Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Te odio, te amo por lizergchan

[Reviews - 43]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Disclaimer: Los personajes de Marvel no me pertenecen, sino a Marvel Estudios, Disney y a Stan Lee. Este fanfic lo hice solo y únicamente como diversión.

Personajes: Dr. Strange/Tony Stark.

Aclaraciones y advertencia: Romance, algo de Ooc, omegaverse y lo que se me vaya ocurriendo, kesesesese.

 

Beta Reader:

 

Resumen: Tony se ofrece a casarse para que el reino Místico se una a la alianza conocida como los Vengadores, siendo un omega mayor, sus oportunidades de tener una familia son casi nulas, está podría ser su última oportunidad   de ser feliz, aunque viva en un matrimonio sin amor, pero tal vez su nueva vida le dé más libertad de la que soñó jamás.

 

—f

 

 OoOoOoOoOoOoOoOoOoOoOoOoOoO

 

 

Te odio, te amo

 

 

Capítulo 6.- Padre y papá

 

 

Tony observó a Peter mientras dibujaba; el niño era realmente dulce, cariñoso, además de muy inteligente, con tan solo 12 años (casi trece), ya tenía la habilidad de transmutar objetos, algo que, según su alfa; solo los alquimistas del tercer rango podían hacer, lo que la mayoría obtenía entre los 30 y 40 años de estudio.

 

Stark aun se sorprendía con todo lo que descubría acerca de los alquimistas; hombres y mujeres sin ningún control sobre la magia, pero capaces de crear piedras con extrañas habilidades, transformar objetos en cosas distintas, entre otras muchas maravillas.

 

Clea (su guardia personal temporal), le había explicado que los alquimistas se dividían en 4 niveles.

 

En el nivel 1: ellos comenzaban aprendiendo las propiedades de todos los elementos de su tabla periódica que, contaba con 318 elementos, divididos en 18 grupos. Con tales conocimientos podían crear diferentes cosas para sanar o iluminar el cielo nocturno.

 

En el nivel 2: Dominaban la metalurgia, podían crear armas y armaduras excepcionales, mucho mejores que cualquier maestro herrero. Las pistolas con cartuchos mágicos eran una de las mejores pruebas.

 

En el nivel 3: A estas alturas, los maestros alquimistas ya eran capaces de dar “vida” a las armaduras o a los dragones, incluso tenían cierto dominio en los elementos; encendían madera en un instante, aun si esta estaba completamente mojada.

 

El nivel 4: Eran muy pocos los que llegaban a alcanzarlo; se decía que podían dar vida a criaturas llamadas “homúnculos”, seres orgánicos que servían solo a su creador y que poseían habilidades únicas.

 

Tony sentía bastante curiosidad acerca de esos homúnculos, ¿cómo eran?, ¿qué capacidades tenían?, ¿qué tan complicado eran hacerlos?

 

—Sr. Stark —el niño había dejado de dibujar para mirarlo detenidamente. Él le sonrió. Estaban a solas en esa habitación, una que estaba reservada únicamente para la familia real y a los que solo unos pocos sirvientes tenían acceso.

—No es necesario tanta formalidad, ¿no crees? —dijo el omega —, después de todo, ya somos parte de la misma manada.

 

Peter meditó un momento y luego sonrió.

 

—¿Puedo llamarte papá? —cuestionó el niño entre tímido y esperanzado, Tony estaba conmovido, pero indeciso.

—¿Stephen no se molestará? —después de todo, el termino padre y sus derivados eran únicamente reservados para los alfas y betas varones, los omegas y las betas mujeres debían ser llamadas: madre, mamá o mami, dependiendo el caso.

—¿Por qué? —cuestionó inclinando la cabeza, confundido.

—Porque soy un omega —dijo como si fuese lo más obvio, aun así, Peter no parecía comprender el problema —. Solo los alfas deben ser llamados así, pero puedes decirme mamá, si lo deseas.

—Pero no eres niña.

 

El joven príncipe no entendía porqué el esposo de su padre quería que usara términos femeninos para dirigirse a él. Entonces, recordó lo que sus tíos Mordo y Loki le contaban del mundo mas allá de las fronteras.

