Habían pasado algunas semanas desde que fui a ver a John a su casa en nuestras vacaciones. Ahora teníamos formalmente a un nuevo guitarrista Kee Marcello, no puedo negar que extraño a Norum, nunca he tenido un amigo como él, pero también comprendo la mayoría de sus motivos para irse, pero lo demás me parece una tontería.
En esos días de desconcierto siempre tuve a John de mi lado, y hace meses que venía dándome cuenta de que algo sentía por él más allá de la amistad, porque ¿Cuándo comienzas a admitir que uno de tus mejores amigos tiene ojos hipnotizantes?
Con Norum siempre existirá algo, pero con John… con él quiero algo ahora. No sólo un juego de más que amigos como con Norum, quiero algo diferente.
Pero él no ha mencionado una sola palabra de lo ocurrido en su casa. Bueno, para ser justos yo tampoco, pero creí que él lo haría.
No hemos vuelto a tener un momento de intimidad, la gira dará comienzo muy pronto en cuanto Kee domine las pistas, seguimos en ensayos para acoplarnos y durmiendo en un hotel cercano a los estudios.
Ahora mismo está frente a mi ensayando un par de compases con Kee.
“Sé que no es Norum, pero habrá que darle una oportunidad” se sienta a mi lado Mic, alisando su larga cabellera con una mano.
“Si, bueno es buen guitarrista” honestamente no sabía por qué me decía eso.
“Llevas rato mirándolos, creí que algo no te gustaba” oh… me pillo, aunque no es a Kee a quien observo.
“Ey chicos!” Ian entro con unas botellas de cerveza y comenzó a repartirlas, John le sonrió en agradecimiento, si tan sólo siempre pudiera sonreír para mí.
Tomé mi cerveza y después de abrirla le di un par de tragos y hablamos sobre las canciones y la próxima gira, ninguno queríamos tocar mucho el tema de Norum. Llevábamos ahí metidos una buena parte del día y los chicos decidieron que era mejor irnos a comer que ya para esa hora del día era casi como ir a cenar, mañana continuaríamos con los ensayos y arreglos.
“Hay un local cercano donde conozco a una camarera, vayamos allá” Mic propuso esto y los demás le palmeamos la cabeza, quería ir de conquista más que llevarnos a comer.
Comenzamos a guardar los instrumentos y a salir, John se quedó al final terminándose su cerveza para después guardar en su estuche su bajo, yo le dije a Mic que conocía el local, claro omitiendo que conocía también a la camarera, y que los alcanzaríamos allí, él me dio un golpe en el hombro como respuesta y camino a la salida. Cuando todos se fueron me acerque a John.
“Ey…” no podía evitar poner mis manos en los bolsillos de mi chaqueta cuando estaba nervioso, sentía que comenzaban a sudarme un poco.
“Ey” John volteo hacia mí y me dedico una tierna sonrisa, sus ojos adquirieron un tinte algo verdoso con la luz.
“¿No tiene ganas de ir a comer?”
“Si vamos, creo que me tarde un poco aquí, no tenías por qué esperarme” sonrió de nuevo mientras se ponía su chaqueta de cuero y se acomodaba el cabello.
“Quise hacerlo”
Salimos de los estudios y caminamos un rato pateando piedras que nos encontrábamos en el camino y recordando cuando jugamos soccer, gritábamos gol, cada que metíamos alguna roca en algún arbusto.
Bueno, por lo menos no huía de mi ni nada parecido.
Fue uno de mis principales temores, que cuando le dijera mis sentimientos se alejase de mí, pero no lo hizo. Aún así no ha mencionado nada, la impacienta me está matando.
