Fei Long miro con altanería a Hotchner mientras este se sentía cohibido, esa mirada; esos ojos cargados de sed de sangre no los había visto nunca ni en los más peligrosos criminales y dementes. Ese hombre era diferente, sus ojos habían visto la muerte y la habían enfrentado numerosas veces.
-ella NO está segura aquí-
-por favor…no te la lleves-
Fei miro a su alrededor mientras tomaba el mentón del mayor y lo levantaba unos centímetros del suelo, se inclino como si fuera a darle un beso, pero se alejo antes de que sus labios hiciesen contacto.
-lo pensaré; mañana les daré mi resolución; es mi sobrina y yo decido por ella-
Se dio la vuelta mientras entraba al lujoso auto y un hombre vestido de negro le cerraba la puerta tomando después el lugar del chofer, Aaron toco su pecho cuando lo vio partir, esa sensación de peligro había sido completamente aterradora.
- ¿Quién demonios es él? –
Su pregunta salió al aire mientras regresaba al hospital tenía que ver a Spencer y a la pequeña niña; entro sin mirar a su equipo que no se había movido de ahí mientras miraba por la ventana a Mitsuki quien hablaba con la que él suponía era la psicóloga, cuando la niña se dio cuenta la mujer morena volteo y le indico que podía pasar.
- ¡Aaron! –
La pequeña estiro sus brazos hacia él mientras le sonreía dándole un reconfortante abrazo, cuidando de no aplastar el material de dibujo de la pequeña que estaba esparcido en sus piernas; Mitsuki empezó a gimotear mientras Aaron acariciaba su espalda.
-tranquila, estoy aquí: todos estamos aquí-
Aaron sonreía de forma paternal mientras Tara alejada algunos pasos observaba aquella escena donde Mitsuki gimoteaba mientras Aaron la calmaba; sonrió observando el dibujo que había hecho momentos antes la niña, carraspeo para llamar la atención del agente quien se puso serio.
- ¿podría llamar al joven Spencer? Necesito hablar con ambos-
- ¿podría ser mañana? él no se encuentra muy bien-
- ¿Qué le paso a Reid? –
-tranquila Mitsuki solo necesitaba dormir, ¿quieres que alguien del equipo venga? –
-no, ¿podrías quedarte tú? –
El agente asintió mientras la doctora se retiraba a los pocos minutos y gracias a los medicamentos, y el cansancio acumulado Mitsuki se quedó dormida, Aaron quito los colores y papeles mientras la cubria con su saco para evitar que despertase asustada; salió mientras daba instrucciones a su equipo.
-antes de que me asalten con preguntas, Mitsuki esta bien; esta dormida ahora, necesito que alguien se quede con ella-
-yo lo haré-
García se adelanto a todos mientras se perdía por los pasillos, Aaron sonrió mientras suspiraba realmente cansado ahora vería a Spencer.
-pueden ir a descansar, es tarde-
-alguien debe quedarse con Spencer también-
Miro a Rossi mientras pensaba que hacer, quería quedarse con Mitsuki pero también con Spencer, Rossi coloco su mano en su hombro mientras hablaba.
-J. J quédate con Reid, los demás nos vamos, volveremos mañana temprano a traerles suministros-
La rubia asintió mientras caminaba a la habitación del muchacho, se turnaría con García para cuidar a Mitsuki, la noche fue dura mientras Aaron sentía una opresión en el pecho; sabía que Reid estaba bien pero no más y aquello le preocupaba.
-debería descansar jefe-
Miro a García mientras asentía y se acomodaba en aquellas incomodas sillas quizá una siesta lo ayudaría a pensar con más calma, logro conciliar el sueño, pero este vino acompañado de fuertes pesadillas.
- ¿Por qué Hotch? –
-papi…-
Sus manos estaban rojas debido a la sangre del chico genio de su unidad y la pequeña Mitsuki quien lo observaba con lagrimas en los ojos ambos abrazados con un tiro en el vientre.
Despertó sobresaltado mientras intentaba calmarse una enfermera a su lado lo observaba con preocupación.
