Thor no iba a negar que estaba nervioso, no era su primera visita diplomática a otro reino, pero si era a uno tan peligroso como Jötunheim, sabía que estaban en paz hace muchos años, pero nunca desapareció esa pequeña tensión entre sus reinos.
Ahora mismo el emprendería un viaje diplomático en lugar de su padre, era para darle más experiencia para cuando él tome su lugar. La discusión no era realmente importante, solo firmar un pequeño tratado de comercio, lo importante ahí era demostrarles lo prospero que era Asgard a esos condenados gigantes. Además de hacerle ver al resto del mundo que seguían en “buenos términos”, y que no habría guerra.
Sabía que con el paso de los años mucha de su gente se fue a vivir a Jötunheim, así como también gigantes habían venido a vivir a Asgard. Algunos obligados por un programa de “intercambio”, y así favorecer las relaciones entre los dos reinos. Pero también sabía que muchos iban allí de turismo y decidían quedarse, Thor no los entendía, el lugar no era muy agradable.
Tristemente en este viaje no podría ser acompañado por sus fieles amigos los tres guerreros, y la grandiosa Sif. Ir un equipo de guerreros de elite como ellos haría que los Jotnar se sintieran amenazados y no querían eso. Thor iría acompañado de un par de sus hombres y nadie más, ya estaba listo para partir.
Esperaba irse antes que su padre lo venga a ver otra vez, desde que se le había encomendado eso Odín estaba realmente fastidioso, le advertía contantemente sobre los Jotnar una y otra vez, diciéndole que no debía bajar la guardia ni por un segundo a penas entre al reino. Thor creía que su padre exageraba, él sabía defenderse perfectamente, no caería en una trampa, y en caso de que le ocurriera algo, todos sabían que la guerra era la única cosa que obtendrían.
- Thor. – Suspiró
- ¿Padre? – Respondió dándose la vuelta y tomando su equipaje, listo para partir.
- Hay otra cosa sobre Loki que quiero que sepas. – Thor contuvo su mirada de fastidio ¿Cuántas veces más hablaría del hijo de Laufey?
- Padre, usted me encomendó esta misión, le aseguro que tengo la información necesaria sobre Laufey y todos sus hijos. – Odín lo miro seriamente
- Laufey es un ser fácil de predecir. Su poder radicar en la violencia y sabe cómo usarlo a su favor, sé que podrás manejarlo a la perfección. – Thor asintió – Pero ya te lo he dicho, su hijo Loki es el que me preocupa
- Entiendo, usted me dijo que Loki es quien dirige Jötunheim por las sombras, y que es de quien debo cuidarme – Odín asintió – Lo entiendo, tendré cuidado con él.
- Jötunheim es un gran reino desde que Loki comenzó a tomar las decisiones importantes, tiene hazañas tan grandes como terroríficas. No debes bajar la guardia. – Thor asintió – Además, sabes que el reino de Jötunheim está creciendo de un modo terrible, tiene grandes aliados, ingresos y armas poderosas. Son una amenaza, Loki es una amenaza. Sabes que esto es más que solo diplomacia, debes demostrarle al pueblo de Jötunheim nuestro poder sin derramar sangre. –
- Lo se padre. -
- Suerte hijo mío. -
- Gracias padre, volveré pronto. –
Dicho esto, Thor emprendió su largo viaje a las frías tierras de Jötunheim, acompañado por dos de sus soldados recorrieron incansablemente días y noches hasta llegar al gran reino. Se detuvieron en un bar de mala muerte en el primer pueblo que encontraron, allí pidieron alojamiento y bebidas.
Desde que llego al pueblo que era el límite entre sus dos reinos Thor podía ver como esos programas de intercambio estaban dando frutos. En las calles caminaban y convivían muchos Jötunn con æsir, incluso pudo verlos interactuar de manera amistosa.
Los Jötunn eran idénticos a cómo eran retratados en libros y cuadros, todos eran realmente muy altos, mucho más que él, de cabellos oscuros y ojos rojos, en su mayoría calvos, y su piel era de un color azul muy fuerte. Sin embargo, Thor no se sentía intimidado ni nada similar, ya había peleado con algunos, sabía que podía defenderse, sin embargo, aquí no estaba para pelear, él venía en términos pacíficos.
Thor bebió con calma su cerveza, era más fuerte que en Asgard, pero él tenía buena resistencia, sin embargo, trataría de no tomar mucho. Sus acompañantes estaban hablando animados con un par de mujeres æsir que vivían ahí. Ambos miraron a Thor quien les sonrió indicándoles que podían ir a disfrutar con esas mujeres y que no dijeran quienes eran ellos.
