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PERDONA NUESTROS PECADOS por Shadow of love

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Notas del capitulo:

El día miércoles ya había subido el capítulo, pero quise realizar algunas correcciones y termino por eliminarse así que me disculpo. Gracias a las personas que dejaron sus comentarios en el capítulo 1, espero y este capítulo también les agrade.  




 




 

Nowaki abrió lentamente los ojos, todo su cuerpo le dolía y se sentía mareado, cuando por fin logro abrir completamente los ojos, noto que estaba en una habitación blanca con una gran venta y apenas había mobiliario. Estaba en un hospital, al querer acomodarse en la pequeña camilla en la que estaba recostado se dio cuenta de que su brazo derecho estaba inmovilizado por una férula para hombro y en su brazo izquierdo tenía un horrible catéter conectado a un suero. 




Rodó los ojos y suspiro disgustado, no quería estar en ese estado tan lamentable. Al mirar a su derecha noto que junto a la pared había un pequeño sofá gris y recostado sobre este estaba el castaño que había visto antes de quedar inconsciente. Nowaki posó su mirada sobre el hombre y estudio con mucha atención sus facciones; su piel era blanca pero ligeramente tostada, sus labios eran pequeños con un sutil toque de color rosa y pese a que no tenía los ojos abiertos, él sabía que eran de un precioso color miel y aunque el castaño tenía el ceño fruncido mientras dormía, Nowaki se atrevía a decir que era muy atractivo. 




Lo único que le desagrado del castaño era esa horrible sotana negra que llevaba puesto, no por que hiciera lucir mal al hombre, claro que no, era por lo que esa cosa representaba. Estaba tan distraído mirando al castaño que no noto que alguien había entrado a la habitación hasta que esa persona hablo y lo sobresalto. 




-Buen día señor Kusama, ¿Cómo se siente? —pronuncio una voz femenina y Nowaki dirigió su mirada hacia la persona que le hablaba. 




Miro a la joven enfermera de cabello negro y mirada cansada, ella se acercó y comenzó a cambiar rápidamente la bolsa de suero para luego comenzar a realizar unas anotaciones en una tabla de control mientras esperaba que Nowaki siguiese algo. 




-Me siento algo mareado—dijo finalmente Nowaki. 




-Es normal ya que lleva tres días inconsciente y debe ser también por los diferentes antibióticos que le hemos suministrado —respondió la enfermera muy amable. 




- ¿Cuándo me darán de alta? 




-Yo creo que talvez esta misma tarde después de que el doctor vuelva a revisar la herida de su hombro. 




-Eso está bien, muchas gracias—termino de decir y luego regreso a mirar al castaño dormido. 




-Usted y El sacerdote deben ser muy buenos amigos porque él no sé a separado de su lado ni por un instante 




Nowaki  iba a decirle a la enfermera que en realidad no sabía ni si quiera el nombre del joven, cuando miro a la mujer y noto como está miraba con ojos de amor al castaño, eso en verdad le desagradó. 




-Es una lástima que sea un sacerdote, porque él es un hombre muy bueno y atentó, es muy agradable pese a lo serio que es—continúo diciendo la enfermera y después empezó a reír. 




- “Que mujer tan desagradable”—pensó Nowaki. 




-Si tan solo no le perteneciera a Dios…—murmuro la enfermera. 




-Por favor ¿Podría marcharse? Necesito descansar—dijo muy serio, pero con amabilidad. 




La mujer hizo una mueca de sorpresa para luego irse disgustada y azotando la puerta con mucha fuerza haciendo que el castaño se despertara sobresaltado, sus expresiones causaron risa a Nowaki y entonces el joven regreso a mirarlo. 




-Es bueno ver que ya estás mejor—dijo el castaño mientras se levantaba del sofá para pararse cerca de Nowaki. 




-Si, pero todo es gracias a ti ya que si no hubieras llegado a tiempo ahora estaría muerto. 




-No me lo agradezcas, mi deber es ayudar a las personas. 




 -Sin embargo, me gustaría mostrarte mi gratitud por todo lo que has hecho por mi—insistió. 




-No es necesario, yo estoy para servir. 




-Entonces… ¿podrías decirme cómo te llamas? 




-Me llamo Hiroki Kamijou  




-Tienes un lindo nombre y también eres muy lindo Hiro-san—dijo con voz dulce y noto como Hiroki se sonrojo. 




