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El Amor Ninja. por sandythekillerx

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Notas del capitulo:

Hola que tal. Espero que les guste el capitulo y gracias a todos los que leen. Me hace feliz que les haya gente que lea esta historia. Sin más les dejo leer 

-¡¿Cómo puede ser posible?!- grito furioso el general  a cargo del ejercito y la seguridad de las tierras del actual señor Ichiro Fudo. Los soldados a cargo de esa noche solo veían con horror sus pies. 

 

-Calma, Hitoshi- hablo por primera vez el hermoso joven de ojos verdes. Su voz  suave y tranquila asusto y confundió más a los soldados presentes.

 

-¡Tu prometida e  hija del señor de las tierras del oeste esta secuestrada!- le recrimino el general, era tal su furia que el pelo de su larga coleta se meneaba. Sus ojos desprendían furia, era una mancha en su orgullo que unos simples y asquerosos Ninjas hayan entrado en la casa y burlado la seguridad. 

 

-Eso lo se - Fudo con toda la calma del mundo trato de tranquilizar  a su colérico amigo de adolescencia- ustedes salgan y vayan a recibir su castigo- recibiendo ordenes de su señor los soldados salieron, era mejor que estar en las garras del arrogante de Hitoshi. 

 

-¿Qué piensas hacer?- pregunto con irritación y fastidio al pelinegro, este solo se recostó en su silla  y cerro los ojos.  

 

-No se. Pero la orden que di fue acatada correctamente. Tendré que darle una recompensa a Lenshi  -  su rostro mostraba calma y paz, pues así se sentía su alma.

 

- Al parecer esta con dos hombres y una mujer-de un rollo extendido en su mano leía Hitoshi la información obtenida de Lenshi quien, por ironías del mundo, la consiguió del mismo Sasha-   Al parecer fue adoptado por un grupo de Ninjas el cual fue exterminado por miedo de sus habilidades.  Solo quedaron vivos el trió de hermanos y Yuki-sama- el sonido de una puerta llamo la atención de ambos hombres, por ella entraba un chico de 17 años, este venia acompañado de un lindo y bello Zorro.

 

-Te he dicho que tengas más respeto, Ren - el chico pelicafé ignoro el reclamo del general del clan Ichiro, solo se dirigió al señor de la casa para sentarse en su regazo. Era raro que su hermano le llamara tan entrada la noche.

 

-He llegado hermano, ¿para qué me necesitas?- pregunto con voz neutra, él mencionado solo beso con cariño a su pequeño hermano. Tenía más de dos meses que no le veía. 

 

-Primero que nada, veo que has crecido más que la última vez que te vi- sonrió al ver como el rostro de Ren se tornaba un poco rojo- Segundo, necesito que utilices a Hakai* para que realice una investigación- Ren en signo de confusión ladeó  la cabeza. Era raro cuando Fudo le pedía al chico que utilizara a su compañero de espejo. 

 

-¿Por qué?- pregunto dudoso, Fudo con un movimiento de cabeza le indico a su general que se retirara, este solo obedeció. Habría guerra entre ese par de hermanos.

 

- Creo saber donde se encuentra Yuki- antes que Ren se retirara de su regazo le aprisiono tomando las caderas del más joven. Si dejaba Fudo que Ren se parara no le ganaría en el combate verbal. 

 

-¡No!, ¡Me prometiste dejar ese capricho!- fue una queja con voz suave, Ren no era de levantar la voz. 

 

-Lo se , pero...- no pudo terminar la oración, Fudo era consiente de la promesa, pero le era imposible dejar de pensar en su amigo de infancia. 

 

Ren al ver que Fudo no tenia respuesta solo reprimió el llanto. Primero la noticia de su prometida y ahora el saber que Fudo  nunca  pudo olvidar a ese "estúpido y mugroso", según Ren, niño de la infancia que había huido en el castigo público que su fallecido padre había dictado a toda su  familia . Era frustrarte para Ren  ver como su hermano le dejaba de lado en todo. 

 

-Como sea- susurro, con pesadez y buscando mimos, Ren se abraso al cuello de Fudo escondiendo sus rostro en la curvatura del cuello del actual señor de las tierras. - ¿No soy suficiente para ti?- pregunto con el llanto en su garganta.

 

-Claro que lo eres- Pero Fudo malinterpreto la pregunta de su hermano menor, y Ren lo sabia. Fudo nunca dejaría de ver al menor como un hermano pequeño. Solo le vería como el niño pequeño que solo buscaba los mimos de su gran hermano mayor. 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

- Yuki- su nombre le despertó, al abrir los ojos se topo con una sombra. El brillo del sol no le dejaba ver el perfil de la persona. 

 

-¿Qué?-   pregunto con pereza- Ya cumplí con mi turno- diciendo esto se tapo la cara con su almohada, estaba más cansado que de costumbre. La bella sonrisa de un Fudo niño le había robado todos los sueños a nuestro pelinegro.

 

- Levántate, vamos a la ciudad- con una patada nada suave Ichi despertó a Yuki. Este trataba de recuperar el aire mientras de a poco se levantaba.