- ¿se siente bien? Tuve que despertarlo-
-estoy bien…muchas gracias-
El hombre agradeció mientras sentía a sus manos temblar, miro la hora y le mando un mensaje a J.J remplazaría su turno con Mitsuki por uno con J.J esta, contesto afirmativamente así que cuando la vio en el pasillo la paso de largo mientras iba a la habitación del chico genio.
Al llegar su corazón pareció volver a su latir normal al ver a Spencer dormido, su pecho subía y bajaba de forma tranquila, su cabello alborotado caía suavemente por su rostro y pese a que aun quedaban algo de ojeras en su rostro este parecía más relajado ¿Cuánto tiempo había dejado de dormir? ¿tan siquiera había comido bien? Sabía que estaba preocupado por la niña e incluso él había olvidado preguntar por el estado del chico genio.
Se acerco a la silla mientras apartaba unos mechones rebeldes de la frente del menor, su piel blanca que había regresado a su color natural gracias a aquel liquido de vida, sus labios color durazno que tantas veces lo habían fascinado pese a la velocidad en que se movían y que no les entendía la mayoría del tiempo.
- “parecen suaves” -
Se sorprendió a si mismo con aquel pensamiento y con el repentino deseo de besar al más joven de la unidad, inhalo fuertemente mientras sentía sus manos temblar con nerviosismo, por dios ya no era un chiquillo tenia cuarenta, se mordió el labio mientras acercaba una de sus manos a los labios del joven.
Su mente se desconecto cuando sus yemas tocaron aquellos duraznos, tan suaves, y brillantes; un suspiro necesitado salió de la boca del menor; su corazón latía desbocado mientras se acercaba suavemente a la boca de Reid, presiono suavemente para no despertarle sintiéndose en la gloria.
No solo eran suaves eran deliciosos, un gemidito lo trajo de vuelta a la realidad notando que había puesto las manos encima del pecho del muchacho rozando sus pezones, con curiosidad presiono suavemente la zona ganándose otro gemidito delicioso.
Trago saliva aquello estaba alcanzando proporciones demasiado grandes, la bata del hospital era demasiado corta y transparente; volvió a presionar sus labios mientras oprimía en ocasiones los botoncitos de carne, sus manos se aventuraron bajando por el delgado cuerpo sintiendo que Reid correspondía a su toque con jadeos y gemidos bajos, debía parar; sus pantalones se sentían apretados mientras detenía sus manos, iba a dar media vuelta, pero la mano del contrario lo detuvo.
Se giro sorprendido solo para mirar las mejillas sonrojadas de Reid y sus ojos claros llenos de algo que no sabía identificar.
-Hotch…sigue…por favor-
Al contrario que comúnmente hacia esta vez su boca se había movido muy despacio con cierto temor, ¿Cuándo había despertado? El chico pareció leerle los pensamientos haciendo un dos con las manos; al parecer el segundo beso lo despertó, pero no quiso detenerlo ¿acaso le gustaba lo que le hacía?
-me gustas Aaron-
Miro los ojos del más bajo mientras al fin le daba un nombre a ese sentimiento que venia desarrollando por el más joven, por toda contestación asalto sus labios con un beso apasionado Reid gimió de sorpresa mientras cerraba los ojos pasando los brazos por detrás del cuello de Aaron, por suerte hacia unas horas le habían quitado el suero y solo se mantenía descansando; jadeo en busca de aire, pero Hotch aprovecho para colar su lengua.
Cuando Hotch lo soltó sentía un hormigueo recorrerle el cuerpo, su respiración estaba agitada y un hilo de saliva unía sus bocas, Hotch era un hombre de experiencia; y vaya que tenía experiencia si no fuera porque estaba acostado no podría ni estar de pie, Aaron se saboreo y cuando Reid vio a donde se dirigían sus ojos se cubrió avergonzado, sus partes nobles eran demasiado honestas.
-no mires-
-eres hermoso, y Reid…-
-sí-
-también me gustas-
Asintió sin saber como sentirse mientras accedía a otro beso apasionado, las manos de Hotch se pegaron a su pecho haciéndolo gemir y jadear.