- ¿Estás solo? – Escuchó una voz a sus espaldas y Thor volteo el rostro, era un joven de hermosos cabellos negros largos hasta los hombros ondulados, unos ojos verdes esmeralda realmente hermosos y una piel tan pálida como la nieve que caía del cielo afuera del bar. Thor sería un tonto si no negara que apenas lo vio se interesó en ese misterioso joven.
- Mis acompañantes salieron – Indicó de manera cortes e hizo una señal para que tomara asiento junto a él – Por lo que veo eres æsir – El joven le sonrió y tomo asiento al lado de Thor, en el lugar donde uno de los soldados estaba previamente
- Nací aquí en Jötunheim pero mis padres no, ellos eran parte de un programa de intercambio o algo así, la verdad no estoy muy informado sobre política y esas cosas. – Comentó de manera desinteresada
- ¿Nada de política? –
- No, no se mucho ni de reyes, reinas ni nada, con suerte sé que Laufey es el rey de aquí. – Thor sonrió al ver la despreocupada sonrisa del joven, no sabía cuántos años tenía, pero supuso que era lo suficientemente joven como para obviar a la política, hablar con el seria despreocupante.
- ¿Cómo te llamas? –
- Me dicen Teo – Sonrió de manera amable y Thor se sintió encantado
- Soy Thor. – Él hizo un gesto pensativo, casi inocente, Thor nuevamente se sintió encantado, el joven era atractivo.
- Me suena de algún lado… Pero no estoy seguro. –
- No tiene importancia – Teo asintió dejando de lado el tema
- ¿Estas bebiendo una cerveza? Eso es basura. En esta taberna lo mejor es un jugo Hiköri, no hay nada mejor que eso. – Comento con una grande y segura sonrisa
- Suena interesante –
- Te traeré uno solo con una condición – Dijo juguetonamente y Thor le sonrió
- Dime – Entonces el joven estampo sus labios contra los de él, fue un beso casto, pequeño e inocente, pero cargado de sensaciones lujuriosas que encantaron a Thor – Acepto. – Dijo riendo mientras el chico se alejaba con una amable sonrisa
Lo siguiente que Thor vivió fue realmente muy confuso, tomo el dichoso trago, y luego otro, y otro más, hasta que lentamente perdió la cuanta de cuantos se había tomado, o quien estaba pagando la bebida, sinceramente todo se estaba volviendo muy difuso. Lo único que sabía era que no podía dejar de besar a Teo, una y otra vez, se sentía tan bien. Este le sonreía e invitaba a beber, hablaban, reían y luego se volvían a besar. Eran unos suaves y extrañamente expertos labios, con una traviesa lengua que recorría toda su boca y pasaba de vez en cuando en su cuello. Thor ya no sabía ni que estaba diciendo, seducido por esos pequeños y atrevidos toques, su encantadora voz y embriagado por la bebida.
Que decir de la noche que tuvieron, Thor recordaría pocas relaciones sexuales tan placenteras como esa. Teo le susurraba cosas y hacia inusuales preguntas, y cuando Thor respondía, sea cual sea la respuesta, éste gemía extasiado. Lo cual lo incitaba a Thor a seguir susurrando en su oído.
Por la mañana todo era un poco bochornoso para Thor, y Teo ya se había marchado. Quedaría como una linda anécdota que contar en su regreso. Una placentera noche con un apuesto, divertido y sensual chico desconocido mientras hablaban de quien sabe qué cosa.
Thor siguió su recorrido junto a sus dos acompañantes al mediodía, después de comer, no estaban muy lejos de la capital Utgard, donde los estaban esperando.
La fría nieve caía con calma, eran como pequeñas pelusas frías, a Thor le resulto algo agradable ya que no había viento ni un frio descomunal, aunque él seguía prefiriendo los climas más cálidos. Cuando llegaron fueron recibidos por soldados de Jötunheim, grandes gigantes armados, que se encargaron de escoltarlos hasta el palacio. En su trayecto vio a mas æsir, que lo miraban preocupados, temiendo obviamente, se desatara otra guerra.
Fueron escoltados por el gran palacio hasta la sala real, donde sentado en un gran trono se encontraba el rey Laufey, hombre grande de piel azul y calvo, con tonificados músculos y ojos rojos, lo miraba penetrante. Thor se inclinó en sinónimo de respeto y Laufey hizo una señal para que se levantara.
- Bienvenido príncipe Thor de Asgard. –
- Gracias por la invitación. –
- Usted será bienvenido en mi hogar, ahora alguno de mis sirvientes o hijos lo escoltara hasta sus aposentos, me imagino que usted y sus acompañantes tuvieron un largo viaje por lo que sería correcto comenzar las charlas mañana, así tiene tiempo de reponerse. – Comento de manera desinteresada Laufey, parecía que estaba siguiendo un libreto
- Agradezco su hospitalidad. – Laufey asintió
- Helblindi, inútil, acompaña a nuestros invitados y muestra nuestra hospitalidad. – Dijo Laufey de mala gana mirando a un gran gigante, muy similar a todos los demás, por el nombre “Helblindi”, Thor supuso que era uno de sus hijos, el del medio. El gran gigante comenzó a caminar y Thor y sus acompañantes lo siguieron en silencio.