 

Fuera del reino Ancestral, la gente eran barbaros, crueles… primitivos. Trataban a todo aquel que podía engendrar vida, como seres inferiores, sin mas derecho que el que podría tener un carruaje o un edificio e incluso dichos objetos tenían más valor.

 

—Aquí no es como afuera —dijo tomándolo de las manos. Tony no pudo evitar conmoverse con el pequeño; lo atrajo en un abrazo, aspirando su dulce aroma.

—Por supuesto que puedes llamarme papá.

 

 

 

 

Strange sonrió. Entre sus manos tenía un espejo pequeño que, gracias a un hechizo, le permitía observar lo que Peter y Tony estaban haciendo.

 

—Es raro verlo sonreír, majestad —la imagen de Loki había aparecido frente a él; su cuerpo translucido despedía un halo de luz. Una imagen de proyección astral.

 

Stephen ocultó el espejo; miró al general con expresión seria.

 

—Ese humano es bastante… interesante —comentó el General con gracia. No necesitaba ser un genio (aunque era considerado como uno), para saber que era lo que el príncipe heredero estaba viendo; le resultaba tan obvio lo enamorado que estaba del humano; una pena por Carl, quien sentía algo por Strange.

 

La magia de Mordo siempre buscaba llamar la atención de la de Stephen, pero ésta —aunque lo aceptaba como parte de su manada—, solo lo tomaba como alguien cercano, un hermano y nada más.

 

—Tengo curiosidad de ver los cachorros que pronto tendrán —el príncipe frunció el ceño, ¿hijos con ese traidor? Inconcebible.

—No sucederá.

—Siento contradecirlo, su-ma-jes-tad, pero usted tomó a su omega durante el celo —dijo Loki en tono aburrido.

 

Tampoco es como que la especie a la que pertenecía Stephen no pudiera mezclar su sangre con la de los humanos, era muy posible, prueba de ello era el mismo Wong, la mano derecha y consejero del príncipe heredero que, a pesar de su apariencia, podía fácilmente poner en dificultades a los Generales durante el combate.

 

—Ya resolví eso —respondió con simpleza —. Ahora, si no tienes otro asunto banal del cual hablar. Quiero tu informe.

 

Loki asintió. Ya tendría tiempo de averiguar porque es de buenas a primeras, su testarudo amigo parecía detestar a quien en su momento llegó a ver con amor.

 

—Hasta ahora no nos hemos encontrado con tropas de Dormamu —habló monótono —. Los otros miembros de Hydra son tan débiles que Peter podría acabar esta aburrida guerra en cuestión de días.

—¿Dormamu no les dotó con tecnología o artículos mágicos? —cuestionó Strange. Loki negó con la cabeza. Había algo raro; a esas alturas Darkness ya debió haber compartido algo de sus recursos para “ayudar” a sus aliados.

—Los está usando como carne de cañón, pero la pregunta es: ¿por qué?, ¿qué buscan? —Loki acababa de poner en palabras sus pensamientos.

—Mantente alerta. Mi madre insiste en ser ella quien vaya a la próxima reunión con los reyes humanos —bufó molesto, ese era su deber, después de todo él era el líder de las fuerzas militares, su obligación estaba en el campo de batalla.

—El lazo con tu omega sigue siendo inestable —dijo Loki cruzándose de brazos —. Me sorprende que no estés con él en este momento, follando en cada esquina del palacio.

 

Strange gruñó molesto, no tanto con Loki por meterse en su vida privada como lo estaba con el hecho de que su instinto alfa lo empujaba precisamente a eso, pero si sucumbía al primitivo deseo, habría mayores posibilidades de engendrar descendencia y por ningún motivo tendría herederos con una puta.

 

—No tengo tiempo para confraternizar con un humano. Por si no se ha dado cuenta General, estamos en guerra —Loki rodó los ojos.

—Como sea. Te mantendré informado en cuanto descubra el plan de ese demonio —la imagen espectral de Loki desapareció dejando solo al alfa.

 

Strange nuevamente se quedó solo. Suspiró pesadamente antes de usar su magia para transportarse al palacio Vishanti, el lugar estaba destinado a ser el hogar temporal del siguiente sucesor al trono y su pareja durante los primeros dos años de enlace, era, además el lugar donde, por tradición, nacían los nuevos miembros de la familia real.

