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REGRESA A MI por crystalwall

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Notas del capitulo:

Hola, les traigo el capítulo nuevo, espero que les guste lo que viene

Capítulo 6.- Complicaciones

 

Ikky pasó la noche en el hospital de Surrey, los médicos dijeron que querían tenerlo en observación, su golpe en la cabeza consecuencia del atropellamiento fue medio serio, así que más o menos a la media noche, Shion llegó a ver a su hijo, odiaba ver el estado en el que Ikky estaba, y odiaba a Seiya por ello, las cosas entre ellos se complicaron de la peor manera y a su criterio era difícil decidir quién se había llevado la peor parte, si Ikky o Seiya, lo más probable era que ambos

- Espero que hayas golpeado al otro – Shion se sentó en la sillita junto a la cama de Ikky, el peliazul abrió los ojos y sonrió levemente al ver a su padre a su lado

- Lo hice polvo – bromeó

- Me alegro, ¿por lo menos pudiste hablar con él? – preguntó interesado Shion

- Si… hablé con él, se ve muy bien, ha subido un poco de peso, tiene color en el rostro, aún tiene ojeras pero… dentro de todo se ve muy bien

- Ajá… ¿y qué te dijo?

- Nada… un gran nada con Seiya, se cierra como ostra apenas me ve, en eso no ha cambiado, supongo que me culpa de todo, ni siquiera sé qué es lo que piensa, no sé qué siente, es como tratar de encontrar el camino en un laberinto oscuro, no sé a dónde ir y me golpeo con violencia e irremediablemente contra las paredes

- Bueno hijo, en alguna parte leí que se debe considerar al sufrimiento y a la tragedia como tierra extranjera y el mayor problema para poder lidiar con ello es que no hablamos el idioma nativo – dijo Shion con un suspiro

- ¿De qué rayos estás hablando?

- Bueno… así como tú te sientes con Seiya, me sentía yo contigo cuando pasó lo que pasó, tú no sabes cómo hablar con él, así como yo no sabía cómo hablar contigo, hasta ahora no puedo hablar contigo

- ¿Me estás diciendo inaccesible papá?

- Si… algo… tal vez eso le pasa a Seiya, él no sabe cómo hablar contigo, tú no sabes cómo hablar con él, ambos sufren, se necesitan con desesperación, pero ambos están en el laberinto oscuro sin poder encontrarse, ¿no lo has pensado así?

- No, no creo que sea así, no… no sé papá… - Ikky lucía frustrado con todo lo que estaba pasando

- Has considerado volver a terapia, tal vez si se lo propones a Seiya…

- No papá, dudo mucho que Seiya quiera ver siquiera a otro terapista en lo que le quede de vida, al final lo resentía en el alma y se indignaba feísimo cuando yo se lo sugería o recordaba, conociendo a Aioros asumo que lo intentó también, y tal vez por eso Seiya se fue a la universidad en Surrey para alejarse de su padre también

- ¿Entonces ahora vas a acampar en ese campus hasta que Seiya te mande al diablo otra vez?

- No papá, Seiya seguramente ya se fue otra vez, no quiere verme, no quiere hablar conmigo, no quiere saber nada de mí, él no va a volver al campus, no lo hará si puede evitarlo – Ikky suspiró y cerró los ojos, una lágrima le resbaló por la mejilla y eso conmovió a su padre más que nada en la vida, hacía tiempo que Ikky no lloraba, él pensó que se le acabaron las lágrimas pero no… aparentemente no era así, el peliazul se limpió la lágrima y miró a su padre al preguntar: - Papá… ¿por qué crees que nos enamoramos de una persona en específico?

- Eso es uno de los misterios de la vida hijo – contestó Shion con una sonrisa triste

- ¿Por qué lo amo si él ya no me ama a mí?, ¿por qué no me puedo dar siquiera un revuelque por ahí?, ¿por qué siento como si me faltara una parte de mi si él no está?, ¿por qué?