Por lo que vio Helblindi y su padre no se llevaban muy bien, lo que confirmo los rumores de su pésima relación familiar. Thor sabía que es por ahí donde debía atacar. Helblindi no sería el heredero, Býleistr es quien ocuparía el trono de Laufey algún día. Pero a Thor le serviría obtener información sobre los asuntos familiares para ponerlos a su disposición cuando los requiriera.
Llevo a sus soldados a dos habitaciones separadas y finalmente escolto a Thor hasta la suya, una hermosa habitación donde este pudo dejar sus cosas. Antes que Helblindi se fuera Thor lo detuvo.
- ¿Estarás en la reunión de mañana? – El gigante lo miró confundido, no parecía ser muy listo así que no intuyo que Thor buscaba información
- No, de esas cosas se ocupa mi padre, Býleistr y Loki. – Dijo de manera simple
- No he visto a tus hermanos todavía, me interesaría hablar con ellos – Thor sabía que si bien visiblemente debía hablar con Býleistr le interesaba más conocer al famoso Loki, quien se suponía era el que gobernaba entre las sombras.
- No es algo agradable. – Dijo con simpleza nuevamente, Thor se sintió intrigado.
- ¿Por qué? – Indago de manera desinteresada, el gigante no estaba notando sus intenciones
- Býleistr es mandón, grosero y buscara provocarte, siempre hace eso. – Eso Thor lo tenía claro, en algún momento intentarían iniciar un conflicto, él estaba preparado para usar todo su autocontrol.
- ¿Y Loki? – Preguntó con curiosidad
- Su reputación lo dice todo, no es mal hermano, solo es demasiado astuto y eso asusta. Es mejor que Býleistr. No es bueno tenerlos de enemigos – Comentó con simpleza Helblindi. Luego agacho la vista – Yo le tengo miedo a ambos. Sera mejor que te lleves bien con ellos, en especial Loki. -
- Oh, de acuerdo. Gracias – Thor tomo eso como una advertencia, Helblindi hizo nuevamente el amague para irse, pero Thor volvió a retenerlo. – Te importaría mostrarme un poco el lugar. – Era poca información la que obtuvo de Helblindi, no sabía mucho sobre los temas políticos, pero por lo menos podía ir adelantándose para saber a qué se enfrentaría mañana
- Yo puedo hacerlo. – Una voz interrumpió su charla, y parado, como si estar ahí fuera lo más natural del mundo se encontraba Teo, vistiendo elegantes ropas verdes y negras, apoyado contra la blanca pared mientras lo miraba sobrante. Helblindi lo miró con calma y asintió para retirarse de una vez por todas, Thor supuso que no quería tener nada que ver con conflictos políticos.
- ¿Teo? – Susurró casi estupefacto y éste le sonrió, pero no tan amigable como antes, sino que puso una mueca divertida y picara, bastante soberbia, además. Thor se quedó parado mirándolo, como tratando de descubrir que hacia ahí en el palacio con tanta calma.
- Aquí me conocen como Loki. – Contestó de manera divertida y Thor palideció, sintiendo como todos sus sentidos, toda su intuición le estaba gritando “peligro”, una y otra vez. No supo que decir, llego el punto en que se había olvidado hasta de respirar – Esperaba hacer mi magnifica entrada mañana, en las negociaciones, pero me temo que pensé que podías exaltarte y arruinarlas, la formalidad es importante. – El tono carismático con el que Loki hablaba no era nada parecido al que utilizo la noche anterior, cuando se acostaron. Nuevamente se sintió inquieto, su corazón estaba latiendo fuerte, no podía poner en orden ningún pensamiento lógico. Thor quería desaparecer antes que aceptar las pruebas que se le estaban presentando. – Estas muy callado. Ayer era tan conversador, dijiste cosas muy interesantes…- Thor no encontraba palabras que decir, estaba estupefacto, haciendo un esfuerzo casi imposible por recordar que había dicho, que información valiosa se le pudo haber escapado entre copas y caricias. Porque la voz insinuadora de Loki eso estaba sugiriendo, Thor había hablado, le había brindado información. – Que descuidado, príncipe Thor, su padre no le advirtió que debía cuidarse a penas entre a Jötunheim. – Lo hizo, lo hizo cientos de veces, le advirtió tanto sobre Loki y cayó. A penas había puesto un pie en Jötunheim, era el primer pueblo que cruzaron y una taberna al azar, una que buscaron específicamente sea de baja reputación para pasar desapercibidos, aun así, aun así, Loki se había adelantado a eso.