-Yo… creo que es tiempo de que me marché ya que me voy con la seguridad de que se encuentra bien Señor Kusama—dijo Hiroki intentando disimular lo nervioso que se había puesto. 




-Pero a mí me gustaría estar más tiempo con Hiro-san—dijo con expresión infantil, Hiroki rodo los ojos. 




-Tengo obligaciones que atender Señor Kusama—dijo muy serio. 




-No te vayas por favor, tú me causas paz Hiro-san—hablo mientras extendía la mano para agarrar de la mano al castaño. 




Hiroki lo miro con sorpresa, su corazón latía con mucha fuerza y no sabía que hacer o qué decir, ese hombre era muy directo y extraño. 




-Yo… —intento articular el castaño cuando de repente entro a la habitación el doctor seguido por la enfermera que hace rato había estado ahí. 




Hiroki aprovecho esto y se soltó de la mano de Nowaki  mientras se alejó un poco de él. 




-Buendía señor Kusama, ya me informaron que ha despertado y he venido a ver cómo está para darlo de alta en unas pocas horas más—dijo el doctor alegre mientras se acercaba a Nowaki. 




-Esas si son buenas noticias—respondió amable Nowaki pero su rostro mostró tristeza al notar que Hiroki se había alejado. 




-Señorita Megumi por favor traiga los instrumentos para desinfectar las heridas y vendas nuevas—dijo el doctor mientras comenzó a retirar la férula del brazo de Nowaki. 




-Si doctor —dijo la chica mientras se iba no sin antes dedicarle una brillante sonrisa a Hiroki que hizo que a Nowaki se le retorciera el estómago de disgusto. 




- “Bruja ofrecida”—dijo en su mente Nowaki. 




-Hasta luego doctor —se despidió Hiroki. 




- ¿Ya se marcha Padre Kamijou?—preguntó el doctor regresan a mirarlo. 




-Si, usted sabe que tengo muchas obligaciones que atender. 




-Eso es cierto. 




-Me alegra que ya estés mejor Kusama, que Dios siempre te proteja—dijo el castaño mientras se acercaba a la puerta. -Adiós—termino de decir retirándose. 




-Hiro-san… —susurro viendo como la puerta se terminó de serrar. 




-El Padre Kamijou es un hombre muy bueno, él ha ayudado mucho en esta parroquia—empezó a decir el doctor mientras retiraba las vendas del hombro de Nowaki. 




-Um…¿La iglesia queda cerca de aquí? Es que la verdad ni siquiera se en dónde estoy porque con lo que me pasó no pude poner atención a nada. 




-Está a unas calles de aquí, está ubicado en el parque de los recuerdos, es un parque realmente grande pero ahí la encontrarás. 




-Gracias. 




-Pero cambiando de tema muchacho ¿Por qué no me cuentas lo que ocurrió? Que necesito informes que llenar y la policía quiere explicaciones antes de que salgas. 




- ¡Oh! Bueno ese día unos amigos me llevaron a un club nocturno llamado Sentry estábamos celebrando el cumpleaños de uno de ellos, me sentí algo cansado así  que decidí irme temprano, ellos se quedaron y yo salí a tomar un taxi pero no encontré ninguno entonces seguí caminando hasta que note que unos tipos me seguían intenté adelantar el paso pero  ellos lograron alcanzarme y comenzaron a golpearme al notar que casi no lleva nada de valor, cuando se distrajeron yo logré ponerme en pie y comencé a correr ellos empezaron a disparar, entonces corrí y llegue hasta una iglesia con suerte estaba abierta me escondí y luego quede inconsciente, eso es todo lo que recuerdo. 




-Ya veo muchacho. La delincuencia ha aumentado mucho por estas zonas a partir de que algunos grupos de mafias se han instalado en este sector. 




- ¡Vaya! Eso terrible. 




La puerta se abrió y por fin llegó la enfermera con lo que el doctor necesitaba, reviso las heridas de Nowaki las desinfecto y volvió a vendar, pregunto si tenía algún pariente que pudiera venir por él pero Nowaki negó a sí que el doctor dijo que llamaría a un taxi para que viniera por él dentro de dos horas ya que prepararía todo para que le dieran de alta, después de que el doctor le diera algunas pastillas para que las tomase por quince días y le diera consejos para cuidar la herida de su hombro, le aconsejo regresar a un chequeo a los quince días y por fin Nowaki pudo marcharse. 