 

-Eres un desgraciado-  al ver como su hermano pequeño salía con una sonrisa triunfal de la habitación  se volvió a tumbar en su Futón. Eran pasadas las 12 del mediodía, el sol del verano era verdaderamente sofocante. -Como odió el calor- con quejas busco un nuevo atuendo, el atuendo que el pelinegro tenía desde hace cuatro días comenzaba a apestar. 

 

- El agua del lago esta un poco fría- comento Hana al ver como nuestro protagonista salia con un cambio. Sasha solo rió enternecido al ver como Yuki salía con más rapidez. A Yuki le encantaba el agua fría en un día caluroso como aquel.

 

-No tardes- el ojinegro al ver como Yuki salía todo alegre rumbo al lago que se encontraba a un kilómetro de  distancia de la humilde casa.

 

-¡Claro!- sin más Yuki comenzó a correr, eran unos diez minutos de distancia si corría a ese ritmo. La calma de ese bello y frondoso bosque  solo era interrumpida por las pisadas y la risa alegre de Yuki.  Al pasar unos diez minutos Yuki diviso un acantilado pero poco le importo, en un movimiento rápido dejo su Kimono* y Hakama* en el piso para  desvestirse y quedar solo con su ropa interior . En cuanto quedo semidesnudo volvió  a correr en dirección al acantilado y sin miedo se precipito sobre este.  Sonrío al ver el gran y profundo lago. Y creando un gran sonido entro en la fría agua. Al salir a la superficie dejo salir un gran suspiro de satisfacción.

 

-El agua es lo mejor- a pesar de que el sol estaba en su máximo punto la sombra que brindaban los árboles al lago le daban una cubierta lo suficiente para que el calor del sol no calentara el agua del lago. Yuki sintiéndose libre por esos breves momentos  recorrió todo el lago, disfrutando de la calma de las olas y la bella vista reflejaban la calma del estado de esas tierras. Era algo irónico el ver como sin la intervención humana la naturaleza y la fauna convivían en plena armonía. Yuki era lo que más deseaba, que el mundo entero olvidara sus rostros y los dejara libres de la condena que ellos mismos habían buscado cuando llevaron acabo su primera infiltración y matanza del coronel de las tierras del sur pasando por el Clan Yure. 

 

-¡Eso es imposible!- grito sin contenerse para comenzar a nadar a una orilla, si Yuki se quedara más tiempo Sasha le molería la cara a golpes por retrasar su detallado horario creado por la arrogante de Hana.

 

-Es raro ver a a gente hablando sola- al poner un pie en la tierra fuera del lago una voz masculina le puso en alarma al pelinegro. Yuki al girar su rostro se topo con algo que le confundió y le alarmo de sobremanera.

 

-¿Quien eres?- el castaño se carcajeo al ver como Yuki tomaba posición de pelea. Era divertido y frustran te  ver a la persona que su hermano le hablaba tanto. Era un simple campesino que jugaba ser un Ninja.

 

-Eso no importa mucho la verdad- susurro con más burla en su voz al ver como Yuki notaba a su Mirāmeito. Este último frunció aun más el ceño, pues no era para menos. Los únicos que podían invocar tales seres era el Clan Yodada y de ellos solo quedaban el trió de hermanos- Vamos no me mires así , no vengo a pelear. Bueno al menos no en estos momentos.- el compañero de espejo de Ren comenzó a caminar en círculos al rededor del pelinegro, ocasionando más tensión en el cuerpo de Yuki. Yuki podía notar que ese chico castaño le tenía odió, el Mirāmeito lo dejaba en claro.

 

-...- la mente de Yuki trabajaba dos mil situaciones y causas del por qué ese chico se encontraba en ese momento ahí y cómo le conocía- ¿De parte de Lenshi o de Ichiro Fudo?-pregunto al fin al solo tener dos posibilidades más latentes. Ren solo paso con descaro su lengua por sus delicados labios. 

 

-Ichiro Fudo- dijo mientras que en menos de un segundo saco una Shuriken* y la lanzo dejando en descubierto a una sorprendida Hana que le apuntaba con su arco y flecha- Vamos solo quiero conocer a mi pequeño y feo rival- comento al ver como salia Hana aun apuntándole y detrás de Yuki,  Sasha  salía con un Ninjato*  en mano. Ambos preparados para atacar al mínimo signo de agresión.

 

-¿Rival?- pregunto confundido Sasha, era estúpido dejar verse, presentarse y además decir quien era el contratista. 

 

-Tu debes ser el mayor y el actual jefe del casi extinto Clan Yodada- la mirada cambio por completo al pasar la vista de Yuki a Sasha. Su mirada era de indiferencia. 

 

-Y tu el Ninja contratado por Ichiro Fudo- la mirada de asco que mostró Ren al escuchar la palabra Ninja. 

 

- No me compares con esa   bazofia, como dije antes solo quería ver al "lindo y perfecto" Yuki Mashita del antes antiguo Clan Mashita que habitaba en las tierras del Señor Ichiro Chunto- Dijo para silbar y llamar al zorro que asechaba a Yuki- Pero como no quiero morir, me voy - y sin dejar tiempo para las reacciones Ren lanzo una Endan* al piso y salir corriendo a lo profundo del bosque. 

 

-¿¡Qué demon- !?- no pudo terminar la oración Hana, ya que Sasha salio corriendo en dirección a la casa de la difunta madre del trió de hermanos. Así que comprendiendo lo que Sasha pensó  Hana y Yuki salieron detrás del mayor. 