- ¿Qué dije? – Loki le sonrió y camino con calma hasta el, quedado frente a frente, mirándolo con su cínica sonrisa.
- Muchas, realmente muchas cosas, el Hoköri es realmente bueno para hacer hablar a la gente. Más fácil aun con un simple desconocido, “sin” conocimientos de política, que haciendo preguntas al azar logró obtener mucha información. Estas en tierras enemigos mi querido Thor, no debiste bajar la guardia ni por un segundo. – Thor frunció el ceño
- No recuerdo haber dicho nada comprometedor. – Dijo de manera segura
- ¿A no? Que tal… Ese hermoso cantico que logra abrir unas cuantas bóvedas secretas de Asgard. – Thor retrocedió ante la sínica mirada de Loki, no recordaba hacer dicho eso, recordaba haber cantado un poco pero… No, él no podía haber dicho eso. – O también esa pequeña debilidad de tu pequeño hermano Balder. Lo único que lo puede matar realmente. – Su corazón comenzó a retumbar, Thor se sentía como si estuviese en una nube, todo era difuso y complicado, y Loki lo miraba tan divertido, tan soberbio. – Oh… Tantas cosas tan interesantes, tratados, comercios, socios, hablaste de todo un poco Thor. Y susurrabas secretos en el sexo, de manera tan placentera que jamás creí tener tal orgasmo – Loki toco su rostro mientras mordía su labio, Thor podía jurar que estaba reviviendo el momento, escuchándole decir secretos mientras lo penetraba. Esa expresión se le hizo realmente atractiva. - Mañana hablaremos de las negociaciones – Loki se apartó un poco, no sin antes dirigirle una penetrante mirada – Padre te dirá nuestros términos y tú los aceptaras, sonreirás y lo felicitaras. – Thor no podía reaccionar, esa mezcla de emociones y desconcierto lo dejo perplejo. – Es solo un estúpido tratado que a nadie le interesa, lo importante aquí era demostrar poder ¿No es verdad? Vino el heredero de Asgard prácticamente solo, a demostrar que podía tratar con barbaros con facilidad. Por supuesto nosotros igual queríamos demostrar poder, y créeme que todos sabrán como te engañe, de hecho, lo saben ya muchas personas, como el heredero al trono cayo por el tercer hijo de una bola de gigantes sin cerebro. Perdiste antes de poder hacer un solo movimiento Thor. – A pasos lentos y elegante Loki llego hasta la puerta de salida - Veo que estás cansado, sería bueno que descanses, mañana será un largo día – Loki le dio un pequeño guiño y cerró la puerta, dejando que Thor cayó de espaldas, rendido, devastado
Se sintió un imbécil. Había perdió, él perdió su primer encuentro. Loki le había ganado con simples caricias, alcohol y una bonita mentira. Había jugado tan bien, en ningún momento creyó que apenas pusiera un pie en Jötunheim seria embaucado. Se sintió irritado y extrañamente excitado, era una sensación confusa y placentera. Perdió su primera batalla, pero no la guerra.
Thor presencio las formalidades y las ceremonias de los Jötnar, platico con varios de ellos con calma, siempre tratando de obtener un poco de información, pero la gélida mirada de Loki sobre la gente que hablaba con él bastaba para que estos se trabaran y cambiaran a temas seguros.
Thor estaba seguro de que era observado constantemente, no podía volver a bajar la guardia, era como si Loki estuviera por todos lados, como si escuchara todo, si viera todo, si supiera todo. Y en su poco tiempo en Jötunheim Thor podría afirmar que así era. Los rumores eran ciertos, el reino estaba siendo controlado por el ultimo hijo, Laufey se podía dar ese gusto ya que Loki seguía respetándolo y diciéndole cada uno de sus movimientos y planes. Los otros hijos de Laufey se quedaban afuera del circulo de poder, con ello vio los celos en los ojos de Býleistr y el miedo en los de Helblindi. Era en esa desunión familiar donde Thor debía atacar, porque a pesar de que el poder lo tenía Loki, Thor sentía que no podría jugar contra él sin perder algo, Býleistr seria quien tenga el poder algún día, por el momento respetaba las decisiones de Loki por que su padre así lo ordenaba, pero Thor podía ver sus ansias de destruirlo. Sería el aliado que necesitaba, uno que necesitaba si quería derrotar a Loki.