Nowaki hizo que el taxi lo dejara a dos cuadras de su casa porque no quería que nadie supiera donde vivía en realidad, camino las dos cuadras que le faltaban hasta que llegó a una gran mansión y marco el intercomunicador. 




-Buenas tarde ¿Qué se le ofrece? —se escuchó la voz de hombre mayor del otro lado del intercomunicador. 




-Hola Kenshin, soy yo. 




- ¿Amo Kusama?—pregunto con sorpresa. 




-Si, soy yo ¿Podrías abrirme? 




-En este instante amo. 




Las grandes rejas se abrieron y Nowaki camino hacia la entrada principal de su mansión, en la entrada le esperaban los cuatro sirvientes principales de la mansión. 




-Buenas tardes amo Kusama —le dieron la bienvenida los sirvientes. 




- ¿Alguien ha preguntado por mí, Kumi? —pregunto Nowaki a una de las mucamas mientras entraba a la mansión. 




-No amo, de hecho, el señor Tsumori nos dijo que usted tuvo que salir de viaje urgentemente y que si preguntarán por usted les dijese eso. 




-Umm…Gracias Kumi—dijo Nowaki comenzando a subir las escaleras. 




- ¡Espere amo ¡ 




Se detuvo en medio tramo de subir las escaleras y regreso a ver a la mucama. 




- ¿Qué ocurre Kumi? 




-El señor Tsumori se ha quedado aquí desde hace dos días—dijo un poco preocupada-él dijo que usted se lo permitió—Kumi se quedó expectante a la respuesta de Nowaki, él se quedó pensativo por un instante hasta que respondió: 




-Si Kumi, yo le dije que se quedará ¿En qué parte de la mansión se encuentra en este momento? 




-El señor Tsumori se encuentra en su despacho. 




-Gracias—termino de decir y se dirigió al despacho. 




Nowaki abrió lentamente la puerta y vio a Tsumori sentado en el despacho con los pies sobre su escritorio, estaba distraído hablando por teléfono que no noto cuando entro. 




-Sabes que te quiero preciosa, me encantaría tenerte en este momento entre mis piernas—decía Tsumori con una gran sonrisa en el rostro. 




-Cof,cof—Nowaki fingió toser. 




Tsumori se asustó y termino por caerse de la silla en la que estaba sentado, cuando se levantó quedó sorprendido de ver a Nowaki parado frente a él. 




-N, Nowaki?—balbució Tsumori 




-Hola Tsumori. 




-Estaba preocupado por ti ¿Dónde estuviste? ¿Qué te ocurrió? —pregunto mientras se ponía de pie. 




-Fui atacado por la banda de los Yagami—decía Nowaki mientras se sentaba en el escritorio. 




- ¿cómo? ¿No sé suponía que ibas a regalar unos tratos con ellos? 




Nowaki suspiro-Eso se suponía, pero lo que ellos pretendían no era un trato que a mí me convenía.  




- ¿Qué te ofrecían un porcentaje muy bajo de las ganancias? 




-No, ellos me ofrecieron el 75% de sus ganancias a cambio de que los ayudará a traer su mercancía desde china sin problemas. 




-Pero ese es un excelente trato. 




-No lo es porque la mercancía con la que ellos trafican son niños, ellos traen a los niños como esclavos sexuales. 




- ¿Y eso que tiene de malo? Igual era un excelente trato. 




-Estás hablando en serio?!—dijo molestó-Son niños!! yo no tráfico con niños, ellos son criaturas inocentes, solo un ser enfermó lastimaría a un niño. 




-Bueno…supongo que tienes razón, pero que ocurrió? 




-Rechacé su oferta y además les dije que los otros tratos que teníamos con ellos desde ese instante estaban cancelados. Salimos de ese lugar y unos autos nos interceptaron cinco cuadras más adelante, hicieron que nos volcáramos y después diez hombres armados rodearon el auto y mataron a Yuki y Teo, los matones me sacaron del auto, me encerraron en una bodega y me dieron una golpiza, unas horas más tarde cuando bajaron la guardia logré hacerme de un arma y escapar. Fue una persecución terrible, creí que ya no me salvaría, pero llegue a una iglesia y logré esconderme, los matones también entraron, creí que moriría, pero con suerte un sacerdote los espanto antes de que me encontrarán y…bueno después me desperté en el hospital. 