Casi sin que fuese mi intención llegamos al local, los chicos ya habían pedido para todos unas hamburguesas, papas y cervezas. Comer sin Norum era extraño, pero aun así prevalecía el ambienten tranquilo. Cuando fue tiempo de volver al hotel Mic se quedó un rato más y Kee regreso a los estudios donde lo esperaban unos amigos suyos, Ian, John y yo regresamos juntos. Hablamos un rato de temas sin importancia, motocicletas, chicas, comida. Ian se despidió de nosotros en el lobby ya que él y Mic estaban en habitaciones del otro lado del hotel, mientras subíamos las escaleras hacia nuestros cuartos no dijimos nada, él estaba simplemente sonriendo y yo estaba de nuevo nervioso con las manos en los bolsillos, teníamos habitaciones contiguas y yo llegue a la mía primero.
“Nos vemos Jompa” le dije al tiempo que abría la puerta.
“Nos vemos Joakim” me sonrió antes de caminar unos metros más, yo me quede ahí observando su alta figura, cuando llego a su puerta volvió a sonreírme y supe que estuve más tiempo del que debía ahí parado, reí nervioso y entre a mi cuarto, al cerrar me recargue en la puerta y me deje caer hasta el piso y abrace mis piernas un rato.
Yo sabía lo que sentía por John, ahora más claro que nunca, desde ese día en su casa, esa intimidad me confirmo todo. Pero me faltaban más palabras y más acciones por parte él.
Pero no podía quedarme ahí toda la noche auto compadeciéndome, ya sabía lo que quería y con quien, el paso más difícil lo había dado semanas atrás y si la Montaña no viene a Mahoma, Mahoma va a la montaña… nuevamente.
Me mire en el espejo antes de salir y tome un cuaderno donde anotábamos las ideas de último momento, no podía quedarme solamente así con lo que había pasado antes, lo deseaba demasiado como para dejarlo así.
Rememoré su mirada, su sonrisa, su piel, sus besos, sus caricias… y di un suspiro de satisfacción. Debía tenerlo nuevamente en mis brazos.
“No soy Norum, él se fue, no lo busques en mi” Esas palabras vinieron a mi mente, eso me había dicho cuando le dije que me gusta, chiste con la lengua y metí mis manos a los bolsillos dando una patada a un objeto imaginario.
¿Será eso? Cree que de alguna forma remplazo a Jonta con él… suspire de nuevo, no es así. ¿Pero cómo hacérselo saber? Levante la cara más decidido aún, metido en ese cuarto y rumiando mis pensamientos seguro que no iba a demostrarle nada.
Tome valor y salí de la habitación, camine con paso firme los metros hasta su puerta, podía escuchar los latidos de mi corazón fuertemente en mis oídos, sentía que se me saldría en cualquier momento por la boca, me pare frente a su puerta solté el aire que no sabía que estaba conteniendo y toque, casi al instante John salió, estaba en short y camiseta de resaque.
“¿Joey?” me dijo un poco sorprendido.
“Hola… he venido para que me ayudes con unos arreglos” sonreí lo más cómplice que pude y sacudí el cuaderno y la pluma frente a mí, los necesitaba como mi coartada para esta ahí, aun me costaba el decirle vine a hablar sobre lo de hace unas semanas y por qué negar, que quería repetirlo si era posible, y esperaba que lo fuese.
“Claro, pasa” entre al cuarto y vi su guitarra acústica sobre la cama seguro que había estado tocándola, estaba tan nervioso y los latidos en mis oídos eran tan fuertes que ni siquiera había escuchado los acordes de la guitarra al acercarme a su puerta.
Se sentó en la cama de forma desenfadada y se recargo en la cabecera. Me senté frente a él y busqué la hoja donde en realidad si había hecho algunas anotaciones para cambios o ideas de último minuto y se la mostré, señalando lo que yo creía más importante. Él lo leyó todo con calma y me pidió la pluma que llevaba aun en una mano, la cual le extendí esperando que no se notara mi ligero temblor, pero para mi buena suerte este paso completamente desapercibido para él. Comenzó a hacer algunas anotaciones y a releer la hoja frunciendo ligeramente el ceño y poniendo la pluma en sus labios, pase mi lengua por los míos los cuales repentinamente note secos.