Ese era otro de sus motivos en Jötunheim, pero de eso Loki no parecía tener sospechas, no fue ahí solo a demostrar poder a sus adversarios y mostrar amistad a las poblaciones. Estaba ahí por información, y también para destruir a Loki. Su padre no lo había dicho de manera explícita, pero todos sabían que debían cortar los planes de Loki antes que este los pusiera en marcha.
Eran muchos los rumores de portales y armas que se movían de un lado a otro y como los gigantes estaban entrenando. Se preparaban para hacer un ataque, algún movimiento, algo, nadie sabía que tramaban, pero era peligroso, el nuevo poder de Jötunheim era algo que temer.
Su padre además le había dado mucha libertad, era su representante, podía tomar las decisiones que el creyera necesarias. Le había puesto mucha confianza en sus manos, no quería defraudarlo.
Platico varias veces sobre los acuerdos de comercio con Laufey, pero este era bastante acotado a la hora de hablar, decía un pequeño discurso y opinaba algo, luego le indicaba a Loki que procediera, obviamente era una indicación, estaba mostrando que él mandaba a Loki. Pero Thor sabía que le decía que hablara el por qué no sabía que decir.
Recién en su tercera noche Thor logro hablar con Býleistr relativamente solo.
- Loki es un imbécil debilucho, no sabe manejar bien ni siquiera una espada, siempre se la pasa usando sus trucos de magia estúpidos y débiles. No entiendo por qué la gente lo respeta más que a mí. Yo soy el legítimo heredero. – Býleistr hablaba mal de Loki siempre que podía, al parecer era el único que se daba ese lujo. A Thor le servía llevarse bien con el heredero, lo necesitaba y parecía lo bastante tonto como para no darse cuenta los planes de Thor – Cuando padre muera lo casare con el primer o la primera estúpida que acepte. No puedo matarlo, el pueblo lo respeta demasiado. La profecía se encargó de eso – Dijo Býleistr llevando a sus labios un largo trago de cerveza
- ¿Profecía? – Preguntó Thor mirándolo con curiosidad
- Si, cuando Loki nació era tan pequeño como ahora, y cuando la sirvienta lo toco su piel azul se puso blanca, todos creían que era un monstruo y un inútil, un gigante defectuoso, así que padre iba a matarlo. Una bruja le dijo que Loki traería lo que el reino estaba buscando, que dejaríamos de ser pobres y muchas cosas buenas. Todo mejoraría cuando el cumpla su dieciseisava luna. Y de hecho lo hizo. Por eso nadie lo cuestiona tampoco. Pero el reino está bien ahora no lo necesita más. Esperare a que padre muera y me desharé de él. – Býleistr estaba muy seguro de sus palabras, no parecía tener miedo en decir sus planes en voz alta por lo que de seguro Loki ya sabía de ellos. Y lo más probable es que esté planeando algo para cuando Laufey muera. Thor podía jurar que de seguro Loki mataría a Býleistr en cuanto tuviera la oportunidad. Tocaron su hombro y Thor se sobresaltó al ver a Loki mirándolo con una encantadora sonrisa. Tomo asiento a su lado y se estiro para servirse una copa de vino.
- Oh, príncipe Loki, no lo había visto llegar. – Loki le dedico una perspicaz mirada
- Suelo ser muy sigiloso cuando camino, príncipe Thor, muchos parecen ni notar mi presencia cuando camino justo detrás de ellos – El comentario estaba cargado de significaciones, era como si estuviese insinuando lo fácil que sería para él apuñalarlo sin que se dé cuenta. Thor quería seguir hablando con Býleistr, era el único que no se intimidaba ante Loki, es por ello que ahora este se sentó justo del otro lado de Thor.
- Como te decía amigo – Prosiguió Býleistr como si Loki no estuviera ahí, pero pudo notar que su tema de conversación cambio un poco, no parecía molestarle soltar un poco de información, pero se cuidaba, obviamente Loki estaba demasiado cerca de ambos. Thor trataba de descifrar si Býleistr estaba insinuando algo que él no comprendía, muy atento a sus palabras, cuando sintió una mano posarse sobre su pierna. Sus celestes ojos se encontraron con un distraído Loki que miraba con calma a la gente bailando y tomando mientras llevaba a su boca el vaso. Se veía muy atractivo con esas túnicas verdes y negras, no se parecía en nada a la ropa usual de los Jötnar. Inconscientemente recordó la noche que paso con él, y como esas suaves manos tocaron su cuerpo, se tensó ante eso y Loki sonrió levemente. Trato de prestar atención a lo que Býleistr decía, pero le era imposible, ya que las traviesas manos de Loki ahora acariciaban su pierna rozando levemente su pene. Thor lo miraba de reojo, su perfecto rostro y esa atractiva sonrisa, se veía tan seguro de poder meterle mano frente a todos sin que nadie dijera nada. Era algo tentador, morboso, casi un fetiche de Thor, el exhibicionismo, hacer eso en público, una especie de parafilia suya la cual Loki parecía comprender. – El comercio allí es mejor, también hay mejores hembras, las Jötnar de allí son las mejores, supongo que también hay buenas æsir, pero no me gustan en particular – Býleistr seguía hablando, quizá estaba soltando información importante, quizá no, pero Thor no podía dejar de pensar en la mano que ahora si apretaba su miembro y lo masajeaba, endureciéndolo. Apartar la mano de Loki lo delataría, había mucha gente y ese acto no pasaría desapercibido, era mejor dejarlo. Era por eso, no por que estuviera disfrutándolo, se dijo internamente
- Ya es algo tarde. – Dijo finalmente Loki – Mañana habrá otra reunión con el rey querido hermano y honorable príncipe – Su voz suave no hacía más que incomodarlo, mientras lamia sus labios tras beber un último sorbo de vino. – Sera mejor que vayamos a dormir.