- Hijo… hay amores que nos marcan la vida, en bien o en mal, siempre hay uno al que recordamos con cariño, como una memoria pasada que pudiera ser de otra vida, el primer amor, la primera ilusión, pero cuando en serio llega el amor a tu vida, es ese el que siempre nos persigue y no deja que lo olvidemos, tu conociste la verdadera felicidad con Seiya y por eso no lo puedes olvidar, no lo quieres olvidar porque lo quieres de vuelta, todo es muy reciente y por eso no lo logras superar, pero date tiempo, lastimosamente el tiempo si ayuda a superarlo todo – Shion apretó suavemente la mano de su hijo que preguntó:

- ¿Tú ya lo superaste?

- Un día de estos tal vez – contestó Shion con tristeza, su esposa, la mamá de Ikky y Shun había muerto hacía un par de años con cáncer, Ikky apretó de vuelta la mano de su padre que le sonrió de mejor manera y le preguntó: - Muy bien… ¿entonces qué vas a hacer ahora hijo?

- No lo sé papá… no lo sé… - Shion besó la frente de su hijo, tomó su mano y la sostuvo hasta que se quedó dormido

 

Al día siguiente Shion llevó a su hijo a casa, Shun no había podido dormir es nada y por eso cuando su hermano llegó y se acomodó en su habitación, Shun que se suponía debía cuidarlo, se quedó dormido acurrucado a su lado, Ikky en cambio pasó la mañana entera contemplando su teléfono celular, estaba pensando en llamar a casa de Aioros otra vez, pero no… ¿para que lo llamaba?, ¿qué iba a conseguir con eso?, diablos… ¿¿¿por qué tenía que ser Seiya tan complicado e irracional a veces???

 

Seiya en cambio estaba acostado en una silla acolchada en el patio de la casa de su padre, estaba junto a la piscina y reía divertido al escuchar las historias que su pequeño sobrino le estaba contando, Sam tenía 4 años e iba a la escuelita, estaba en pre escolar, pero ese día no había querido ir, prefirió quedarse de vago con su tío Seiya, y ahora Seiya le estaba dibujando una flor en la palma de la mano con un esfero

- ¿No tienen frío?, ¿en serio? – Seika caminaba por el césped pero ella estaba envuelta en una especie de chal, no era un día cálido como para estar en la piscina, tanto Seiya como Sam estaban completamente ataviados con chompa, gorrito, bufanda, guantes y botas, pero igual soplaba un viento criminal que helaba los huesos

- No mami, mira mi flor – el pequeño se contorsionó en la silla para enseñarle a su mamá el dibujo, la muchacha tomó la mano de su hijo y la besó antes de acariciar su mejilla y sentarse en la silla de junto

- Está hermosa, ¿me haces el favor de ir adentro y buscar tus vitaminas de osito?

- Ve… y me traes una a mi – Seiya ayudó a poner a Sam en el césped y el pequeñito entró corriendo a la casa

- ¿Cómo estás? – preguntó la muchacha

- Bien… no hace tanto frío

- No… ¿cómo estás? – Seika repitió la pregunta y miró significativamente a su hermano que suspiró, cerró los ojos y se acomodó de mejor manera en la silla, los abrió y respondió

- Fantástico…

- Seiya…

- ¿Cómo estarías tú? – preguntó el castaño recostándose de ladito para ver mejor a su hermana que ladeó la cabeza, Seiya se levantó de la silla y empezó a caminar hacia la casa, Seika salió tras él y lo tomó de la mano al decir:

- Lo siento, yo no quiero incomodarte

- Si no quieres incomodarme, entonces por favor no me mires con pena que no lo resisto – el tono de Seiya era en verdad molesto

- Ok., ok., solo no te enojes conmigo, yo me preocupo por ti y yo también aún estoy molesta contigo, no… no se me pasa ni lo voy a superar en el futuro cercano, tú no sabes lo que fue el entrar a tu casa y encontrarte… como te encontré y… - las lágrimas se le iban a la muchacha, Seiya la abrazó con fuerza y besó sus cabellos al decir:

- Lo sé…

- No sé si lo sepas o no, pero… yo siento que te perdí desde hace mucho tiempo, tu mirada es tan distinta, tú eres tan distinto y me preocupas hermanito – Seika acarició la mejilla de Seiya que sonrió y dijo:

- No te preocupes más por mí

- ¿Cómo no me voy a preocupar por ti?, tú no estás bien

- No… pero puedo pretender estarlo, eventualmente lo estaré

- ¿Y mientras tanto?