“Creo que es todo” dijo al cabo de unos minutos “Creo que así estará bien…” hizo unas ultimas anotaciones y me paso el cuaderno y la pluma, los tome y baje mi vista hacia el papel, pero por más que quería dedicarle atención mi mente se negaba a ello, tenía que decírselo antes de enfrascarnos de verdad en una plática seria sobre la banda.
“¿Te gusto?” dije de improviso, no era lo que realmente quería preguntar o por lo menos por la parte en que quería empezar esa platica, simplemente me gano la impaciencia. La paciencia es una virtud decía mi madre, lástima que yo no gozo plenamente de tener esa dichosa virtud.
“Eh… ¿Qué si me gustan los arreglos? Bueno, sí, esas son sólo anotaciones complementarias…” señalo el papel y yo tome su hombro para llamar su atención.
“No… no hablo de los arreglos y las anotaciones” aclare mi garganta “Hablo de mi…” esperaba no estarme sonrojando cual chica delicada.
“Eh… bueno, si” bueno, sí. No era precisamente la respuesta efusiva que esperaba, pero era mejor que un bueno, no. “Quiero decir… tú sabes” bajo la mirada.
“Si lo supiera no te estaría preguntando…” le dije medio en broma medio en serio. Él rio.
“Creí que había quedado claro, por lo de hace unas semanas” se sonrojo un poco y me pareció más adorable que nunca.
“Como ya no has mencionado nada” la deje caer algo dolido.
“Como tú tampoco has mencionado nada” me la regreso con una mirada cómplice, yo comencé a reír.
“Me gustas John…” me acerque y lo bese, superficialmente primero después comencé a morderlo y sentí la necesidad de acercarme más, al hacerlo el cuaderno y la pluma que estaban sobre mi regazo cayeron al piso produciendo un ruido el cual le hice ignorar a John con una nueva mordida en su labio inferior.
Nos recostamos en la cama y seguimos besándonos, pasaba mis manos casi de forma desesperada por el cuerpo de John, sus brazos ligeramente marcados y firmes, su cuello largo y ancho, el costado de su pecho. Me senté a horcajadas sobre él para tener un mejor movimiento y vista. Aproveche para mover mis caderas un poco, lentamente, mi trasero estaba justo arriba de su miembro y John comenzó a gemir.
“Joakim…” me dijo sensualmente con su profunda voz y tomo mis caderas con ambas manos dirigiendo él ahora mis movimientos.
Me quite la chaqueta y él se irguió y pego su frente a mi cuello debajo de mi oreja, comenzó a besar mi clavícula y mi cuello lentamente y a pasar su lengua por el lóbulo de mi oreja y a desabrochar mi camisa tocando la piel que iba quedando expuesta, beso mi pecho mordiendo un poco mis pezones y mis pectorales dejando algunas marcas rojizas en mi piel, eso me hizo gemir con algo de dolor y jale su cabello, él rio, creo que eso no le disgusto.
Una idea algo lasciva llego a mi mente, quería hacer eso con él, la sola idea me produjo placer en mi entrepierna y mordí mis labios ahogando los ruiditos que los besos de John me estaban causando.
“¿Te lo han hecho?” le dije y él dejo de besarme y me miro con sus ojos cafés llenos de confusión y su pupila algo dilatada.
“¿Qué?” fue su respuesta irguiéndose a mi altura.
“Que si te lo han hecho…” señale con mi dedo su entrepierna y él pareció comprender, lo cual hizo que se sonrojara.
“Un par de veces… algunas chicas” sonreí acariciándole la cara, la verdad era que teníamos mucha suerte con las chicas.