- Deja de fastidiar Loki – Dijo Býleistr con agresividad, Loki giro los ojos sonriendo.
- ¿Quiere que lo escolte? – Antes que Thor pudiera responder apretó su miembro con fuerza y Thor reprimió un gemido.
- Si, por supuesto – Thor sonrió y miro a Loki quien por fin alejo su mano y se levantó – Me alegra haber hablado con usted príncipe Býleistr, que tenga buenas noches – Este último solo asintió y le dedico una mirada cómplice, una que Thor comprendió. Parece que sí tendría un socio
Thor acompaño a Loki en silencio, mirando cada uno de sus movimientos, y a todos lados por si le había tendido una trampa o algo similar. Sabía que venía de manera amistosa, no podía matarlo, pero quizá ocasionar un accidente o algo así.
Cuando llego a su habitación Thor tomo el impulso más valiente en toda su vida y sujeto a Loki por las ropas y lo arrastro adentro de la habitación, la cual cerro de un portazo. Loki retrocedió, mirándolo desafiante, queriendo dominarlo con esos verdes ojos.
- ¿Qué tramas? – Gruñó Thor y Loki solo le sonrió – No quieres que hable con tu hermano, eso puedo notarlo, de hecho, no quieres que nadie hable conmigo. Al parecer ustedes ocultan algo. -
- Býleistr es un imbécil. –
- Pero es el legítimo heredero al trono, no como tú – Loki frunció el ceño
- Es fácil para ustedes los primeros hijos, nacen y ya tienen todo. Los que seguimos en la línea de sucesión debemos luchar para obtener lo mismo. De todas formas, sabes que el poder aquí es mío. -
- Sí, eso pude notarlo. –
- Y yo note tu perversión, el público. De seguro te gustan las orgias o algo así – Thor frunció el ceño - ¡Oh! Que alegría parece que adivine. No puedo ofrecerte una por que dudo que te gusten las mujeres Jötnar, y hay pocas æsir dispuestas a hacerlo. –
- ¿Y eso que tiene que ver? – Loki se acercó más y toco su rostro, sonriendo vilmente, Thor reprimía esos impulsos de golpearlo
- Todo tiene que ver, cada maldita pieza que se mueve en este tablero es importante. – Se acercó a él – El poder es más que solo músculos y un título querido Thor - Sus rostros estaban increíblemente cerca por lo que a Thor no le sorprendió cuando Loki estampo sus labios con los de él, un tacto rudo y corto. Luego le sonrió – El conocimiento es poder Thor, lo sabes mejor que nadie, viniste aquí por él – Thor sujeto el cuello de Loki, éste no le tenía miedo, Thor sabía que podría fácilmente matarlo ahora, pero no podía, por más fuerza que tuviera no podía contra él, aun muerto le arruinaría la vida. – Sinceramente creí que tú y el estúpido de mi hermano, pelearían por alguna estupidez y querría desatar la guerra. Me alegra ver que no es así. – Las manos de Loki comenzaron a recorrerlo, tocando sus hombros y descendiendo por su marcado abdomen. Thor solo apretó un poco el cuello en advertencia, pero este no se detuvo, tocaba sus firmes músculos y rozaba su ahora erecto pene. – Mañana será el último día, espero que sepas comportarte y firmar alegremente esos jodidos papeles – Apretó el pene de Thor – Yo no diré nada del bonito tratado con los barbaros del norte y tu firmaras eso – Thor se sintió furioso por lo que solo atino a besar con intensidad los labios ajenos, a morderlos con la suficiente fuerza para hacerlos sangrar.
Estaba nuevamente sintiendo esa mezcla de emociones, excitación y odio hacia Loki, una mezcla extrañamente atractiva.