 

-¡¿Cómo carajos no lo notaste?!- pregunto furiosa Hana mientras aumentaron el ritmo del paso. Yuki con furia y presión solo se mordió  el interior de su mejilla. Al llegar a la pequeña casa pararon de golpe. La puerta de la casa estaba destruida y el interior estaba hecho un desastre. Lo peor era que no había rastro alguno de Shiroi Yukima e Ichi. 

 

-¡¡Fue una maldita distracción!!- con furia y desesperación grito Hana, Ichi el pequeño de ese cuarteto había sido llevado por los soldados del Clan Ichiro. Sasha  con voz ronca llamo a su compañero de espejo y comenzó a darle indicaciones que Yuki no alcanzó a escuchar. No escuchaba nada en esos precisos momentos. 

 

- Ichi- susurro antes de derrumbarse en el piso. Fudo otra vez le arrebata  una de las cosas más preciadas del pelinegro. 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

-¿...Entonces?- pregunto un Hitoshi muy irritado, Ren solo le miraba con indiferencia- Contesta - la paciencia del general era poca de costumbre y en esos momentos Ren estaba jugando con ella.

 

-No tuve la culpa yo, tus soldados no supieron localizar a tiempo a los hermanos mayores- Ren con indiferencia paso de lado para subir a un carruaje lo suficiente grande y lujoso para dar a conocer su posición en la familia- No lo lastimen hasta que mi hermano diga lo contrario- dijo como último para después entrar y alejarse del lugar. Tardaría como máximo  cinco horas en llegar a la Casa, el cuarteto no se había alejado tanto de la casa de Ichiro Fudo. Se encontraban en la aldea vecina.

 

- Ya escucharon - y sin decir más el general monto su caballo y comenzó a cabalgar atrás del menor de la familia. Los soldados comenzaron a trotar siguiendo a su líder.

 

Ichi, quien estaba atado de manos, trataba de seguir el ritmo de los soldados. Se maldecía por no ser rápido a la hora de tomar a la  señorita que tenían secuestrada, y ahora se encontraba cómodamente sentada en el carruaje que iba delante de Ichi. A la hora, Ichi sin poder evitarlo cayo de rodillas deteniendo de golpe a los Samurais que lo escoltaban. 

 

-Mierda- susurro con su orgullo magullado y con  un dolor punzante en sus pies y espalda. El que Ichi solo tuviera los pantalones de su samue* y que no le dieran tiempo de ponerse sus sandalias le afectaba de sobremanera, a pesar de tener el trabajo que tenia Ichi era un chico de piel ultra sensible. Generalmente el menor de los Yodada salia con sombrero y cubierto de ropa para que el sol no le afectara o, solo salia de noche o tarde.

 

-¿Qué te pasa ?- pregunto Hitoshi algo consternado  al ver que el menor tenia la cara  enrojecida y los pies rojos con protuberancias*. Ichi lucia realmente mal. 

 

-Tch- con fuerza que ni el sabia de donde sacaba se levanto para seguir caminando, Ichi era alguien, pese a su corta edad,  demasiado orgulloso. El pequeño no dejaría que un Samurai le viera débil.  Hitoshi solo negó con la cabeza con diversión al ver el orgullo y terquedad  de ese chiquillo. Hubiera sido un gran estudiante para Samurai.

 

Y con paso lento y sin fuerzas llegaron a lo que horas antes había sido su infiltración. Ichi rió con ironía , Yuki y él habían salido triunfales de esa casa por la puerta principal y ahora él entraba por  la misma puerta pero en posición de prisionero. Si de noche se veía espectacular la casa de día mejoraba aun más. Un gran jardín le recibía con un estanque lleno de peces en medio de este, de fondo se encontraba la estancia principal de la casa. Al lado derecho se encontraban las habitaciones donde la noche anterior había secuestrado a la joven mujer de Fudo. En cambio a la izquierda se encontraban las habitaciones de la servidumbre y la cocina. Ichi ahora sonrió con sarna, él junto con sus hermanos conocían a la perfección la gran casa. No por nada los contratistas que tenían siempre recurrían a ellos por algún trabajo de gran impacto o peligrosidad. 

 

-Déjenlo en la sala del jefe y revisen que no salga- diciendo eso Hitoshi , los soldados llevaron a Ichi a la parte trasera donde se encontraban los campos de entrenamientos para los jóvenes guerreros, pasaron de largo y lo llevaron a un gran salón. Sin delicadeza le amarraron a un especie de poste que atravesaba la habitación. Sin decir nada o siquiera mirarlo los Samurais de bajo rango salieron dejando a un cansado Ichi quien suspiro al saber lo que recibiría por parte de Fudo.  

 

-Pero es algo bueno que ellos no estén aquí- susurro con algo de alegría, aunque este deseaba que sus hermanos no se arriesgaran mucho por él.  A pesar de que todos sabían que los mayores tratarían por todos los medios de recuperar al niño del cuarteto. 