- Mientras tanto voy a jugar con mi sobrino, me voy a graduar de la universidad, voy a buscar un trabajo, voy a irritar a papá, voy a salir a comer contigo, no sé…

- Ok., ¿y qué vas a hacer con Ikky? – preguntó Seika muy seria

- Nada, no voy a hacer nada con Ikky – Seiya abrazó a su hermana y juntos caminaron hacia la casa

- Él no va a simplemente desaparecer, el hecho de que tú lo hayas hecho o de que quieras que él lo haga, no significa que él lo vaya a hacer

- Tengo que lidiar con él, ¿verdad?

- Si… lo tienes que hacer… y mientras más pronto lo hagas, pues mejor

- Odio cuando tienes razón…

 

Ikky pasó casi una semana en reposo en casa de su padre, su brazo le dolía al moverlo y no podía manejar, no podía dormir y le dolía todo el tiempo, el clima tan frío de diciembre en Londres no ayudaba a su brazo herido y mucho menos a su magullado corazón, el encuentro que tuvo con Seiya le había movido el piso de la peor manera posible.  Ikky aún no podía creer lo frío que lo vio, lo distante, ese cambio en Seiya fue demasiado fuerte para él y una de las cosas que más le molestaban a Ikky, ya en retrospectiva ahora que había dado vueltas a la situación en su cabeza cientos de veces, era que lo vio mejor, ahora tenía color en el rostro, había recuperado un poco el peso que perdió, estaba vestido con buena ropa y más que nada había salido, salido del dormitorio, salido de la casa, estaba tomando café de un carrito y caminando por el campus, había vuelto a la universidad, Seiya hizo todo lo que él insistió que haga, pero lo hizo lejos de él, ¿por qué?, ¿¿¿por qué se tuvo que alejar para poder mejorar???, cielos…

 

- Por todos los dioses, ¿qué haces aquí Ikky? – Marin estaba haciendo los cálculos para pagar la factura de las bebidas del mes, cuando Ikky entró en el bar, su brazo estaba aún en un soporte, no lo tuvieron que enyesar pero era mejor si no lo movía mucho

- Estaba aburrido en casa, así que molesté a Shun para que me bañara, me vistiera y me trajera, no es que no pudiera hacerlo solo, pero Shun se estresa sin necesidad, además ya no puedo estar encerrado en esa casa por más tiempo sin volverme loco, ¿cómo están las cosas por aquí?

- Todo bien, sobreviviremos un poco más, ¿quieres algo de tomar?

- No… mejor no, porque si empiezo me acabo la botella

- Marin… ¿llegaron ya los nuevos cuchillos que pedí?, ohhh hola Ikky no sabía que estabas aquí – el peliazul regresó la mirada y se quedó en shock cuando vio al muchacho rubio que estaba de pie al final de la barra

- Hagen, ¿qué diablos haces aquí? – la sorpresa en la voz de Ikky no pudo ocultarse, Hagen era un muchacho muy atractivo, rubio de ojos azules, tenía muchos tatuajes en su musculoso cuerpo y además de todo, era el ex de Ikky y trabajaba como chef en el restaurante de Shion

- Soy un préstamo de tu padre, aparentemente tu chef renunció y lo estoy supliendo, ¿no te lo dijo Shion?