No estaba ebrio, o por lo menos no lo suficiente como para que Loki vuelva a robar información de su boca, pero Thor era hombre, y esa sensación de miedo, odio y placer que Loki le daba con un solo gesto era una combinación difícil de rechazar. Por lo que no se sorprendió cuando sus manos se alejaron del cueyo de Loki y comenzaron a descender por su cuerpo, acariciándolo.
Loki obviamente intento robar información con alguna que otra palabra, pero Thor no hablo más, recorrió todo su cuerpo, y luego solo se enfocó en coger a Loki tan fuerte como pudiera, buscando dejar alguna que otra marca. Era rudo y salvaje, y Loki parecía disfrutarlo todavía más. Era excitante y horrendo a la vez, eso lo hacía mucho mejor. Coger con el enemigo, ¿Qué otra sorpresa le traería el viaje? Mordía todo su cuerpo y tiraba sus cabellos, lo cogió varias veces esa misma noche, sacándose todas las ganas que tenía y disfrutando verlo retorcerse sobre su cama.
Por la mañana obviamente Loki ya no estaba, Thor se alisto y fue a la última reunión antes de marcharse, esa misma tarde se iría. Habia pensado mucho en que decir y sinceramente no tenía palabras, iba a volver con el caballo cansado, sin mucha información y ni un buen pacto, un fracaso. Ahora debía firmar esos estúpidos papeles, la pequeña amenaza de Loki era algo inquietante, si Laufey sabia sobre su tratado con los barbaros podría enojarse.
Thor hablo con Laufey y leyó los malditos papeles una y otra vez, buscando no pasar nada por alto, también los puso en luz y busco segundas letras por algún lado, pero todo parecía estar bien. Loki sonreía al verlo buscar con que firmar, si, había perdido.
Y de golpe ocurrió, era como si todo estuviese programado a favor de Thor. En un repentino acto Laufey se desmayó, en medio de todos los presentes, cayo profundamente dormido.
El palacio fue un caos, todos corrieron a socorrerlo y ayudarlo, incluso Loki se veía terriblemente angustiado, distraído. No despertaba, no estaba herido, ¿Qué hacía pasado? Ni siquiera estaba muerto, los sanadores decían que solo estaba durmiendo. Era el momento.
- Necesito regresar a Asgard, debemos hacer un pacto. – Presiono al ver que se habían llevado a Laufey de la sala
- No vez que el rey está inconsciente. Luego lo haremos – Dijo Loki
- Entonces que su heredero tome las decisiones – Loki lo miro furioso y vio como Býleistr le sonreía de manera sobrante
- Por supuesto. Yo soy el legítimo heredero, ahora que padre no puede yo hare las negociaciones aquí -
- Sabes perfectamente que eres un incompetente para esas cosas Býleistr. – Loki escupió con asco, estaba nervioso, Thor podía notarlo
- Jötunheim quiere la maldita ayuda de Asgard para pasar por sus fronteras y vender pieles. – Dijo sencillamente Býleistr y Loki parecía furioso al ver cómo era ignorado por completo. La gente a su alrededor parecía tensa y los soldados apretaban sus armas. Thor lo sabía, Loki quería matar a Býleistr, y en cuanto viera la oportunidad lo haría. Sabía que Helblindi no sería un problema para tomar el poder, Thor hablo con él varias veces y vio que le era más leal a Loki que a su padre y hermano mayor, probablemente si Býleistr muriera Helblindi le sedería el trono a Loki sin problemas. Loki miraba a todas las direcciones, estaba pensando, haciendo cálculos, quería actuar ya.
- ¿Qué ganara Asgard con eso? – Thor trato de fingir interés en la charla
- Que no hagamos la guerra. – Eso si llamo su atención – Mi padre y hermano quieren iniciar una guerra, no sé con quién, capaz es con ustedes y están buscando el motivo, si ustedes aceptan eso cambiara, sino todo se ira a la mierda. – Dijo sonriendo con soberbia, Thor frunció el ceño, al parecer Býleistr no sería tan buen aliado después de todo.