 

- Entren- al pasar varias horas  Ichi solo escucho como abrían la puerta y entraban la joven Shiroi, un chico castaño que Ichi desconocía, el General Hitoshi, un par de personas que vestían de forma elegante y al final , con una gran presencia, Entraba Fudo. el chico castaño y la joven se sentaron al lado derecho de Fudo mientras que las otras personas al lado izquierdo. La mayoría lo veía con despreció, Lo cual le causo gracia. Aunque Era algo desconcertante que Fudo le mirara con tranquilidad y el chico castaño, que acariciaba un pequeño zorro, le mirara con curiosidad y morbo. 

 

-Bien, el aquí presente es conocido como Ichi Yodada, el menor de los últimos tres hermanos del Clan Ninja  Yodada quienes eran capaz de controlar a los tan conocidos y temidos Mirāmeitos. Se le acusa del secuestro de la señorita y prometida de nuestro señor, Shiroi Yukima- comenzó a relatar Hitoshi al público, el rostro de Ichi era neutro. No mostraba ningún sentimiento- ¿Cómo te declaras?- pregunto Hitoshi al chico quien solo le miro con sarna y le escupió.

 

- Maldito- sin contemplaciones o culpa levanto una pierna y con todo lo que pudo le dio una patada en el rostro de Ichi. Este solo pudo cerrar la boca con pesadez. 

 

-No es necesario que le preguntes a esta basura, general Hitoshi- hablo un anciano- es obvio que no necesitamos una declaración, hemos tomado la decisión. Sera ejecutado en el centro de la plaza como espectáculo y advertencia para los que se quieran meter con el Clan.- con una sonrisa nada agradable termino de decir el anciano quien recibía la aceptación de la mayoría del público presente. Por lo cual nadie noto las miradas de guerra que se daba Ichi con Fudo, hasta que harto Ichi pregunto.

 

-¿Qué quieres de Yuki?- Su voz a diferencia de lo que usualmente se escuchaba , era seria y fría. Fudo solo levanto la ceja curioso, no le había hablado con respeto alguno. 

 

-¡¿Cómo te atreves a hab- ?!- no pudo terminar de quejarse Shiroi al ver como su futuro esposo levantaba la mano en señal de Silencio. Ren noto como la mirada de Fudo era divertida y seria. A Ren no le agradaba que ese "mocoso", a palabras del castaño, causara eso en su querido hermano mayor. 

 

-Explícate- ordeno Fudo, Ichi sonriendo con sarna comenzó su relato y explicación.

 

-Es obvio que tu planeaste todo- mirándolo con la barbilla baja pero con sus ojos conectados a los Fudo hablaba suave Ichi- tu le pagaste al contratista para contratarnos a mis hermanos y a mi. Le pediste que secuestráramos a tu hermosa y "querida" prometida- diciendo  esto último con algo de sarcasmo - para que lo hiciéramos y así tenernos cerca. Para al final hacer que ese estúpido niñato  utilizara su  compañero de espejo  y localizarnos con el olor del perfume de tu prometida - el rostro de la mayoría de los presente era algo satisfactorio para Ichi, pero la arrogante sonrisa de Fudo le sacaba de las casillas 

 

- Pero salio lo contrario, no tuviste lo que querías. Hana, Sasha o Yo no tenemos cuentas pendientes contigo. Al que quieres es a Yuki- la voz de Ichi se hacia cada vez más ronca. Era lo único que no entendía del todo- ¿Qué te hizo Yuki para que arriesgaras así a tu prometida?- pregunto serio e irritado Ichi.

 

-Eres demasiado listo para tener solo 15 años, pequeño Ichi- la aterciopelada voz de Fudo lleno la habitación. Nadie se creía lo que el chico de pelo negro acaba de decir- Pero fallas en algo- la cara de Ichi le miro confundido al jefe de la familia. Pero la puerta siendo llamada con insistencia capto la atención de todos- Todo salio como quería - y sin más dejaron entrar a un sirviente que decía que un par de chicos estaban solicitando hablar con el jefe de la familia. Pedían un Vida por Vida. 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Vocabulario 

 

*破壊 Hakai (destrucción) . Compañero de Ren. . Un Zorro.

 

*Kimono. es de origen chino, está inspirado en el vestido tradicional chino, el llamado 漢服 hanfu. 

 

*Hakama. Un pantalón largo con pliegues  (cinco por delante y dos por detrás) cuya función principal era proteger las piernas, por lo que originalmente se confeccionaba con telas gruesas.Era una prenda masculina, pero acabó poniéndose de moda que lo usaran las mujeres.En la actualidad se confeccionan con telas más ligeras. 

 

*(手裏剣) Shuriken. conocidos vulgarmente como «estrellas Ninja» 

 

*Ninjato.  una espada recta más corta que el sable , pero más práctica.

 

*Endan. Bombas de humo.

 

*la cara enrojecida y los pies rojos con protuberancias. Lo que sufre Ichi se llama Rosácea. Esto le ocurre generalmente a personas con piel delicada y de piel blanca.

 

*Rosácea. La rosácea es una afección cutánea frecuente que provoca enrojecimiento y vasos sanguíneos visibles en la cara. También puede ocasionar bultos pequeños y rojos llenos de pus. Estos signos y síntomas pueden brotar durante un período de semanas a meses y luego disminuir por un tiempo. La rosácea se puede confundir con el acné, una reacción alérgica u otros problemas de la piel-¡¿Cómo puede ser posible?!- grito furioso el general  a cargo del ejercito y la seguridad de las tierras del actual señor Ichiro Fudo. Los soldados a cargo de esa noche solo veían con horror sus pies. 

