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El Canto de las Aves Ciegas por mxgiwara

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La biblioteca era el centro de atracción de las familias de La Sociedad cuando las fiestas se realizaban en la casa Hong. Era inmensa, casi del tamaño del salón principal. Era el primer orgullo de Hong Joseph.

A Joshua no le molestaba estar en tercer lugar en el decálogo de grandeza de su padre. En segundo lugar estaba su hermano mayor, y aun después de muerto su padre seguía adorándolo y comentando de él en las cenas. Joshua no sentía recelo a su hermano, pero tampoco lamentó demasiado el que muriera. Era un niño cuando, vestido de luto, caminó hasta el monte Gyang y visitó por primera vez la tumba de Dooyon. No lo conocía bien. Joshua nunca jugó al trompo con él porque él siempre estaba estudiando. Doyoon  ya leía libros de pasta gruesa cuando él estaba aprendiendo a leer. Su hermano mayor, en su memoria, murió sin pena ni gloria.

Dooyon amaba la biblioteca tanto como su padre, y tanto como ahora lo hacía él; o eso le cuenta el abuelo Lee. Él se ha conservado bastante bien a pesar de sus ochenta y tantos años cumplidos, todavía ejerce como asesor financiero de su padre. Seokmin y Joshua, cuando eran pequeños, solían escuchar todo lo que el abuelo Lee les contaba. Seokmin es su nieto de sangre, y él siempre ha vivido en la casa Hong. Joshua no sabe nada de los padres de Seokmin, cree haber escuchado que ellos habían muerto hace bastante tiempo, pero no es que le sea importante, en realidad.

La casa Hong es muy amplia, no tanto como la de los Choi, pero sí más que la de los Xú y los Kwon. Su familia era la más numerosa de toda la sociedad. Vivían con ellos los dos hermanos de su padre y su hermana mayor, cada uno con sus matrimonios e hijos. Joseph era el único sin esposa, pero no había sido impedimento para que este asumiera el cargo de líder de la familia.

Joshua nunca había tenido una buena relación con sus primos, eran toda una sarta de ignorantes al cubo. Y ellos también lo aborrecían por ser el consentido de la casa. Pero no era culpa suya que él haya sido elegido como heredero de la familia, se lo tenía bien merecido sin embargo. Su única prima, Eun Woo, era la única que parecía tenerle cierta simpatía.

— ¡Eres el más cuerdo aquí! Los demás son una sarta de borricos — le había dicho la pequeña cuando eran niños.

Eun Woo ahora era la persona que más le disgustaba de esa casa. Todo se remonta hasta hace menos de un año, cuando el matrimonio entre ella y Choi Seungcheol fue tema de cotilleo entre la plebe. Ella estaba enamoradísima de él, como él de ella. Joshua estaba tentado de odiarlos a ambos.

En fin, a pesar de su popularidad en cuanto a externos, solo eran dos integrantes de la familia Hong quienes tenían apego a la gran biblioteca. Joshua estaba ahí la mayor parte del día, cuando no estaba fuera con Seokmin y Junhui, el hijo del dueño del billar.

Joshua busca tranquilamente entre los libros ese día. Seokmin estaba con él también, ambos buscando temáticas distintas.

— ¿Dices que la criatura hablo? — dijo Seokmin, conmocionado con la nueva información.

— Exactamente es lo que digo — respondió de vuelta Joshua. Tan emocionado como él.

— Pero, ¿cómo es eso posible? ¡No son humanos! — Seokmin bajó un libro de la estantería y lo hojeó un poco. — ¿No habrás oído mal?

— ¡Cómo podría haber oído mal algo como eso! — Reclamó Joshua con cierta mofa — Soy un chico todavía, pero no soy un tarado. Estoy seguro, Seokmin, segurísimo.

Ahora fue Joshua quien tomo un libro, era un libro de mitología, uno publicado cerca de la actualidad, pero igualmente algo antaño como para buscar información acerca de la Aves Ciega.

No había mucha información de ellas en libros. Lo leído y sabido por todo el mundo estuvieron en los diarios hace unos cuantos años atrás pero no era información muy concisa. Estas criaturas todavía están siguen siendo estudiadas por las autoridades.

— Y si bien hubiera hablado — toma la palabra Seokmin, nuevamente — ¿Qué se supone que debas hacer? No respondas, porque bien sabes que es nada. Es un dato interesante, correcto, pero no necesario para nuestro subsistir. Así que te pido que lo ignores por ahora.

Joshua no haría caso aun cuando Seokmin tiene un punto. Porque ya se dio a entender que Joshua se mueve por la curiosidad y por su instinto. A él no le fascinan las criaturas como a otras personas, pero su mente ahora está llena de interrogantes que si no resuelve ahora, probablemente su cabeza duela hasta el Día de la Sociedad que tan cerca estaba.