- ¡Eres un estúpido Býleistr! – Gritó Loki casi al borde del colapso, o quizá estaba fingiendo y tenía un plan, Thor no lo sabía, pero no podía permitir que hiciera su movimiento. -
- Porque yo quiero. ¿Dime Thor que me ofreces por mi hermano? – Nadie pudo disimular su cara de espanto y Thor frunció el ceño – Ahora yo puedo elegir sobre él, te lo entregare como puta o lo que quieras, tal vez ustedes “señores correctos”, puedan usarlo para algo mejor, un erudito quizá, hay pocos con su conocimiento en Jötunheim
- ¡No te atreverías a venderme! – Thor vio como Loki comenzaba a materializar una daga en su mano, la mantenía oculta – El pueblo te odiara – Con eso Býleistr se concentró. – Nadie aquí te respeta, te desharás de la única persona que le trajo prosperidad a este arruinado reino. Todos saben que antes de mi morían de hambre y frio, un inepto como tu solo volverá a hundir al reino –
- Bien, no te venderé. – Dijo de mala gana y Loki pareció relajarse un poco. Aún tenía la daga por lo que en algún momento mataría a Býleistr – La guerra será mejor supongo. Tampoco es que me importe mucho – Todos los presentes comenzaron a gritar cosas y suplicar, Býleistr parecía divertirse con eso
- Tengo una mejor oferta. – Dijo Thor, en un arrebato de locura – Podemos evitar una guerra. – No sabía que estaba haciendo, no debía estar haciendo esto, pero…
- Escucha soleadito, a mí no me interesa mucho la guerra o no, de todos modos, se hará, todos saben que nos estamos preparando. ¿O crees que somos tan imbéciles al creer que vendrías solo de visita? Te escoltaremos hasta la salida y una vez fuera la guerra comenzara.
- Podemos hacer una alianza. – Býleistr alzo la ceja, Thor se veía muy inquieto y eso era divertido, suplicar por detener una guerra, Býleistr no podía sentirse más a gusto – A través del matrimonio – Býleistr comenzó a reír
- ¿Me propondrás matrimonio? –
- No yo, y no a ti. Casaremos a nuestros hermanos. – Dijo Thor con seguridad – Tengo varios hermanos en Asgard, tú tienes a Loki. Uniremos los reinos así y evitaremos la guerra. –
- Es una maldita trampa y lo sabes Býleistr – Dijo Loki – Me sacaran del reino y perderemos poder, no seas tan estúpido para pensar en que deshacerte de mí servirá para algo
- Si, para mantener mi vida. – Dijo con simpleza – El pueblo me odiara, sí, pero eso a mí no me importa. Si alguien hace algo que no quiero le romperé la cabeza y ya está. Soy su legítimo gobernante.
- Pero eres un inútil y padre lo sabe. Es por eso que me eligió sobre ti –
- ¡Solo eres un Jötunn defectuoso! Serás un bonito recuerdo y un héroe en Jötunheim, pero no serás su rey. Acepto la propuesta, puedes desposarlo con el hermano que gustes príncipe Thor. Además, sé que a la gente le gustara más mantener la paz que a su adorado príncipe. Todos aman la paz. No vales lo suficiente para ella. – Býleistr comento con asco en sus ojos. Loki tenso sus músculos y antes que llegue a hacer algo Thor salto sobre él y lo abrazo fuertemente, derribándolo y quitándole la daga. – Oh, salvado por el príncipe de Asgard ¿Quién lo diría? Como sea, ustedes ya no son bienvenidos aquí, la reunión terminó. Llévate al inútil de mi hermano lejos. – Dijo de manera furiosa Býleistr e indico a los guardias que los escoltaran.
Loki miro a todos lados, buscando una solución, una salida, pero todos y cada uno de sus pensamientos eran en vano. Él había perdido. No importaba lo que hiciera, si escapaba o no, en algún momento seria atrapado y castigado por el ahora rey Býleistr. Había perdido la batalla, en un segundo, cuando menos se lo esperaba, cuando todo marchaba de acuerdo a su plan, él perdió.
Ese maldito asgardiano había jugado muy bien, le quito a Jötunheim a su estratega, lo ato a uno de sus hermanos y le dio el trono a un imbécil que fácilmente puede ser destruido. Fue una jugada maravillosa, rápida, aprovecho el momento justo en que su padre tuvo un percance. Otro quizá hubiera esperado a que Laufey se recupere y negociar con él, Thor presiono para hacerlo con el estúpido y manipulable de su hermano. No pudo evitar sentirse excitado, había perdido, si, había perdido, en su juego, en su casa, era la primera vez que lo hacía.
Pero no había perdido la guerra, oh no, eso recién estaba comenzando. Ahora debía desposarse con uno de los hermanos de Thor, elegiría al más débil, al más manipulable, y eso le ayudaría a destruir a Býleistr de una vez por todas y tomar el lugar que a él le correspondía.
Loki miro de reojo a Helblindi quien desde el fondo lo miraba aterrado, sin poder decir una palabra. Loki le dio un guiño para que se calmara, lo necesitaría, era un espía muy confiable dentro del palacio y sabía que Helblindi siempre le seria leal a él.
No se dio cuenta cuando estaba riendo como desquiciado, era tan divertido, era tan jodidamente divertido, lo habían derrotado en su propia casa, con sus propias reglas, era tan divertido que no pudo evitar reír con demencia mientras se lo llevaban los acompañantes de Thor. Oh no, esto recién estaba comenzando.