-baja la voz si nos descubren, será vergonzoso-
Cubrió su boca mientras sentía las caricias del mayor, cuando Aaron tomo sus pezones con la boca casi suelta un grito, nunca se había tocado ni por curiosidad, todo lo que necesitaba saber con respecto al tema lo había aprendido de sus confiables libros; ahogo un gemido de placer cuando las manos curiosas de Hotch llegaron a su zona intima, movió sus caderas en busca de más fricción mientras suspiraba.
Aaron se sentía en el cielo mientras descubría con sus manos cada lugar y cada sección de piel que hacía a Reid temblar y retorcerse, era fascinante ver esa faceta de Reid donde solo era una masa temblorosa y gimiente; no había datos científicos solo gemidos, beso su frente obligándolo a abrir los ojos mientras lo besaba.
-seré cuidadoso-
Reid asintió mientras sentía como alzaban sus caderas iba a opinar buscando con la mirada algún lubricante que pudiera ayudarles, pero grito sorprendió cuando Aaron bajo hasta ese sitio, su cara palideció mientras sentía cierta humedad entre sus nalgas.
-no Aaron, es…sucio-
-si eres tú, no lo es-
Sus mejillas se colorearon, Aaron era un caballero; o al menos eso pensaba hasta que fue girado bruscamente; y puesto en cuatro mientras Aaron continuaba con su labor, se tenso al sentir un digito del mayor dentro mientras pensaba que aquello no lo había aprendido en los libros, su cuerpo se acostumbro y sus caderas buscaron más contacto pronto eran ya 4 dígitos dentro mientras él ahogaba sus gemidos y gritos en la almohada.
-voy a entrar-
Tomo una bocanada de aire y asintió ¡oh dios! Mordió su labio pero aun así un gritillo fue arrancado de sus cuerdas vocales; justo ahora no entendía como Haley había abandonado a un hombre tan bueno como Aaron y no se refería precisamente solo por aquella parte que estaba partiendo su trasero en dos; si no porque Aaron era excelente en todos los sentidos, buen padre, excelente agente, y ahora podía añadir excelente en la cama; salió de sus cavilaciones una vez que esta surtieron el efecto de adormecer el dolor que sentía.
Aaron se había mantenido quieto pese a que la estrechez en el cuerpo del chico era deliciosa y asfixiaba su miembro, limpio las lagrimas del joven mientras tomaba sus labios acariciando su pecho jugando con sus pezones, para calmarlo.
Las caderas de Reid dieron un leve golpe hacia atrás, soltó sus labios mientras miraba sus ojos. Esas bellas gemas estaban perdidas en placer.
-por favor…muévete-
Aaron asintió mientras empezaba a mover sus caderas, mientras Reid contenía sus gemidos, pero no podía había soñado con aquello tantas veces, pero era muchísimo mejor que soñar; empezó a colaborar con el vaivén mientras gemía el nombre del mayor. Los golpes empezaron a hacerse más rítmicos mientras Spencer no podía dejas de gemir.
-calla Spencer, o no me controlare-
Reid halo la corbata del hombre quien no se había desvestido mientras le plantaba un beso fogoso que descoloco a Aaron observando los ojos del menor notando como cada célula de su piel destilaba lujuria.
-no te contengas Aaron-
Solo eso basto para que Aaron saliera de su cuerpo y lo girara para encararlo; entro de un solo golpe provocando que Reid arqueara su espalda; y gimiera muy fuerte había tocado su punto P aquel que lo hacia delirar las embestidas empezaron a tomar vigor mientras Reid gemía con la cara en la almohada; en ese momento el termino muerde almohadas tomo sentido en su mente.
-oh…Aaron…más-
Las brutales embestidas lograron que la cama chillase un poco, Aaron se sentía cerca así que con su mano bombeo el sexo del menor y tomo sus labios ahogando sus gemidos; cuando Reid termino el logro construir su propio orgasmo mientras comía la boca del menor. Se acostó al lado del chico exhausto mientras lo abrazaba, se sentía adormilado, pero no podía quedarse ahí sintió a Reid aferrarse a su pecho mientras bajaba la vista el chico genio parecía adormilado mientras sonreía, una sonrisa que nunca había visto; tomo su mentón con suavidad y lo beso.