El gran día jubilar de las familias. Las reuniones de la élite cada vez eran más en estas fechas. Todo para la debida organización de la ceremonia del día festivo. Seungcheol y él, cuando eran niños, les encantaba ir al festival que la élite organizaba. Con él tiempo, a Joshua se le hizo aburrido. Tan solo era un espectáculo que organizaba al azar una de las familias (para este tipo de eventos, el señor Choi no solía traer a sus aves), el banquete, el baile y la ceremonia de acto protocolar. Solo en ese aspecto, quisiera tener el lugar de sus primos, quienes no tienen la necesidad de ir. Él, como heredero, debe presentarse bien vestido, y saludar a cada uno de los invitados.

El problema ese año era que el señor Choi quiere que la fiesta de compromiso de su heredero sea ese mismo día, algo así como para matar a dos pájaros de un tiro. Un honor grande para ambas familias involucradas. Por supuesto Joshua tiene que estar ahí dándole los ánimos debidos a su amigo de la infancia y a su prima, rezar por ellos y tener buenos deseos para su vida, juntos, más adelante. Eun Woo se volvería una Choi.

¡Claro que se alegraba de que no volvería a ver a su prima rondando por la casa! Pero la vería en distintas ceremonias, cumpleaños, tomada de la mano con su marido y después cargando niños que ambos procrearon. Nunca se libraría de ellos. Al menos deberían darle el placer de no tener un recuerdo de como ambos, frente a toda la sociedad, accederán a casarse.

Por ahora, pensar en la criatura parecía más beneficioso para su salud mental que pensar en su pretenciosa prima y su prometido.

Entonces, lo que tenía en cuenta por el momento es que las aves hablaban. Habían aprendido el lenguaje, su lenguaje, y probablemente tengan capacidad para aprender más lenguas. ¿Serían las aves ciegas como los minotauros o las sirenas, quienes tienen naturaleza humana? El abuelo Lee les había explicado alguna vez que estas criaturas pueden tener apariencia, más no tienen rasgos de genética, o eso habían explicado los expertos en sus informes publicados, parecían tener más aires a las ninfas. Pero los expertos nunca aclararon acerca de la habilidad cognitiva y si esta tiene la misma capacidad que la humana, no que Joshua tuviera en cuenta. ¿Todavía tendrían ese diario en alguna repisa?

— Solo no te obsesiones demasiado, no ahora.

Joshua no quiso prometer nada que no pudiera. Solo asintió ante su consejero, su amigo de la infancia, su mejor amigo quien se retiró con una reverencia.

Continuó con la infinidad de hipótesis. ¿Sería solo un mecanismo de repetición como tienen los loros? Podría ser, pero un loro no sabe que decir ante una situación específica, tan solo repite algo que está en su memoria. O puede que haya sido una coincidencia.

Puede que no haya sido una coincidencia.

Puede que las aves ciegas hablen.

Puede que todas las aves ciegas hablen.

Puede que Ángel hable.

¿La voz de ángel sería igual a su cantar? La voz de Woozi era más gruesa y raspada cuando habló. Imaginaba a Jeonghan hablando suave y queda como sus oídos recuerdan.

Lástima que probablemente nunca pueda escucharla.

El señor Choi era muy cauteloso con su criaturas, demasiado paranoico diría su padre. Siempre anda echando un ojo a todos porque no confía en nadie. Él de pequeño recordaba como el señor Choi hacía una revisión cada noche para asegurarse que absolutamente nada le faltara, ni un gramo de arroz. Si así era, este echaba de casa al responsable si es que aparecía, si no, cambiaba de personal completo para el día siguiente. En cuanto a sus criaturas, no deja ni que sus dos hijos se acerquen a ellas. Las tiene en el sótano encerradas bajo siete llaves, o eso era lo que le había dicho Soonyoung hace mucho tiempo atrás.

Su mente ese día había tendido a divagar. Su mirada estaba perdida en las páginas del libro sin realmente leerlo.

Lo que realmente lo trajo de vuelta a la realidad fue una pequeña presión en su hombro derecho. Al ver de reojo, obviamente reconoció los tres anillos en los dedos de su padre.

— Joshua — dijo el hombre con voz rasposa.

— Señor — carraspeó Joshua cerrando el libro.

Joseph lo soltó y le hizo un gesto con su cabeza para que lo siguiera. El menor al instante se puso de pie y siguió a su padre hasta la ya conocida oficina de líder.

— Toma asiento — le indicó el mayor al tiempo que él atraía su sillón de terciopelo rojo. Joshua obedeció.

— ¿Diga? — preguntó curioso el heredero.