 

-Calma, Hitoshi- hablo por primera vez el hermoso joven de ojos verdes. Su voz  suave y tranquila asusto y confundió más a los soldados presentes.

 

-¡Tu prometida e  hija del señor de las tierras del oeste esta secuestrada!- le recrimino el general, era tal su furia que el pelo de su larga coleta se meneaba. Sus ojos desprendían furia, era una mancha en su orgullo que unos simples y asquerosos Ninjas hayan entrado en la casa y burlado la seguridad. 

 

-Eso lo se - Fudo con toda la calma del mundo trato de tranquilizar  a su colérico amigo de adolescencia- ustedes salgan y vayan a recibir su castigo- recibiendo ordenes de su señor los soldados salieron, era mejor que estar en las garras del arrogante de Hitoshi. 

 

-¿Qué piensas hacer?- pregunto con irritación y fastidio al pelinegro, este solo se recostó en su silla  y cerro los ojos.  

 

-No se. Pero la orden que di fue acatada correctamente. Tendré que darle una recompensa a Lenshi  -  su rostro mostraba calma y paz, pues así se sentía su alma.

 

- Al parecer esta con dos hombres y una mujer-de un rollo extendido en su mano leía Hitoshi la información obtenida de Lenshi quien, por ironías del mundo, la consiguió del mismo Sasha-   Al parecer fue adoptado por un grupo de Ninjas el cual fue exterminado por miedo de sus habilidades.  Solo quedaron vivos el trió de hermanos y Yuki-sama- el sonido de una puerta llamo la atención de ambos hombres, por ella entraba un chico de 17 años, este venia acompañado de un lindo y bello Zorro.

 

-Te he dicho que tengas más respeto, Ren - el chico pelicafé ignoro el reclamo del general del clan Ichiro, solo se dirigió al señor de la casa para sentarse en su regazo. Era raro que su hermano le llamara tan entrada la noche.

 

-He llegado hermano, ¿para qué me necesitas?- pregunto con voz neutra, él mencionado solo beso con cariño a su pequeño hermano. Tenía más de dos meses que no le veía. 

 

-Primero que nada, veo que has crecido más que la última vez que te vi- sonrió al ver como el rostro de Ren se tornaba un poco rojo- Segundo, necesito que utilices a Hakai* para que realice una investigación- Ren en signo de confusión ladeó  la cabeza. Era raro cuando Fudo le pedía al chico que utilizara a su compañero de espejo. 

 

-¿Por qué?- pregunto dudoso, Fudo con un movimiento de cabeza le indico a su general que se retirara, este solo obedeció. Habría guerra entre ese par de hermanos.

 

- Creo saber donde se encuentra Yuki- antes que Ren se retirara de su regazo le aprisiono tomando las caderas del más joven. Si dejaba Fudo que Ren se parara no le ganaría en el combate verbal. 

 

-¡No!, ¡Me prometiste dejar ese capricho!- fue una queja con voz suave, Ren no era de levantar la voz. 

 

-Lo se , pero...- no pudo terminar la oración, Fudo era consiente de la promesa, pero le era imposible dejar de pensar en su amigo de infancia. 

 

Ren al ver que Fudo no tenia respuesta solo reprimió el llanto. Primero la noticia de su prometida y ahora el saber que Fudo  nunca  pudo olvidar a ese "estúpido y mugroso", según Ren, niño de la infancia que había huido en el castigo público que su fallecido padre había dictado a toda su  familia . Era frustrarte para Ren  ver como su hermano le dejaba de lado en todo. 

 

-Como sea- susurro, con pesadez y buscando mimos, Ren se abraso al cuello de Fudo escondiendo sus rostro en la curvatura del cuello del actual señor de las tierras. - ¿No soy suficiente para ti?- pregunto con el llanto en su garganta.

 

-Claro que lo eres- Pero Fudo malinterpreto la pregunta de su hermano menor, y Ren lo sabia. Fudo nunca dejaría de ver al menor como un hermano pequeño. Solo le vería como el niño pequeño que solo buscaba los mimos de su gran hermano mayor. 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

- Yuki- su nombre le despertó, al abrir los ojos se topo con una sombra. El brillo del sol no le dejaba ver el perfil de la persona. 

 

-¿Qué?-   pregunto con pereza- Ya cumplí con mi turno- diciendo esto se tapo la cara con su almohada, estaba más cansado que de costumbre. La bella sonrisa de un Fudo niño le había robado todos los sueños a nuestro pelinegro.

 

- Levántate, vamos a la ciudad- con una patada nada suave Ichi despertó a Yuki. Este trataba de recuperar el aire mientras de a poco se levantaba.

 

-Eres un desgraciado-  al ver como su hermano pequeño salía con una sonrisa triunfal de la habitación  se volvió a tumbar en su Futón. Eran pasadas las 12 del mediodía, el sol del verano era verdaderamente sofocante. -Como odió el calor- con quejas busco un nuevo atuendo, el atuendo que el pelinegro tenía desde hace cuatro días comenzaba a apestar. 