-te amo Reid-
-Y yo a ti Aaron-
Abrazo al chico quedándose dormido, despertó al alba mientras sonreía al ver a Reid en sus brazos, tanto tiempo solo desde que Haley se fue y el chico había estado ahí para él; la puerta se abrió mientras Rossi lo miraba con una ceja en alto; era un desastre a su alrededor.
-te traje ropa, ve a cambiarte el chico también es un desastre; y prefiero que no nos corran del hospital-
Sus mejillas se sonrojaron mientras asentía saliendo de ahí no sin antes darle un beso en la frente al durmiente chico quien parecía feliz y calmado. Rossi suspiro mientras sonreía al ver la espalda de su amigo; al fin se habían dado cuenta; J.J, Morgan y Prentiss tenían una apuesta que saldar.
Pasaron dos horas mientras le daban el alta a Reid quien tuvo que pasar una pequeña vergüenza con una de las enfermeras ya que cierto jefe suyo lo había dejado lleno, después del regaño de la enfermera y que esta accediera a callarse, camino hacia la sala de espera donde estaba el resto.
-genuis boy ¿Cómo te sientes? –
-mejor, gracias por preocuparse-
-nos asustaste muchacho, no vuelvas a hacerlo-
Reid sonrió mientras buscaba con la mirada a Aaron, los demás sonrieron discretamente hasta que Rossi hablo.
-no está, fue a cambiarse y a bañarse-
Las mejillas de Spencer se colorearon, pero no tuvo tiempo a más por que las puertas corredizas se abrieron mostrando a Fei Long quien como siempre no lucia muy feliz, el ambiente se tensó en un instante mientras Fei Long le hacia una seña a uno de sus subordinados quien le entrego un paquete de mediano tamaño a Reid.
- ¿Qué es esto? –
-un obsequio, te internaron al igual que a mi sobrina ¿no? –
-sí-
-ve al baño y pruébatelo, quiero ver si lo cambio o no-
Reid atendió aquello porque el hombre le daba desconfianza, así que fue al baño mientras tanto Aaron recogía a Jack para llevarlo con Spencer; cuando llego observo aquel auto que ya conocía de memoria mientras cargaba a su hijo, tenía un mal presentimiento.
-esto es…-
Por poco, tira a Jack mientras observaba hacia enfrente con la boca muy abierta en la sala de espera y en la misma conmoción de Shock el resto del equipo estaba igual, Fei sonreía mientras daba su visto bueno en medio de la sala con un quipao en tonos verdes y grises se encontraba Reid, sus mejillas estaban sonrojadas mientras acomodaba con nerviosismo uno de sus mechones.
-Reid-
Sus ojos se conectaron mientras sentía un tirón en la entrepierna, Jack dio un gritillo mientras bajaba de brazos de su padre y abrazaba a Reid.
-te vez muy bonito Reid-
-gracias Jack, pero los hombres no son bonitos-
- ¿entonces? –
-son lindos o guapos-
Aaron se adelanto dejando que Reid se sonrojara, mientras sonreía; el carraspeo de Fei los trajo a la realidad a todos.
-he tomado una decisión-
El guardaespaldas del mayor saco unos documentos que entrego a Rossi mientras este los analizaba.
-lo que le acabo de entregar a su agente es la autorización del hospital para transferir a Mitsuki a un hospital de China-
-pero…-
-no es todo; además visite Servicios Infantiles y las oficinas del FBI; logre sacar dos permisos especiales el primero para la doctora Tara Louis para que continúe el tratamiento de mi sobrina en China-
- ¿y el segundo? –
-es para el agente especial Spencer Reid, quiero que él acompañe a Mitsuki y a mí a China; serán dos meses antes de la fecha fijada para el juicio por la custodia de Mitsuki-