Era muy poco común que su padre lo llame fuera de sus horas de capacitación. El hombre era toda una eminencia que trabajaba todo el día. A pesar de vivir en su ambiente de trabajo, Joseph pasaba muy poco tiempo con su familia y poco le importaba. A penas si se aparecía en la cena o almuerzos.

— Choi ha confirmado — habló el líder. Joshua no entendió al principio. — La fiesta de compromiso de Eun Woo será el Día de la celebración de La Sociedad.

No eran buenas noticias.

— Me alegró por ellos — mintió el más joven.

— Espero sea así, pero no es el asunto por el que te llamé aquí.

— ¿Entonces, señor?

— Eun Woo está esperando un hijo de Choi.

Oh.

Oh.

— ¿Eun Woo… está embarazada? — repitió Joshua, sin creérselo del todo.

— Parece que sí — el hombre hizo una mueca de desagrado —, una vergüenza. No hemos hecho análisis todavía porque no conviene que la plebe sepa acerca de esto. El honor de la familia se irá por la borda gracias a la irresponsabilidad de esa niña.

Joshua por fin había exhalado. Tal noticia le había dejado tieso por una fracción de minuto.

— Es decir que no es seguro.

— Yi Young cree que sí, tiene todos los síntomas — dijo rápido — Y ella no negó haber tenido relaciones prematrimoniales así que no hay mucha duda, está encinta.

Dos noticias malas en un día. La calma mental que Joshua buscaba ese día había sido enterrada nuevamente por todos los sentimientos encontrados gracias al maldito Choi Seungcheol. Ese hombre no paraba de alterar su vida.

— Espero no ofenderlo — inició Joshua — pero, ¿Qué tiene que ver esto conmigo?

— Choi tampoco está feliz — dijo —, si la Sociedad se entera seremos la burla por años. Ambas familias. No podemos dejar que eso suceda, Joshua.

Entendía eso. La gente en Seúl tendía siempre ha tener en la mira a todas las familias pertenecientes al credo. Debían respetar ciertos estándares y un hijo ilegítimo no estaba dentro de lo aceptable.

— Te tengo un pequeño trabajo, hijo — dijo el hombre.

Alagado se hubiera sentido que su padre busque su ayuda pero en una situación distinta a esta, donde no estaba involucrado su examante ni su odiosa prima.

— ¿Qué puedo hacer yo?

— Choi sugirió que Eun Woo vaya a vivir con ellos antes, donde la tendrán alejada de los medios y de cualquier contacto ajeno a las familias para evitar las habladurías — Joseph calló un segundo mientras tronaba sus dedos — Me pareció una idea absurda ya que solo estaríamos juntando a esos dos pillos. Pero me dio un buen punto, y es que no podremos evitar que se sigan viendo. No puede restringirle la salida a Seungcheol porque es el heredero, y sencillamente él puede colarse por una ventana. No tenemos un buen sistema de seguridad como lo tiene Choi.

— Comprendo — dijo Joshua, intrigado todavía por su papel en este plan.

— Pero ambos sabemos que acrecentarán los rumores de los pueblerinos si ambos viven juntos. — El líder de los Hong por fin sostuvo la mirada de su hijo — Ahí es donde entras tú, Joshua. Tú tienes que ir con ella.

El menor quedó estoico unos segundos, que se alargaron a un minuto. Y aún con ese tiempo, la información no había sido por completo asimilada por su cerebro.

— ¿Disculpe, Señor…?

— Estarás en esa casa hasta el día del compromiso — la voz sonó firme y un pequeño escalofrío surcó la espalda del heredero —. Podremos encubrir que será por algún plan de negocios y que Eun Woo será tu acompañante, el pueblo no podrá decir mucho.

Joshua quiso replicar. Quiso decir que no puede evitar que la gente piense cualquier cosa. Quiso replicar que su presencia no serviría como cortina para ocultar las relaciones de una pareja. Qué tan solo debían reforzar la seguridad de Eun Woo y todo estaría resuelto. Su padre no era para nada tonto, él debió haber considerado demás contras en ese absurdo plan.

— Pero ese no será tu único trabajo en ese lugar, Joshua — el aludido sostuvo la mirada de su padre — tienes que averiguar sobre los gastos insulsos de Choi.

Ahí estaba la cereza del pastel. El verdadero motivo.

— ¿Los posibles gastos ficticios? — dijo Joshua.

— Así es. Tú sabes que su hermano, el diputado tiene antecedentes de corrupción bien encubiertos. La sociedad está enojada, quieren averiguar qué es lo que trama ese sinvergüenza. Cuando Choi me sugirió que vayas con tu prima, de inmediato pensé que sería una oportunidad de oro. Tienes que hacerlo Joshua, por el bien de la sociedad.

Notas finales:

No es de mis mejores trabajos pero espero que lo disfruten y le den mucho amor.

Si tienen alguna duda acerca de este mundo ficticio pueden preguntarme en un review. 


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