-¡Wow! Es una gran historia. 




-Si tú lo dices, pero aún no te cuento lo único bueno de esta historia—dijo Nowaki cambiando su semblante serio por una sonrisa boba-Al despertar en el hospital vi a la criatura más hermosa que jamás haya visto. 




- ¿Te enamoraste de una sexy enfermera?—pregunto Tsumori  mientras subía y bajaba las cejas sugestivamente, Nowaki rio. 




-No es una mujer. 




- ¡Oh! Bueno ¿Entonces era un lindo enfermó? 




-Claro que no, él es un sacerdote. 




-¡¡¿Qué?!! —dijo Tsumori muy sorprendido-No bromees conmigo Kusama. 




-No estoy bromeando, el sacerdote que me salvó la vida es hermoso, me encanta Hiro-san. 




 -Hiro-san? —repitió extrañado Tsumori en forma de pregunta. 




-Su nombre es Hiroki y es como un ángel—pronuncio entre suspiros mientras a su mente llegaba la imagen del castaño dormido. 




-Y tú que odiabas a ese tipo de personas—dijo de forma burlona. 




-Lo hago, pero él es diferente a los demás. 




-Talvez solo sientes deseo por él, ya que dices que es hermoso, ¿no? Acuéstate con él una vez y verás que después lo olvidas, además solo debe ser un hombre aburrido. 




Nowaki lo miro molestó-Claro que siento deseo por Hiro-san, quiero que él sea mío, pero para siempre, esta es la primera vez que siento tanta emoción al ver a una persona, cuando lo miro me siento feliz, él me hace sentir eso que las personas describen como mariposas en el estómago. 




-jajaja!!—rio estrepitosamente Tsumori -En verdad que jamás había escuchado tanta tontería salir de tu boca, pero haya tú, ya verás que lo único que tienes es el deseo de tener algo que no puedes, ojalá y consigas al menos acostarte con él porque tú sabes que ese tipo de personas son las más hipócritas del mundo. 




Nowaki suspiro de decepción-No sé para qué te cuento mis problemas si te vas a burlar de esta manera. 




Tsumori se rasco detrás del cuello de forma nerviosa-No me burlo, solo me preocupo por ti y por él negocio, no creo que sea bueno involucrarte con gente mojigata y que pongas en peligro nuestro clan. 




-No te preocupes por el clan, yo sé cómo dirigirlo, por algo Kumicho Takeru me nombró a mi como su sucesor y no a ti que eras su propio hijo. Gracias a mi somos uno de los clanes más grandes y poderosos de este país—Tsumori guardo silencio y Nowaki continuo-Yo hago mi trabajo, pero tú no estás haciendo el tuyo, quiero que en este momento vayas y les digas a los muchachos que desde este momento estamos en guerra con el clan Yagami, quiero que eliminen a todos; la muerte de Yuki y Teo no será en vano, los Yagami me ofendieron y pagarán con sangre. 




-hare lo que me dices—dijo Tsumori mientras se acercaba a la salida-Pero te aconsejo que no te involucres sentimentalmente con ese sujeto, talvez si sea amor lo que sientes…pero él siente lo mismo que tú?-Nowaki se quedó pensativo por un instante pero después respondió con mucha seguridad. 




-Talvez no siente nada por mí en este momento, pero yo haré que sienta por mi lo que yo siento por él así sea lo último que haga en este mundo. 




-Imagine que dirías eso, después de todo eres muy persistente, espero y tengas suerte-Termino de decir Tsumori para finalmente salir del despacho. 




Nowaki se levantó de su asiento y miro por el gran ventanal que estaba detrás de su escritorio, observó su extenso jardín cubierto por rosas y suspiro. 




-Te amo desde el primer instante en que te vi Hiro-san y sé que tú también corresponderás mis sentimientos. Después de todo Dios dijo ama a tu prójimo como a ti mismo, o algo así. 




 




 




 




  

Notas finales:

Espero que les haya gustado el capítulo, gracias por leer y no se olviden de dejar un review ya que estos me ayudan a mejorar este fic. En cuanto sepa que les pareció el segundo capítulo subiré el siguiente asique no se olviden de dejar su comentario que solo les tomara un momento 




 


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