 

- El agua del lago esta un poco fría- comento Hana al ver como nuestro protagonista salia con un cambio. Sasha solo rió enternecido al ver como Yuki salía con más rapidez. A Yuki le encantaba el agua fría en un día caluroso como aquel.

 

-No tardes- el ojinegro al ver como Yuki salía todo alegre rumbo al lago que se encontraba a un kilómetro de  distancia de la humilde casa.

 

-¡Claro!- sin más Yuki comenzó a correr, eran unos diez minutos de distancia si corría a ese ritmo. La calma de ese bello y frondoso bosque  solo era interrumpida por las pisadas y la risa alegre de Yuki.  Al pasar unos diez minutos Yuki diviso un acantilado pero poco le importo, en un movimiento rápido dejo su Kimono* y Hakama* en el piso para  desvestirse y quedar solo con su ropa interior . En cuanto quedo semidesnudo volvió  a correr en dirección al acantilado y sin miedo se precipito sobre este.  Sonrío al ver el gran y profundo lago. Y creando un gran sonido entro en la fría agua. Al salir a la superficie dejo salir un gran suspiro de satisfacción.

 

-El agua es lo mejor- a pesar de que el sol estaba en su máximo punto la sombra que brindaban los árboles al lago le daban una cubierta lo suficiente para que el calor del sol no calentara el agua del lago. Yuki sintiéndose libre por esos breves momentos  recorrió todo el lago, disfrutando de la calma de las olas y la bella vista reflejaban la calma del estado de esas tierras. Era algo irónico el ver como sin la intervención humana la naturaleza y la fauna convivían en plena armonía. Yuki era lo que más deseaba, que el mundo entero olvidara sus rostros y los dejara libres de la condena que ellos mismos habían buscado cuando llevaron acabo su primera infiltración y matanza del coronel de las tierras del sur pasando por el Clan Yure. 

 

-¡Eso es imposible!- grito sin contenerse para comenzar a nadar a una orilla, si Yuki se quedara más tiempo Sasha le molería la cara a golpes por retrasar su detallado horario creado por la arrogante de Hana.

 

-Es raro ver a a gente hablando sola- al poner un pie en la tierra fuera del lago una voz masculina le puso en alarma al pelinegro. Yuki al girar su rostro se topo con algo que le confundió y le alarmo de sobremanera.

 

-¿Quien eres?- el castaño se carcajeo al ver como Yuki tomaba posición de pelea. Era divertido y frustran te  ver a la persona que su hermano le hablaba tanto. Era un simple campesino que jugaba ser un Ninja.

 

-Eso no importa mucho la verdad- susurro con más burla en su voz al ver como Yuki notaba a su Mirāmeito. Este último frunció aun más el ceño, pues no era para menos. Los únicos que podían invocar tales seres era el Clan Yodada y de ellos solo quedaban el trió de hermanos- Vamos no me mires así , no vengo a pelear. Bueno al menos no en estos momentos.- el compañero de espejo de Ren comenzó a caminar en círculos al rededor del pelinegro, ocasionando más tensión en el cuerpo de Yuki. Yuki podía notar que ese chico castaño le tenía odió, el Mirāmeito lo dejaba en claro.

 

-...- la mente de Yuki trabajaba dos mil situaciones y causas del por qué ese chico se encontraba en ese momento ahí y cómo le conocía- ¿De parte de Lenshi o de Ichiro Fudo?-pregunto al fin al solo tener dos posibilidades más latentes. Ren solo paso con descaro su lengua por sus delicados labios. 

 

-Ichiro Fudo- dijo mientras que en menos de un segundo saco una Shuriken* y la lanzo dejando en descubierto a una sorprendida Hana que le apuntaba con su arco y flecha- Vamos solo quiero conocer a mi pequeño y feo rival- comento al ver como salia Hana aun apuntándole y detrás de Yuki,  Sasha  salía con un Ninjato*  en mano. Ambos preparados para atacar al mínimo signo de agresión.

 

-¿Rival?- pregunto confundido Sasha, era estúpido dejar verse, presentarse y además decir quien era el contratista. 

 

-Tu debes ser el mayor y el actual jefe del casi extinto Clan Yodada- la mirada cambio por completo al pasar la vista de Yuki a Sasha. Su mirada era de indiferencia. 

 

-Y tu el Ninja contratado por Ichiro Fudo- la mirada de asco que mostró Ren al escuchar la palabra Ninja. 

 

- No me compares con esa   bazofia, como dije antes solo quería ver al "lindo y perfecto" Yuki Mashita del antes antiguo Clan Mashita que habitaba en las tierras del Señor Ichiro Chunto- Dijo para silbar y llamar al zorro que asechaba a Yuki- Pero como no quiero morir, me voy - y sin dejar tiempo para las reacciones Ren lanzo una Endan* al piso y salir corriendo a lo profundo del bosque. 

 

-¿¡Qué demon- !?- no pudo terminar la oración Hana, ya que Sasha salio corriendo en dirección a la casa de la difunta madre del trió de hermanos. Así que comprendiendo lo que Sasha pensó  Hana y Yuki salieron detrás del mayor. 