- No, no me ha dicho nada – Ikky frunció el ceño, él odiaba cuando su padre se entrometía en sus negocios, su bar no tenía nada que ver con la cadena de restaurantes de que Shion manejaba, la  mayor parte del tiempo si habían logrado mantener sus negocios separados, pero de vez en cuando Shion metía las narices como lo estaba haciendo ahora, eso irritaba a Ikky más que nada en la vida

- ¿Te molesta que esté aquí?, si es así puedo mandar a Milo o algo, lo podemos arreglar de cualquier otra manera, cualquiera puede hacer una hamburguesa supongo yo – dijo Hagen, no se mostraba ofendido por la actitud de Ikky, a la final lo conocía muy bien como para ofenderse con él

- Claro que no, gracias por venir a ayudarnos, en verdad

- Ok., ¿quieres algo de comer?, un sándwich tal vez – ofreció el rubio, Ikky sonrió ligeramente y asintió, Hagen fue para la cocina e Ikky se dejó caer totalmente en la barra, esto no podía estarle pasando, Marin acarició sus cabellos y le preguntó bajito:

- ¿Quieres que lo bote?

- Por favor… hazlo, no puedo tenerlo cerca mucho tiempo, pero no quiero ofender a mi papá, ¿qué diablos pasó con nuestro chef?, ¿y desde cuándo tenemos uno?

- ¿Recuerdas que dijiste que deberíamos empezar a servir comida ligera que vaya bien con los tragos y todo eso?, pues… June y yo maduramos la idea y como tú estabas de perdido buscando a Seiya y me dijiste que me encargue de todo, pues… contratamos uno, pero a los dos días se fue porque dijo que lo que tenemos es un remedo de cocina y muchas cosas más, tu papá llegó cuando él idiota ese se estaba yendo, y muy amablemente se ofreció a prestarnos un chef, Hagen llegó al día siguiente, con montón de cosas que trajo para la cocina y lo equiparon todo, ayer trabajamos en un menú y supuestamente abrimos con todos los servicios el lunes, pero si no lo quieres hacer… no lo hacemos – explicó Marin un poco preocupada, a la final Ikky era el dueño de todo y esto lo hicieron sin consultárselo, le preguntaron a Shun pero… no era lo mismo

- Me parece genial, Hagen es muy buen chef pero no lo quiero aquí, voy a hablar con mi papá… diablos… eso era lo que precisamente no quería hacer, no quiero ofenderlo, últimamente se ha portado muy bien conmigo y lo último que quiero es discutir con él – Ikky se frotó la cara con las manos y suspiró con cansancio

- No te preocupes, yo hablo con tu papá

- ¿Y qué le vas a decir?

- Ya pensaré en algo, ¿cómo estás?

- Fantástico… - Ikky señaló su brazo y luego su ceja, se lo veía un poco magullado aún por el accidente, aunque la hinchazón en su rostro ya fue bajando

 

Ikky se puso al corriente de todo lo que había pasado en el bar en su ausencia, Marin le estaba explicando las cuentas y cosas que había pagado, reservado, comprado, pedido y demás, Ikky estaba gratamente sorprendido, su bar iba en alza y estaban ganando dinero, más de lo que habían esperado al inicio.  Esa noche fue muy movida, el bar estuvo lleno hasta las 2 de la mañana, ya cuando cerraron Ikky estaba en una de las mesas haciendo las cuentas de la noche, Marin estaba contando el dinero, Hagen estaba ayudando a acomodar las botellas en el bar, todos ellos estaban cansados pero satisfechos, había sido una buena noche, las propinas habían sido buenísimas y estaban en la repartición

- No te quedes hasta muy tarde jefe, ¿quieres que te lleve a casa? – preguntó Marin que ya estaba juntando sus cosas para irse

- No te preocupes, quiero acabar esto antes de irme, yo tomo un taxi, ve tranquila – contestó Ikky sacándose los lentes y frotando levemente el puente de su nariz

- ¿Seguro que no te duele el brazo?, te sacaste esa cosa hace rato – preguntó June toda preocupada, a mitad de la noche Ikky se había sacado el soporte que tenía puesto, le estorbaba, y el médico había dicho que era solo una precaución nada más, a la final no se rompió el brazo, solo se lo magulló, al igual que su orgullo