 

 

El palacio Vishanti solo contaba con unos pocos sirvientes; Tony no los había visto aún, pero Peter decía que eran homúnculos que la hermana del rey Hamir, el ermitaño, que gobernó en la era dos, miles de años atrás; había creado. La princesa Hadish, no poseía poder mágico, en cambio, ella fue la primera alquimista en llevar al cuarto nivel y en descubrir incontables cosas que contribuyeron a los grandes avances del reino.

Hadish fue la gran descubridora de los homúnculos.

 

Tony se enteró que la fallecida princesa era una omega, alabada como un genio, de esos que nacían una vez cada siglo. Tenía tanta curiosidad de conocer sus secretos.

 

—¡Padre! —gritó Peter sacando al omega de sus pensamientos. Stephen había ingresado a la habitación a través de un aro de luz dorado que producía un sonido chirriante.

 

Strange sonrió al niño que tomó en brazos.

 

—¿Has completado tus deberes? —Preguntó el alfa con el infante en brazos. Peter asintió con la cabeza.

—Sí, papá me ayudó —Stephen levantó una ceja y miró a Tony, quien de pronto se sintió incómodo.

—Espero que no te moleste que…

—¿Por qué lo haría? —dijo sin mirar realmente al omega —. Para bien o para mal, eres mi pareja enlazada, es natural que mi cachorro te considere una figura paterna.

 

Tony asintió; por alguna razón, se sentía fuera de lugar, como si el alfa no lo quisiera cerca, algo que no comprendía. Antes del enlace, Stephen era tan… cálido y atento, pero después de la ceremonia se volvió distante, cruel, pero, ¿por qué? No lo sabía y eso no le gustaba, tenía que averiguarlo.

 

—Peter, ¿puedes dejarnos solos? Necesito hablar con tu padre… —el niño miró al alfa, quien asintió con la cabeza, bajó a su hijo.

—Ve a prepararte para el entrenamiento, te enseñaré a usar el látigo —Peter sonrió y asintió con la cabeza; salió corriendo para dejar a los dos adultos solos.

 

Strange le miró, detestaba tanto estar a solas con ese omega, le repugnaba.

 

—¿Qué es lo que quieres? —cuestionó molesto. —Tengo trabajo que hacer, así que se rápido. Tony frunció el ceño, ¿qué diablos le pasaba?

—¿Por qué actúas así? —le preguntó sin rodeos —Desde la ceremonia te has alejado, eres frío y hasta cruel conmigo.

—¿Y cómo debería actuar con quien me traicionó? —gruño Strange con una fiera expresión. Era como una bestia salvaje, sus ojos se tornaron un tono ámbar brillante; Tony dio un paso atrás, por un momento, sintió miedo, pero su orgullo lo hizo mantenerse.

—Yo no te traicioné —dijo el omega enojado. La habitación comenzó a temblar, la magia de Stephen se estaba descontrolando a medida que su furia aumentaba.

—¿Qué no lo hiciste?, ¡Te besaste con ese rey humano antes de nuestro enlace! —gritó furioso. El rostro de Tony reflejó su sorpresa, ¿él había visto cuando Steve lo…? No, no creía que fuese posible, de lo contrario, habría hecho algo —¿No dices nada?

—Yo. No. Lo. Besé. —siseó —Él fue quien lo hizo y lo rechacé.

—¡No es así! —gritó. Las lágrimas comenzaban a ganarle terreno. Sus manos se volvieron puños.

 

¿Por qué se sentía así?, ¿por qué siquiera le importa lo que ese alfa idiota piensa de él? Eran dos perfectos desconocidos, unidos por las circunstancias.

 

Entonces, ¿por qué tenía miedo de perderlo?

 

 

Continurá…

 

 

 

 

¡Hola! Espero les gustara el capítulo, ¿Qué dicen mis adorables lectores?, ¿qué Tony y Stephen arreglen ya sus diferencias y comiencen a fabricarle un hermanito (para empezar), a Peter?

 

¡Nos leemos en la siguiente!

 


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).