 

-¡¿Cómo carajos no lo notaste?!- pregunto furiosa Hana mientras aumentaron el ritmo del paso. Yuki con furia y presión solo se mordió  el interior de su mejilla. Al llegar a la pequeña casa pararon de golpe. La puerta de la casa estaba destruida y el interior estaba hecho un desastre. Lo peor era que no había rastro alguno de Shiroi Yukima e Ichi. 

 

-¡¡Fue una maldita distracción!!- con furia y desesperación grito Hana, Ichi el pequeño de ese cuarteto había sido llevado por los soldados del Clan Ichiro. Sasha  con voz ronca llamo a su compañero de espejo y comenzó a darle indicaciones que Yuki no alcanzó a escuchar. No escuchaba nada en esos precisos momentos. 

 

- Ichi- susurro antes de derrumbarse en el piso. Fudo otra vez le arrebata  una de las cosas más preciadas del pelinegro. 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

-¿...Entonces?- pregunto un Hitoshi muy irritado, Ren solo le miraba con indiferencia- Contesta - la paciencia del general era poca de costumbre y en esos momentos Ren estaba jugando con ella.

 

-No tuve la culpa yo, tus soldados no supieron localizar a tiempo a los hermanos mayores- Ren con indiferencia paso de lado para subir a un carruaje lo suficiente grande y lujoso para dar a conocer su posición en la familia- No lo lastimen hasta que mi hermano diga lo contrario- dijo como último para después entrar y alejarse del lugar. Tardaría como máximo  cinco horas en llegar a la Casa, el cuarteto no se había alejado tanto de la casa de Ichiro Fudo. Se encontraban en la aldea vecina.

 

- Ya escucharon - y sin decir más el general monto su caballo y comenzó a cabalgar atrás del menor de la familia. Los soldados comenzaron a trotar siguiendo a su líder.

 

Ichi, quien estaba atado de manos, trataba de seguir el ritmo de los soldados. Se maldecía por no ser rápido a la hora de tomar a la  señorita que tenían secuestrada, y ahora se encontraba cómodamente sentada en el carruaje que iba delante de Ichi. A la hora, Ichi sin poder evitarlo cayo de rodillas deteniendo de golpe a los Samurais que lo escoltaban. 

 

-Mierda- susurro con su orgullo magullado y con  un dolor punzante en sus pies y espalda. El que Ichi solo tuviera los pantalones de su samue* y que no le dieran tiempo de ponerse sus sandalias le afectaba de sobremanera, a pesar de tener el trabajo que tenia Ichi era un chico de piel ultra sensible. Generalmente el menor de los Yodada salia con sombrero y cubierto de ropa para que el sol no le afectara o, solo salia de noche o tarde.

 

-¿Qué te pasa ?- pregunto Hitoshi algo consternado  al ver que el menor tenia la cara  enrojecida y los pies rojos con protuberancias*. Ichi lucia realmente mal. 

 

-Tch- con fuerza que ni el sabia de donde sacaba se levanto para seguir caminando, Ichi era alguien, pese a su corta edad,  demasiado orgulloso. El pequeño no dejaría que un Samurai le viera débil.  Hitoshi solo negó con la cabeza con diversión al ver el orgullo y terquedad  de ese chiquillo. Hubiera sido un gran estudiante para Samurai.

 

Y con paso lento y sin fuerzas llegaron a lo que horas antes había sido su infiltración. Ichi rió con ironía , Yuki y él habían salido triunfales de esa casa por la puerta principal y ahora él entraba por  la misma puerta pero en posición de prisionero. Si de noche se veía espectacular la casa de día mejoraba aun más. Un gran jardín le recibía con un estanque lleno de peces en medio de este, de fondo se encontraba la estancia principal de la casa. Al lado derecho se encontraban las habitaciones donde la noche anterior había secuestrado a la joven mujer de Fudo. En cambio a la izquierda se encontraban las habitaciones de la servidumbre y la cocina. Ichi ahora sonrió con sarna, él junto con sus hermanos conocían a la perfección la gran casa. No por nada los contratistas que tenían siempre recurrían a ellos por algún trabajo de gran impacto o peligrosidad. 

 

-Déjenlo en la sala del jefe y revisen que no salga- diciendo eso Hitoshi , los soldados llevaron a Ichi a la parte trasera donde se encontraban los campos de entrenamientos para los jóvenes guerreros, pasaron de largo y lo llevaron a un gran salón. Sin delicadeza le amarraron a un especie de poste que atravesaba la habitación. Sin decir nada o siquiera mirarlo los Samurais de bajo rango salieron dejando a un cansado Ichi quien suspiro al saber lo que recibiría por parte de Fudo.  

 

-Pero es algo bueno que ellos no estén aquí- susurro con algo de alegría, aunque este deseaba que sus hermanos no se arriesgaran mucho por él.  A pesar de que todos sabían que los mayores tratarían por todos los medios de recuperar al niño del cuarteto. 

 

- Entren- al pasar varias horas  Ichi solo escucho como abrían la puerta y entraban la joven Shiroi, un chico castaño que Ichi desconocía, el General Hitoshi, un par de personas que vestían de forma elegante y al final , con una gran presencia, Entraba Fudo. el chico castaño y la joven se sentaron al lado derecho de Fudo mientras que las otras personas al lado izquierdo. La mayoría lo veía con despreció, Lo cual le causo gracia. Aunque Era algo desconcertante que Fudo le mirara con tranquilidad y el chico castaño, que acariciaba un pequeño zorro, le mirara con curiosidad y morbo. 