- No… estoy bien, ya váyanse y tengan cuidado – Ikky se puso lentamente de pie y se estiró, él también estaba cansado pero se sentía bien, útil otra vez, venir a trabajar le había hecho mejor que ningún medicamento o terapia

- Ok., adiós Ikky – Marin salió acompañada de June dejando a Ikky que se volvió a sentar y tomó los papeles otra vez

- ¿Ya se fueron todos? – una masculina voz salió desde la cocina

- Yo pensé que tú también ya te fuiste – Ikky miró a Hagen que vino hasta su mesa y se sentó a su lado en el booth

- No, quería dejar la cocina lista, mañana no abrimos, el lunes supuestamente hacemos ya la prueba del menú y quiero tenerlo todo en su punto, ya me conoces Ikky

- Eso si, pero ya vete tú también, es tarde

- Lo es, ¿nos vamos juntos?, ¿o vas a dormir aquí?

- No… ya lo acabo todo y me voy, no me falta mucho – Ikky ladeó su cabeza señalando los papeles y sonrió levemente, Hagen se recostó en el espaldar del booth y dijo:

- Sé que no hemos hablado en mucho tiempo, sé que las cosas quedaron inconclusas entre nosotros pero… si necesitas un amigo, si quieres hablar de lo que sea, tú sabes que soy muy bueno escuchando y te ofrezco hacerlo sin juzgarte

- Muchas gracias, pero hablar está sobreestimado, la verdad no quiero… - Ikky iba a seguir hablando pero se vio interrumpido porque Hagen se impulsó y lo besó en los labios, el peliazul abrió los ojos en sorpresa y se hizo hacia atrás rompiendo el beso, puso la mano en el pecho de Hagen poniendo distancia entre ellos al preguntar: - ¿Y eso por qué fue?

- No lo sé, era lo mejor que se me pudo ocurrir hacer – Hagen se encogió de hombros cuando dijo esto

- Tú sabes que yo estoy casado

- Si… pero no me importa, además… ¿cuándo fue la última vez que hiciste el amor como lo mandan todos los dioses?, estás tenso Ikky y yo sé cómo quitarte eso – Hagen tomó la mano de Ikky y la quitó de su pecho, se acomodó sobre él sentándose en su regazo para poder abrazarlo y besarlo con propiedad, el peliazul lo abrazó primero y correspondió a sus besos, pero luego igual lo separó y dijo:

- Ok., pueda que a ti no te importe pero a mí sí, yo amo a Seiya

- Sé que amas a Seiya y eso está muy bien, yo estoy hablando de sexo nada más, tú lo necesitas y yo también, ponemos fin a nuestra relación y seguimos con nuestras vidas – Hagen zafó los dos primeros botones de la camisa de Ikky y besó su cuello

- No podemos hacerlo, el ambiente va a ser incómodo mañana

- Probablemente pero… ¿no lo deseas?

- Ese no es el punto – respondió Ikky

- Te equivocas, ese es precisamente el punto – Hagen se sacó de un tirón el buso que estaba puesto y besó nuevamente a Ikky que mandó al diablo sus reservas y se entregó al muy pasional beso que le estaban dando

 

Casi al amanecer Ikky entró sigilosamente a la casa de su padre, fue directamente al bar, tomó una botella de whisky, se sirvió un vaso y se sentó en el mueble de la sala en donde bebió lentamente su trago, la conciencia le estaba gritando en indignación porque en contra de todo pronóstico y buenas intenciones, se había cogido con ganas a Hagen, le había  hecho gritar su nombre, le había hecho pedir clemencia, en teoría debía estar satisfecho pero no era así, se sentía cual vil cucaracha rastrera, era cierto que no había tenido sexo en mucho tiempo pero… eso no era excusa para lo que había pasado, y a la final se había equivocado, las cosas no serían incómodas al día siguiente, serían imposibles… demonios…

 

Notas finales:

Chan chan chan... 

No se pueden perder el capítulo que viene, muchas cosas se revelarán pronto, ya nos acercamos al fin del fic.

Muchas gracias por leer y nos vemos el domingo en la noche, saludos, bye


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