Lo bese una última vez y con mis dedos imprimí un poco de fuerza para recostarlo de nuevo y baje de sus caderas para ponerme exactamente frente a ellas, solté el aire que estaba en mis pulmones y lentamente baje su short, me lleve una sorpresa al ver que no llevaba ropa interior y sonreí mejor para mí, me deshice de esa molesta prenda y mire el miembro erecto que tenía frente a mí, la punta estaba roja y goteaba, estaba hinchado debido a la excitación, el saber lo que nuestra sesión de besos y caricias le causaba a su entrepierna hacia sonreír internamente a mi ego.
Pase mi cabello por detrás de mis orejas y baje un poco mi cara.
“Espera…” lo escuche decir y me congele por un segundo antes de sentir sus dedos entre mi cabello, me estaba haciendo una coleta o por lo menos lo intentaba, sus manos estaban temblando ligeramente.
Me sonrió con un poco de descaro antes de dejar caer sus rodillas a los costados y yo le regrese la sonrisa bajando de nuevo mi rostro y trague saliva en anticipación de lo que vendría, estaba nervioso, aunque lo deseaba.
Pase mi lengua por la punta y John soltó un pequeño suspiro, baje por el tronco acariciándolo sólo con la punta de mi lengua, sintiendo toda la longitud y las venas, sintiendo su forma y su sabor, hice un movimiento ahora para arriba, lo mire directamente a los ojos y vi como su nuez se movía por el acto de tragar saliva, le regale una última mirada cargada de deseo y metí por completo su miembro en mi boca, él dejo salir un gruñido y pude sentir como se tensaba.
Subí y baje torpemente un par de veces hasta que me acostumbre a su tamaño y grosor entonces pude marcar un ritmo constante de mete y saca a la vez que lo acariciaba con mi lengua, John gemía y suspiraba audiblemente.
“Joakim…” sentí un estremecimiento en todo su cuerpo y vi como apretaba las sabanas con fuerza entre sus dedos.
Acaricie sus testículos con una mano sintiendo el suave vello que estaba en la base de su pene.
“Ah imbécil” lo escuché reclamar y me detuve para mirarlo “Hice mi cabeza para atrás y me he golpeado… pero sigue, por favor” reí un poco, había escuchado el golpe seco de su cabeza contra la madera.
Acaricie de nuevo la cabeza recogiendo con la punta de la lengua las gotas de líquido pre seminal y lleve una de mis manos a mis pantalones desabrochando el cinturón y el botón de los jeans y baje el zíper, metí mi mano y saque mi miembro y comencé a masturbarme.
Abrí la boca y volví a introducirme a John en esta pero ahora acompañe el movimiento de mi boca con gemidos de placer y acompase mis movimientos también al de mi mano, daba succiones a la vez que bombeaba mi miembro.
“Ah… Joakim…” me dijo acariciando mi cabeza y tirando un poco del pelo que se me había soltado de la liga y comprendí que en la intimidad le gustaba llamarme Joakim, lindo. Abrí mis ojos y lo vi con su boca ligeramente abierta y sus ojos cerrados, su mueca era de completo placer “Me voy a…” me dijo cortando sus palabras con un gemido y yo entendí perfectamente que iba a venirse, di una última lamida y quite mi cara en el momento preciso en que se vino con un profundo y ronco gemido, su expresión y su voz me bastaron para venirme en mi mano y en las sabanas de John.
Nos recostamos en su cama y nos quedamos viendo el techo por varios minutos, digiriendo lo que acabábamos de hacer.
“A estado mejor…” me dijo al cabo de un rato.
“Si” reí juguetonamente cuando una idea llego a mi cabeza “Si te ha gustado tanto, deberías regresarme el favor una de estas noches”
“Será un placer” se giró a verme, no sabía si se atrevería o si querría besarme después de lo que le había estado haciendo, pero acaricio ligeramente mi cabello con sus dedos, me sonrió y me beso profundamente y yo le correspondí.
Pase esa noche en su habitación.
Continuará…