 

-Bien, el aquí presente es conocido como Ichi Yodada, el menor de los últimos tres hermanos del Clan Ninja  Yodada quienes eran capaz de controlar a los tan conocidos y temidos Mirāmeitos. Se le acusa del secuestro de la señorita y prometida de nuestro señor, Shiroi Yukima- comenzó a relatar Hitoshi al público, el rostro de Ichi era neutro. No mostraba ningún sentimiento- ¿Cómo te declaras?- pregunto Hitoshi al chico quien solo le miro con sarna y le escupió.

 

- Maldito- sin contemplaciones o culpa levanto una pierna y con todo lo que pudo le dio una patada en el rostro de Ichi. Este solo pudo cerrar la boca con pesadez. 

 

-No es necesario que le preguntes a esta basura, general Hitoshi- hablo un anciano- es obvio que no necesitamos una declaración, hemos tomado la decisión. Sera ejecutado en el centro de la plaza como espectáculo y advertencia para los que se quieran meter con el Clan.- con una sonrisa nada agradable termino de decir el anciano quien recibía la aceptación de la mayoría del público presente. Por lo cual nadie noto las miradas de guerra que se daba Ichi con Fudo, hasta que harto Ichi pregunto.

 

-¿Qué quieres de Yuki?- Su voz a diferencia de lo que usualmente se escuchaba , era seria y fría. Fudo solo levanto la ceja curioso, no le había hablado con respeto alguno. 

 

-¡¿Cómo te atreves a hab- ?!- no pudo terminar de quejarse Shiroi al ver como su futuro esposo levantaba la mano en señal de Silencio. Ren noto como la mirada de Fudo era divertida y seria. A Ren no le agradaba que ese "mocoso", a palabras del castaño, causara eso en su querido hermano mayor. 

 

-Explícate- ordeno Fudo, Ichi sonriendo con sarna comenzó su relato y explicación.

 

-Es obvio que tu planeaste todo- mirándolo con la barbilla baja pero con sus ojos conectados a los Fudo hablaba suave Ichi- tu le pagaste al contratista para contratarnos a mis hermanos y a mi. Le pediste que secuestráramos a tu hermosa y "querida" prometida- diciendo  esto último con algo de sarcasmo - para que lo hiciéramos y así tenernos cerca. Para al final hacer que ese estúpido niñato  utilizara su  compañero de espejo  y localizarnos con el olor del perfume de tu prometida - el rostro de la mayoría de los presente era algo satisfactorio para Ichi, pero la arrogante sonrisa de Fudo le sacaba de las casillas 

 

- Pero salio lo contrario, no tuviste lo que querías. Hana, Sasha o Yo no tenemos cuentas pendientes contigo. Al que quieres es a Yuki- la voz de Ichi se hacia cada vez más ronca. Era lo único que no entendía del todo- ¿Qué te hizo Yuki para que arriesgaras así a tu prometida?- pregunto serio e irritado Ichi.

 

-Eres demasiado listo para tener solo 15 años, pequeño Ichi- la aterciopelada voz de Fudo lleno la habitación. Nadie se creía lo que el chico de pelo negro acaba de decir- Pero fallas en algo- la cara de Ichi le miro confundido al jefe de la familia. Pero la puerta siendo llamada con insistencia capto la atención de todos- Todo salio como quería - y sin más dejaron entrar a un sirviente que decía que un par de chicos estaban solicitando hablar con el jefe de la familia. Pedían un Vida por Vida. 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Vocabulario 

 

*破壊 Hakai (destrucción) . Compañero de Ren. . Un Zorro.

 

*Kimono. es de origen chino, está inspirado en el vestido tradicional chino, el llamado 漢服 hanfu. 

 

*Hakama. Un pantalón largo con pliegues  (cinco por delante y dos por detrás) cuya función principal era proteger las piernas, por lo que originalmente se confeccionaba con telas gruesas.Era una prenda masculina, pero acabó poniéndose de moda que lo usaran las mujeres.En la actualidad se confeccionan con telas más ligeras. 

 

*(手裏剣) Shuriken. conocidos vulgarmente como «estrellas Ninja» 

 

*Ninjato.  una espada recta más corta que el sable , pero más práctica.

 

*Endan. Bombas de humo.

 

*la cara enrojecida y los pies rojos con protuberancias. Lo que sufre Ichi se llama Rosácea. Esto le ocurre generalmente a personas con piel delicada y de piel blanca.

 

*Rosácea. La rosácea es una afección cutánea frecuente que provoca enrojecimiento y vasos sanguíneos visibles en la cara. También puede ocasionar bultos pequeños y rojos llenos de pus. Estos signos y síntomas pueden brotar durante un período de semanas a meses y luego disminuir por un tiempo. La rosácea se puede confundir con el acné, una reacción alérgica u otros problemas de la piel

Notas finales:

¿Que tal les pareció?, ¿tiene alguna duda, pregunta, critica o comentario?, síes así no duden en hacérmelo saber. Con gusto contestare. Sin mmás nos vemos. Bye, bye


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