al taxi antes de que se vaya. Le doy la dirección de la casa de Jung Min.
-¿Kyu Jong sale con alguien? – Es lo primero que digo al entrar a su habitación, mi novio aun duerme así que me encargo de quitar todas las sabanas para que despierte - ¿Tu amigo tiene a alguien? – entiende la pregunta, sí que lo hace. Me mira perplejo.
-No he visto a…
-Atrévete a mentirme Jung Min y no sabrás de mí nunca más – su expresión cambia a una de terror.
-Joder.
-Tomaré eso como un sí (? – me he puesto inseguro ahora con un Jung Min enojado.
-Sí, él tiene una prometida esperando y…
-¿Prometida? - un novio o novia estaba bien pero ¡Prometida!
-¿Hablas en serio?
-Tú preguntaste baby – dice riendo, me acerco a él de inmediato dejando mi mochila en el suelo. Jung Min alcanza una de las sabanas que ha caído y la deja caer sobre nosotros - ¿Has hablado con Saeng? ¿Él lo sabe?
-Sí, no sé como pero tampoco está seguro.
-Kyu Jong debio decirle ya.
-Pues no lo ha hecho – quiero enojarme pero termino riendo por besos en mi cuello.
-Okey, Kyu Jong es un idiota.
-Exacto.
-Ahora ven aquí – sus manos me obligan a colocarme sobre él – Olvidemos al idiota – lo que empieza como una risa termina con un gemido al sentir la lengua de Jung Min junto a la mía.
-Olvidemos al idiota – repito.
/Hyun Joong/
-Tienes que arreglar eso cariño – quiero gritarle que deje de meterse en mis cosas pero no puedo, tiene en el rostro la sonrisa más triste que he visto y solo quiero consolarla. Se supone que era mi problema no el suyo.
-No puedo perdonar a Mark.
-Sí que puedes, ya lo hiciste – parece que va a llorar. Demonios. Me acerco a ella y la abrazo.
-Yo debería ser el que llora, ¿desde cuando eres tan sentimental Hwang Bo? – ella ríe mientras corresponde a mi abrazo.
-Sí, bueno, lamento preocuparme por ti – dejo un beso en su frente.
-Iré a hablar con mi hermano.
De todas maneras ella tiene razón, ya perdone al idiota.
*
-¿Cómo que estabas borracho?
-¡YA SÉ!
-¿Por qué él no está en una celda? – ver a mi hermano en la cama de un hospital conectado a maquinas no me provoca compasión alguna, ni simpatía.
-Escucha, se determinó que el culpable fue el otro conductor no tu hermano.
-¡MANEJABAS EBRIO IDIOTA!
-HYUN JOONG – Quiero lanzarme a él, el policía parece notarlo y por eso me aleja. Me saca de la habitación y yo me hundo entre mis lágrimas en el suelo recordando una y otra vez a mis padres subir al dichoso auto.
¿Cómo no lo note?
Ni siquiera me despedi de ellos. Ni siquiera les dije que los amo.